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1) Pregunta: ¿es importante el conocimiento sobre el pecado?

2) Introducción: en la actualidad hablar sobre el pecado representa incomodidad


para muchos, por lo que la palabra en si denota: una actitud, comportamiento o
ideas que van directamente en contra de la Santidad y Justicia divina y que
requiere ser castigada; esto ha hecho que en lugar de hablar de pecado (para
beneficio y comodidad de muchos), se hable de fallas, errores, debilidades y otros
adjetivos que sirven como paliativo para no hablar del tema de forma frontal: el
hombre por su naturaleza caída es pecador y como tal esta apartado de Dios,
estas definiciones o adjetivos lo que hacen es que en el fondo no se resuelve el
problema y que tampoco se cree conciencia sobre el estado del hombre ante Dios.
Cuando el tema es abordado así, de manera directa y amplia el concepto de
pecado cambia, lo cual hace que el hombre al reconocer su estado deba buscar
acercarse a Dios (aunque realmente se es atraído por El y hacia Él) para
restablecer esa relación afectada desde el Edén. El conocimiento de que es el
pecado es el que hace que se entienda por qué el hombre debe acercarse a Dios.

3) Proposición o hipótesis: si el problema es no tener una definición clara y


amplia del pecado y sus consecuencias, la respuesta a tal hecho es definirlo de
una manera integral desde sus orígenes, hablar de cómo se extiende a la
humanidad, sus formas y cuál es el propósito de ser rechazado y castigado por
Dios. No basta solo con definir el pecado, el objeto también es crear conciencia
que estimule un cambio en la vida espiritual ya que también el estudio del pecado
hace parte de las doctrinas de la iglesia.

4) Descripción de que dice el autor o el tema:

Definición: el escritor define el pecado como “El pecado es no conformarnos a la


ley moral de Dios en acciones, actitudes o naturaleza”, es decir las acciones
individuales o colectivas claramente descritas como contrarias a la voluntad de
Dios, las actitudes pecaminosas (tendencias pensamientos, intenciones), así como
la naturaleza misma del ser humano es decir el carácter interno del ser también
puede constituirse como pecado, ya que esta intrínsecamente relacionado con su
ser, se puede decir que existe un impulso natural a pecar por su naturaleza de
hombre caído.

Dice que aunque el pecado se ha llegado a definir como egoísmo, esta definición
no es tan acertada por 4 cuestiones: 1-no se define bíblicamente de esta manera,
2-el ser humano pude tener motivaciones personales independientes que no son
necesariamente malas, incluso pueden ser reconocidas como necesarias en su
desarrollo como creyente como cuando Jesús manda que «acumulen para sí
tesoros en el cielo" (Mt 6:20),3-se puede cometer pecados sin estar relacionados
al egoísmo ej: la devoción sincera en una doctrina de error, la incredulidad, el odio
a Dios no necesariamente son producto del egoísmo, si no más bien de la
ignorancia a pesar de ser pecado que igualmente debe ser condenado. 4-podria
dar lugar a malas interpretaciones incluso del propósito de Dios que es buscar su
propia gloria o ser glorificado. El pecado debe definirse como lo que es: como la
falta de conformidad con la ley de Dios : “Por último, debiéramos notar que esta definición
hace hincapié en la seriedad del pecado. Nos damos cuenta por experiencia que el pecado es
perjudicial para nuestra vida, que nos trae dolor y consecuencias destructivas para nosotros y para
todos los que son afectados por él. Pero definir el pecado como la falta de conformidad con la ley
moral de Dios, es decir que el pecado es algo más que doloroso y destructivo, que es también malo
en el sentido más profundo de la palabra. En un universo creado por Dios, no se debe aprobar el
pecado”. (pág. 515)

Origen: El pecado tiene su origen que no es atribuible a Dios porque no peca, no


tienta y no puede ser tentado, su origen (el del pecado) está en los ángeles y el
hombre quienes decidieron libre, espontáneamente y de manera explícita pecar.
Cabe aclarar que no existe una dualidad de bien y mal existentes en armonía
como poderes supremos, tampoco que el pecado sorprendió a Dios o signifique un
reto a su omnipotencia o control, si se puede decir que estableció que el pecado
entrara al universo a través de decisiones voluntarias de seres morales. Antes de
la aparición del ser humano ya existía el pecado y su origen estuvo en satanás y
los ángeles que desobedecieron. Es interesante ver como el escritor expone cómo
funciona la dinámica del pecado, en este caso en Adán y Eva en 4 fases:1) ataca
la base del conocimiento divino (¿qué es verdad?): satanás plantea que no es
verdad lo que se dijo y Eva decide dudar sobre la veracidad de la orden divina y
experimentar. 2) ataca la base moral dado una respuesta diferente a la pregunta
planteada “¿qué es lo bueno?”, lo bueno es comer en lugar de no comer, basada
en esa información Eva evalúa y elige. 3) El pecado da una respuesta diferente a
la pregunta “¿quién soy yo?”, pasaron de pensar “somos creación de Dios” a decir:
”seremos como Dios” y 4) la irracionalidad del pecado: pensar que sería iguales o
superiores a Dios o que las acciones no traerían consecuencias no tiene sentido y
no dio réditos tanto para satanás como para Adán y Eva, el acto de pecar como tal
nunca trae un resultado benéfico.

El pecado heredado: el pecado de Adán es heredado de 2 formas

1) heredamos la culpa: (Ro 5: 12), Adán es tomado como representante de la raza


humana, por tanto al pecar, su pecado también es imputado a todos sus
descendientes, es su “herencia para todo el género”, también lo es el sentido de
culpa y es así como por causa de Adán , todos somos culpables según el sentido
de justicia divino. En este sentido de justicia debemos tener en cuenta: a) todos
han cometido pecado independientemente del cometido por Adán. b) cualquiera
en lugar de Adán hubiera hecho lo mismo y c) si es injusto asumir la culpabilidad
del Adán, es igual de injusto asumir el estado de inocencia que Cristo da ante Dios
padre; Dios uso la misma medida tanto para justificar como para condenar a los
hombres: por uno entro el pecado, por uno somos hecho justos.

2) Corrupción heredada:” Además de la culpa legal que Dios nos imputa por causa del pecado
de Adán, también heredamos una naturaleza pecaminosa debido al pecado de Adán. Esta
naturaleza pecaminosa heredada es llamada a veces el «pecado original» y a veces se la llama con
más precisión «contaminación original»” (pag 519). Esto lo que quiere decir es que ya es
inherente en el ser humano desarrollar un impulso a pecar porque está integrado a
su naturaleza (le fue transmitido). El hombre no desarrolla todo el potencial de
maldad gracias a las restricciones y normas de carácter socio-culturales y legal
que ayudan a mantener el orden de la sociedad, también juega un papel la gracia
de Dios que ayuda a que haya manifestaciones de benevolencia y bondad entre
los humanos, es decir que el hombre muestre bondad puede hacer el bien a
otros, aun así no podemos en nuestra humanidad agradar a Dios por dos razones

a. En nuestras naturalezas carecemos totalmente de bien espiritual ante Dios.

b. En nuestras acciones estamos totalmente incapacitados de hacer el bien


delante de Dios (por lo tanto incapaces de agradar a Dios y acercarnos por
nosotros mismos)

Pecados en la vida:

1) Todos somos pecadores: la Escritura da razón tanto en el antiguo como en el


Nuevo testamento del pecado universal del humano (es decir la humanidad entera
peca), en la iglesia primitiva también es claro que se reconocía la posibilidad del
pecar ante Dios: Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no
tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y
nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso
y su palabra no habita en nosotros. (1 Jn 1:8-10)

2) habilidad y responsabilidad: La verdadera medida de nuestra responsabilidad y culpa no


es nuestra capacidad de obedecer a Dios, sino más bien la absoluta perfección de la ley moral y la
santidad de Dios (que se refleja en esa ley). «Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial
es perfecto» (Mt 5:48). Pag 523

3) infantes y responsabilidades sobre el pecado de otros: básicamente dice el


autor que los infantes no son imputados de pecado hasta que no desarrollen su
capacidad de la compresión de bueno y malo, claro está que los infantes
pequeños pueden ser salvos no en virtud de sus obras, sino en virtud de la obra
redentora. Cabe destacar que el humano, como ser caído tiene la tendencia a
fallar, la cual inherente desde antes de nacimiento.
4) grados de pecado: dependiendo del sentido en que se plantee podría
responderse como:

a) culpa legal: todo pecado independiente de su tamaño es digno de castigo.

b) resultados en la vida y con relación a otros: los efectos del pecado en el plano
humano pueden mayores o menores en proporción del daño efectuado a otros,
pero igual sigue siendo pecado.

5) cuando un cristiano peca:

a) la situación legal ante Dios no cambia: El hecho de que tengamos pecado que
permanece en nuestra vida no significa que hayamos perdido nuestra posición
como hijos de Dios. En términos teológicos, seguimos conservando nuestra
adopción y justificación.

b) Nuestro compañerismo con Dios queda perturbado y nuestra vida cristiana


dañada: es decir aunque el amor de Dios se manifieste, él se enoja y ese enojo
hace que también se manifieste su justica para corregir dichas acciones de
pecado, estimulando al arrepentimiento “ Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por
tanto, sé fervoroso y arrepiéntete “(Ap 3: 19)

c) cristianos no convertidos: existe una alta probabilidad de encontrar lugares


donde sea fácil profesar ser cristiano basado en cierto tipo de prácticas externas ,
pero no producto de una verdadera conversión, seria evidente en algún momento
la falta del fruto del Espíritu en ellos y se podría identificar por su oposición o
desobediencia.

d) que es el pecado imperdonable (blasfemar contra el Espíritu Santo): existen


varias hipótesis: 1) solo podía haberse cometido durante la estancia de Jesús en
la tierra.2) estar en un estado de incredulidad hasta el lecho de muerte (igual es
una definición que no encaja con el contexto de la cita en cuestión (Mt 12:32) 3)
verdaderos creyentes que apostataron de la fe (aplicaría mas para Hebreos 6) y 4.
Una cuarta posibilidad es que este pecado consiste en el rechazo intencional, muy
malicioso y difamador de la obra del Espíritu Santo de testimonio acerca de Cristo,
y atribuir su trabajo a Satanás. Según el contexto de Mt 12:32, parece indicar que
es un total endurecimiento y falta de arrepentimiento aun conociendo la verdad,
por lo cual deliberadamente deciden continuar pecando y se recrean en ello; esto
encajaría en lo que dice Hebreos 6:4-6.

El castigo del pecado: aunque el castigo por el pecado se usa como elemento
disuasivo y como advertencia, su verdadero objetivo es que la justicia divina, que
demanda el castigo por el pecado: “Dios es santo y justo, por lo tanto demanda
justicia y santidad, esto es lo que hace que aborrezca el pecado y aplique el
castigo o correctivo necesario para tratar con el mismo”. En Cristo se ve
claramente saciada la necesidad de justicia y santidad que Dios demanda del
hombre: Sobre Jesús recae la obligación de mostrar al Dios santo, sobre Jesús
también recae la obligación que tiene Dios consigo mismo de mostrar su justicia al
condenar y reprender el pecado.

5) Argumentación: concuerdo en una gran mayoría con el escritor en lo


planteado sobre el tema, creo que entre más amplia sea la información que se
tenga sobre el tema mayor conciencia y mayor rango de decisión se puede tener.
Adicional a lo ya escrito creo que el pecado también podría definirse como un
estado o condición de inconformidad, de falta de saciedad, de falta de plenitud e
identidad con las condiciones que Dios me impone para tener una correcta
relación con El; digo inconformidad, insatisfacción y plenitud porque es Dios quien
define los parámetros de conducta a los cuales la humanidad (o ángeles) debe
someterse. Toda manifestación que no concuerde con el estándar divino es y
debe ser considerado pecado.

En el momento que el pecado aparece en el universo altera el orden natural de las


cosas (un Dios perfecto crea todo en un estado perfecto, ahora esa perfecta
creación se ve alterada por una mala decisión). Independientemente cual haya
sido el momento en que los actos voluntarios (de ángeles o humanos) se
produjeron, esto no toma por sorpresa a Dios. Dios como ser omnisciente tuvo que
haber previsto, anticipado, visualizado que en algún momento de la historia esto
sucedería y por lo tanto programo la opción más correcta según su divina voluntad
y poder. No se sabe cuál fue el motivo que hizo que Dios permitiera el curso del
pecado, lo que sí se puede deducir es que no supera sus capacidades u
omnisciencia y que tampoco lo que se derivó producto del pecado este fuera de su
control; aclaro, no es que Dios promueva el pecado, controle o incite al ser
humano a pecar, pero si es cierto que intrínsecamente todos estos actos y
consecuencias terminaran corregidos por El y será para manifestar su gloria. Es
importante aclarar todo esto ya que cuando se analiza la relación bien y mal en
otras religiones, en muchas se da por sentado la necesidad del mal, la dualidad y
la acción del mal como fuerza necesaria en la creación, algo que es totalmente
opuesto al análisis que se hace del mal o del pecado en la Biblia. Paradójicamente
cada que un ser creado por Dios toma una decisión trascendental sin consultar a
su Creador, esta decisión acarrea resultados desastrosos, sin importar si es en el
cielo o en la tierra y tiene que entrar Dios a resolverlo todo.

Parece ser que el pecado es como una fuerza dinámica destructiva: nunca esta
estática, nunca deja de afectar a otros. El acto de pecar parece tener una
condición que parece ser una ley: el que sigue en la lista pecara en igual medida o
con mayor gravedad que el anterior, Satanás después de pecar decide involucrar
a otros y genera una rebelión masiva, Eva peca e induce Adán a pecar, los hijos
de Dios en génesis pecan y contaminan la raza humana y así sucesivamente
hasta nuestros días.

Adán y Eva como pioneros y portavoces del todo el género humano al dejarse
seducir por el pecado, afectaron a toda la descendencia: introducen en el ser
humano la tendencia a pecar: un deseo que ya es automático, integrado a la vida
y al desarrollo de la humanidad que no se puede desarraigar por mucho que este
tenga las mejores intenciones, en el ya opera algo llamado la naturaleza
pecaminosa u hombre caído. El ser humano peca y pecara de ahí en adelante ya
sea por instinto o producto del aprendizaje o por los 2 hasta nuestros días. Es
lógico pensar que Adán y Eva no dimensionaron en primera medida el alcance de
sus actos, como posiblemente muchos lo hacen en el presente: si yo peco es mi
problema, son mis decisiones, es mi vida, pero no hay una verdad más alejada
que esa, siempre habrá una contraparte que también se verá afectada.

En el trato de Dios con el hombre siempre hubo la intensión de hallar una solución
definitiva para el pecado, solo que el hombre no tenía la capacidad de comprender
el panorama completo y por eso surgieron los simbolismo que desde el mismo
Génesis acompañaron esa relación, todo esto con el fin de preparar un panorama
que permitiera que en el momento en que Dios manifestara el plan completo, el
hombre pudiera comprenderlo y aceptarlo, y siempre por la misma dirección y guía
de Dios hacia ese propósito. El mecanismo que es simple: Israel como nación en
cada una de sus facetas serviría para expresar tanto la bondad, la justicia, el amor
y la santidad de Dios, así como la rebeldía, la falta de compromiso, las recaídas y
la imposibilidad de cumplir las demandas de ese Dios perfecto manifestada en su
ley. Realmente la ley solo fue un instrumento que ayudo a que el hombre sea más
consciente de su pecado y de la necesidad de acercarse a Dios para cumplir sus
expectativas y recibir su perdón, afortunadamente al entender que somos
incapaces de saciar la necesidad de santidad y justicia de Dios debemos mirar en
Jesús la única alternativa que nos permite ser aceptados de nuevo por Dios y
libres de la ley: salvos solo por la fe y dispuestos a obedecer por gratitud. De
forma increíble el hombre siempre parece “estar en el medio de y sujeto a” : es
apartado de Dios por el pecado de otro, que en últimas también se aprende (es
decir a pecar) y se desarrolla y de ahí en adelante por más que quiera ya no
puede separar eso de sí mismo; ahora si se acerca a Dios se da cuenta que por
mucho que se esfuerce solo nos acercamos a Dios porque el mismo Dios nos
induce a buscarlo y es por los méritos de otro (Jesús) que si puedo ser aceptado y
tratado como hijo, claro está no se debe olvidar que las decisiones del hombre
también cuentan….pero seamos sinceros en ultimas se pasa de ser esclavos del
pecado, hacer esclavos por amor a Dios.
Por otra parte creo que el ser humano como ser social ha aprendido a desarrollar
mecanismos o normas que le permiten vivir de manera tal que se cumplan
principios básicos de convivencia (al menos en la mayoría de las civilizaciones),
dicho esto cuando se dice que el pecado ha hecho que la humanidad este
pervertida y por lo tanto toda bondad o manifestación de bien solo puede provenir
de Dios puede ser parcial. El hecho de que el hombre sea pecador, tenga una
naturaleza caído, sea hijo de ira o merezca el juicio, no quita el hecho de que aun
así sigue siendo creación de Dios en el sentido de que las manifestaciones
humanas como el amor, la misericordia, el perdón u otras también se vean en él,
claro está nunca van a ser en la misma proporción que Dios o incluso en el estado
más elevado de los humanos como lo debió haber sido Adán en su momento, pero
el haber sido hecho a imagen de Dios es lo que permite que todavía se pueda ver
un reflejo vago (incluso distorsionado) de ese estado original de estos valores y
sentimientos. Hay que recordar que el ser humano todavía está dotado de libre
albedrio, de la capacidad de razonamiento, del sentido de pertenencia, de la
necesidad de asociación y todos estas cualidades son las que hacen que se tenga
una convivencia medianamente posible entre los seres humano. Con lo anterior no
se quiere justificar al ser humano o pretender que por estas cualidades sea
merecedor de un reconocimiento, perdón, justificación o incluso de una posición
especial, muchos menos relacionada con la salvación; solo que se reconoce que
aunque el pecado daña todo lo que toca, se puede ver lejanamente de lo que fue
el hombre en su estado original; muy importante: solo Dios y nadie más que Dios
puede restablecer su perfecta imagen en el hombre y todos es posible por la obra
de Jesús por su obra redentora y de la regeneración del espíritu Santo. Tampoco
se niega que Dios mueva el corazón del ser humano para que sea a pesar de su
debilidad, él también pueda mostrar sentimientos nobles. ¿Si a pesar de su
imperfección el hombre es usado por Dios y muestra pinceladas de la imagen de
Dios, como será cuando sea restablecida la imagen de Dios en su plenitud?

Y por último el pecado sin importar que tan grande o pequeño (si es que
pudiéramos medir el pecado) nos aparta de Dios, lo que si podemos decir es que
el impacto en los demás no es el mismo: para Dios todo pecado es igualmente
pecado, pero el efecto en los demás no es el mismo (un genocida jamás será igual
a un mitómano); además el medir el impacto del pecado no lo hace menos
importante: todos los hombre, en todo lugar y tiempo deben acercarse a Dios por
perdón para sus pecados, todos los pecados deben ser tratados con la misma
medicina :el perdón de Dios, todos los pecados nos apartan de la gracia y el favor
de Dios, todos nos hacen merecedores de la ira de Dios, por lo tanto todos los
hombres deben arrepentirse. Esto también incluye a los cristianos cuando pecan:
un cristiano puede pecar, de hecho todos pecamos, pero podemos acudir con
facilidad al trono de la Gracia para recibir socorro, la fórmula es pedir perdón, la
gran ventaja: no perdemos nuestro estado de hijos de Dios (a no ser que se peque
deliberadamente, se apostate o se reniegue de la fe, o que haya una práctica
abierta del pecado), seremos corregidos de alguna manera y al arrepentirnos se
restaurara la comunión con Dios; se habla de hijo de Dios como aquel que fue
justificado, redimido, adoptado, regenerado por Dios, no de aquellos que creen
tener una relación con Dios basados en rituales religiosos, o que gozan de cierto
conocimiento racional de Dios, pero que en síntesis no han experimentado el
nacer de nuevo (son estos o quienes se congregan en lugares con esta ideología
los que se sienten escandalizados cuando se habla abiertamente de pecado, no
de error, falla o ciertas debilidades humanas) . Estas y otras razones son las que
diferencian al pecador natural, de un hijo de Dios que ha pecado y que arrepentido
quiere volver a su comunión con Dios: uno se justifica o re remuerde, otro se
declara culpable y pide perdón.

Es un gran alivio saber que el pecado será juzgado y erradicado para siempre de
la faz de la tierra, junto con quienes lo promueven y se deleitan en el: Dios justo y
santo, borrando toda injusticia y maldad, así al fin todo vuelve a diseño original.

7) Hipótesis: por todo lo anterior estoy de acuerdo que lo postulado si cumple con
el objeto: tratar el pecado como lo que es: una grave transgresión a los principios
divinos. No se puede curar una enfermedad de la que no se tiene conocimiento,
no se puede confrontar el pecado del hombre si este no sabe que es lo que
produce en su vida espiritual el pecado.

8) Aplicación: puede ir en 2 sentidos: 1) en dirección a hacia el cambio del


mensaje desde el pulpito, en la consejería y hacia el reconvenir al pecador (ya sea
cristiano o al no cristiano) y 2) hacia el cambio de actitud interna de cada creyente,
es decir de la evaluación de su propia vida espiritual, donde se sincere y busque
de verdad renunciar al pecado y no ocultarlo.

9) Conclusión: la única conclusión lógica seria el cambio de actitud y aptitud de la


iglesia en general y de sus miembro de forma particular, el mensaje y la
confrontación pueden ser muy útiles solo si tanto individual como colectivamente
hay cambio, hay arrepentimiento, hay renuncia y se despierta la misericordia por el
perdido, por el pecador. de lo contrario solo sería un mensaje motivacional de los
tantos a los que la iglesia posmoderna se acostumbra a oír.

10) Preguntas:

¿Todavía el cristiano gusta de ciertos pecados?

¿Cuál es la motivación por la que desde el pulpito y de forma personalizada no se


trate el pecado con firmeza?
¿Qué tan útil es tratar y señalar el pecado del mundo, sin tratarlo dentro de la
iglesia?

¿Se está tratando el pecado desde el punto de vista sicológico y conductual o


desde el bíblico?

11) Bibliografía

TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

Wayne Grudem / capitulo 24 el pecado

© 2007 EDITORIAL VIDA

Miami, Florida

ISBN-la: 0-8297-4627-7

ISBN-l3: 978-0-8297-4627-3

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