Está en la página 1de 13
LA DIMENSION TEOLOGAL DEL HOMBRE (ID) Capitulo 2: EL HOMBRE EN EL “PLAN-PROYECTO DE DIOS” (ID) (@) SUMARIO |. EL HOMBRE “IMAGEN DE DIOS” EN EL ANTIGUO as Falerment 1. EN EL NUEVO 1. Fundamento biblico 2. Evolucién ulterior de esta doctrina 2.1. En los Padres de la Iglesia 2.2. En la reflexién teoldgica reciente 23. La Cristologia, clave de la Antropologia Ill. TEOLOGIA DEL QUEHACER HUMANO EN EL MUNDO 1, Signo de los tiempos 2, Problema 3. Opiniones 4, Método 5 Solucién 5,1 El hombre en el mundo 5.2. Actitud del cristiano ante el mundo 5.3. Ambivalencia del trabajo y del progreso material 5.4, Conelusién 4 ‘TRX'TOS COMPLEMENTARIOS Y PISTAS DE REFLEXION ES) MARCO REFERENCIAL Capitulo 2: EL HOMBRE EN EL “PLAN-PROYECTO- DE-DIOS” (11) I. EL HOMBRE “IMAGEN DE DIOS” EN EL ANTIGUO TESTAMENIO. Para expresar el puesto del hombre en el universo, el Génesis haacufiado una idea basica: el hombre —a diferencia de las demds creaturas— ha sido hecho “a imagen y semejanza de Dios” (Gn 1, 26-27) . fs la declaracion mayor acerca del hombre que hallamos en la Biblia, y enaltece enormemente al hombre. Por de pronto, en el Antiguo Testamento (que prohibe severamente cualquier imagen de Dios) decir que el hombre es “imagen de Dios” es exaltarlo enormemente. Notemos que en muchos pueblos orientales (Egipto, Mesopatamia) el rey era hijo ¢ imagen de Dios, pero sélo desde su coronaci6n Segiin el Génesis, en cambio, todo hombre es “imagen de Dios” desde su misma creacién. Y se trata de, uns@ardcter esencial, que clshombre, Gainsinite a sus descendientes (por ejemplorAdin transite aSet:Grrs,3). El tema de la “imagen de Dios” vuelve a. menudo en la Biblia, adquiriendo un sentido siempre.mas profundo y preciso. Es de maxima importancia determinar exactamente el sentido que el autor inspirado le da a esa expresién . Por eso hay que acudir al contexto y no centrarse en un anilisis detallista, perdiendo de vista el conjunto. 1, LA SAGRADA ESCRITURA a. El contexto de Gn 1, nos dice que el hombre esta en la cima del mundo material. “En Gn I se describe la produccién escalonada del mundo desde Ia naturaleza inanimada hasta la viviente, y al final la creacién del hombre como coronacién del universo. Gn 2, mas préximo a los mitos extrabiblicos ofrece un cuadro distinto: Dios forma primero al hombre del barro y le infunde la vida Después construye Dios a su alrededor el marco y entorno humano: e! jardin del paraiso, los animales, la mujer. ‘e ha caracterizado asi esta diferencia: en Gn I el hombre es el vértice de una pirdmide, en Gn 2, es el centro de un cfrculo”’. Todo esto indica que el mundo que Dios crea es el mundo del hombre y para el hombre. Toda la cosmogénesis est orientada a la antropogénesis. La Preacion del hombre corona las “obras” anteriores, a las que da un nuevo sentido, “,Qué hubiera sido un universo sin la presencia del home para que shablara’ en su nombre? Si ‘los cielos cantan Ia gloria de Dios, y el firmamento anuncia ta obra de sus manos’ (SI 19,2), es porque el hombre 1 SCHELKLE K.M., "Taologia dol Antiguo Testamanto’, | Creacién, Barcelona, 1975, P 1a gone el cosmos en ‘palabra’ por su experiencia religiosa, Io hace gible’ por su inteligencia y su asombro, lo ansforma y enriquece Por su ciencia. El hombre es, por eso, el ‘descubridor’ y el ‘dec’ es : ‘ y ‘idor’ del EI Vaticano I, al abordar el tema de la “Digni no II, le la “Dignidad de lz ” s ae comienza proclamando al hombre enti y cima de Roeaciet" © hace mel ‘Gees gue, en el aes de la creacién, pone en labios de D 1 y elocuente (“Hagamo: " ibuy Dios una aceién directa y especial, no empleada con Tos animales Gh pe 41 Salmo 8 diré: “Lo hiciste poco inferior a seres divinos” (elohim) El hombre, en su integridad i i re ib orsesio. I , es la epifanfa de Dios, la forma visible de lo divino en “Flecha de la creacién” —diré Tei i : eilhard de Chardin—, “obi ae ft povenca organizadora del cosmos". El resto de ‘a reelidedaul jando su valor s6lo en la medida en que es ca ini n 5 paz de ser hominiz y humanizada, es decir, de ser “dominada por el hombre” que Ca su sello espiritual, y “puesta al servicio de su person: in”, oriel : a ‘icio dk le su personalizacién”, orientada aa El hombre es la finalidad inmanente del universo. sc En segundo lugar, el hombre es el tini i i i : dale peep ae ieee ser a quien Dios puede tratar de a “imagen de Dios”, por consiguiente indi . L : , parect ca dialogar con Dios, es decir, de entrar en relacién “pe ae Conocimiento y de amor, relacién que supone escuch: a ella mediante un compromiso libre. ; ‘a capacidad de didlogo implica la constitucis a r 0 stitucién al sushi biblico de ae es de “Dios de Israel, Wvador" Bl std con su pueblo, Dios que habla y exige Revel nombre y llama por su nombre alos que elige: Abrahn, Isaac Jack Es ui s i n Absoluto Personal que entra en relacién con personas humanas a diferencia de los ot ios “tier earapeia cs os otros dioses que “tienen boca y no hablan... orejas y no oyen"’ ser capaz de |, relaciénde abode Matin Buber El ran acontecimieno de Israel noes el de raber ens tinico verdadero Dios, quién es el Dios tinico, ori a hoe Ss, ql S el 108 Unico, origen fin de todo to que existe eel habee motrado que era posible en redid arle, decirle TG, mantenerse de pie ante su rostro... Es Israel el primero que comprendié y, mucho més, vivid la vida como un didloge tehene ivid la vida como un didlog c. Finalmente, la Biblia tien i i - 6 a e una intencién marcadamente finalista: pregunta “de donde” viene el hombre, sino ea Bu ea ie le i a ne aBraRimacton mayor al texto nos Ileva a descubrir un papel especial d iegeetant ance He oe aaa el mundo material; el hombre es cooperador , los, domi p: ne inador de Ia naturaleza y autor de su propia “Cuando Dios nos creé a su i ; » Dios nos a su imagen - imagen de Creador”, BL Dioe-Greador ¢ lice P. Claudel— nos cred a su a al “hombre ereador”, “Si el hombre 1 GROATTO S,, "EI hombre nal mundo", 1, Buenos Aira 1974, p. 100, El texto biblico c 9, pf nismos ai est ) estd hecho ‘a imagen de Dios’, lo es con respecto a ese Dios que acavee descrito en la narracién cosmogénica, o sea el Dios creador; el hombre por lo tanto. aparece signado con una cualidad creativa”!, Sin contar que a continuacién se le asigna el poder de dominar la naturaleza, expresamente. ‘Analicemos. ,Qué significa para el semita “imagen de Dios”? La palabra “imagen” no esté usada en sentido débil y metaférico —palida representacién—, sino en sentido fuerte y realista. Es, en general, cierta presencia de una persona 0 cosa, sellada con los caracteres de la misma. La “imagen” hace presente a alguien, “ocupa el lugar de” alguien, y esté adornada de sus cualidades. Pues bien, ,cémo es ese Dios a cuya imagen somos? Yahvé es en la Biblia creador, Sefior omnipotente, infinitamente libre, dotado de dominio universal, El conduce la historia. De modo que si la “imagen” expresa y hace misteriosamente presente a una persona, si es su aparicién en relieve, hay que concluir que el hombre, en relacidn con la tierra, es libre, soberano del universo, representante de Dios en ei mundo, destinado a (ransformarlo dindmicamente y hacerlo progresar. ifsimia; el hombre ha sido colocado en el universo como jente de Dios. Todas las demés creaturas — y los rdenados a él y sometidos a él (Gn 1,14; 1,28; 9,1- Con a aparicién del hombre, Dios cesa de crear y entra en su “descanso” (2,2). En adelante sera el hombre, su imagen, el “creador” en este mundo, __ El relato mitico de un Dios que conduce todos los animales hacia Adan ‘a que “les ponga nombre” (Gn 2,19) equivale a entregarle la soberanfa sobre ellos. Poner un nombre es, entre los semitas, un acto de dominio. La imagen de un rey erigida antiguamente en algin territorio conquistado se consideraba como un signo de dominio. “Del mismo modo, observa H.W, Wolff, el hombre es puesto en la creacién como estatua de Dios”. — Los libros sapienciales insisten: “a imagen suya los hizo, de una fuerza como la suya (!) los revisti6” (Eclo 17, 2-3). En Job se describe hermosamente cl dominio del hombre en el mundo, el triunfo de la técnica en mineria (28, |» I). Sobre todo Gn 1,26 pone en paralelo “a imagen y semejanza” y “dominen”; y prosigue: “Ilenad la tierra y sometedla; dominad en los peces..” (27-28). El Seftor les encarga el dominio de los animales y de Ja tierra, Estos dos mbitos expresan el horizonte cultural de entonces e implican los dos grandes avances de la humanidad con ta domesticacién de tos animales y fa agricultura, Por eso podemos “descubrir en el texto una intencién muy {elesedpica de Dios que hace a todo hombre (jno al rey!) duciio y senor de toda la tierta, No para una ‘posesidn’ egotsta, sino como proyecto". 1 CROATTO S,, "Ei hombra an ol mundo sagtin ol Gér Rov, Biblica, 1972, 1, p. 48, 2 WOLFF H.W,, "Antropologla dol Antiguo Testamanto’, 0. ai. 9 GROATTO G,, *Liberacion y libertad", Buenos Alras, 1079, pp. 67-60 Como vemos, en la visién biblica el mundo intocable, Ambito de los dioses: el mundo es el lug: llamado al compromiso histérico y a transformar el mundo “en libertad”, Pero la técnica “de por sf es ambivalente, como yeremos/, Las estructuray del mundo actual sirven para privilegiar a unos y oprimir a muchos ya no es algo sag ar del hombre, el cual ex 2, EVOLUCION ULTERIOR DE ESTA DOCTRINA ot Los Padres de la Igl primitiva tratan de teorizar sobre la Biblia, Para Platén es el alma Ja que puede ser semejante a lo divino. Y como los primeroy escritores cristianos son platénicos, ubican la “semejanza” con Dios en el alm espiritual; no en el cuerpo, porque Dios no lo posee. Hay aqué influjos dualistas, La espiritualidad es, si, la rafz éntica del dominio, del didlogo, et Pero la Biblia ve la “imagen” no ontolégicamente (en el funcionalmente, en una determinada “actividad” del hombre. Para la Biblia, entonces, nuestra grandeza o ingularidad como seres humanos no consiste en la racionalidad o en la inmortalidad del alma, sino en el hecho de que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Sdlo mas tarde, por influjo de la Filosofia helenistica, ‘se interpreté aquella semejanzi fae referida a la inmortalidad (Sb 2,23), Y los Padres siguieron la misma nea, er"), sino __ b, Entre los tedlogos escolasticos citaremos a Santo Tomas ejercido mucho influjo en la teologia reciente, _ Para el doctor Angélico todas las criaturas guardan cierta sem Dios; pero frente al hombre resalta una diferencia fundamental: A — Las criaturas irracionales son Iamadas vestigio® asf como por el vestigio o impresidn del pie se puede Caer oamente, al autor de esa huella, asi por las criat ‘reador. yet cual ha nz CON __ Pero a nadie se le ocurre decir que la huella que dejé el pie es una “imagen”, una representacién de la persona que pasd, Es preciso que se le asemeje més, que reproduzca de alguna manera su naturaleza (su “forma”), ~ El hombre, prec’ samente, por su naturaleza intelectual, por ser un espfritu que entiende y quiere, es imagen de Dios. En efecto, Dios es Espfrituy Nosotros también tenemos una dimensidn espiritual, somos como una “foto viva" de Dios, c, El Magisterio reciente sigue la interpretacién que, bajo su guia, hemos dado, Nétese que el Vaticano I es el primer Concilio que trata explicitamente del tema de “la imagen de Dios en el hombre”, La Constitucién “Gaudium et spes”, interpretando, sefiala la “capacidad de conocer y amar a su creador”, es decir, la capacidad de didlogo con Dios, como hemos. sefalado (1, b). Pero alli mismo (n° 12) afiade el sefiorfo sobre toda la creacidn, citando el salmo 8°, Mas adelante desarrolla este tema del “dominio” del mundo, y presenta una espiritualidad cristiana del trabajo como manera de 1 Ct, Apartado Ill, 6.9, 2 Cl, Suma Teoldgioa, |, 4. 93, a. 4, 6,7, 8 240 expresar y actuar la imagen de Dios mediante ta obediencia y la fidelidad a la tarea recibida del Creador (GS-34). — Siguiendo a los Padres que ven en la “imagen” la semejanza especial con Dios que nos confiere la gracia (S. Ireneo, $, Gregorio de Nisa, ete.), el Concilio también inserta la imagen en el contexto de la Historia de la Salvacién, al decir que qued6 disminuida por el pecado (n° 13) y restituida por Cristo como capacidad para cumplir con la nueva ley del amor (n° 22). Pero aflade que esta imagen se encuentra de algtin modo en cada uno de los hombres, y, por eso mismo, todos tienen la misma dignidad y han de ser tratados con igual amor (GS-29; NA-5). Il. EL HOMBRE “IMAGEN DE CRISTO” EN EL NUEVO TESTAMENTO Bl tema de la “imagen” se va revelando progresivamente en la Biblia y se va profundizando a medida que avanzamos hacia la “plenitud de los tiempos” Hemos visto el sentido que tiene en el Génesis la “imagen de Dios”, Se re sobre todo al sefiorfo del hombre sobre el cosmos. Ireneo de Lyon dice que el A.T. todavia no podia desarrollar en toda su plenitud la verdad relativa a la “imagen de Dios” en el hombre, porque atin no se habfa realizado en él la imagen perfecta de Dios, que es el Logos hecho, hombre. re! a ia ea eu es N.T. nos invita a formular esta pregunta; Cuando Dios VY) me hk. n quién pens6?, gquién sel HOMBRE TIPO, el =, |. hombre por excelencia, que refleja con la maxima perfeccidn el rostro de 4 Dios Padre? Cual es el “proyecto de hombre nuevo” que hemos de construir? ,Cudl es el rostro ideal del hombre realizado? 4 Y la respuesta global es ésta: cuando Cristo, “luz del mundo”, vino a proyectar claridad sobre la historia humana, nos dio a entender que “li imagen y semejanza ideal”, a la cual debfamos conformations, configurarnos, los hombres, era El mismo, “imagen perfecta del Padre", cabeza y arquetipo de la humanidad Segiin esto la Antropologfa Filosdfica es radicalmente ineompleta, imperfecta. 1, FUNDAMENTO BIBLICO ‘a. Refiriéndose al Génesis San Pablo piensa que cuando Dios dijo del hombre que esté hecho “a su imagen y semejanza”, no pensaba tanto en Adan como en Cristo. Adan sdlo era “figura del que debfa venir (Rm | 14), del “nuevo Adan”, el cual mas que el primero es “imagen de Dios” (2. Co 4,4; Rm 8,29), la Palabra de Dios hecha hombre (Jn 1,14), in Clemente de Alejandrfa dirt que Gn 1,26 es una promesa profética del verdadero hombre, Fesucristo, ¥ a su imagen ha sido hecho el hombre, a imagen del Cristo futuro (“imagen de la imagen"; San Atanasio). Por eso el que le ve, ve al Padre (In 14,6-11). do luego la Sabidurfa del A.T. que, segiin los Libros Sapienciales, Pr 8,22 gs,), aflade Pablo que Cristo, b, vo u imagen exacta de Dios” (Sb 7,25 884 24a. pejo”, “resplandor”, impronta” de la esencia divina (Hb 1,3), es la imagen perfecta de Dios, y que verlo a El equivale a “contemplar la gloria de Di perfecciones) que brilla en el rostro de Cristo” (2 Co 4,6). ‘ volviendo al sentido del Génesis— el N.T. nos dice que Cristo, vencida la muerte con su Resurreccién, fue constituido Sefior universal (Kyrios). Bl “seforfo”, la funcién de dominar, vimos que en el A.T. es lo primero a que alude la imagen de Dios. Un nuevo titulo, entonces, para considerar a Cristo “imagen perfecta del Padre”. ' c, Ademas | J personalmente, se presenta con la pretensién radical de ser el sentido”, el “para qué” concreto de la existencia humana, el proyecto definitivo y tiltimo del “hombre realizado”. Frente a El todas las instituciones el Templo, el culto, la ley— pasan a ser funcionales, relativas. “Os dijeron, pero yo os digo!” ‘a 2, EVOLUCION ULTERIOR DE 2.1, En los Padres de la Iglesia San Ireneo dice abiertamente que “Ja imagen de Dios es el Hijo, a cuya imagen fue creado el hombre™!, EI hombre ha sido creado por su causa, como uun esbozo previo de Jesucristo. Ha sido creado no directamente a imagen de Dios, sino a imagen de Cristo: el hombre es “imagen de la imagen’. Ya en sus comentarios al Génesis, algunos Padres afiaden la semejanza especial que confiere la gracia (S. Ireneo), la cual nos hace “deiforme: ” (los Alejandrinos, S. Gregorio de Nisa). B] mismo San Ireneo distingue entre “imagen’jque/es participacién_ mas, imperfecta de Dios, la cual radica en Ja misma naturaleza humana (raéiont a y “semejanza”, que consiste en los dones de la graeia, obra del Bs; Santo, Ademis, desde San Ireneo, el tema de la “imagen” constituye el trasfondo. de la Historia de la Salvacién: STA DOCTRINA en la creacién, el hombre posefa la imagen de Dios; queds luego ofuscada por el pecado; pero Cristo la restaur6, — y debe resplandecer siempre mas por la vida cristiana, —- hasta alcanzar su plena perfeccién en la vida divina. San Agustin veré una “imagen de Trinidad” en la estructura sicolégica del hombre. ara San Gregorio de Nisa, la “semejanza” del hombre es dindmica, puede crecer; Dios ha dado al hombre no sdlo el dominio sobre las cosas, sino igualmente sobre sf mismo, haciéndolo responsable de su desarrollo humano, Kntre los. tedlogos citaremos solamente a Santo TomAs, el cual, teniendo en cuenta las diversas etapas del progreso humano hacia el Cristo glorioso, observa que la imagen de Dios se realiza: en su plenitud, en Cristo, que participa de la misma Padre; secundariamente, en los bienaventur aturaleza del Jos de la etapa escatologic 1 Advorsus haeresos, V, 16,2; v Epldolxis, o, 22. 2 ikon kat’elkona’, 8, ATANASIO, "Contra Gentes", 2, PA, 26, 242 luego en lon justos, durante su vide terrena (imagen de "He creacién”). Los pecadores sélo poseen Ia imagen de “ereacién”, por la naturaleza intelectual, que les hace capaces de recibir la graci tl 2.2. En la reflexion teoldgica reciente Los Padres, como vimos, dicen que Cristo es el “modelo! a euya imagen fue hecho el hombre, d se los albores de la historia: Cristo ex 10 primero que ha querido Dios, y el hombre ha sido creado como un “esbozo previo” de Jesucristo. FI Vaticano IT, a su vez, nos dice, en prieta sintesis, que Cristo es el “hombre perfecto, el ideal, el que manifiesta claramente qué es el hombre y qué pensé Dios de ét” (GS-22), Es decir, Cristo, e! hombre perfecto, es {1 que configura todo el plan de Dios sobre el hombre, ese “proyecto” denominado “misterio” por San Pablo. ‘Ahondemos un poco més: gquién es Jestis y qué significa para nosotros? a, Cristo es realmente hombre Al decir a secas que “Jesucristo es Dios”, muchos cristianos yen desdibujarse los rasgos humanos de Cristo, reducidos a pura apariencia, y Negan a concebir la “humanidad” de Cristo como un abrigo viejo que un rey se pone para parecer mendigo y viajar de incégnito. ¥ no es asf: el Dids que se revela en Jestis es profundamente humano: se indigna, Horan: muchas cosas, es tentado (Hb 4,15), siente el abandono de Ios styds y-sufte el silencio mismo de Dios (Mc. 15,34). No, Jestis “no hizo Nocrh ni en-Getsemunf, ni en la Cruz, ni ante el sepulcro de Lazaro... b. Pero el hombre que emerge en él es divino Decimos “que emerge en él “. No hay que yuxtaponer en Jestis “divinidad” y “humanidad”: su divinidad no es como un sombrero puesto a Ja humanidad, Jide Gonzdlez Faus, ni su humanidad un simple vestido que se pone [a divinidad!, Hay que ver las dos dimensiones de Jestis unificadas en la accion, Dios, que nunca habfa dado definiciones de sf mismo, sino que Ke habia manifestado a Israel “en su mismo actuar”, obrando en favor de su pueblo, no cambié de método traténdose de Jestis. La primera comunidad cristiana, bajo el influjo del Espiritu, descubre que el “decit" y “hacer” del hombre-Iestis se identifica con el decir y hacer proplos y exclusivos de Dios; descubre que en la humanidad de Jestis, Dios se nos manifiesta el mismo, que en Jesucristo Dios se nos dice humanamente... y se nos dice divinamente el hombre. Por eso en Jestis podemos conocer al hombre y a Dios al mismo tiempo. pecados, realiza obras “que no son infas —dice— sino del Padre”, se atreve a afirmar que la tinica forma de que nesotros conozeamos Dios cg “reconociéndole” en él mismo: “Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Sadre le conoce bien adie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera reve'ar” (MU11,27), Jestis perdona lo: 1 GONZALEZ FAUS 4, "La humanidad nueva", Santander, 6a ed, vo'!, Ps 627, Cristo es Dios de una manera humana, Cristo es hombre de una manera divina, Jestis es la forma humana de decfrsenos Dios: en él Dios se autoexpresa (se encarna) de una manera definitiva ¢ insuperable, en él Dios se nos hace plenamente presente y activo, en él Dios empiezi A ser “otro”, sin dejar de ser “él mismo” (Hb 1,1-4; n. 14), De abt que a partir de su misma humanidad podamos ver la divinidad de Jestis, Por eso Juan diré que Jestis es 1a Palabra (no “una palabra mas” sobre Dios) y Pablo‘dira que Jestis es la imagen, la foto viva de Dios “Siempre que se dice que ‘Jestis era Dios’, hay que afiadir: pero no un Dios sin rostro, al que se pueda poner el rostro que a cada cual le convenga. Sino Dios con un rostro humano bien definido”!. oc. gCudil es el rasgo mas profundo que caracteriza la persona de Cristo? Jestis se mostré totalmente vacio de sé mismo y totalmente abierto a los otros y al Gran Otro, Dios. Por eso podia ser completamente colmado por los otros, a quienes acogia siempre tal como se presentaban, Pero particularmente con Dios cultivé una relacién de extrema intimidad, tan profunda que en Juan hallamos esta expresién: “Yo y el Padre somos uno” (Jn 10,30). Fistaba absolutamente vacfo de sf mismo y completamente colmado de la realidad del Otro, de Dios Padre, a tal punto que carecfa de personalidad humana, de “hypdstasis” (como dice el Concilio de Calcedonia), de ese permanecer en si mismo y para sf mismo. Pero esto, lejos de ser en él u imperfeccién, constituye su maxima perfeccidn; {no hemos visto que saliendo de sf, el hombre queda més profundamente en si mismo, que dandose, recibe y posee su ser? Jestis, porque vivid todo eso en forma insuperable, fue el hombre por excelencia (“ecce homo”). Decir que la persona de Cristo es divina, equivale a decir que cl sustrato tiltimo (el duefio, el sujeto, la fuente) de su inteligencia, de su voluntad y de sus sentimientos, es Dios. Con otras palabras: donde esta Jestis, esté Dios; cuando Jestis habla, perdona o alienta, es Dios quien habla, perdona 0 alienta. Por eso puede decir a Felipe: “FI que me ha visto a mf, ha visto al Padre” Un 14,9) La Enearnacién es la unidad inconfundible inmutable, indivisible ¢ inseparable de Dios y del hombre en uno y el mismo Jesucristo, siendo Dios siempre Dios y cl hombre radicalmente hombre. Jestis-hombre es Dios mismo cuando entra en el mundo y cuando él mismo se hace histori; (In 1,14). Hijo de Dios lo era desde siempre, pero se patentiz6 en la resurreceién en que “cl Padre lo constituyé Hijo de Dios en plena fuerza” (Rm 1,4) La resurreceién manifiesta toda la profundidad de la comunién y 4 de Jestis ante: pertura escondida, limitada por el espacio-tiempo: la universal y maxima 1 GONZALEZ FAUS J.l., "A proposito do ‘ta dltima tentacién dol Cristo’ ", on rev, Christus, "México, n° 624, abril 1989, p, 52, 2 Cf, GONZALEZ FAUS J.) "Esto os ol hombre", Santandor, 1980, pp, 30-92. 244 oe apertura a toda la realidad cdymien, humana y diving, hasta et punto que Fabio puede decir de Jests renueltade que es “todo en todas las cosas” (Col 3,11), d. Pero-gqué signifien Cristo para Si Jestis es verdadero hombre, consustancial a nosotros, Co! Calcedonia, entonces lo que se afirma de 61 debe afirmarse también, en alguna medida, de cada hombre. A partir de Jests, el mas perfecto de todos los hombres, podemos entrever quiénes y cémo somos nosotros mismos”! Tratemos de penetrar en esta idea. Sabemos que el hombre es un ser hambriento de trascendencia, sediento de valores; que esa sed se manifiesta en la “apertura’” y en la “entrega” de sf mismo al otro. Pero sabemos también que en esa dindmica de dar y recibir el hombre es insaciable, que experimenta la necesidad consciente de darse y sentirse aceptado por Alguien que sea sentido y crefdo como “el Otro por excelencia”, como el vértice de toda alteridad, como el horizonte infinito sobre el cual todos los otros se recortan, como Aquel que es el Valor de los valores, ¢] que Jos crea y los fundamenta todos. “Nos hiciste, Seftor, para Ti, ¢ inquieto estara nuestro coraz6n mientras no descanse en Ti”, decfa el gran Aurelio Agustin. También Santo Tomas definfa al hombre como un ser “capaz de Dios” y que tiene un “deseo natural” de Dios, es decir, una tensidn natural hacia El, inscrita, dirfamos, en su propia sangre. Esto nos hace pensar que asf como el ojo se hizo para la luz y el titero para el hijo, asf el hombre se ha hecho para la encarnaci6n de Dios en a. Pues bien, Jestis-realiz6 en forma absoluta y cabal esa capacidad del hombres hasta identificarse con el Infinito. “La encarnacién significa la realizacién exhaustiva y total de una posibilidad que Dios colocé, por ta creacion, en la existencia humana”. La divinidad de Jests constituye li maxima potenciacién y perfeccién de su humanidad. Pero gsera posible que tinicamente en Testis sea satisfecha esta sed ardiente de Ja naturaleza humana? No. Dios que nos ha hecho para él, que nos ha construido como sujetos encamados, histéricos, comunitarios, ha querido saciat nuestra estructura humana: nos ha dado a su Hijo y “nos ha predestinado a reproducir la imagen de su Hijo para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos” (Rm 8,29). Por tanto, la encarnacién no es algo que ocurrié entre Dios y un hombre aislado, sino entre Dios y la humanidad entera. “El Hijo de Dios, por la encarnacién, se unié de alguna manera a todos los hombres” (GS-22). Gracias al Resucitado que, al comunicarnos su Vida, su Espiritu, nos “in-corpora” a El, nos denominamos y somos realmente “hijos de Dic (1 Jn 3,1-3), hijos adoptivos, “hijos en cl Hijo”. “Dios se ha hecho hombre —dice audazmente San Atanasio— con el fin de que el hombre Hegue a ser Dios" El hombre, entonces, “pasién de divinidad”, ya no es “una pasidn intitil” —como pensaba Sartre—. Jestis iluminé el dinamismo humano al 4 BOFFL,, “Jesucristo y la liberacién del hombre", Madrid, 1981, p. 215. 2 BOFFL,, ibid. 3. S. ATANASIO, “De la Encamaci6n del Verbo", 54. 245 decimos que no es un dinamismo sin rambo, sino que es un dinamismo vanes ; hacia la filiacién”, hacia Dios! La persona es, sf, autoconclencia y libertad; pero también esencialmente comunién, apertura, relact6n, didlogo... Concluyendo; en el orden hist6rico-salvifico actua Fea ea inetlo) orc eni ii orice sal ficovaciulno/hay homies algun Cilste representa para nosotros un desalfo: i invitacion a a east aree rig terige, como tates principal ‘proyectado sobre el modelo de nas y mais a todo y a todos para poder ser —como B1— colmados de ta ga, 0 tarea principal de su vida, la de tomar conciencia comunicacién humana y divina. su realidad de fondo, aceptarla, explicarla y traducirla en su vida , hasta ser reconocido como “otro Cristo”. Esto no se considera un “afiadido” al ser del hombre, sino su estructura Un detalle més. En Cristo observamos wn proceso, una transformacién, una Pascua: un paso de la muerte a la vida, de esta vida a la otra. Jesiis muere, y con su. muerte muere el “hombre viejo”, el de pecado y ndamental. Bs lo que dijo et Vaticano Il: “Cristo manifiesta plenamente el hombre al eset el pombe nuevo”, vitalizado por el Espiritu, dotado de un cuerpo opio hombre e Si a imi 46n” glorios ‘itivo. Fee nec, ccscubre Ja sublimnicad de st Yoraeion (GS-22). Hl nos Bees bien, El viv en f tipica lo que ha de vivir cada eristi s que nosotros somos para nosotros mismos. Seremos nosotros en UES Dien, vivid en forma arquetipica lo que ha ce vi ade crise ne isMOs, Si Somos, de alguna manera, Cristo. ‘Tenéis que despojaros del hombre viejo que se corrompe y revestiros del nuevo, creado segtin Dios” (Ef 4,22). Tenemos que someternos a un “proceso pascual”; sobre todo morir al egofsmo y rev stir la vida nueva del amor. Cristo es el modelo basico de una manera de ver y vivir la vida, modelo © ira Como dijimos al estudiar lo especffico de la moral cristiana? ésta se centra el seguimiento de Cristo. El es el “arquetipo divino”, el proyecto-de-hombre que hay que realizar de infinitas maneras, de acuerdo con los diversos que hemos de ajustarnos si queremos crecer y hacer crecer a nuestros momentos, lugares y personas. El ofrece, lejos de todo legalismo y de toda ni panos Brito es la clave de nuestra realizacién histérica y eterna. : casuistica, orientaciones, directrices, ejemplos que invitan, obligan y exigen. en B ct a ris i . 4 ny Pe Ce een Fable ieoroduerendo siempre “Bn resumen: tanto para el individuo como para la sociedad, pra Ce eer tro ea er Jesucristo es en su persona, con su palabra, con su accién y con st who!'yo lo soy de Cristo”. s Cis adores —afiadfa— destino, una invitaci6n: “Té puedes’; un Hlamamiento: “Td debes’; un reto: “Tid eres capaz! yy, por tanto, un modelo bisico de un nuevo camino en la Imitar a Cristo no es un mimetismo externo y superficial que nos 1. vider de tin nuevo estilo de vida, de un nuevo sentido para la vida"! despersonaliza (alienacién), como quien imita un {dolodel eine o de ta t Discfpulo de Cristo no es el que aprende un catecismo de memoria, ef cancion. quéprofundiza en su doctrina, sino aquel que entra en contacto intime Imitar a Cristo es un realizarnos como lo que somos, hijos de Dios, con Cristo, cl que le “sigue” bajo el influjo del Espiritu, de ese principio Es vivirlo dentro de nosotros en nuestra vida familiar, profesional, interior que “obra en él el amor”, que le hace amar, docente, etc., tratando de hacer continuos reajustes de cara a nuestro Y¥ el que quiera “seguirle” tendré que preguntarse en cada enertieijadit ejemplar. vital: “7 Qué harfa Cristo en mi lugar?”, ,qué debo hacer aqui y ahora para pertenecer a su Reino?... y escuchar la respuesta del Espiritu que obra en su interior, Digamos, por iltimo, que si esta vida de amor no quiere, pe angelismo, tiene que comprometernos eficazmente en la transformacién de la sociedad. Porque el hombre concreto es un hombre “‘situado y fechado” No se puede crear un “hombre nuevo” sin poner en cuestidn cl entorno econémico, politico, cultural, familiar, educativo, etc., en que se halla sumergido. No existe hombre nuevo sin nueva sociedad, y no existe nueva sociedad que no termine por configurar al hombre nuevo. “El desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la propia sociedad estin mutuamente condicionados” (GS-25). 4Y en qué hemos de asemejarnos a Cristo? La actitud fundamental de Cristo fue la entrega al Padre y a los hermano: sulmente Jestis se “vacié” a sf mismo (La “kénosis” de que habla S. Pablo): » fue nada para sf y fue todo para Dios y para los otros, “el hombre para los “mds”. Su esencia es autoentrega, autodonacién. El estaba absolutamente sierlo para todos, no hacfa discriminaci6n de personas, abrazaba a todos en su s0F ilimitado, especialmente a los descalificados religiosa y socialmente. Sabemos que la autoentrega, la autodonacién, es el hecho fundamental de la

También podría gustarte