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LA SUPERACIÓN DEL PARADIGMA DE LA CONCIENCIA EN CIENCIAS

SOCIALES.

guamanes/20

A. QUÉ ES CONCIENCIA

Se suele escuchar, y es posible que lo hayamos expresado nosotros mismos, “no tiene
conciencia”, o su contrario haciendo referencia a la inexistencia de esa conciencia. En
realidad, el significado de esta palabra está relacionado con el conocimiento, es decir que
una persona alcanzó la conciencia de algo cuando se ha percatado o es capaz de reconocer
un algo. Este algo puede ser parte del contexto externo a la persona o pertenecer a su
condición interior, subjetiva.

En otros casos e indica que la conciencia está relacionada con el conocimiento pleno,
queriendo indiciar que es el conocimiento respecto de las razones de esa existencia, ser
capaces de explicar la presencia o existencia de algo. Por ejemplo, existen personas que
viven en la pobreza extrema y no asumen conciencia de esta condición y la defienden a
ultranza esa forma de vida. O en el otro, no alcanzar a tener noción sobre las repercusiones
de sus actos, entonces el delinquir, engañar puede constituirse en un acto cotidiano.

B. EL PROBLEMA MAYOR, NO CONTAR CON IDENTIDAD

A nivel social, y en este ámbito la educación, también ha sufrido los problemas relacionados
con la conciencia. Maestros que van a cumplir con el horario, en estado inconveniente,
abandono de los estudiantes, ignorar a los estudiantes, son parte de esta problemática. Los
objetivos educativos están propuestos, pero cuánto logro hemos tenido. Al parecer nuestro
conocimiento sobre lo que significa educar es lo que está sesgado o acaso es que son tan
conscientes de que el objetivo que se han propuesto es el que lo están trabajando
adecuadamente.

Dese hace alguno tiempo atrás se nos ha ido repitiendo un tema insistentemente, con
diferentes discursos, de que la historia de la humanidad, de los pueblos se inicia con nuestra
existencia. Nos refieren a que están mal las cosas. Pero nunca nos dicen desde cuándo
están mal esas cosas a las que refieren. Está mal la salud, los deportes, la educación, la
economía, etc. ¿Alguna vez habrán estado bien? ¿Para quiénes? La intencionalidad parece
ser sencilla, otro mundo sin historia, y al parecer este es el objetivo de la globalización
mundial. Será por esto que nos hablan con frecuencia de las cosas en términos abstractos,
en términos generales. Atrás de la expresión los niños, desaparecen los niños con hambre,
atrás de la enfermedad que produce muerte, desaparece la enfermedad del dengue,
malaria, disentería. Así tras de buena educación desaparecen las personas, los seres
humanos.

Entonces es conveniente pensar en la historia de otro modo. En el sentido de que nuestra


historia deviene desde mucho tiempo atrás, nuestros padres, en lo inmediato, son parte de
esa historia, los padres de nuestros padres, nuestros mayores, los abuelos de nuestros
abuelos, también son parte de esa historia, de nuestra historia. Esto es importante
reconocer porque entonces podremos dar cuenta de que además de tener una historia
tenemos una cultura, pertenecemos a una cultura. Así como en el recuento de los
conocimientos, cada pueblo, tiene su propia historia. Su propio desarrollo. Las vidas de los
pueblos tienen algo en común, pero también tienen diferencias porque son diferentes las
realidades a las que se han adaptado. Los básico, la alimentación no puede ser satisfecha
del mismo modo en todos los pueblos, así como el vestido, pero todos tienen necesidades
de alimentarse y vestirse.

En la historia de los pueblos, llamados no desarrollados, debido a que nos “descubrieron”


empezamos a organizarnos, mejor nos organizaron a la usanza de los “descubridores”. De
la misma manera nos asignaron nombres. En la pretensión de reunirnos en unos solo
porque convenía a sus intereses, recaudar los impuestos para la corona, nos reunieron en
los “pueblos”. Y nos asignaron nombres que no reflejan nuestro pensar o vivir, usaron en
muchos casos nombres. En lo individual, considerando el criterio estético o la pertenencia,
por el tema de la esclavitud, nos cambiaron los nombres y nos asignaron apellidos, sus
apellidos.

Así nacieron las naciones, denominados países. Y a todos nos encajaron en esa idea,
aunque no nos podamos reconocer. Nos dijeron somos americanos, solo que, en el caso
del norte, nos convirtieron en su patio trasero como escribe Galeano. En este proceso han
pretendido que olvidemos nuestra historia, nuestro nombre, nuestra cultura y nos dijeron
que somos bolivianos. Lo Chiqutano, Moxeño, Esse Ejja, Carangas, Pacajes, Yampara y
otros han pretendido que desaparezca. Estos nombres que están vinculados con el pasado
de los mismos pueblos han pretendido ser remplazado por otra idea, el desarrollo, el
progreso, la civilización.
En nuestras formas de pensar paulatinamente fueron introduciendo algunos conceptos, la
intencionalidad que aceptemos su propuesta. Lo mestizo, la ciencia, lo moderno (ligado a
lo estético). En la historia de Abya Yala nos encontramos con un momento que es
trascedente para los pueblos indígenas. Habiendo llegado Hernán Cortez, a lo que hoy es
México, en la ambición de encontrar tesoros, particularmente el oro, que es lo único que les
interesaba, castigaba a los Mayas, a los Aztecas. Muchas veces asesinaron a la población
originaria. Los Caciques, con la intención de “calmar su ira” y detener la masacre, se reúnen
y deciden entregar a mujeres jóvenes a los españoles. Una de las jóvenes, hija de uno de
los Caciques, Malinche es entregada a Cortez. Como producto nació un hijo, hijo de la
Malinche y de Cortez. El primer mestizo había nacido. En la historia a este hecho se
denomina, la tragedia de la Malinche.

El pueblo azteca, a Malinche ya no la aceptaba porque sus formas de vida las había
cambiado, aceptó vivir como lo europeo. La mayor tragedia de Malinche radicaba en su hijo,
porque mientras crecía sufría un problema social, ideológico y de identidad, él creía ser algo
que no podía practicar y no podía practicar algo que el entorno no le permitía. El hijo, al ser
hijo no podía ser europeo, al ser hijo de Malinche, los europeos no le aceptaban, tampoco
podía ser Azteca porque los indígenas reconocían que era hijo de un europeo. El hijo
reclamaba ser europeo, por su padre, y no le permitía, no podía ser indígena porque él no
lo quería. Algo semejante ocurre con el hermano menor de Atahuallpa y Huascar, aunque
biológicamente no era mestizo, en su pensar, en la intención de no sufrir, decide aceptar a
los españoles y simplemente se convierte en un portavoz de lo europeo.

El hijo de Malinche, así como Túpac Hualpa, probablemente habrían tenido otro desenlace,
la condición que ellos decidan tomar el rumbo de su pueblo. Azteca e Inca, son los pueblos
y cada uno de ellos tiene su propia historia, su propia cultura.

La otra idea que socavaron en nuestro cerebro fue el de la modernidad. Desde que llegaron
los europeos al Abya Yala, trataron a los seres humanos de estas tierras como “salvajes”,
con todas las implicaciones que esta palabra tuvo y tiene. No tener una cultura, ser idólatras,
estar atrasados, etc. en consecuencia, había que civilizarnos, y esa fue su tarea. La primera
y gran empresa fue el de catequizar, y se inició el castigo, la persecución y muerte a las
idolatrías (saquearon los “templos” indígenas, Qoricancha; levantaron iglesias sobre las
waq’as, cortaron las manos y lengua a quienes osaban contradecirles, cambiaron los
nombres de los lugares y fechas, etc.) y en este proceso se dieron la tarea de “extirpar las
idolatrías” y escribieron libros para sus tareas, crearon recetas para convertir al cristianismo
a los indígenas. el resultado, que los indígenas, como estrategia de vida, mejor de
sobrevivencia, aceptaron su religión. Sólo que en lo más íntimo se guardaron no sus
costumbres, sino su forma de pensar el mundo, su forma de relacionarse con su mundo.
Este fue el primer paso para acercarlos a los conjuntos de población reunidos, los pueblos
y luego las llamadas ciudades, que al paso del tiempo fueron desarrollando algunos
complementos como el de las luces, en la actualidad, que deslumbran y se convierten en
una trampa porque a través de ello se logra incorporar en nuestros cerebros la idea de lo
moderno, de lo civilizado.

Lo moderno, el desarrollo viene “casadito” con otras ideas. Siendo que es de Europa que
viene los que viven en las ciudades, estas se las hicieron a la imagen de Europa, casas
ordenadas en líneas, calles en cuadrángulos, el color blanco de sus paredes, en ella viven
los benefactores de los indígenas, etc. Nuestro cerebro se fue “blanqueando”1, ya no
pensaba sino desde lo blanco como aspiración y como negación de uno mismo.

El proceso de la negación de uno mismo se fue trocando paulatinamente en un vaciamiento


de nuestra conciencia, sobre nosotros mismos, y sobre nuestros pueblos, sobre nuestra
historia. Esta es la razón de que trabajan con tanto ahínco en la idea de que la historia
empieza en cada uno de nosotros, para que olvidemos nuestra raíz cultural.

Y hemos perdido nuestra identidad. La modernidad con su empeño de globalizar nuestra


vida, nuestros pensares lo que parece haber alcanzado es la uniformización de nuestras
formas de pensar, inclusive el pensar sobre cada uno de nosotros mismos. Así el respeto
por la naturaleza desde la valoración de los pueblos a su entorno, se extravía y ellos hallan
el permiso para depredarlo dejándonos aún en la miseria más profunda o en su caso la
desaparición de los pueblos que aún cuentan su forma de vida y pensar. Nuestra identidad,
no la personal, individual sino la social, está en proceso de extraviarse, a esto también la
están sometiendo a la educación.

A. EL VACÍO DE CONCIENCIA SOBRE NOSOTROS MISMOS NOS HA VACIADO


EN INTENCIONALIDAD HISTÓRICA

Ubicarnos en un tiempo y en un espacio significa ser conscientes de quienes somos, cada


uno de nosotros, conciencia sobre la cultura de la que somos parte, conciencia de nuestra

1
Sugiero leer Franz Fannon
interrelación con la naturaleza de la vida y sus alcances y sobre todo conciencia sobre lo
que hacemos y debemos hacer.

Esta primera tarea sobre nuestra identidad, la conciencia sobre nuestra identidad es una
tarea personal. cada uno debe buscar su identidad social, la cultura a la que pertenece.

En el ámbito aymara sucede que es bien importante el futuro, pero sobre todo es importante
el pasado. Cuando existen problemas (ch’axwa) a nivel de las familias y en algunas
oportunidades a nivel de los ayllus, son los abuelos, pero no cualquier abuelo, sino son
escogidos entre los de mayor conocimiento y reflexión (chuymani jaqinaka). Ellos lo primero
que hacen es explorar el pasado, recuerdan cómo se vivía antes, la armonía en que se
llevaba la vida. Luego, reflexionan el presente, con las dificultades que se tiene, los
problemas que conlleva, las dificultades para vivir, para luego señalarnos el camino, aquel
que se vivió en el pasado. Este nuevo vivir no está referido a los recursos materiales de
vida, esto no es, no ha sido un problema, el problema es la forma en que vivimos y
pensamos sobre la vida. Por eso es que al fin los abuelos solucionan los problemas a partir
del entendimiento de la necesidad de vivir en equilibrio, en armonía, como un solo
organismo (ma wawaki irnaqañani).

Esta es una forma diferente a la occidental de ver el mundo, de solucionar los problemas,
de vivir. Para nuestros abuelos la vida tiene ciclos, estos se repiten cada cierto tiempo. La
comprensión de la vida es cíclica, todo vuelve a uno, no solo las cosas buenas, también las
malas (kutiyawinaka). Si se vive mal, mal se anda, como mal vivirán nuestros hijos y los
hijos de nuestros hijos. El futuro, su importancia depende de lo que han vivido nuestros
antepasados. Este es el mensaje de nuestros mayores. Entender este principio de vida es
importante, porque se convierte también en nuestro camino y nuestra aspiración de vida.
(nayra lup’inaka).

Otro elemento importante en la vida del pueblo aymara es la vida, el cómo se vive. En los
pueblos, cuando las visitas te aceptan sin dificultades, pero si se trata de intervenir en el
devenir cotidiano no te lo permiten. La razón es sencilla no eres parte de ellos, y no lo eres
porque no vives como ellos, no comes lo que ellos, no piensas lo que ellos, no practicas su
cultura. Esto nos enseña algo sencillo, primero debemos ser, sentir, pensar como parte de
los pueblos de donde salimos, con los que vamos a trabajar.

Cada uno de nosotros, siendo parte de un pueblo con una cultura definida, siendo
conscientes de esta realidad permitirá que nosotros, cada se comprometa con esa realidad.
Ya no será una obligación nuestro trabajo, como no será el criterio de que no tenemos otra
solución y resignarnos, sino tener un futuro por el que debemos trabajar.

La conciencia sobre nuestra historia ligada a la conciencia cultural está íntimamente ligada
a la conciencia sobre la naturaleza, los recursos naturales. Y si nosotros pensamos como
nuestros abuelos, la vida ante todo (jaqaña), entonces es pensar no sólo desde la
economía, sino a esta pensarla desde la vida. Esto último requerirá revisar nuestras ideas
sobre la vida y la economía.

TAREA:

a. Describe tu historia genética. Las relaciones existentes con tus padres, tíos,
abuelos, los abuelos de tus abuelos. Los lugares en que vivieron. Las formas en que
vivieron. Sus formas de pensar, sus aspiraciones, sus recomendaciones.
b. Realiza un comentario sobre tu historia, comparando con la historia de los pueblos.

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