Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Visto: 3093
miedo a la soledad
La soledad es una buena amiga. La soledad, esa palabra amenazante que en nuestra
sociedad se muestra como algo dramático que nadie desea ni quiere tener a su lado.
Ser parte del grupo hace que los demás colaboren con nosotros y de esa forma
podamos alcanzar nuestros objetivos, sobre todo a nivel supervivencia. Una vez
tenemos claro que el grupo es importante. ¿Por qué estar solo es un drama? ¿No
podemos ser felices con nuestra propia compañía?
"Si estás sola es porque no hay quien te aguante o eres demasiado exigente". Sin
embargo, una persona con buena autoestima, consciente de su propia personalidad,
será indiferente a todo este ataque. ¿Qué es lo importante? Lo que te digas a ti
misma.
Estar solo no es un problema, salvo que tu pienses que si lo es. Puedes ser muy feliz
sin tener una pareja, disfrutar del tiempo en soledad es muy grati cante cuando
descubres que es real y lo incorporas tal como es a tu vida.
Si realmente sientes que tienes un problema por no tener pareja, es normal que te
sientas así, puede que incluso pienses en que no te mereces estar con nadie y que
nadie te quiere ¿Por qué me pasa esto a mí?, puedes fustigarte hasta que para ti sea
una situación insostenible.
Si no eres feliz contigo misma, difícil será paliar esta carencia por el hecho de
estar con otra persona. Nadie necesita a nadie, cada uno de nosotros debemos
bastarnos a nosotros mismos, si te sientes feliz contigo misma, si compartes
mañana tu vida con alguien también serás feliz.
Una forma valiente de comenzar a trabajar con esos sentimientos es buscar cosas a
favor y cosas en contra de estar solo, no te des por vencida antes de empezar, la
valentía comienza por afrontar lo que ocurre y buscar recursos.
Aunque pueda parecer extraño, el primer punto para afrontar la soledad es pasar
tiempo con uno mismo. Programa de forma real tiempo para ti, una película, un
paseo, una visita cultural, escuchar música, un spa, un pequeño viaje, una ruta por el
centro de la ciudad.
Cuando hagas esto una o dos veces, descubrirás que has sobrevivido a la experiencia
y que eres capaz de hacer cosas sola. Primer punto, conseguido. Cuando entrenes
esto el su ciente tiempo, verás que has sobrevivido, que esos temores no eran reales
y que te has encontrado con tu yo y ahora te conoces mejor.
Única forma de conseguirlo, abrirte. Si estás bien contigo misma, estarás bien con
otras personas.