El coronavirus y su impacto a mediano plazo en Cusco
Antrop. Gonzalo Valderrama Escalante
“En la escena final de ‘Kill Bill 2’ de Quentin Tarantino, Beatrix desactiva al
malvado Bill y le golpea con la ‘Técnica del Corazón Explotador de la Palma de Cinco Puntos’, el golpe más mortal de todas las artes marciales. El movimiento consiste en una combinación de cinco golpes con la punta de los dedos a cinco puntos de presión diferentes en el cuerpo del objetivo. Después de que el objetivo se aleja y da cinco pasos, su corazón explota en su cuerpo y cae al suelo… la epidemia de coronavirus es una especie de ataque de la ‘Técnica del Corazón Explosivo de Cinco Puntos de la Palma’ al sistema capitalista mundial, una señal de que no podemos seguir como hasta ahora, de que se necesita un cambio radical”. Ha señalado Slavoj Zizek, el connotado filósofo contemporáneo. ¿Cómo es posible afirmar una cosa así? No se trata tanto de una postura ideológica referida a las conocidas discrepancias entre comunismo y libremercado, sino a la crisis misma del actual modelo civilizatorio. Y las declaraciones del gobierno inglés recogidas por la prensa internacional pueden darnos un ejemplo: “’La primera regla epidemiológica -dice el profesor Roy Anderson, del Imperial College de Londres- es que cuanto más pronta sea la intervención tanto mejor. Del otro lado de la balanza se halla el impacto económico, los gobiernos no pueden al mismo tiempo minimizar la tasa de mortalidad y el golpe a la economía, han de elegir’. Boris Johnson ha elegido, y ha dicho a sus compatriotas que ‘muchos vamos a perder en las próximas semanas y meses a nuestros seres queridos’. Y se ha quedado tan pancho”. Por ello que Zizek señala en su mismo texto que: “Otro fenómeno extraño que podemos observar es el regreso triunfante del animismo capitalista, de tratar los fenómenos sociales como los mercados o el capital financiero como entidades vivas. Si uno lee nuestros grandes medios de comunicación, la impresión que se tiene es que lo que realmente debería preocuparnos no son los miles que ya murieron (y miles más que morirán) sino el hecho de que ‘los mercados se están poniendo nerviosos’. El coronavirus está perturbando cada vez más el buen funcionamiento del mercado mundial y, como hemos oído, el crecimiento puede disminuir en un dos o tres por ciento”. Los pronunciamientos de los expertos son varios, y se ha generado mucha confusión, entre los numerosos memes que circulan estos días, uno llamó mi la atención, se trata de una caricatura en la que están sentados conversando el coronavirus y dos de los agentes virales más mortales que la humanidad ha conocido, la gripe española y la peste bubónica, y les dice que en realidad su propósito no es matar en sí, sino mostrar las debilidades de los sistemas de salud pública, a lo que los otros piensan “milenials”. Si como señala Zixek, ese jaque a los sistemas de salud públicos representa una amenaza real al orden económico mundial, se engañan todos los que piensan que se trata de un sobredimensionamiento del tema, argumentando que la mortalidad que genera no es alta. Por lo pronto, tendremos un año pésimo para el turismo y toda actividad asociada a la industria sin chimeneas. Y dada la precariedad de nuestro sistema de salud, lo dicho por el primer ministro inglés aplicará también a nosotros.