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GENERACIÓN
EÓLICA
1.Introducción 5
4.Tipos de aerogeneradores 8
Clasificación de los aerogeneradores 8
Aerogeneradores de eje horizontal 9
Ventajas 9
Desventajas 9
Partes 9
Aerogeneradores de eje horizontal según el número de palas 11
Aerogenerador tripala 11
Aerogenerador bipala 11
Aerogenerador monopala 12
Aerogeneradores de eje horizontal según la dirección dominante del viento 12
Aerogenerador de eje horizontal barlovento 12
Aerogenerador de eje horizontal sotavento 12
Aerogeneradores de eje horizontal según el tipo de torre utilizada 12
Aerogenerador de eje horizontal con torre de celosía 12
Aerogenerador de eje horizontal con torres tubulares 13
Tamaño de generadores según la potencia que genera 13
Aerogeneradores de eje vertical 14
Ventajas 14
Desventajas 15
Aerogenerador con rotor Savonius 15
Aerogenerador con rotor Darrieus 15
Aerogenerador con rotor Giromill 16
Aerogenerador con rotor Windside 16
7.Impacto ambiental 60
Aspectos socioeconómicos 63
1.Introducción
El aprovechamiento del viento para la generación eléctrica a gran escala es la tecnología de
energía renovable que más ha crecido en las últimas décadas, con porcentajes de uso del
40% por año desde 1993. Además de este uso, el viento se puede aprovechar para
aplicaciones mecánicas y electrificación de sitios aislados. En general, se pueden distinguir
tres diferentes tipos de aplicaciones, las cuales se discuten en detalle en los siguientes
capítulos:
● Aplicaciones mecánicas, por ejemplo bombeo de agua y molino de granos.
● Generación eléctrica en sistemas aislados, para usos productivos y viviendas rurales
en áreas remotas.
● Generación eléctrica a gran escala conectada al sistema nacional interconectado.
En los años setenta, el aumento de los precios de los combustibles fósiles estimuló la
generación de la energía eólica como una fuente alternativa económicamente viable. En
todo el mundo surgieron programas de investigación y desarrollo que resultaron en sistemas
eólicos modernos con costos cada vez más bajos.
América
Asia
Asia concluyó 2004 con 4.650 MW acumulados, después de instalarse ese mismo año más
megavatios nuevos que en América. Por otro lado, India, Japón y China están entre los diez
primeros países del mundo en potencia eólica acumulada. Entre los tres disponen del 9,7%
de la potencia mundial.
Oceanía
Australia, Nueva Zelanda y los archipiélagos del Pacífico solo disponían en conjunto de 555
MW de potencia eólica en 2004. Sin embargo, 325 de estos fueron instalados ese mismo
año, siendo esta región donde más creció relativamente la energía eólica.
África
Sin disponer de información suficiente en buena parte de su territorio sobre la existencia de
recursos eólicos apreciables, sí que hay ciertas zonas que en los últimos tiempos han sido
intensamente evaluadas, presentando un elevado potencial (norte de Marruecos, Mar Rojo,
Sudáfrica...). Aun así, la mayor parte del continente posee una red eléctrica muy débil para
posibilitar la evacuación de la posible energía generada, por lo que se considera que la
mejor forma de contribuir a la electrificación es mediante el empleo de instalaciones a
pequeña escala en poblaciones aisladas. Al finalizar el año 2004 África contaba con 225
MW.
4.Tipos de aerogeneradores
Ventajas
Desventajas
● Las turbinas horizontales tienen problemas para funcionar cerca del suelo, debido a
las turbulencias.
● Las torres altas y las palas largas son difíciles de transportar. El transporte puede
costar un 20% del costo de equipamiento.
● Las turbinas altas son difíciles de instalar y necesitan grúas poderosas y operadores
hábiles.
● Las turbinas altas pueden afectar los radares de los aeropuertos.
● Presentan impacto visual en el entorno, y con frecuencia suscitan reclamaciones por
afeamiento del paisaje.
● Exigen un control cuidadoso, de lo contrario, son propensas a la fatiga de material y
los daños estructurales.
● Tienen que orientarse hacia el viento.
Partes
Las partes principales de un aerogenerador de eje horizontal son:
● La torre: Soporta la góndola y
el rotor. Sitúa el generador a una
mayor altura, donde los vientos son de
mayor intensidad y para permitir el giro
de las palas y transmite las cargas del
equipo al suelo.
● Rotor: Conjunto formado por
las palas y el buje que las une. Se
diseñan para transformar la energía
cinética del viento en un momento
torsor en el eje del equipo (energia
cinetica del viento en energia
mecanica en el rotor). Los rotores
modernos pueden llegar a tener un
diámetro de 42 a 80 metros y producir
potencias equivalentes de varios MW.
La velocidad de rotación está
normalmente limitada por la velocidad
de punta de pala, cuyo límite actual se
establece por criterios acústicos.
● Las palas: Las palas de un
aerogenerador son muy similares a las alas de un avión. Hoy en día, la mayoría de las
turbinas cuentan con tres palas. Y suelen ser de poliéster o epoxy reforzado con fibra de
vidrio.
● Góndola o nacelle: sirve de alojamiento para los elementos mecánicos y eléctricos
(multiplicadora, generador, armarios de control, etc.) del aerogenerador.
● Caja de engranajes o multiplicadora: puede estar presente o no dependiendo del
modelo. Transforman la baja velocidad del eje del rotor en alta velocidad de rotación en el
eje del generador eléctrico. El rotor de una turbina de 1.500 kW de potencia, por ejemplo,
suele girar a una velocidad de entre 10 y 20 revoluciones por minuto (r.p.m.). El
multiplicador aumentará esta velocidad hasta las 1.500 r.p.m.
● Generador: existen diferente tipos dependiendo del diseño del aerogenerador.
Pueden ser síncronos o asíncronos, jaula de ardilla o doblemente alimentados, con
excitación o con imanes permanentes. Lo podemos definir como parte del aerogenerador
que convierte la energía en electricidad.
● Controlador electrónico: Un ordenador controla continuamente las condiciones de
funcionamiento del aerogenerador mediante el análisis de las señales captadas por
múltiples sensores que miden temperaturas, presiones, velocidad y dirección del viento,
tensiones e intensidades eléctricas, vibraciones...
● Sistemas hidráulicos: Elementos auxiliares que permiten el accionamiento del giro de
las palas sobre su eje, así como el frenado del rotor o el giro y frenado de la góndola.
● Sistema de orientación: Los aerogeneradores disponen de un sistema de orientación
que, con ayuda de los datos recogidos por la veleta, coloca siempre el rotor de manera
perpendicular al viento.
El aerogenerador de eje horizontal con rotor tripala a barlovento es hoy el modelo más
utilizado para generar electricidad.
Los modelos de eje horizontal puede subdividirse a su vez por el número de palas
empleado, por la orientación respecto a la dirección dominante del viento y por el tipo de
torre utilizada.
Aerogenerador tripala
Aerogenerador bipala
Ahorra el peso y coste de una de las palas respecto a los
aerogeneradores tripala, pero necesitan mayores velocidades de
giro para producir la misma energía que aquellos. Esto supone
una desventaja tanto en lo que respecta al ruido como al aspecto
visual. Para evitar el efecto desestabilizador necesitan de un
diseño mucho más complejo, con un rotor basculante y
amortiguadores que eviten el choque de las palas contra la torre.
Aerogenerador monopala
Tienen, en mayor medida, los mismo inconvenientes que los bipala,
necesitan un contrapeso en el lado opuesto de la pala, por lo que el
ahorro en peso no es tan significativo.
-Equipos de baja potencia: históricamente son los asociados a utilización mecánica como
bombeo del agua, proporcionan potencias alrededor del rango de 50 KW, aunque pueden
utilizarse varios equipos adyacentes para aumentar la potencia total suministrada. Hoy en
día siguen utilizándose como fuente de energía para sistemas mecánicos o como suministro
de energía en equipos aislados.
También se utilizan en grupo y junto con sistemas de respaldo como motores de gasolina
para suministro de energía de zonas rurales o edificios, ya sea conectándose a red o con
bacterias para almacenar la energía producida y garantizar la continuidad de la cobertura
energética.
Ventajas
● No se necesita una torre de estructura poderosa.
● Como las palas del rotor son verticales no se necesita orientación al viento, y
funcionan aún cuando este cambia de dirección rápidamente.
● Pueden ser ubicadas cerca del suelo, haciendo fácil el mantenimiento de las partes.
● Pueden tomar ventaja de aquellas irregularidades del terreno que incrementan la
velocidad del viento.
● Necesitan una menor velocidad del viento para empezar a girar.
● Son menos propensas a romperse con vientos fuertes.
● Son fácilmente evitadas por los pájaros.
Desventajas
● La mayoría de las turbinas verticales producen energía al 50% de la eficiencia de las
turbinas horizontales.
● No toman ventaja de los vientos fuertes de mayor altura.
La fuerza de Coriolis
Hay un efecto producido por la rotación terrestre, mediante el cual todos los fluidos que se
desplazan en el hemisferio Norte se desvian hacia la derecha en el sentido de su marcha y
los del hemisferio Sur hacia la izquierda. Esta aparente fuerza de curvatura es conocida
como fuerza de Coriolis (debido al matemático
francés Gustave Gaspard Coriolis 1792-1843) o
fuerza geostrofica.
El viento
sube
desde el
ecuador y se desplaza hacia el norte y hacia el
sur en las capas más altas de la atmósfera. Alrededor de los 30° de latitud en ambos
hemisferios la fuerza de Coriolis evita que el viento se desplace más allá. En esa latitud se
encuentra un área de altas presiones, por lo que el aire empieza a descender de nuevo.
Cuando el viento suba desde el ecuador habrá un área de bajas presiones cerca del nivel
del suelo atrayendo los vientos del norte y del sur. En los polos, habrá altas presiones
debido al aire frío.
La atmósfera (Troposfera)
La atmósfera es una capa muy fina alrededor del
globo. El globo tiene un diámetro de 12.000 km. La
troposfera, que se extiende hasta los 11 km de altitud,
es donde tienen lugar todos los fenómenos
meteorológicos y el efecto invernadero.
Las direcciones dominantes del viento son importantes
para el emplazamiento de un aerogenerador, ya que
obviamente querremos situarlo en un lugar en el que
haya el mínimo número de obstáculos posibles para
las direcciones dominantes del viento. Sin embargo la
geografía local puede influenciar en los resultados
Los vientos
El viento geostrófico
Los vientos geostróficos son generados, principalmente, por las diferencias de temperatura,
así como por las de presión, y apenas son influenciados por la superficie de la tierra. Los
vientos geostróficos se encuentran a una altura de 1.000 metros a partir del nivel del suelo.
La velocidad de los vientos geostróficos puede ser medida utilizando globos sonda.
Supongamos que tenemos una zona de altas presiones y otra de bajas presiones. Por sí
solo eso es suficiente para que se establezca un flujo de aire de las altas a las bajas
presiones. Supongamos, además, que las isobaras son rectas, lo cual nos permitirá eliminar
la aceleración centrípeta. Así pues, el flujo del viento que se establecería sería
perpendicular a las isobaras.
No obstante, como la Tierra rota sobre sí misma, no es un sistema inercial, por lo que
aparece una fuerza ficticia como la de Coriolis. La aceleración de Coriolis tiende a desviar
los flujos a su derecha en el hemisferio norte y a la izquierda en el hemisferio sur. Si se deja
actuar a la fuerza de Coriolis suficiente tiempo y se supone que no existe rozamiento se
llega a establecer un flujo paralelo a las isobaras, en donde la fuerza de Coriolis
contrarresta exactamente la fuerza generada por el gradiente de presión, por lo que la
situación es estable.
Secuencia en la que se aprecia cómo se genera el viento geostrófico. La primera
impresión es que el viento debería ir de las altas presiones a las bajas presiones. Sin
embargo, la fuerza de Coriolis desvía el viento (en este caso, del hemisferio norte, a la
derecha) hasta que se establece un equilibrio entre esta y el gradiente de presión
Vientos de superficie
Los vientos están mucho más influenciados por la superficie terrestre a altitudes de hasta
100 metros. El viento es frenado por la rugosidad de la superficie de la tierra y por los
obstáculos. Las direcciones del viento cerca de la superficie serán ligeramente diferentes de
las de los vientos geostróficos debido a la rotación de la tierra (ver fuerza de Coriolis ).
Tratándose de energía eólica interesará conocer los vientos de superficie y cómo calcular la
energía aprovechable del viento.
El tubo de corriente
El rotor de la turbina eólica debe obviamente frenar el viento cuando captura su energía
cinética y la convierte en energía rotacional. Esto implica que el viento se moverá más
lentamente en la parte izquierda del rotor que en la parte derecha.
Dado que la cantidad de aire que pasa a través del área barrida por el rotor desde la
derecha (por segundo) debe ser igual a la que abandona el área del rotor por la izquierda, el
aire ocupará una mayor sección transversal (diámetro) detrás del plano del rotor. (caudal
inicial = caudal final, Ai*vi = Af*vf)
Este efecto puede apreciarse en la imagen superior, donde se muestra un tubo
imaginario, el llamado tubo de corriente, alrededor del rotor de la turbina eólica. El tubo de
corriente muestra cómo el viento moviéndose lentamente hacia la izquierda ocupará un gran
volumen en la parte posterior del rotor.
El viento no será frenado hasta su velocidad final inmediatamente detrás del plano del
rotor. La ralentización se producirá gradualmente en la parte posterior del rotor hasta que la
velocidad llegue a ser prácticamente constante.
Los anemómetros
El anemómetro o anemógrafo es un aparato
meteorológico utilizado para medir la velocidad del viento
y así ayudar en la predicción del clima.
En meteorología, se usan principalmente los
anemómetros de cazoletas o de molinete, especie de
diminuto molino de tres aspas con cazoletas sobre las
cuales actúa la fuerza del viento; el número de vueltas
puede ser leído directamente en un contador o registrado
sobre una banda de papel (anemograma) , en cuyo caso el
aparato se denomina anemógrafo. Aunque también los
hay de tipo electrónicos.
Energía producida
Si intentamos extraer toda la energía del viento, el aire saldría con una velocidad nula, es
decir, el aire no podría abandonar la turbina. En ese caso no se extraería ninguna energía
en absoluto, ya que obviamente también se impediría la entrada de aire al rotor del
aerogenerador. En el otro caso extremo, el viento podría pasar a través de nuestro tubo
(arriba) sin ser para nada estorbado. En este caso tampoco habríamos extraído ninguna
energía del viento.
Así pues, podemos asumir que debe haber alguna forma de frenar el viento que esté
entremedio de estos dos extremos, y que sea más eficiente en la conversión de la energía
del viento en energía mecánica útil. Resulta que hay una respuesta a esto
sorprendentemente simple: un aerogenerador ideal ralentizaría el viento hasta 2/3 de su
velocidad inicial. Para entender el porqué, tendremos que usar la ley física fundamental
para la aerodinámica de los aerogeneradores.
La ley de Betz
La ley de Betz dice que sólo puede convertirse menos de 16/27 (el 59 %) de la energía
cinética en energía mecánica usando un aerogenerador.
La ley de Betz fue formulada por primera vez por el físico alemán Albert Betz en 1919. Su
libro "Wind-Energie", publicado en 1926, proporciona buena parte del conocimiento que en
ese momento se tenía sobre energía eólica y aerogeneradores.
Es sorprendente que se pueda hacer una afirmación general tan tajante que se pueda
aplicar a cualquier aerogenerador con un rotor en forma de disco.
m = ⍴ F (v 1 +v 2 )/2
donde m es la masa por segundo, ⍴ es la densidad del aire, F es el área barrida por el rotor
y [(v 1 +v
2 )/2]
es la velocidad del viento promedio a través del área del rotor.
La potencia del viento extraída por el rotor es igual a la masa por la diferencia de los
cuadrados de la velocidad del viento (de acuerdo con la segunda ley de Newton):
P = (1/2) m (v 1 2 - v 2 2 )
Sustituyendo en esta expresión la m de la primera ecuación obtenemos la siguiente
expresión para la potencia extraída del viento:
P = ( ⍴ /4) (v 1 2 - v 2 2 ) (v 1 +v
2 ) F
Ahora, comparemos nuestro resultado con la potencia total de una corriente de viento no
perturbada a través de exactamente la misma área F, sin ningún rotor que bloquee el viento.
Llamamos a esta potencia P 0 :
P 0 = ( ⍴ /2) v 1 3 F
El ratio entre la potencia que extraemos del viento y la potencia del viento sin perturbar es:
Velocidad de conexión
Normalmente, los aerogeneradores están diseñados para empezar a girar a velocidades
alrededor de 3-5 m/s. Es la llamada velocidad de conexión. El área azul de la izquierda
muestra la pequeña cantidad de potencia perdida debido al hecho de que la turbina sólo
empieza a funcionar a partir de, digamos, 5 m/s.
Velocidad de corte
El aerogenerador se programará para pararse a altas velocidades del viento, de unos 25
m/s, para evitar posibles daños el la turbina o en sus alrededores. La velocidad del viento de
parada se denomina velocidad de corte. La minúscula área azul de la derecha representa la
pérdida de potencia.
Curva de potencia de un
aerogenerador
La curva de potencia de un aerogenerador es un
gráfico que indica cuál será la potencia eléctrica
disponible en el aerogenerador a diferentes
velocidades del viento.
El gráfico muestra una curva de potencia de un típico aerogenerador danés de 600 kW.
Las curvas de potencia se obtienen a partir de medidas realizadas en campo, donde un
anemómetro es situado sobre un mástil relativamente cerca del aerogenerador (no sobre el
mismo aerogenerador ni demasiado cerca de él, pues el rotor del aerogenerador puede
crear turbulencia, y hacer que la medida de la velocidad del viento sea poco fiable).
Si la velocidad del viento no está variando demasiado rápidamente, pueden usarse las
medidas de la velocidad del viento realizadas con el anemómetro y leer la potencia eléctrica
disponible directamente del aerogenerador, y dibujar los dos tipos de valores conjuntamente
en un gráfico similar al de la izquierda.
Coeficiente de potencia
El coeficiente de potencia indica con
qué eficiencia el aerogenerador convierte la
energía del viento en electricidad.
Simplemente dividiendo la potencia
eléctrica disponible por la potencia eólica de
entrada, para medir como de técnicamente
eficiente es un aerogenerador. En otras
palabras, tomamos la curva de potencia y la
dividimos por el área del rotor para obtener
la potencia disponible por metro cuadrado de
área del rotor. Posteriormente, para cada
velocidad del viento, dividimos el resultado
por la cantidad de potencia en el viento por
metro cuadrado.
El gráfico muestra la curva del coeficiente de potencia para un aerogenerador danés
típico. Aunque la eficiencia media de estos aerogeneradores suele estar por encima del 20
por cien, la eficiencia varía mucho con la velocidad del viento (pequeñas oscilaciones en la
curva suelen ser debidas a errores de medición).
Como puede observar, la eficiencia mecánica del aerogenerador más alta (en este
caso del 44%) se da a velocidades alrededor de 9 m/s. Este valor ha sido elegido
deliberadamente por los ingenieros que diseñaron la turbina. A bajas velocidades del viento
la eficiencia no es tan alta, ya que no hay mucha energía que recoger. A altas velocidades
del viento, la turbina debe disipar cualquier exceso de energía por encima de aquella para la
que ha sido diseñado el generador. Así pues, la eficiencia interesa sobretodo en la zona de
velocidades de viento donde se encuentra la mayor parte de la energía.
FC = E / Pn x 8 760
La red eléctrica
El viento se ajusta a los patrones de consumo diario de electricidad
En la parte inferior del gráfico puede verse la producción de energía del 7 de noviembre de
2018.
Lo que significa que la electricidad eólica se ajusta bien en los patrones de consumo de
electricidad, es decir, la electricidad eólica es en general más valiosa para los sistemas de
redes eléctricas que si estuviese siendo producida a un nivel aleatorio. La curva es muy
parecida a la curva de carga diaria, donde tenemos 2 picos de consumo en la mañana entre
las 6 y 8 de la mañana, y entre las 20 a 22 hs.
Previsibilidad
Calidad de potencia
Flicker
El flicker es una expresión ingenieril para designar variaciones cortas en la tensión
de la red eléctrica que pueden provocan que las bombillas parpadeen. Este
fenómeno puede ser relevante si el aerogenerador está conectado a una red débil,
ya que variaciones de viento efímeras causarán variaciones en la potencia
generada. Hay varias formas de tratar este asunto en el diseño de una turbina:
mecánicamente, eléctricamente y utilizando electrónica de potencia.
Islanding
El "islanding" es una situación que puede ocurrir si una sección de la red eléctrica se
desconecta de la red eléctrica principal, como ocurriría por el disparo accidental o
intencionado de un gran disyuntor en la red (p.ej. debido a paros en el suministro eléctrico o
a cortocircuitos en la red). Si los aerogeneradores siguen funcionando en la parte de la red
que ha quedado aislada, es muy probable que las dos redes separadas no estén en fase
después de un breve intervalo de tiempo.
El restablecimiento de la conexión a la red eléctrica principal puede causar enormes
sobreintensidades en la red y en el generador de la turbina eólica. Esto también causaría
una gran liberación de energía en la transmisión mecánica (es decir, en los ejes, el
multiplicador y el rotor), tal como lo haría una "conexión dura" del generador de la turbina a
la red eléctrica.
Así pues, el controlador electrónico tendrá que estar constantemente vigilando la tensión
y la frecuencia de la corriente alterna de la red. En el caso de que la tensión o la frecuencia
de la red local se salgan fuera de ciertos límites durante una fracción de segundo, la turbina
se desconectará automáticamente de la red, e inmediatamente después se parará
(normalmente activando los frenos aerodinámicos)
Emplazamiento
Rugosidad
En general, cuanto más pronunciada sea la rugosidad del terreno mayor será la
ralentización que experimente el viento.
Obviamente, los bosques y las grandes ciudades ralentizan mucho el viento, mientras que
las pistas de hormigón de los aeropuertos sólo lo ralentizan ligeramente. Las superficies de
agua son incluso más lisas que las pistas de hormigón, y tendrán por tanto menos influencia
sobre el viento, mientras que la hierba alta y los arbustos ralentizan el viento de forma
considerable.
Turbulencia
Obstáculos al viento
En un emplazamiento eólico de una zona costera, con el viento viniendo desde la
parte derecha de la fotografía. Muestra un interesante fenómeno.
Los obstáculos del viento tales como edificios, árboles, formaciones rocosas, etc.
pueden disminuir la velocidad del viento de forma significativa y a menudo crean
turbulencias en torno a ellos.
Como puede verse en este dibujo de típicas corrientes de viento alrededor de un
obstáculo, la zona de turbulencias puede extenderse hasta una altura alrededor de 3
veces superior a la altura del obstáculo. La turbulencia es más acusada detrás del
obstáculo que delante de él.
Así pues, lo mejor es evitar grandes obstáculos cerca de las turbinas eólicas, y en
particular si se encuentran en la parte donde sopla en viento dominante, es decir,
"en frente de la turbina".
Efecto de la estela
Efecto de la colina
Una forma corriente de emplazar aerogeneradores es situándolos en colinas o estribaciones
dominando el paisaje circundante. En particular, siempre supone una ventaja tener una vista
lo más amplia posible en la dirección del viento dominante en el área.
En las colinas, siempre se aprecian velocidades de viento superiores a las de las áreas
circundantes. Una vez más, esto es debido a que el viento es comprimido en la parte de la
montaña que da al viento, y una vez el aire alcanza la cima de la colina puede volver a
expandirse al descender hacia la zona de bajas presiones por la ladera a sotavento de la
colina.
Tal y como puede observar en el dibujo, el viento empieza a inclinarse algún tiempo antes
de alcanzar la colina, debido a que en realidad la zona de altas presiones se extiende hasta
una distancia considerable enfrente de la colina.
También se dará cuenta de que el viento se hace muy irregular una vez pasa a través del
rotor del aerogenerador.
Al igual que ocurría anteriormente, si la colina es escarpada o tiene una superficie
accidentada, puede haber una cantidad de turbulencias significativa, que puede anular la
ventaja que supone tener unas velocidades de viento mayores.
Condiciones eólicas
Normalmente, el sólo hecho de observar la naturaleza resulta de excelente ayuda a la hora
de encontrar un emplazamiento apropiado para el aerogenerador.
Los árboles y matorrales de la zona serán una buena pista para saber cual es la dirección
de viento dominante , como puede verse en la fotografía.
Conexión a la red
Obviamente, los grandes aerogeneradores tienen que ser conectados a la red eléctrica.
Para los proyectos de menores dimensiones es fundamental que haya una línea de alta
tensión de 10 - 30 kV relativamente cerca para que los costes de cableado no sean
prohibitivamente altos (por supuesto, esto preocupa sobremanera a aquellos que tienen que
pagar la extensión de la línea de alta tensión).
Los generadores de las grandes turbinas eólicas modernas generalmente producen la
electricidad a 690 V. Un transformador colocado cerca de la turbina o dentro de la torre de
la turbina convierte la electricidad en alta tensión (normalmente hasta 10 - 30 kV).
Refuerzo de red
La red eléctrica próxima al(a los) aerogenerador(es) deberá ser capaz de recibir la
electricidad proveniente de la turbina. Si ya hay muchas turbinas conectadas a la red, la red
puede necesitar refuerzo, es decir, un cable más grande, conectado quizás más cerca de
una estación de transformación de más alto voltaje. Para más información lea la sección
sobre red eléctrica.
¿Por qué en el mar? Las condiciones especiales del medio marino suponen importantes
ventajas para el aprovechamiento de la energía eólica:
• En el mar la rugosidad superficial es muy baja en comparación con el medio terrestre y no
existen obstáculos que puedan reducir la velocidad del viento. Esto favorece la circulación
del viento a mayores velocidades y hace innecesario el tener que subir la altura de la torre
más de lo que obliga la suma del semidiámetro del rotor y la altura máxima de la ola
prevista. Por lo general, los vientos van ganando en velocidad al separarnos de la costa.
• El recurso eólico es mayor y menos turbulento que en localizaciones próximas en línea de
costa sin accidentes geográficos. La existencia de menor turbulencia ambiental en el mar
disminuye la fatiga a la cual se encuentra sometido un aerogenerador aislado, y aumenta su
vida útil.
• Las áreas marinas disponen además de enormes espacios donde colocar
aerogeneradores, lo que ofrece la posibilidad de instalar parques mucho más grandes que
en tierra. El parque de Arklow Bank, en Irlanda, en el que participa la empresa española
Acciona, tiene proyectado ampliarse a 520 MW, pero hay propuestas en Alemania y en
Francia para crear instalaciones de más de 1.000 MW.
• La vastedad de este medio, unido a su lejanía con los núcleos de población, consigue
reducir también el impacto visual sobre el paisaje.
• Su ubicación lejos de lugares habitados permite suavizar las restricciones impuestas por
las autoridades ambientales en relación con la emisión y propagación de ruido e
incrementar la velocidad de punta de pala, con la correspondiente disminución de su peso y
de las estructuras que las soportan, consiguiendo una reducción significativa del coste de
fabricación del aerogenerador en su conjunto.
Sin embargo, no todo es tan sencillo; de ser así, habría hoy muchos más megavatios
offshore en funcionamiento. Estas instalaciones marinas tienen también importantes
desventajas respecto a las terrestres:
• La evaluación del recurso eólico en la Zona de Discontinuidad Costera (< 10 km) es más
compleja y mucho más cara que en tierra.
• No existen infraestructuras eléctricas que conecten las áreas con mayores recursos
eólicos en mitad del mar con los centros de consumo. La situación es semejante a lo
experimentado por el sector del gas natural cuando descubrieron importantes yacimientos
de este recurso en el Mar del Norte, antes de que hubiese gasoductos con los que poder
trasladarlos al continente.
• Los costes de la cimentación y las redes eléctricas de estas instalaciones encarecen en
gran medida la tecnología offshore: si en tierra los aerogeneradores suponen del orden del
75% de la inversión total de un parque eólico, en el mar representan aproximadamente un
55%. Por su parte, el coste de la obra civil en un parque eólico marino tipo se estima en un
20% del total (frente al 5% en tierra firme) y el de las infraestructuras eléctricas en otro 20%
(15% en tierra).
• Las limitaciones de acceso y las dificultades para trabajar en medio del mar en la fase de
montaje y en el mantenimiento de la instalación.
• El aumento de los costes y dificultades de construcción, según el proyecto vaya
alejándose de la costa o aumente la profundidad marina, siendo este último uno de los
principales argumentos esgrimidos para justificar la nula penetración de la energía eólica
marina en España (pues la mayoría de las aguas superan la profundidad máxima
económicamente viable en la actualidad: 25 metros).
• Debido a la mayor propagación de las turbulencias por la baja rugosidad del mar, el efecto
provocado por la propia estela de los aerogeneradores sobre el resto de las máquinas de un
parque eólico es más importante en este medio que en tierra, lo que disminuye la vida útil
de las turbinas. Para evitarlo, las máquinas requieren más separación entre ellas y esto
implica un aumento de la inversión.
Si bien los aerogeneradores se han vuelto cada vez más grandes, hay una variante de
máquinas que se han negado a crecer. Son las turbinas de una potencia inferior a los 10
kW, una de las joyas de los defensores de la generación eléctrica a escala “mini”. Aunque la
producción de energía de esta tecnología es limitada puede ser suficiente para cubrir
pequeños consumos, y tiene un buen número de ventajas con respecto a la gran eólica:
● Puede suministrar electricidad en lugares aislados y alejados de la red eléctrica.
● Causa mucho menor impacto visual que las máquinas grandes.
● Genera la energía junto a los puntos de consumo, por lo que reduce las pérdidas.
● Es accesible a muchos usuarios, sin apenas necesitar obra civil, y su instalación es
sencilla.
● Funciona con vientos moderados y no requiere estudios de viabilidad complicados.
Bombeo de agua
Aparte de la generación eléctrica, la tecnología eólica puede tener otras importantes
aplicaciones. Tal es el caso de la extracción de agua del subsuelo, para lo que resultan
especialmente interesantes los molinos multipala de bombeo, unas máquinas que no han
cambiado prácticamente desde hace más de un siglo. Estas aerobombas, cuyo par de
arranque es alto, funcionan bien con vientos flojos o medios, muy estables y poco
racheados. Por lo general, cuentan con un número de palas entre 12 y 24, aunque pueden
tener más, y su máximo rendimiento aerodinámico alcanza el 30% (50% del límite de Betz),
manteniéndose dicho valor prácticamente constante desde el arranque hasta una velocidad
de viento incidente de 12 m/s, en la que se alcanza la máxima potencia, para después
disminuir rápidamente hasta la parada del molino a unos 20 m/s.
Este tipo de máquina presta servicios importantes en las regiones con velocidades medias
anuales entre los 4 y los 5 m/s, aprovechando principalmente los vientos de velocidades
comprendidas entre los 3 y los 7,5 m/s.
Aunque esta es la tecnología más difundida existen otras posibilidades para bombear agua
como los aerogeneradores con electrobomba sumergida o con accionamiento mecánico
directo sobre una bomba de eje vertical o las aeroturbinas basculantes con accionamiento
oleohidráulico.
Hidrógeno “verde”
El hidrógeno, la sustancia más abundante en la naturaleza, que almacena la mayor cantidad
de energía por unidad de peso, puede ser el combustible que destrone al petróleo, pero
tiene un inconveniente: no se encuentra libre. Para obtenerlo se requiere gran cantidad de
energía. La energía eólica ya ha demostrado que puede generar tanta electricidad como se
quiera, y sin contaminar, pero tiene también un inconveniente: como depende del viento no
siempre produce la energía cuando se necesita. Ahora bien, ¿por qué no juntar estos dos
elementos? Los expertos están de acuerdo en que la combinación del hidrógeno con las
energías renovables puede representar la revolución energética del siglo XXI: el “hidrógeno
verde”. En el caso de la eólica, cuando haya viento se podría utilizar la electricidad
generada por los aerogeneradores para extraer hidrógeno del agua mediante un proceso de
electrólisis. Esto tendría una gran ventaja y es que se podría almacenar para utilizarlo como
combustible cuando no hubiese viento y los aerogeneradores estuvieran parados. Además,
la pila de combustible permite utilizar el hidrógeno para transformarlo en electricidad y con
ella mover un coche o calentar e iluminar un hogar.
Aunque de momento se trata de hipótesis de futuro, son muchas las empresas y los centros
de investigación que tratan de poner a punto la pila de combustible y la tecnología necesaria
para la obtención del hidrógeno a partir de energías limpias, como la eólica. Una posibilidad
sería utilizar instalaciones eólicas marinas para la generación in situ del hidrógeno a partir
del propio agua de mar (la salinidad mejora el proceso). De este modo se solucionarían los
problemas de infraestructuras eléctricas de los parques marinos, pues en lugar de
transportar la energía producida por los aerogeneradores a través de impactantes redes
eléctricas, se podría trasladar almacenada en barcos una vez haya sido transformada en
hidrógeno. O a través de las actuales redes de gasoductos, si se colocan los parques
eólicos junto a estas infraestructuras.
Desalinización
La desalinización es un proceso mediante el cual se elimina la sal del agua de mar o salobre.
Las plantas desalinizadoras, también conocidas como desaladoras (ver nota terminológica) son
instalaciones industriales destinadas a la desalinización, generalmente del agua de mar o de
lagos salados para obtener agua potable.
Aunque las desalinizadoras deben estar junto a la costa y cerca de los puntos de consumo
para ser viables económicamente, en general las zonas del país donde suelen instalarse no
tienen un elevado potencial eólico, excepto en el litoral canario y sur peninsular. Otra
cuestión son los requisitos del suministro eléctrico para una desalinizadora por ósmosis
inversa, pues estas instalaciones requieren mucha energía y que ésta sea constante, para
hacer pasar el agua de mar a alta presión (unas 70 atmósferas) por las membranas que
“filtran” el líquido. Y la constancia no es una de las virtudes de la energía eólica.
Los ingenieros han recogido el guante y son ya varios los proyectos dados a conocer que
logran unir estas dos tecnologías. Unos combinan la energía eólica con los combustibles
fósiles de forma que se vayan alternando según haya o no viento; otros proponen utilizar los
aerogeneradores para bombear agua y almacenarla en altura, de manera que luego pueda
aprovecharse en un salto hidráulico para generar electricidad de forma constante, como en
la proyectada central hidroeólica de la isla de El Hierro; por último, también se ha planteado
desalar el agua directamente en instalaciones mar adentro, con aerogeneradores que
bombeen agua de mar a presión. Este sistema resolvería además la cuestión del impacto
ambiental causado en las costas por el vertido hipersalino (salmuera) generado en la
desalación.
7.Impacto ambiental
Como el resto de energías renovables, la eólica es una fuente de electricidad “limpia”,
inagotable y autóctona, lo cual representa importantes ventajas ambientales y
socioeconómicas. Esto no quita que, como cualquier otro sistema de generación eléctrica,
esta fuente de energía tenga impactos negativos sobre el medio ambiente. No obstante, hoy
en día el balance resulta mucho más que positivo en comparación con las energías
tradicionales que emplean combustibles fósiles o radiactivos. Proporcionalmente, y según
un estudio español basado en un sistema de “ecopuntos” en el que se valoraban los efectos
ambientales sobre los medios atmosférico, hídrico y terrestre asociados a la generación de
un kWh desde el principio hasta el final del proceso que lleva a su obtención, producir un
kilovatio-hora con aerogeneradores tiene un impacto ambiental:
Aun así, los parques eólicos no dejan de causar unos impactos medioambientales que
deben tenerse en cuenta para ser mitigados en la medida de lo posible:
Deterioro del paisaje: El mayor impacto provocado por la energía eólica es de tipo visual. No
en vano, los emplazamientos más ventosos donde suelen colocarse los aerogeneradores
corresponden por lo general a entornos naturales poco humanizados y, por lo tanto, con
preciados valores paisajísticos. Este es un impacto muy subjetivo, pues depende de la
apreciación estética de cada persona. Además, si lo justo es que las cargas de la
producción de energía se repartan entre toda la población en función del consumo, todo el
mundo debería preguntarse qué prefiere tener junto a su casa para abastecerse de
electricidad, si una planta térmica, una central nuclear o un parque eólico. En cualquier
caso, es evidente que hay muchos lugares del país en los que por su especial interés
paisajístico, ambiental, histórico, cultural o turístico nunca se deberían instalar turbinas.
Además, es de esperar que este impacto aumente cada vez más, según vaya creciendo el
parque eólico, por lo que requiere de mucha atención. Aunque esto podría mitigarse con el
reemplazo de máquinas más potentes en los parques existentes (“Repotenciación” o
repowering).
En zonas con altitud sobre el nivel del mar superior a los 1.500 metros, el análisis ambiental
deberá extremarse. En estas áreas se producen frecuentemente tormentas con abundante
aparato eléctrico. Los aerogeneradores son puntos de atracción de rayos y las pendientes
pronunciadas acentúan más el alto riesgo de impacto en estos espacios alejados
generalmente de los medios de protección contra incendios; igualmente, el rigor invernal
influye en las actuaciones de las aeroturbinas, que algunas veces al iniciar su operación
pueden ocasionar serios percances por el desprendimiento de hielo acumulado en las
palas. Todos estos factores sugieren que se estudie meticulosamente, tanto por parte de las
autoridades ambientales como de los promotores eólicos, la instalación de parques en estas
zonas, en su mayor parte de alto valor natural.
Efectos sobre las aves: La colisión de las aves con los aerogeneradores o las molestias
causadas a la avifauna por la construcción y funcionamiento de un parque eólico
constituyen en realidad impactos bastante limitados. Sin embargo, suelen tener cierta
importancia en lugares especialmente valiosos para el paso o la nidificación de las aves.
Ocupación del territorio: La energía eólica necesita instalar muchos aerogeneradores por
todo el territorio para acercarse a la producción de las centrales térmicas tradicionales. Aun
así, las turbinas ocupan solo entre un 1% y un 3% de estos terrenos, que pueden seguir
aprovechándose para la agricultura o la ganadería. Por otro lado, también se deben abrir o
mejorar los accesos y trazar líneas de evacuación de la energía (que en ocasiones llegan a
soterrarse).
Aspectos socioeconómicos
Para poder a finales de 2004 satisfacer la demanda del 6,5% de la energía consumida en
España a partir del viento, se han tenido que fabricar antes e instalar por todo el territorio
más de 11.000 aerogeneradores, algunos de ellos de tamaño gigantesco. Como es de
suponer, esto no ha sido tarea fácil y ha requerido de un nuevo tejido industrial capaz de
manejar una tecnología avanzada y con potencialidad para desarrollarla a gran escala. Un
tejido industrial que no existía hace muy pocos años. Así pues, la energía eólica no es solo
buena para la economía y la sociedad española porque reduce la dependencia exterior de
energías como el petróleo o el gas natural, también los es porque fomenta la creación de
empresas y de empleo.
Más tarde, el mandato de Alfonsín (1983-1989) estuvo marcado por problemas económicos
nacionales y regionales.La falta de fondos, combinado con la alta inflación, problemas
sociales y un clima de inestabilidad general, dificultaron la creación y el éxito de programas
para el desarrollo de energía sustentable.
Llegó la crisis del 2001, que dejó a la Argentina en una grave situación económica. La falta
de capitales e inversiones impidieron la implementación de proyectos que buscaban
expandir el uso de energías renovables.
Néstor Kirchner (2003-2007) sancionó varias leyes para promover las energías alternativas:
la Ley N°26.123 declaró el interés nacional por el desarrollo de tecnologías de hidrógeno
como combustible, y la Ley N° 26.190 estableció un compromiso a llevar al consumo de
energía eléctrica de fuentes renovables a 8% para el 2016.
Finalmente, el gobierno actual emitió un decreto que destaca los beneficios y usos de las
energías renovables en cuanto a cuidado del medio ambiente, seguridad eléctrica y
creación de puestos de trabajo.
Con la nueva Ley de Energías Renovables (Ley N° 27.191) se tiene como objetivo ampliar
ese porcentaje año a año, ya que Argentina es idónea para abastecerse de energía
renovable, especialmente si continuamos aprovechando las bondades de nuestros vientos.
Existe una larga tradición en el uso de energía eólica. Los molinos tejanos fueron los
primeros en entrar al país a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Estos cumplían la
función de bombear agua que extraían del subsuelo y proporcionaban aguadas para el
ganado. Hacia fines del siglo XIX ya había más de 600.000 molinos en operación; hoy
siguen funcionando unos 200.000, imprescindibles para disponer de agua en zonas a las
que no llega la red eléctrica.
El 70% del territorio argentino registra regularmente vientos de características adecuadas
para la generación de energía eólica. El viento patagónico es realmente extraordinario, pero
sopla muy lejos de las áreas de demanda masiva de energía eléctrica, por lo que debería
aprovecharse localmente para evitar las pérdidas que se producen al llevar electricidad a
cientos de kilómetros de distancia.
Parques en construcción
Los vientos de la costa atlántica
En la costa atlántica bonaerense hay vientos similares a los de las costas del Báltico o del
Mar del Norte. Cosechar su energía y utilizarla en los grandes centros de consumo
significaría transportarla a distancias mucho menores que traerla desde la Patagonia. Lo
mismo sucede con determinados emplazamientos de las zonas andinas y centrales.
El potencial eólico del país es inmenso. En teoría, sería capaz de abastecer toda la
demanda interna y parte de la de países vecinos. En la práctica, la cuestión no es tan
sencilla: el viento no sopla de forma constante y un servicio público de energía eléctrica
debe estar a disposición de los usuarios en todo momento.
Con los precios actuales de los combustibles fósiles, las tarifas subsidiadas cobradas a los
consumidores en la Argentina y el estado actual de la técnica, la energía eoloeléctrica sólo
puede ser considerada un complemento de la generada por métodos convencionales. El
avance tecnológico, sin embargo, podría eliminar algunas de las limitaciones, al igual que
cambios en la estructura tarifaria.
Una segunda ronda (programa RenovAr 1.5) comenzó a fines del año pasado. Como
resultado, se dio a conocer la intención de crear el Parque Eólico Energética 1, presentado
por la firma Eipor Sociedad Anónima y que, de resultar adjudicado, tal como se prevé, se
levantará en un predio ubicado entre las localidades de García del Río (Bahía Blanca) y
Tres Picos (Tornquist), con una potencia de 79,8 megavatios.
Por fuera del Renovar 2, la empresa Pampa Energía ya tendría luz verde para la iniciación
del parque eólico Corti 2, a unos 20 kilómetros de la ciudad, que será una ampliación del
que actualmente se construye a la vera de la ruta provincial 51.
Así, al menos dos nuevos parques eólicos se construirán en el distrito de Bahía Blanca
durante el año próximo
A nivel regional, el proyecto “La banderita” (energía eólica) sumará 300 Mw de origen
renovable al Sistema Interconectado Nacional. Más ambiciosa es la propuesta en la
localidad de Punta Alta: se construirá y pondrá en marcha un parque eólico de 250 Mw de
potencia que permitirá abastecer de energía a alrededor de 300.000 hogares.
Si todo va bien durante este año se puede convertir en la tercera potencia de América
Latina en potencia eólica instalada en un año ya que el plan Renovar está funcionando bien,
ha atraído inversiones para ponerlo en marcha de forma sólida y hay aproximadamente
1.800 megavatios en construcción. Es posible que el año termine con entre 300 y 400
megavatios conectados a la red por lo que Argentina ha dado un salto de gigante. El 2019 si
todo va bien se convertirá en un año muy intensivo logísticamente hablando para las eólicas
porque se van a tener que concretar más de 2.000 megavatios que deberían ingresar al
sistema. La cartera de proyectos es grande y se ha financiado más del 50% de la potencia
adjudicada.