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GENERACIÓN 
EÓLICA   
1.Introducción 5

2.Breve reseña histórica 5

3.Introducción - Situación actual en el mundo 6


Europa 6
América 7
Asia 7
Oceanía 7
África 7

4.Tipos de aerogeneradores 8
Clasificación de los aerogeneradores 8
Aerogeneradores de eje horizontal 9
Ventajas 9
Desventajas 9
Partes 9
Aerogeneradores de eje horizontal según el número de palas 11
Aerogenerador tripala 11
Aerogenerador bipala 11
Aerogenerador monopala 12
Aerogeneradores de eje horizontal según la dirección dominante del viento 12
Aerogenerador de eje horizontal barlovento 12
Aerogenerador de eje horizontal sotavento 12
Aerogeneradores de eje horizontal según el tipo de torre utilizada 12
Aerogenerador de eje horizontal con torre de celosía 12
Aerogenerador de eje horizontal con torres tubulares 13
Tamaño de generadores según la potencia que genera 13
Aerogeneradores de eje vertical 14
Ventajas 14
Desventajas 15
Aerogenerador con rotor Savonius 15
Aerogenerador con rotor Darrieus 15
Aerogenerador con rotor Giromill 16
Aerogenerador con rotor Windside 16

5.Teoría aplicable a los generadores eólicos 17


Recursos eólicos 17
¿De dónde viene la energía eólica? 17
Las diferencias de temperatura conllevan la circulación de aire 17
La fuerza de Coriolis 17
La atmósfera (Troposfera) 18
Los vientos 18
El viento geostrófico 18
Vientos de superficie 19
Vientos locales: brisas marinas 20
Vientos locales: vientos de montaña 21
La energía en el viento: densidad del aire y área de barrido del rotor 21
Densidad del aire 21
Área de barrido del rotor 22
La desviación del viento 22
Las aerogeneradores desvían el viento 22
El tubo de corriente 22
Distribución de la presión del aire en la parte delantera y trasera del rotor 22
La potencia del viento: cubo de la velocidad del viento 23
Medición de la velocidad del viento 24
Los anemómetros 24
Mediciones de la velocidad del viento en la práctica 24
La rosa de los vientos 24
Variabilidad de las rosas de los vientos 24
Cómo utilizar una rosa de los vientos 25
Energía producida 26
Descripción de las variaciones del viento: distribución de Weibull 26
Modelo general de las variaciones en la velocidad del viento 26
Descripción estadística de las velocidades del viento 26
La ley fundamental para la aerodinámica de los aerogeneradores 27
El frenado ideal del viento 27
La ley de Betz 27
Demostración del teorema de Betz 27
Función de densidad de potencia 28
Potencia del viento 28
De densidad de potencia a potencia disponible 29
Los mensajes más importantes del gráfico 29
Velocidad de conexión 29
Velocidad de corte 29
Curva de potencia de un aerogenerador 29
Incertidumbre en mediciones de curvas de potencia 30
Verificación de las curvas de potencia 30
Riesgos en el uso de las curvas de potencia 30
Coeficiente de potencia 31
Una mayor eficiencia técnica no es necesariamente el camino a seguir 32
Energía anual disponible en un aerogenerador 32
La salida varía casi con el cubo de la velocidad del viento 32
El factor de carga 33
La paradoja del factor de carga 33
La red eléctrica 34
El viento se ajusta a los patrones de consumo diario de electricidad 34
Previsibilidad 35
Variación estacional de la energía eolica 35
Variaciones anuales de energía 36
Calidad de potencia 36
Control de potencia en los aerogeneradores 37
Aerogeneradores de regulación por cambio del ángulo de paso ("pitch
controlled") 37
Aerogeneradores de regulación por pérdida aerodinámica ("stall controlled")
37
Aerogeneradores de regulación activa por pérdida aerodinámica 38
Otros métodos de control de potencia 39
Arranque suave con tiristores 39
Redes débiles, refuerzo de red 39
Flicker 40
Islanding 40
Emplazamiento 40
Rugosidad y cizallamiento del viento 40
Rugosidad 41
Clase de rugosidad y longitud de rugosidad 41
Cizallamiento del viento 41
LEY EXPONENCIAL DE HELLMANN 42
La rosa de las rugosidades 42
Obtención de la rugosidad media en cada sector 43
Variabilidad de la velocidad del viento 43
Variabilidad del viento a corto plazo 43
Turbulencia 43
Obstáculos al viento 44
Resguardo tras los obstáculos 45
Abrigo del viento 45
Efecto de la estela 46
El efecto del parque 47
Efectos aceleradores : efecto túnel 48
Efecto de la colina 48
Selección del emplazamiento de un aerogenerador 49
Condiciones eólicas 49
Conexión a la red 49
Refuerzo de red 50
Condiciones del suelo 50
Riesgos en el uso de datos meteorológicos 50
Condiciones eólicas marinas 50
Bajo cizallamiento del viento implica menor altura de buje 51
Baja intensidad de las turbulencias = mayor tiempo de vida de los
aerogeneradores 51
Condiciones del abrigo del viento en el mar 51
Mapa eólico de argentina 51

6.La energía eólica en el mar 54


Los recursos eólicos en el mar 54
Evolución de la tecnología mar adentro 56
Otros usos y aplicaciones 57
Bombeo de agua 57
Hidrógeno “verde” 58
Desalinización 59

7.Impacto ambiental 60
Aspectos socioeconómicos 63

8.Leyes que se aplican y Renovar - Situación actual en Argentina 63


¿Cómo estamos hoy? El caso argentino 64
Los vientos de la costa atlántica 66
Otros proyectos futuros 66
Aerogenerador

1.Introducción
El aprovechamiento del viento para la generación eléctrica a gran escala es la tecnología de
energía renovable que más ha crecido en las últimas décadas, con porcentajes de uso del
40% por año desde 1993. Además de este uso, el viento se puede aprovechar para
aplicaciones mecánicas y electrificación de sitios aislados. En general, se pueden distinguir
tres diferentes tipos de aplicaciones, las cuales se discuten en detalle en los siguientes
capítulos:
● Aplicaciones mecánicas, por ejemplo bombeo de agua y molino de granos.
● Generación eléctrica en sistemas aislados, para usos productivos y viviendas rurales
en áreas remotas.
● Generación eléctrica a gran escala conectada al sistema nacional interconectado.

2.Breve reseña histórica


La fuerza del viento se ha aprovechado durante muchos siglos. Su primera y más sencilla
aplicación, desde hace más de 500 años, hecha por los egipcios, fue el uso de las velas en
la navegación.
Los primeros mecanismos impulsados por el viento fueron molinos de eje vertical, usados
para bombeo de agua en China. Los de eje horizontal surgieron en el área de la antigua
Persia; por ejemplo, el molino tipo mediterráneo, con su característico rotor a vela, el cual se
utilizó para moler granos y bombear agua en todos los territorios de influencia islámica.
Durante los primeros años del siglo veinte, pequeños molinos eólicos servían para el
bombeo de agua y generación eléctrica en Europa, Norteamérica y otros lugares.
Posteriormente, se empezaron a construir sistemas más grandes. Sin embargo, debido a
una mayor oferta de combustibles fósiles para generación de electricidad (como carbón
mineral y petróleo) y aplicaciones industriales, se frenó fuertemente su desarrollo en el siglo
pasado.

En los años setenta, el aumento de los precios de los combustibles fósiles estimuló la
generación de la energía eólica como una fuente alternativa económicamente viable. En
todo el mundo surgieron programas de investigación y desarrollo que resultaron en sistemas
eólicos modernos con costos cada vez más bajos.

3.Introducción - Situación actual en el mundo


Al finalizar 2004 la potencia eólica instalada en el conjunto del planeta se situaba
aproximadamente en 47.200 MW. Esto suponía un nuevo récord de crecimiento anual, con
7.700 MW nuevos instalados durante el año 2004. Pero, sobre todo, confirmaba un cambio
significativo en el desarrollo de esta industria: la globalización de la energía eólica. Si bien la
Unión Europea (UE) representa aún el 72% de toda la potencia instalada en el mundo, lo
cierto es que el aprovechamiento energético del viento ha dejado de ser cuestión de un
único continente. Solo unos datos1: mientras que en 2003 fueron diez los países que
construyeron parques eólicos por encima de los 100 MW, en 2004 esta lista aumentaba a
19, de los cuales 9 eran no europeos. Del mismo modo, el continente asiático poseía ya el
10% de la potencia eólica instalada.
En lo que respecta al ranking mundial, los cinco países del mundo con más potencia eólica
acumulada a finales de 2004 volvían a ser: Alemania (16.630 MW), España (8.155), EE.
UU. (6.750), Dinamarca (3.120) e India (3.000). España no sólo escalaba a la segunda
posición superando a EE. UU. en potencia acumulada, sino que también fue el segundo
país del mundo que más megavatios eólicos nuevos instaló (1.920) durante el año 2004,
muy cerca de Alemania (2.020), líder indiscutible del actual desarrollo eólico mundial.
Europa

El continente europeo sigue siendo el más destacado en el desarrollo de la energía eólica.


En especial tres países, Alemania, España y Dinamarca, que juntos suman 27.905 MW de
los más de 47.000 instalados en el planeta. No obstante, en los últimos años los
aerogeneradores se han multiplicado en otras naciones del continente. Italia y Holanda
entraron a formar parte en 2004 del exclusivo grupo de siete países del mundo que han
rebasado la barrera de los 1.000 MW de potencia. Y por detrás se acercan a gran velocidad
Reino Unido y Portugal. En su conjunto, el continente europeo terminó 2004 con 34.360
MW. Y, de ellos, 600 MW correspondían a parques eólicos marinos en Dinamarca, Holanda,
Reino Unido, Suecia e Irlanda. Los países del Este adheridos en 2004 a la UE aportan hoy
en día muy pocos megavatios, aunque son mercados más prometedores.

América

El continente americano tenía instalados a finales de 2004 un total de 7.410 MW de


potencia, de los cuales 6.750 pertenecían a EE.UU. Aun así, EE.UU. no está solo. El
mercado canadiense se muestra bastante activo y hay fundadas expectativas en torno a
países como Brasil o Argentina.

Asia

Asia concluyó 2004 con 4.650 MW acumulados, después de instalarse ese mismo año más
megavatios nuevos que en América. Por otro lado, India, Japón y China están entre los diez
primeros países del mundo en potencia eólica acumulada. Entre los tres disponen del 9,7%
de la potencia mundial.

Oceanía

Australia, Nueva Zelanda y los archipiélagos del Pacífico solo disponían en conjunto de 555
MW de potencia eólica en 2004. Sin embargo, 325 de estos fueron instalados ese mismo
año, siendo esta región donde más creció relativamente la energía eólica.

África
Sin disponer de información suficiente en buena parte de su territorio sobre la existencia de
recursos eólicos apreciables, sí que hay ciertas zonas que en los últimos tiempos han sido
intensamente evaluadas, presentando un elevado potencial (norte de Marruecos, Mar Rojo,
Sudáfrica...). Aun así, la mayor parte del continente posee una red eléctrica muy débil para
posibilitar la evacuación de la posible energía generada, por lo que se considera que la
mejor forma de contribuir a la electrificación es mediante el empleo de instalaciones a
pequeña escala en poblaciones aisladas. Al finalizar el año 2004 África contaba con 225
MW.

4.Tipos de aerogeneradores

Clasificación de los aerogeneradores


Se hará una clasificación de los aerogeneradores para luego introducirnos en el estudio de
los mismo.

Según posición del eje Según su orientación con respecto al


viento
Según la cantidad de paletas

Aerogeneradores de eje horizontal


Son aquellos en los que el eje de rotación del equipo se encuentra paralelo al suelo. Esta es
la tecnología que se ha impuesto, por su eficiencia y confiabilidad y la capacidad de
adaptarse a diferentes potencias.

Ventajas

Se usan para generar grandes potencias, según su altura.

Desventajas
● Las turbinas horizontales tienen problemas para funcionar cerca del suelo, debido a
las turbulencias.
● Las torres altas y las palas largas son difíciles de transportar. El transporte puede
costar un 20% del costo de equipamiento.
● Las turbinas altas son difíciles de instalar y necesitan grúas poderosas y operadores
hábiles.
● Las turbinas altas pueden afectar los radares de los aeropuertos.
● Presentan impacto visual en el entorno, y con frecuencia suscitan reclamaciones por
afeamiento del paisaje.
● Exigen un control cuidadoso, de lo contrario, son propensas a la fatiga de material y
los daños estructurales.
● Tienen que orientarse hacia el viento.

Partes
Las partes principales de un aerogenerador de eje horizontal son:
● La torre: Soporta la góndola y
el rotor. Sitúa el generador a una
mayor altura, donde los vientos son de
mayor intensidad y para permitir el giro
de las palas y transmite las cargas del
equipo al suelo.
● Rotor: Conjunto formado por
las palas y el buje que las une. Se
diseñan para transformar la energía
cinética del viento en un momento
torsor en el eje del equipo (energia
cinetica del viento en energia
mecanica en el rotor). Los rotores
modernos pueden llegar a tener un
diámetro de 42 a 80 metros y producir
potencias equivalentes de varios MW.
La velocidad de rotación está
normalmente limitada por la velocidad
de punta de pala, cuyo límite actual se
establece por criterios acústicos.
● Las palas: Las palas de un
aerogenerador son muy similares a las alas de un avión. Hoy en día, la mayoría de las
turbinas cuentan con tres palas. Y suelen ser de poliéster o epoxy reforzado con fibra de
vidrio.
● Góndola o nacelle: sirve de alojamiento para los elementos mecánicos y eléctricos
(multiplicadora, generador, armarios de control, etc.) del aerogenerador.
● Caja de engranajes o multiplicadora: puede estar presente o no dependiendo del
modelo. Transforman la baja velocidad del eje del rotor en alta velocidad de rotación en el
eje del generador eléctrico. El rotor de una turbina de 1.500 kW de potencia, por ejemplo,
suele girar a una velocidad de entre 10 y 20 revoluciones por minuto (r.p.m.). El
multiplicador aumentará esta velocidad hasta las 1.500 r.p.m.
● Generador: existen diferente tipos dependiendo del diseño del aerogenerador.
Pueden ser síncronos o asíncronos, jaula de ardilla o doblemente alimentados, con
excitación o con imanes permanentes. Lo podemos definir como parte del aerogenerador
que convierte la energía en electricidad.
● Controlador electrónico: Un ordenador controla continuamente las condiciones de
funcionamiento del aerogenerador mediante el análisis de las señales captadas por
múltiples sensores que miden temperaturas, presiones, velocidad y dirección del viento,
tensiones e intensidades eléctricas, vibraciones...
● Sistemas hidráulicos: Elementos auxiliares que permiten el accionamiento del giro de
las palas sobre su eje, así como el frenado del rotor o el giro y frenado de la góndola.
● Sistema de orientación: Los aerogeneradores disponen de un sistema de orientación
que, con ayuda de los datos recogidos por la veleta, coloca siempre el rotor de manera
perpendicular al viento.

El aerogenerador de eje horizontal con rotor tripala a barlovento es hoy el modelo más
utilizado para generar electricidad.

Los modelos de eje horizontal puede subdividirse a su vez por el número de palas
empleado, por la orientación respecto a la dirección dominante del viento y por el tipo de
torre utilizada.

Aerogeneradores de eje horizontal según el número de palas

Aerogenerador tripala

Es el más empleado en la actualidad. A este diseño se le


suele llamar el clásico "concepto danés", y tiende a
imponerse como estándar al resto de conceptos
evaluados. La gran mayoría de las turbinas vendidas en
los mercados mundiales poseen este diseño. El concepto
básico fue introducido por primera vez por el célebre
aerogenerador de Gedser. Consta de 3 palas colocadas formando 120º entre si. Un mayor
numero de palas aumenta el peso y coste del aerogenerador, por lo que no se emplean
diseños de mayor numero de palas para fines generadores de energía de forma comercial,
aunque si para fines mecánicos como bombeo de agua etc.

Aerogenerador bipala
Ahorra el peso y coste de una de las palas respecto a los
aerogeneradores tripala, pero necesitan mayores velocidades de
giro para producir la misma energía que aquellos. ​Esto supone
una desventaja tanto en lo que respecta al ruido como al aspecto
visual. Para evitar el efecto desestabilizador necesitan de un
diseño mucho más complejo, con un rotor basculante y
amortiguadores que eviten el choque de las palas contra la torre.

El rotor tiene que ser capaz de inclinarse, con el fin de evitar


fuertes sacudidas en la turbina cada vez que una de las palas pasa por la torre. Así pues el
rotor está montado en el extremo de un eje perpendicular al eje principal, y que gira junto
con el eje principal. Esta disposición puede necesitar de amortiguadores adicionales que
eviten que las palas del rotor choquen contra la torre.

Aerogenerador monopala
Tienen, en mayor medida, los mismo inconvenientes que los bipala,
necesitan un contrapeso en el lado opuesto de la pala, por lo que el
ahorro en peso no es tan significativo.

Aerogeneradores de eje horizontal según la dirección dominante del


viento

Aerogenerador de eje horizontal barlovento

Cuando el rotor se encuentra enfocado de frente a la dirección


del viento dominante, consigue un mayor aprovechamiento de
la fuerza del viento que en la opción contraria o sotavento,
pero necesita un mecanismo de orientación hacia el viento. Es
el caso inmensamente preferido para el diseño actual de
aerogeneradores.
Aerogenerador de eje horizontal sotavento
Cuando el rotor se encuentra enfocado en sentido contrario a
la dirección del viento dominante, la estructura de la torre y la
góndola disminuye el aprovechamiento del viento por el rotor,
en este caso el viento es el que orienta con su propia fuerza a
la góndola, por lo que no son necesarios elementos de
reorientación automatizada en la teoría, aunque si suelen
utilizarse como elemento de seguridad. Las palas y la góndola
son construidos con una mayor flexibilidad que en el caso de
orientadas a barlovento.

Aerogeneradores de eje horizontal según el tipo de torre utilizada

Aerogenerador de eje horizontal con torre de celosía

Son las construidas mediante perfiles de acero unidos


mediante tornillería. Son muy baratas y fáciles de
construir pero necesitan de verificaciones periódicas de
la correcta sujeción de los segmentos de acero entre si.
Necesitan un emplazamiento extra para la instalación de
los equipos de suelo como sistemas de control o
equipos eléctricos, el acceso a la góndola se realiza por
escalerillas exteriores de baja protección frente a fuertes
vientos y condiciones climáticas adversas. No se utilizan
en zonas geográficas septentrionales o para
aerogeneradores de gran potencia.

Aerogenerador de eje horizontal con torres tubulares

Consisten en grandes tubos de acero de forma


tubular o cónica que ofrecen en su interior espacio
para los equipos de suelo y para el acceso a
resguardo hacia la góndola. Necesitan de una
instalación más laboriosa y cara, pero ofrecen una
mayor resistencia y menos mantenimiento necesario
que las torres de celosía. Son las más empleadas en
equipos de generación de energía.
Tamaño de generadores según la potencia que genera

-Equipos de baja potencia: históricamente son los asociados a utilización mecánica como
bombeo del agua, proporcionan potencias alrededor del rango de 50 KW, aunque pueden
utilizarse varios equipos adyacentes para aumentar la potencia total suministrada. Hoy en
día siguen utilizándose como fuente de energía para sistemas mecánicos o como suministro
de energía en equipos aislados.

También se utilizan en grupo y junto con sistemas de respaldo como motores de gasolina
para suministro de energía de zonas rurales o edificios, ya sea conectándose a red o con
bacterias para almacenar la energía producida y garantizar la continuidad de la cobertura
energética.

-Equipos de media potencia: Son los que se encuentran en el rango de producción de


energía de 150 KW. Son utilizados de forma similar a los equipos de baja potencia pero
para mayores requerimientos energéticos. No suelen estar conectados a baterías de
almacenamiento, por lo que se utilizan conectados a red o junto con sistemas de respaldo.
-Equipos de alta potencia: Son los utilizados para producción de energía de forma
comercial, aparecen conectados a red y en grupos conformando centrales eoloeléctricas, ya
sea en tierra como en entorno marino (offshore). Su producción llega hasta el orden del
gigavatio. El diseño elegido mayoritariamente para estos equipos son los aerogeneradores
de eje horizontal tripalas, orientados a barlovento y con torre tubular.

Aerogeneradores de eje vertical

Ventajas
● No se necesita una torre de estructura poderosa.
● Como las palas del rotor son verticales no se necesita orientación al viento, y
funcionan aún cuando este cambia de dirección rápidamente.
● Pueden ser ubicadas cerca del suelo, haciendo fácil el mantenimiento de las partes.
● Pueden tomar ventaja de aquellas irregularidades del terreno que incrementan la
velocidad del viento.
● Necesitan una menor velocidad del viento para empezar a girar.
● Son menos propensas a romperse con vientos fuertes.
● Son fácilmente evitadas por los pájaros.

Desventajas
● La mayoría de las turbinas verticales producen energía al 50% de la eficiencia de las
turbinas horizontales.
● No toman ventaja de los vientos fuertes de mayor altura.

Aerogenerador con rotor Savonius


Es el modelo más simple de rotor, consiste en cilindros huecos
desplazados respecto su eje, de forma que ofrecen la parte cóncava
al empuje del viento, ofreciendo su parte convexa una menor
resistencia al giro. Se suele mejorar su diseño dejando un espacio
entre ambas caras para evitar la sobre presión en el interior de la
parte cóncava. Pueden construirse superponiendo varios elementos
sobre el eje de giro.
No son útiles para la generación de electricidad debido a su elevada resistencia al aire. Su
bajo coste y fácil construcción les hace útiles para aplicaciones mecánicas.

Aerogenerador con rotor Darrieus

Patentado por G.J.M. Darrieus en 1931, es


el modelo de los aerogeneradores de eje
vertical de más éxito comercial. Consiste
en un eje vertical asentado sobre el rotor,
con dos o mas finas palas en curva unidas
al eje por los dos extremos, el diseño de
las palas es simétrico y similar a las alas de
un avión, el modelo de curva utilizado para
la unión de las palas entre los extremos del
rotor es el de Troposkien, aunque puede
utilizarse también catenarias. Evita la
necesidad de diseños complejos en las
palas como los necesarios en los
generadores de eje horizontal, permite
mayores velocidades que las del rotor
Savonius, aunque sin alcanzar las
generadas por los modelos de eje
horizontal, pero necesita de un sistema
externo de arranque.

Aerogenerador con rotor Giromill


Este tipo de generadores también fueron
patentados por G.J.M. Darrieus, también
llamado “Darrieus H” Consisten en palas verticales unidas
al eje por unos brazos horizontales, que pueden salir por los
extremos del aspa e incluso desde su parte central. Las
palas verticales
cambian su orientación
a medida que se
produce el giro del rotor
para un mayor
aprovechamiento de la
fuerza del viento.
Aerogenerador con rotor Windside
Es un sistema similar al rotor Savonius, en vez de la estructura cilíndrica
para aprovechamiento del viento, consiste en un perfil alabeado con torsión
que asciende por el eje vertical. La principal diferencia frente a otros
sistemas de eje vertical es el aprovechamiento del concepto aerodinámico,
que le acerca a las eficiencias de los aerogeneradores de eje horizontal.

5.Teoría aplicable a los generadores eólicos


Recursos eólicos

¿De dónde viene la energía eólica?


Todas las fuentes de ​energía ​renovables (excepto la maremotriz y la geotérmica), e incluso
la energía de los combustibles fósiles, provienen, en último término, del sol. El sol irradia
174.423.000.000.000 kWh de energía por hora hacia la Tierra. En otras palabras, la Tierra
​ ​W de potencia, que a su vez es igual a 174000000000 MW o 1.74 x 10 11
recibe 1,74 x 10 17 ​
MW o 174000 TW.
Alrededor de un 1 a un 2 por ciento ( 1 o 2 %) de la energía proveniente del sol es
convertida en energía eólica. Esto supone una energía alrededor de 50 a 100 veces
superior a la convertida en biomasa por todas las plantas de la tierra.

Las diferencias de temperatura conllevan la


circulación de aire
Las regiones alrededor del ecuador, a 0° de
latitud, son calentadas por el sol más que las
zonas del resto del globo. Estas áreas calientes
están indicadas en colores cálidos, rojo,
naranja y amarillo, en esta imagen de rayos
infrarrojos de la superficie del mar.
El aire caliente es más ligero que el aire frío, por lo que subirá hasta alcanzar una altura
aproximada de 10 km y se extenderá hacia el norte y hacia el sur. Si el globo no rotase, el
aire simplemente llegaría al Polo Norte y al Polo Sur, para posteriormente descender y
volver al ecuador.

La fuerza de Coriolis
Hay un efecto producido por la rotación terrestre, mediante el cual todos los fluidos que se
desplazan en el hemisferio Norte se desvian hacia la derecha en el sentido de su marcha y
los del hemisferio Sur hacia la izquierda. Esta aparente fuerza de curvatura es conocida
como fuerza de Coriolis (debido al matemático
francés Gustave Gaspard Coriolis 1792-1843) o
fuerza geostrofica.

1. Las masas de aire tienden a ir desde las altas


presiones a las bajas presiones.
2. Sin embargom, el efecto de la rotación
terrestre desvía su derección hacia la derecha en el
hemisferio Norte.
3. Los vientos resultantes adquieren un
componente este, si vienen del norte y oeste, si
vienen del sur.
4. Igual ocurre en el hemisferio Sur, aunque
aquí la desviacion es hacia la izquierda en el sentido
de su marcha.

El viento
sube
desde el
ecuador y se desplaza hacia el norte y hacia el
sur en las capas más altas de la atmósfera. Alrededor de los 30° de latitud en ambos
hemisferios la fuerza de Coriolis evita que el viento se desplace más allá. En esa latitud se
encuentra un área de altas presiones, por lo que el aire empieza a descender de nuevo.
Cuando el viento suba desde el ecuador habrá un área de bajas presiones cerca del nivel
del suelo atrayendo los vientos del norte y del sur. En los polos, habrá altas presiones
debido al aire frío.

La atmósfera (Troposfera)
La atmósfera es una capa muy fina alrededor del
globo. El globo tiene un diámetro de 12.000 km. La
troposfera, que se extiende hasta los 11 km de altitud,
es donde tienen lugar todos los fenómenos
meteorológicos y el efecto invernadero.
Las direcciones dominantes del viento son importantes
para el emplazamiento de un aerogenerador, ya que
obviamente querremos situarlo en un lugar en el que
haya el mínimo número de obstáculos posibles para
las direcciones dominantes del viento. Sin embargo la
geografía local puede influenciar en los resultados

Los vientos

El viento geostrófico
Los vientos geostróficos son generados, principalmente, por las diferencias de temperatura,
así como por las de presión, y apenas son influenciados por la superficie de la tierra. Los
vientos geostróficos se encuentran a una altura de 1.000 metros a partir del nivel del suelo.
La velocidad de los vientos geostróficos puede ser medida utilizando globos sonda.

Supongamos que tenemos una zona de ​altas presiones y otra de ​bajas presiones​. Por sí
solo eso es suficiente para que se establezca un flujo de ​aire de las altas a las bajas
presiones. Supongamos, además, que las ​isobaras son ​rectas​, lo cual nos permitirá eliminar
la aceleración centrípeta. Así pues, el flujo del viento que se establecería sería
perpendicular a las isobaras.
No obstante, como la ​Tierra ​rota sobre sí misma​, no es un sistema ​inercial​, por lo que
aparece una ​fuerza ficticia como la de Coriolis. La ​aceleración de Coriolis tiende a desviar
los flujos a su derecha en el ​hemisferio norte y a la izquierda en el ​hemisferio sur​. Si se deja
actuar a la fuerza de Coriolis suficiente tiempo y se supone que no existe rozamiento se
llega a establecer un flujo paralelo a las isobaras, en donde la fuerza de Coriolis
contrarresta exactamente la fuerza generada por el gradiente de presión, por lo que la
situación es estable.
Secuencia en la que se aprecia cómo se genera el viento geostrófico. La primera
impresión es que el viento debería ir de las altas presiones a las bajas presiones. Sin
embargo, la fuerza de Coriolis desvía el viento (en este caso, del hemisferio norte, a la
derecha) hasta que se establece un equilibrio entre esta y el gradiente de presión
Vientos de superficie
Los vientos están mucho más influenciados por la superficie terrestre a altitudes de hasta
100 metros. El viento es frenado por la rugosidad de la superficie de la tierra y por los
obstáculos. Las direcciones del viento cerca de la superficie serán ligeramente diferentes de
las de los vientos geostróficos debido a la rotación de la tierra (ver ​fuerza de Coriolis ​).
Tratándose de energía eólica interesará conocer los vientos de superficie y cómo calcular la
energía aprovechable del viento​.

Vientos locales: brisas marinas


Aunque los vientos globales son importantes en la determinación de los vientos dominantes
de un área determinada, las condiciones climáticas locales pueden influir en las direcciones
de viento más comunes. Los vientos locales siempre se superponen en los sistemas eólicos
a gran escala, esto es, la dirección del viento es influenciada por la suma de los efectos
global y local.
Cuando los vientos a gran escala son suaves, los vientos locales pueden dominar los
regímenes de viento.
Durante el día la tierra se calienta más rápidamente que el mar por efecto del sol.
El aire sube, circula hacia el mar, y crea una depresión a nivel del suelo que atrae el aire frío
del mar. Esto es lo que se llama brisa marina. A menudo hay un periodo de calma al
anochecer, cuando las temperaturas del suelo y del mar se igualan.
Durante la noche los vientos soplan en sentido contrario. Normalmente durante la noche la
brisa terrestre tiene velocidades inferiores, debido a que la diferencia de temperaturas entre
la tierra y el mar es más pequeña.
Vientos locales: vientos de montaña
Un ejemplo es el viento del
valle que se origina en las
laderas que dan al sur (ó
en las que dan al norte en
el hemisferio sur). Cuando
las laderas y el aire
próximo a ellas están
calientes la densidad del
aire disminuye, y el aire
asciende hasta la cima
siguiendo la superficie de
la ladera. Durante la noche
la dirección del viento se
invierte, convirtiéndose en
un viento que fluye ladera abajo. Si el fondo del valle está inclinado, el aire puede ascender
y descender por el valle; este efecto es conocido como viento de cañón.
Los vientos que soplan en las laderas a sotavento pueden ser bastante potentes. Ejemplo
de ello son: El Fhon de los Alpes en Europa, el Chinook en las Montañas Rocosas y ​el
Zonda en los Andes.

La energía en el viento: densidad del aire y área de barrido del rotor


Un aerogenerador obtiene su potencia de entrada convirtiendo la fuerza
del viento en un par (fuerza de giro) actuando sobre las palas del rotor.
La cantidad de energía transferida al rotor por el viento depende de la
densidad del aire, del área de barrido del rotor y de la velocidad del viento.
La imagen muestra como una porción cilíndrica de aire de 1 metro de espesor pasa a través
del rotor de un aerogenerador típico de 1.000 kW. ​Con un rotor de 54 metros de diámetro
cada cilindro pesa realmente 2,8 toneladas, es decir, 2.300 veces 1,225 kg.

Densidad del aire


La energía cinética de un cuerpo en movimiento es proporcional a su masa (o peso). Así, la
energía cinética del viento depende de la ​densidad ​del aire, es decir, de su masa por unidad
de volumen. En otras palabras, cuanto "más pesado" sea el aire más energía recibirá la
turbina.
A presión atmosférica normal y a 15° C el aire pesa unos 1,225 kilogramos por metro
cúbico, aunque la densidad disminuye ligeramente con el aumento de la humedad.
Además, el aire es más denso cuando hace frío que cuando hace calor. A grandes altitudes
(en las montañas) la presión del aire es más baja y el aire es menos denso.

Área de barrido del rotor


Un aerogenerador típico de 1.000 kW tiene un diámetro del rotor de 54 metros, lo que
supone un área del rotor de unos 2.300 metros cuadrados. El área del rotor determina
cuanta energía del viento es capaz de capturar una turbina eólica. Dado que el área del
rotor aumenta con el cuadrado del diámetro del rotor, una turbina que sea dos veces más
grande recibirá 2 2​ ​= 2 x 2 = cuatro veces más energía.

La desviación del viento

Las aerogeneradores desvían el viento


Cuando se hablamos de la energía en el viento lo explicado estaba simplificada. En
realidad, un aerogenerador desviará el viento antes incluso de que el viento llegue al plano
del rotor. Esto significa que nunca seremos capaces de capturar toda la energía que hay en
el viento utilizando un aerogenerador. Se
hablará de esto cuando se trate la ley de
Betz.
En la imagen tenemos el viento que viene
desde la derecha y usamos un
mecanismo para capturar parte de la
energía cinética que posee el viento (en
este caso usamos un rotor de tres palas,
aunque podría haberse tratado de
cualquier otro mecanismo).

El tubo de corriente
El rotor de la turbina eólica debe obviamente frenar el viento cuando captura su energía
cinética y la convierte en energía rotacional. Esto implica que el viento se moverá más
lentamente en la parte izquierda del rotor que en la parte derecha.
Dado que la cantidad de aire que pasa a través del área barrida por el rotor desde la
derecha (por segundo) debe ser igual a la que abandona el área del rotor por la izquierda, el
aire ocupará una mayor sección transversal (diámetro) detrás del plano del rotor. (caudal
inicial = caudal final, Ai*vi = Af*vf)
Este efecto puede apreciarse en la imagen superior, donde se muestra un tubo
imaginario, el llamado tubo de corriente, alrededor del rotor de la turbina eólica. El tubo de
corriente muestra cómo el viento moviéndose lentamente hacia la izquierda ocupará un gran
volumen en la parte posterior del rotor.
El viento no será frenado hasta su velocidad final inmediatamente detrás del plano del
rotor. La ralentización se producirá gradualmente en la parte posterior del rotor hasta que la
velocidad llegue a ser prácticamente constante.

Distribución de la presión del aire en la parte delantera y trasera del rotor


El gráfico de la izquierda muestra la presión del aire en el eje vertical, siendo el eje
horizontal la distancia al plano del rotor. El viento llega por la derecha, estando situado el
rotor en el centro del gráfico.
La presión del aire aumenta gradualmente a medida
que el viento se acerca al rotor desde la derecha, ya que
el rotor actúa de barrera del viento. Observe que la
presión del aire caerá inmediatamente detrás del plano
del rotor (parte izquierda), para enseguida aumentar de
forma gradual hasta el nivel de presión normal en el área.

La potencia del viento: cubo de la velocidad del viento


La velocidad del viento es muy importante para la cantidad de energía que un
aerogenerador puede transformar en electricidad: la cantidad de energía que posee el
viento varía con el cubo (la tercera potencia) de la velocidad media del viento; p.ej., si la
velocidad del viento se duplica la cantidad de energía que contenga será 2 3​ ​= 2 x 2 x 2 =
ocho veces mayor.
Ahora bien, ¿por qué la energía que contiene el viento varía con la tercera potencia de su
velocidad? Al doblar la velocidad de un coche la
energía de frenado para pararlo completamente será
cuatro veces mayor (se trata básicamente de la
segunda ley de Newton de la cinemática).

En el caso de turbinas eólicas usamos la energía de


frenado del viento, por lo que si doblamos la velocidad
del viento tendremos dos veces más porciones
cilíndricas de viento moviéndose a través del rotor
cada segundo, y cada una de esas porciones contiene
cuatro veces más energía, como se ha visto en el
ejemplo del frenado de un coche.
El gráfico muestra que con una velocidad del viento
de 8 metros por segundo obtenemos una ​potencia
(cantidad de energía por segundo) de 314 W por cada
metro cuadrado expuesto al viento (viento incidiendo
perpendicularmente al área barrida por el rotor).
A 16 m/s obtendremos una potencia ocho veces mayor, esto es, 2.509 W / m 2​ ​.

Medición de la velocidad del viento

Los anemómetros
El anemómetro o anemógrafo es un aparato
meteorológico utilizado para medir la velocidad del viento
y así ayudar en la predicción del ​clima​.
En meteorología, se usan principalmente los
anemómetros de ​cazoletas o ​de molinete​, especie de
diminuto ​molino de tres aspas con cazoletas sobre las
cuales actúa la fuerza del viento; el número de vueltas
puede ser leído directamente en un contador o registrado
sobre una banda de papel (​anemograma)​ , en cuyo caso el
aparato se denomina ​anemógrafo.​ Aunque también los
hay de tipo electrónicos.

Mediciones de la velocidad del viento en la práctica

La mejor forma de medir la velocidad del viento en una futura localización


de una turbina eólica es situar un anemómetro en el extremo superior de
un mástil que tenga la misma altura que la altura de buje esperada de la
turbina que se va a utilizar. Esto evita la incertidumbre que conlleva el
recalcular la velocidad del viento a una altura diferente.
Colocando el anemómetro en la parte superior del mástil se minimizan
las perturbaciones de las corrientes de aire creadas por el propio mástil.

La rosa de los vientos


Los fuertes vientos suelen venir de una
dirección determinada. Para mostrar la información sobre las
distribuciones de velocidades del viento y la frecuencia de
variación de las direcciones del viento, puede dibujarse la
llamada rosa de los vientos basándose en observaciones
meteorológicas de las velocidades y direcciones del viento. Una
rosa de los vientos proporciona información sobre las
velocidades relativas del viento en diferentes direcciones.
Variabilidad de las rosas de los vientos
Las rosas de los vientos varían de un lugar a otro. Son en
realidad una especie de huella meteorológica. Por ejemplo, la
rosa de los vientos de Caen (Francia). Prácticamente toda la
energía del viento proviene del Oeste y del Sudoeste. Por lo
tanto, en este emplazamiento no nos preocuparemos de las
otras direcciones del viento, ya que apenas llegaría nada de
energía desde esas direcciones.
Las rosas de los vientos de las áreas vecinas son a menudo
similares, por lo que en la práctica la interpolación (hallando
una media) de las rosas de los vientos de las áreas circundantes puede dar resultados
seguros. Pero si el terreno es complejo, por ejemplo en montañas y valles que recorren
diferentes direcciones, o litorales orientados en direcciones diferentes, no es seguro en
general adoptar este tipo de suposiciones.
La rosa de los vientos sólo indica la distribución relativa de las direcciones del viento, y no el
nivel real de la velocidad media del viento.

Cómo utilizar una rosa de los vientos


Un vistazo a la rosa de los vientos es extremadamente útil para situar aerogeneradores. Si
una gran parte de la energía del viento viene de una dirección particular, lo que deseará,
cuando coloque una turbina eólica en el paisaje, será tener la menor cantidad de obstáculos
posibles en esa dirección, así como un terreno lo más liso posible.
Los modelos eólicos pueden variar de un año a otro, así como el contenido energético. Lo
más conveniente es tener observaciones de varios años para poder obtener una media
fidedigna. Los proyectistas de grandes parque eólicos cuentan normalmente con un año de
medidas locales y utilizan observaciones meteorológicas a largo plazo de las estaciones
climáticas cercanas para ajustar sus medidas y obtener así una media a largo plazo fiable.

Energía producida

Descripción de las variaciones del viento: distribución de Weibull

Modelo general de las variaciones en la


velocidad del viento
Para la industria eólica es muy
importante ser capaz de describir la variación
de las velocidades del viento. Los
proyectistas de turbinas necesitan la
información para optimizar el diseño de sus
aerogeneradores, así como para minimizar
los costes de generación. Los inversores
necesitan la información para estimar sus
ingresos por producción de electricidad.
Si mide las velocidades del viento a lo
largo de un año observará que en la mayoría
de áreas los fuertes vendavales son raros,
mientras que los vientos frescos y moderados son bastante comunes.
La variación del viento en un emplazamiento típico suele describirse utilizando la
llamada Distribución de Weibull. ​Este emplazamiento particular tiene una velocidad media
del viento de 7 metros por segundo.

Descripción estadística de las velocidades del viento


La gente que esté familiarizada con la estadística se dará cuenta de que el gráfico
muestra una distribución de probabilidad. El área bajo la curva siempre vale exactamente 1,
ya que la probabilidad de que el viento sople a cualquiera de las velocidades, incluyendo el
cero, debe ser del 100 por cien.
La mitad del área azul está a la izquierda de la línea negra vertical a 6,6 metros por
segundo. Los 6,6 m/s son la mediana de la distribución. Esto significa que la mitad del
tiempo el viento soplará a menos de 6,6 m/s y la otra mitad soplará a más de 6,6 m/s.
Puede preguntarse por qué decimos entonces que la velocidad del viento media es
de 7 m/s. La velocidad del viento media es realmente el promedio de las observaciones de
la velocidad del viento que tendremos en ese emplazamiento.
Como podrá observar, la distribución de las velocidades del viento es sesgada, es
decir, no es simétrica. A veces tendrá velocidades de viento muy altas, pero son muy raras.
Por otro lado, las velocidades del viento de 5,5 m/s son las más comunes. Los 5,5 metros
por segundo es el llamado valor modal de la distribución. Si multiplicamos cada diminuto
intervalo de la velocidad del viento por la probabilidad de tener esa velocidad particular, y
los sumamos todos, obtenemos la velocidad del viento media.
La distribución estadística de las velocidades del viento varía de un lugar a otro del
globo, dependiendo de las condiciones climáticas locales, del paisaje y de su superficie. Por
lo tanto, la Distribución de Weibull puede variar tanto en la forma como en el valor medio.
Si el parámetro de forma es exactamente 2, como en el gráfico, la distribución es
conocida como distribución de Rayleigh. Los fabricantes de aerogeneradores proporcionan
gráficas de rendimiento para sus máquinas usando la distribución de Raileigh.

La ley fundamental para la aerodinámica de los


aerogeneradores

El frenado ideal del viento


Cuanto mayor sea la energía cinética que un
aerogenerador extraiga del viento, mayor será la
ralentización que sufrirá el viento que deja el
aerogenerador por su parte izquierda en el dibujo.

Si intentamos extraer toda la energía del viento, el aire saldría con una velocidad nula, es
decir, el aire no podría abandonar la turbina. En ese caso no se extraería ninguna energía
en absoluto, ya que obviamente también se impediría la entrada de aire al rotor del
aerogenerador. En el otro caso extremo, el viento podría pasar a través de nuestro tubo
(arriba) sin ser para nada estorbado. En este caso tampoco habríamos extraído ninguna
energía del viento.
Así pues, podemos asumir que debe haber alguna forma de frenar el viento que esté
entremedio de estos dos extremos, y que sea más eficiente en la conversión de la energía
del viento en energía mecánica útil. Resulta que hay una respuesta a esto
sorprendentemente simple: un aerogenerador ideal ralentizaría el viento hasta 2/3 de su
velocidad inicial. Para entender el porqué, tendremos que usar la ley física fundamental
para la aerodinámica de los aerogeneradores.

La ley de Betz
La ley de Betz dice que sólo puede convertirse menos de 16/27 (el 59 %) de la energía
cinética en energía mecánica usando un aerogenerador.
La ley de Betz fue formulada por primera vez por el físico alemán Albert Betz en 1919. Su
libro "Wind-Energie", publicado en 1926, proporciona buena parte del conocimiento que en
ese momento se tenía sobre energía eólica y aerogeneradores.
Es sorprendente que se pueda hacer una afirmación general tan tajante que se pueda
aplicar a cualquier aerogenerador con un rotor en forma de disco.

Demostración del teorema de Betz


Consideremos, cosa bastante razonable, que la velocidad promedio del viento a través del
área del rotor es el promedio de la velocidad del viento sin perturbar antes de la turbina
eólica, v​1 ​, y la velocidad del viento después de su paso por el plano del rotor, v​2 ​, esto es,
(v​1 +v​
​ 2 )/2.

La masa de la corriente de aire a través del rotor durante un segundo es :

m = ⍴ F (v ​1 ​+v ​2 ​)/2

donde m es la masa por segundo, ⍴ es la densidad del aire, F es el área barrida por el rotor
y [(v ​1 +v
​ ​2 )/2]
​ es la velocidad del viento promedio a través del área del rotor.

La potencia del viento extraída por el rotor es igual a la masa por la diferencia de los
cuadrados de la velocidad del viento (de acuerdo con la segunda ley de Newton):

P = (1/2) m (v ​1 2​ ​ - v ​2 2​ ​)
Sustituyendo en esta expresión la m de la primera ecuación obtenemos la siguiente
expresión para la potencia extraída del viento:

P = ( ⍴ /4) (v ​1 2​ ​ - v ​2 2​ ​) (v ​1 +v
​ ​2 )​ F

Ahora, comparemos nuestro resultado con la potencia total de una corriente de viento no
perturbada a través de exactamente la misma área F, sin ningún rotor que bloquee el viento.
Llamamos a esta potencia P ​0 :​
P ​0 ​ = ( ⍴ /2) v ​1 3​ ​ F

El ratio entre la potencia que extraemos del viento y la potencia del viento sin perturbar es:

(P/P ​0 ​) = (1/2) (1 - (v ​2 ​ / v ​1 ​) 2​ ​) (1 + (v ​2 ​ / v ​1 ​))

Podemos dibujar P/P ​0 en


​ función de v ​2 /v
​ ​1 :​

Podemos ver que la función alcanza su máximo


para v​2​/v​1 = 1/3, y que el valor máximo de la
potencia extraída del viento es de 0,59 veces ó
16/27 de la potencia total del viento.

Función de densidad de potencia

Potencia del viento


Sabemos que el potencial de energía por
segundo (la potencia ) varía proporcionalmente al cubo de la velocidad del viento (la tercera
potencia), y proporcionalmente a la densidad del aire (su peso por unidad de volumen).

Si multiplicamos la potencia de cada


velocidad del viento con la probabilidad de
cada velocidad del viento de la gráfica de
Weibull, habremos calculado la
distribución de energía eólica a diferentes
velocidades del viento = la densidad de
potencia.Observe que la curva de Weibull anterior cambia de forma, debido a que las
altas velocidades del viento tienen la mayor parte de la potencia del viento.

De densidad de potencia a potencia disponible


El área bajo la curva gris (a lo largo del eje horizontal) nos da la cantidad de potencia eólica
por metro cuadrado de flujo del viento que puede esperarse en este emplazamiento en
particular. En este caso tenemos una velocidad del viento media de 7 m/s y un Weibull k =
2, por lo que tenemos 402 W/m 2​ ​. Observe que esta potencia es casi el doble de la obtenida
cuando el viento sopla constantemente a la velocidad media.
El gráfico consta de cierto número de columnas estrechas, una para cada intervalo de 0,1
m/s de la velocidad del viento. La altura de cada columna es la potencia (número de vatios
por metro cuadrado), con la que cada velocidad del viento en particular contribuye en la
cantidad total de potencia disponible por metro cuadrado. El área bajo la curva azul indica
qué cantidad de potencia puede ser teóricamente convertida en potencia mecánica (según
la ley de Betz , será 16/27 de la potencia total del viento).
El área total bajo la curva roja nos dice cual será la potencia eléctrica que un aerogenerador
producirá en dicho emplazamiento.

Los mensajes más importantes del gráfico


Lo más importante es observar que la mayor parte de la energía eólica se encontrará a
velocidades por encima de la velocidad media del viento (promedio) en el emplazamiento.
No es tan sorprendente como parece, ya que sabemos que las velocidades del viento altas
tienen un contenido energético mucho mayor que las velocidades del viento bajas.

Velocidad de conexión
Normalmente, los aerogeneradores están diseñados para empezar a girar a velocidades
alrededor de 3-5 m/s. Es la llamada velocidad de conexión. El área azul de la izquierda
muestra la pequeña cantidad de potencia perdida debido al hecho de que la turbina sólo
empieza a funcionar a partir de, digamos, 5 m/s.

Velocidad de corte
El aerogenerador se programará para pararse a altas velocidades del viento, de unos 25
m/s, para evitar posibles daños el la turbina o en sus alrededores. La velocidad del viento de
parada se denomina velocidad de corte. La minúscula área azul de la derecha representa la
pérdida de potencia.

Curva de potencia de un
aerogenerador
La curva de potencia de un aerogenerador es un
gráfico que indica cuál será la potencia eléctrica
disponible en el aerogenerador a diferentes
velocidades del viento.
El gráfico muestra una curva de potencia de un típico aerogenerador danés de 600 kW.
Las curvas de potencia se obtienen a partir de medidas realizadas en campo, donde un
anemómetro es situado sobre un mástil relativamente cerca del aerogenerador (no sobre el
mismo aerogenerador ni demasiado cerca de él, pues el rotor del aerogenerador puede
crear turbulencia, y hacer que la medida de la velocidad del viento sea poco fiable).
Si la velocidad del viento no está variando demasiado rápidamente, pueden usarse las
medidas de la velocidad del viento realizadas con el anemómetro y leer la potencia eléctrica
disponible directamente del aerogenerador, y dibujar los dos tipos de valores conjuntamente
en un gráfico similar al de la izquierda.

Incertidumbre en mediciones de curvas de potencia


En realidad, en el gráfico puede verse una nube de puntos esparcidos alrededor de
la línea azul, y no una curva bien definida.
El motivo es que en la práctica la velocidad del viento siempre fluctúa, y no se puede
medir exactamente la columna de viento que pasa a través del rotor del aerogenerador
(colocar un anemómetro justo enfrente del aerogenerador no es una solución factible, ya
que el aerogenerador también proyectará un "abrigo" que frenará el viento enfrente de él).
Así pues, en la práctica se debe tomar un promedio de las diferentes medidas para
cada velocidad del viento, y dibujar el gráfico con esos promedios.
Además, es difícil hacer medidas exactas de la propia velocidad del viento. Si se
tiene un 3 por ciento de error en las mediciones de la velocidad del viento, entonces la
energía del viento puede ser un 9 por ciento superior o inferior (recuerde que el contenido
energético varía con la tercera potencia de la velocidad del viento).
En consecuencia, pueden existir errores hasta de ±10% incluso en curvas
certificadas.

Verificación de las curvas de potencia


Las curvas de potencia están basadas en medidas realizadas en zonas de baja
intensidad de turbulencias , y con el viento viniendo directamente hacia la parte delantera de
la turbina. Las turbulencia locales y los terrenos complejos (p.ej. aerogeneradores situados
en una pendiente rugosa) pueden implicar que ráfagas de viento golpeen el rotor desde
diversas direcciones. Por lo tanto, puede ser difícil reproducir exactamente la curva en una
localización cualquiera dada.

Riesgos en el uso de las curvas de potencia


Una curva de potencia no indicará cuánta potencia producirá un aerogenerador a
una cierta velocidad del viento media. ¡Ni siquiera se acercará si usa este método!
Recuerde que el contenido de energía varía fuertemente con la velocidad del viento.
Por lo tanto, es muy importante la forma a la que se ha llegado a ese promedio, es decir, si
los vientos varían mucho o si soplan a una velocidad relativamente constante.
En la sección sobre la ​función de densidad de potencia , dice que la mayor parte de
energía eólica está disponible a las velocidades del viento que son el doble de la velocidad
del viento más común en dicho emplazamiento
Finalmente, debe tenerse en cuenta el hecho de que la turbina puede no estar
girando a la temperatura y presión de aire estándar, y consecuentemente hacer
correcciones de los cambios en la densidad del aire.

Coeficiente de potencia
El coeficiente de potencia indica con
qué eficiencia el aerogenerador convierte la
energía del viento en electricidad.
Simplemente dividiendo la potencia
eléctrica disponible por la potencia eólica de
entrada, para medir como de técnicamente
eficiente es un aerogenerador. En otras
palabras, tomamos la curva de potencia y la
dividimos por el área del rotor para obtener
la potencia disponible por metro cuadrado de
área del rotor. Posteriormente, para cada
velocidad del viento, dividimos el resultado
por la cantidad de potencia en el viento por
metro cuadrado.
El gráfico muestra la curva del coeficiente de potencia para un aerogenerador danés
típico. Aunque la eficiencia media de estos aerogeneradores suele estar por encima del 20
por cien, la eficiencia varía mucho con la velocidad del viento (pequeñas oscilaciones en la
curva suelen ser debidas a errores de medición).
Como puede observar, la eficiencia mecánica del aerogenerador más alta (en este
caso del 44%) se da a velocidades alrededor de 9 m/s. Este valor ha sido elegido
deliberadamente por los ingenieros que diseñaron la turbina. A bajas velocidades del viento
la eficiencia no es tan alta, ya que no hay mucha energía que recoger. A altas velocidades
del viento, la turbina debe disipar cualquier exceso de energía por encima de aquella para la
que ha sido diseñado el generador. Así pues, la eficiencia interesa sobretodo en la zona de
velocidades de viento donde se encuentra la mayor parte de la energía.

En la siguiente imagen se puede ver


los tipos de generadores utilizados para la
generacion electrica mediante recursos
eolicos. Se hace una comparación en
relación al coeficiente de potencia. Se
puede observar que el máximo Cp es igual a
0,59, llamado límite de betz.
Una mayor eficiencia técnica no es necesariamente el camino a seguir
No es un fin en si mismo el tener una gran eficiencia técnica en un aerogenerador.
Lo que en realidad interesa es el coste de sacar los kWh del viento durante los próximos 20
años. Dado que en este caso el combustible es gratis no hay necesidad de ahorrarlo. Por
tanto, la turbina óptima no tiene por qué ser necesariamente la de mayor producción anual
de energía. Por otro lado, cada metro cuadrado de área de rotor cuesta dinero, por lo que,
por supuesto, es necesario obtener toda la energía que se pueda (mientras puedan limitarse
los costes por kWh).

Energía anual disponible en un


aerogenerador

El gráfico nos muestra la relación entre las


velocidades de viento medias y la energía anual
disponible en un aerogenerador.
El ejemplo de la imagen nos muestra un
aerogenerador de 600 kW. Se ha utilizado una
atmósfera estándar con una densidad del aire de
1,225 kg/m 3​ ​.
Para cada uno de los parámetros de Weibull 1'5,
2'0 y 2'5 se ha calculado la energía anual disponible a diferentes velocidades de viento
medias a la altura del buje del aerogenerador.
Como puede verse, a una velocidad del viento media baja, de 4,5 m/s, la energía
disponible puede variar hasta un 50 por ciento dependiendo del parámetro de forma
(distribución de forma) mientras que, a una velocidad media del viento muy alta, de 10 m/s a
la altura del buje, puede variar alrededor del 30 por ciento

La salida varía casi con el cubo de la velocidad del viento


Fijémonos ahora en la curva roja con k = 2, que es la curva que normalmente muestran los
fabricantes:
Con una velocidad media del viento a la altura del buje de 4,5 m/s la máquina generará
alrededor de 0,5 GWh por año, es decir, 500.000 kWh al año. Con una velocidad media del
viento de 9 m/s generará 2,4 GWh/año = 2.400.000 kWh al año. Así pues, al doblar la
velocidad media del viento la producción de energía ha aumentado 4,8 veces.
Si en lugar de eso si hubiésemos comparado 5 con 10 m/s, hubiésemos obtenido una
producción de energía casi exactamente 4 veces mayor.
La razón por la que no se obtienen exactamente los mismos resultados en ambos caso,
es que la eficiencia de los aerogeneradores varía con las velocidades del viento, tal y como
se ve en la curva de potencia. Observe que la incertidumbre que se aplica a la curva de
potencia también se aplica a los resultados de arriba.
Puede refinar sus cálculos teniendo en cuenta que, p.ej., en climas templados, el viento
tiende a ser más fuerte en invierno que en verano, y más fuerte durante el día que durante
la noche.
El factor de carga
Otra forma de conocer la producción anual de energía de un aerogenerador es
mirar el factor de carga de una turbina en su localización particular. ​El factor de
carga se define como la relación entre la energía generada (E) por un
aerogenerador, o parque eólico, durante un período dado y la que se hubiera
producido si durante ese período hubiese estado funcionando continuamente a
potencia nominal (Pn).
Teniendo en cuenta la anterior definición, el factor de capacidad se expresa por la
relación siguiente:

FC = E / Pn x 8 760

El factor de capacidad es adimensional, por lo que si se multiplica por 100 se


puede dar en %. El valor del FC debe ser mayor que 20% para que un sistema de
generación de electricidad, ya sea un aerogenerador o una agrupación de
aerogeneradores (parque eólico), se considere de forma preliminar factible
económicamente. Este valor de 20% lo indica la experiencia de muchas
aplicaciones. Es decir, en los cálculos iniciales de un proyecto eólico se estima la
energía que genera el aerogenerador o el parque eólico, e inmediatamente se pasa
a calcular el factor de capacidad. Si éste resulta menor que 0,2, no es aconsejable
continuar el desarrollo del proyecto.

La paradoja del factor de carga


Aunque generalmente se preferiría tener un gran factor de carga, puede no ser siempre
ventajoso desde el punto de vista económico.
En localizaciones con mucho viento, por ejemplo, puede ser ventajoso usar un generador
más grande con el mismo diámetro de rotor (o diámetro de rotor más pequeño para un
tamaño determinado de generador). Esto tendería a disminuir el factor de carga (utilizando
menos de la capacidad de un generador relativamente grande), pero puede significar una
producción anual sustancialmente mayor.
Si vale o no la pena tener un menor factor de carga con un generador relativamente
mayor, depende tanto de las condiciones eólicas como, por supuesto, del precio de los
diferentes modelos de turbinas.
Otra forma de ver la paradoja del factor de carga es decir que, hasta cierto punto, se tiene
la posibilidad de elegir entre tener un producción de potencia relativamente estable (cerca
del límite de diseño del generador) con un alto factor de carga, o bien una alta producción
de energía (que fluctuará) con un bajo factor de carga.

La red eléctrica
El viento se ajusta a los patrones de consumo diario de electricidad
En la parte inferior del gráfico puede verse la producción de energía del 7 de noviembre de
2018.
Lo que significa que la electricidad eólica se ajusta bien en los patrones de consumo de
electricidad, es decir, la electricidad eólica es en general más valiosa para los sistemas de
redes eléctricas que si estuviese siendo producida a un nivel aleatorio. La curva es muy
parecida a la curva de carga diaria, donde tenemos 2 picos de consumo en la mañana entre
las 6 y 8 de la mañana, y entre las 20 a 22 hs.
Previsibilidad

Utilizando las herramientas más sofisticadas de predicción, elaboramos pronósticos


de generación “en línea” para los parques eólicos y solares en operación,
entendiendo que la previsibilidad en la oferta contribuirá a la seguridad de la
operación y la economía del despacho.

Variación estacional de la energía eolica

Debido a que CAMMESA en Argentina recientemente lanzó su página web de energias


renovables solo hay datos concretos y confiables a partir de Junio del 2018 por lo tanto no
contamos con la posibilidad de analizar una gráfica anual de generación.
En zonas templadas los vientos de verano son generalmente más débiles que los de
invierno. El consumo de electricidad es generalmente mayor en invierno que en verano en
estas regiones.
Por lo tanto, en zonas más frías del planeta la calefacción eléctrica es perfecta en
combinación con la energía eólica, pues el enfriamiento de las casas varía con la velocidad
del viento de la misma forma que la producción de electricidad en los aerogeneradores varía
con las velocidades del viento.
Las centrales eléctricas convencionales desaprovechan una gran cantidad de calor, así
como de combustible (al menos el 60 %), es decir, por cada unidad de calor útil consumido
por una casa, la central eléctrica ha malgastado 1,5 unidades de calor (y de combustible).

Variaciones anuales de energía


Las condiciones eólicas pueden variar de un año al siguiente. Típicamente, estos
cambios son menores que los que se producen en la producción agrícola. En el
caso de Dinamarca, verá que la producción de los aerogeneradores tiene una
variación típica (una desviación estándar) de alrededor de un 9 a un 10 por ciento.
Puede ver las variaciones mensuales y anuales de los pasados 20 años en el sitio
web ​Vindstyrke.

Calidad de potencia

La mayoría de controladores electrónicos de aerogeneradores están programados para que


la turbina funcione en vacío a bajas velocidades de viento (si estuviese conectada a la red
eléctrica a bajas velocidades de viento, de hecho funcionaría como motor). Una vez que el
viento se hace lo suficientemente potente como para hacer girar el rotor y el generador a su
velocidad nominal, es importante que el generador de la turbina sea conectado a la red
eléctrica en el momento oportuno.
Si no es así, tan solo estarán la resistencia mecánica del multiplicador y del generador
para evitar que el rotor se acelere, y que finalmente se embale.
Control de potencia en los aerogeneradores
Los aerogeneradores están diseñados para producir energía eléctrica de la forma más
barata posible. Así pues, están generalmente diseñados para rendir al máximo a
velocidades alrededor de 15 m/s. Es mejor no diseñar aerogeneradores que maximicen su
rendimiento a vientos más fuertes, ya que los vientos tan fuertes no son comunes.
En el caso de vientos más fuertes es necesario gastar parte del exceso de la energía del
viento para evitar daños en el aerogenerador. En consecuencia, todos los aerogeneradores
están diseñados con algún tipo de control de potencia. Hay dos formas de hacerlo con
seguridad en los modernos aerogeneradores.

Aerogeneradores de regulación por cambio del ángulo de paso ("pitch controlled")


En un aerogenerador de regulación por cambio del ángulo de paso, el controlador
electrónico de la turbina comprueba varias veces por segundo la potencia generada.
Cuando ésta alcanza un valor demasiado alto, el controlador envía una orden al mecanismo
de cambio del ángulo de paso, que inmediatamente hace girar las palas del rotor
ligeramente fuera del viento. Y a la inversa, las palas son vueltas hacia el viento cuando
éste disminuye de nuevo.
Así pues, las palas del rotor deben ser capaces de girar alrededor de su eje longitudinal
(variar el ángulo de paso), tal y como se muestra en el dibujo.
Observe que el dibujo está exagerado: durante la operación normal, las palas girarán una
fracción de grado cada vez (y el rotor estará girando al mismo tiempo).
El diseño de aerogeneradores controlados por cambio del ángulo de paso requiere una
ingeniería muy desarrollada, para asegurar que las palas giren exactamente el ángulo
deseado. En este tipo de aerogeneradores, el ordenador generalmente girará las palas unos
pocos grados cada vez que el viento cambie, para mantener un ángulo óptimo que
proporcione el máximo rendimiento a todas las velocidades de viento.
El mecanismo de cambio del ángulo de paso suele funcionar de forma hidraúlica.

Aerogeneradores de regulación por pérdida aerodinámica ("stall controlled")


Los aerogeneradores de regulación (pasiva) por pérdida aerodinámica tienen las palas del
rotor unidas al buje en un ángulo fijo.
Sin embargo, el perfil de la pala ha sido aerodinámicamente diseñado para asegurar que,
en el momento en que la velocidad del viento sea demasiado alta, se creará turbulencia en
la parte de la pala que no da al viento, tal y como se muestra en el dibujo de la página
anterior. Esta pérdida de sustentación evita que la fuerza ascensional de la pala actúe sobre
el rotor.
Si ha leído la sección sobre aerodinámica y ​aerodinámica y pérdida de sustentación,​ se
dará cuenta de que conforme aumenta la velocidad real del viento en la zona, el ángulo de
ataque de la pala del rotor también aumentará, hasta llegar al punto de empezar a perder
sustentación.
Si mira con atención la pala del rotor de un aerogenerador regulado por pérdida
aerodinámica observará que la pala está ligeramente torsionada a lo largo de su eje
longitudinal. Esto es así en parte para asegurar que la pala pierde la sustentación de forma
gradual, en lugar de hacerlo bruscamente, cuando la velocidad del viento alcanza su valor
crítico (otras de las razones para torsionar la pala han sido mencionadas en la sección
previa sobre aerodinámica).
La principal ventaja de la regulación por pérdida aerodinámica es que se evitan las partes
móviles del rotor y un complejo sistema de control. Por otro lado, la regulación por pérdida
aerodinámica representa un problema de diseño aerodinámico muy complejo, y comporta
retos en el diseño de la dinámica estructural de toda la turbina, para evitar las vibraciones
provocadas por la pérdida de sustentación. Alrededor de las dos terceras partes de los
aerogeneradores que actualmente se están instalando en todo el mundo son máquinas de
regulación por pérdida aerodinámica.

Aerogeneradores de regulación activa por pérdida aerodinámica


Un número creciente de grandes aerogeneradores (a partir de 1 MW) están siendo
desarrollados con un mecanismo de regulación activa por pérdida aerodinámica.
Técnicamente, las máquinas de regulación activa por pérdida aerodinámica se parecen a
las de regulación por cambio del ángulo de paso, en el sentido de que ambos tienen palas
que pueden girar. Para tener un momento de torsión (fuerza de giro) razonablemente alto a
bajas velocidades del viento, este tipo de máquinas serán normalmente programadas para
girar sus palas como las de regulación por cambio del ángulo de paso a bajas velocidades
del viento (a menudo sólo utilizan unos pocos pasos fijos, dependiendo de la velocidad del
viento).
Sin embargo, cuando la máquina alcanza su ​potencia nominal , observará que este tipo
de máquinas presentan una gran diferencia respecto a las máquinas reguladas por cambio
del ángulo de paso: si el generador va a sobrecargarse, la máquina girará las palas en la
dirección contraria a la que lo haría una máquina de regulación por cambio del ángulo de
paso. En otras palabras, aumentará el ángulo de paso de las palas para llevarlas hasta una
posición de mayor pérdida de sustentación, y poder así consumir el exceso de energía del
viento.
Una de las ventajas de la regulación activa por pérdida aerodinámica es que la
producción de potencia puede ser controlada de forma más exacta que con la regulación
pasiva, con el fin de evitar que al principio de una ráfaga de viento la potencia nominal sea
sobrepasada. Otra de las ventajas es que la máquina puede funcionar casi exactamente a
la potencia nominal a todas las velocidades de viento. Un aerogenerador normal de
regulación pasiva por pérdida aerodinámica tendrá generalmente una caída en la
producción de potencia eléctrica a altas velocidades de viento, dado que las palas alcanzan
una mayor pérdida de sustentación.
El mecanismo de cambio del ángulo de paso suele operarse mediante sistemas
hidraúlicos o motores eléctricos paso a paso.
La elección de la regulación por cambio de paso es sobretodo una cuestión económica,
de considerar si vale o no la pena pagar por la mayor complejidad de la máquina que
supone el añadir el mecanismo de cambio de paso de la pala.

Otros métodos de control de potencia


Algunos aerogeneradores modernos usan alerones (flaps) para controlar la potencia del
rotor, al igual que los aviones usan aletas para modificar la geometría de las alas y obtener
así una sustentación adicional en el momento del despegue.
Otra posibilidad teórica es que el rotor oscile lateralmente fuera del viento (alrededor de
un eje vertical) para disminuir la potencia. En la práctica, esta técnica de ​regulación por
desalineación del rotor ​sólo se usa en aerogeneradores muy pequeños (de menos de 1
kW), pues somete al rotor a fuerzas que varían cíclicamente y que a la larga pueden dañar
toda la estructura.

Arranque suave con tiristores


Si conectase a red un gran aerogenerador con un interruptor normal, los vecinos verían un
oscurecimiento parcial (a causa de la corriente requerida para magnetizar al generador),
seguido de un pico de potencia, debido a la corriente del generador sobrecargando la red​.
El mismo efecto puede ser posiblemente visto si conecta su ordenador y el transformador
de la fuente de alimentación se magnetiza del golpe.
Otro efecto lateral desagradable al utilizar interruptores "duros" sería el de aplicar un
desgaste extra al multiplicador, pues la conexión del generador actuaría como si de repente
se accionase el freno mecánico de la turbina.
Para evitar esta situación los modernos aerogeneradores tienen un arranque suave, se
conectan y se desconectan de la red de forma gradual mediante tiristores, un tipo de
interruptor continuo de semiconductor que puede ser controlado electrónicamente (de hecho
es posible que usted tenga un tiristor en su propia casa, si tiene una de las modernas
lámparas regulables, en las que se puede ajustar el voltaje de forma continua).
Los tiristores pierden alrededor de un 1 a un 2 por ciento de la energía que pasa a través
de ellos. Así pues, los modernos aerogeneradores suelen estar equipados con un llamado
interruptor derivante, esto es, un interruptor mecánico que es activado después de que la
turbina ha efectuado el arranque suave. De esta forma se minimiza la cantidad de energía
perdida

Redes débiles, refuerzo de red


Si una turbina se conecta a una red eléctrica débil (es decir, que está muy lejos en un rincón
remoto de una red eléctrica con una baja capacidad de transporte de energía), pueden
haber algunos problemas de oscurecimiento parcial/sobretensión de energía del tipo de los
mencionados arriba.
En estos casos puede ser necesario un refuerzo de red para tranportar la corriente alterna
desde el aerogenerador.
Su compañía eléctrica local tiene experiencia en tratar con estos problemas de tensión,
pues son el reflejo exacto de lo que ocurre cuando se conecta un gran usuario (p.ej. una
fabrica con grandes motores eléctricos) a la red.

Flicker
El flicker es una expresión ingenieril para designar variaciones cortas en la tensión
de la red eléctrica que pueden provocan que las bombillas parpadeen. Este
fenómeno puede ser relevante si el aerogenerador está conectado a una red débil,
ya que variaciones de viento efímeras causarán variaciones en la potencia
generada. Hay varias formas de tratar este asunto en el diseño de una turbina:
mecánicamente, eléctricamente y utilizando electrónica de potencia.

Islanding
El "islanding" es una situación que puede ocurrir si una sección de la red eléctrica se
desconecta de la red eléctrica principal, como ocurriría por el disparo accidental o
intencionado de un gran disyuntor en la red (p.ej. debido a paros en el suministro eléctrico o
a cortocircuitos en la red). Si los aerogeneradores siguen funcionando en la parte de la red
que ha quedado aislada, es muy probable que las dos redes separadas no estén ​en fase
después de un breve intervalo de tiempo.
El restablecimiento de la conexión a la red eléctrica principal puede causar enormes
sobreintensidades en la red y en el generador de la turbina eólica. Esto también causaría
una gran liberación de energía en la transmisión mecánica (es decir, en los ejes, el
multiplicador y el rotor), tal como lo haría una "conexión dura" del generador de la turbina a
la red eléctrica.
Así pues, el controlador electrónico tendrá que estar constantemente vigilando la tensión
y la frecuencia de la corriente alterna de la red. En el caso de que la tensión o la frecuencia
de la red local se salgan fuera de ciertos límites durante una fracción de segundo, la turbina
se desconectará automáticamente de la red, e inmediatamente después se parará
(normalmente activando los frenos aerodinámicos)

Emplazamiento

Rugosidad y cizallamiento del viento


A una gran altura de la superficie del suelo, alrededor de un kilómetro, la superficie terrestre
apenas ejerce influencia alguna sobre el viento. Sin embargo, en las capas más bajas de la
atmósfera, las velocidades del viento se ven afectadas por la fricción con la superficie
terrestre. En la industria eólica se distingue entre rugosidad del terreno, la influencia de los
obstáculos, y la influencia del contorno del terreno, también llamada orografía del área. Se
tratará de la orografía cuando se hablen de los llamados efectos aceleradores, a saber, el
efecto túnel y el efecto de la colina.

Rugosidad
En general, cuanto más pronunciada sea la rugosidad del terreno mayor será la
ralentización que experimente el viento.
Obviamente, los bosques y las grandes ciudades ralentizan mucho el viento, mientras que
las pistas de hormigón de los aeropuertos sólo lo ralentizan ligeramente. Las superficies de
agua son incluso más lisas que las pistas de hormigón, y tendrán por tanto menos influencia
sobre el viento, mientras que la hierba alta y los arbustos ralentizan el viento de forma
considerable.

Clase de rugosidad y longitud de rugosidad


En la industria eólica, la gente suele referirse a clase de rugosidad o longitud de rugosidad
cuando se trata de evaluar las condiciones eólicas de un paisaje. Una alta rugosidad de
clase 3 ó 4 se refiere a un paisaje con muchos árboles y edificios, mientras que a la
superficie del mar le corresponde una rugosidad de clase 0.
Las pistas de hormigón de los aeropuertos pertenecen a la clase de rugosidad 0.5, al
igual que el paisaje abierto y llano pacido por las ovejas.
El término longitud de rugosidad es en realidad la distancia sobre el nivel del suelo a la
que teóricamente la velocidad del viento debería ser nula.

Cizallamiento del viento


Muestra como varía la velocidad del viento en una rugosidad de clase 2 (suelo agrícola con
algunas casas y setos de protección a intervalos de unos 500 metros), considerando que el
viento sopla a una velocidad de 10 m/s a 100 metros de altura.
El hecho de que el perfil del viento
se mueva hacia velocidades más
bajas conforme nos acercamos al
nivel del suelo suele llamarse
cizallamiento del viento. El
cizallamiento del viento también
puede ser importante en el diseño de
aerogeneradores. Considerando un
aerogenerador con una altura del buje
de 40 metros y con un diámetro del
rotor de 40 metros observará que el
viento sopla a 9,3 m/s cuando el
extremo de la pala se encuentra en
su posición más elevada, y sólo a 7,7
m/s cuando dicho extremo se
encuentra en la posición inferior. Esto
significa que las fuerzas que actúan
sobre la pala del rotor cuando está en
su posición más alta son mucho mayores que cuando está en su posición más baja.

LEY EXPONENCIAL DE HELLMANN


La velocidad del viento varía con la altura, siguiendo aproximadamente una ecuación de tipo
estadístico, conocida como ley exponencial de Hellmann, de la forma

En la que vh es la velocidad del viento a la altura h, v10 es la velocidad del viento a 10


metros de altura y a es el exponente de Hellmann que varía con la rugosidad del terreno, y
cuyos valores vienen indicados en la Tabla y en la figura, se indican las variaciones de la
velocidad del viento con la altura según la ley exponencial de Hellmann.

La rosa de las rugosidades


Si durante un largo periodo de tiempo la velocidad del viento ha sido
medida exactamente a la altura del buje y en el lugar exacto donde se
situará el aerogenerador, pueden hacerse predicciones muy exactas de
la producción de energía. Sin embargo, a menudo deben recalcularse
mediciones del viento hechas en un lugar fuera de la zona considerada.
En la práctica esto puede hacerse con una gran exactitud, excepto en
zonas de terreno muy complejo (p.ej. terrenos accidentados y muy
montañosos).
Así como usamos una rosa de los vientos para trazar el mapa de la cantidad de energía
procedente de diferentes direcciones, usamos una rosa de las rugosidades para describir la
rugosidad del terreno en diferentes direcciones desde el futuro emplazamiento de una
turbina eólica.
Normalmente, la rosa se divide en 12 sectores de 30° cada uno. Las divisiones deberán
ser las mismas que las que tengamos en nuestra rosa de los vientos.
Para cada sector hacemos una estimación de la rugosidad utilizando algún programa de
cálculo de la velocidad del viento para estimar como cambia la velocidad media del viento
en cada sector debido a las diferentes rugosidades del terreno.
Obtención de la rugosidad media en cada sector
En la mayoría de los casos, la rugosidad no caerá exactamente dentro de una de las
clases de rugosidad, por lo que tendremos que hallar una rugosidad media. Nos
preocuparemos sobretodo de la rugosidad en las ​direcciones de viento dominante . En esas
direcciones consultaremos una mapa para medir a que distancia tendremos una rugosidad
invariable.

Variabilidad de la velocidad del viento

Variabilidad del viento a corto plazo


La velocidad del viento está siempre fluctuando, por lo
que el contenido energético del viento varía
continuamente. De qué magnitud sea exactamente
esa fluctuación depende tanto de las condiciones
climáticas como de las condiciones de superficie
locales y de los obstáculos.
La producción de energía de una turbina eólica
variará conforme varíe el viento, aunque las
variaciones más rápidas serán hasta cierto punto
compensadas por la inercia del rotor de la turbina
eólica

Turbulencia

Seguramente ya habrá observado que las tormentas suelen venir asociadas a


ráfagas de viento que cambian
tanto en velocidad como en
dirección.
En áreas cuya superficie es
muy accidentada y tras
obstáculos como edificios,
también se producen muchas
turbulencias, con flujos de aire
muy irregulares, con remolinos y
vórtices en los alrededores.
En la imagen puede verse un
ejemplo de como la turbulencia
aumenta las fluctuaciones en la
velocidad del viento (puede
compararla con la gráfica de la
página anterior).
Las turbulencias disminuyen
la posibilidad de utilizar la
energía del viento de forma efectiva en un aerogenerador. También provocan
mayores roturas y desgastes en la turbina eólica, tal y como se explica en la
sección sobre ​cargas de fatiga. Las torres de aerogeneradores suelen
construirse lo suficientemente altas como para evitar las turbulencias del
viento cerca del nivel del suelo.

Obstáculos al viento
En un emplazamiento eólico de una zona costera, con el viento viniendo desde la
parte derecha de la fotografía. Muestra un interesante fenómeno.

Deberíamos esperar realmente que el aerogenerador de la derecha (que está


directamente de cara al viento) fuese el primero en empezar a girar cuando el viento
empieza a soplar. Pero como puede ver, el aerogenerador de la derecha no
arrancará a bajas velocidades de viento que, sin embargo, sí que son suficientes
para hacer que los otros dos generadores funcionen. El motivo es que el pequeño
bosque que está enfrente de las turbinas resguarda, particularmente, la que está
más a la derecha. En este caso, la producción anual de estos aerogeneradores se
verá probablemente reducida en un 15 por ciento de media, e incluso más en el
caso de la turbina más a la derecha.

Los obstáculos del viento tales como edificios, árboles, formaciones rocosas, etc.
pueden disminuir la velocidad del viento de forma significativa y a menudo crean
turbulencias ​en torno a ellos.
Como puede verse en este dibujo de típicas corrientes de viento alrededor de un
obstáculo, la zona de turbulencias puede extenderse hasta una altura alrededor de 3
veces superior a la altura del obstáculo. La turbulencia es más acusada detrás del
obstáculo que delante de él.
Así pues, lo mejor es evitar grandes obstáculos cerca de las turbinas eólicas, y en
particular si se encuentran en la parte donde sopla en viento dominante, es decir,
"en frente de la turbina".

Resguardo tras los obstáculos


Los obstáculos disminuirán la velocidad del viento corriente abajo del obstáculo.
Esta disminución depende de la porosidad del obstáculo, es decir, de cómo de
"abierto" sea el obstáculo (la porosidad se define como el área libre dividida por el
área total del objeto de cara al viento).
Obviamente un edificio es sólido y no tiene porosidad mientras que un árbol
completamente abierto en invierno (sin hojas) puede dejar pasar a su través más de
la mitad del viento. Sin embargo, en verano el follaje puede ser muy denso, con lo
que puede hacer disminuir la porosidad hasta dejarla en una tercera parte.
El efecto de frenado del viento que un obstáculo produce aumenta con la altura y
la longitud del mismo. Obviamente, el efecto será más pronunciado cerca del
obstáculo y cerca del suelo.
Cuando los fabricantes y proyectistas calculan la producción de energía de un
aerogenerador, siempre tienen en cuenta los obstáculos próximos a la turbina (a
menos de un kilómetro en cualquiera de las direcciones más importantes del viento).

Abrigo del viento


Este gráfico le proporciona una estimación de cómo disminuye el viento tras un
obstáculo romo, es decir, un obstáculo que no es aerodinámico. En este caso se ha
tomado un edificio de oficinas de 7 plantas, de 20 metros de alto y 60 de ancho,
situado a una distancia de 300 metros de un aerogenerador con una altura de buje
de 50 m. El abrigo del viento puede verse literalmente en diferentes tonos de gris.
Los números en azul indican la velocidad del viento en tanto por ciento de la
velocidad del viento sin el obstáculo.
En la parte superior de la torre de aerogenerador amarillo la velocidad del viento a
disminuido en un 3 por ciento (hasta el 97 por ciento) de la velocidad del viento sin
el obstáculo. Observe que esto representa una pérdida de ​energía del viento ​de
alrededor del 10 por ciento, es decir 1,03 3​ ​- 1, tal y como puede verse en la gráfica
de la parte inferior de esta página.

Efecto de la estela

Dado que un aerogenerador produce energía a partir de la energía del viento, el


viento que abandona la turbina debe tener un contenido energético menor que el
que llega a la turbina.

Esto se deduce directamente del hecho de que la energía ni se crea ni se destruye.


n aerogenerador siempre va a crear un abrigo en la dirección a favor del viento.
De hecho, habrá una estela tras la turbina, es decir, una larga cola de viento
bastante turbulenta y ralentizada, si se compara con el viento que llega a la turbina
(la expresión estela proviene, obviamente, de la estela que deja un barco tras de si).
Realmente puede verse la estela tras un aerogenerador si se le añade humo al
aire que va a pasar a través de la turbina, tal y como se ha hecho en la imagen.
(esta turbina en particular fue diseñada para girar en sentido contrario al de las
agujas del reloj, algo inusual en los aerogeneradores modernos).
En los parques eólicos, para evitar una turbulencia excesiva corriente abajo
alrededor de las turbinas, cada una de ellas suele estar separada del resto una
distancia mínima equivalente a tres diámetros del rotor. En las direcciones de viento
dominante esta separación es incluso mayor, como se explica más adelante.

El efecto del parque

Cada aerogenerador ralentizará el viento tras de sí al obtener energía de él para convertirla


en electricidad.
Por tanto, lo ideal sería poder separar las turbinas lo máximo posible en la ​dirección de
viento dominante.​Pero por otra parte, el coste del terreno y de la conexión de los
aerogeneradores a la red eléctrica aconseja instalar las turbinas más cerca unas de otras.
Como norma general, la separación entre aero-generadores en un parque eólico es de 5
a 9 diámetros de rotor en la dirección de los vientos dominantes, y de 3 a 5 diámetros de
rotor en la dirección perpendicular a los vientos dominantes.
En este dibujo se han situado 3 filas de cinco turbinas cada una siguiendo un modelo
totalmente típico.
Las turbinas (los puntos blancos) están separadas 7 diámetros en la dirección de viento
dominante y 4 diámetros en la dirección perpendicular a la de los vientos dominantes.
Efectos aceleradores : efecto túnel
Si toma un camino entre dos edificios altos o en un paso estrecho entre montañas
observará que se da el mismo efecto: el aire se comprime en la parte de los edificios
o de la montaña que está expuesta al viento, pierde presion, y su velocidad crece
considerablemente entre los obstáculos del viento. Esto es lo que se conoce como
"efecto túnel". Se da por Bernoulli
Así pues, incluso si la velocidad normal del viento en un terreno abierto puede ser
de, digamos, 6 metros por segundo, en un "túnel" natural puede fácilmente alcanzar
los 9 metros por segundo.
Situar un aerogenerador en un túnel de este tipo es una forma inteligente de
obtener velocidades del viento superiores a las de las áreas colindantes.
Para obtener un buen efecto túnel el túnel debe estar"suavemente" enclavado en
el paisaje. En el caso de que las colinas sean muy accidentadas, puede haber
muchas ​turbulencias ​en ese área, es decir, el viento soplará en muchas direcciones
diferentes (y con cambios muy rápidos).
Si hay muchas turbulencias, la ventaja que supone la mayor velocidad del viento
se verá completamente anulada, y los cambios en el viento pueden causar roturas y
desgastes innecesarios en el aerogenerador.

Efecto de la colina
Una forma corriente de emplazar aerogeneradores es situándolos en colinas o estribaciones
dominando el paisaje circundante. En particular, siempre supone una ventaja tener una vista
lo más amplia posible en la dirección del viento dominante en el área.
En las colinas, siempre se aprecian velocidades de viento superiores a las de las áreas
circundantes. Una vez más, esto es debido a que el viento es comprimido en la parte de la
montaña que da al viento, y una vez el aire alcanza la cima de la colina puede volver a
expandirse al descender hacia la zona de bajas presiones por la ladera a sotavento de la
colina.
Tal y como puede observar en el dibujo, el viento empieza a inclinarse algún tiempo antes
de alcanzar la colina, debido a que en realidad la zona de altas presiones se extiende hasta
una distancia considerable enfrente de la colina.
También se dará cuenta de que el viento se hace muy irregular una vez pasa a través del
rotor del aerogenerador.
Al igual que ocurría anteriormente, si la colina es escarpada o tiene una superficie
accidentada, puede haber una cantidad de ​turbulencias ​significativa, que puede anular la
ventaja que supone tener unas velocidades de viento mayores.

Selección del emplazamiento de un aerogenerador

Condiciones eólicas
Normalmente, el sólo hecho de observar la naturaleza resulta de excelente ayuda a la hora
de encontrar un emplazamiento apropiado para el aerogenerador.
Los árboles y matorrales de la zona serán una buena pista para saber cual es la ​dirección
de viento dominante ,​ como puede verse en la fotografía.

Si nos movemos a lo largo de un litoral accidentado, observaremos que siglos de erosión


han trabajado en una dirección en particular.
Los datos meteorológicos, obtenidos en forma de ​rosa de los vientos ​durante un plazo de
30 años, sean probablemente su mejor guía, aunque rara vez estos datos son recogidos
directamente en su emplazamiento, por lo que hay que ser muy prudente al utilizarlos, tal y
como se verá en la próxima sección.
Si ya existen aerogeneradores en ese área, sus resultados de producción son una
excelente guía de las condiciones de viento locales. En países como Dinamarca y
Alemania, en los que a menudo se encuentra un gran número de aerogeneradores
dispersos por el campo, los fabricantes pueden ofrecer resultados de producción
garantizados basándose en cálculos eólicos realizados en el emplazamiento.

Conexión a la red
Obviamente, los grandes aerogeneradores tienen que ser conectados a la red eléctrica.
Para los proyectos de menores dimensiones es fundamental que haya una línea de alta
tensión de 10 - 30 kV relativamente cerca para que los costes de cableado no sean
prohibitivamente altos (por supuesto, esto preocupa sobremanera a aquellos que tienen que
pagar la extensión de la línea de alta tensión).
Los generadores de las grandes turbinas eólicas modernas generalmente producen la
electricidad a 690 V. Un transformador colocado cerca de la turbina o dentro de la torre de
la turbina convierte la electricidad en alta tensión (normalmente hasta 10 - 30 kV).

Refuerzo de red
La red eléctrica próxima al(a los) aerogenerador(es) deberá ser capaz de recibir la
electricidad proveniente de la turbina. Si ya hay muchas turbinas conectadas a la red, la red
puede necesitar refuerzo, es decir, un cable más grande, conectado quizás más cerca de
una estación de transformación de más alto voltaje. Para más información lea la sección
sobre ​red eléctrica.

Condiciones del suelo


La viabilidad tanto de realizar las cimentaciones de las turbinas como de construir
carreteras que permitan la llegada de camiones pesados hasta el emplazamiento deben
tenerse en cuenta en cualquier proyecto de aerogenerador.

Riesgos en el uso de datos meteorológicos


Los meteorológos ya recogen datos de viento para sus previsiones meteorológicas y para
aviación, y esa información es a menudo utilizada para la evaluación de las condiciones de
viento generales para energía eólica en una área determinada.
Sin embargo, aunque para las previsiones meteorológicas no es tan importante realizar
medidas precisas de la velocidad del viento, y por tanto de la energía del viento, sí que lo es
para la elaboración de planes eólicos.
Las velocidades del viento son fuertemente influenciadas por la rugosidad de la superficie
del área circundante, por los obstáculos cercanos (como árboles, faros u otras
construcciones) y por los alrededores del terreno local.
A menos de que haga cálculos que compensen las condiciones locales en las que las
medidas fueron hechas, es difícil estimar las condiciones eólicas en un emplazamiento
cercano. En la mayoría de los casos, la utilización directa de datos meteorológicos
infraestimará el potencial eólico real del área.

Condiciones eólicas marinas


Las superficies de mares y lagos son obviamente muy lisas, por lo que la ​rugosidad​de la
superficie marina es muy baja (a velocidades del viento constantes). Con velocidades de
viento crecientes, parte de la energía se emplea en producir oleaje, lo que implica un
aumento de la rugosidad. Una vez se han formado las olas, la rugosidad decrece de nuevo.
Por tanto tenemos una superficie de rugosidad variable (lo mismo ocurre en zonas cubiertas
con más o menos nieve).
Bajo cizallamiento del viento implica menor altura de buje
Con una baja rugosidad, el ​cizallamiento del viento ​en el mar es también muy bajo, lo que
implica que la velocidad del viento no experimenta grandes cambios al variar la altura del
buje del aerogenerador. Así pues, puede resultar más económico utilizar torres más bien
bajas, de alrededor de 0,75 veces el diámetro del rotor, en aerogeneradores emplazados en
el mar, dependiendo de las condiciones locales (normalmente, las torres de los
aerogeneradores situados en tierra miden un diámetro de rotor, o incluso más).

Sin embargo, si generalizamos, puede considerarse que la rugosidad de la superficie del


agua es muy baja y que los obstáculos del viento son pocos. Al realizar los cálculos deberán
tenerse en cuenta islas, faros, etc. tal y como se tendrían en cuenta los ​obstáculos ​situados
en la dirección de donde viene el viento o los cambios de rugosidad en la tierra.

Baja intensidad de las turbulencias = mayor tiempo de vida de los aerogeneradores


El viento en el mar es generalmente menos ​turbulento​ que en tierra, por lo que en un
aerogenerador situado en el mar se puede esperar un tiempo de vida mayor que en otro
situado en tierra.
La baja turbulencia del mar se debe, ante todo, al hecho de que las diferencias de
temperatura a diferentes altitudes de la atmósfera que hay sobre el mar son inferiores a las
que hay sobre la tierra. La radiación solar puede penetrar varios metros bajo el mar
mientras que en tierra la radiación solar sólo calienta la capa superior del suelo, que llega a
estar mucho más caliente.
Consecuentemente, las diferencias de temperatura entre la superficie y el aire serán
menores sobre el mar que sobre la tierra. Esto es lo que provoca que la turbulencia sea
menor.

Condiciones del abrigo del viento en el mar

Los principales resultados obtenidos de la experiencia del principal parque eólico en


Vindeby ​(Dinamarca) y del construido posteriormente en ​Tunø Knob ​(Dinamarca) han
conducido a nuevas investigaciones con anemómetros situados en diferentes
emplazamientos a lo largo del litoral danés desde 1996.
Los resultados preliminares indican que los efectos del abrigo del viento desde tierra
pueden ser más importantes, incluso a distancias de 20 km., de lo que en un principio se
había pensado.
Por otro lado, parece que los recursos eólicos marinos pueden ser del 5 al 10 por ciento
superiores a los estimados en un principio.

Mapa eólico de argentina


La Argentina es uno de los países con mayor potencial eólico del planeta. En la región
patagónica los vientos soplan de manera intensa y frecuente, a una velocidad que supera el
doble del mínimo necesario para generar electricidad.
Además de la Patagonia, la costa atlántica y las serranías de la provincia de Buenos Aires
poseen vientos de gran intensidad, y la región andina, sobre todo la provincia de La Rioja,
también se destaca como una zona con gran potencial. Todos los mapas de vientos se dan
para 50 m del nivel del suelo
6.La energía eólica en el mar

Los recursos eólicos en el mar


Los parques eólicos marinos representan todavía una
proporción pequeña de la potencia instalada en el mundo. No
obstante, las industrias mundiales son conscientes de que
estas instalaciones marinas constituyen uno de los grandes
desafíos actuales y una de las áreas con más proyección de
futuro. Se han llevado a cabo diversos estudios para evaluar
los recursos eólicos de los mares europeos: algunos estiman
en unos 3.000 TWh/año6 la cantidad de energía que se podría
extraer, y de ellos, 140 TWh/año en España. Otros rebajan
este cálculo a alrededor de 500 TWh/año7 en el continente y 7
TWh/año en España, lo que sigue siendo un valor apreciable.
En cualquier caso, el dato que mejor refleja el potencial de
esta tecnología es que en la actualidad son ya más de 20.000
los megavatios propuestos en los mares del norte de Europa.
Greenpeace, por su parte, estima que podría satisfacerse un
23% de la demanda eléctrica prevista en la UE-15 para el año 2020 si para entonces se
tienen instalados en las costas 240 GW (720 TWh/año).

¿Por qué en el mar? Las condiciones especiales del medio marino suponen importantes
ventajas para el aprovechamiento de la energía eólica:
• En el mar la rugosidad superficial es muy baja en comparación con el medio terrestre y no
existen obstáculos que puedan reducir la velocidad del viento. Esto favorece la circulación
del viento a mayores velocidades y hace innecesario el tener que subir la altura de la torre
más de lo que obliga la suma del semidiámetro del rotor y la altura máxima de la ola
prevista. Por lo general, los vientos van ganando en velocidad al separarnos de la costa.
• El recurso eólico es mayor y menos turbulento que en localizaciones próximas en línea de
costa sin accidentes geográficos. La existencia de menor turbulencia ambiental en el mar
disminuye la fatiga a la cual se encuentra sometido un aerogenerador aislado, y aumenta su
vida útil.
• Las áreas marinas disponen además de enormes espacios donde colocar
aerogeneradores, lo que ofrece la posibilidad de instalar parques mucho más grandes que
en tierra. El parque de Arklow Bank, en Irlanda, en el que participa la empresa española
Acciona, tiene proyectado ampliarse a 520 MW, pero hay propuestas en Alemania y en
Francia para crear instalaciones de más de 1.000 MW.
• La vastedad de este medio, unido a su lejanía con los núcleos de población, consigue
reducir también el impacto visual sobre el paisaje.
• Su ubicación lejos de lugares habitados permite suavizar las restricciones impuestas por
las autoridades ambientales en relación con la emisión y propagación de ruido e
incrementar la velocidad de punta de pala, con la correspondiente disminución de su peso y
de las estructuras que las soportan, consiguiendo una reducción significativa del coste de
fabricación del aerogenerador en su conjunto.

Sin embargo, no todo es tan sencillo; de ser así, habría hoy muchos más megavatios
offshore en funcionamiento. Estas instalaciones marinas tienen también importantes
desventajas respecto a las terrestres:
• La evaluación del recurso eólico en la Zona de Discontinuidad Costera (< 10 km) es más
compleja y mucho más cara que en tierra.
• No existen infraestructuras eléctricas que conecten las áreas con mayores recursos
eólicos en mitad del mar con los centros de consumo. La situación es semejante a lo
experimentado por el sector del gas natural cuando descubrieron importantes yacimientos
de este recurso en el Mar del Norte, antes de que hubiese gasoductos con los que poder
trasladarlos al continente.
• Los costes de la cimentación y las redes eléctricas de estas instalaciones encarecen en
gran medida la tecnología offshore: si en tierra los aerogeneradores suponen del orden del
75% de la inversión total de un parque eólico, en el mar representan aproximadamente un
55%. Por su parte, el coste de la obra civil en un parque eólico marino tipo se estima en un
20% del total (frente al 5% en tierra firme) y el de las infraestructuras eléctricas en otro 20%
(15% en tierra).
• Las limitaciones de acceso y las dificultades para trabajar en medio del mar en la fase de
montaje y en el mantenimiento de la instalación.
• El aumento de los costes y dificultades de construcción, según el proyecto vaya
alejándose de la costa o aumente la profundidad marina, siendo este último uno de los
principales argumentos esgrimidos para justificar la nula penetración de la energía eólica
marina en España (pues la mayoría de las aguas superan la profundidad máxima
económicamente viable en la actualidad: 25 metros).
• Debido a la mayor propagación de las turbulencias por la baja rugosidad del mar, el efecto
provocado por la propia estela de los aerogeneradores sobre el resto de las máquinas de un
parque eólico es más importante en este medio que en tierra, lo que disminuye la vida útil
de las turbinas. Para evitarlo, las máquinas requieren más separación entre ellas y esto
implica un aumento de la inversión.

Evolución de la tecnología mar adentro


A pesar de la lenta cadencia de implantación de las instalaciones offshore, lo cierto es que
la tecnología de energía eólica marina sí que ha progresado de forma considerable en los
últimos años. Los aerogeneradores han llegado hasta los 5 MW de potencia nominal y han
incorporado mejoras para el trabajo en el mar, como una mayor velocidad punta de pala
(con palas más delgadas y menos pesadas) y un mayor equipamiento en las góndolas para
mejorar el trabajo de mantenimiento (helipuertos).
Los avances conseguidos hasta la fecha están esperando para ser implementados en los
grandes proyectos eólicos marinos. Los objetivos a conseguir para los nuevos desarrollos
de grandes aerogeneradores marinos en cuanto a características técnicas son: 25 kg de
peso de góndola más rotor (top head mass) por cada m2 de área barrida y 50 kg por kW de
potencia nominal.
Las mayores limitaciones de las máquinas son de tipo logístico: el traslado de las piezas y el
montaje en alta mar. En cualquier caso, hoy el gran desafío de las instalaciones mar
adentro sigue siendo reducir los costes de las cimentaciones, de las que existen distintas
variantes: monopilotaje, trípode, de gravedad y flotante. Las de monopilotaje son las más
utilizadas para aguas de profundidad media (hasta 25 metros), las de gravedad para
profundidades pequeñas (de menos de 5 metros) y las de trípode para mayores
profundidades (hasta 50 metros). Por su parte, las flotantes son todavía una incógnita, pero
pueden ser la solución para aquellas zonas de aguas más profundas. Hasta la fecha todos
los parques eólicos marinos instalados no superan los 20 metros de profundidad y su
distancia a la costa es menor de 15 km.
Para disminuir al máximo las pérdidas electromagnéticas en los parques eólicos marinos
debido a su gran tamaño y a las considerables distancias entre el lugar de generación y los
puntos de consumo, se está analizando la posibilidad de generar en continua y realizar el
transporte a muy alta tensión tras la correspondiente transformación (HVDC o High Voltage
Direct Current).
El primer parque eólico en el mar se construyó en 1991 en Dinamarca. Es el de Vindeby, en
el Mar Báltico, una instalación de 4,95 MW, compuesta por once aerogeneradores Bonus
(hoy Siemens) de 450 kW. Entonces, la inversión necesaria fue de 2.200 €/kW. Más de una
década después, en 2002, se construyó también en este país uno de los mayores parques
eólicos marinos de la actualidad, el de Horns Rev, que tiene 80 aerogeneradores Vestas de
2 MW que suman una potencia de 160 MW, y el coste había descendido a unos 1.700
€/kW, aunque la modificación temprana de las máquinas tras su instalación, por un defecto
de diseño, implicó el desmontaje de la totalidad de los generadores y transformadores
eléctricos para su reparación en tierra firme, incrementando la inversión de forma
considerable, cuyo coste, asumido por Vestas, puso en un serio aprieto a esta compañía. La
inversión sigue siendo mucho más alta que para una instalación en tierra, aunque con una
tendencia decreciente.
Otros usos y aplicaciones

Si bien los aerogeneradores se han vuelto cada vez más grandes, hay una variante de
máquinas que se han negado a crecer. Son las turbinas de una potencia inferior a los 10
kW, una de las joyas de los defensores de la generación eléctrica a escala “mini”. Aunque la
producción de energía de esta tecnología es limitada puede ser suficiente para cubrir
pequeños consumos, y tiene un buen número de ventajas con respecto a la gran eólica:
● Puede suministrar electricidad en lugares aislados y alejados de la red eléctrica.
● Causa mucho menor impacto visual que las máquinas grandes.
● Genera la energía junto a los puntos de consumo, por lo que reduce las pérdidas.
● Es accesible a muchos usuarios, sin apenas necesitar obra civil, y su instalación es
sencilla.
● Funciona con vientos moderados y no requiere estudios de viabilidad complicados.

Los pequeños aerogeneradores son sobre todo utilizados para el autoconsumo de


edificaciones aisladas. Además, suelen ir acompañados de paneles solares fotovoltaicos
formando parte de pequeños sistemas híbridos que, por medio de la combinación de la
energía del sol y el viento, permiten garantizar el suministro eléctrico. Estos sistemas,
bastante fiables, incluyen unas baterías donde se almacena la energía sobrante para
cuando no haya viento ni sol. Otra posibilidad consiste en utilizar estas máquinas para
producir energía y verterla a la red eléctrica aunque su coste resulta prohibitivo, al igual que
en las instalaciones de media potencia (entre 10 y 100 kW). Esta opción está muy poco
desarrollada en España; sin embargo, esto podría cambiar con unas condiciones más
favorables en la retribución de la venta de la electricidad, similares a las de la energía
fotovoltaica. Técnicamente, estas aeroturbinas tienen una estructura similar a las grandes,
solo que su diseño es mucho más simple (sistemas de orientación pasivos, generadores
eléctricos robustos de bajo mantenimiento, ausencia de multiplicadores...). Su sencillez de
funcionamiento hace que estas pequeñas instalaciones puedan ser atendidas por los
propios usuarios.

Bombeo de agua
Aparte de la generación eléctrica, la tecnología eólica puede tener otras importantes
aplicaciones. Tal es el caso de la extracción de agua del subsuelo, para lo que resultan
especialmente interesantes los molinos multipala de bombeo, unas máquinas que no han
cambiado prácticamente desde hace más de un siglo. Estas aerobombas, cuyo par de
arranque es alto, funcionan bien con vientos flojos o medios, muy estables y poco
racheados. Por lo general, cuentan con un número de palas entre 12 y 24, aunque pueden
tener más, y su máximo rendimiento aerodinámico alcanza el 30% (50% del límite de Betz),
manteniéndose dicho valor prácticamente constante desde el arranque hasta una velocidad
de viento incidente de 12 m/s, en la que se alcanza la máxima potencia, para después
disminuir rápidamente hasta la parada del molino a unos 20 m/s.
Este tipo de máquina presta servicios importantes en las regiones con velocidades medias
anuales entre los 4 y los 5 m/s, aprovechando principalmente los vientos de velocidades
comprendidas entre los 3 y los 7,5 m/s.

Las instalaciones de molinos multipala suelen emplearse en explotaciones agropecuarias


aisladas cuyas necesidades de agua no sean elevadas, ya que su limitada potencia impide
su aplicación con caudales grandes o a mucha profundidad. Un molino de 5 m de diámetro,
especialmente indicado para captar caudales medios, a 7,5 m/s es capaz de impulsar 8.000
litros de agua por hora desde una profundidad de 50 metros.

El sistema de funcionamiento es muy sencillo: El molino comienza a trabajar a partir de


vientos de 3 m/s y la rotación de la rueda multipala acciona solidariamente, a través de la
biela y los vástagos, la bomba de pistón colocada en el fondo del pozo del que se quiere
extraer el agua. La bomba cuenta con un pistón y un sistema de válvulas que van
impulsando el agua por el interior de los tubos hasta que ésta sale finalmente a la superficie.
Es común que la aerobomba se encuentre conectada a un depósito donde almacenar el
agua. Si el viento aumentara su velocidad de golpe, un sistema automático frenaría la rueda
para evitar daños.

Aunque esta es la tecnología más difundida existen otras posibilidades para bombear agua
como los aerogeneradores con electrobomba sumergida o con accionamiento mecánico
directo sobre una bomba de eje vertical o las aeroturbinas basculantes con accionamiento
oleohidráulico.

Hidrógeno “verde”
El hidrógeno, la sustancia más abundante en la naturaleza, que almacena la mayor cantidad
de energía por unidad de peso, puede ser el combustible que destrone al petróleo, pero
tiene un inconveniente: no se encuentra libre. Para obtenerlo se requiere gran cantidad de
energía. La energía eólica ya ha demostrado que puede generar tanta electricidad como se
quiera, y sin contaminar, pero tiene también un inconveniente: como depende del viento no
siempre produce la energía cuando se necesita. Ahora bien, ¿por qué no juntar estos dos
elementos? Los expertos están de acuerdo en que la combinación del hidrógeno con las
energías renovables puede representar la revolución energética del siglo XXI: el “hidrógeno
verde”. En el caso de la eólica, cuando haya viento se podría utilizar la electricidad
generada por los aerogeneradores para extraer hidrógeno del agua mediante un proceso de
electrólisis. Esto tendría una gran ventaja y es que se podría almacenar para utilizarlo como
combustible cuando no hubiese viento y los aerogeneradores estuvieran parados. Además,
la pila de combustible permite utilizar el hidrógeno para transformarlo en electricidad y con
ella mover un coche o calentar e iluminar un hogar.

Sin embargo, en todo este proceso se ocasionan muchas pérdidas: la eficiencia


termodinámica de la conversión de electricidad a hidrógeno mediante un electrolizador
supera levemente el 50%. Producir hidrógeno a partir de agua (o de hidrocarburos) precisa
de un aporte energético superior a la energía que queda “almacenada” en el hidrógeno.
Además, hay que comprimirlo, almacenarlo, transportarlo y distribuirlo para volver a
utilizarlo, ya sea mediante “combustión limpia” o generación eléctrica con una pila de
combustible. En este último caso la eficiencia de conversión final puede incrementarse
notablemente (hasta conseguir un 85%) si la pila forma parte de un sistema que combine
eficazmente la producción conjunta de electricidad y calor útil (cogeneración) e incluso
refrigeración (trigeneración).

Vemos pues que el hidrógeno se comporta como un “vector”, NO ES UNA FUENTE DE


ENERGÍA sino un portador de la energía primaria contenida en el viento, y no parece lógico
pensar que, hoy por hoy, para su obtención a gran escala se vaya a emplear la electricidad
proveniente de la red por su alto coste de oportunidad, más habiendo métodos como el
reformado del gas natural que cuesta menos de la mitad que el procedimiento electrolítico,
aunque emitiendo dióxido de carbono.

Aunque de momento se trata de hipótesis de futuro, son muchas las empresas y los centros
de investigación que tratan de poner a punto la pila de combustible y la tecnología necesaria
para la obtención del hidrógeno a partir de energías limpias, como la eólica. Una posibilidad
sería utilizar instalaciones eólicas marinas para la generación in situ del hidrógeno a partir
del propio agua de mar (la salinidad mejora el proceso). De este modo se solucionarían los
problemas de infraestructuras eléctricas de los parques marinos, pues en lugar de
transportar la energía producida por los aerogeneradores a través de impactantes redes
eléctricas, se podría trasladar almacenada en barcos una vez haya sido transformada en
hidrógeno. O a través de las actuales redes de gasoductos, si se colocan los parques
eólicos junto a estas infraestructuras.

Desalinización
La desalinización es un proceso mediante el cual se elimina la ​sal del ​agua de mar o ​salobre​.
Las plantas desalinizadoras, también conocidas como desaladoras (ver nota terminológica) son
instalaciones industriales destinadas a la desalinización, generalmente del agua de mar o de
lagos salados para obtener ​agua potable​.

El debate político en torno a la escasez de agua en España ha espoleado la investigación


para el desarrollo de otra posible aplicación de la energía eólica: la desalinización. Mediante
la aplicación del sistema de ósmosis inversa se puede actualmente desalar agua de mar.
Hoy las mejores plantas necesitan un mínimo de 4 kWh10 para desalar cada metro cúbico,
una cantidad mucho menor que hace unos años, pero todavía demasiado alta en términos
de contaminación y en emisiones de CO2 para un uso masivo de esta tecnología si la
electricidad procede de plantas de combustión convencionales. La llave para solucionar
este problema, y por tanto buena parte también del de la escasez de agua, puede estar de
nuevo en las energías renovables, y en concreto la eólica, pues la cantidad de electricidad
consumida por estas instalaciones quedaría en un segundo plano si esta fuese generada de
una forma “limpia”.

Aunque las desalinizadoras deben estar junto a la costa y cerca de los puntos de consumo
para ser viables económicamente, en general las zonas del país donde suelen instalarse no
tienen un elevado potencial eólico, excepto en el litoral canario y sur peninsular. Otra
cuestión son los requisitos del suministro eléctrico para una desalinizadora por ósmosis
inversa, pues estas instalaciones requieren mucha energía y que ésta sea constante, para
hacer pasar el agua de mar a alta presión (unas 70 atmósferas) por las membranas que
“filtran” el líquido. Y la constancia no es una de las virtudes de la energía eólica.

Los ingenieros han recogido el guante y son ya varios los proyectos dados a conocer que
logran unir estas dos tecnologías. Unos combinan la energía eólica con los combustibles
fósiles de forma que se vayan alternando según haya o no viento; otros proponen utilizar los
aerogeneradores para bombear agua y almacenarla en altura, de manera que luego pueda
aprovecharse en un salto hidráulico para generar electricidad de forma constante, como en
la proyectada central hidroeólica de la isla de El Hierro; por último, también se ha planteado
desalar el agua directamente en instalaciones mar adentro, con aerogeneradores que
bombeen agua de mar a presión. Este sistema resolvería además la cuestión del impacto
ambiental causado en las costas por el vertido hipersalino (salmuera) generado en la
desalación.

7.Impacto ambiental
Como el resto de energías renovables, la eólica es una fuente de electricidad “limpia”,
inagotable y autóctona, lo cual representa importantes ventajas ambientales y
socioeconómicas. Esto no quita que, como cualquier otro sistema de generación eléctrica,
esta fuente de energía tenga impactos negativos sobre el medio ambiente. No obstante, hoy
en día el balance resulta mucho más que positivo en comparación con las energías
tradicionales que emplean combustibles fósiles o radiactivos. Proporcionalmente, y según
un estudio español basado en un sistema de “ecopuntos” en el que se valoraban los efectos
ambientales sobre los medios atmosférico, hídrico y terrestre asociados a la generación de
un kWh desde el principio hasta el final del proceso que lleva a su obtención, producir un
kilovatio-hora con aerogeneradores tiene un impacto ambiental:

• 4 veces menor que con gas natural


• 10 veces menor que con plantas nucleares
• 20 veces menor que con carbón o petróleo

Estos valores, excepción hecha de la generación fotovoltaica, serían indudablemente


superiores si se tuvieran en cuenta otros efectos no considerados en el estudio, como la
ocupación efectiva del territorio, el desmantelamiento de las instalaciones y la restitución de
los terrenos a su estado original, la protección de la biodiversidad, la seguridad y salud
laboral, el calor residual… A diferencia de los sistemas de generación tradicionales, la
energía eólica no genera residuos peligrosos radiactivos ni vierte a la atmósfera dióxido de
carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx) o partículas sólidas. El
SO2, el NOx y los metales pesados son sustancias contaminantes con una importante
incidencia en la salud de los ciudadanos y el medio ambiente, mientras que el CO2 es uno
de los principales gases de efecto invernadero causantes del calentamiento de la Tierra,
cuya reducción y control es uno de los mayores desafíos actuales de la Humanidad.
Un parque eólico de 25 MW (potencia media de los instalados durante el año 2004 en
España) que funcione 2.400 horas equivalentes evitará al año la emisión a la atmósfera de
57.600 toneladas de CO2, 495 toneladas de SO2, 135 toneladas de NOx y 99 toneladas de
otras partículas, que sí habrían sido lanzadas a la atmósfera en el caso de que esa misma
energía generada lo hubiese sido mediante la combustión de carbón en una planta
termoeléctrica convencional. No obstante, esta no es la única ventaja ambiental de la
energía eólica. Este sistema de generación solo requiere de un recurso gratuito e inagotable
como es el viento, por lo que nunca tendrá nada que ver con impactantes explotaciones
mineras, enfermedades profesionales, complicados y delicados procesos de transformación,
mareas negras, construcción de gasoductos, problemas de transporte, accidentes
radiactivos o almacenamientos subterráneos donde guardar peligrosos isótopos durante
miles de años.

Aun así, los parques eólicos no dejan de causar unos impactos medioambientales que
deben tenerse en cuenta para ser mitigados en la medida de lo posible:

Deterioro del paisaje: El mayor impacto provocado por la energía eólica es de tipo visual. No
en vano, los emplazamientos más ventosos donde suelen colocarse los aerogeneradores
corresponden por lo general a entornos naturales poco humanizados y, por lo tanto, con
preciados valores paisajísticos. Este es un impacto muy subjetivo, pues depende de la
apreciación estética de cada persona. Además, si lo justo es que las cargas de la
producción de energía se repartan entre toda la población en función del consumo, todo el
mundo debería preguntarse qué prefiere tener junto a su casa para abastecerse de
electricidad, si una planta térmica, una central nuclear o un parque eólico. En cualquier
caso, es evidente que hay muchos lugares del país en los que por su especial interés
paisajístico, ambiental, histórico, cultural o turístico nunca se deberían instalar turbinas.
Además, es de esperar que este impacto aumente cada vez más, según vaya creciendo el
parque eólico, por lo que requiere de mucha atención. Aunque esto podría mitigarse con el
reemplazo de máquinas más potentes en los parques existentes (“Repotenciación” o
repowering).
En zonas con altitud sobre el nivel del mar superior a los 1.500 metros, el análisis ambiental
deberá extremarse. En estas áreas se producen frecuentemente tormentas con abundante
aparato eléctrico. Los aerogeneradores son puntos de atracción de rayos y las pendientes
pronunciadas acentúan más el alto riesgo de impacto en estos espacios alejados
generalmente de los medios de protección contra incendios; igualmente, el rigor invernal
influye en las actuaciones de las aeroturbinas, que algunas veces al iniciar su operación
pueden ocasionar serios percances por el desprendimiento de hielo acumulado en las
palas. Todos estos factores sugieren que se estudie meticulosamente, tanto por parte de las
autoridades ambientales como de los promotores eólicos, la instalación de parques en estas
zonas, en su mayor parte de alto valor natural.

Efectos sobre las aves: La colisión de las aves con los aerogeneradores o las molestias
causadas a la avifauna por la construcción y funcionamiento de un parque eólico
constituyen en realidad impactos bastante limitados. Sin embargo, suelen tener cierta
importancia en lugares especialmente valiosos para el paso o la nidificación de las aves.
Ocupación del territorio: La energía eólica necesita instalar muchos aerogeneradores por
todo el territorio para acercarse a la producción de las centrales térmicas tradicionales. Aun
así, las turbinas ocupan solo entre un 1% y un 3% de estos terrenos, que pueden seguir
aprovechándose para la agricultura o la ganadería. Por otro lado, también se deben abrir o
mejorar los accesos y trazar líneas de evacuación de la energía (que en ocasiones llegan a
soterrarse).

Ruido: A 200 metros de un aerogenerador se puede percibir un ruido moderado de unos 50


decibelios, algo así como el ruido existente en una oficina. Cuando las velocidades de
viento son altas el propio ruido ambiente enmascara el originado aerodinámicamente por las
palas del aerogenerador. Para velocidades de viento bajas el ruido que se percibe con más
intensidad es el mecánico provocado por los componentes de la góndola en rotación. Sin
embargo, hoy en día, es en gran parte atenuado por las mejoras en la calidad de los
mecanizados y en los tratamientos superficiales de las piezas que constituyen el tren de
potencia del aerogenerador.

Impactos en el mar: En el caso de las instalaciones marinas, la separación de la costa


determinará el impacto visual o el ruido, pudiendo disminuir o desaparecer alguna de estas
afecciones. Por otro lado, puede que el impacto para las aves y otras especies marinas sea
importante, lo que deberá ser evaluado a la hora de elegir el emplazamiento para el parque.

Consumo en la fabricación de las turbinas: Los modernos aerogeneradores recuperan


rápidamente la energía invertida en su fabricación, instalación, operación, mantenimiento y
desmantelamiento. Según los resultados de un estudio del análisis del ciclo de vida llevado
a cabo por la Danish Wind Industry Association, para un aerogenerador de 600 kW que
funcione al año 2.400 horas equivalentes, el período de retorno energético (o pay-back) es
de unos 3 meses. Es decir, el aerogenerador genera unas 80 veces más energía de la que
ha consumido a lo largo de su vida.
Un parque eólico puede generar otros impactos que, sin ser de carácter ambiental, también
deben ser tenidos en consideración. Estos son:
• La interferencia electromagnética en la recepción de señales de telecomunicaciones que,
exceptuando en áreas de uso militar donde existen zonas donde se prohíbe expresamente
la ubicación de aerogeneradores por razones de seguridad nacional debido a las
incertidumbres ocasionadas en las pantallas de los radares de vigilancia, en general son
fácilmente remediables, sobre todo en las de TV, mediante la instalación de discriminadores
de frecuencias.
• La afección en la navegación aérea, ya sea por el obstáculo que representan en sí mismos
los aerogeneradores o por su influencia sobre las instalaciones radioeléctricas de ayudas a
la navegación. El Decreto 584/1972 de servidumbres aeronáuticas en su artículo 8º
establece que deberán considerarse como obstáculos los que se eleven a una altura
superior de 100 metros sobre planicies o partes prominentes del terreno o nivel del mar
dentro de aguas jurisdiccionales, y que las construcciones que sobrepasen tal altura, al
igual que para todas las situadas en las zonas de Servidumbres Aeronáuticas (definidas
para cada aeropuerto o instalación radioeléctrica), deberán ser comunicadas a la Dirección
General de Aviación Civil, para que por ésta se adopten las medidas oportunas a fin de
garantizar la seguridad en la navegación aérea. Recientemente, el Ministerio de Fomento ha
aprobado las normas para señalamiento e iluminación de aerogeneradores.

Aspectos socioeconómicos

Para poder a finales de 2004 satisfacer la demanda del 6,5% de la energía consumida en
España a partir del viento, se han tenido que fabricar antes e instalar por todo el territorio
más de 11.000 aerogeneradores, algunos de ellos de tamaño gigantesco. Como es de
suponer, esto no ha sido tarea fácil y ha requerido de un nuevo tejido industrial capaz de
manejar una tecnología avanzada y con potencialidad para desarrollarla a gran escala. Un
tejido industrial que no existía hace muy pocos años. Así pues, la energía eólica no es solo
buena para la economía y la sociedad española porque reduce la dependencia exterior de
energías como el petróleo o el gas natural, también los es porque fomenta la creación de
empresas y de empleo.

8.Leyes que se aplican y Renovar - Situación


actual en Argentina
Desde la segunda hasta la tercera presidencia de Perón, la diversificación de la ​matriz
energética (mediante la promoción de energías renovables) fue uno de los grandes
objetivos. Sin embargo, la tendencia se abandonó con el golpe de estado, donde se aplicó
una política de liberalismos económico, privatizando parte de la economía y sacando
regulaciones, lo que complicó el desarrollo de energías limpias.

Más tarde, el mandato de Alfonsín (1983-1989) estuvo marcado por problemas económicos
nacionales y regionales.La falta de fondos, combinado con la alta inflación, problemas
sociales y un clima de inestabilidad general, dificultaron la creación y el éxito de programas
para el desarrollo de energía sustentable.

Durante la presidencia de Ménem (1989-1999) se desregularizó el mercado, se privatizaron


empresas estatales, y se eliminaron controles. Para resolver los problemas de escasez
energética del país, y llegar al autoabastecimiento, se aumentó la extracción y explotación
de recursos, mayoritariamente gas natural.

En esta época (prácticamente) no se avanzó con políticas de energías renovables, porque


la inversión era a muy largo plazo y las empresas privadas no tenían suficientes incentivos.

Llegó la ​crisis del 2001​, que dejó a la Argentina en una grave situación económica. La falta
de capitales e inversiones impidieron la implementación de proyectos que buscaban
expandir el uso de energías renovables.

Néstor Kirchner (2003-2007) sancionó varias leyes para promover las energías alternativas:
la Ley N°26.123 declaró el interés nacional por el desarrollo de tecnologías de hidrógeno
como combustible, y la Ley N° 26.190 estableció un compromiso a llevar al consumo de
energía eléctrica de fuentes renovables a 8% para el 2016.

Finalmente, el gobierno actual emitió un decreto que destaca los beneficios y usos de las
energías renovables en cuanto a cuidado del medio ambiente, seguridad eléctrica y
creación de puestos de trabajo.

La proyección de la demanda energética es que a fines del 2018 haya un 8% de energías


renovables y en el año 2025 el 20% de la demanda (10000 mega watts), la abastezcan las
distintas energías renovables.

¿Cómo estamos hoy? El caso argentino

La situación actual de energías renovables en Argentina no es la más prometedora. Apenas


el 2% de la energía eléctrica generada proviene de energías renovables. El principal origen
se encuentra en los parques eólicos ubicados en la Patagonia y de las plantas fotovoltaicas
al norte, además de algunas pequeñas centrales hidroeléctricas y de biomasa.

Con la nueva ​Ley de Energías Renovables (Ley N° 27.191) se tiene como objetivo ampliar
ese porcentaje año a año, ya que Argentina es idónea para abastecerse de energía
renovable, especialmente si continuamos aprovechando las bondades de nuestros vientos.

Existe una larga tradición en el uso de energía eólica. Los molinos tejanos fueron los
primeros en entrar al país a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Estos cumplían la
función de bombear agua que extraían del subsuelo y proporcionaban aguadas para el
ganado. Hacia fines del siglo XIX ya había más de 600.000 molinos en operación; hoy
siguen funcionando unos 200.000, imprescindibles para disponer de agua en zonas a las
que no llega la red eléctrica.
El 70% del territorio argentino registra regularmente vientos de características adecuadas
para la generación de energía eólica. El viento patagónico es realmente extraordinario, pero
sopla muy lejos de las áreas de demanda masiva de energía eléctrica, por lo que debería
aprovecharse localmente para evitar las pérdidas que se producen al llevar electricidad a
cientos de kilómetros de distancia.

Parques en construcción
Los vientos de la costa atlántica

En la costa atlántica bonaerense hay vientos similares a los de las costas del Báltico o del
Mar del Norte. Cosechar su energía y utilizarla en los grandes centros de consumo
significaría transportarla a distancias mucho menores que traerla desde la Patagonia. Lo
mismo sucede con determinados emplazamientos de las zonas andinas y centrales.

Al respecto, recientemente llegaron a Bahía Blanca los aerogeneradores destinados a


parques eólicos. Se trata de las primeras 93 aspas y equipos pertenecientes al parque
eólico “Corti” de la empresa Pampa Energía, ubicado a 21 km de Bahía Blanca, y del
parque “La Castellana”, a cargo de Central Puerto y ubicado a 25 km de la ruta nacional N°
2, en el distrito de Villarino.

El potencial eólico del país es inmenso. En teoría, sería capaz de abastecer toda la
demanda interna y parte de la de países vecinos. En la práctica, la cuestión no es tan
sencilla: el viento no sopla de forma constante y un servicio público de energía eléctrica
debe estar a disposición de los usuarios en todo momento.

Con los precios actuales de los combustibles fósiles, las tarifas subsidiadas cobradas a los
consumidores en la Argentina y el estado actual de la técnica, la energía eoloeléctrica sólo
puede ser considerada un complemento de la generada por métodos convencionales. El
avance tecnológico, sin embargo, podría eliminar algunas de las limitaciones, al igual que
cambios en la estructura tarifaria.

Otros proyectos futuros

El programa ​RenovAr 1.0​, en mayo 2016, adjudicó 17 proyectos para la generación de


energías renovables, posibilitando que estas fuentes alcancen una participación del 4,8% en
la matriz energética para 2018.

Una segunda ronda (programa RenovAr 1.5) comenzó a fines del año pasado. Como
resultado, se dio a conocer la intención de crear el Parque Eólico Energética 1, presentado
por la firma Eipor Sociedad Anónima y que, de resultar adjudicado, tal como se prevé, se
levantará en un predio ubicado entre las localidades de García del Río (Bahía Blanca) y
Tres Picos (Tornquist), con una potencia de 79,8 megavatios.

Por fuera del Renovar 2, la empresa Pampa Energía ya tendría luz verde para la iniciación
del parque eólico Corti 2, a unos 20 kilómetros de la ciudad, que será una ampliación del
que actualmente se construye a la vera de la ruta provincial 51.

Así, al menos dos nuevos parques eólicos se construirán en el distrito de ​Bahía Blanca
durante el año próximo

A nivel regional, el proyecto “La banderita” (energía eólica) sumará 300 Mw de origen
renovable al Sistema Interconectado Nacional. Más ambiciosa es la propuesta en la
localidad de Punta Alta: se construirá y pondrá en marcha un parque eólico de 250 Mw de
potencia que permitirá abastecer de energía a alrededor de 300.000 hogares.

Si todo va bien durante este año se puede convertir en la tercera potencia de América
Latina en potencia eólica instalada en un año ya que el plan Renovar está funcionando bien,
ha atraído inversiones para ponerlo en marcha de forma sólida y hay aproximadamente
1.800 megavatios en construcción. Es posible que el año termine con entre 300 y 400
megavatios conectados a la red por lo que Argentina ha dado un salto de gigante. El 2019 si
todo va bien se convertirá en un año muy intensivo logísticamente hablando para las eólicas
porque se van a tener que concretar más de 2.000 megavatios que deberían ingresar al
sistema. La cartera de proyectos es grande y se ha financiado más del 50% de la potencia
adjudicada.

Esperemos que a pesar de las circunstancias el proceso pueda continuar porque el


mecanismo económico financiero del Renovar es sólido como para enfrentar la coyuntura.
Puede aparecer un cuello de botella en el financiamiento de los proyectos pero confiamos
en lo atractivo del sistema.

En el caso argentino es indispensable seguir apretando el acelerador de las renovables


porque precisa potencia eléctrica instalada para mejorar su suministro y además ahora
dispone de una tecnología que es la más eficiente de todas. No hay muchas excusas para
no avanzar en el programa de renovables, hay una necesidad de satisfacer la demanda
eléctrica y una necesidad de hacerlo de forma sostenible desde lo ambiental y desde lo
económico.

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