Mirar demasiado el teléfono o el reloj: Puede que creamos que estamos
siendo sutiles y que nadie notará nuestra acción, pero lo notarán y será tomado como un gesto de mala educación. Si por algún motivo familiar o laboral, debemos consultar la hora o nuestro móvil, la mejor manera de hacerlo es explicando verbalmente nuestro motivo. 2. Rechazar el contacto visual: No mantener el contacto visual sugiere desvinculación de la conversación, además demuestra falta de compromiso, desconfianza, rechazo y engaño. Los expertos sugieren que, cuando somos emisores debemos mantener contacto visual en un 50% del tiempo. Mientras que cuando somos receptores, el contacto visual debe ser de un 70%. 3. Barbilla muy elevada: Mantener el mentón excesivamente alto, puede ser malinterpretado por el entrevistador, receptor o interlocutor; en razón de que, puede ser tomado como un síntoma de arrogancia, aires de superioridad o prepotencia.
Invadir espacio personal: Las reglas de la proxemia (ciencia encargada de
estudiar la distancia corporal en razón del grado de confianza y el contexto espacial), señalan que no debemos acércanos tanto a una persona, que sienta que invadimos su espacio personal. Si no tenemos confianza con ellas, tampoco es recomendable tocarlas, ya que, podríamos generar incomodidad.
El mundo de los negocios cuenta con su propio lenguaje, todas las
personas desean obtener algo y debemos ser habilidosos para cumplir con nuestros objetivos. El desear obtener un buen empleo, el ansiar contar con los mejores empleados, el mantener la integración del equipo, todo es posible. Siempre y cuando sepamos interpretar las señales.