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“No quiero ser la hija de Stalin”

Por: Samuel López*

“Para mí era una figura trágica, como escritora tuve la oportunidad de organizar todo lo que
ella vivió” expresó Rosemary Sullivan mientras contaba apartes de su más reciente
publicación, La hija de Stalin: La extraordinaria y tumultuosa vida de Svetlana Alliyeva.

Entre tormentosa, caótica, trágica, con amores, desamores y estafas como esas historias de
telenovelas fue la vida de Svetlana. Con el deseo de escapar de la crueldad de su país
sorprendió al mundo entero cuando huyó a los Estados Unidos.

La escritora la retrata como una mujer desprendida de los bienes materiales y al dinero.
Con una vida alterada, cambiando de casas, vida y hasta de compañeros sentimentales.
Escapa de todo lo que le recuerde a Rusia, pero de lo que jamás ha podido huir es de la
sombra de su padre Stalin

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