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El Virus de la Actitud

En la presente redacción pondremos sobre la mesa de prueba las


diferentes actitudes que toman las personas en determinadas situaciones, las
cuales llegan a afectar las interacciones, la eficiencia de las personas y los grupos
dentro de una organización.

Tomando como base que las personas responden de diferentes formas a los
estímulos que del medio los influye, el virus de la actitud; habla de un virus que
está creciendo cada vez más en todos los campos empresariales, y que puede
traer consigo problemas muy graves en todas las áreas de trabajo ocasionando
bajas en productividad laborar que afecta gravemente a las organizaciones.

La actitud como tal adoptada por una persona obedece a muchos factores, entre
ellos podemos mencionar a las experiencias y relaciones que haya atesorado a lo
largo de su vida, y al no haber pasado las amargas situaciones los mantiene
inmiscuidos en la situación la cual se interpone para desarrollar nuestras
relaciones de la forma más saludable.

En general los virus de las actitudes es el conjunto de respuestas negativas que


inhabilitan el óptimo desarrollo de las personas, debido a que tanto el empleado
perfeccionista, malgeniado, chismoso, el pesimista, el relajado, el temeroso a
probar cosas nuevas, pueden superar sus errores aceptando que su forma de
actuar no es la correcta y que deben cambiar por el bienestar de todos.

Tomando en cuenta las actitudes incorrectas buscaremos los medios efectivos


que nos permitan mejorar la productividad de la organización; a continuación.

Los Virus más Comunes de la actitud

Conociendo las actitudes incorrectas mejoramos nuestra visión para tratarlas.

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1. Perfeccionistas: normalmente buscan cualquier pretexto o el mínimo
detalle para mostrar su inconformidad ante los resultados expuestos,
obsesionados que no admiten defectos ni errores de ningún tipo.
2. El Alterado: Siempre hace que las personas se enteren de las cosas
exagerándolas lo que hace sentir a sus compañeros de trabajo culpables
por lo que nadie quiere estar cerca de ellos.
3. El chismoso: el esparcidor de rumores, suelen informar a los compañeros
lo que se dice por la empresa y descuidad sus labores a causa de esta
actividad, se entremete en temas que no son de su incumbencia.
4. El Pesimista: siempre le encuentra lo negativo a alas situaciones y poco
alentadoras o que tiene baja autoestima para hacer sus labores
colaborativas.
5. El Resistente: La resistencia al cambio es algo normal, pero es muy
perjudicial cuando esta es permanente y se enfoca en cualquier cambio en
los procedimientos del trabajo.
6. El “ese no es mi trabajo”: Estas personas tienen una visión corta que no
les permite hacer cosas más allá de las que tiene su descripción de trabajo,
que en consecuencia les afecta a la hora de ganar un ascenso, así como la
comunicación con sus compañeros de trabajo.

Del Tema podemos aprender que no importa la situación o malestar que nos esté
afectando responsabilizarlos del mal que estamos causando y enfocarnos en
seguir adelante reforzando positivamente los cambios de actitud
Es importante que los lideres organizacionales se enfrasquen en mantener las
actitudes positivas en el grupo para lograr crear un ambiente saludable para todos,
corrigiendo las actitudes incorrectas que son enfermedades que afectan el
desempeño organizacional.

CONCLUSIONES

Los virus de la actitud son un problema que toda empresa debe controlar ya que
son fácilmente contagiosos entre el personal de trabajo, pero se pueden mantener

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bajo control si se aplican las técnicas correspondientes a cada uno de los virus
mencionados anteriormente. Normalmente todos pueden ser tratados con
comprensión y paciencia, ya que casi en todos los casos el problema es algo
practico que requiere de una platica con la mayor empatía para lograr así que la
persona que queremos ayudar se sienta cómoda para nos cuente que problema le
esta afectando para detener esa mala actitud. En otros casos el problema reside
en las respuestas automáticas que damos día a día, si queremos que un
compañero de trabajo cambie a mejor debemos tratar de empezar a usar nuevas
formas de responder que se adapten mejor a la situación. Pero no todo es malo,
ya que si logramos liberarnos de los virus y empezamos a trabajar en armonía y
compañerismo estas acciones también contagian a las demás personas por lo que
será más fácil llevar a cabo el trabajo.

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