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Radical o Liberal en el Evangelio

Jesús fue radical en la decisión de la predicación del evangelio, para el


era una necesidad predicar a toda persona. La proclamación de la
palabra era más importante para el, que las necesidades básicas de la
vida, como: Comer, dormir, descansar o cualquier otra cosa. No hubo
nada más importante en la vida de Jesús que la predicación.

1. El apóstol Pablo fue muy radical en su decisión de predicar el


evangelio. 2da de corintios 4:13 “Nos difaman, y rogamos; hemos
venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de
todos”.
1.1. Hay que tener seguridad del llamado divino de ganar a la gente.
2da de Corintios 4:1-2 “Así, pues, téngannos los hombres por
servidores de Cristo, y administradores de los misterios de
Dios.  Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada
uno sea hallado fiel”. 
Gálatas 1:15 “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde
el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia”. 
1.2. Los sufrimientos por causa de los perdidos producen en
nosotros una gloria mayor. 2da de Corintios 4:15 “Porque
todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para
que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de
gracias sobreabunde para gloria de Dios”. 
1.3. Una misión delegada por Dios, como embajadores 2da de
Corintios 5:20 “Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos
en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”
1.4. Una entrega total a Dios, Gálatas 2:20.  “Con Cristo estoy
juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
1.5. El trabajo como un obrero aprobado. 2da de Timoteo 2:15
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
palabra de verdad”. 
Un mandato a predicar en todo tiempo. 2da de Timoteo 4:1-2
“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que
juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su
reino,  que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina”. 

Conclusión:
La tarea de predicar descansa en el compromiso asumido por
nosotros ante Dios, como muchos de nosotros asumimos este
compromiso ligeramente. Una tarea tan comprometida con la
salvación eterna de aquellos que van rumbo a la condenación,
queda en manos de personas que la realizan de forma
melaganaria.

Esta labor en la iglesia neotestamentaria fue asumida por


hombres y mujeres de forma radical, no solo estaban
dispuestos a hacerla sino que pusieron su propia vida por la
causa del Evangelio

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