FOLLETOS DE

FORMACIÓN
CRISTIANA
No 6

Este material ha sido elaborado por el
Servicio Mariano de Comunicación
Barquisimeto. Edo Lara. Año 2015
serviciomariano@gmail.com
LA
CONFIRMACIÓN
Material formativo para las Comunidades Cristianas
Arquidiócesis de Barquisimeto
 La Revelación viene de lo alto y se difunde
por medio de la Iglesia a todos los pueblos de la tierra
a sacrificarse para que los demás puedan encontarse con Dios de verdad y
salvarse. Es un mandato de Dios, que lo expresó en Jesucristo y nos envió su
Espíritu para que podamos realizarlo.

SER IGLESIA - HACER IGLESIA (CEC 1118)

La mejor forma de ayudar en esta obra es Ser Iglesia y Hacer Iglesia,
porque la primera ayuda que le hacemos a la Iglesia es estar en ella, participar
dentro de ella, vivir los sacramentos en comunidad, vivir una vida cristiana
auténtica.
Poco a poco el Señor nos va haciendo crecer y así vamos descubriendo
lo que nos pide; al comienzo somos niños pequeños que lo único que hacemos
es comer y crecer, pero luego nos vamos haciendo adultos y tomamos
responsabilidad de ayudar a crecer a los demás.
Es mejor crecer poco a poco pero crecer de verdad, porque así los
compromisos que vamos adquiriendo los podremos sostener, porque la base es FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA
sólida. En cambio, si queremos abarcarlo todo, resolver todo, al final nos agotamos No 6
y nos salimos de la Iglesia. Es mejor ser santo poco a poco, pero al final quedar
dentro de la Iglesia, y no ser perfecto de una vez, quemarse y terminar fuera de
la Iglesia.
Dios va indicando las cosas que debemos hacer, y todos juntos, bajo la
guía espiritual del sacerdote, vamos discerniendo y construyendo la Iglesia. La
comunidad al principio es una pequeña semilla, que si es de calidad, crece y se
fortalece haciéndose un gran árbol que da frutos y sombra a todo el que se LA CONFIRMACIÓN
acerque.
La Iglesia somos todos, y todos hacemos falta en ella; lo que dejemos
de hacer pues no se hará, y lo que hagamos será asumido por Dios y formará
parte de su obra; ésa es la recompensa del cristiano, no tanto que tengamos
cargos, o fama, o prestigio, o poder, sino que estemos inscritos en el Libro de la
Vida, porque el verdadero premio de todos es Dios mismo, que nos llenará con
su gracia y su amor infinito de una manera
que nada ni nadie nos puede llenar jamás.
La verdadera riqueza del cristiano será
siempre Dios, la Santísima Trinidad, el
que era, el que es y el que será, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, a él sea la gloria
por los siglos de los siglos. Amén.

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 LA CONFIRMACIÓN PREGUNTAS: de vida cristiana, la parroquia es el centro de las comunidades de vida cristiana,
*¿Crees de verdad que Cristo actúa en los es el lugar donde todos se alimentan y viven su identidad de Iglesia, todos los
* LOS SACRAMENTOS sacramentos de la Iglesia? grupos, las familias, una misma Iglesia de Jesucristo.
* EL BAUTISMO *¿Has pensado en dónde está tu bautismo Cada cristiano poco a poco va integrándose en comunidades vivas de fe,
* LA EUCARISTÍA en tu vida cristiana? donde se tenga una experiencia de Dios, donde se viva la oración, donde se viva
* LA CONFESIÓN *¿Sientes un alimento en la Eucaristía? la Palabra, donde se practique la caridad crisitiana de unos con otros y con los
* LA UNCIÓN DE LOS *¿Has experimentado en la confesión el demás.
ENFERMOS amor infinito y misericordioso de Dios? La misma familia es lugar de comunidad cristiana, donde poco a poco
* EL MATRIMONIO *¿Alguna vez has ayudado a un enfermo? puede entrar la presencia de Dios cada vez más. (CEC 1655-58)
* EL SACERDOCIO *¿Estás dispuesto a realizar un verdadero En los sectores poco a poco se va formando comunidad de fe, Iglesia
* LA CONFIRMACIÓN matrimonio cristiano? local. Donde se reunen cada vez a rezar, meditar la
* LOS DONES DEL ESPÍRITU *¿Crees que el sacerdocio es importante? Palabra, crecer juntos en la fe. Cada lugar, cada
SANTO persona, cada caserío poco a poco debe dar,
*¿Sientes la alegría de confirmarte como
*LA CIENCIA transformarse en una luz que ilumina, para ayudar a
cristiano para toda la vida?
*LA SABIDURÍA toda la comunidad a encontrarse con Jesucristo vivo
*¿Crees que Dios tiene una ciencia propia?
*EL ENTENDIMIENTO *¿Cuál es la verdadera sabiduría? y verdadero.
*EL CONSEJO En estas pequeñas comunidades o grupos
*¿Te atraen las cosas de Dios?
*LA FORTALEZA cristianos se da un experiencia de Dios en sus
*¿Piensas que puedes ayudar a tus amigos? miembros, experiencia que debe ser personal; un encuentro con Jesús vivo y
*LA PIEDAD
*¿Te crees tan fuerte que no necesitas de activo, en el Espíritu, para volver al Padre de todo corazón.
*EL TEMOR DE DIOS
Dios?
* LA IGLESIA COMUNIDAD
* EL COMPROMISO CON LA *¿Has experimentado la piedad en tu vida? EL COMPROMISO CON LA IGLESIA
IGLESIA *¿Eres temeroso de Dios? No podemos concluir este pequeño curso sin insistir sobre el compromiso
* SER - HACER IGLESIA *¿Formas parte de alguna comunidad cristiano con la Iglesia.
cristiana? La Iglesia somos todos, no solamente el Papa, los Obispos y los Sacerdotes;
*¿Cuál es tu compromiso cristiano? la Iglesia somos todos los bautizados, y por lo tanto todos debemos sostenerla y
* ¿Eres tú también Iglesia, en qué la llevarla adelante. (CEC 910)
ayudas? Jesucristo cumplió su misión y volvió al Padre, pero no para desaparecer,
al contrario, para llevar adelante su radical transformación de la humanidad;
CÓMO UTILIZAR ESTE FOLLETO: hacer que la gente volviera a amar a Dios de corazón, volviera su rostro a Dios.
- Una o varias personas lo leen y preparan con anterioridad por partes. Jesucristo dejó encargada a su Iglesia para llevar adelante su obra y esta
- Buscan las citas bíblicas y las reflexionan y meditan. obra es muy seria e importante, porque de ella depende todo el bien futuro de la
- El día fijado se reúnen en el grupo y van comentando cada punto. humanidad. No solamente el bien material sino también la salvación eterna, la
- Después cada persona habla y comparte su experiencia y lo que más vida eterna en Dios.
le ha llamado la atención del tema. Todas las personas viven sometidas al mal, casi siempre sin darse cuenta,
- Cada uno en su casa vuelve a leer el folleto y las citas bíblicas y estamos llamados por Dios a entrar en su presencia amorosa, en esto consiste
para profundizar más en el tema. la salvación, en vivir en la presencia amorosa de Dios.
- Cada uno o el uno con el otro se hacen como un pequeño examen Y la Iglesia tiene esa tarea, llevar a la humanidad a la presencia de Dios, a
a ver qué le ha quedado de los puntos tratados. la salvación, por eso es una tarea muy importante, porque Dios nos ama a todos
y muchas veces no lo sabemos y estamos perdidos; sin embargo Dios nos sigue
- Todo esto lo hacemos siempre con momentos especiales de oración
amando y nos pide que ayudemos a los demás a descubrir ese amor.
y pidiendo a Dios que nos ilumine con su Santo Espíritu.
Ese es el compromiso básico con la Iglesia, ayudar a las demás personas
a encontarse con el Dios vivo y verdadero, y en cualquier caso, estar dispuesto
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 EL CONSEJO es el don que nos permite escoger lo que debemos hacer
y cómo debemos hacerlo; necesitamos recibir consejo y dar consejo para poder
descubrir los caminos de Dios; estar abiertos al consejo es un don de Dios que
nos permite aprovechar mucho mejor nuestra vida y ambiente y enriquecernos
cada vez de los demás, al mismo tiempo que enriquecerlos nosotros. Quien
recibe consejo también como fruto da buen consejo.
LA FORTALEZA nos permite resistir en la vida a las tentaciones, a las
adversidades, y mantener la fe, la vida cristiana,
superar los obstáculos e ir caminando hacia la meta,
que es amar a Dios y al prójimo cada día con mayor
profundidad. Sin la fuerza del Espíritu nadie puede
vivir su vida cristiana, no podríamos creer, ni siquiera
orar. La fortaleza nos da como fruto la PACIENCIA
puesto que nos ayuda a resistir, atravesar dificultades
y mantenernos firmes en la fe, la esperanza y el amor.
LA PIEDAD es la devoción hacia Dios, que se debe hacer constante en
nosotros; la piedad es un cauce abierto al amor de Dios, sentido en nuestros
corazones; es algo muy personal que nos une a Dios en nuestro sentimiento
espiritual. La piedad es fundamental para vivir nuestra vida cristiana, porque
toda nuestra relación con Dios se da por medio de la piedad. El fruto de la piedad
es la BONDAD, que va creciendo en nosotros en la medida que vivimos la
piedad.
EL TEMOR DE DIOS es esa conciencia espiritual que nos ayuda a no
ofender a Dios, a respetarlo para luego poder amarlo, a tomarlo en cuenta siempre
que vamos a tomar una decisión. Nos dice la Escritura que el principio de la
sabiduría es el temor del Señor, y en verdad es el principio de nuestra vida
cristiana, que nos permite comenzar a recorrer ese camino que habíamos perdido
y donde llegamos a creernos que nosotros éramos dioses. El reconocer a Dios
nos hace ser modestos y humildes porque nos ubica en la realidad de que nosotros
no somos dioses, sino creaturas que necesitan siempre de Dios.
LA IGLESIA COMUNIDAD (CEC 1132)
Así el cristiano va construyendo su vida
espiritual con la gracia del Espíritu Santo y creciendo
en las virtudes, ayudando a la Iglesia, en comunidad.
La vida cristiana se da en comunidad de fe,
de esperanza y de caridad. La familia cristiana es
una comunidad eclesial del hogar; los grupos de
oración, de canto, los movimientos, son comunidades
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LA CONFIRMACIÓN
LOS SACRAMENTOS
Decíamos en el folleto anterior que los
sacramentos son actos que realiza la Iglesia,
utilizando materiales, signos, palabras, ritos,
donde el pueblo de Dios recibe la gracia para
poder seguir creciendo en su vida espiritual.
En todos los sacramentos quien actúa
es Jesucristo, con el poder del Espíritu Santo;
así Él sigue realizando su obra que ya comenzó
cuando vino al mundo, murió y resucitó. Es una
gran obra de amor, de salvación, de llevarnos
hacia Dios su Padre, de arrancarnos de las
garras del mal, del pecado y de la muerte para darnos la felicidad y la vida
divina.
La vida de un cristiano adulto en la fe es una vida donde se practican los
sacramentos, además de las otras cosas que hacen los cristianos, como es la
oración personal y grupal, la caridad fraterna, la vida correcta tratando siempre
de superar el pecado.
Cuando alguien se va a confirmar es porque va a decirle a Dios y a la
Iglesia que quiere ser cristiano para toda la vida. El Obispo, o a quien éste
delega, unge al candidato con el aceite bendito, el Óleo Santo, e invoca al Espíritu
Santo sobre él para que lo llene con sus dones. Pero en ese momento el
cristiano se está comprometiendo a vivir una vida cristiana, a practicar
los sacramentos en la Iglesia.
EL BAUTISMO
En el Bautismo el Sacerdote o el cristiano autorizado echa el agua en la
cabeza del niño o la niña e invoca a Dios diciendo
“yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo”; de esta manera queda el niño
perteneciente a Dios; se hace hijo de Dios por el
poder del Espíritu Santo, por el mismo poder de
Dios Altísimo. Se siembra en él o ella la semilla
de la Santísima Trinidad, de la vida de gracia; por
allí va a crecer toda la vida cristiana y hacerse un
gran árbol con el tiempo.
Por el sacrificio de Cristo es que podemos
ser bautizados en la Santísima Trinidad, porque
al morir Jesús en la Cruz nos abrió la gracia de Dios; permitió que de nuevo nos
acercáramos a Él; nos hizo sus hijos adoptivos. Cuando nos bautizan realmente
nos hacen hijos de Dios.
 Además de hijos de Dios, reconocidos por Él como
sus propios hijos; el Bautismo nos hace Cuerpo de
Cristo; nos hace miembros de su Iglesia, que es su
mismo Cuerpo; Él es la cabeza, y al dar su vida en la
cruz, nos asimiló a su propio cuerpo; somos parte de
Jesucristo, somos su Iglesia; él es la Cabeza y nosotros
el Cuerpo; y el Padre nos reconoce en Cristo como sus
propios hijos, porque Él es su Hijo. (CEC 1234.1245)
También el Bautismo nos hace Templo de Dios,
Templos vivos del Espíritu Santo; ahora el Espíritu habita
en nosotros porque ya no hay pecado, ya se ha abierto el
lugar de la gracia, y ya el Espíritu va a actuar haciéndonos
crecer cada día en la caridad. Ser templos de Dios significa
que adoramos a Dios dentro de nuestras propias perso-
nas, en espíritu y en verdad. (CEC 1262)
LA EUCARISTÍA
La Santa Misa o Eucaristía también fue
celebrada por los cristianos desde el principio, porque el mismo Jesús fue quien
la instituyó. Antes de morir en la Cruz, y justamente por ese mismo sacrificio
que se acercaba, Jesús nos amó hasta el extremo de entregarnos su propia
vida, su propio cuerpo y sangre para salvarnos del egoísmo, de la maldad,
del pecado y de la muerte. (CEC 1322. 1419)
En la Eucaristía recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo; es lo máximo
que Él nos podía dar de Él mismo, ¿qué más le vamos a pedir?
Cuando nos alimentamos de la santa comunión nos estamos transfigurando
en Jesucristo; mientras la hostia que se convierte en nuestra carne nosotros nos
estamos asimilando a la carne de Cristo, nos estamos haciendo su Cuerpo. La
Eucaristía nos une a Cristo cada vez con mayor profundidad.
Hay varios santos, como la Madre María de San José que está en Maracay
vivió la Comunión con una gran intensidad, y Jesús le regaló el que su cuerpo no
se corrompiese, para darnos a nosotros la señal de que los que se unen a Él no
se destruyen sino que al contrario permanecen para siempre en ese Amor que lo
supera todo, incluso la misma muerte.
Cada vez que asistimos a una Misa
con amor estamos transformándonos en
Jesús, por eso el sacramento de la Eucaristía
es el alimento de los cristianos, para crecer
como Cuerpo de Cristo, como su Iglesia.
Para poder comulgar debemos
estar sin pecado grave, aunque la comunión también nos limpia los pecados,
porque donde entra Jesús el pecado desaparece, pero sin embargo es necesario
confesarse en caso de pecado grave y recibir el perdón de los pecados de parte
del sacerdote.
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nos lo prometió y luego su promesa se cumplió. El Espíritu Santo es todo él un
Don para nosotros. Él se nos entrega y lo que quedamos somos nosotros, se
puede decir que Él desaparece en nosotros, se hace nosotros, pero siempre
queda Él, siempre igual, siempre amándonos y ayudándonos a crecer en el Amor.
El Espíritu Santo es Dios, es Gracia, y es enviado por el Padre y el Hijo.
El Espíritu Santo nos da sus dones, que son para nosotros, porque una vez que
los tenemos nos pertenecen, puesto que forman parte de nosotros, nos hacen
crecer, pero al mismo tiempo debemos ser humildes y reconocer que todo nos
ha venido de Dios y que sin Dios no seríamos nada, como lo hace María en el
Magnificat.
Todos esos dones del Espíritu entonces se hacen nosotros, se hacen
parte de nosotros, y nos van haciendo crecer en la gracia de Dios.
LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO
No podemos decir que el Espíritu Santo tiene solamente siete dones,
pero son los más reconocidos e importantes, que nos
ayudan en general a todos para crecer como
cristianos.
Estos dones son la CIENCIA, la
SABIDURÍA, el ENTENDIMIENTO, el CONSEJO,
la FORTALEZA, la PIEDAD, el TEMOR DE DIOS.
LA CIENCIA nos ayuda a DISCERNIR, a
descubrir y diferenciar la verdad de la mentira; un
cristiano para poder serlo debe tener ese discernimiento y así poder escoger en
la vida y caminar por los caminos de Dios. El fruto de la ciencia es la
PRUDENCIA, que nos permite ser cuidadosos en nuestras decisiones.
LA SABIDURÍA nos da el gusto por las cosas de Dios, nos hace ponderar
las cosas en su verdadero valor, nos hace ver la vida a la luz de Dios y descubrir
su verdadero sentido. Un cristiano para vivir como adulto en la fe necesita de la
sabiduría para poder despegarse de las cosas materiales y apreciar a las personas,
al trabajo, a las cosas, a la vida, a la muerte, todo en su justo valor. El fruto de la
sabiduría es el GOZO y la PAZ, que vienen de saber valorar lo que en verdad
tiene valor y saber dejar lo que no lo tiene en verdad.
EL ENTENDIMIENTO nos permite distinguir con facilidad las cosas que
Dios nos está indicando. Dios siempre nos habla y nos enseña, pero necesitamos
el entendimiento para poder captarlo. Por medio de su Palabra Dios nos habla,
en la Misa, en la Homilía del sacerdote, por medio de la familia, por la gente, por
los acontecimientos; de muchas formas Dios nos está enseñando cada vez, el
fruto de este don es el creer en Dios cada vez con mayor firmeza, puesto que
vemos cómo está cada vez hablándonos, enseñándonos, dirigiéndose a nosotros.
invocar el poder de Cristo sacerdote, profeta y rey. (CEC 1536)
El sacerdote representa a Cristo en la Iglesia; así se forma la Iglesia
completa, el cuerpo junto con la cabeza, los fieles junto con el sacerdote.
El sacerdocio tiene tres grados, el verdadero sacerdote es el Obispo,
que tiene la plenitud del orden sacerdotal, porque puede perdonar todos los
pecados, tiene toda la autoridad en su diócesis, y es quien recibe plenamente el
discernimiento para mantener la recta fe en su diócesis. Los sacerdotes son
como una prolongación del Obispo en cada lugar, en
cada parroquia, así está representando a su Obispo,
quien es el representante de Cristo para toda la diócesis.
También el sacerdote representa a Cristo en su
parroquia, donde perdona los pecados en su nombre,
realiza la Eucaristía o Santa Misa en su nombre, habla
palabras de exhortación, enseña, dice la verdad en el
nombre de Cristo, guía la comunidad, la pastorea, la
cuida, la cura, todo esto en el nombre de Jesucristo.
El diaconado es el tercer grado del Orden sacerdotal, en el cual el diácono
también está conformado con Cristo como Cabeza de la Iglesia, pero con
funciones diferentes, como la del servicio, de la administración de los bienes, y
también otras funciones litúrgicas como la celebración de algunos sacramentos,
el Bautismo y el Matrimonio, así como la celebración de la Palabra y el dar la
comunión a los fieles.
El pueblo debe amar al sacerdote porque éste representa a Cristo;
ayudarlo a vivir y orar por él, para que en su vocación sacerdotal vaya
santificándose cada día más.
LA CONFIRMACIÓN
En este sacramento el Obispo unge al cristiano e invoca la fuerza del
Espíritu Santo sobre él. Es el sacramento por
el cual los cristianos se hacen adultos en la
fe.
Después de haber recibido una
formación adecuada por medio de charlas,
ejercicios de caridad, retiros, etc., el joven
siente el deseo de ser cristiano para toda su
vida y pide a la Iglesia la gracia del Espíritu
Santo. (CEC 1285-1289)
Los apóstoles al comienzo tenían miedo, y una vez que el Espíritu bajó
sobre ellos perdieron el miedo y salieron a la calle a predicar.
No podemos ser cristianos si el Espíritu Santo no nos ayuda y para esto
nos confirmamos, para pedir la fuerza del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el Señor y Dador de Vida, y nos da la Vida de Dios,
la Vida Divina. El Espíritu Santo se nos regala; Jesús antes de ascender al Padre
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LA CONFESIÓN
En la Confesión o Penitencia es el mismo Jesucristo que perdona los
pecados; los sacerdotes en su nombre lo hacen, pero con el poder del Espíritu
quien perdona es Jesús, así mismo como perdonó a la mujer pecadora en la
Biblia. (CEC 1425-1426)
Tenemos que pedirle a Dios que nos
ayude a reconocer nuestros pecados y de esta
manera poder arrepentirnos de corazón y
pedirle su perdón.
Para realizar una buena confesión
debemos hacer un examen de conciencia y para
esto el mismo Espíritu Santo nos ayuda; le
pedimos perdón al Padre y éste nos perdona
en Jesucristo.
La Iglesia pide que nos confesemos al menos una vez en el año, pero es
conveniente confesarse cada cierto tiempo, depende de cada persona, pero al
menos una vez al mes sería un buen ritmo para una vida cristiana adecuada,
porque siempre estamos cometiendo pecados y más todavía como vivimos en
esta época.
Después de un examen de conciencia adecuado, en el cual se pueden usar
los mandamientos para ver en qué estamos fallando, el cristiano le confiesa al
sacerdote sus pecados y luego espera sus palabras y su perdón de parte de
Cristo; para que se pueda dar el perdón, el cristiano debe estar de verdad
arrepentido y compungido (sentir el dolor de su pecado), y estar dispuesto a no
volver a caer en ese pecado. El sacerdote le manda una penitencia para ayudarle
a entrar con mayor conciencia y profundidad en su realidad de pecador y para
ayudarlo a tratar de no volver a pecar, al mismo tiempo para pagar en cierta
forma el mal realizado.
En la confesión el cristiano vive la experiencia de la infinita misericordia
de Dios, que le perdona y le recibe en su corazón, y le da siempre esa nueva
oportunidad para amar y vivir. En la confesión también recibimos el consejo
espiritual del sacerdote, que está inspirado por el Espíritu
Santo para ayudarnos a descubrir mejor cuál es nuestra
realidad espiritual, nuestras fallas, nuestros pecados, y la
manera de poder irlos superando. Si seguimos el consejo
espiritual del sacerdote eso nos lleva a superar muchos
problemas.
LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
Es el sacramento para los enfermos; en él los cristianos rezan a Dios
por la salud física y espiritual del enfermo. El sacerdote realiza el sacramento
mediante la unción con el santo óleo en las manos y en el pecho y diciendo las
palabras propias del sacramento, pidiendo a Dios por el fortalecimiento espiritual
del enfermo, por el perdón de sus pecados y por su salud física también. No es
necesario que el enfermo esté casi muerto para darle la Unción, basta con tener
una enfermedad grave o prolongada y la Unción será siempre una gracia que le
va a ayudar a vivir ese momento de su vida buscando al Señor, en la fe, en la
esperanza, en la caridad.
Tenemos que ayudar a los enfermos a descubrir que ellos están sufriendo
con Cristo, y que ya Cristo sufrió por ellos, y a aprovechar esta etapa de sus
vidas para entregarse más a Dios de corazón y ofrecer sus sufrimientos por la
obra de Jesucristo, unirlos a los de Cristo para ayudarlo en su obra redentora de
la humanidad. (CEC 1499. 1525)
En el momento de la Unción de un enfermo, es conveniente que vayan
varias personas de la comunidad cristiana y oren junto con el sacerdote por el
enfermo; el sacramento se realiza con la unión de la familia, de los vecinos, de
los cristianos que acompañan a los enfermos en su dolor; de esta manera es más
hermoso y da más consuelo al enfermo y a su familia.
EL MATRIMONIO
Nos dice la Biblia en el génesis que Dios
creó al hombre varón y mujer, y que les mandó a
crecer y multiplicarse. Esto mismo lo hacen los
animales; crecen, luego se emparejan, y se
multiplican.
Pero dentro de esa relación del hombre y la mujer, que Dios mismo
inventó, hay una forma de vivir que es dentro de la gracia de Cristo.
Cristo dio su vida por cada uno de nosotros, y esto significa que nos
respeta a cada cual, nos ama, y quiere lo mejor para cada uno de nosotros.
Así mismo el Matrimonio Cristiano está basado en el amor y el respeto
de cada persona, en la alegría de tenerlo como compañero o compañera, en el
servirlo y amarlo siempre, en el perdonarse mutuamente; es decir, en el practicar
la vida cristiana el uno con el otro y luego con los hijos y más allá con toda la
familia, los amigos, los vecinos, la Iglesia y toda la humanidad.
El Matrimonio es un centro de amor, que irradia hacia fuera, es una Iglesia
Doméstica, Templo del Espíritu, donde Dios está presente transformando los
corazones; donde se vive el amor de la familia para irlo llevando al amor más
profundo y eterno de Dios. (CEC 1601. 1658)
El Matrimonio Cristiano es la Vocación más común de los cristianos,
donde cada cristiano asume su responsabilidad y compromiso de amar de verdad
a su pareja y a los hijos fruto de ese amor, y así, en las verdes y en las maduras,
en las buenas y en las malas, va caminando hacia Dios, purificándose con los
sufrimientos y dificultades que siempre de alguna manera se presentan en la vida
familiar.
En el Matrimonio las personas van hacia Dios, y el motivo más profundo
del Matrimonio Cristiano es buscar la salvación por medio del mismo, porque la
vocación al amor es siempre camino de salvación. La familia es el lugar que
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Dios nos regala para que podamos amar, y así romper el egoismo y entrar en la
salvación.
A veces la gente no se casa por la Iglesia porque luego supuestamente
se va a romper la pareja. En realidad es una idea que no
viene de Cristo ni de la Iglesia, sino del mundo, porque
al fin y al cabo, para un cristiano lo más importante es
estar con Dios, y cuando nos casamos por la Iglesia
estamos en plena comunión con ella, podemos
confesarnos y comulgar.
Cuando se casa una pareja cristiana lo hace
porque se aman y desean poner a Dios en medio de ese
amor, en medio de su relación de pareja y de familia.
La intención es siempre de permanecer fiel hasta que la muerte los separe; si hay
verdadero amor y confianza, ¿por qué no casarse ante Dios por la Iglesia? Las
personas van a estar en la gracia de Dios, podrán comulgar y confesarse. Si la
pareja se llegase a romper, de todas maneras la persona, si se mantiene sola,
estará en la gracia de Dios, podrá comulgar y confesarse. ¿Será garantía suficiente
que la pareja no viva el matrimonio cristiano para no romperse? Más bien nos
parece lo contrario; cuando se ha llegado a un compromiso cristiano ante Dios
y la Iglesia, es más fácil que haya respeto en la pareja y que los problemas se
solucionen en la presencia de Dios.
Además el Matrimonio construye a la Iglesia, porque la Iglesia hace los
sacramentos, pero los cristianos hacen la Iglesia. Cuando hay más familias
cristianas en un lugar, la Iglesia es más fuerte, porque ya viven los sacramentos,
dan ejemplo a los niños y jóvenes, participan en la Iglesia como pareja, está la
familia en plena comunión con la Iglesia y esto es lo que fortalece a la Iglesia.
Muchas veces el niño hace la primera comunión y luego se retira porque ve a
sus padres que no comulgan, no se confiesan, no van a misa, entonces no toma
en serio la vida cristiana.
Muchas veces los que no están casados se sienten menos que los demás
y no se atreven a ir a la Iglesia porque no pueden comulgar y se sienten rechazados
por los demás. Es más cómodo quedarse en la casa y no enfrentar el compromiso
que tenemos como cristianos delante de Dios y delante de la Iglesia.
La presencia de adultos en la Iglesia, de parejas, de matrimonios, de
familias, es muy importante en la Iglesia, porque ayudan a la catequesis, a las
varias actividades, a toda la vida de la Iglesia en general. La
Iglesia no es nada más el sacerdote, o los niños. La Iglesia es
la comunidad entera, y la comunidad vive en forma de familias.
EL SACERDOCIO
Este sacramento se da con la imposición de manos
en la cabeza del sacerdote y la oración de consagración por
parte del Obispo, además se le unge con el santo óleo para