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Universidad Abierta y a Distancia de

México (UNADM)

Licenciatura: Gestión y Administración de PyME

Asignatura: Ética
Docente en línea: Adriana Soria Juárez

Unidad 1: Fundamentos de la Ética


Evidencia de Aprendizaje: La ética en el ámbito
personal y laboral

Alumno: Cesar Emilio Domínguez Contreras


Cuernavaca, Morelos; 30 de octubre de 2016
El presente ensayo abordará, explicará y describirá el contexto ético de algunos
escenarios que abarcan a la par el entorno laboral y personal del autor de éste
texto, haciendo una firme mención de que también son observaciones y
experiencias de algunos colaboradores cercanos. Se representan las citadas
situaciones de manera conjunta debido al gran apego personal del lugar donde, un
servidor, desempeña sus labores y crece en materia profesional, en conjunto con
la responsabilidad social que conlleva el tener un puesto en una empresa privada
con la facultad de la atención al público en general, como lo es una institución
bancaria, y el papel importante del prestigio y la integridad personal y de la misma
organización a la que se pertenece.

Cabe mencionar que uno de los principales objetivos dentro del ámbito laboral de
un banco son el cierre y ventas de productos y contratos que estipulen un
beneficio monetario para el mismo, vinculando a cada cliente de acuerdo a sus
necesidades financieras, de ahorro, sobre crédito, asegurando bienes, etc. Esto se
logra a través de métodos de persuasión y estrategias de convencimiento.

Cada uno de los empleados, de acuerdo a su perfil y su puesto que desempeña,


se les asigna una meta que deben de cumplir en un determinado rango de tiempo,
que suele ser por mes, y con ello, puedan definir tanto su desempeño, su
retribución monetaria y su permanencia dentro de la organización. Los elementos
anteriores son factores que impulsan y motivan día con día a los trabajadores,
buscando estrategias dinámicas que les permitan cerrar ventas y con ello
acumular sus metas y ampliar los beneficios que conlleva el cumplimiento de las
mismas.

Sin embargo, no siempre son suceden buenos momentos en los bancos para
bombardear el mercado con productos y servicios financieros. Hay temporadas en
el que suele ser difícil convencer a los clientes, acumulando y acumulando
fracasos comerciales, sin reportar ninguna venta. Esto puede ir desarrollando en
los trabajadores incertidumbre, inestabilidad, desesperación, orillándolos a realizar
acciones que perjudican el prestigio personal, de un equipo de trabajo e, incluso,
de la misma empresa en la que trabajan.
En un principio, éstas malas prácticas que realizan sorprenden a quien lo realiza
por su alta efectividad para el alza de la productividad. A pesar de ello, con el
tiempo afectan no solo al trabajo, arrastran malos hábitos y malas experiencias,
exceso de confianza, fraudes, engaños. Origina una nube espesa de turbios
momentos que nacen por la indiferencia y el no apego a los procesos sano, la
normatividad y al código de ética que la institución bancaria dicta para el recto
cumplimento de las metas organizacionales.

El contexto de éste ensayo se basa en la experiencia laboral y en la opinión


personal que, como autor, se tiene dentro de BBVA Bancomer S.A, Institución de
Banca Múltiple.

Antes de describir el marco teórico hay que delimitar dos conceptos


fundamentales: ética y moral.

Para cada individuo los términos y conceptos son diferentes, los aplicamos en
circunstancias y momentos, dejando claro que siempre actuaremos bajo nuestros
propios criterios adquiridos a lo largo de nuestra vida.

Se diferencia en que la ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es


teórica mientras que la moral es práctica.
La ética trata sobre la razón y depende de la filosofía, en cambio la moral es
el comportamiento en el que consiste nuestra vida.
Etimológicamente “ética” y “moral” tienen el mismo significado. “Moral” viene de
latín “Mos” que significa hábito o costumbre; y “ética” del griego “Ethos”
que significa lo mismo. Sin embargo, en la actualidad han pasado a significar
cosas distintas y hacen referencia a ámbitos o niveles diferentes. La moral tiene
que ver con el nivel práctico o de la acción. La ética con el nivel teórico o de la
reflexión.
Se dice que un comportamiento es moralmente aceptable cuando se ajusta
satisfactoriamente a lo prescrito por un conjunto de normas o bien llamado un
código moral.
De esto se puede deducir el carácter fundamental de la moral: la imposición. La
norma moral obliga un comportamiento al individuo, cuya desobediencia implica
una desvalorización moral, y su obediencia un enriquecimiento.

Del otro lado, la ética pretende dar explicación de las normas morales. Su origen
social e histórico, su validez y fundamentación dentro de un sistema filosófico o
religioso.

Entonces la ética será la teoría explicativa de la moral. Como no existe una moral
universalmente aceptada, será la ética quien compare y explique los diferentes
factores sociales o religiosos que dieron lugar a distintos sistemas morales.

La ética es un arte porque da destreza y pericia para un comportamiento bello,


donde coinciden, las emociones, las virtudes, los valores y los pensamientos.

Los valores, forman parte de los objetos, acciones y actitudes que el ser humano
persigue por considerarlos valiosos. Dentro de este rubro se encuentran:

La salud, la riqueza, el poder, la justicia, la virtud, la equidad, la inteligencia, la


cultura, etc. En fin, todo aquello que en un momento deseamos o apreciamos.

La clasificación de los valores en una escala preferencial, está a cargo de la


disciplina denominada: "Axiología, o Teoría de los Valores".

La Axiología es una rama de la Ética, la cual, a su vez, depende de la Filosofía.

El ser humano necesitas normas propias internas para existir como la religión o la
política, para sustentar su pensamiento y saber lo que es castigo y lo que es
premio; que es bueno o malo.

Las virtudes son el resultado de someter la voluntad a normas y valores; Las


emociones son aquellas que nos permiten entregarnos al otro, sin perseguir
ningún beneficio. Las pasiones las satisfacemos aun en nuestro perjuicio y en el
del otro.

No basta, el arte ni la praxis para lograr un comportamiento bello por tanto, es


necesario conocerse así mismo.

La ética también es una ciencia porque estudia, analiza, observa y emplea el


método científico, considerada por algunos como parte de la Deontología, que es
la ciencia del deber ser, para obtener el bienestar o la perfección.

El filósofo Platón declaro legítimo a aquel estado ideal que coincide plenamente
con la idea de justicia, en un reino eterno de ideas. Mientras que Aristóteles
catalogo al ser como una sustancia fusionada a una unidad inseparable.

Por lo tanto, es necesario conocerse a sí mismo; saber que debe transformarse,


conservarse y cultivarse de la propia conciencia.

Vivimos en un período de agitación en el que la economía, la ciencia y la


tecnología juegan papeles decisivos. Los adelantos científicos y las nuevas
tecnologías ejercen una influencia sin precedente en el trabajo y la vida cotidiana,
y los trabajadores se encuentran en el tiempo del cambio. A medida que ha
progresado el proceso de mundialización sin obstáculos ni control, el trato dado a
la naturaleza ha pasado a ser intolerable. Esto exige que se vuelva a definir la
relación del hombre con su hábitat natural.

Profesionales altamente calificados y directores se encuentran en el mero centro


del «dilema moral» Son estos empleados los que desarrollan nuevos productos,
tecnología, elaboran estrategias y abren nuevos mercados. Sus decisiones
influyen en el ambiente, las condiciones de trabajo y los consumidores. Lo que
parece tener sentido económico en el ámbito individual puede, en la peor
hipótesis, derrochar recursos naturales, dañar al medio ambiente, destruir
empleos, perjudicar a los consumidores o evadir impuestos. Aquí debe aparecer la
responsabilidad social.

El profesional en su diario vivir no solo confronta problemas con relación a su


trabajo, sino también en su profesión de día a día con las personas que le rodean,
esto hace que muchas veces cometamos errores sin darnos cuenta que estamos
pisando la línea de la moralidad olvidándonos de la finalidad de la profesión, que
es el bienestar común.

Los hombres enfrentan problemas que de una manera u otra podrían poner en tela
de juicio su debida conducta, muchas veces ellos mismos dudando de su propia
profesionalidad, pero teniendo siempre en cuenta que existen desde tiempos
remotos deberes y derechos que cada cual sabe dónde clasificarse.

Un profesional debe ofrecer una preparación especial en sentido de su capacidad


intelectual (conjunto de conocimientos que dentro de su profesión, lo hacen apto
para desarrollar trabajos especializados), capacidad moral (considerado el valor
del profesional como persona, abarca no sólo la honestidad, sino además la
capacidad para abarcar y traspasar su propia esfera profesional) y capacidad
física (referida principalmente a la salud y a las cualidades corpóreas, como
instrumentos de la actividad humana).

Los deberes profesionales, como por ejemplo el secreto profesional, la solidaridad,


entre otros y se puede decir que lo exigible es el actuar de acuerdo con la moral
establecida.

El ser profesionales dignos representa la excelencia, gravedad, decoro que tiene


la persona y el respeto consigo mismo.

Las profesiones y los profesionales, de todas las áreas del conocimiento, ocupan
un lugar significativo en el mundo social, pues aportan bienes y servicios que
requiere la propia sociedad. Su desempeño y actuación están siempre en la mira
de los sectores, grupos e individuos (a nivel local, regional, nacional e
internacional). El comportamiento ético es parte íntima de la profesión y del
sentido y proyectos de vida de los sujetos. Constituye, además, junto con la
competencia profesional y técnica, lo que las personas mejor pueden apreciar de
su labor.

Hoy se vive una especial sensibilidad y demanda social de ética con respecto a los
profesionales. Se insiste con mayor frecuencia en la importancia de incorporar
elementos éticos en su formación y en el ámbito de investigación científica y socio-
cultural.

El conocimiento ha sido siempre la base de conformación de las profesiones. La


complejidad creciente del conocimiento, técnicas avanzadas y habilidades
especializadas, así como de los problemas vinculados a su puesta en práctica,
han generado mayor atención con respecto a la ética profesional.

La ética profesional es un campo interdisciplinario, que puede contribuir a


aminorar el aislamiento en que se encuentran las especialidades, para integrarlas
en una perspectiva de conjunto. La ética compete a todas las profesiones, no sólo
a cada una de ellas, sino también a los campos de interacción que se producen
para resolver problemas sociales complejos.

Ayuda a reflexionar sobre qué debe hacer un buen profesional para serlo. Para
cada una de las profesiones, es significativo: clarificar los bienes y servicios que
brindan a la sociedad, sus beneficiarios directos e indirectos, los modos más
apropiados de ofrecer dichos bienes y servicios, la complejidad del trabajo
profesional en las diversas organizaciones públicas y privadas, la posibilidad de
que se produzcan conflictos éticos durante el ejercicio profesional, la problemática
de identidad profesional cuando los estudios no coinciden con las ofertas de
empleo, la existencia y vigencia de asociaciones, colegios profesionales y códigos
y la oportunidad de contribuir - a través de la profesión - al mejoramiento de la
sociedad.

La ética profesional es un tema privilegiado para promover la autoestima personal


y colectiva de los profesionales, la calidad profesional y humana de lo que hacen y
la estima social del servicio que prestan a la sociedad. Deben estar conscientes
del servicio que ofrecen a la sociedad y del valor que representa.

Caracterizándose como personas con una dimensión moral de su profesión debido


a su honradez, capaz de tener una buena conducta según las normas
legítimamente establecido esto es ser recto, con un esfuerzo honesto capaz de
cumplir con sus deberes eso se llama responsabilidad, discreto, Es decir guardar
reserva respecto de hechos o informaciones de los que tenga conocimiento con
motivo o en ocasión del ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de los deberes y
las responsabilidades que le correspondan en virtud de las normas que regulan el
secreto o la reserva establecida por ley. Y sin lugar a dudas se debe emplear en
todo momento criterios de equidad que debe acercarse a un resultado más justo,
el mismo que no debe ser ejecutado en contra de los fines perseguidos por las
leyes.

Además de ellos, se debe tener en cuenta que los profesionales deben ofrecer sus
habilidades y capacidades en las áreas donde sea competente, evitando pretender
ocupar y desempeñar otros campos del saber en el cual no tenga preparación ni
pericia.

Ofrecer su servicio ciudadano y altos conocimientos, a las comunidades


organizadas, para el desarrollo de proyectos y soluciones a los problemas que
aquejan a los vecinos, haciendo todos los esfuerzos y aportes desinteresados en
pro de mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, activando el principio de
participación y solidaridad.

Una falta de ética no sólo afecta a la víctima que las sufren, aunque ellas sean las
primeras perjudicadas. Consecuencias hay muchas, las más importantes son: la
baja de autoestima de quienes las cometen y del prestigio de la profesión. Esto
último se produce de dos maneras: se destruye la confianza pública y se frustra la
esperanza de los sectores sociales, que justamente esperan la realización
correcta del trabajo de los individuos que fueron privilegiados con una formación
profesional.

La base del "valor" reside en la forma como los nuevos gerentes dirigen los
negocios. Ya no basta con ser un "gerente competitivo" sino que se debe
experimentar una transformación a "líder"; que ante todo sabe, que es una
persona y que está rodeado de personas. Ello implica en ocasiones el perder la
condición de gerente y aceptar la de ser el eje central de las actividades que
desarrollan.
El profesional se va a encontrar con situaciones en la organización que lo lleven a
negociar intereses, situaciones de gobierno y actividades de lucro, donde exista
una interdependencia de información. Sin intercambio de información, es
prácticamente imposible alcanzar un acuerdo.

La negociación es un proceso de interacción entre dos o más partes con el


propósito de llegar a un acuerdo sobre algún intercambio, o a un acuerdo
destinado a alcanzar el logro de intereses comunes en una situación en que
existen intereses contrapuestos.

Es importante integrar la Ética lo que garantiza buenas prácticas, transparencia y


buena fe, aspectos que motivan el avance en las negociaciones, cuya finalidad es
la firma de lo acordado en un instrumento legal vinculante a las normativas legales
y los compromisos contractuales.

Para poder negociar de una forma profesional desde el punto de vista ético
conlleva a la organización a un cambio y se despliegan una serie de elementos de
apertura y receptividad del empleado o representante para garantizar la
continuidad y el cumplimiento de los Acuerdos.

Tanto en negociaciones internas como externas, se presentan dilemas éticos que


pueden ser originados por componentes políticos, culturales, económicos,
educativos. Para enfrentar estos dilemas, las entidades representadas en una
mesa de negociación deben concientizar al personal designado sobre la aplicación
de principios éticos y morales, fomentando el comportamiento ético en las
acciones diarias, para que su la trayectoria en la función que realiza cada
empleado o funcionario en cualquier escenario donde se desenvuelva para
garantizar la transparencia en las negociaciones.

La Ética garantiza el bienestar de las partes, teniendo en cuenta el factor humano


como el activo más importante y que es la base para una buena negociación,
utilizando condiciones que favorezcan a las partes involucradas.
En esta perspectiva en que cualquier entidad, desde que inicia un proceso de
negociación se focaliza en el interés individual que persigue, debe tener en cuenta
la relación ética-rentabilidad empresarial, siendo la ética el elemento fundamental
para lograr los objetivos planteados en la negociación.

Debemos pensar en grande, aprovechar los recursos de la naturaleza, trabajar


con una participación y mentalidad abierta, ser parte del cambio, unificar esfuerzos
para incrementar la producción y la competitividad, y procurar que las empresas
grandes o pequeñas se fortalezcan con empleados y funcionarios eficientes que
apliquen sus conocimientos con principios éticos y moral.

Tenemos entonces que la ética en los negocios es un saber práctico sobre la


moralidad de las acciones que tienen que ver con la forma de hacer negocios y,
relaciones comerciales entre personas. Esto mediante la consideración de la
persona humana y su naturaleza propia como centro rector de la moralidad.

En conclusión, el hombre desnudándose de su sentido de pertenencia en la


interacción social con sus iguales, modifica o establece nuevos patrones de
conducta, que regirán en determinadas circunstancias o no, su actuar, mantener
hilada la dinámica social, estableciéndose, asimismo, como un sujeto en
movimiento de la masa con autonomía, para no solo responder por su accionar, si
no para cimentar los medios que justificaran su fin.

El hombre es el creador de la ética y la moral, así como la realidad donde la


aplicará, el sujeto de la ética es aquel que, conociendo sus impulsos, no es
dominado por ellos, sino que es capaz de controlarlos y todas sus decisiones son
tomadas por sí mismo con total autonomía y libertad, que se determina por el
juicio de valor final que otorgue la moral.

Luego de exponer, las principales variables que intervienen frente al problema de


la ética en los negocios, como ventajas competitivas en las relaciones
empresariales, podemos decir, en primera instancia que el código de ética, no es
una imposición a los Empleados, sino que este influye de manera positiva en la
cultura organizacional de la empresa, para evitar conflictos internos; ya que el
empleado debe sentirse identificado con el código de ética de la empresa.

Debe ser tarea de los directivos de la empresa también dar el ejemplo con sus
actos ante situaciones en que deben de tomar en cuenta los valores morales; de
nada serviría tener un gran código de ética mientras no es cumplida por la parte
dirigente que es la que en mayor medida debe estar identificada con su empresa.

Las empresas necesitan personas que tengan una buena formación en valores,
pues el capital humano es el principal activo que poseen las empresas. Las
empresas se deben manejar bajo ciertos valores como son los de la igualdad,
dialogo, respeto y solidaridad.

Los beneficios que puede tener una empresa ética son muchos y la mayoría se
dan a largo plazo, las más importantes es la atracción de clientela y de personal
de primer nivel; a quien no le gustaría hacer negocios con una empresa que
respeta las normas morales e inspira mucha confianza, este tipo de empresas que
en la actualidad no son muchas; para el otro beneficio, a quien no le gustaría ser
parte de una empresa en la cual se respetan a sus integrantes, en la que se puede
formar un buen clima laboral.

Y es verdad que cuando se dice que “sin valores sólidos estamos coqueteando
con el desastre. Con valores sólidos, podemos enfrentar a los mercados
internacionales. A través de la ética se puede dar lucha y acabar con las prácticas
corruptas que destruyen el valor, la economía y la sociedad.

Es preciso dejar bien en claro que el comportamiento ético no resolverá todos los
problemas, ni nos conducirá por completo hacia el crecimiento y prosperidad, pero
el comportamiento no ético nos puede acarrear más problemas de los que
podamos tener.

Finalmente, la importancia de la ética en los negocios, radica principalmente, que


la práctica de ésta, hace que la empresa ya sea para que obtenga una buena
imagen, y por ende nuevos clientes, atraídos por la buena imagen de ésta; o lo
práctica por convicción propia, lo cual debería ser el motivo fundamental.
Retomando la descripción que se mencionaba al principio, en cada una de las
sucursales de la banca comercial de BBVA Bancomer, los objetivos de venta y los
productos se dividen de acuerdo al perfil y al puesto que cada empleado tiene. Por
ejemplo, en el caso de directores de sucursal, banqueros y ejecutivos, las metas
son trazadas por parte de la dirección regional, basados en el historial
transaccional que haya acumulado la oficina.

En el caso de cajeros, los objetivos de ventas son delimitadas no por la dirección


regional, sino por un área central, ya que no tocan el mencionado historial de la
sucursal. Fijan la meta por rangos, es decir, para poder acceder a una retribución
extra es necesario cumplir o pasar el número de productos establecidos

Los productos y servicios que deben de ofertar para el cumplimiento de la meta,


por parte del equipo de atención al cliente, sin considerar la apertura de cuentas
nuevas, son los siguientes: créditos al consumo, tarjetas de crédito, productos de
captación a mediano y largo plazo (fondos de inversión e inversiones a plazo fijo),
portabilidad de cuentas de nómina de otros bancos, seguros de vida, de hogar, de
auto.

Para el equipo de ventanilla son los siguientes: Domiciliación de servicios,


apertura de tarjetas de viaje, ofertas de incremento de línea de tarjeta de crédito,
seguro de retiro de dinero y referenciación de créditos, tarjetas de crédito y
portabilidad de nómina.

Ambos grupos deben de entregar su reporte de ventas de forma diaria y mensual


al área que se les corresponde, para que en el siguiente periodo se vuelvan a
establecer nuevos objetivos y nuevos rangos.

Es importante mencionar que la actividad primordial bancaria es el impulso de las


ventas.

En mi propio criterio suele ser muy demandante y desgastante buscar y alcanzar


estas metas. Sobre la marcha es importante desempeñar labores de servicio que
los mismos clientes demandan porque, a pesar de todo, la contratación y la
adquisición de productos deriva atención, seguimiento y satisfacción de la
experiencia.

El desempeño diario de las actividades de cada puesto genera un impacto en la


actitud y la forma de ser de cada individuo, esto lleva a ir concentrando
conocimientos y modos de actuar frente a diversas situaciones y en distintos
contextos. Hablamos de competencias, habilidades profesionales que facilita la
interrelación institución-cliente.

Vender es un arte obligatorio, no es exclusivo de alguna área o trabajo específico.


Todo ser humano debe de estar relacionado y tener relación con las
negociaciones, es parte de nuestro diario vivir. Lo que si cambia es cuando los
procesos de tratos comerciales involucran el contexto laboral.

El modo ideal de relacionar las necesidades del cliente conforme a los objetivos
organizacionales es buscar y encontrar beneficios que ambas partes puedan
adquirir en la negociación y pacto; por un lado, el cliente requiere o necesita una
estabilidad económica o material, y por el otro, el banco se beneficia de esa
misma necesidad que busca su cliente. Por ello, se le oferta un catálogo de
diferentes opciones para que sus expectativas sean cumplidas.

Es obvio pretender y descifrar que la institución lo que necesita es que su mercado


pueda adquirir sus productos que más ganancia le deje, sin embargo, y como es
conocido, no toda la gente está dispuesta a costearse o invertir su patrimonio en
algo que no podría mantener o pagar. Todo se debe ajustar a lo más apropiado
que uno puede solicitar. Aquí es donde la ética gira: garantizar que ambas partes
puedan salir beneficiadas, sin engaños y sin promesas sin cumplir.

Ahora, también como se mencionaba al principio de éste ensayo, las situaciones


de tiempo a veces no suelen ser las mejores y pasan temporadas en el que
vender u ofertar algún producto o servicio se torna muy difícil, llegando a no
registrar ninguna ganancia para el banco. ¿Qué sucede aquí? Hay áreas de
oportunidad que pueden ayudar a mejorar la productividad, estrategias, métodos,
sistemas, todo esto dentro de un marco de transparencia, garantizado por
reglamentos y leyes.

Desafortunadamente, a pesar de en BBVA Bancomer existen muchísimos planes


de acción cuando los objetivos no son alcanzados, se presentan casos en el que
el personal adopta prácticas engañosas.

Ejecutivos como cajeros, conforme “agarran maña” establecen diversas


estrategias de convencimiento y persuasión haciendo entender a los clientes que
pueden obtener beneficios mejores que los que normalmente se les ofrecen.

En el área en el que más estoy involucrado es en el de ventanilla; he conocido


casos en el que colegas aprovechan las situaciones en las que se encuentra el
cliente para colocar una venta, pero con malas prácticas. Un ejemplo claro que
puedo describir es la población vulnerable, esto es, adultos mayores, personas
analfabetas o con capacidades diferentes. Aprovechando la situación en la que
viven suelen convencerlos con beneficios inexistentes para contratar seguros de
retiro de dinero. Omiten y pasan por alto las condiciones de protección, vigencia y,
en su caso, el proceso de cancelación.

También, cuando se referencian tarjetas de crédito suelen exagerar los términos


de contratación e inventar beneficios que el producto no puede tener, enganchan
al cliente con “palabras bonitas”, dando a entender un panorama, y al momento de
adquirir el producto reluce que esos supuestos beneficios no existen.

En el caso de los ejecutivos y banqueros de sucursal se presentan los ejemplos


anteriores y algunos otros más fuertes

La habilidad principal de uno de éstos funcionarios es la de convencimiento, el uso


de la palabra, la persuasión y el sentido de satisfacción.

También no está de más mencionar que el área de gestión tiene una fuerte
responsabilidad para manejar la información personal del cliente, teniendo acceso
a ella, siempre y cuando ésta sea usada con fines comerciales y a solicitud
presencial.
La falta de ventas orilla a algunos a realizar prácticas que violan la verdadera
necesidad de una persona hasta la información del cliente.

Los casos que puedo mencionar y que conozco abarcan desde el


condicionamiento de la apertura de cuentas con la contratación de un producto, la
modificación y falsificación de la base de datos de diversos clientes para poder
ofrecerle productos con capacidades fuera del alcance del perfil y, de manera
interna, de la búsqueda y cumplimiento obligatorio de las metas mensuales por
parte de los directivos a sus colaboradores en horarios en los que ya sería
imposible cerrar ventas.

Estos ejemplos en los que la ética profesional no es tajantemente aplicada son


casos en el que varias personalidades han intervenido para su investigación y
deslindar responsabilidades. Yo, como miembro del equipo que ha visto el empleo
de estas prácticas, comunico lo sucedido con mi jefe inmediato para que pueda
identificar los casos, reducir los riesgos y, sobre todo, practicar una orientación
para ir previniendo estos casos.

También, al considerarse un trabajo de riesgo por la información que se maneja,


constantemente se nos incluye en cursos, capacitaciones y exámenes de control
en materia de ética y buenas prácticas para evitar futuros focos rojos en los que
haya situaciones de conflicto.

En BBVA Bancomer, el código de ética dicta medidas claras para la sana relación
laboral, como ejemplo el ofrecer y publicitar productos y servicios sin mensajes
engañosos, falsos, o que omitan información relevante; proporcionar información
clara y veraz, comunicando de manera transparente las características y los
riesgos de los productos y servicios, teniendo en cuenta el cliente de que se trate;
ser responsable en las propuestas de financiación a los clientes y en la búsqueda
de soluciones viables cuando se encuentren en dificultades financieras;
contabilizar, registrar y documentar adecuadamente todas las operaciones,
ingresos y gastos, sin omitir, ocultar o alterar ningún dato o información; mantener
reservada la información de clientes y adoptar las medidas necesarias para
recabar, almacenar y acceder a esos datos conforme a la normativa aplicable.

A manera de conclusión, el mundo globalizado entra en una dinámica con el


mundo profesional, sobre todo en la toma de decisiones. A nivel laboral, se suele
entrar en conflictos cuando nuestras decisiones afectan o benefician los intereses
propios, de extraños y de la organización a la que pertenecemos. Hay una mezcla
heterogénea que la convertimos, a la fuerza, en homogénea. Ponemos en tela de
juicio lo que está mal y lo que está bien a costa de los beneficios que podemos
obtener.

Nuestras decisiones deben de estar dentro del plano de lo que está éticamente
aceptado, nunca debemos interponerlo sobre intereses que, si bien, pueden atraer
beneficios con el tiempo, en esa misma razón, consecuencias fuertes y
catastróficas que pueden desestabilizar nuestro plano personal y profesional.

Las responsabilidades y el bien común deben de conjugar, tener ese equilibrio en


el que, si se habla de una negociación, las partes tengan acuerdos mutuos, haya
beneficios y se acaten compromisos, que por ambos lados se gane, actuando
transparentemente, sin ningún tipo de presión y engaños.

“Es importante que un objetivo nunca se defina en términos de actividad o de


métodos. Debe estar siempre directamente relacionado con el modo en el que la
vida sea mejor para todos. El objetivo del sistema debe estar claro para todo aquél
que pertenezca al sistema. El objetivo debe incluir planes de futuro. El objetivo es
un juicio de valor”

Dr. W. Edwards Deming

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