El 11 de abril de este año, periódicos de todo el mundo lucían en su portada la primera imagen jamás tomada de un agujero negro. Retratar ese densísimo objeto astronómico fue un hito de la ciencia y de la tecnología que requirió la colaboración de más de 200 investigadores —15 españoles — repartidos en ocho observatorios espaciales de todo el planeta, incluido el Telescopio de 30 metros de Pico Veleta en Sierra Nevada (Granada). Hoy, la prestigiosa revista Science reconoce este logro internacional como el “Avance del año 2019”. Los agujeros negros son regiones del espacio donde se concentra tanta masa que su fuerza de gravedad atrapa todo en el vecindario, incluso la luz. Estas enormes esferas de oscuridad se forman cuando una estrella anciana implosiona por su propia densidad. La teoría de la relatividad general propuesta por Albert Einstein en 1915 predice la formación de los agujeros negros, y los astrónomos han podido confirmar su existencia en numerosas ocasiones porque se aprecian sus efectos gravitacionales. Sin embargo, hasta este año nadie había visto uno.