Ana Puede Ser Mucho Mas Que Solo Un Nombre Ruso

Tenemos la tendencia a mirar hacia abajo. De todas las miradas que podemos
ofrecer durante el día la mayor parte ellas no son a los ojos de la otra persona. Es algo así
como la inclinación afectuosa que ofrecen los japoneses.

Hay algo muy atractivo en la manifestación de voluntad por la fuerza en

contraposición a los mecanismos rebuscados para conseguir un fin. No te convenzo si no
que hacemos lo que tenemos que hacer.

El espacio inconmensurable no es solo eso. Esta lleno de personas y te puede pasar

lo acontecido en Stalingrado, ciudad y momento que marca el principio y el fin de la guerra
para los alemanes.

Cuando Marko Ramius capitán del submarino nuclear más moderno de la Unión

Soviética decide que quiere desertar, es algo que no podemos ignorar y seguir como si nada
con nuestras vidas. El mas ecuánime entre ellos ha decidido junto con un cuerpo de
oficiales que quieren ser vaqueros o pescadores.

Ana llego en tren y es ahí donde ve un accidente a sus pies en las vías. Su destino
esta marcado por la búsqueda del amor y la presencia inmanente de la tragedia a través de
cada uno de sus pasos. Uno puede amarla sin limites por su forma de ser y su belleza fina y
exótica, pero sin duda su valor mas profundo esta en la confianza que ella inspira y que la
hace oportuna en los momentos de mayor complejidad. En su mirada hay una marca de
dolor que esta definida en su incapacidad de conformarse con una vida que no esta de
acuerdo con lo que siente. No se permite una vida hipócrita y eso me lleva a pensar que
Ana puede ser mucho mas que solo un nombre ruso.