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Universidad Externado de Colombia

Gabriela Gutiérrez Gómez


Colombia en el mundo

Alianza para salvar a los bosques del mundo (WWF)

La naturaleza, y todos los recursos que en ella se encuentran, siempre han resaltado por
su invaluable valor e importancia en la vida del ser humano. Los ecosistemas desérticos,
montañosos, acuáticos, terrestres y forestales son parte fundamental de la construcción de
lo que se conoce como planeta tierra. A pesar de que cada uno de estos se ha visto
gravemente afectado por la irresponsabilidad del actuar humano, los ecosistemas con una
gran diversidad animal y vegetal resultan ser los más perjudicados. Esto se debe a la alta e
irresponsable demanda que genera el ser humano hacia los recursos naturales que se
encuentran en este lugar, pues los bosques proporcionan un espacio ideal para la
agricultura, la extracción de madera y carbón, la ganadería, plantación de aceite de palma,
entre otras actividades que, si bien son fundamentales para el sostenimiento de la población
mundial, se realizan con poco compromiso y nula conciencia ambiental.

De acuerdo con cifras de World Wild Fund for Nature (WWF), 8 de cada 10 especies
que habitan en la tierra y casi 300 millones de personas viven en bosques. Paradójicamente,
pese a su diversidad cultural reflejada en las comunidades locales y su riqueza en cuánto a
flora y fauna, la deforestación es un problema que crece exponencialmente. Cada año, se
pierden alrededor de 7,6 millones de hectáreas de bosques debido a las actividades
irresponsables de ganadería, agricultura, pastoreo, entre otras. Adicionalmente, más allá de
las preocupantes cifras de deforestación alrededor del mundo, se presenta otra alarmante
situación: la degradación forestal como producto de la tala ilegal e insostenible. Esto es una
muestra de la poca trascendencia que el mundo le da a las problemáticas ambientales y la
escasa conciencia que se tiene acerca de cómo esto perjudica de manera casi irreversible a
la humanidad, pues el consumo irresponsable de los recursos está pensando en función de
sus beneficios inmediatos más no en sus catastróficas consecuencias a largo plazo. Lo
mencionado anteriormente, pone en jaque los servicios vitales que proporcionan los
bosques, la supervivencia de las especies y la sostenibilidad del planeta tierra en general.
Teniendo en cuenta la amenaza bajo la cual se encuentra el ecosistema forestal, resulta
pertinente plantearse lo siguiente: ¿Cómo mejorar la gestión sostenible de los bosques en el
mundo?
A lo que se responde: Si bien es cierto que la función que cumplen los bosques es
completamente subestimada por la humanidad y que, además de esto los recursos que
brinda este ecosistema son usados de manera irresponsable, es importante mencionar que
esta problemática puede solucionarse en función de los siguientes puntos. En primera
instancia, entender a los bosques como agentes encargados de suministrar los medios
necesarios para el sostenimiento de las comunidades bajo el concepto del consumo
responsable. Por otra parte, comprometer a los Estados con el medio ambiente de manera
consecuente mediante tratados, alianzas y formulación de políticas públicas en pro de la
conservación de los ecosistemas, será fundamental para que se le otorgue la solución
pertinente a la amenaza bajo la cual se encuentran los bosques.

El desestimo a lo indispensable
No es un secreto que los bosques son esenciales e imprescindibles para la tierra. Sus
funciones resultan ser vitales para la humanidad y para la vida del planeta en general, pues
son los únicos capaces de absorber dióxido de carbono, liberar oxígeno, regular el clima y
mejorar la calidad del agua. Asimismo, son los encargados de brindar resguardo a miles de
especies, tanto de flora como de fauna, que son necesarias para el correcto funcionamiento
de los ecosistemas en el mundo (WWF).

Paradójicamente, al ser sus funciones tan básicas y elementales para la vida de


cualquier ser vivo, gran parte del tiempo se olvida la importancia que representan. Se da
por hecho que los recursos que brinda el ecosistema forestal serán perecederos y no se
cumple con sensatez los preceptos existentes para la regulación de su uso. No obstante, si
bien los árboles, principal elemento encontrado en los bosques, son catalogados como
renovables, no es para nada racional suponer que por presentar esta condición no se pueda
llegar a un consumo regulado e inteligente de los beneficios que brindan a la humanidad.
Es decir, resulta completamente irresponsable el uso desmedido de esta riqueza natural.
Por otra parte, resulta erróneo creer que la función de los bosques no trasciende más allá
de las básicas para la supervivencia de las especies. En los procesos de elaboración de cada
uno de los bienes usados en la cotidianidad como los alimentos, enseres, combustible,
medicamentos, detergentes y cosméticos se encuentran involucrados los árboles, ya bien
sea de manera directa o indirecta. Lo anterior significa que, gran parte de nuestra
supervivencia y nuestra manutención básica está a cargo de los ecosistemas forestales.
Lamentablemente la poca importancia que se le otorga al buen manejo de los recursos
naturales, ha puesto en duda capacidad que estos poseen de ser inagotables, pues si bien se
denotan como renovables, esto no implica que con un uso desmedido de ellos no se pusiera
en peligro su existencia.

El principio general de la humanidad: La irresponsabilidad


La deforestación y la degradación forestal, son las principales causas de que los bosques
se encuentren bajo amenaza ambiental. El incorrecto e irresponsable uso que se le da a este
ecosistema, radica principalmente en las siguientes acciones: La conversión de los bosques,
los incendios forestales, la tala ilegal e insostenible, la cosecha de leña y la minería. La
primera consiste en la modificación desmedida que sufren la tierra, con el fin de plantar
soya, palma, pasto para el asentamiento de la ganadería y creación de infraestructura dentro
de estas reservas (WWF). En virtud de esto, no se pretende prohibir de algún modo estas
actividades, simplemente se desea generar conciencia a la comunidad que el espacio en
donde se encuentran los bosques no está permitido realizarlas.

Ahora bien, es cierto que, en cuanto a los incendios forestales, el argumento que
generalmente se utiliza para invalidar o minimizar la gravedad de esta problemática es que
esto es completamente natural. Sin embargo, se debe tener en cuenta que actualmente los
bosques, debido a la tala irresponsable y la deforestación, no se encuentran en condiciones
óptimas para enfrentar este fenómeno como normalmente se podía hacer en tiempos
anteriores. Por lo tanto, asumir esto como un problema menor y de poca importancia resulta
ser irresponsable y peligroso para la correcta preservación del ecosistema.
Apreciado bajo otro enfoque, la minería y la tala de árboles son puntos interesantes en
esta discusión. Ambas actividades se consideran primordiales para la economía a nivel
global, pues de estos dos recursos nacen un sinfín de materiales necesarios para la
manutención del ser humano. Sin embargo, la excesiva explotación que se les da a los
ecosistemas forestales para obtener estos recursos, es realmente nociva para el medio
ambiente. Ahora bien, países como Estados Unidos, China y algunos que se encuentran
dentro de la Unión Europea, son los encargados de impulsar el ciclo de la cosecha de la
madera ilegal. Según ONU medio ambiente, este delito mueve alrededor de 50,7 y 152
billones de dólares y es considerado como crimen ambiental. Empero, al no ser evaluado
por algunos países como un atentado a la naturaleza, la penalización de esta falta resulta ser
compleja.

Asimismo, el 30% de la madera que se comercia en el mundo es ilegal (ONU Medio


ambiente, 2016). Esta cifra es tanto alarmante como desesperanzadora, pues se estima que
entre el periodo de 2014 y 2016, el porcentaje de tráfico de madera ilegal en el mundo
creció un 52%. Lo anterior refleja que no es una labor sencilla tratar de mitigar la
problemática ambiental en los bosques cuando este tipo de cifras siguen subiendo con el
paso del tiempo.

El compromiso es de todos
Una vez presentado el debate, es necesario evaluar qué propuestas serían pertinentes
para plantear una solución. En este orden de ideas, la organización de WWF ha logrado
adelantar un par de proyectos que han tenido un resultado provechoso, pero no suficiente
para alcanzar la meta de solventar la crisis que atraviesa el ecosistema forestal, pues para
tener una solución completa se necesita de la cooperación de los Estados y las empresas
multinacionales.

Uno de los más grandes propósitos que se han cumplido en la organización es el manejo
forestal responsable. Tal como lo dice George Belmond, Coordinador del programa de
bosques en África central, la intención de este proyecto es la siguiente: “El manejo forestal
responsable, motivado por un interés comercial en el mantenimiento del suministro de
madera, puede ayudar a proteger los bosques vulnerables de la tala ilegal, la invasión o la
conversión a tierras de cultivo. El manejo forestal que sea ambientalmente racional,
socialmente justo y económicamente viable, puede ayudar a satisfacer las necesidades de
la sociedad sin agotar el capital natural”. En virtud de ello, se desarrolló un modelo de
informe titulado “Los bosques vivos”, el cual consiste en explorar los escenarios globales
del uso de la tierra. Asimismo, se encarga de calcular cómo inciden las variables del
crecimiento de la población y la demanda de los consumidores en la producción de
alimentos, el desarrollo económico, el cambio climático y la biodiversidad.
Esta asociación liderada por expertos en formulación de políticas para la conservación
del medio ambiente, ha logrado plantearse un nuevo objetivo junto a la participación de
nuevos actores, como las empresas. Así pues, ZNDD (Zero Net Deforestation and
Degradation), ha sido la meta por la cual ha empezado a trabajar este grupo de
profesionales en materia ambiental desde el año 2008. Esta tiene como fin que, para el año
2020, se reduzcan de manera abrupta los índices de deforestación y degradación de los
bosques, pues mediante un acuerdo firmado por delegados de 67 países, se establecieron
ciertas iniciativas para llegar al fin de la deforestación en el año propuesto.
Bajo este contexto, proyecciones como REDD (Reducción de emisiones por
deforestación y degradación forestal) resultan ser sumamente importantes para lograr
cumplir con el objetivo de ZNDD. De la misma forma, las políticas integradas de uso de la
tierra y procesos de planificación; la protección y gestión sostenible de los bosques; la
forestación y reforestación social y ambientalmente responsables; el apoyo al consumo
responsable y la producción de bienes relacionados con los bosques y productos agrícolas,
son unas de las tantas metas que se deben cumplir no solamente por los agentes
ambientales, sino que deben ser trabajadas en conjunto con las políticas gubernamentales
de cada país.

La esencialidad de las políticas gubernamentales


Para WWF, las comunidades indígenas nativas pertenecientes a los bosques son sujetos
de suma importancia, pues sin la ayuda de estos, los programas como REDD no estarían
dando muestras positivas de que un cambio ambiental sí es posible mediante la cooperación
de todos. De esta manera, se presenta la Reforma de tenencia como alternativa para
salvaguardar los bosques. Su principal objetivo es empoderar a las poblaciones locales para
permitirles evitar que las industrias extractivas ilegales y otros agentes nocivos para el
ecosistema destruyan los bosques.

Esta reforma parte del reconocimiento de los derechos consuetudinarios hacia estas
comunidades, pues si bien la gran mayoría de tierras forestales están formalmente en manos
de los Estados, los movimientos sociales han logrado un gran cambio en esta tendencia de
considerar a la figura del Estado como única dueña de los recursos naturales. En este orden
de ideas, se pretende construir un esfuerzo de conservación forestal junto a estas
comunidades que permiten una gestión mucho más satisfactoria de los bosques, además de
salvaguardar los derechos humanos. Por lo tanto, el sustento y el desarrollo de la población
perteneciente a este ecosistema es un punto fundamental para la correcta gestión y uso de
los recursos que allí se encuentran.

Ahora bien, la petición que realiza WWF a los Estados y empresas multilaterales, no es
bajo ninguna circunstancia frenar la extracción, producción y comercialización de los
recursos en los bosques, pues, por el contrario, estas actividades se consideran
fundamentales tanto para la manutención de las comunidades indígenas que habitan en las
selvas como para el resto de las comunidades a nivel global. Es por esto que la
organización invita a cada uno de los actores que componen el sistema internacional a
realizar un consumo consciente de los recursos mediante el mecanismo de compra
responsable. En virtud de ello, se pretende abolir y sancionar todo elemento producto de
actividades ilegales o controversiales.

La política que propone esta organización es un abastecimiento sólido pero responsable


con los recursos forestales. Es decir, junto con la colaboración de la Red Global de
Comercio y Bosques (GFTN) y su indispensable guía para el abastecimiento responsable de
productos forestales, se busca ofrecer el mejor asesoramiento para los países en materia de
legalidad ambiental y todos los procesos que esto acarrea. Esta guía también está dirigida a
las empresas, tanto de pequeña capacidad como las multinacionales, con el fin de que todos
tengan un mayor conocimiento respectos los procesos y mecanismos del consumo
inteligente y responsable con los recursos naturales. Para WWF será siempre un
compromiso hacer notar su preocupación por los bosques y a su vez, dar las mejores
soluciones en pro de la comunidad global y el planeta.

Conclusión:
El debate que se propone acerca de la amenaza hacia el sistema forestal, es de la
completa competencia de los Estados, organismos y demás actores internacionales.
Asimismo, es una problemática que atañe a cada ser humano en el planeta y por lo tanto
nos vemos en la obligación de estar al tanto de ella. En virtud de ello, las propuestas
realizadas por WWF me parecen tan acertadas como relevantes en materia ambiental, social
y económica, pues cada uno de los programas que desarrolla la organización no excluye a
ninguno de estos 3 campos. Por lo tanto, considero que la organización a representar
cumple con todos los ideales de una buena planeación de política medioambiental.

Referencias:
WWF. (s. f.). WWF Forest Solutions. Recuperado de:
http: //forestsolutions.panda.org/
What future do we want? (s. f.). Recuperado
de:https://wwf.panda.org/our_work/forests/forest_publications_news
_and_reports/living_forests_report/
Introduction - The GFTN Guide to Legal and Responsible Sourcing.s. (s. f.).
Recuperado de http://sourcing.gftn.panda.org/
Springer, J. (Junio de 2012). Community ternure and REDD+. WWF.
Recuperado de:
https://d2ouvy59p0dg6k.cloudfront.net/downloads/report___tenur_fi
nal.pdf

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