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INTRODUCCIÓN
Muchas parejas se casan con el pensamiento que el matrimonio por sí solo será un idilio
permanente, que solo el hecho de casarse y establecerse dentro de la institución
matrimonial traerá por sí mismo, felicidad y realización; siendo este pensamiento lo que
hace que ninguno de los dos asuma desde un inicio un compromiso personal de aportar
todos los días lo necesario para construir esa felicidad que se quiere vivir, y simplemente
se acostumbre a demandar del otro lo que quiere y considera que le hace feliz;
convirtiéndose así la vida de pareja en un cúmulo de exigencias egoístas que
desencadenarán más desajustes en la convivencia, dando a luz a matrimonios infelices y
frustrantes.
DESARROLLO
1. Inmadurez afectiva
La madurez afectiva sólo se alcanza cuando la unión conyugal se fundamenta, no en el
amor como un sentimiento, sino en el amor como un principio. Cuando hay falta de
madurez afectiva, las personas se vuelven caprichosas y egoístas, con lo cual la vida se
vuelve desagradable a su lado.
10. La rutina
La falta de alegría, de manifestación del cariño, la apatía, la monotonía, vuelven la vida
rutinaria y sin atractivo. El aburrimiento es uno de los peores enemigos del hombre, de la
mujer y de la pareja.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
La felicidad en el matrimonio es algo que se construye día a día cuando cada cónyuge en
vez de demandar del otro ser la pareja perfecta y esperar que sea el otro quien tenga que
hacerlo feliz, se ocupa más bien en convertirse en una mejor persona para sí misma y para
su esposo o esposa, esa realización personal que se vive al crecer interiormente, al
sanarnos, al madurar personalmente, por amor a mí mismo y a mi pareja, de seguro,
aportará felicidad en la dinámica de la relación conyugal y con el paso del tiempo se vivirá
frescura y renovación permanente en todos las áreas del matrimonio.
TALLER
Cada uno escribirá en un papel aquellas cosas que sabe que debe cambiar y mejorar como
persona, como cónyuge por el bien de la relación. Luego se intercambiarán sus escritos e
interactuarán acerca de cada uno de los puntos, con la disposición de construir soluciones
juntos.
Pedir al Espíritu Santo que les ayude a hacerlas y estar revisando juntos los avances.