Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
totalidad de la masa de la materia y donde se producen reacciones que hacen brillar las
estrellas o producen energía. Los protones y neutrones que forman el núcleo del átomo se
encuentran unidos por la interacción nuclear, de corto alcance. El balance entre la repulsión
entre protones y la atracción nuclear de protones y neutrones da lugar a todos los núcleos
conocidos.
Para saber cómo aparecen los distintos elementos hemos de conocer cómo se crearon todos
los núcleos a partir del hidrógeno primordial. En el origen del Universo solo se crearon
hidrógeno y algunos núcleos ligeros como el helio. Los núcleos más grandes se crearon en el
interior de las estrellas o en fenómenos violentos como las explosiones de supernovas. La
creación de núcleos más pesados que el hierro es más compleja, ya que estos núcleos no
pueden crearse por la mera fusión del combustible nuclear de las estrellas.
Para estudiar estos procesos y determinar por qué unos elementos son más abundantes que
otros se recrean en el laboratorio condiciones de temperatura y presión extremas que
reproducir las reacciones de creación de núcleos pesados. Estos experimentos se llevan a
cabo en instalaciones como ISOLDE en el CERN, o FAIR, que se construye en el laboratorio
GSI en Alemania.
La Física Nuclear no sólo nos permite responder preguntas sobre cómo está formada la
materia o cómo ha evolucionado el Universo. También ha permitido el desarrollo de
aplicaciones que van desde las terapias y diagnóstico médicos mediante técnicas como la
tomografía por emisión de positrones (PET) o la hadronterapia, hasta la generación de energía
o el análisis de obras de arte. En la actualidad, más de la mitad de los aceleradores de
partículas repartidos por el mundo están en hospitales para usarse en Medicina.
Cada componente del núcleo del reactor juega un papel importante en la generación de
calor:
Combustible
Los combustibles empleados en las centrales nucleares están en forma sólida, aunque
varían desde el dióxido de uranio cerámico ligeramente enriquecido, uranio en tubos de
aleación de magnesio hasta dióxido de uranio enriquecido o natural en tubos de aleación
de zirconio, todo depende del tipo de reactor.
Sujetando los tubos guía a las rejillas de soporte de combustible se consigue que los
centros de las varillas de combustible y los tubos guía estén a la misma distancia. Todos
los elementos de combustible tienen el mismo diseño mecánico. Algunos contienen
haces de barras de control y otros contienen venenos consumibles o fuentes neutrónicas.
Barras de control
Para que un reactor funcione durante un periodo de tiempo tiene que tener un exceso de
reactividad, que es máximo con el combustible fresco y va disminuyendo con la vida
del mismo hasta que se anula, momento en el que se hace la reacarga del combustible.
Moderador
Los neutrones producidos en la fisión tienen una elevada energía en forma de velocidad.
Conviene disminuir su velocidad de modo que aumente la probabilidad de que fisionen
otros átomos y no se detenga la reacción en cadena. Esto se consigue mediante choques
elásticos de los neutrones con los núcleos del moderador.
Entre los moderadores más utilizados están el agua ligera, el agua pesada y el grafito.
Refrigerante
La mayor parte de la energía desprendida por fisión es en forma de calor. A fin de poder
emplear éste, por el interior del reactor debe pasar un refrigerante que absorba y
transporte dicho calor. El refrigerante debe ser anticorrosivo, tener una gran capacidad
calorífica y no debe absorber neutrones. Los refrigerantes más usuales son gases, como
el anhídrido carbónico y el helio, y líquidos como el agua ligera y el agua pesada.
Incluso hay algunos compuestos orgánicos y metales líquidos como el sodio, que
también se empleean para este fin.
Reflector
La elección del material depende del tipo de reactor. Si tenemos un reactor térmico, el
reflector puede ser el moderador, pero si tenemos un reactor rápido el material del
reflector debe tener una masa atómica grande para que los neutrones se reflejen en el
núcleo con su velocidad original (dispersión inelástica).
Blindaje
Los materiales más usados para construir este blindaje son el hormigón, el agua y el
plomo.
Para que un reactor nuclear funcione durante un periodo de tiempo tiene que tener un
exceso de reactividad sobre el valor crítico, para compensar las pérdidas de neutrones
que, por diversos fenómenos, tiende a reducirlos. El reactor tiene que funcionar en
condiciones de criticidad, lo que significa que el exceso de reactividad que tiene que
mantenerse en un valor cero.
El diseño de las centrales nucleares es tal que un fallo en los equipos de la instalación
siempre actúa en el sentido de máxima seguridad del reactor, insertando todas las barras
de control en el núcleo, compensando instantáneamente la reactividad del mismo y
parándose el reactor.
Otro tipo de control se realiza con materiales absorbentes o venenos combustibles que
van desapareciendo por captura neutrónica. Es frecuente que vayan incorporados en
algunos de los elementos combustibles.
Primeros experimentos
La radiactividad fue descubierta en las sales de uranio por el físico francés Henri
Becquerel en 1896.
En 1898, los científicos Marie y Pierre Curie descubrieron dos elementos radiactivos
existentes en la naturaleza, el polonio (84Po) y el radio (88Ra).
En 1913 Niels Bohr publicó su modelo de átomo, consistente en un núcleo central
compuesto por partículas que concentran la práctica mayoría de la masa del átomo
(neutrones y protones), rodeado por varias capas de partículas cargadas casi sin masa
(electrones). Mientras que el tamaño del átomo resulta ser del orden del angstrom (10-
10
m), el núcleo puede medirse en fermis (10-15 m), o sea, el núcleo es 100 000 veces
menor que el átomo.
Ernest Rutherford en el año 1918 definió la existencia de los núcleos de hidrógeno.
Rutherford sugirió que el núcleo de hidrógeno, cuyo número atómico se sabía que era 1,
debía ser una partícula fundamental. Se adoptó para esta nueva partícula el nombre
de protón sugerido en 1886 por Goldstein para definir ciertas partículas que aparecían en
los tubos catódicos.
Durante la década de 1930, Irène y Jean Frédéric Joliot-Curie obtuvieron los primeros
nucleidos radiactivos artificiales bombardeando boro (5B) y aluminio (13Al)
con partículas α para formar isótopos radiactivos de nitrógeno (7N) y fósforo (15P). Algunos
isótopos de estos elementos presentes en la naturaleza son estables. Los isótopos
inestables se encuentran en proporciones muy bajas.
En 1932 James Chadwick realizó una serie de experimentos con una radiactividad
especial que definió en términos de corpúsculos, o partículas que formaban esa radiación.
Esta nueva radiación no tenía carga eléctrica y poseía una masa casi idéntica a la del
protón. Inicialmente se postuló que fuera resultado de la unión de un protón y
un electrón formando una especie de dipolo eléctrico. Posteriores experimentos
descartaron esta idea llegando a la conclusión de que era una nueva partícula procedente
del núcleo a la que se llamó neutrones.
Los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann descubrieron la fisión
nuclear en 1938. Cuando se irradia uranio con neutrones, algunos núcleos se dividen en
dos núcleos con números atómicos. La fisión libera una cantidad enorme de energía y se
utiliza en armas y reactores de fisión nuclear.
Reacciones nucleares
Colisión inelástica
La física nuclear incluye también el estudio de las reacciones nucleares: el uso de
proyectiles nucleares para convertir un tipo de núcleo en otro. Si, por ejemplo, se
bombardea el sodio (Na) con neutrones, parte de los núcleos estables Na capturan estos
neutrones para formar núcleos radiactivos ²Na:
Estas reacciones se estudian colocando muestras dentro de los reactores nucleares para
producir un flujo alto de neutrones (número elevado de neutrones por unidad de área).
Los núcleos también pueden reaccionar entre ellos pero, si están cargados positivamente,
se repelen entre sí con gran fuerza. Los núcleos proyectiles deben tener una energía lo
bastante alta como para superar la repulsión y reaccionar con los núcleos blanco. Los
núcleos de alta energía se obtienen en los ciclotrones, en los generadores de Van de
Graaff y en otros aceleradores de partículas.
Una reacción nuclear típica es la que se utilizó para producir artificialmente el elemento
siguiente al uranio (238U), que es el elemento más pesado existente en la naturaleza.
El neptunio (Np) se obtuvo bombardeando uranio con deuterones (núcleos del isótopo
hidrógeno pesado, 2H) según la reacción:
Colisión elástica
Desintegración nuclear
Los núcleos atómicos consisten en protones, cargados positivamente y neutrones sin
carga. El número de protones de un núcleo es su número atómico, que define al elemento
químico. Todos los núcleos con 11 protones, por ejemplo, son núcleos de átomos
de sodio (Na). Un elemento puede tener varios isótopos, cuyos núcleos tienen un número
distinto de neutrones. Por ejemplo, el núcleo de sodio estable contiene 12 neutrones,
mientras que los que contienen 13 neutrones son radiactivos. Esos isótopos se anotan
como y , donde el subíndice indica el número atómico, y el superíndice representa el
número total de nucleones, es decir, de neutrones y protones. A cualquier especie de
núcleo designada por un cierto número atómico y de neutrones se le llama nucleido.
Los nucleidos radiactivos son inestables y sufren una transformación espontánea en
nucleidos de otros elementos, liberando energía en el proceso.
Esas transformaciones incluyen la desintegración alfa, que supone la emisión de un núcleo
de helio (), y la desintegración beta (que puede ser β- o β+). En la desintegración β- un
neutrón se transforma en un protón con la emisión simultánea de un electrón de alta
energía y un antineutrino electrónico. En la desintegración β+ un protón se convierte en un
neutrón emitiendo un positrón.
Por ejemplo, el 24Na sufre una desintegración β- formando el elemento superior, el
magnesio:
La radiación gamma es radiación electromagnética de alta frecuencia (y por tanto energía).
Cuando se produce la desintegración α o β, el núcleo resultante permanece a menudo en
un estado excitado (de mayor energía), por lo que posteriormente se produce la
desexcitación emitiendo rayos gamma.
Al representar la desintegración de un nucleido radiactivo se debe determinar también
el periodo de semidesintegración del nucleido. El periodo de semidesintegración del , es
de 15 horas. Es importante determinar el tipo y energía de la radiación emitida por el
nucleido.
Fisión
Los conceptos de fisión y fusión nuclear difieren en las características de formación de
cada uno. De esta forma se encuentra que la fisión (utilizada en las bombas y reactores
nucleares) consiste en el "bombardeo" de partículas subatómicas al uranio (o a cualquier
elemento transuránico, siempre y cuando sus características lo permitan), trayendo como
consecuencia la fisión (de allí su nombre) del átomo y con esto la de los demás átomos
adyacentes al bombardeado en reacción en cadena. Mientras que, la fusión es la unión
bajo ciertas condiciones (altas presiones, altas temperaturas, altas cargas, etc.) de dos o
más átomos y genera mucha más energía que la fisión.
Fusión
La fusión representa diversos problemas, ya que a nivel atómico las cargas de los átomos
se repelen entre sí impidiendo la unión de estos, por esto se recurre generalmente a la
utilización de isótopos ligeros, con menor carga eléctrica (como el hidrógeno y sus
isótopos deuterio y tritio). En ciertas condiciones, definidas por los criterios de Lawson, se
lograría la fusión de dichos átomos. Para ello primero se les debe convertir al estado de
plasma, ionizándolos, favoreciendo a la unión. Esto se consigue mediante dos métodos
básicos: el confinamiento magnético y el confinamiento inercial. Existen varias
posibilidades para producir la fusión a partir de los isótopos del hidrógeno.
La energía de la fusión aún no se ha podido aprovechar con fines prácticos.
Representa algunas ventajas en relación a la fisión nuclear:
Detección
Análisis radioquímico como apoyo a la detección
Las partículas alfa, que son emitidas normalmente por elementos con números atómicos
superiores a 83, tienen la energía discreta característica de los nucleidos emisores. Así,
los emisores α pueden ser identificados midiendo la energía de las partículas α. Las
muestras a medir deben ser muy delgadas porque estas partículas pierden rápidamente
energía al atravesar el material. Los rayos gamma también tienen la energía discreta
característica del nucleido que se desintegra, por lo que la energía de estos rayos también
puede usarse para identificar nucleidos. Puesto que los rayos gamma pueden atravesar
una cantidad considerable de material sin perder energía, la muestra no tiene que ser
delgada. Los espectros de energía de las partículas beta (y los positrones) no son útiles
para identificar nucleidos porque se extienden sobre todas las energías hasta un máximo
para cada emisor β.
El núcleo atómico
El núcleo atómico está formado por protones que contienen carga positiva y
neutrones con carga neutra. Lo que mantiene las partículas unidas en el núcleo
atómico se llama energía de enlace. La energía de enlace de las fuerzas
nucleares son cien veces mayor a la fuerza electromagnética.
EL NÚCLEO ATÓMICO
En el núcleo existen dos tipos de partículas llamadas nucleones: protones y
neutrones.
El protón tiene la misma carga que el electrón pero positiva y una masa 1836
veces mayor que la masa del electrón.
El neutrón no tiene carga eléctrica y su masa es 1839 veces mayor que la del
electrón, apenas mayor que la del protón.
Hay dos conceptos que caracterizan a los núcleos atómicos:
El número atómico (Z): indica el número de protones que hay en el
núcleo del átomo. Coincide con el número de electrones si el átomo es
neutro. Los átomos de un mismo elemento poseen el mismo número
atómico.
El número másico (A): indica el número de protones y neutrones que hay
en el núcleo del átomo, es decir, el número total de nucleones.
El número total de neutrones viene dado por N=A-Z
Se denominan isótopos los átomos de un mismo elemento que presentan
distinto número de neutrones.
El volumen del núcleo representa una fracción muy pequeña del volumen total
del átomo, pero en él se encuentra casi toda la masa del átomo por lo que su
densidad es muy elevada.
mayor que la fuerza gravitatoria atractiva entre los mismos. Debe, por tanto,
existir una fuerza muy intensa, de corto alcance y atractiva que mantenga unido
al núcleo, es la interacción nuclear fuerte que presenta las siguientes
características:
Es una fuerza atractiva muy intensa.
Actúa entre dos nucleones con independencia de su carga eléctrica.
Es una fuerza de corto alcance. Sólo se pone de manifiesto a distancias
del orden del fermi, a distancias mucho menores es repulsiva.
La masa del núcleo es inferior a la suma de las masas de los nucleones que lo
forman. Esta diferencia se denomina “defecto de masa” y se calcula mediante la
expresión:
Δm=Z∙m +(A-Z)m -M
p n
Siendo m la masa del protón, m la masa del neutrón y M la masa del núcleo.
p n
E=Δm∙c 2
RADIACTIVIDAD
La radiactividad es la propiedad que presentan determinadas sustancias,
llamadas radiactivas, de emitir radiaciones (conocidas por rayos alfa, beta y
gamma) capaces de penetrar en cuerpos opacos, ionizar el aire, impresionar
placas fotográficas y excitar la fluorescencia de ciertas sustancias.
Cuando un núcleo atómico emite radiación α, β o γ, el núcleo cambia de estado
o se transforma en otro, en este último caso se dice que ha tenido lugar una
desintegración.
El cuerpo que se transforma se denomina radioisótopo o radionucleido. Si existe
en la naturaleza su actividad es conocida como natural. Si se obtiene por
transmutación provocada su actividad es conocida como artificial.
(Actualmente se conocen en la naturaleza tres familias radiactivas
constituidas por isótopos naturales: la del uranio-radio, la del uranio-actinio
y la del torio)
Radiación α: son núcleos de helio (partículas α) formados por dos protones y
dos neutrones. Suelen emitirlas los núcleos demasiado grandes para ser
estables. Las partículas α tienen un poder de penetración muy bajo.
Radiación β: son electrones rápidos (partículas β) procedentes de neutrones
que se desintegran en el núcleo dando lugar a un protón y un electrón. La
emisión beta se debe a una fuerza nuclear distinta a la fuerte y de menor alcance
llamada interacción nuclear débil. Las partículas β son más ligeras que las α y
tienen un poder de penetración mayor.
Radiación γ: son radiaciones electromagnéticas (fotones) de mayor frecuencia
que los rayos X. Se emiten cuando un núcleo que se encuentra en un estado
excitado vuelve a su estado fundamental. La emisión γ acompaña generalmente
a las emisiones alfa y beta y tiene un poder de penetración mucho mayor.
REACCIONES NUCLEARES
Fisión nuclear
La fisión nuclear es una reacción nuclear en la que un núcleo pesado se divide
en otros dos más ligeros al ser bombardeado con neutrones. En el proceso se
liberan más neutrones y gran cantidad de energía.
Los isótopos más utilizados son uranio 235 y plutonio 239.
Fusión nuclear
La fusión nuclear es una reacción nuclear en la que dos núcleos ligeros se unen
para formar otro más pesado. En el proceso se libera gran cantidad de energía.
Un ejemplo de reacción de fusión es la unión del deuterio y el tritio (isótopos del
hidrógeno) para formar helio 4.
Las reacciones de fusión tienen lugar de forma natural en el Sol y las estrellas.
De forma artificial sólo se ha conseguido la fusión en cadena de forma explosiva.
Fusión nuclear en cadena controlada:
Aún no se ha conseguido de manera rentable debido a la dificultad térmica que
supone confinar los reactivos que, a temperaturas tan elevadas , están en estado
de plasma.