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gosto 2017 |Arándanos

Asesor internacional Fernando Diez: 12 años de


experiencia en contenedores
Arándanos en macetas: mejor calidad y mayor
precocidad

Si usted tiene un clima favorable para el arándano y cuenta con una ventana comercial
de precios muy atractivos, pero las características de su suelo resultan un obstáculo
demasiado complejo de superar, puede recurrir a una solución técnica eficiente y
rentable, aunque de elevado costo inicial. Se trata de la plantación del fruto azul en
contenedores, práctica asociada a alta densidad, uso de sustratos, precocidad en la
entrada del huerto en producción, riego por pulsos, uniformidad, poda intensiva, pero
destacados y estables rendimientos.
El asesor y experto en fisiología y nutrición Fernando Diez muestra la alta producción
lograda en macetas en la zona norte, en condiciones inadecuadas de suelo y agua.

 Aunque el cultivo de arándano en macetas o contenedores (comúnmente sacos


plásticos) ya tiene más de una década de historia exitosa en el país, todavía resulta una
novedad para muchos productores. El asesor internacional Fernando Diez, quien trabaja
con este berry en Chile, Argentina y Perú, calcula que entre Ovalle (en el norte) y Los
Ángeles (en el sur) debe haber unas 500,000 plantas en contenedores. Prefiere
cuantificar así, en lugar del tradicional guarismo en hectáreas, pues a su juicio tiene más
sentido para el sistema en cuestión. Como referencia, las densidades normales van de
5,000 a 7,500 plantas/hectárea (ha), aunque se ha llegado a 10,000 plantas/ha.

Acompañamos a Fernando Diez a la Hacienda Colchagua, región de O’Higgins, donde


optaron por la tecnología de macetas para superar las limitaciones físicas y químicas del
suelo. Sus contenidos de arcilla (20-25%) y limo (15-20%), su macroporosidad de 20-
25%, su bajo nivel de materia orgánica y su pH resultaban poco favorables para el
cultivo. –Para satisfacer la necesidad de aireación de las raíces de arándano –prescribe
el profesional–, la macroporosidad debiera ser del orden de 50-60%. Por otra parte,
resulta complejo modificar la química del suelo cuando hay contenidos importantes de
arcilla, debido a su capacidad tampón, siendo difícil mantener el pH ácido óptimo para
este berry, de 4.5 a 5.5. Un proyecto sobre esa base parte con grados de dificultad de
manejo y de costos que normalmente terminan ganando la guerra.

En síntesis, la maceta constituye una solución técnica para situaciones físicoquímicas de


suelos inadecuados para el cultivo, en zonas donde las demás condiciones son
favorables. Además, aporta precocidad en la entrada a producción del huerto, el cual a
los tres años equivale a uno tradicional al sexto.

DISTINTAS MEZCLAS EN LOS SUSTRATOS Y SU


RELACIÓN CON LA CHEQUERA

Arándanos bajo túneles en la Hacienda Colchagua, región de O’Higgins.

Existen distintas alternativas de sustratos, que varían en aspectos como la duración de su


vida útil, la necesidad de reposición de material o el consumo de agua. La elección no es
solo técnica, “hay que ver cuál sustrato acomoda a la chequera del agricultor”, señala
Diez. –Se trabaja con combinaciones de distintos componentes –indica Diez–, tales
como corteza de pino compostada, turba, fibra de coco, perlita, incluso arena. Se puede
emplear distintas proporciones de materiales orgánicos que aporten al arándano, hasta
un extremo de hidroponía con sustratos inertes, como podría ser la fibra de coco al
100%. El mercado ofrece mezclas preparadas de diversos orígenes, por ejemplo de
Finlandia, España e Israel. Garantizan aspectos como uniformidad en el tamaño de
partículas y menor contenido de polvo, lo que se relaciona con la vida útil, pero también
con el precio. Un alto nivel tecnológico tiene un mayor valor. En mi caso, uso
proporciones de materiales importados y mezclo con corteza de pino compostada. Sin
embargo, por el nivel de desarrollo que se tiene en el procesamiento en Chile, se
requiere una evaluación y ajuste de este último componente. Puede pasar, por ejemplo,
que el tamaño de partículas sea mayor de lo esperado, lo cual aumenta la aireación pero
baja la retención de humedad. El agua se escurrirá muy rápido y no se formará el bulbo
húmedo que buscas para el crecimiento radicular.

–¿Cuáles son los factores que desgastan el sustrato, por qué tienen
distintas duraciones?

–Las diferencias se dan al trabajar con materiales orgánicos, en los que se producen
distintas velocidades de mineralización. La descomposición depende mucho de las
temperaturas, de las calidades de agua y de la actividad microbiana. Mientras más
microbiología en el suelo, mayor rapidez en la descomposicion. Por lo tanto, se hace
inestable la estructura física del componente orgánico. Una metabolización lenta
significa que las partículas no pierden tamaño y por tanto no se produce una pérdida de
aireación.

COMBINACIÓN DE LA FISIOLOGÍA VEGETAL


CON LA NUTRICIÓN ACTIVA

La mezcla para aportar el sustrato adecuado y el manejo del riego son dos elementos
vitales en el éxito del cultivo en macetas.

Con todo, no se debe sacar apresuradamente la conclusión de que la mejor alternativa


sea la de un material completamente estable. –Trabajar con un medio 100% estable es
hidroponía, o sea, no se tiene aporte nutricional ni capacidad de intercambio catiónico
por parte del sustrato. Yo estoy manejando proyectos de ese tipo, pero implican una
supervisión constante del input y de lo que sale. La planta depende totalmente de los
aportes a través del agua, no hay espacio para equivocarse. En cambio en los otros
sistemas el sustrato hace de buffer, por lo que admite un margen de error. En un
material como la corteza de pino compostada hay una contribución nutricional,
nitrogenada entre otras, que, por supuesto, hay que saber controlar. Ese control se
relaciona estrechamente con la fertilización, pues habiendo nitrógeno y materia
orgánica, se multiplica explosivamente la población microbiana y se acelera la
descomposición. Por consiguiente, Fernando Diez, si bien utiliza como base los
fertilizantes minerales, enfatiza la “fisionutrición”, combinando la fisiología vegetal con
la nutrición activa: –Hay muchos compuestos que trabajan en las rutas metabólicas de
los cultivos, son activadores de respuestas en ellos y se incorporan a sus ciclos. Resultan
fácilmente absorbidos y la planta puede hacer con menor gasto energético lo que tú
esperas. Hay más eficiencia en el logro del objetivo en el estado fenológico que estés
trabajando. Todo va a través del riego y de aplicaciones foliares.

EL VOLUMEN DE SUSTRATO REQUERIDO Y LAS


CUALIDADES DEL CONTENEDOR
El volumen del contenedor debe ser suficiente para permitir el desarrollo del sistema
radicular. De acuerdo a Diez, un buen resultado se obtiene con 60 a 80 litros. Por
razones económicas hay una tendencia a usar el menor volumen de sustrato que sea
factible. –Una apreciación personal: por los años de experiencia creo que volúmenes
pequeños de sustrato van a ser complicados porque tendrán una vida media baja,
producto de la descomposición. La calidad de la bolsa inicialmente no parecía ser un
problema, pero algo parece haber ocurrido con su fabricación y ahora es un tema
importante: –Las bolsas más antiguas han resistido 10 años bajo alta radiación, alto
contenido de sales, todo lo que se daba para que se quemaran en un corto plazo. Pero los
sacos fueron perdiendo calidad. Hay empresas nacionales que trabajan muy bien los
geotextiles orientados a la agricultura, y yo espero que vuelvan a la calidad original. El
nivel de inversión en comparación al sustrato y la planta justifica pagar un margen
adicional si es necesario y no estar cambiándolo a los tres años. Cuando el agua de riego
tiene un alto contenido de sales, para desplazarlas es relevante la condición de
permeabilidad del contenedor. –En Ovalle puedes ver el saco recubierto externamente
por las sales, fuera del sistema, lo que es extraordinariamente bueno para los arándanos.
He abierto sacos después de 8 años y las raíces están sin ni un problema. En cambio los
plásticos herméticos solo permiten el drenaje. Hace algunos años debíamos hacerles
perforaciones adicionales en la base, aunque ahora hay modelos que vienen con una red
de drenaje interno fantástica. El asesor afirma que en el norte, trabajando con agua de
baja calidad para arándano, en torno a los 2.2 dS/m y pH de 7.5, las características
químicas de las materias orgánicas que se ocupan en el contenedor permiten reducir el
impacto y obtener rendimientos de 20 toneladas/ha. Los contenedores se ubican sobre
una lámina plástica, la cual aísla las raíces de un posible contacto con el suelo, evitando
condiciones no deseadas para el cultivo, químicas, especialmente. Por otra parte, el
sistema radical no se ancla al terreno y las plantas se pueden cambiar de lugar sin
impedimento. Además, opera como mulch en una franja de 70 a 80 cm que por lo
general queda limpia de malezas.

EL CONTROL DE MALEZAS Y EL MANEJO


SANITARIO SE VEN FACILITADOS
Contenedor recubierto externamente por sales que quedan fuera del sistema, logrando
un huerto de gran desarrollo y color.

Precisamente otra de las ventajas de los contenedores, añade Fernando Diez, es la


disminución del problema de malezas y la facilidad de control. –Pueden llegar por el
agua de riego y el tipo de sustrato influye en la cantidad de malas hierbas que tengas.
Pero las veces que debes limpiar y el gasto en control es muchísimo menor que en
suelo. Es posible usar herbicidas residuales abajo e incluso en el contenedor y te
mantienes limpio. Por eso también la nutrición es tan efectiva, todo va al sistema
radicular del arándano. En general el manejo sanitario resulta más fácil, subraya. El
comportamiento del agua del riego por goteo en el contenedor es muy regular, no
debieran producirse las situaciones de microasfixia o asfixia que se dan en suelos,
puerta de entrada a patógenos. La solución, si ocurre un problema, también es más
sencilla y eficaz, se puede lavar, limpiar o sanitizar planta a planta. –Por ejemplo,
cuando del vivero llegan arándanos con ciertas deficiencias, realizas una selección al
plantarlas y las asignas a una válvula separada para efectuar un manejo independiente.
Les puedes aplicar tratamientos que ellas necesitan pero el resto del campo no, y con
eso vuelves a darle uniformidad al proyecto. En suelo cuesta mucho hacerlo.

EL DESARROLLO DE PLANTAS CON RAÍCES


CONFINADAS
El sustrato ofrece la condición física y química ideal para la planta de arándano, sin
distinción de variedades. Hay donde elegir, pues se observa una explosión mundial de
oferta genética mejorada con cultivares capaces de enraizar y crecer rápidamente.

–¿Conviene tener en cuenta el tamaño potencial de la variedad al


momento de seleccionarla?

–Nosotros en Chile lo que más usamos son highbush y rabbiteye. La envergadura de las
rabbiteye llegan a ser muy superior a la de las highbush y su expresión genética natural
es mucho más exuberante. Yo no tengo las pruebas, no he metido rabbiteye a un
contenedor. Sería una interesante evaluación, tal vez ese tipo de arándanos se vea
limitado prontamente al volumen radicular con el cual funciona bien.

–¿Cómo se evita que el contenedor no se quede chico ante la presión de


desarrollo de las raíces?

–Con manejo nutricional y manejo hormonal para que la planta siempre tenga un
volumen radicular activo, porque la regeneración de las raíces es un tema al que poner
atención. Hay mitos, como que las raíces no tienen suficiente espacio y empiezan a
enrollarse haciendo que el arándano colapse. Eso no lo he visto. En la continua revisión
del sistema radicular en 12 años con contenedores aun no advierto problemas en la vida
media de la planta ni de las raíces. El sistema radical de la especie se presta para este
manejo porque si bien existen algunos ejes, en general ves masas radiculares finas. La
densidad de plantas que se utiliza se relaciona con las variedades. Por ejemplo, explica
el especialista, Ventura podría distribuirse más densamente que Emerald, ya que la
primera tiene un hábito de crecimiento más erecto. El cultivo en macetas va asociado a
mayores densidades. Al cabo de 10 o más años, especifica el ingeniero agrónomo, lo
natural es que el tamaño de la planta en suelo debiera ser mucho mayor que la que está
en contenedor, si ese suelo tiene condiciones adecuadas y se ha hecho un buen manejo
agronómico. Ello, porque no hay confinamiento radicular. En consecuencia, el potencial
productivo por planta es mayor en suelo, pero como se utiliza un número más grande de
plantas en el caso de los contenedores, el rendimiento se compensa a nivel de huerto.
Mientras más densidad, antes se entra en producción y más rápidamente se llega al plató
de rendimiento, porque físicamente ya no hay más espacio donde generar fruta, apunta
Diez. –Desde el punto de vista de la calidad frutal –argumenta– el resultado es mejor,
porque la cantidad superior de frutos de una planta grande se traduce en arándanos más
chicos, más blandos, más heterogéneos.

LAS PLANTAS SE PUEDEN LLEVAR DE UN


LUGAR A OTRO
Al estar en contenedores, las plantas se pueden desplazar. Diez ha tenido la experiencia
de partir con un huerto de 10,000 plantas/ha y llevarlo a 7,500, para terminar en 5,000
cuando la envergadura de los arándanos lo requirió, buscando el mejor aprovechamiento
del espacio para obtener más kilos de fruta por planta. –No es complicado, el cultivo ha
rentado para hacer todas esas modificaciones. No hay destrozo, no hay retroceso. El
entrevistado añade la homogeneidad de las plantas como otra ventaja del sistema en
macetas: –Cuando uno observa los campos mediante drones, por ejemplo, y empieza a
sumar, se da cuenta de que un 10% de las plantas o más no está produciendo o lo hace
muy poco. A medida que pasan los años, el empeoramiento de los suelos va agrandando
esos lunares. Entonces tienes indexado un costo no productivo. En cambio el sistema en
macetas garantiza estabilidad. Las plantas mantienen una calidad productiva de
temporada en temporada, puedes programar el número de ramillas y yemas que dejarás
en los próximos 7 u 8 años, agrandando o achicando la planta. Las características de
suelo, riego y variedad son uniformes. Optas a un flujo casi sin equivocaciones, a no ser
que tengas un accidente climático o un error en el manejo. El sistema exige un
rejuvenecimiento permanente de la planta a través de una poda intensa. Para evitar que
el costo de personal se escape, se usa cortasetos para la poda de verano y después se
mejora en invierno con la poda normal a mano.

ALTA EFICIENCIA EN EL APROVECHAMIENTO


DEL AGUA
Es posible adaptar con buenos resultados sistemas de riego que funcionaban en suelo.
Pero Fernando Diez comenta que el óptimo es un diseño para regar por pulsos, puesto
que se precisan aplicaciones de agua frecuentes y con volúmenes pequeños. El equipo
tiene que ser capaz de inyectar la nutrición y cortar, sin provocar un sobreriego
indeseado. Se logra una alta eficiencia en el aprovechamiento del recurso hídrico,
llegando a bajar los consumos totales anuales a 7,000 m3/ha e incluso a 6,500 m3/ha
sobre la base de fibra de coco y una buena mezcla de sustrato.

PRECOCIDAD Y RENDIMIENTO, PERO EL


COSTO ES EL PRINCIPAL INCONVENIENTE

Proyecto con cuatro meses de desarrollo en Ovalle.

En la zona de Ovalle, Diez asesora campos donde los rendimientos se sitúan entre 20 y
25 toneladas (t)/ha, con cosechas de septiembre a noviembre. –He llegado a 27 t/ha, con
7,500 plantas/ha de Jewel, aunque hemos bajado por la condición de la variedad, a la
cual le cuesta mantener firmeza, tiene problemas de materia seca. Pero en una Emerald
no debería ocurrir; por firmeza y tamaño de fruta podría producir aun más. En
contenedores, la curva de producción del cultivo es mucho más precoz que en suelo,
testimonia el entrevistado: –Lo que avanzas en un año equivale a tres. Si mides los kilos
acumulados en 10 años, dependiendo de los manejos, el arándano en macetas puede
mostrar una diferencia a su favor sobre los 30,000 kilos de fruta por hectárea. El costo
de entrada a este sistema es evidentemente caro –afirma sin ambigüedades Fernando
Diez al preguntarle por las desventajas–, por eso hay que tener cuidado en la ejecución
del proyecto, partiendo con la definición del resultado comercial que se espera. Un
proyecto completo, informa, con 6,000 plantas/ha, cuesta del orden de 70,000
dólares/ha, contra 25,000 a 30,000 dólares/ha del huerto tradicional. Si a eso se le suma
macrotúnel, por lo menos son 50,000 dólares adicionales por hectárea. El cultivo en
macetas permite aprovechar ventanas o nichos comerciales, cuando se cuenta con el
clima. También abre las puertas en localidades con amplia disponibilidad de terrenos sin
calidades físicoquímicas adecuadas para el cultivo. Diez menciona, por ejemplo, lugares
en Villa Alegre, Parral, Linares, Los Ángeles. “Donde antes no se podía cultivar, ahora
se puede, ese es el punto”. –¿Cuál es el piso productivo para financiar un proyecto en
maceta? –Uno habla de un piso de 14 t/ha. Algunos productores me dicen que con 10 a
12 t/ha les da, pero creo que meterse en esto para no lograr 14 t/ha es desaprovecharlo.
En la zona norte hasta hace dos temporadas lo pagabas a la vuelta del año, si lo hacías
bien y salías en septiembre-octubre; a lo más te quedaba un restito por pagar a la
segunda temporada.

OPCIÓN “MODULAR”, NO TIENE POR QUÉ SER


UN HUERTO COMPLETO
No necesariamente los proyectos deben apuntar a huertos completos. Buena parte de los
proyectos que el consultor lleva adelante corresponden a “reparaciones” de plantaciones
convencionales: –El sistema es amigable con el modelo antiguo. Hemos llevado
contenedores a sectores que tienen un pésimo comportamiento sobre suelo, mientras
otras áreas del predio dan buenos flujos productivos y rentabilidad. Ponemos los
contenedores en lugares con pendientes, cambios texturales con fuerte presencia de
arcilla y limo. Lo hemos aplicado mucho en la zona de Quillota (en el centro norte de
Chile), por ejemplo. Incluso lo he hecho a nivel de hileras. En un campo de María Pinto
las últimas 6 a 7 plantas estaban en un elevado grado de pendiente, recibiendo toda el
agua; pasaban asfixiadas. Terminamos las hileras con contenedores y se solucionó el
problema. –¿Cuáles son los riesgos, cuáles han sido las principales causas de fracaso? –
Las razones pueden ser varias. Volúmenes chicos; muchos proyectos en un inicio se
hicieron en sacos de 30-40 litros. Sustratos inadecuados, como distintos tipos de
aserrines, nuevos o de tamaño de partícula inapropiado, con demasiado polvo y por
tanto mala oxigenación, mal movimiento del agua, descomposición acelerada… Eso
termina en una pasta sin aire, saturada, en pudrición de raíces. Mala nutrición:
fertilización inadecuada, frecuencia inconveniente. Precipitaciones equivocadas, por
ejemplo con goteros de 4 L. Se trata de combinaciones de falencias producto del
desconocimiento técnico de este tipo de sistemas. El cultivo de arándanos en
contenedores aporta precocidad a los huertos anticipando los retornos, mejora la calidad
de la fruta e incrementa de manera importante el total de kilos acumulados, por ejemplo
a los 10 años de cultivo. Estas son solo algunas de las ventajas de una técnica de cultivo
que Fernando Diez practica con éxito desde hace doce años. Entre las desventajas, el
alto costo de instalación del huerto, lo que obliga a tener muy claro el resultado
comercial que esperado. Sin embargo, nos mostró el experto, la inversión se puede
pagar incluso a la segunda cosecha.

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