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VV COT ML. mJ erly) Oy Palenque Ny Diectora: Oliva Diaz-Granados Etor: Femando Toledo Cooidinedora ‘Ana Maria Delgado Consejo editorial: jaime Abello Ban Aritonio Arnedo German Bula Oliva Diaz Granados Antonio Lopez Ortega Luis Angel Parra David Puerta German Santamaria Gloria Tiana Foboglia de portada: Ans Movcedles Goardnacion comercial: Carolina Botero Sucinciones: Juliana Motina Dikehoy diagramacién: Lina Maria Botero Coveccidn de estilo: Enrique Davila Martinez ‘Prepiersa eimpresisn: Saenz y Cia. Disribucion y ventas: Fundacion BAT ‘Suseripciones Fundacion BAT Colombia ‘wowa.fundacionbat.com.co Bogoté, Colombia a Fundecién BAT Colombia, fue creada por la ‘ompaila Bish American Tobacco, en e! afio 2000 ‘como parte de sus politicas de responsabilidad social tv y tiene como objetivo promover la difusion {yleapropiacion de la cultura popular en todas sus Immifestaciones, con el fin de contribuir al fortaecie miento del teido social de Colombia. Anaconda torna:ss nent 4 mitologiar die fumes Aazanicas, En wana i que pec is ure ace ‘wen darn ISSN: 1692-9071 Impreso en Colombia / Printed in Colombia Mayo de 2006 ‘© Fundacion BAT Colombo, 2006 Prohbida la reproduccion parcial o total elos textos y las Totogralas de esta obra sin permiso escrito de la Fundacién BAT ‘Colombia, Fundacién BAT Colombia Calle 974 No. 94-34 Teléfono: (571) 521.9240 fax: (571) 523 1021 Bogsta, Colombia wrvilundacionbat.com.co las opiniones que se expresan en esta revista 07 responsabilidad exclusiva de sus autores, Encuentre toda la informacion sol Editorial En esta edicién de Anaconda, queremos rendirle homenaje, a través del Palenque de San Basilio y de su condicién de patrimonio de la humanidad, recientemente proclamada por la UNESCO, a una de las fuentes mas ricas de la colombianidad en términos culturales. Nos referimos a las negritudes cuyo aporte, a lo largo de casi toda nuestra historia, hha sido definitiva en la forja de una identidad y un factor concluyente en la construccién del pais que somos. No hay duda de que el Palenque, como fenéme- no cultural, es un habitat nico en el mundo y de que sus caracteristicas, relacionadas entre otros aspectos con la vida diaria, con la misica, con el colorido de las fiestas, con los ritos de la vida y de la muerte, con las creencias y con Io lingilistico, hacen parte de un herencia que no sélo debe ser conservada en toda su integridad sino a la cual, por derecho propio, le corresponde gozar de un reconocimiento especial en la medida en que compendia cuatro siglos de autonomia y de riqueza ancestral. Es preciso hacer Enfasis en que si un organismo como la UNESCO ha reconocido de manera oficial la importancia del Palenque, los colombianos tenemos el deber de preservar un patrimonio con repercusién universal y, desde luego, cualquier intento de resguardo se deriva de! conocimiento. Para la fundacién BAT constituye un honor, amén de una obligacién, difundir las peculiaridades historicas y culturales del palenque con el fin de que todos los colombianos puedan establecer, a partir del reconocimiento, el didlogo necesario con unos valores que gracias al vigor de una raza consiguieron sobrevivir y legar hasta la posmodernidad a pesat del aislamiento y hasta del asedio de los reductos de cimarrones en sus primeros tiempos de existencia. Hemos invitado a colaborar con la presente entrega de Anaconda a varios palenqueros, antro- pOlogos, musicos, lingUistas, gestores culturales, cuyos estudios, conocimiento y experiencias en tomo de un habitat sui generis, que conocen desde las raices y a partir de la intimidad de la pertenencia, le permitira a nuestros lectores aproximarse a una cultura nica que debe ser valorada como el inmenso patrimonio cuya importancia ha reconocida por la UNESCO. No seria justo que una decisién de tanta importancia no encuentre en el pais la repercusién que se merece, Oliva Diaz-Granados, Directora 6. LA SAGA DE BENKOS BIOHO o una breve historia sobre lo que hay detras de imaginarse como palenquero Por Grupo de Patrimonio Inmaterial, Direccion de Patrimonio, Ministerio de Cultura 16.14 MEMORIA DEL CIMARRONAJE como PATRIMONIO: Reparacién simbélica para los afro- colombianos habitantes de San Basilio de Palenque Por Claudia Mos- quera Rosero-Labbé 28. PALENQUE, PRIMER PUEBLO LIBRE DE AMERICA, PATRIMONIO ORALE INMATERIAL DELA HUMANIDAD Entrevista a Jestis Natividad Pérez Palomino Por Maria Esperanza Palau 38. EL PALENQUE EN LA OBRA DE ANA MERCEDES HOYOS Por Fernando Toledo 50. PALENQUE PATRIMONIO ORAL E INMATERIAL: ENTRE LO TUYO YLO Mio" Por Jestis Natividad Pérez Palomino 64.14 MUSICA PALENQUERA - SARANGA' RI PALENGE Por Enrique Marquez San Martin y Eduin Valdes Hernandez 80. LA LENGUA PALENQUERA Una experiencia cosmovi- sionaria, significativa y creativa de los palenqueros descendientes de la diaspora africana en colombia Por Rutsely Simarra Obeso Documento leroy 96. COLOMBIA DE FIESTA Resena 1. Entrada claridosa Enel Caribe colombiano llaman lridosa a la persona que deja ver el lugar desde el que enuncia. En aras de la claridosidad, deseo ex- presar dos cosas: la primera, que fui una de las personas escépticas ante la posibilidad de que Colom- bia ganara por segunda vez, y de Manera consecutiva, esta distin- cién otorgada por la Unesco. Por dllo, cuando escuché en la radio que a San Basilio de Palenque lo habian declarado obra maestra y patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, me parecié un “acto globalizado" de justicia histérica. Celebré el acontecimiento con la alegria del escéptico que recupe- fa la fe. Lo conecté de manera inmediata con el tema de las re- paraciones, idea que desarrollaré més adelante. la segunda claridosidad que quiero mencionar se refiere a que una distincién de esta mag- nitud necesita del concurso de Voluntades administrativas e institucionales, de un campo de saber que prepare y legitime el feconocimiento, y de coyunturas politicas nacionales e interna- cionales favorables. Detras de bambalinas estuvieron personas de carne y hueso que, con en- tusiasmo, sensibilidad y deseos, contribuyeron desde distintas orillas a hacer el intento de forjar el pais que convenimos en 1991 y al merecido reconocimiento de la Unesco. La historia oral, insumo de la memoria colectiva, deberia incorporar los nombres furaleros' que se comportaron como miembros de la famia” pa- lenquera. Reconézcaseles el papel desempefiado a ese grupo de gestores, entre quienes se cuenta el ex subdirector académico del ICANH, Mauricio Pardo, quien, de manera obstinada, defendié la presentacién de esta candi- datura contra viento y marea en dos oportunidades; Gloria Triana, la mas palenquera de todas las fulareras; Consuelo Méndez, del Ministerio de Cultura; el etno- musicélogo Vicente Contreras, “el hombre del video de los diez minutos”; la socidloga Carmen Cabrales, de la Universidad de Cartagena; y el economista Al- berto Abello, del Observatorio del Caribe colombiano. Las futuras generaciones que quieran conocer aspectos de este Claudia Mosquera Rosero- Labbé Investiga dora del Grupo de Estudios afrocolom bianos; especialista en Estudios latinoameri canos de la Universidad del IHEAL y Magister en Sociologia, Universidad de Paris; profesora de la Fa cultad de Ciencias Humanas, investigado ra adscrita al CES y co fundadora del Grupo de Estudios afrocolom bianos, Universidad Nacional de Colombia; autora de diversas pu blicaciones realizadas en el pais y en el exte rior sobre el tema afrocolom biano. eTerifes ro [ele lok tees fovleg cea} radio quea STM ed de Palenque rela declarado obra maes tc Be rls Ere eRe Ce earTcu eae tar) nidad, me Poise} “acto glo balizado” Beccary historica. ceo eee Eleeioal miento con la alegria folie ole} fooke oa fet st ie Bt Be Lo conecté fe SC aoe) luce lca con el tema de las re fie rolelat oe idea que desarrollaré mas adelan ice su equipo de jévenes entusiastas, Maria Pia Mogolién, Soledad Aguilar, Gloria Triana y Maria Cristina Navarrete. Todos los esfuerzos de este grupo de furaleros confluy6 en la sintesis que se logré en el exce- lente trabajo de presentacién de fa propuesta ante la Unesco por parte del antropdlogo Eduardo Restrepo, quien sorprendié a consagrados afrocolombianistas, pues en él corrigié, a su manera, | posicion asumida en su trabajo ientifico sobre las Afrogénesis y huellas de africania. 2, El lugar de la memoria en el patrimonio oral e inmaterial de San Basilio de Palenque Elconcepto /ugar de memoria, acu- fado por el conocido historiador Pierre Nora, tiene que ver con un espacio mitico 0 geografico, y “funciona principaimente a la manera de los reminders, de los indicios de rememoracién, que ofrecen sucesivamente un apoyo ala memoria que falla, una lu- cha en la lucha contra el olvido, incluso una suplencia muda de la memoria muerta. Los lugares ‘permanecen’ como inscripciones, monumentos, potencialmente documentos, mientras que los recuerdos transmitidos tnica- mente por la via oral vuelan como o hacen las palabras” (Ricoeur, 2000: 63). La declaratoria de la Unesco convierte a San Basilio de Palenque en un jugar de memoria colectiva tanto para los afroco- lombianos como para la didspora africana en el mundo, al lado de Haiti, primera republica negra en el mundo y primer Estado in- dependiente en América Latina, con su reminiscencia memorial dela insurreccién de esclavizados, ocurrida en 1791 San Basilio de Palenque, primer pueblo libre de América, guarda en la memoria colectiva de sus ha- bitantes de todas las generaciones la epopeya del papel insurgente desempefiado por los negros ci- marrones, quienes actuaron como subalternos insurrectos (Ortega, 2004: 112) ante la institucién de la esclavitud en Colombia. Esta memoria viva brota cuando alguno de los mayores exclama en medio de una reunion cuando la primera revolucion cimarrona... “se abre asi el recuerdo de la historia de Palen- que. En la narrativa de la memoria colectiva palenquera hay un tejido de hechos histéricos significativos, de mitos y héroes, de santos y demonios, de historias de vecinos y familiares, de anécdotas perso- nales. Siempre esta presente la insurgencia como el sentimiento que evoca esos fecuerdos conta- dos a través de las generaciones, y que constituyen esa memoria cimarrona tejida con los recuerdos palenqueros del dia a dia que le dan simientes a esa memoria de la libertad” (Guerrero, 2006:17). Al tiempo que la Unesco reco- noce esta memoria cimarrona le da importancia a un espacio cultural en el que se manifiestan los cua- gros como forma de organizacion social; el rito f{Gnebre de jumbalti (baile ri muerto); la lengua criolla, el palenquero, es decir, un habla con memoria africana, segtin la bella expresion de Nina S. de Friedemann; y manifestaciones musicales “originales”, como el bullerengue sentado o el son palenquero. Todo ello constituye las pervivencias irrefutables en los palenqueros de las “huellas de africania” en el pais. Pero el reconocimiento no debe inclinar el péndulo al desconocimiento de otras formas de afrocolombiani- El concep to lugar de memoria, acufiado por el conocido historiador Pierre Nora, tiene que ver con un espa cio mitico o geografico, | y “funciona principal mente a la manera de los reminders de los indi cios de reme moraci6n, que ofrecen sucesivamen te un apoyo ala memoria que falla, una lucha en la lucha con tra el olvido, incluso una suplencia muda de la | memoria muerta. dad. Quede claro que el Palenque de San Basilio y su héroe mitico Benkos Biohé representan una de las formas de asumir la identidad éinico-racial negra tanto en el Caribe continental e insular como en el resto del pais. Este lugar de memoria podria y puede ser mas que el pueblo en dl que naciera el gran campeon de boxeo, Antonio Cervantes Kid Pambelé: mas que el lugar de facimiento del icono de! turismo: tartagenero, esas palenqueras vendedoras de frutas callejeras en elsecior balneario, alas que se su- pone realizadas cuando llevan sus pesadas cargas en la cabeza, tra- bajando de sol a sol para ofrecer Sus productos, pregonados con la gracia del acento palenquero Podria serlo si se des-naturalizar este duro oficio en ellas: me gus- taria ver a otras mujeres de otros tonos de pie! realizandolo para des-racializarlo; me gustaria ver fepresentaciones pictoricas en las gue aparecieran palenqueras en Ottos oficios 0 profesiones asocia- das a distintos grupos sociales y culturales. Al inicio de este escrito planteé que la declaratoria de San Basilio de Palenque como obra maestra del patrimonio orate inmaterial de ja humanidad es un acto simbélico de reparacion a un pueblo testigo de un crimen de tesa humanidad como ha sido considerada la trata negrera trasatlantica. Las repa- faciones ocupan un eje central dentro de las demandas dejusticia del movimiento afrodescendiente en la América del Sur, Central y del Caribe. Este tera se posiciono dentro de ia Tercera cumbre mun- dial contra el racismo, celebrada efi 2001 por las Naciones Unidas ent Durban (Sudafrica). Las llamo “reparaciones sim- bélicas’ porque ellas impactan las representaciones sociales que invisibilizan el legado africano, y se colocan con legitimidad en la Jucha por un lugar en la nartativa de la constitucion de fa-nacién al lado de los demas grupos étnico= raciales que 1a conforman. Ellas son un paso importante porque iones jes que ANACONRA 24 En el afio 2001, San Basilio de Palenque sufrio el traumatis- mo de una masacre atribuida a grupos paramili- tares de la zona. Esta situaci6n de inseguridad y de miedo ‘generaliza- do como conse- cuencia del desarrollo del conflic- to armado. en la zona se afiade a los intensos procesos de migracion economica ya existen: tes entre los palenqueros desde hace décadas. En la foto: Rafael “Marciano” Cassiani son un antidoto contra los proce- sos de olvido de la esclavizacion y de sus secuelas en la vida contem- pordnea de los descendientes de esclavizados. No obstante, éstas deben ir acompafiadas de repa- raciones materiales que reflejen la voluntad de un Estado de saldar una deuda con el pasado, y eso se da suministrandoles condiciones de vida digna a los descendientes de la trata negrera que atin, en pleno siglo XX\, no logran acceder a la ciudadania. 4, Patrimonio a preservar en medio de cuatro grandes terrogantes Esa herencia comin que se ha dado en llamar “patrimonio” hay que preservarla, pero, como hacerlo en medio de un conflicto armado como el colombiano? San Basilio de Palenque esta ubicado en las faldas de los montes de Maria, zona de enfrentamien- tos bélicos entre grupos armados irregulares y el Ejército regular. La Consultoria para los Derechos Humanos (CODHES), organismo que realiza el monitoreo de! Des- plazamiento en Colombia desde la Sociedad Civil, registr6 el desalojo de habitantes de su zona rural, los bongueros, hacia Marialabaja. En el aflo 2001, San Basilio de Palenque sufrié el traumatismo de una masacre atribuida a grupos paramilitares de la zona. Esta si- tuacion de inseguridad y de miedo generalizado como consecuencia del desarrollo del conflicto armado en la zona se afiade a los intensos procesos de migracién econémica ya existentes entre los palenqueros desde hace décadas. En este con-

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