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DEVOCIONAL LUNES 11 DE MAYO

TITULO: JESÚS CONVIERTE EL AGUA EN VINO. Jn 2:1-11.

SALUDO.

Amados hermanos y amigos en este día que nuestro Dios nos ayude y nos guarde. Vamos a tener
nuestra reflexión de la Palabra con el primer milagro del Señor: Jesús convierte el agua en vino.

En el evangelio de Juan 2:1-11, tenemos nuestra lectura bíblica:

LECTURA BÍBLICA

2:1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2:2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
2:3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
2:4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
2:5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
2:6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en
cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
2:7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
2:8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
2:9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los
sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
2:10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el
inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora.
2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos
creyeron en él.

REFLEXIÓN

Cuanta veces en nuestra vida cristiana hemos orado por un milagro o esperado un milagro. Un milagro
es la interrupción del orden natural. La vida toma su rumbo, pero Dios de acuerdo con su voluntad y
sus propósitos en ciertas circunstancias hace cosas que nos sorprenden, donde lo imposible se hace
posible, por que un milagro es permitir que el hombre vea cosas imposibles. Detrás de cada milagro
hay un propósito de Dios, y este propósito comienza con la gratitud, luego con ayudarnos a crecer y
luego cosas particulares que el Señor quiere hacer.

En este primer milagro quisiera tomar en cuenta 3 reflexiones:


1. El Señor no quiere que la infelicidad nos persiga toda la vida. V1-3

En los días de Jesús las bodas tenían un significado muy grande, las comunidades judías veían en una
boda la imagen del matrimonio del Mesías con su esposa Israel, casarse era un momento de gran
alegría y al igual que hoy se cuidaban los detalles, todo tenía que salir perfecto. Pero el
comportamiento de la sociedad era condenar una boda de por vida si la celebración salía
exageradamente mal, la gente nunca lo olvidaría y perseguiría a la pareja de recién casados toda su
vida. Por lo tanto, quedarse sin vino casi sería el equivalente a admitir que ni los invitados, ni la
novia y el novio eran felices. Estos novios tenían a Jesús y a sus discípulos como sus invitados.
Amados hermanos el Señor convirtió el agua en vino para que esta pareja no tenga una vida infeliz,
porque Dios no quiere que el ser humano tenga la carga de la infelicidad toda su vida. Hay un sector
de personas que viven vidas infelices, con remordimientos, amarguras, ataduras, dudas espirituales,
inseguridades, derrotados por sus propios pecados. Imagínense los novios cuando supieron que su
invitado y amigo Jesús fue el que hizo el milagro de la felicidad en su vida, seguramente le
agradecieron y lloraron de alegría. Somos felices cuando caminamos con Jesús y cuando nos
relacionamos con él como un amigo.

2. El Señor quiere que hagamos lo que el nos diga. V4-10

María habla pocas veces en la Biblia, dentro de sus palabras siempre está el reconocimiento de
Jesucristo como el Hijo de Dios, como el Todopoderoso. Todo aquel que se acerca a Jesús por un
milagro tiene que creer que él es Todopoderoso y es capaz de hacer las cosas más allá de lo que
pensamos o entendemos. Pero también hay que someteré a la voluntad del Señor y a su gracia
divina. María no exige un milagro, le plantea una necesidad: No tienen vino. El vino era el símbolo
de la felicidad en Israel. María no exige un milagro, le dice a los que sirven: “Haced todo lo que os
dijere”, si él quiere lo hace y si no quiere no lo hace. Un milagro no es el producto de una orden del
hombre a Dios sino de un clamor esperando una gracia y una aceptación de la decisión divina. En
este caso el Señor convirtió agua en vino, llevaron este vino al jefe del Buffet que era el catador o
Maestresala y este le dijo al novio: “Has reservado el buen vino”. El vino de Jesús es la felicidad que
el hombre necesita, para ser felices hay que orar diciéndole “Quiero hacer lo que tú me digas en tu
Palabra”.

3. El Señor quiere que creamos en él. V11

El relato termina diciendo que este fue el “principio de señales” o primer milagro, y hubo algo
importantes que vio la gente: la gloria de Jesús y a la vez hubo algo espiritual que vivieron sus
discípulos: Creyeron en Jesús. El Señor quiere que creamos en él una fe sencilla que se manifiesta
todos los días en todas las cosas que vivimos. Hermanos dejemos nuestras infelicidades en el Señor,
hagamos lo que él nos diga, y mantengamos una fe firme creyéndole a él.

Que nuestro Señor les bendiga.

2 PREGUNTAS

1. ¿Por qué el Señor no quiere que la infelicidad nos persiga toda la vida?
2. ¿Por qué el Señor quiere que hagamos lo que él nos diga?

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