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La verdad es que todo está mucho mejor. Antes no entendía nada.

Todo lo vivía
como mejor me parecía. Reconozco cuánta falta me hacía encontrarme con
personas que tienen la capacidad de enseñarme. Y de enseñarme con paciencia
porque soy medio lento para entender. Me lo tienen que estar repitiendo a cada
rato. Estoy más feliz. Hoy puedo ver mis convicciones más firmes. Aún me falta
mucho pero sé que algo bueno viene. Siempre vienen cosas buenas. La verdad
al principio si estaba con muchas dudas. No sabía si debíamos mudarnos.
Llevábamos tanto tiempo en el otro lugar. Dejé amigos. Dejé muchos
momentos. Siempre los llevaré a donde quiera que me vaya. Para eso son los
recuerdos. Hoy estoy seguro que fue lo mejor. Estoy avanzando y yo creía que
siempre me iba a quedar atorado en el mismo lugar. Pero hoy doy pasos cada
día. Pasos chiquitos esos sí. Pero pasos al fin. Ahora sí camino. La que duda es
mi esposa. La quiero mucho. A veces la veo preocupada, muy preocupada. Pero
también la llego a ver contenta. No sé qué hacer. Ella no quería que nos
mudáramos. Me dijo hasta el cansancio que no estaba de acuerdo con esta
decisión. Pensé que la había convencido pero creo que aún guarda dudas. Sé
que siempre trata de estar bien, de sonreír. De verle el lado bueno de las cosas.
Hasta me ha confesado que también ve cambios buenos en su vida. Pero duda.
Creo que le han llenado la cabeza de ideas. Me da mala espina cuando la veo
con esa muchachita. Creo que es medio intrigosa. No sé. A lo mejor son solo
ideas mías. Pero no me gusta que ponga en duda las palabras de mi amigo. Él es
buena gente. Siempre ha querido ayudarnos. Pero para mí que es esa niña que le
anda metiendo ideas. Ahora andas muy callado. No, vengo pensando. Ha de ser
en la vida después de la muerte. A ver dime ¿Esa muchachita te anda metiendo
ideas de mi amigo, verdad? Ya te dije que no. ¿Entonces por qué te cae mal? No
es que me caiga mal. Digo, tampoco me cae bien. ¡Ves! Siempre hablas mal de
él. Ya te dije que no. Pero tampoco estoy ciega ni sorda. ¿Y qué es lo que ves?
¿Qué es lo que escuchas y yo no? La verdad no es él. Es su esposa. Ella vive
triste. Está triste todo el tiempo. No habla con nadie. ¿Y eso qué tiene que ver
con mi amigo? Pues es su esposo. Creo que le hace daño a escondidas. No sé.
La amenaza. ¡Estás loca! ¿Cómo va a amenazar a su propia esposa? ¿De qué la
va a amenazar? ¿Qué ganaría él? ¡No sé, no sé, no sé! Yo también me hago las
mismas preguntas y no sé. Pero sus ojos hablan. En sus ojos veo miedo. La he
visto llorar en el baño. Si ese hombre le hace daño a su esposa, también puede
hacernos daño a nosotros.

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