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3.1 TEORÍA BÁSICA DE LA ELÉCTRICIDAD.

En el siguiente tema nos enfocamos en un punto de vista sencillo y en los temas que a
nuestra consideración son los principales para poder abordar la materia. Los temas que
se tratan son: Teoría atómica, cargas positivas y negativas, ley de Coulomb,
conductores y aislantes, corriente eléctrica, fuerza electromotriz, resistencia, ley de
Ohm, potencia eléctrica, ley de Watt y el efecto Joule, entre otros.
La Teoría Atómica

Todos los cuerpos del Universo están formados por materia, ya sean estos sólidos,
líquidos o gaseosos. Por ejemplo, una barra de acero, un trozo de madera, un litro
de agua, el aire que respiramos, etc.
El átomo es la porción más pequeña en que se puede dividir la
materia conservando sus propiedades como elemento químico (*). A su vez, los
átomos están compuestos por ciertas partículas subatómicas (electrones, protones,
neutrones, etc.).
La parte central del átomo se denomina “núcleo atómico” y las partículas que se
encuentran en esta zona se llaman “nucleones”. Los nucleones fundamentales son
el protón (carga positiva) y el neutrón (carga neutra).
La región que rodea al núcleo atómico se denomina “nube
electrónica” o “envoltura electrónica” y contiene de manera exclusiva a
los electrones (carga negativa).

Podemos ver esto en la siguiente figura:

Estructura atómica
El átomo más simple que existe es el átomo de hidrógeno (H), el cual está
compuesto por un protón y un electrón. Existen otros elementos cuyos átomos
contienen más partículas. Por ejemplo, el átomo de oxígeno (O) tiene ocho
protones, ocho neutrones y ocho electrones.
Átomo de hidrógeno y átomo de oxígeno
Cuando los átomos se combinan, se forman nuevas sustancias (compuestos
químicos), por ejemplo, cuando dos átomos de hidrógeno (H) se combinan con un
átomo de oxígeno (O), se forma agua (H2O).

Molécula de agua
Cargas eléctricas Positivas y Negativas
Los átomos usualmente presentan igual cantidad de protones y electrones, en este
caso decimos que se trata de un átomo eléctricamente neutro. Sin embargo, bajo
ciertas circunstancias un átomo puede ganar o perder uno o más electrones.
Cuando un átomo gana uno o más electrones (exceso de electrones)
queda cargado negativamente y cuando un átomo pierde uno o más electrones
(exceso de protones) queda con carga eléctrica positiva.
Por tanto llegamos a la conclusión de que existen dos tipos de cargas
eléctricas: positivas y negativas. Las cargas eléctricas del mismo signo se repelen y
las cargas eléctricas de signo contrario se atraen.
Cargas de igual signo se repelen y cargas de signo diferente se atraen
Medición de la Carga Eléctrica
Ya sabemos que cuando un cuerpo está electrizado posee un exceso de
protones (carga positiva), o bien, un exceso de electrones (carga negativa). Por ese
motivo, el valor de la carga de un cuerpo, se puede medir por el número de
electrones que el cuerpo pierde o gana. Pero esta forma de expresar el valor de la
carga no resulta práctica, pues se sabe que en un proceso común de electrización,
el cuerpo pierde o gana un número muy elevado de electrones. De este modo, los
valores de carga estarían expresados por números sumamente grandes.
En la práctica se procura utilizar una unidad de carga más adecuada. En
el Sistema Internacional de Unidades (SIU), la unidad de carga eléctrica es
el Coulomb (símbolo C).
Cuando decimos que un cuerpo posee una carga de 1 C, ello significa que perdió o
ganó: 6,25 × 1018 electrones.
Generalmente se suele trabajar con cargas eléctricas mucho menores que 1 C. En
este caso, es costumbre expresar los valores de las cargas de los cuerpos
electrizados mediante submúltiplos, en milicoulombs (mC) o bien
en microcoulombs (μC).
1 mC = 10–3 C

1 μC = 10–6 C

La unidad de carga más pequeña conocida en la naturaleza es la carga del


electrón (que es igual en magnitud a la del protón), su valor es: e = 1,60219 x 10-19 C
Ley de Coulomb
Consideremos dos cuerpos electrizados con cargas Q1 y Q2 (en coulombs),
separados una distancia L (en metros) y situadas en el vacío, tal como se muestra
en la figura. Supóngase que las dimensiones de dichos cuerpos son despreciables
(cargas puntuales). La ley de Coulomb establece que estas cargas se atraen o
repelen mediante una fuerza eléctrica F (en newtons), la cual es inversamente
proporcional al cuadrado de la separación L y directamente proporcional al producto
de las cargas Q1 y Q2.
Matemáticamente la ley de Coulomb está dada por: F = k0 . (Q1 . Q2) / L2
Donde k0 es la constante electrostática del vacío, en el SIU su valor es: 9,0 × 109 N
m2 C–2.
Si las cargas son colocadas en el interior de un medio material cualquiera (por
ejemplo agua, aire, aceite, etc.), se observa que el valor de la fuerza de
interacción entre ellas sufre una reducción, mayor o menor, dependiendo del
medio. Este factor de reducción se denomina “constante dieléctrica del medio”, y
se representa por  la letra K. Luego la fuerza de interacción entre las cargas es:

Observar que la fuerza entre dos cargas prácticamente no se altera cuando pasan


del vacío al aire.
Fuerza de atracción entre dos cargas puntuales de signos opuestos
Conductores y aislantes
Como ya dijimos en la sección anterior, los átomos se combinan para formar
compuestos; así cuando varios átomos se reúnen para formar ciertos sólidos, como
los metales por ejemplo, los electrones de las órbitas más alejadas del núcleo no
permanecen unidos a sus respectivos átomos, y adquieren libertad de
movimiento en el interior del sólido. Estas partículas se denominan electrones
libres. Por tanto, en materiales que poseen electrones libres es posible que la
carga eléctrica sea transportada por medio de ellos, y por lo tanto, decimos que
estas sustancias son “conductores eléctricos”.
Por otro lado, existen situaciones de conducción no metálica (por ejemplo en
algunos baños químicos) en las que las cargas son conducidas a través de una
solución (electrolito).
Al contrario de los conductores eléctricos, existen materiales en los cuales los
electrones están firmemente unidos a sus respectivos átomos; es decir, estas
sustancias no poseen electrones libres.
Por tanto, no será posible el desplazamiento de carga eléctrica libre a través de
estos cuerpos, los que se denominan “aislantes eléctricos” o “dieléctricos”. La
porcelana, el caucho (hule), la mica, el plástico, la madera, el vidrio, etc., son
ejemplos típicos de sustancias aislantes.

Corriente eléctrica
La corriente eléctrica consiste en el flujo de cargas eléctricas a través de un
conductor. En el caso de los conductores metálicos (por ejemplo un alambre de
cobre), la corriente eléctrica está constituida por un flujo de electrones. En
los conductores líquidos (por ejemplo una solución de cloruro de sodio o sal común
en agua) la corriente eléctrica está constituida por el movimiento de iones
positivos (cationes) e iones negativos (aniones). En el caso de los gases (por
ejemplo en las lámparas de vapor de mercurio) la corriente está constituida por el
movimiento de cationes, de aniones, y también de electrones libres.
                                           
En un alambre, la corriente eléctrica es un flujo de electrones, y en un electrolito la
corriente eléctrica corresponde a un flujo de cationes y aniones.
La intensidad de la corriente eléctrica (representada por la letra I)  en el SIU se
denomina ampere (símbolo A) y se define como: 1 A = 1 C / s
Es decir, si en un conductor circula una corriente de 1 A, ello significa que por
dicho conductor está circulando una carga de 1 C en cada segundo.
Generalmente se utilizan submúltiplos del ampere, tales como el miliampere (mA)
y el micro ampere (μA), cuyas equivalencias son:
1 mA = 10–3 A

1 μA = 10–6 A

Tipos de corriente
Hay dos tipos de corriente eléctrica: corriente directa o continua (CD ó CC) y
corriente alterna (CA).

La corriente directa es aquella que fluye en una sola dirección (unidireccional o de


sentido constante). Este tipo de corriente es proporcionada, por ejemplo, por las
pilas (que se emplean en las linternas, radios, etc.) o bien por las baterías o
acumuladores del automóvil.

La corriente alterna es aquella que cambia periódicamente de dirección,


desplazándose unas veces en una dirección y otras en dirección contraria. Este
tipo de corriente es que la suministran las empresas de electricidad en casi todas
las ciudades del mundo y es utilizada en nuestros hogares (electrodomésticos,
equipos de sonido, televisión, computadoras, etc.) y en la industria.

Una corriente alterna puede transformarse en corriente continua por medio de


dispositivos especiales, denominados “rectificadores”, obteniéndose una corriente
rectificada.
Corriente alterna, corriente directa y corriente rectificada.

Fuerza electromotriz
La fuerza que impulsa a la corriente a lo largo de un conductor es denominada
fuerza electromotriz (FEM), su unidad en el SIU es el volt (V) y normalmente se
usa el término “voltaje” en lugar de FEM. Se suele representar por las letras E o V.
Sin embargo, es sumamente útil tener en mente la expresión “fuerza
electromotriz”, ya que ésta fortalece la idea de una fuerza que empuja o jala las
cargas alrededor del circuito para hacer que fluya corriente.

Esta fuerza eléctrica o voltaje, siempre aparece entre dos puntos, y se dice que es
la “diferencia de potencial” entre dichos puntos.

Voltaje o diferencia de potencial entre las terminales de la batería


El voltaje suele expresarse mediante múltiplos, tales como el kilovolt (kV) y el
megavolt (MV), y también mediante submúltiplos como el milivolt (mV) y el
microvolt (μV), cuyas equivalencias son:

1 kV  = 103 V

1 MV = 106 V

1 mV = 10–3 V

1 μV  = 10–6 V

Resistencia
La resistencia (R) representa la oposición al flujo de cargas eléctricas a través de
un conductor. Tanto mayor sea el valor de R mayor será la oposición que ofrece el
conductor al paso de la corriente a través de él.

En el SIU, la unidad de medida para la resistencia se denomina ohm y se


representa por la letra griega Ω.

En la industria se utilizan los siguientes submúltiplos: el miliohm (mΩ), el microhm


(μΩ), y los múltiplos: kilohm (KΩ) y el magaohm (MΩ), cuyas equivalencias son:

1 K = 103

1 M = 106

1 m = 10–3

1 μ = 10–6

Resistividad de un material
La experiencia nos muestra que si consideramos un conductor como el mostrado
en la figura Nº 9, el valor de su resistencia dependerá de su longitud y del área de
su sección transversal.

 La resistencia de un conductor depende de L y de R


Al realizar mediciones cuidadosas se observa que la resistencia de un material es
directamente proporcional a su longitud e inversamente proporcional al área de su
sección transversal, es decir:

Donde p se denomina “resistividad eléctrica” del material. Su unidad en el SIU


es  m.
La resistividad es una propiedad característica del material que constituye el
conductor, es decir, cada sustancia posee un valor diferente de resistividad.
La tabla siguiente presenta valores de resistividad eléctrica de algunas sustancias,
a una temperatura de 20 º C.

Material Resistividad (  m)

Plata 1.59 × 10–8

Cobre 1.70 × 10–8

Oro 2.44 × 10–8

Aluminio 2.82 × 10–8

Tungsteno 5.60 × 10–8

Hierro 10 × 10–8

Platino 11 × 10–8

Plomo 22 × 10–8

Mercurio 94 × 10–8
Níquel – cromo 1.50 × 10–6

Carbón 3.50 × 10–5

Germanio 0.46

Silicio 640

Vidrio 1010 – 1014

Caucho duro ≈1013

Azufre 1015

Cuarzo fundido 75 × 1016

Si se tienen varios alambres de la misma longitud y del mismo grosor, pero hechos
de diferente material, el de menor resistividad será el de menor resistencia. Es
decir, que cuanto menor sea la resistividad de un material, tanto menor será la
oposición que este material ofrezca al paso de la corriente a través de él.

Ley de Ohm
La relación entre el voltaje aplicado (V), la corriente (I) y la resistencia (R) en un
circuito eléctrico está dada por la ley de Ohm, la que establece que para un valor
fijo (constante) de resistencia, la corriente es directamente proporcional al voltaje,
es decir…

Por tanto, si el voltaje se duplica, también se duplica la corriente, si se triplica el


voltaje se triplica la corriente, si el voltaje se reduce a la mitad la corriente también
se reducirá a la mitad, etc. Esta relación se puede expresar gráficamente como
sigue:
La ley de Ohm en su forma gráfica

Potencia eléctrica
La potencia eléctrica, representada por la letra, es la tasa (velocidad) de
producción o consumo de energía, como la potencia de un generador o la potencia
disipada en una lámpara. La energía en el SIU se expresa en joules (J) y la
potencia se mide en watts (W) o con frecuencia en kilowatts (kW), donde:

1 W   = 1  J / s
1 kW = 1000 W

El consumo de energía eléctrica por lo general se suele medir en kilowatts–hora


(kWh), el cual se define como el consumo de un artefacto de 1000 W de potencia
durante una hora.

Sin embargo, es práctica común en la industria utilizar otras unidades para


expresar la potencia eléctrica, como son los caballos fuerza (hp) y la Unidad
Térmica Británica (BTU). Las equivalencias de estas unidades con el watt son:

1 hp = 746 W
1 W = 3.41 BTU/h

Ley de Watt
La ley de Watt, establece que la potencia en un aparato eléctrico se puede
determinar mediante la siguiente fórmula
Es decir, si se conoce el voltaje aplicado y la intensidad de corriente que circula
por el circuito, se puede calcular la potencia desarrollada en el equipo.

El efecto Joule
La resistencia es la componente que transforma la energía eléctrica en energía
calorífica, por ejemplo en un horno eléctrico, una tostadora, un hervidor de agua,
una plancha, etc. El efecto Joule puede predecir la cantidad de calor que es capaz
de entregar (disipar) una resistencia.

El efecto Joule establece que la cantidad de energía calorífica (Qc) producida por
una corriente eléctrica depende directamente del cuadrado de la intensidad de
corriente (I), del tiempo (t) que esta circula por el conductor y de la resistencia (R)
que opone el mismo al paso de la corriente. Matemáticamente esto es:

Recordar que la energía en el SIU se expresa en Joules (símbolo J).

La fórmula para determinar la potencia de una carga resistiva (a menudo


denominada ley de Joule), está dada por:

La cual se obtiene de relacionar la ley de Watt con la ley de Ohm, y nos permite
determinar la potencia disipada por un equipo eléctrico.

Aplicaciones del efecto Joule


Todos los dispositivos eléctricos que se utilizan para calentamiento se basan en el
efecto Joule, es decir, estos aparato consisten esencialmente en una resistencia
que se calienta al ser recorrida por la corriente.

Las lámparas de incandescencia (o de filamento incandescentes), como la


lámpara de tungsteno, conocida comúnmente como bombilla de luz, también
constituyen una aplicación del efecto Joule.

Sus filamentos de tungsteno, que es un metal cuyo punto de fusión es muy


elevado, al ser recorridos por una corriente eléctrica, se calientan y pueden
alcanzar altas temperaturas (casi 2 500 ºC), volviéndose incandescentes y
emitiendo una gran cantidad de luz.
Otra aplicación del efecto Joule se encuentra en la construcción de fusibles,
elementos que se emplean para limitar la corriente que pasa por un circuito
eléctrico; por ejemplo, en un automóvil, una casa, un aparato electrodoméstico,
etc. Estos dispositivos están constituidos por una tirilla metálica, generalmente de
plomo, el cual tiene un punto de fusión bajo; de esta manera, cuando la corriente
que pasa por el fusible sobrepasa cierto valor (el amperaje propio de cada fusible),
el calor generado por el efecto Joule produce la fusión del elemento,
interrumpiendo así el paso de corriente excesiva. Por ejemplo, en una casa a
medida que se van conectando a la red eléctrica varios aparatos, la corriente que
“entra” a la casa a través del fusible, se va volviendo cada vez mayor. Si no
existiera el fusible y el número de aparatos conectados fuera muy grande, la
corriente que circularía en la instalación podría llegar a ser muy intensa. Esto
produciría un calentamiento indeseable, e incluso peligroso, de los conductores. El
fusible impide que esto suceda, porque al fundirse, interrumpe el paso de la
corriente cuando alcanza un valor mayor que el límite superior de seguridad.

En la actualidad, además de los fusibles se emplean en las casas los llamados


interruptores termo magnéticos (automáticos). En estos últimos elementos, el
calentamiento de un dispositivo bimetálico produce su dilatación, haciendo que el
circuito se abra.

El fusible y el interruptor automático también protegen a un circuito eléctrico


cuando ocurre un “cortocircuito”. Este fenómeno se produce cuando por un motivo
cualquiera, la resistencia conectada de un circuito se vuelve muy pequeña,
haciendo que la corriente alcance un valor muy intenso, lo cual hace que el fusible
o interruptor abra el circuito, impidiendo que se produzcan efectos perjudiciales.

Como se puede observar el efecto Joule tiene muchas aplicaciones beneficiosas,


en los que se requiere el calor que desprende un conductor por el paso de la
corriente a través de él. Sin embargo, en muchas otras aplicaciones es un efecto
indeseado y la razón por la que los aparatos eléctricos y electrónicos requieran de
un ventilador que disipe el calor generado y evite el calentamiento excesivo de los
diferentes dispositivos.
3.2 ELEMENTOS DE CIRCUITOS ELÉCTRICOS.
Generadores.
Los generadores son los elementos que transforman cualquier forma de energía
en energía eléctrica, es decir, los generadores suministran energía eléctrica al
circuito.
Proveen al circuito de la necesaria diferencia de cargas entre sus dos polos o
bornes (tensión), y además, son capaces de mantenerla eficazmente durante el
tiempo suficiente, permitiendo el flujo de electrones.
Ejemplos de ellos son las pilas y baterías y las fuentes de alimentación.
Un generador consta de dos polos, uno negativo (cátodo) y uno positivo (ánodo).
No basta con conectar un extremo del conductor al polo negativo del que salen los
electrones. Hay que conectar el polo positivo, al que vuelven los electrones. Si
cortamos el cable de metal los electrones se detienen en todo.
Cuando ambos polos se unen mediante el hilo conductor, los electrones se
mueven a través de él, desde el polo negativo al polo positivo.
 

Receptores.
Los receptores son los elementos encargados de convertir la energía eléctrica en
otro tipo de energía útil de manera directa, como la lumínica, la mecánica
(movimiento),
En base a eso tenemos:
• Receptores luminosos: como bombillas y LEDs.
• Receptores sonoros: como timbres y altavoces.
• Receptores térmicos: como las resistencias eléctricas que llevan planchas,
hornos,....
• Receptores mecánicos: como los motores eléctricos.

 
Conductores.
Los conductores son los elementos que conectan los distintos elementos del circuito
permitiendo el flujo de electrones.
Para transportar los electrones de un sitio a otro se utilizan cables de metal,
normalmente de cobre, y recubiertos de plástico para que los electrones no salgan
del cable.
 

Elementos de Control y Mando


Son los dispositivos usados para dirigir o interrumpir el paso de la corriente. Los
más importantes son los interruptores, conmutadores y pulsadores.
 

Elementos de Protección.
Son los elementos encargados de proteger al resto de los elementos del circuito
de corrientes elevadas o fugas. Los más importantes son los fusibles, interruptores
diferenciales y los interruptores magneto térmicos.
 

 
3.3 PROYECTOS DE INSTALACIONES ELÉCTRICAS.
¿Cuáles son los pasos a seguir en un proyecto de
instalación eléctrica?
Cuando nos embarcamos en un proyecto de instalación eléctrica, el primer paso
obligado es programar una reunión con el usuario o futuro usuario, o con el equipo
técnico delegado.

Esta reunión es de suma importancia ya que nos permitirá recabar información útil
como por ejemplo los hábitos y requerimientos del usuario, además de los usos y
cambios pensados a futuro.

De esta forma se puede hacer un inventario de los equipos o cargas que se


pretende instalar y saber los detalles operativos de estos equipos, de esta forma
tendremos una idea clara de los requerimientos básicos de la instalación.

El paso lógico inmediato es la verificación del acceso y disponibilidad al servicio de


electricidad local. De no existir dicho acceso, es necesario realizar una consulta a
la empresa de electricidad que cubre dicha área, acerca de la posibilidad de
obtener el suministro a corto plazo.
El contacto con los equipos humanos en la obra es de vital importancia, hablamos
de arquitectos, ingenieros, mecánicos y todo aquel experto que intervenga, de
esta forma podemos ubicar las necesidades concretas como tomas generales,
tomas especiales, equipos de iluminación, ascensores, aire acondicionado,
montacargas, puertas eléctricas, equipos de informática, etc.

A continuación se debe localizar en los planos, los tomacorrientes y las cargas de


iluminación, antes de la disposición de puntos de iluminación es necesario
efectuar los cálculos luminotécnicos de tal forma que el nivel de iluminación sea el
ideal en los diferentes ambientes.

En los planos de arquitectura se ubican las cargas eléctricas y se dimensionan los


circuitos ramales hasta los respectivos tableros, teniendo en cuenta la caída de
tensión del circuito y la capacidad del cable.

La estimación de la carga se realizará mediante estudios de carga por tablero para


dimensionar los alimentadores de los tableros y transformadores, hasta llegar a la
acometida primaria, luego de estos pasos entramos a las especificaciones del
proyecto.

Para determinar de la carga eléctrica de la instalación se calcula la carga eléctrica,


es decir, el número de equipos que requerirá el proyecto así como su proyección
futura, sus características y datos de operación, qué espacios se disponen y cómo
estarán distribuidos, entre otros.

A partir de los datos anteriores se elegirá el conductor eléctrico más adecuado


para la instalación y, muy importante, seleccionar las protecciones eléctricas, ya
sean termo magnéticos (para proteger a los cables seleccionados en función del
calibre escogido), diferenciales (para proteger a las personas contra
electrocuciones) y el sistema de Tierra para toda de la instalación
Los informes de proyecto de instalación eléctrica no se han estandarizado aún,
pero hay un cierto consenso entre diversas fuentes de autoridad de donde
podemos extraer las siguientes partes en secuencia:

1. Memoria descriptiva.
2. Cálculos de iluminación.
3. Cálculos eléctricos.
4. Estudio de cargas.
5. Diseño de sistema de comunicaciones.
6. Diseño de sistema de detección de incendio.
7. Especificaciones.
8. Cómputos métricos.
9. Planos.

Vale la pena recordar que para un proyecto de instalación eléctrica, éste tiene que
existir un diagrama de cableado eléctrico detallado para comenzar, elaborado por
un ingeniero eléctrico.

Con el cálculo de cargas eléctricas, corrientes, tamaños de los cables y


dispositivos de protección para la instalación eléctrica, los planos se realizan y
detallan junto con el diagrama con símbolos eléctricos y detalles de texto para que
el instalador lleve a cabo el trabajo de instalación.

A partir de esta información, también se resuelven las cantidades de material y


componentes necesarios para el trabajo.

El diagrama de cableado eléctrico indicará las áreas o ubicaciones de un edificio


donde se colocarán la iluminación, las tomas de corriente, los electrodomésticos
pequeños u otra maquinaria.

Los conductores eléctricos (cables) deben seleccionarse de acuerdo con la


clasificación de corriente (capacidad) y la caída de tensión cuando la corriente
nominal fluye en los conductores.

El proceso para el diseño y cálculo de instalaciones eléctricas puede ser laborioso


y repetitivo. Además para algunas personas puede ser confuso por la normatividad
que se tiene que aplicar.

Afortunadamente hay programas que pueden ahorrarte mucho tiempo, que:

1 Calculan los niveles de iluminación correcta por cada habitación.


2 Realizan el balanceo de las cargas automáticamente.
3 Determinan la mejor distribución de conductores y cableado.
4 Determinan la cantidad y numero de los cables en cada tramo.
3.4 PROYECTOS DE ALUMBRADO.
¿Cómo Diseñar un Proyecto de
Iluminación?
Iluminar es mucho más que escoger entre una bombilla u otra. Para hacerlo bien,
es indispensable seguir todo un riguroso proceso de estudio y diseño orientado a
conseguir que un espacio esté iluminado de forma coherente con la arquitectura,
la decoración y sus usos previstos.
“La eficiencia energética no está exclusivamente en el producto,
sino también en el proyecto de iluminación”

Realizar un proyecto de iluminación previamente a la decisión de compra de


luminarias, implicará, entre otros aspectos, un ahorro en la inversión así como
un ahorro energético.

Proyectando y planificando correctamente la iluminación de cualquier espacio,


evitarás sobredimensionar una instalación, ajustarás los consumos a mínimos sin
prescindir de una buena calidad de luz, y reducirás los costes de mantenimiento.

Al inicio de cada proyecto de iluminación hay que seguir unos parámetros básicos
para especificar qué iluminación es conveniente para cada espacio.

Para conseguir nuestros objetivos esenciales es fundamental analizar varios


factores, ya que un buen y eficaz diseño de iluminación empieza por:
 determinar la óptima distribución de puntos de luz,
 los niveles de iluminación requeridos,
 la elección de una correcta temperatura de color,
 y por evitar el deslumbramiento.
La tonalidad de la luz en un proyecto de iluminación
La tonalidad de la luz se determina mediante la temperatura de color y la unidad de
medida son los grados Kelvin (K).

Cuanto mayor es el indicador, mayor es la sensación de color


blanco frío, y cuanto menor es el indicador la luz es más cálida.
Así, una lámpara fluorescente con luz similar a la luz natural del día tiene una
temperatura de color de 6000 K, mientras que una lámpara o bombilla
incandescente convencional tiene una temperatura de 2700 K.

El tono de color
El tono de color también determina el rendimiento luminoso de una lámpara,
puesto que cuanto mayor sea el índice de grados Kelvin, mayor cantidad de
lúmenes (*) se obtendrán.

(*) El lumen es la unidad de medida del flujo luminoso, la cantidad


de luz emitida por segundo por una fuente de luz (bombilla).
Para determinar los niveles de iluminación realizaremos cálculos basados en la
relación entre el flujo luminoso irradiado, lumen (lm), y la superficie radiante. La
unidad de medida resultante es el lux (lx) y su resultado es la iluminancia (E).
E=lm/m2= lx
Se pueden tomar como referencia, los valores de iluminación media
recomendados para varias aplicaciones según la siguiente tabla:

Cálculos y simulaciones lumínicas


Una vez determinado los puntos de luz, niveles y tonalidades de iluminación,
habiendo considerado las exigencias y requisitos de cada proyecto, y la
creatividad del diseñador, es cuando se deben escoger las luminarias, y realizarse
los cálculos y simulaciones para certificar que la iluminación diseñada cumple con
los objetivos propuestos.

Los siguientes cuadros corresponden al diseño de una sala de


exposición de arte, utilizando proyectores halógenos instalados en el
techo.

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