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 Fuerteventura2.914 propiedades

 Isla Margarita58 propiedades

 Formentera398 propiedades

 Bora Bora59 propiedades

 Tenerife9.606 propiedades

 Lanzarote3.954 propiedades

 Gran Canaria5.972 propiedades

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 Cantabria1.923 propiedades

 Menorca1.690 propiedades

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de 1857.
Derrotada la revolución vivanquista en 1858, Grau fue expulsado de la Armada, por lo que
debió volver a la marina mercante. En 1863 fue readmitido al servicio naval como teniente
segundo. Poco después, ya como teniente primero, fue enviado a Inglaterra, comisionado
para negociar la compra de unidades navales y supervisar la construcción de las mismas.
Ya de regreso al Perú, se sumó a la revolución restauradora de Mariano Ignacio Prado, y
fue ascendido a capitán de fragata (1865). Durante la guerra contra España, actuó en
el combate de Abtao, al mando de la corbeta Unión (1866).
Se hallaba en Valparaíso, con la escuadra peruana, cuando, junto con otros marinos,
protestó contra la decisión del gobierno peruano de contratar al comodoro estadounidense
John R. Tucker como comandante de la armada peruana en una proyectada expedición
naval para liberar a Filipinas. Acusado de insubordinación, fue confinado en la isla San
Lorenzo y sometido a juicio, para finalmente ser declarado inocente. Por tercera vez,
regresó a la marina mercante, laborando para una compañía inglesa (1867). Ese mismo
año se casó con la dama limeña Dolores Cabero y Núñez, unión de la que nacieron diez
hijos.
A principios de 1868, fue reincorporado al servicio naval como comandante
del monitor Huáscar, siendo ascendido poco después al grado de capitán de navío.
Suscribió, junto con otros marinos, una proclama contra el golpe revolucionario de los
hermanos Gutiérrez (1872).

Al estallar la Guerra del Pacífico, el 5 de abril de 1879, Grau retomó el mando del Huáscar.
Fue nombrado jefe de la primera división naval, iniciando su campaña en el mes de mayo.
Durante los cinco meses siguientes, desarrolló una intensa actividad, manteniendo en
jaque a la flota chilena. Ganó el combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879,
hundiendo a la corbeta Esmeralda y se ganó el respeto unánime por su acción humanitaria
de rescatar a los náufragos chilenos.
En los meses siguientes, Grau realizó varias incursiones en aguas controladas por Chile,
atacando sorpresivamente, hostilizando sus líneas de comunicación y bombardeando las
instalaciones militares de los puertos. Fue ascendido a la alta clase de contralmirante.
Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
cercado por dos divisiones enemigas, trabándose un desigual combate. Grau murió en los
primeros minutos de la lucha, por efectos de una granada disparada por el
acorazado Cochrane, que destrozó su cuerpo. Sus oficiales y marineros continuaron la
lucha, hasta que resultaron muertos o puestos fuera de combate. Solo con la eliminación
de Grau y el Huáscar, que había actuado como una verdadera muralla móvil del Perú, los
chilenos pudieron recién invadir territorio peruano, tras seis meses de iniciada la contienda.
Sus restos, inicialmente enterrados en Santiago de Chile, fueron repatriados en 1890 y
trasladados a la Cripta de los Héroes en 1908. En 1946 fue ascendido póstumamente al
grado de almirante. En su calidad de exdiputado, conserva una curul permanente en
el Congreso de la República del Perú.
Al estallar la Guerra del Pacífico, el 5 de abril de 1879, Grau retomó el mando del Huáscar.
Fue nombrado jefe de la primera división naval, iniciando su campaña en el mes de mayo.
Durante los cinco meses siguientes, desarrolló una intensa actividad, manteniendo en
jaque a la flota chilena. Ganó el combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879,
hundiendo a la corbeta Esmeralda y se ganó el respeto unánime por su acción humanitaria
de rescatar a los náufragos chilenos.
En los meses siguientes, Grau realizó varias incursiones en aguas controladas por Chile,
atacando sorpresivamente, hostilizando sus líneas de comunicación y bombardeando las
instalaciones militares de los puertos. Fue ascendido a la alta clase de contralmirante.
Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
cercado por dos divisiones enemigas, trabándose un desigual combate. Grau murió en los
primeros minutos de la lucha, por efectos de una granada disparada por el
acorazado Cochrane, que destrozó su cuerpo. Sus oficiales y marineros continuaron la
lucha, hasta que resultaron muertos o puestos fuera de combate. Solo con la eliminación
de Grau y el Huáscar, que había actuado como una verdadera muralla móvil del Perú, los
chilenos pudieron recién invadir territorio peruano, tras seis meses de iniciada la contienda.
Sus restos, inicialmente enterrados en Santiago de Chile, fueron repatriados en 1890 y
trasladados a la Cripta de los Héroes en 1908. En 1946 fue ascendido póstumamente al
grado de almirante. En su calidad de exdiputado, conserva una curul permanente en
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Al estallar la Guerra del Pacífico, el 5 de abril de 1879, Grau retomó el mando del Huáscar.
Fue nombrado jefe de la primera división naval, iniciando su campaña en el mes de mayo.
Durante los cinco meses siguientes, desarrolló una intensa actividad, manteniendo en
jaque a la flota chilena. Ganó el combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879,
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En los meses siguientes, Grau realizó varias incursiones en aguas controladas por Chile,
atacando sorpresivamente, hostilizando sus líneas de comunicación y bombardeando las
instalaciones militares de los puertos. Fue ascendido a la alta clase de contralmirante.
Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
cercado por dos divisiones enemigas, trabándose un desigual combate. Grau murió en los
primeros minutos de la lucha, por efectos de una granada disparada por el
acorazado Cochrane, que destrozó su cuerpo. Sus oficiales y marineros continuaron la
lucha, hasta que resultaron muertos o puestos fuera de combate. Solo con la eliminación
de Grau y el Huáscar, que había actuado como una verdadera muralla móvil del Perú, los
chilenos pudieron recién invadir territorio peruano, tras seis meses de iniciada la contienda.
Sus restos, inicialmente enterrados en Santiago de Chile, fueron repatriados en 1890 y
trasladados a la Cripta de los Héroes en 1908. En 1946 fue ascendido póstumamente al
grado de almirante. En su calidad de exdiputado, conserva una curul permanente en
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Fue nombrado jefe de la primera división naval, iniciando su campaña en el mes de mayo.
Durante los cinco meses siguientes, desarrolló una intensa actividad, manteniendo en
jaque a la flota chilena. Ganó el combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879,
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de rescatar a los náufragos chilenos.
En los meses siguientes, Grau realizó varias incursiones en aguas controladas por Chile,
atacando sorpresivamente, hostilizando sus líneas de comunicación y bombardeando las
instalaciones militares de los puertos. Fue ascendido a la alta clase de contralmirante.
Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
cercado por dos divisiones enemigas, trabándose un desigual combate. Grau murió en los
primeros minutos de la lucha, por efectos de una granada disparada por el
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lucha, hasta que resultaron muertos o puestos fuera de combate. Solo con la eliminación
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chilenos pudieron recién invadir territorio peruano, tras seis meses de iniciada la contienda.
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Fue nombrado jefe de la primera división naval, iniciando su campaña en el mes de mayo.
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Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
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Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
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lucha, hasta que resultaron muertos o puestos fuera de combate. Solo con la eliminación
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el Congreso de la República del Perú.
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Fue nombrado jefe de la primera división naval, iniciando su campaña en el mes de mayo.
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En los meses siguientes, Grau realizó varias incursiones en aguas controladas por Chile,
atacando sorpresivamente, hostilizando sus líneas de comunicación y bombardeando las
instalaciones militares de los puertos. Fue ascendido a la alta clase de contralmirante.
Finalmente, el 8 de octubre de 1879, estando frente a Punta Angamos, el Huáscar fue
cercado por dos divisiones enemigas, trabándose un desigual combate. Grau murió en los
primeros minutos de la lucha, por efectos de una granada disparada por el
acorazado Cochrane, que destrozó su cuerpo. Sus oficiales y marineros continuaron la
lucha, hasta que resultaron muertos o puestos fuera de combate. Solo con la eliminación
de Grau y el Huáscar, que había actuado como una verdadera muralla móvil del Perú, los
chilenos pudieron recién invadir territorio peruano, tras seis meses de iniciada la contienda.
Sus restos, inicialmente enterrados en Santiago de Chile, fueron repatriados en 1890 y
trasladados a la Cripta de los Héroes en 1908. En 1946 fue ascendido póstumamente al
grado de almirante. En su calidad de exdiputado, conserva una curul permanente en
el Congreso de la República del Perú.
Al estaalle Tacna 662 de la Ciudad de Piura que antes se conocía como calle de
Mercaderes, nació el héroe Máximo de la Marina de Guerra del Perú, don Miguel Grau
Seminario, siendo sus progenitores: La dama piurana María Luisa Seminario Del Castillo y
don Juan Manuel Grau y Berrío, ex-teniente coronel de los ejércitos colombianos que
llegaron al Perú con Bolívar para luchar por la Independencia Americana.
En el mismo inmueble, heredado por doña María Luisa de su señor padre, don Fernando
Seminario y Jaime, nacieron los hermanos del héroe: Enrique Federico, María Dolores
Ruperta y Ana Joaquina Gerónima del Rosario.

Desde temprana edad Grau aprende a amar el mar y los viajes.

A los 9 años por primera vez se hizo a la mar en el bergantín mercante granadino “Tescua”,
pero desgraciadamente la embarcación naufraga en la isla colombiana de Gorgona y el
aprendiz de marinero tiene que ser devuelto a su hogar.

En 1844 niño todavía, Grau empieza a viajar en naves mercantes tomando plaza de
Aspirante a Grumete.

Al cumplir 7 años de estar surcando el océano, Grau había escalado diversos grados hasta
llegar a piloto. Sólo así pudo convertir al Huáscar en el mejor buque peruano y en el terror
de la escuadra enemiga, despertando admiración de todas las marinas de guerra del
mundo, tales como la de Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Rusia y otras grandes
potencias. Con el Huáscar destrozó los barcos chilenos, que no salían de su asombro
frente a la audacia, la temeridad y la valentía del monitor, de su capitán y de su tripulación.
Sólo así pudo convertir al Huáscar en el mejor buque peruano y en el terror de la escuadra
enemiga, despertando admiración de todas las marinas de guerra del mundo, tales como
la de Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Rusia y otras grandes potencias. Con el Huáscar
destrozó los barcos chilenos, que no salían de su asombro frente a la audacia, la temeridad
y la valentía del monitor, de su capitán y de su tripulación. Sólo así pudo convertir al
Huáscar en el mejor buque peruano y en el terror de la escuadra enemiga, despertando
admiración de todas las marinas de guerra del mundo, tales como la de Inglaterra, Francia,
Estados Unidos, Rusia y otras grandes potencias. Con el Huáscar destrozó los barcos
chilenos, que no salían de su asombro frente a la audacia, la temeridad y la valentía del
monitor, de su capitán y de su tripulación. Sólo así pudo convertir al Huáscar en el mejor
buque peruano y en el terror de la escuadra enemiga, despertando admiración de todas
las marinas de guerra del mundo, tales como la de Inglaterra, Francia, Estados Unidos,
Rusia y otras grandes potencias. Con el Huáscar destrozó los barcos chilenos, que no salían
de su asombro frente a la audacia, la temeridad y la valentía del monitor, de su capitán y
de su tripulación. Sólo así pudo convertir al Huáscar en el mejor buque peruano y en el
terror de la escuadra enemiga, despertando admiración de todas las marinas de guerra del
mundo, tales como la de Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Rusia y otras grandes
potencias. Con el Huáscar destrozó los barcos chilenos, que no salían de su asombro
frente a la audacia, la temeridad y la valentía del monitor, de su capitán y de su tripulación.
En 1853, dejara la marina mercante e ingresa como aspirante a Oficial de la Armada,
desarrollando un profesional desempeño en varias unidades de reparticiones peruanas.
En 1864 como Teniente Primero es comisionado a Europa para la construcción de buques
para la Escuadra peruana. A su regreso se integra a la Escuadra binacional Chileno-
Peruana en la guerra contra España.

Después de un confuso incidente político en el Perú, pide su retiro y vuelve a la Marina


Mercante.

Se casó el 12 de abril de 1867 con la dama limeña Dolores Cabero Nuñez, con quien tuvo
diez hijos. Vivió en la calle Lescano 172, cuyo inmueble completamente restaurado se
conoce como la Casa Grau.

Grau también incursionó en la política en forma activa. Ese don de liderazgo que
demostraba desde la cubierta lo trasladó muchas veces a la arena política. Fue elegido en
1876, a los 42 años, diputado de la provincia de Paita como miembro del Partido Civil.

Durante su gestión denunció ante el Congreso de la República el pésimo estado de las


naves de la Armada Peruana, augurando un fatal desenlace si no se adquiría material
bélico.

Por desgracia, las consecuencias de hacer oídos sordos a su solicitud se encuentran


escritas en todos los libros de historia del Perú.

Al estallar la guerra con Chile, Grau expone en el Palacio de Gobierno la desproporción de


fuerzas entre las escuadras peruana y chilena. No obstante este convencimiento, dictado
por los hechos llevó a cabo las hazañas más portentosas de la historia naval, con el
pequeño monitor, esto revela que Grau poseía aptitud para medir y conocer cada situación
y que por ende, tuvo don de mando.

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