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Terapia Familiar.
Participante:
Mayelin D’oleo Cabrera.
Matricula:
17-2913.
Facilitador/a:
Ilusión García.
Santiago de los Caballeros, Rep.Dom.
Introducción.
cuadro comparativo
UNIDAD II
Fundamentos Teóricos
Cada vez con más frecuencia en nuestro medio se oye hablar de terapia
estratégica y de terapia breve, lo que va a la par con la necesidad presente en los
clínicos de contar con herramientas que les permitan hacer intervenciones más
efectivas y en el más breve plazo. Esto no solo se observa en quienes ya están
ejerciendo la psicoterapia, sino también en quienes están en proceso formativo,
tanto en pregrado como a nivel de postítulo.
La terapia estratégica breve es una modalidad de intervención que permite
ajustarse a las demandas actuales, es decir, está orientada a la efectividad y a
acortar el período de psicoterapia. Sin embargo, ¿qué hace que sea «estratégica»
y, al mismo tiempo, qué hace que sea «breve»? Como se verá más adelante, esta
denominación resulta del trabajo intelectual y clínico de varios autores, todos ellos
contemporáneos entre sí, los que en conjunto realizan grandes aportes en ir
sentando las bases de una nueva forma de concebir y hacer psicoterapia.
No solo por ver cumplida una aspiración legítima de todo clínico, cual es la
efectividad, además la terapia estratégica breve revoluciona y subvierte los
fundamentos y principios de la psicoterapia tradicional. Comprender los
fundamentos sistémico-cibernéticos de esta modalidad de resolución de
problemas será uno de los objetivos de este capítulo. Asimismo, otro propósito
será describir y comprender el proceso terapéutico propuesto, las principales
intervenciones y la situación actual de esta modalidad de terapia breve.
Lo que hace que una terapia sea estratégica es, según Haley (1973), la actitud
del clínico, en cuanto es él quien inicia lo que ocurre en ella y diseña de modo
activo un enfoque particular para cada problema. La iniciativa y responsabilidad
están en el terapeuta, orientándose a influir directamente en las personas de tal
modo que se produzca el cambio. Probablemente, para muchos terapeutas que se
definen a sí mismos como «estratégicos breves» o que en algún momento lo
fueron, las ideas anteriores ya no cumplen con aquello que valorizan en una
óptima psicoterapia. Sin embargo, encarna un cierto modo de hacer terapia, cuya
descripción y explicitación como ya se dijo serán los objetivos de este trabajo. Esta
modalidad de práctica psicoterapéutica encuentra sus orígenes y su impronta en el
trabajo creativo de Milton H. Erickson, quien se caracterizó por su modo
heterodoxo de hacer terapia, con resultados efectivos y en breve tiempo.
Estos sistemas son integrados por individuos, sus conductas, sus creencias
compartidas y las reglas que regulan el comportamiento recíproco. Se aplican
propiedades sistémicas como: retroalimentación, mecanismos homeostáticos,
formación de estructuras y procesos negentrópicos. Los sistemas humanos
funcionan de forma autocorrectora, de tal modo que la estabilidad es posible, así
como también la inmovilidad y la resistencia al cambio.
El aporte de Bateson.
Es indudable que algunas de estas ideas están muy bien expresadas en las
formulaciones de la terapia estratégica breve.
Esta paradoja lleva a Heinz von Foerster a pensar que la realidad no puede
plantearse como algo externo e independiente, ya que cada ser humano está
inmerso en ella y la construye y es construido por ella. De aquí nace el famoso
concepto de la auto-referencia, que se refiere al hecho de que cuando se habla
sobre algo, también se habla sobre uno mismo, sobre lo que se es y lo que se
cree. De esta manera, el constructivismo empieza su crecimiento haciendo énfasis
en la posición del observador y en la forma en que éste conoce, que no puede
separarse del objeto conocido.
Es verdad, que el constructivismo se ha aplicado en muchas áreas, se lo escucha
bastante en la educación, también en las ciencias sociales y se encuentran
algunas reflexiones interesantes sobre esta área, hechas por los cognitivos
conductuales e incluso los psicoanalistas. Pero, ¿qué implica el constructivismo en
una intervención? Sus aportes en el quehacer terapéutico se dan a múltiples
niveles: La idea de que tanto el terapeuta como la familia forman parte de un
mismo sistema y lo que siente o percibe es algo que surge en ese espacio en
donde familia y terapeuta entran en relación, se conectan.
Se trata entonces de una persona que también tiene sus alegrías y tristezas, pero
que aún así, está dispuesta a recorrer ese camino junto al otro, con benevolencia
por sus hechos, tratando de comprenderlo y de tenderle una mano, para que ese
otro pueda avanzar en su propio caminar. Sin embargo, el principal aporte del
constructivismo, es que devuelve a cada hombre y mujer, su simple y llana
condición de seres humanos puede ver cómo, al hablar del constructivismo,
también hablo sobre mí misma y lo que es importante en el marco de referencia de
vida). De esta manera, un terapeuta es, antes que nada un ser humano, como lo
dijo Winnicot y, la aceptación de esto, contribuye a que la familia pueda verse de
una manera más humana también.
El ser del terapeuta, con todo su bagaje, tanto histórico como de formación, es
fundamental en un proceso de cualquier naturaleza, y lo es más aún en uno
terapéutico. Cada uno de los profesionales que se dedican a la tarea de ser
psicoterapeutas, es un ser humano y es, en calidad de tal, que debería
presentarse en la relación con el otro. Cada uno es un sistema, resultante de la
interacción de elementos biológicos, psicológicos, sociales, culturales y
espirituales. Cada uno tiene una historia y el hecho de haberla vivido, es lo que va
a permitir el encuentro terapéutico.
También se trata de una persona que tiene experiencia en algunas áreas, pero en
otras no, lo que también va a ayudar al encuentro, sobre todo si se lo entiende
como un proceso de mutuo crecimiento. Esta persona tiene en sus manos un
bagaje que ha ido adquiriendo conforme ha avanzado en su proceso vital, en
primer lugar; pero también en su proceso de formación, conforme va ganando
experiencia con los consultantes o con las personas que están a su cargo en otros
procesos, como la formación o la supervisión.
Existen otros elementos que debe poseer una persona que decide dedicarse a
esta tarea: son características especiales, que se reúnen más o menos
naturalmente, en las personas que hacen psicoterapia, o que también se pueden
desarrollar a lo largo de los años: tener un gran amor a la vida y una inmensa
dosis de esperanza, ya que muchas personas vienen con dolores inmensos, con
sufrimientos extremos, con grandes angustias e incluso con deseos de morir,
frente a lo cual, mantener cierto nivel de confianza en la vida, ayudará al otro a ver
las cosas de manera un poco más positiva, pero que esto no le quite un sentido de
realidad, la cual es fundamental, al momento de evaluar el riesgo para la vida del
otro.