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JOAN-CARLES MELICH LA LECTURA COMO PLEGARIA oséricas ¢ FRAGMENTA EDITORIAL JOAN-CARLES MELicH (Barce- fona, 1961) es doctor en filosofia y letras por la Universidad Auténoma de Barcelona, donde también ejerce de profesor ticular de filosofia de la cdu- cacién., Entre sus libros, destacan Filo- sofia dela fnitud (Hlerdet), La leecion de Auschwite (Herder), Ftica de la com- cpasién (Herder) y Légica dela crueldad (Herder). En Fragmenta ha sido uno de los editores del libro Empalabrar el mundo, El pensamiento aniropolégi- «0 de Lluis Duch. Desde hace quince aos se ha dedicado a claborar una sfilosofia ancropolégica de la finitud> ‘en sus diversas expresiones: el cuerpo, cl simbolo, ef placer, [a alteridad, Ia memoria, el deseo, la contingencia, al silencio y Ja muerte. Un lugar espe- cialmente importante en esta flosofia lo ocupa la ética, entendida como tna relacién en la que la apelacién del otto rompe el orden moral, los proyectos y las expectativas del yo. lecture como plegaria ERAGMENTOS, 32 Joan-Carles Meélich LA LECTURA COMO PLEGARIA FRAGMENTOS FILOSGFICOS 1 FRAGMENTA EDITORIAL Publicado por Caeccn Pameraedicén | Produc edie Producelingufice pees yencuadercion e205 e205 Depo legal Wi Sate Pagad Non 4p 2 tose Brn refapmenac igmentingmena es macuaensos, 32 xa Det 2015 noMANYA VALLE, sons-cants MbLICH sane pelea peemecdce a sss2015 97BBarigsi8-12-9 ane apoe del Deane Sec A Tona, a Helena Los pensamientos que se articulan hasta formar un sistema no conocen la piedad. Excluyen gradualmente lo inexpresado 1 lo dejan luego tras de si, hasta que muere de sed. PORTICO No popta porsre. Entonces releia a Niewsche, a Beckett y a Witigenstein. O también, al azar, al- sgunos Apuntes de Canetti, Las flores del mal de Bau- delaire, y las Blegias de Rilke. A veces a Freud y Jos relatos de Kafka: escuchaba miisica de cémara de Mozart, Un réquiem alemdn de Brahms, la Nove- nna sinfonia y La cancién de la tierra de Mahler, la Noche transfigirada de Schinberg, la Lubi-Suise de Alban Berg, o Epitaph, Searlesry Exiles de King Crimson. Tomaba uno de mis cuadernos de color violeta y escribfa, siempre con pluma. Era mi plegaria. 1 No tener micdo de las paradojas. Dejar de pensar en categoria y hacerlo en escenas, en imégenes, en metéforas, en relatos. Un pensamiento fragmen- tario, abierto, no sistemdtico, un pensamiento contrario a la légica metafisica, una légica que siempre tiene respuestas para todo y que, por eso mismo, nos aleja de la vida. 2 Escribir es rezar. Y leer es una plegaria. 3 Me gusta leer apasionadamente, y que mi lectura no quede capturada por una pedagogia, por unas reglas, por unas normas morales, politicas, juridi- caso religiosas. Me gusta leer infielmente, pasar del texto al cuaderno, de la ortodoxia a la heterodoxia, de la repeticién a la interpretacién, del significado al sentido. Para mi, leer es un oficio y un ritual. 4 La literatura es una forma de vida, porque la vida, como la literatura, es disonante, ambigua y ambivalence. En la literatura no hay ideas laras y 4 JOAN-CARLES MitICH distintas, no hay principios que nos digan cmo y de qué forma hay que leet, ni cudl es la forma correcta de lectura, En la literatura, como en la vida, tampoco hay sefiales inequivocas que nos muestren la interpretacién correcta. 5 Si solo hay una interpretacién, entonces ya no hay ninguna. La inverpretacién es infinita porque cada interpretacién es finita. Y eso es la lectura, un juego de (in)finitas interpretaciones. 6 Niewasche y Witegenstein solo ponen una condi- cién a sus lectores: ser leidos lentamente. 7 Todo lo que puede hacerse répidamente no me interesa, ' | ; 4 ; i LA LECTURA COMO PLEGARIA as 8 {Por qué Séfocles, Dante, Shakespeare, Cervantes, Dickens, Dostoievski, Melville, Tolstdi, Strind- berg, Proust, Rilke, Kafka, Musil, Joyce, Pessoa, Woolf, Mann, Beckert, Borges, Espriu o Canetti no se estudian en los cursos de filosofia? Cs ‘Los hay que se confiesan con sacerdotes. Yo, en. cambio, me confieso con libros y con cuadernos. 10 Le que el discipulo busca en su maestro es su Jectura, No una lista erudita de lecturas, sino su ex- petiencia de lector, su propia lectura, e6mo ha lef- do, cémo ha interpretado, cémo ha convertido su lectura en experiencia vivida. El discipulo busca cn la leccién la lectura leida por el maestro: su tono, su trama, su textura. EI discipulo no anda a la bisqueda de la lectura para repetitla, porque 6 Joan-cantes mBLiCH el verdadero maestro no fo tolerarfa. Los macs- ios de verdad no quieren ser imitados. Lo que el disefpulo descubre en las lecciones del maestro es una lectura que lo impulse a leer, 0 a leer de nue- vo, 02 leer de otro modo. Busca leccuras que lo interpelen, que lo interroguen, que lo lancen hacia delante, hacia lo nuevo, hacia lo desconocido. u (Qué es una leccién? Es una lectura que nos ensefia y que nos invita a leer. Asistr a una Jeccidn es entrar en un uni- verso abierto. Una leccién es una abertura que el ‘maestro transmite frdgilmente, de manera humil- de, precaria y provisional. soa Erscuchar una leccién es vivir un acto de creacién itrepetible, Ia creacién de una obra de arte. LA LECTURA COMO PLEGARIA 7 B ‘Un dlasico es un texto dal pasado que no deja de estar presente, Lo que convierte un libro en clasico es ef tiempo, ¢s la resistencia al tiempo. La condicién de cldsico no depende de ti ni de mi, sino solo del tiempo, del paso del tiempo. 14 ‘Un clasico abre una grieta en la historia. Después de dl nada volver a ser como antes. 15 Encontrar la lectura adecuada para el momento adecuado. Eso ¢s lo més dificil. 16 ‘Lo més importante de una novela no es ai su trama ni su lenguaje, sino su atmdsféra. 1" JoaW-caRLes MBLICH y7 (Cuerpo y escrivura,) ‘Cada vez estoy mas obsesionado con escribirlo todo, con registrarlo todo. Sin escribir no podria vivir. Pero necesito cuadernos, una pluma y tinta de color violeta. No puedo utilizar el ordenador porque tengo que sentir el cuerpo de Ja escritura, elolor de la tinta y la textura del papel. Escribir 3 un acto corpéreo: corporal y espiritual al mismo tiempo. No puedo separarlo de mi vida. cl que surge la escrieura como forma de vida. 19 LLeves toxques en el vidrio lo hicieron volverse hacia la ventana. De nuevo nevaba. Sofoliento, vio como los copos, de plata y de sombras, cafan oblicuos hacia LA LECTURA COMO PLEGARIA 9 Jas luces, Habfa legado la hora de variar su rambo al poniente. Silos diarios escaban en lo cierto: nevaba cn toda Inlanda, Cafa nieve en cada zona dela oscu- 1 planicie central y en las colinas calvas, cafa suave sobre el mégano de Allen y, mésal oeste, suave cafa so bre las sombrias, sediciosas aguas de Shannon. Cais asiien todo el desolado cementerio de la foma donde yacla Michael Furey, muerto. Reposaba, espesa, al azar, sobre una cruz corva y sobre una losa, sobre las lanzas de la cancela y sobre las espinas yermas. Su alma cafa lenta en la duermevela al ofr caer la nieve leve sobre el universo y caer leve la nieve, como el descenso de su iltimo ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos. sanmes yovce, Las muertas Me emociono con el mondlogo final de Gabriel Conroy ante la tristeza de su mujer, y pienso que, después de escribir durante ocho afos un libro so- bre la ética de la compasién, ahora deberia hacerlo sobre su fracaso, porque nada ni nadie puede le- nar el vacio de una ausencia. 20 JOAN-CARLBS LICH 20 Aungue leamos el mismo texto, siempre leemos un texto distinto, porque aguel texto ya significa otra cosa, ya significa de otro mado. Si leer fuera descodificar, entonces no volverfamos a leer, no releeriamos, porque ya habriamos alcanzado el significado tiltimo del texto. El totalitarismo es la pretensién de haber Ile- gado al final del trayecto y, por lo tanto, de habet comprendido el sentido. Es el intento de reducir cl sentido al significado. 21 La Fiica de Spinoza es un marayilloso libro de aforismos. 22, “Tenfa la rarisima sensacién de ser invisible, no vista, desconocida; ya no volveria a casarse, ya no volveria a tencr hijos ahora, y solo le quedaba este pasmoso yy un tanto solemne avance con todos los dems por Bond Street, este ser la sefiora Dalloway, ahora ni siquicra Clarissa, este ser la seftora de Dallovway. vincnita wots, Mrs. Daloway Tiemblo. Paseo con Clarissa por las calles de Londres, vivo su vida, una vida que no es solo la suya, una vida que no es solo la m{a. Vivo en sus recuerdos, en sus amores y en sus dudas. Esaes la pasion literaria: ser yo y otro, set yo en el otro. Dejar de ser yo. 23 (Variaciones a partir de la lectura de Las olas, de Virginia Woolf) Moral, moral, moral... Cruel —pero inevitable— palabra, 24 En [a estacién de tren siempre me siento en el mismo banco y siempre subo al mismo vagén. Me a JOAN-CARLES MBLICH ‘gusta viajar en tren y a menudo recuerdo un poe- ‘ma de Dimaso Alonso, el poera titulado «Mujer con alcuza», de Hijes de la ira: 'Y esta mujer se ha despertado en la noche, yestaba sola, ‘ya mirado a su alrededor, estaba sola, ya comenzado a correr por os pasillos del tren, ‘de un vagén 2 otro, yeestaba sola, yy ha buscado al revisor, alos mozos del ren, ‘2 algdn empleado, avalgtin mendigo que visjara oculto baj6 un asiento, yestaba sola, y ha gritado en Ia oscuridad, yestaba sola, ‘yha preguntado en la oscuridad, ‘estaba sola, ‘yha preguntado ‘quién conducta, quién movia aquel horrible tren, Y no le ha contestado nadie, porque estaba sola, pporgue estaba sola. Y ha seguido dias y dias, loca, frenética, en el enorme tren vacfo, donde no va nadie, i que no conduce nadie, 1 | i LA LECTURA COMO PLEGARIA 2 El tren no es una metéfora de la vida porque tie- ne un destino que conocemos desde el principio y una duracién ya fijada. La vide, en cambio, es acontecimiento. 25 Cuando una tarde, en el Trinity College, Ber- trand Russell le pregunté a Ludwig Wiergenstein ‘en qué pensaba, si en la Iégica o en sus pecados, parece ser que el fildsofo vienés le contesté que pensaba «en ambas cosas. Eso es ia existencia: un cuaderno en el que en la misma pagina hay frag- ‘mentos de vida y fragmentos de filosofia, ambos indisociables. 26 Freud dice que Los hermanos Karamdzov es la mejor novela que jamas se haya escrito. Y tiene razén. 4 JoAN-cARLES MELICH 7 No hay nada que hacer. SAMUEL asexeTT, Eiperando 4 Godot Un paisaje casi desierto: solo un arbol y dos per- sonajes vestides con harapos. Pronto sabremos ‘qué hacen abi: esperan. Pero no se puede esperar sin dat contenido a la espera, porque mientras se ‘espera, nada ocurre. Los mendigos comienzan’a luchar contra el tiempo, contra un tiempo que pasa lentamente, un tiempo que pricticamente no pasa. Un tiempo inmévil, monérono. Vladi- mir y Estrag6n combaten el aburrimiento. 2Es necesario inventar juegos para sobrevivit? 28 Hay en el Gadot un posicionamiento ético expre- sado en una frase de Vladimir casi al final de la obra: «El aire estd lleno de nuestros gritos. Pero la costumbre ensordece.» Estremecedor. 29 (Qué es el mundo? ‘Una gramética, una forma organizada de sig- nos, de simbolos y de normas. 30 Ecctibe Ludwig Wittgenstein en la primera pro- posicién del Tractatus que «el mundo es todo lo que acontece». Para una efilosofia de la finicud», el mundo es todo lo que heredamos, lo que recibimos sin querer, Jo que no decidimos, lo que nos encontramos. El mundo es una gramdtica. La cuestién de fondo, sin embargo, es cules son los limites del mundo, porque lo mis importance en la vida es lo que hay més allé del mundo y, por lo tanto, més allé de Ia gramética. El sentido de la vida, si existe, no puede en- contrarse en el mundo, sino fuera de el, alli, en el lugar en el que el silencio irrumpe. 26 JOAN-CARLES MBLICH BI Ei mundo y fa vida no son lo mismo, Heredamos el mundo pero no la vida. Vivir eses- tar en conflicto permanente con el mundo, porque de lo que se trata en Ja vida es de decidir qué hacer con el mundo, Toda vida es una «forma-incierta-de- vida», Hay una inseguridad inscrita en la vida que un ser finito no puede evitat. El peligro es reducir la vida al mundo, el deseo a la realidad, porque eso sig- nifica cruzar las puertas del paraiso, y sabemos que, precisamente porque somos finitos, todo paraiso es, tarde o temprano, una forma de infiemo. 32 La relacién educativa es un aprendizaje gramati- cal, Aprender una gramitica es ser capaz de inter pretar los gestos del mundo, unos gestos que nos ofrecen tranquilidad y predictibilidad, aunque nunca nos den una tranquilidad y una predictibi- lidad absolutas, porque lo extrafio, Ja contingen- cia, el azar, son presencias inquietantes que un ser finito no puede eludic, EA LECTURA COMO PLEGARIA 7 33 Dios es un deseo imposible, como todo verda- ero deseo. 34 Los limites de mi lenguaje significan los limites de smi mundo. Lupwie wrrrcENsrame, Trcttes gio-philowphics, 5.6 (No puedo dejar de pensar en esta proposicion del Traceatus) ‘Lo que hay mis alld del lenguaje no se puede de- cis, pero se puede sentir. 35 La ética y la moral no son lo mismo. La moral cs dl conjunto de valores, de normas, de habitos, de actitudes que comparten los miembros de una cultura en un momento determinado de su historia. La ética, en cambio, es la respuesca a la 28 JOAN-CARLES MBLICHL demanda del rostro del otro en una situacién de radical imprevisibilidad. 36 Toda respuesta ética es en siuacién, aqui y ahora. La moral nos dice a priori lo que debemos hacer: establece cédigos, protocolos, comités. La moral construye caminos de vida. La ética muestra que la vida es un conjunto de sendas en un bosque que nadie ha recotrido nunca. 37 ‘Vivimos en un tiempo de mucha moral y de muy poca ética, 38 La moral es ontoldgica, es productora de iden dad. Su mirada no contempla nombres propios sino géneros. LA LECTURA COMO PLEGAREA 2» 39 ‘La moral nos dice qué debemos hacer, pero tam- bign quiénes somos, cémo tenemos que vestirnos, saludar, comer 0 hablar. ‘A nadie lo van a penalizar si no cumple las nor mas morales de decencia (excepto que, con ese in- cumplimiento, cometa una infraccién del Cédigo Penal). Ahora bien, nunca serd una persona bien educada si no las cumple. 40 La moral quicre dar razén de todo lo que somos y de todo lo que debemos hacer. Por eso tiene ambi- 10s sombrios y crueles, porque procege, pero tam- bign excluye. 41 La moral es un esquema social anticipative. Para la moral —y la de Kane no es una excepcién—, yo soy cualguiera, mi nombre no tiene la més mini- 2 JoaN-caRuzs witicHt ‘ma importancia. Solo tiene valor mi ser categorial —persona, raz6n, alma. Para la moral, mi nombre es indiferente, y precisamente aqui radica mi valos. 42 La moral nos dice qué debemos responder. La ética nos dice gue tenemos que responder sin saber qué debemos responder. 4B La ética no es ni una teoria ni una préctica, sino | tuna experiencia. La ética es la respuesta al sufti- micnto del otro. 44 Katka dice que la transformacién de Gregor Sam- sa no es un sucho. (Qué cs entonces? E's un aconte~ cimiento. Pero un acontecimicnto no es un suce- so, Cada dia suceden hechos a nuestro alrededor | {que no nos cambian la vida, que no nos alteran la agenda cotidiana. Sin embargo, cuando tiene Jugar un acontecimiento, nada vuelve a ser como antes, Aparece una grieta en el tiempo, en la histo- ria, Hay un trauma implicito en el acontecimien- to que no se puede suturar. Siempre quedari una ‘marca, una sefial, una cicatriz. El acontecimiento ¢s, conscientemente o no, inolvidable. 45 ‘Lo que es decisivo en un acontecimiento no es el cambio en el mundo, sino la eransformacién de mi vida, una transformacién de mi relacién con los demas y conmigo mismo que no tiene vuelta atrés. 46 ‘La moral no soporta los acontecimientos. Los convierte en anomalfas, en excepciones que con- firman las reglas, en impurezas que tarde o tem- prano podran tratarse segtin un principio general, y que no tienen la més minima relevancia, 2 JoAN-CARLES MBLICH 47 No hay ética sin situacién, y no hay situacién sin incertidumbre. 48 La ética irrumpe en a zona oscura de la moral. 49 No se puede vivir af margen de la moral, pero si cs posible hacerlo en sus margenes. 50 (No existe ningtin ser humano amoral.) La moral es ineludible. LA LECTURA COMO PLEGARIA 3 ST Porque somos finitos no podemos dejar de vivir en una moral, no podemos eludir los references, las normas... Porque somos finitos necesitamos ciertos puntos de referencia, puntos de referencia que podemos cambiar —aunque nunca lo poda- ‘mos hacer del todo. Estamos condenados a ser morales. 52 La moral es un orden, una ordenacién de! mun- do, una organizacién de la vida, En el orden mo- ral todo esta previsto, todo debe estar previsto. 3 El fanatismo es la reduceién de la ética ala moral, pane a JOAN-CARLES MBLICIE 54 Deescontiemos de los integros. Un fandtico es un individuo totalmente integrado en una moral, al- ‘guien que cumple fa ley a rajacabla. 35 Hay morales culturales y morales metafisicas. Las primeras son inevitables; las segundas son peligrosas. 56 Nieczsche escribe en Aurora que la importancia de la moral no radica en eso que ordena, sino en el. hecho de ordenar. Necesitamos sentirnos protegidos; por eso la ‘moral nos tranquiliza, porque nos da la respuesta firme y segura a situaciones inciertas. LA LECTURA COMO PLEGARIA as 57 La moral obliga a someterse 2 una norma de decencia; de ahi que el cuerpo se convierta en el ptincipio de su propio sometimiento. 58 E, alma es la inetiorizaci6n de un principio de principi crueldad. 59 Ser ético es no saber qué debo hacer. 60 Somos éticos porque vivimos en un mundo incier- toy porque no tenemos la conciencia tranquila. 36 JOAN-CARLES MBLICH 61 Es peligroso tener la conciencia tranquila. ‘No somos éticos porque hagamos el bien 0 por- gue cumplamos con nuestros deberes y obligacio- nes, sino porque no lo podemos hacer. La respues- ta érica no permite tener la conciencia tranguila porque no sabremos jams si ha sido una respues- ta adecuada y porque, en cualquier caso, no seré nunca una respuesta suficientemente buena. 62 El lenguaje ético es narrativo, no soporta los con- ceptos. ;Por qué en lugar de pasarnos la vida pen- sando cémo definir no nos dedicamos a escuchar lo que el otro nos pide? 64 Para muchos, la ética molesta. 65 Hay dos formas de estudiar jilosofi: leyendoa Aris- tételes ya Kant, 0 leyendo a Dostoievski y a Kafka. Con el paso de los afios prefiero la segunda opcién. 66 Lacducacién tendrfa que enscar que no vivimos ni viviremos en el mejor de los mundos, que el pa- rafso se halla fuera del alcance de los seres finitos, que Ia justica, a verdad o el bien absoluros nunca | se hardin presentes. 63 (Tene razén Witigenstein.) No hay teorfas éticas. Solo narraciones. i | | i 67 ‘La educacién tendrfa que ensefiar que no todo se puede ensefiar, y que lo que no se puede ensefiar es 3 yoan-cantes mitieH la ética. Los humanos somos seres que tenemos que cumplir las normas, pero también somos se- res que las podemos transgredir. ;Cudndo? ;Cudn- do se debe transgredir una norma 0 una ley? Eso ce lo que nadie puede ensefiar. Si ve ensefiara, la ética se convertirfa en una moral, porque entonees se estaria normativizando. Educar es mostrar que nunca somos del todo buenos, ni justos, ni democraticos. 68 Edducar es estar a la altura de lo que el otro me pide y admitir la fragilidad de la condicién huma- ra, porque nunca seremos capaces de responder adecuadamente a la demanda del otro. 69 En toda educacién hay un aprendizaje de la ver gilenza. LA LECTURA Como rLecanta 39 70 Si Dios ha muerto, todo estd permitido, Si Dios no ha muetto, todo es justificable. 71 "Tener acceso af Absoluto, a su palabra, a su doc- trina. Estar convencido de que el Absoluto habla a través de ini, de que mi verbo ya no es mio, sino del Absoluto, El que habla «en nombre del Abso- Juco» esté en posesidn de la Verdad, y entonces ya no hay objecién posible. 7 (Ala memoria de Jorge Sempriin) Nadie ha vuelto del paraiso, pero algunos han regresado del infierno, roan-cARLES MiLICH 73 No sabemos cul es el camino correcto, porque ro hay un camino correcto, pero podemos mirar atrés, ver qué ha sucedido y hacer lo posible para que el horror no se repita. 74 Dios cree en mi, pero yo no sé si creo en El. 7 (Danicl Defoe, Robinson Crusoe.) E} Ambito piblico da comienzo con un «espacio de tres». Para que haya politica es necesario que existan, como minimo, tres personas. Ni Robin- son solo en Ia isla ni la presencia de Viernes hacen posible fa politica. Es necesaria una tercera per sona. Cualquier sistema politico necesita del «ter- cceroy. Siempre que existe el enosotros», la politica | hhace su aparicién de forma mas © menos expli- LA LECTURA COMO PLECARIA a ita. El «nosotros» no puede esquivar la politica 6, todavia mejor, Jo politico, Desde el momento en que el Ambito puiblico aparece, lo politico es inesquivable. Como seres finitos necesitamos regimenes de reordenacién del ambito piiblico, del espacio del nosotros. ¥ lo politico se ocupa de las formas que cenemos los humanos de situaros en ese ambito. 76 La politica hace referencia a las pricticas que tienen lugar en los parlamentos y en los espacios cexplicicamente reservados para tratar temas «po- Inicos». Lo politico, en cambio, tiene que ver con una disposicién antropolégica de los humanos, porque es una cuestién simbélica, existencial. Por «30, uno puede decidir no participar en politica, en la politica, y ser apolitico, pero no puede estar al margen de lo politico, porque algo asi significa- ria que también se esté al margen del lenguaje, del mundo y de la vida. 2 JOAN-CARLES MBLICH 77 A diferencia del resto de los sistemas politicos, a democracia existe porque no se puede realizar, porque és un horizonte de sentido fuera del alcan- ce de los seres finitos. Ser democritico es no ser nunca del todo— democritico. 78 La democracia siempre es'algo por venir, pero que, precisamente porque somos finitos, no lle- gard. Tiene una forma parecida al Godot; por eso, uno de sus grandes peligros es ponerla como final de trayceto, 79 (Jacques Derrida, Fuerza de ley) ‘La finitud impide suturar la diferencia entre la just Giay el derecho. O, dicho de otro modo: para un ser finito el derecho no podré ser nunca del rodo justo. | LA LecYURA como ruxcanta ” Ninguna forma de derecho podré shacer justia» a la justicia. Una politica democritica viviré siempre en un deseo de justcia, en un anhelo de justicia, 80 En Elporveniy de una ilusién, Freud dice que la reli- _gidn es, quizd, el inventario psiquico més importan- te de una cultura. Freud tiene, guiad, razén. 81 (A partir de una frase de Max Horkheimer) Porque no es posible cludir el anhelo de sentido, tampoco es posible eludir la experiencia religiosa, 8 La ausencia de sentido es la forma de suftimien- to que aparece cuando han fallado los grandes sistemas religiosos y metafisicos. Las obras de “4 JOAN-CARLES MRLICN Schopenhauer y de Nietasche hacen que los seres ‘humanos se planteen el sentido de la vida y descu- bran que no hay respuesta. Solo donde no hay sentido tiene sentido la ética. 83 Es Auschwitz la prueba de la no existencia de Dios? 84 Rekeyendo Fl innombrable, de Beckett, pienso | ue el lenguaje sirve para muchas cosas, excepto para comunicarnos, 85 Seotimos que aun cuando todas ls psiblescucstiones eniificas hayan recibido respuesta, nuestros proble- ‘mas vitaes todavia no se han rozado en lo més mini ‘mo, Por supuesto que entonces ya no queda pregunta alguna; y esto es precisamente Ia respuesta wupwie wrrromnsraIn, Tretatn logic philmphics 652 | | | i | LA LECTURA COMO PLEGARIA 4s Explico las tiltimas proposiciones del Tractatus es- cuchando Un réguiem alemdn, de Brahms. A mis alumnos les gusta y a mi también, porque asi las clases muestran mds, aunque digan menos. 86 La diferencia que hay entre compasién y humilla- ciéncs|a misma que hay entre compasion y piedad. 87 ‘La piedad es un acto de poder, es el acto supremo del poder. La compasién no es la piedad porque no es vertical sino horizontal, porque no busca el Jucimiento personal. A diferencia de la piedad, la compasién cs discrcta. Tiene lugar en el silencio, en la sombra. Nadie sabe, ni debe saber, que el compasivo cs compasivo. 46 JOAN-caRuEs MbucH 88 La compasién no es la empatia, 1 empatia es el resulado de un conagio emo- | cional que consiste en ponerse en el higar del otro, ens piel dl ote, y, por lo tanto, en pensar que su alegria 0 su suftimiento podrian ser los mios. Pero 0 no tiene nada que ver con la compasién, El tor turador tambin es empéticoy, al ero, puede tore rar mejor. Contrariamente a la empatia la respuesta _ ompasiva conse en ponerse al lado del que sft, cnacompaiiatlo en su dolor. El compasivo no siente el dolor del otro, sino al otro suftiendo, 89 Mientras que fo puiblico y lo privado hacen re- ferencia al espacio, la intimo hace referencia al tiempo. La intimidad es una relacién con otto, que siempre es un singular, No se tiene Privado sino un amigo intimo. La ind tolera el tercero, no admite una regulacién insti- tucional, no permite un eédigo o un marco nor ‘mativo. No hay reglas ni normas fntimas, | | | | i | | EA LRETURA Como PLEGARIA ” 90 ‘La compasién es una respuesta ética, ni es moral nies politica. Hay que tener cuidado con las mo- rales y con las politicas de fa compasién. or La compasién es una relacién corpérea, dual, ni privada ni publica, es una relaci6n intima. La compasién es la respuesta al sufrimiento del otro con independencia de su dignidad, del hecho de que sea o no una persona. 92 Al perder la forma dual de nuestra gramética, nos resulta dificil comprender Ia fuerza y la inten- sidad del «dos», pero es necesario hacerlo si aspira- ‘mos a una descripcién de la respuesta ética. Con «el tercero», la intimidad desaparece ¢ irrumpe lo piblico y, con él, Ia moral, la politica, el derecho —ay quizé la religion? a JOAN-CaRLes MéLieH Ta ética es una relacién dual que vive en una “postica de lo intimo», 98 Una ética de lac in no es deontoligica. No ompasiér logica, lene nada que ver ni con las normas ni cor losin Perativos, sno con los deseos y com las espuestas, 94 La cuestisn no solo es responder a la pregunta «Qué soy?>, ni siquiera a la Pregunta «{Cémo he Megado a ser lo que soy?» Lo més importante es saber i puedo dear de se lo que soy y transforma me en otro, gHasta qué punto puedo lierarme de Ia hetencia recibide? 9S Solo podemos vivir de verdad inventéndonos a nosotros mismos, Vivir es inventarse, 96 (Releyendo La interpretacin de los suehor, de Freud.) El pasado esté delante. 97 La diferencia entre Sade y Masoch es la ética, Masoch es profundamente ético; Sade es profun- damente moral, 98 El lenguaje es un obstéculo al entendimiento, Por eso preficro La cantante calva, de lonesco, |a Teoria de la acciér comunicativa, de Habermas, 99 No hay nada notmal. Tampoco hay nada pato- légico. se JOAN-CARLES MBLICH 100 Ser es «llegar-a-ser», no ser nunca del todo ni de- finitivamente. 10r La corporeidad no es el cuerpo. Si pensamos la realidad humana como «cuer- po», continuamos habitando una «légica metafi- sicas, dualista, continuamos pensando lo humano como la suma de dos sustancias: cuerpo y alma. La corporeidad, en cambio, rompe la légica metafisi ca, porque un ser corpéreo es, al mismo tiempo, radicalmente matetial y radicalmente espirieual. La corporeidad es vulnerabilidad, fragilidad, inclinacién, deseo. 102 EI icjor estilo es el que no se nota, el que pasa desapercibido. La LECTURA COMO FLEGARIA sx 103 Hay proposiciones vactas de significado que es- tan Ilenas de sentido. 104 E I significado es univoco; el sentido es equivoco. El significado se establece de una vex por to- das; el sentido se difiere. 105 E significado es tranquilizador. Incluso ante el acontecimiento mds terrible, descubrir el signifi- cado supone reducir el impacto del horror. A diferencia del significado, al sentido no es un balsamo, porque siempre va acompafiado dela inguierante presencia de lo absurdo. ey JOAN-CARLES MBLICH 106 No hay sentido sin posibilidad de sinsentido. 107 Adénde voy? Camino por las montaiias. Busco la paz para mi corazén solitario! ‘Vaclvo a la patria, a mi hogar. Ya nunca mis vagaré en la lejanta. Mi corazin estétranquilo y espera su hora. {a querida tierra florece por todas partes en primavera y de nuevo se lena de verdos! {Por todas partes y eternamente el horizonte seré azul! Frernamente... eternament Cuando escucho Der Abschied —uLa despedi- da»—, el tiltimo Lied de La cancién de la tierra de Gustav Mahler, pienso que quizd la vida tenga sentido, aunque yo sigo sin saber cual es. TA LECTURA COMO PLEGARIA 33 108 (Releyendo a Heidegger.) Si el sentido del ser es el siempo, entonces el ser no tiene sentido. Para que lo tuviese, el tiempo tendria que de- tenerse, tendrfa que quedar fijado. Si nos situamos en una filosofia de la finitud, en una filosofla en la que el tiempo es el referente primero —y iki- mo— entonces no hay sentido, 109 En todo (sin)sentido yace la presencia del vértigo y de la angustia, 110 ‘Lo inico que sabemos del tiempo es que pasa. 34 JOAN-CARLES MixICHE 1 (Vuelvo a Heidegger. Siempre vuelvo a Heidegger) Tener miedo y no saber de qué, eso es la angus- tia, una angustia que surge al habitar el mundo. 12 «Frente a la nada, la angustia.» Esa es la tesis del libro de Heidegger ;Qué ex metafisica? La nada, la ausencia, dl silencio, A mi, la angustia se me apare- ce ante un ser englobante que no me deja respirat, un ser que esté por todas partes, un ser firme, séli- do, més préximo al ser de La ndsusea, de Sartre, 03 (El silencio del «Moisés» de Schonberg.) Para pensar es necesario el silencio. En la socie- dad del ruido, el pensamiento se reduce a opinién ya charlaranerfa, LA incruRa con ruxcasta 3s 14 La moral es una ldgica que tiene significado —o que puede tenerlo, En cambio, no hay una légica ética. La ética no tiene significado la ética es absurd, us ‘Lo mas importante no es ser, sino estar-abi, 6 (Robert Musil, El hombre sin atribusos) Hemos conquistado la realidad y perdido el mundo. 07 La ciencia y Ia tecnologfa capcuran la realidad, pero ignoran el mundo. 56 JOAN-CARLES MéLICH u8 Lo mejor de Descartes es el primer capitulo del Discurso del método, un maravilloso relato de for- macién, 119 (Tengo miedo de los «fantasmas diurnos») ‘Noes suficiente con la presencia ni con el presente, El presente no es la presencia sino fa ausencia. El presente es espectral. 120 (Franz Kafka, El castillo.) ‘Una presencia que no sea espectral, que no ex- prese la ausencia, es una presencia excesiva, una presencia intolerable, una presencia insoportable. 1A LECTURA COMO PLEGARIA 37 eriencia del abisma abre las puertas de la 122. Leo Ser,y tiempo como una medisatio mortis, como tuna gran meditacin sobre la muerte, sobre la condli- cién mortal de los seres humanos. Me gusta esta fra- se que Heidegger cita:cTan pronto como un hombre entra en la vida ya es bastante vigjo como para mo- tiny Frente a una tradicién tan importante en Ocei- dente —la que yo llamo de la wmuerte negada» (Epi- cao, Spinoza, Wiegensecin)—, para Heidegger, la muerte se encuentra en el comienzo de la vida. Vivir es ir muriendo. Aprender a vivir es apren- der a morir. 123 Si pudiera saber qué es la religién, dejaria de pre- ‘ocuparme por la religin. 8 JoaN-canues witicit 124 Es habitual pensar que la inseguridad es inquie- tante, pero, para mi, lo mds inquietante es la se- guridad. ras Uno es singular. Tres es plural. Pero dos es dos. 26 No podemos vivir sin imagenes. No podemos vivir solamente con imagenes. 127 E lotro es una imagen, pero, sobre todo, cl otro es cl que rompe cualquier imagen. LA LECTURA COMO PLEGARIA 9 128 El amor moral es amor 2 las cualidades del otro. El amor ético ¢s amor al otto sin cualidades. 129 (La caticia)) ‘Nunca acariciamos una parte del cuerpo del otro, sino al otto. Acariciar no es poseer, sino ir en bus- 2 de lo desconocido. No hay intencionalidad en la carici, ni objetivo, ni programacién, Nunca somos ‘competentes en el arte de acariciat. En la caricia, el ‘otro se escapa, como los «peces sorprendidos» del poema «La casada infiel, de Federico Garcia Losca: ‘Sus muslos se me escapaban ‘como peces sorprendidos Ja mitad llenos de hurmbre le mitad Hlenos de fro. Aquella noche coreé el mejor de ls caminos rmontado en potra de nécar sin bridas y sin estibos, 6 JOAN-cARLES MBLICH BO Gade, Justine) E i libertino es el ejemplo de la extrema crueldad moral. No es amoral, sino todo lo contrario, es radicalmente moral. El libertino es fiel a un im- perativo categérico: ;Goza! Es fiel al imperativo del placer. El libertino obedece la ley. BL No puedo dejar de pensar en los versos del inicio de la primera de las Elegias de Duna, de Rilke: Quin me oira, si gritase yo, desde Ia esfera de los Angeles? YY aunque uno de ellos me estrechase de pronto contra su corazén, su existencia més Fuerte ‘me haria perece. Pues lo hermoso no es otra cose que eleomicnz0 delo terrible en un grado que todavia podemos soportat, xy silo admiramos tanto es solo porque, indiferente, rehiisa aniguilarnos. Todo dngel es terrible. LA LECTURA COMO PLEGARIA a Por qué nos fascinan, al mismo tiempo, la belleza y ol mal? Surge aqui lo siniestro, Puede exist la condicién humana sin esa fascinacin? 132 En ke vida lo més importance es lo indecible. Por so necesitamos el arte, la misica, la literatura, el cine. Necesitamos una poética de lo indecible. 133 La violencia que puede despertar la tela en nosotros, por el recuerdo del sariicio ue comporta la vide, sti lamada a convertrse en compasién, como ante la con , 223 Los principios y las normas legales, morales y reli giosas son ambivalences: organizan y penalizan, pero también ocultan y legitiman el horror del mundo. FS eee 38 joas-cantes ities 224 (Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén.) Ei cruel tiene orgullo. ‘Mucho peor que la mala conciencia es la buena conciencia, el sentido del cumplimiento del deber. 225 ‘Lo tegal y lo moral ordenan. Lo ético desordena, 226 {Arthur Schopenhauer, Ef mundo como voluntad 1) representacibn) ‘La funcién principal de la metafisica no es ni cono- cet, niexplicar, ni comprendet, sino crear una «esfera dle proseccién» para ayudar a soportar la dimensiéa erigica de la existencia. La metafisica offece un con- suelo basado en principios absolutos ytrascendentes, mds alli del espacio, dl tiempo, de las sicuaciones y 1A LECTURA COMO PLEGARIA 99 de las relaciones. La metafisca es la expresién de la vulnerabilidad de la vida, pero es perversa porque destruye la fragilidad de la existencia. 227 ‘La metafisica es un discurso que cree en la perma- nnencia del se, en su estabilidad, en su constancia, en su universalidad. La metafisica es la anulacién dl tiempo; por es0 es un atentado contra la vida. 228 (Jan Assmann, Violencia y monotetoma) La distincién monoreésta —que Jan Assmann lla- ‘ma mosaica— entre la verdad y el error es insepa- rable de la distincién parmenfdea. El gran drama de la filosofia occidental es la herencia de Parmé- nides. En nuestra tradicién se impone una visiéa dualisca del mundo, que heredamos del fldsofo de Elea. No se ha consumado el patricidio. Quiza yya va siendo hora de cometerlo, 100 JOAN-CARLES MBLICH 229 (Pensando en el «Poema» de Parménides, en com- pana de Clément Rosser) Por qué no leer el «Poema» moralmente? El ePoema» es la prescripcién de una forma de vida. La filosofia de Parménides es la expresién de una légica moral implacable, es el fandamen- fica de la crueldad. El «Poemay es terri- ble porque muestra un universo en el que ya no hay alternativa posible, ni exterioridad, ni diferencia, ni disonancia. La verdad de la Diosa prohibe cualquier recurso, cualquier apelacidn a otro modo de ser. En el «Poema», el ser es definitivo, necesario, inapelable. 230 ‘Los principios de una elégica metafisicar: 1. Todo cst en todo. 2. Nada es exterior a nada, 3. Todo tie- ne sentido, (No puede haber érica en esa légica. Es imposible) 231 Mucho peor que fa ausencia de sentido es el sen- tido Gnico, 232 (Franz Kafka, Carta al padre.) ‘Lo mis terrible de una condena a muerte no es la muerte, sino su espera. 233 Lo que da al ser bumano su humanidad —asi como su inhumanidad— no es una esencia meta- fisica, sino la relaci6n con el otto. 234 En ha vida lo més importante ni se argumenta ni se demuestra: se afirma o se niga, ee 1o2 JOAN-CARLES MBLICH 235 (Una leccién de Freud.) ‘Nunca podemos liberarnos del pasado. Sus espectros nos acechan y aparecen repen= tinamente en los momentos més insospechados, cocultos en no se sabe cudntas mdscaras. 236 (Leer a Freud es inquictante,) ‘Ya no somos los propictatios de nuestra casa. Ya no controlamos nuestras vidas. Ya no sabemos quiénes somos. Ya no sabemos qué sabemos. En m{ hay una presencia siniestra que determi- nna mi ser en el mundo, una presencia que desco- nozco, una presencia que no quiero conocer. 1A LECTURA COMO PLEGARIA 103 237 La nostalgia hace referencia al tiempo perdido, al paraiso perdido. Pero también hay otra nostalgia, la del tiempo deseado, la del anhelo, Bs la extratia nostalgia de lo que todavia no se ha vivido, 238 Ser homo patiens significa que los humanos no podemos evitar el dolor. Podemos ser felices, muy felices, pero nunca lo podemos ser del zodo. Bao Asi, lector, soy yo mismo la materia de mi libro. MICHEL DE MONTAIGME, Enuayor Hay una huella autobiogréfica en la verdad, pero la aurobiografia nada tiene que ver con el solipsis- ‘mo. La autobiografia niega todo solipsismo, por- que es el otro el que constituye mi ser, un ser nunca acabado y siempre dibujado narrativamente. inne 104 JOAN-CARLES MELION 240 No hay amor sin exceso ni locura. En el amor hay un abismo desmesurado, un abismo inenarrable ¢ incomprensible. 241 (A pantie de a exftica de Schopenhauer a la Funda- mentacion dela merafisca de las costumbres, de Kant) Si hay finitud, no puede haber categoricidad. El imperativo categérico es una contradiccién en sus propios términos. Es un resto metafisico, un resto teolégico, 242 Como dice Nietzsche en El Anticristo, el impe- rativo categérico es un atentado contra la vida porque es un principio absoluro, situado més all del espacio, del tiempo, de las categorfas, de las transformaciones y de la corporeidad. LA UnETURA COMO PLEGARIA res 243 (El «principio de inmanencia».) Si hubiera algo mas allé del mundo, del tiempo, def espacio, de la historia y del cuerpo, solo se podria conocer desde cl mundo, desde el tiem- po, desde el espacio, desde la historia y desde el cuerpo. 244 ‘Un set finito no puede poner ef mundo entre pa- réntesis. Niel cuerpo, ni la memoria, ni Ja experiencia, ni las situaciones, ni las historias. 245 E lvértigo es la atraccién por la profundidad, por dlabismo. 106 Joan-canies bien 246 E vertigo es ambivalente: atraccién y horror, A diferencia de la angustia, el vértigo no apa~ rece frente a la nada, sino frente al vacio, frente al vacto de la ley, E| vértigo irrumpe en el intersticio que se abre entre la moral y la ética; entre el deber y la norma, por una parte, y la respuesta tinica y singular, improvisada, por otra. Si nos atrevemos a vivir en la prosa del mundo, no podremos eludir el vertigo. 247 ‘Vivimos tiempos de mucha critica y de muy poca cransgresién, 248 La ctitica es una operacién que los sistemas sociales —morales, politicos, juridicos, econémi- cos, religiosos— necesitan para legitimarse. Solo se puede ejercer la critica dentro de la légica de los LA LECTURA COMO PLEGARIA 107 sistemas sociales, La transgresidn, en cambio, es tuna rupeura radical, es una rupeura de la légica, 249 Pero un samaritano que iba de camino legs hasta ly al verlo, se compadecié, se acereé a él, le vend las heridas después de habérselas ungido con aceite y vino, lo moneé en su propia cabalgadura, lo levé a la posada y se ocupé de cuidarlo, Leas 10,33-35 Noes suficiente con Creonte —la legalidad— ni con Antigona —la legitimidad. Falta un tercer personaje: cl Samaritano —Ia adecuacién. 250 (Vuelvo a leer el capitulo sobre la mirada de El ser 1 la nada, de Sartre.) Me avergitenzo de lo que soy. Ha sido necesaria la mirada del otro para descubrir un aspecto de mi modo de ser que; hasta ahora, se ocultaba. 108 JOAN-CARLES MLICHE 251 ‘La vergiienza es una condena moral 252 Me avergiienzo de ese ser que el otro me impone, ‘que me resulta extrafi, que es otro en mi, que es tuna especie de intruso, pero que el otro me asegura ‘que 9g. Siento que no puedo huir de ese ser, aunque sé que soy otro, que existo de otro modo, Pero ef otro se niega a reconocerme como existencia, por- que solo puede reconocerme como algo, como un ser, como una esencia que me obliga a seguir sien- do fo que soy, lo que él dice que soy. 253 Quedar erapado en un ser en una categoria, en una esencia— que desconocia 0 que no queria conocer y que la mirada del otro me presenta de tun modo excesivamente ex ‘Me niego a aceptar esa fijacién, 1A LECTURA COMO PLEGARIA 109 254 aren: {Pero nunca seré de noche? ands: Nunca, arcmn: :Me verds siempre? Ns: Siempre. JBAN-PAUL SARDRE, A periacormada EI otro no es solamente el que me mira, sino también el que me dice qué y quién soy. No puedo dejac de verme en los ojos de los demés. De verdad soy lo que el otro ve de mit 255 Vivic es ser de otro modo, atreverse a configurar la propia existencia como una obra de arte, sin. imitacién, sin modelos, sin ejemplos. 256 No se puede confundir cl testimonio con el ejem- plo. El auténtico testimonio no da ejemplo, trans- mite una experiencia, transite sw experiencia. i na soasccanurs MBLICH 257 ‘Vivir es no saber cémo vivir. 258 ‘Escribir una filosofta dela muerte no es una farsa? 259 {Oh, Muerte, viejo capitin,es la hora! jLeva el ancla! Esta pattia nos aburre, joh Muerte ;Zarpemox! Sicl cielo y el mar son negros como tinta, nuestros corizones que conoces son llenos de rayos. cemanies pAUDaLAIRE, Las flrs de mal Hoy he recibido la noticia de Ja muerte de un amigo y no puedo dejar de pensar en la dima ver que lo vi, Fue hace un afto. Después, mien- tras luchaba contta el céncer, pude ofr suvo7, por teléfono, dos veces. La tercera ver que lo llamé... silencio, He reflexionado desde hace muchos afios sobre la muerte, pero ahora, cuando lo recuerdo, pienso en lo absurdo de todo lo que he escrito. La muerte es el radical sinsentido, Siempre morimos fuera de tiempo, inadecuadamente Como escribié Elias Canetti en un apunte, de- cir que aalguien ele ha llegado su hora» es de una extrema crueldad. 260 Las preguntas metafisicas son includibles. Sus respuestas, en cambio, son crucles. 261 ‘Liegamos demasiado tarde y nos vamos dema- siado pronto. ee 262 @Somos imagen de Dios? Quizé si, pero no de un Dios bueno y amable, sino cruel, vicioso y corrompido. TELON Exasri, ranrran en la prosa del mundo, acep- tar que no hay principios absolutos que nos indi- quen qué debemos hacet ni cudl es el camino co- recto, porque no hay caminos, solo sendas que no conducen a ninguna parte, Existir, estar abierto a {in)finitas formas de ser, de configurar cl mundo y la vida. Existir, soportar el vértigo de los inters- ticios que se abren en cl vacio de las leyes, de las normas, de las costumbres. Existir, escuchar el fNDICE ONOMASTICO Las voces de este indice remiten al niimero de fragmen- 1 filos6fico, Los personajes de ficién estén marcados, Addie Branden: x70 ‘Adorno, Theodor W178 ‘Alonso, Diimaso: 24 Anna Rarénina: 169 Anstigona: 249 ‘Arendt, Hannah: 224 Aristeles: 65 Assinann, Jan: 228 Baudelaire, Chasles: portico, 259 Beckett, Samuel: pértico, 8,27, 28, 78, 84 Benjamin, Waker: 154 Berg, Alban: pértico Borges, Jonge Luis: 8 Brahms, Johannes: pértico, 85 Canetti, Blas: portico, 8, 259 | Castoriadis, Cometins: 139 Celan, Paul: 238 a ee ne Joan-camues MBLICH Cernuda, Luis: 151 Cervantes, Miguel de: 8, 165,166, 169 Clarissa Dalloway: 22, 169,170 Conrad, Joseph: 150 Creonte: 249 Danve Alighieri: 8 Defoe, Daniel: 75 Derrida, Jacques: 79, 189 Descartes, René: 118 Dickens, Charles: 8 Destoievski, Frodor: 8,26, 65, 169 Duch, Lluis 136 Emma Bovary: 169 Epicuro: 122 Expriu, Salvador: 8, 146 Estragin: 27, Faulkner, William: 170 Flaubert, Gustave: 169 Freud, Sigmund: p6rtico, 26, 80, 96, 235,236 Gabriel Conroy: Garcia Lorca, F Garcin: 354 Gregor Sama 44, 169. 170 Grossman, Vasil: 199 Habermas, Jurgen: 98 ‘Hogel, Georg Wilhelm Friedrich: 184 Heidegger, Martin: 108, arr, 112, 122, 185 Hitcheock, Alfred: 138 Horkheimer, Max: 8: LA LRCTURA COMO FLEGARIA 19 Inés: 254 Tonesco, Eugine: 98 Jankélévitch, Vladimir: 145 Josef K170 Joyce, James: 8, 19, 169 Kafka, Franz: pértico, 8, 44, 65,120,169, 170,174,232 Kant, Immanuel: 41, 65, 241 Kundera, Milan: 63 Leopold Bloom: 169 Levi, Primo: 207 Levinas, Emmanuel: 171, 175 Maller, Gustav: pértico, 107 Mann, Thomas: 8 Masoch, Leopold von Sacher 97 Melville, Herman: 8 Montaigne, Michel de: 239 Mozart, Wolfgang Amadeus: portico Musil, Robere: 8, 116 Nietzsche, Friedrich: pértico, 6, 56, 82, 157, 165, 222, 24 Parménides: 228, 229 Pessoa, Fernando: 8 latin: 176 Proust, Marcel: 8, 160 Quijote, dons 165,169 Raskélnikor: 169 Rilke, Rainer Maria: pértico, 8, 131, 149 Robinson Crusoe: 75 Rosenzweig, Franz: 184 120 JOAN-CARLES LICH Rosset, Clément: 229) Rothko, Mark: 133 Russell, Bertrand: 25 Sade, marqués de: 97, 130 Samaritano: 249 Sancho Panza: 165 Sartre, Jean-Paul: 112, 250, 254 Schopenhauer, Arthur: $2, 226, 241 Schénberg, Arnold: pirtico, 13, 181 Semprtin, Jorge: 72, 180 Shakespeare, William: Séfocles: 8, 249 Spinoza, Baruch: 21, 122, Strindberg, August: 8 “Tolstéi, Lev: 8, 169 Trias, Eugenio: 138, Vega, Amador: 133 Verne, Jules: 136 Viernes: 75 Vladimir: 27,28 Waldenfels, Bernhard: 179 Wigenstein, Ludwig: pértico, 6, 25, 30, 345 63» 85» 122, 144 ‘Woolf, Virginia: 8, 22, 23, 169, 170 fNDICE ANAL{TICO acontecimiiento: 24. 441 45.46, 155 angustia: 11,112, ‘compasién: 19, 86, 87. 8, 90, 91 93,200, 220 ‘corporeidad: 101, 243, 244 crucldad: 23, 40, 58,130,177, 178, 183, 220, 221, 222, 223,224 deseo: 31, 330151, 152, 153 diferencia: 211, 212, 213, 214 Dios: 33, 70, 71, 745 83, 262 educacién: 32, 66, 67, 68, 69,185, 186,187, 221 escriura: 2, 17518, 25, 102 ética: 21, 28, 35, 36, 37+ 42, 43> 47, 48, 53, 59, 60, 61, 62, 63, 64y 67, 92, 93» 940997 LL 115512851375 1725 172,173, 175,179, 182, 199, 214, 21§. 216, 235, 2.49 Finitud: 5175.77.78, 143, 244, 261 sgramiicn: 29, 30, 84, 98 Holocausto : 83,217, 218, 219 intimidad: 89, 92 justicia: 79, 142 leccién: 10, 11,12 lecturs: 2,3, §, 6,10, 13,14, 15, 20 aa JOAN-CARLES MBLICH liveratura: 4, 16, 22, 26 metafisica: 1, 163, 164, 165, 170, 215, 226, 227, 228, 229,230, 233, 260 amoral: 23, 35,36, 37) 38, 39+ 40s 41; 42, 46, 48, 495 50, 51,521 5854455. 56.57, 975 114 128, 174, 201, 2145 24h242 ruerte: 122, 144145, 146, 147, 148, 149, 162, 232, 258, 259 mundo (prosa del): 116, 117, 165, 166, 167, 168, 169, 170 perdén: 188, 185,190,191, 192193, 194,195, 196,1975 no politica (democracia): 75, 76, 77 78 Feligin (experiencia eligisa): 80,8, 121,123,134 rostro: 35.172, 373 sentido: 20, 30, 82, 85, 95, 96, 103, 104, 105, 106, 107, 108,109,231 silencio: 30, 112, 113, 156 seximonio: 207,208, 255 256 tranageesi6n: 247, 248 verges 250, 251,252, 258,254 ‘vertigo: 245.246 victima: 20% 205, 204.205, 206,207, 210 8 19 3 4 as 26 a a8 29 30 eS COLECCION FRAGMENTOS Clams seas publicedes antuno s4N acusTiN ‘De Bonedia a oancieo. Una vines RAMON MARIA NOGUES Cerra ytrascendencie BAN J0s8 TAMAYO CCincxeme intelcrates para wna conciencia Freer toder al patio. Elia Foal Los maeses dele sxpecha, Marx, Netz sche, Freud Anréxio manuyo Diogo con Dies de odo Annopoogia de las crencios. Religion, simbaliomo, sivacosalied Liufs nue Relig y polsicn hindaions Libre de hora de Beirut JAN assatann Violncia y mnotehona CConvessciones con ep Rius-Garnps Panithar Une bicgafia FRANCISCO J, RUBIA Eleorbraepivtual rs SSS

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