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ee La imposibilidad posible del humanismo necesario 1.1. Crénica de una muerte anunciada Suncas¢ ba ieexbona snio saree) Rombre coe, & ety, obs anbre USES es ed ee Nomis ee = eee is ate ae ora om ese aie re wee ae a ne ee namprie fos pen stl eb sd peri reg ge rt ae be eee Tel Seay poten eet tombe =e co cose pene oe ma on mae se Lace nt uy ee, ae tipo de reflexién, es parte de un entramado social en Bre can ae te emma el Sohne pec maa elle Se Menke romana Pec sue SS as eee aera (1990) Un humanism del siglo XX: el personalise ‘vez menos protagonista de su papel. Camo consecuen- Nora amigo (980) Se oe coe sentido abstracto, universaltzar y generalizar las opi- ‘iones; no. podemos hablar eon claridad de progreso Iuomano; intereses de la Iumanidad, esencia de hom: bre. También es un hecho que nunca el hombre se ha sentido tan auténomo, tan ereador de sf mismo; nam ca el hombre ha estado tan cerca de. convertirse en, Dios para s{'mismo. zQué sucede entonces con el hom bre? {Hacia dénde camina la humanidad si es que cami ta hacia algin sitio? ,Cémo puede el hombre secupers? ‘i papel de protagonista en el gran teatro del mundo? Esencialmente teniondo memoria de si mismo, rect pperando una modesta identidad que ha perdido’ en su ‘oluntsd de endiosamiento y de poder, por ello hemos de comenzar presentando los resultados de una filo- soffa que es fruto de una reflerién donde Ia actual ‘muerte del hombre que se respira en algunos ambien tes filoséficos estaba ya, de alguna forma, anunclada, En feliz expresion de uno de los mas hicidos perso. nalistas actuales, P. Ricoeur, estos pensadores son los ue se ve, en uns sospecha que les leva a buscar el Condicionante oculto que nos engafa y no vemos. a) Mars Hla introducido la sospecha en las formaciones socia- les y ha encontrado en las relaclones sociales de pro- duceién la clave de comprensién para entender la evo- iucién de Ja historia humana, sus instituciones y sus Ideas; éstas no describen Ia realidad sino algo distin: to de lo que se ve; ol derecho, el estado, Ia religion, el arte, la moral, son un disfraz 0 barniz gue dims Ja el juego de intereses, 5) Freuid “Ha centrado su sospecha en el interior de la perso- ‘na *,en el inconsciente. Para él nuestros pensamientos, io ‘ia ‘allel lector en & Glos ‘que pparece al Bal del iro,» 38. nuestros desesos explicitos, muestras motivaciones con- fesadas no son lo profundo de nosotros. Lo profundo para él es el deseo, que al entrar en la trama cultural flene que admitir'innumerables represiones, y_ éstas ‘impiden Ie posibilidad de unidad y coherencia en la cconciencia del sujeto. ©) Nietesche Con Ia apariciin del superhombre predicado por Za- rathustra el hombre acaba renogando de sw propia imagen que hasta entonces habfa conistido en ser ime ‘gen de Dios: Dios ha muerio, El hombre se sitia mas alld de Ia identidad, del reconocimiento de s{ mismo ¥ de sus limitaciones, necesita superar la finitud con luna voluntad de poder quo Te Weve a situarse més alld el bien y el. mal 1.2. Autonomismo, atefsmo y estructuralismo Namerosos pensadores han interpretado Ta decaden- ia del hombre contempordneo por el hincapié que los sltimos siglos de historia de Ia filsotia han hecho en la razén antropocéntrica: una raxin que ba. privi legiado determinado tipo de verdades y valores como los cientificopositivos y ha alvidado ‘otros aspects fundamentales en el descubrimiento de la verdad, una verdad que no tiene por qué ser tinleamente cientifice- positivosmatematica EE privilegio de este aspocto de la razén humana sobre los demés ha generado un humanismo centrado fen sf mismo, un aufonomismo que ha olvidado otros aspectos dela religacidn * del hombre con Ia realidad, Para’ algunos, 1a defensa del hombre se ha convertido ‘en ateismo militante, como si para afirmar al hombre fuera necesarfo olvidarse de Dios. Pero, ceémo se ha producido esta muerte del hombre como totalidad? Detengimonos en el estructuralismo como filosotia, ‘que ha pregonado la muerte del hombre desde un anti- hhumanismno teérico, que dirfa uno de sus representan- ‘es més prestigiosos, Louis Althusser. FE estructuralismo no se puede entender como un ppensamiento homogéneo ni como una flosofia ‘com acta, sino que en €1 hay una dispersin, no todos 10s estructuralisias son idénticamente antihumanlstas; he Dlaremos de 1 en términos genéricos y nos refer ‘mos, esencialmente, al de C. LéviStrauss. El estruc: ‘uralismo nace como contecsencia de + La disoluctén de las filosofias de Ia existencia que hhabian exaltado.incondiclonelmente la. Hbertad del sujeto, careciendo de bases clentifeas en. sus diver sas afirmaciones. + EL éxito del método estructural en las ciencias del Tenguaje y hasta en las clenclas naturales; esto inv taba a la generalizacién y trasposicion de este mo todo a las ciencias humanas, + La experiencia vital del hombre contemporineo que se descubre mucho més condielonado que ereador En LéviStrauss la afloranza del hombre primitive le impulsa a reconducir al hombre hacia su matriz or ginarla natural, se le reduce a estructura, a To natural, tuna naturaleza aislada de la historia y’sin finalidad alguna, Los hombres, en la antropologia de este flé- sofo francés, son estudlados como si fuesen cosas, son considerados como objetot de Ia ciencia y no sujetos de ella. La clave ciemtifica en la comprensién de 10 Jhumano sustituye a cualquier interpretacion utdpica, personatista 0 humanista. “En esta filosotia se hace dificl, sino imposible, cual- quier transformacign de situaciones sociales injustas, ‘cualquier cambio de sistema 0 revotucién. El hombre 4 encuentra determinado y no es, por tanto, defo de su libertad. En el humanismo tradicional el hom ‘re gorabe de una libertad y autonomia que 20 eran reales; era necesario reformular este concepto de li Dertad. ‘A muestro juiclo no es malo denumelar estos efectos del humanismo tradicional, pues ni su idea de hombre mi su idea de lo que debia ser la realidad se adecuaban a la situacién historia, al contecimien- fo, que diria E, Mounier. ‘El estructuralismo convierte al hombre en el grado cero de una particular ciencia, cuyo deseo es que lo Jhumano desaparezca del mundo al proclamar que el fin dltimo de las ciencias del hombre no es constrair ‘al hombre sino disolverio, apostando por un hombre ‘que se borraria de la faz de la tierra como en os It ‘mites del mar um rosiro en la arena (FOucAULT: 1982, pagina 375). 1.3. Diagnéstico para una época insolidaria ‘La muerte del hombre tan proclamada desde distin tos éngulos ya estaba anunclade, como hemos visto, fen los maestros de Ja sospecha. En la trastienda de {todos ellos se encuentra un humanismo ateo que tiene fn Feuerbach su més insigne representante. Este agra- ‘ece al crstianismo, en nombre de Ia humanidad, los servicios prestades, reconoce que los cristianos habfan encontrado una clave fundamental en la interpretacién el ser humano: ef amor; incluso habian afirmado que ios era amor. Lo nico que debian hacer Tos Méso- fos era invertir la propesicién para tener la. verdad: EL amor es Dios, ¢s decir, el ser humano solidario tie- nne una grandeza divina, es el ser supremo para el hom bre. El hombre sélo es comprensible desde s{ mismo, no desde Dios; todos los atributas daben ser aplicados al hombre y no proyectados a la imagen de Dios. A partir de ahora serén Tos simples hombres, la huma- dad entera amdndose, Ia que se vestira con los oF ‘pamentos del Dios clasico, ‘Pero, cuando estamos en las postrimerias, no ya del siglo, sino del segundo milenio. cristiano, cddnde std ese ser humano solidario? Vale para algo un huma ‘ismo euyo resultado sea ia muerte del hombre? El prometefsto ya no es la solucién; Ta razén ilustrada ¥y el progreso ciego que ésta conlleva han situado al hombre contempordnco en una época de vaces flacas, No debemos perder In perspectiva historica 'y ser conscientes que D0 ha muchos afos reinaba un’ opti ‘mismo progresista que Jos hechos han ido arruinan- do poco a poco. Los monstruos de esta. razén rome ‘ica que than generado esta carencia de horizonte pperspectiva para lo hnumano son el paro, el desencait ‘0 cfvico, Ia incapacidad politia, Ia indiferencia de va Jores, la carencia de sentido vital, Ia experiencia de os Ifmites del tipo de desarrollo en el que nos hemos fembarcado, 1a amenaza del agotamiento energético ¢ inreversible deterioro ecoldgico, a incapacidad del des- arrollo logrado para afrontar incliso los mas elemen- tales problems del subdesarrollo, el incremento de Ja desigualdad nortesur, Ia creciente amenaza pare la paz de los armamentos nucleares e intergalacticos, ete Como consecuencia de esta sitiacion Ia politica se esentiende de Ia ética, Ia idea se convierte en ideolo- ‘fa, la responsabilidad en desmadre, La solucion a esta ‘risis pasa por una confianza en To humane, una se tnd de aceptacién como requisito previo de cualquier {losofie. Esta actinud se converte en tina decisién por ayudarnos a ser hombres, un amor solidario a todo 1g humano: Una valoracién de lo Iumano coma clave de ta ‘béveda valoral en la que nas debomes former. Gover Camram, J: 1984, La entrahe.humanista del cistionismo, Desc, Bilbao, p13) Este es el camino para intentar solucionar la crisis del hombre contempordneo. 1.4, La apuesta por el humanismo Esta confianza en el hombre tiene algo de apwes confiamos en una realidad donde hay més cosas dig. nas de admiracién que de desprecio, donde se confia fn que todo hombre puede mejorar si tiene oportunt- dad, La traduccién a la vida cotidiana de esta apuesta debe hacerse sin dejarnos conquistar por el pesimis- mmo; a todos nos hace falta un rearme moralreaista (que traduzca nuestra esperanza en un optimismo rea lista, un optimismo tragic como al que nos invita Mounier. Sabemos que puede haber dogradaciones ideolégicas de esta apuesta por el humanismo, pero si lo enten: ‘demos como fe en ef hombre, creemos acudir a lo més fesencial de todo humanismo, Esta opeién, a nuestro juicfo, se ha de traducir en las sigulentes convieciones: ‘Bl hombre es el ser que tiene por misién ocupar el centro de la realidad mundana y ostentar el prima- do sobre cualquier otro tipo de realidad. Esto sig. nifica que en toda jerarquia de valores él debe sar el valor supremo. + Las nociones de estructura, especie, sociedad, siste- ‘ma, estin en funcién de otras més elementales. y principales que son yo, sujeto, persona; siempre Ins estructura deberdn estar al servicio del hombre y + AL hombre le atafle un valor absoluto; se le debe tratar siempre como fin y nunca como medio, + La historia de la humanidad no esté sujeta a la pro- pulsin de leyes bioldgicas, estructurales y sociales arecidas @ las que reinan en el campo de la fisica © la quimica, La historia debe ser el espacio del pro- tagonismo libre y responsable del hombre. + El hombre, presuntamente bueno y flable, resulta en ‘su historia peor de cuanto Inblera podido esperar. ‘se. El mal que ha producide nos lleva a afirmar en 1 una raiz de mal que habita en el corazén hima: no que es de suyo bueno. E$ una congénita debili- dad y el consiguiente desequilibrio ante Ia grande2a dde su vocacién al amor solidario. + Alla hora de apreciar lo que lamamos historia hu ‘mana hemos de tener en cuenta que es mejor lo ané- timo que lo historiado. En la historia, tal como se hha venido haciendo hasta ahora, ee ha destacado ‘iis Jo lamativo; quiz el hecho de que lo lamative resulta malo indica que fo normal es mejor; no es formal el crimen, Ios asesinatos, la violeacia, el ‘odio, ete. Estas convicciones no se inseriben s6lo cn un uni verso de cuestiones especulativas; exigen una ética y una praxis politica consecuante, Las poderosas tecno- thos proses or el hombre es ima lucha por su dignidad. En 1961, un abopado britént THE OBSERVER Mi wHEKEND REVIEW La apuesta ? ‘Benenson, coments con este artiida wna cempata en feior” de Jogias actuales deparan a Jos humanismos una gran responsabilidad critica en ef terreno de lo. prictico, 1 eanpulacion genic a medelacion funcional de cerebro, el control psicolégico de grandes masas Poblacn, ol narcoandles cl svat de cerebro, a uso bélico de ia energia atomica, la militariacion de Ta economia, etc, son los medios alucinantes con los que una idcologia antihumanitaria contraria si se pusle- ra al servicio de un designio totalitario. 1.5. Caracteristicas de una teoria general del hombre Junto a este interés y defensa de lo humano se pr feflexign que en estas péginas vamos aren llzar sobre el personalismo como humanismo del si slo xx La filosofia de B. Mounier y la tradicién per Sonalista debemos eatenderla como una teoria general lel hombre, filosofia capaz de art fn su conjunto, en cuanto realidad dialéctica de ne {uraleza y cultura, historia y sociedad, individuo y eo lectividad, * y comunidad *. Esta filosotia neral sobre lo humano para que mo se convierta en reflexién estéril debe ser! a) Critico-diatéctica La pluriformidsd de los fenémenos humanos con: lleva su complefidad; por ello es necesario un control de las teorias antropolégicas particulares. Ademés este control, Ca, de veorketglistien dominant)’ Ia flastta se ms ve en un nivel de interpretacién interparadigmético, por fo que es capaz de detectar los abusos 0 deficien: ‘ias contenidos en el mismo ‘dominante y romover su correccion y/o sustitucion. Esta funci6n debe hacer superar dualismos y pole. amicas estériles, pues introduce fa explicacién compren- siva de los hechos humanos (Weber). La. explicacién ‘sin comprensién se quedaria en probabilidad estadis- tica; la comprensién no puede darse_sin explicacién previa y completa del proceso explicativo causal, apor- fndole algo eseacial en toda actividad hnimana: los valores culturales en los que se enmarea y-la intencio- ralidad subjetiva del agente. b) Tebricointerpretativa Necesitamos una base teérica precisa desde Ia cual se lntenten resolver Jos_problemas del hombre como tal para orientar su accion en la construccién, de ls sociedad, Toda teoria debe formularse siempre én for ‘ma provisional; esto no es el reconocimiento. de una debilided, sino'la toma de conciencla de la doble si fuscion én Ia que se lla fnmerso quen fiosta so ‘bre lo humano: ‘+ Por una parte la indefinited dé lo humana (como ef histérico, como especie en evolucién, como expe- ie no acabada), que frena todo intento de clausurar Aefinitivamente el ser del hombre en tina teoria de- el filésofo que interpreta; Ia tradicién hermencutt. fa ha puesto de manifiesto que la interpretacion, ‘std fntimamente vinculada a determinados niveles de concenca,detcrminados

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