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LIBROS DEL LEVIATHAN Y EL DISCURSO DEL METODO

LEVIATHAN Y EL DISCURSO DEL METODO

Valentina Castellanos Rozo

Centro de Enseñanza Media Comercial Nuestra Señora Del Carmen


IDEAS LEVIATHAN

1. La Naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en las facultades del cuerpo y

del espíritu , a veces más fuerte del cuerpo o más sagaz de entendimiento que otro

2. El más débil tiene bastante fuerza para matar al más fuerte, ya sea mediante

secretas maquinaciones o confederándose con otro que se halle en el mismo peligro

que él se encuentra.

3. La prudencia no es sino experiencia; cosa que todos los hombres alcanzan por igual,

en tiempos iguales, y en aquellas cosas a las cuales se consagran por igual

4. La naturaleza de los hombres que si bien reconocen que otros son más sagaces,

más elocuentes o más cultos, difícilmente llegan a creer que haya muchos tan sabios

como ellos mismos, ya que cada uno ve su propio talento a la mano, y el de los

demás hombres a distancia

5. De la igualdad procede la desconfianza. De esta igualdad en cuanto a la capacidad

se deriva la igualdad de esperanza

6. la igualdad de esperanza esta es la causa de que si dos hombres desean la misma

cosa, y en modo alguno pueden disfrutarla ambos, se vuelven enemigos, y en el

camino que conduce al fin tratan de aniquilarse o solo juzgarse uno a otro. De aquí

que un agresor no teme otra cosa que el poder singular de otro hombre

7. Como algunos se complacen en contemplar su propio poder en los actos de

conquista, prosiguiéndolos más allá de lo que su seguridad requiere, otros, que en

diferentes circunstancias serían felices manteniéndose dentro de límites modestos,


si no aumentan su fuerza por medio de la invasión, no podrán subsistir, durante

mucho tiempo, si se sitúan solamente en plan defensivo

8. La conservación de un hombre aumentar su dominio sobre los semejantes

9. La naturaleza del hombre tres causas principales de discordia. primera, la

competencia; segunda, la desconfianza; tercera, la gloria.

10. La competencia hace uso de la violencia para convertirse en dueña de las personas,

mujeres, niños y ganados de otros hombres

11. La desconfianza hace parte de defendernos

12. La gloria recurre a la fuerza por motivos insignificantes, como una palabra, una

sonrisa, una opinión distinta, como cualquier otro signo de subestimación, ya sea

directamente en sus personas

13. La Guerra no consiste solamente en batallar, en el acto de luchar, sino que se da

durante el lapso de tiempo en que la voluntad de luchar se manifiesta de modo

suficiente

14. La naturaleza de la guerra consiste no ya en la lucha actual, sino en la disposición

manifiesta a ella durante todo el tiempo en que no hay seguridad de lo contrario.

Todo el tiempo restante es de paz

15. Es natural también en el tiempo en que los hombres viven sin otra seguridad que la

que su propia fuerza y su propia invención pueden proporcionarles

16. No existe oportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto; por consiguiente

no hay cultivo de la tierra, ni navegación, ni uso de los artículos que pueden ser

importados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos para mover y

remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni conocimiento de la faz de la


tierra, ni cómputo del tiempo, ni artes, ni letras, ni sociedad; y lo que es peor de

todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es

solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve.

17. La naturaleza hace a los hombres aptos para invadir y destruirse mutuamente

18. Los deseos y otras pasiones del hombre no son pecados, en sí mismos; tampoco lo

son los actos que de las pasiones proceden hasta que consta que una ley los prohíbe

19. Los hombres no pueden conocer las leyes antes de que sean hechas, ni puede

hacerse una ley hasta que los hombres se pongan de acuerdo con respecto a la

persona que debe promulgarla.

20. En esta guerra de todos contra todos, se da una consecuencia: que nada puede ser

injusto

21. La ley no existe; donde no hay ley, no hay justicia, en la guerra, la fuerza y el

fraude son las dos virtudes cardinales

22. Justicia e injusticia no son facultades ni del cuerpo ni del espíritu

23. Las pasiones que inclinan a los hombres a la paz son el temor a la muerte

24. Ley de naturaleza establecida por la razón, en virtud de la cual se prohibe a un

hombre hacer lo que puede destruir su vida o privarle de los medios de conservarla;

o bien, omitir aquello mediante lo cual piensa que pueda quedar su vida mejor

preservada

25. Cada hombre tiene derecho a hacer cualquiera cosa, incluso en el cuerpo de los

demás, y por consiguiente, mientras persiste ese derecho natural de cada uno con

respecto a todas las cosas, no puede haber seguridad para nadie (por fuerte o sabio
que sea) de existir durante todo el tiempo que ordinariamente la naturaleza permite

vivir a los hombre

26. La regla general de la razón , su primera fase es de esta regla contiene la ley

primera y fundamental de naturaleza, a saber: buscar la paz y seguirla

27. Segunda fase de la regla general de la razón es la suma del derecho de naturaleza,

es decir: defendernos a nosotros mismos, por todos los medios posibles

28. Segunda ley de la naturaleza es que uno acceda, si los demás consienten también, y

mientras se considere necesario para la paz y defensa de sí mismo, a renunciar este

derecho a todas las cosas y a satisfacerse con la misma libertad, frente a los demás

hombres, que les sea concedida a los demás con respecto a él mismo

29. Mientras uno mantenga su derecho de hacer cuanto le agrade, los hombres se

encuentran en situación de guerra

30. La ley del evangelio: Lo que pretendáis que los demás os hagan a vosotros, hacedlo

vosotros a ellos , y esta otra ley de la humanidad entera es renunciar a un derecho

31. Quien renuncia o abandona su derecho, no da a otro hombre un derecho que este

último hombre no tuviera antes

32. No hay nada a que un hombre no tenga derecho por naturaleza: solamente se aparta

del camino de otro para qué éste pueda gozar de su propio derecho original sin

obstáculo suyo

33. El efecto causado a otro hombre por la renuncia al derecho de alguien, es, en cierto

modo, disminución de los impedimentos para el uso de su propio derecho originario

34. La injuria o injusticia, en las controversias terrenales, es algo semejante a lo que en

las disputas de los escolásticos se llamaba absurdo


35. El procedimiento mediante el cual alguien renuncia o transfiere simplemente su

derecho es una declaración o expresión, mediante signo voluntario y suficiente, de

que hace esa renuncia o transferencia, o de que ha renunciado o transferido la cosa a

quien la acepta

36. Los amos por medio de los cuales los hombres se sujetan y obligan: lazos cuya

fuerza no estriba en su propia naturaleza (porque nada se rompe tan fácilmente

como la palabra de un ser humano), sino en el temor de alguna mala consecuencia

resultante de la ruptura

37. Primer término, por ejemplo, un hombre no puede renunciar al derecho de resistir a

quien le asalta por la fuerza para arrancarle la vida, ya que es incomprensible que de

ello pueda derivarse bien alguno para el interesado

38. El motivo y fin por el cual se establece esta renuncia y transferencia de derecho no

es otro sino la seguridad de una persona humana, en su vida, y en los modos de

conservar ésta en forma que no sea gravosa

39. Diferencia entre transferencia del derecho a la cosa, y transferencia o tradición, es

decir, entrega de la cosa misma. En efecto, la cosa puede entregarse a la vez que se

transfiere el derecho, como cuando se compra y vende con dinero constante

40. Liberalidad por palabras de presente o de pasado. Las simples palabras cuando se

refieren al tiempo venidero y contienen una promesa, son un signo insuficiente de

liberalidad y, por tanto, no son obligatorias. En efecto, si se refieren al tiempo

venidero, como: Mañana daré, son un signo de que no he dado aún, y, por

consiguiente, de que mi derecho no se transferido


41. Pero si las palabras hacen relación al tiempo presente o pasado, como: Yo he dado o

doy para entregar mañana, entonces mi derecho de mañana se cede hoy, y esto

ocurre por virtud de las palabras

42. Existen otros signos de la voluntad de transferir un derecho, entonces, aunque la

donación sea libre, puede considerarse otorgada por palabras de futuro. Si una

persona ofrece un premio para el primero que llegue a una determinada meta, la

donación es libre, y aunque las palabras se refieran al futuro, el derecho se

transfiere, porque si el interesado no quisiera que sus palabras se entendiesen de ese

modo, no las hubiera enunciado así.

43. Los signos de contrato son palabras de pasado, presente y futuro

44. Quien se limita a prometer, porque ha recibido ya el beneficio de aquel a quien

promete, debe considerarse que accede a transferir el derecho; si su propósito

hubiera sido que sus palabras se comprendiesen de modo diverso, el otro no hubiera

efectuado previamente su prestación.

45. Quien se limita a prometer, porque ha recibido ya el beneficio de aquel a quien

promete, debe considerarse que accede a transferir el derecho; si su propósito

hubiera sido que sus palabras se comprendiesen de modo diverso, el otro no hubiera

efectuado previamente su prestación.

46. Cuando existe un poder quien cumple primero no tiene seguridad de que el otro

cumplirá después, ya que los lazos de las palabras son demasiado débiles para

refrenar la ambición humana, la avaricia, la cólera y otras pasiones de los hombres,

si éstos no sienten el temor de un poder coercitivo


47. Estado civil donde existe un poder apto para constreñir a quienes, de otro modo,

violarían su palabra, dicho temor ya no es razonable, y por tal razón quien en virtud

del pacto viene obligado a cumplir primero, tiene el deber de hacerlo así.

48. La causa del temor que invalida semejante pacto, debe ser, siempre, algo que emana

del pacto establecido, como algún hecho nuevo u otro signo de la voluntad de no

cumplir: en ningún otro caso puede considerarse nulo el pacto

49. Quien transfiere un derecho transfiere los medios de disfrutar de él, mientras está

bajo su dominio.

50. Quienes da .a un hombre el derecho de gobernar, en plena soberanía, se comprende

que le transfieren el derecho de recaudar impuestos para mantener un ejército, y de

pagar magistrados para la administración de justicia.

51. Es imposible hacer pactos con las bestias, porque como no comprenden nuestro

lenguaje, no entienden ni aceptan ninguna traslación de derecho, ni pueden

transferir un derecho a otro: por ello no hay pacto, sin excepción alguna.

52. La materia u objeto de pacto es, siempre, algo sometido a deliberación (en efecto, el

pacto es un acto de la voluntad, es decir, un acto —el último— de deliberación); así

se comprende que sea siempre algo venidero que se juzga posible de realizar por

quien pacta.

53. Prometer lo que se sabe que es imposible, no es pacto, pero si se prueba

ulteriormente como imposible algo que se consideró como posible en un principio,

el pacto es válido y obliga

54. Liberación de los pactos se puede encontrar dos maneras quedan los hombres

liberados de sus pactos: por cumplimiento o por remisión de los mismos.


55. Pactos arrancados por temor, son válidos

56. Los pactos estipulados por temor, en la condición de mera naturaleza, son

obligatorios. Por ejemplo, si yo pacto el pago de un rescate por ver conservada mi

vida por un enemigo, quedo obligado por ello. se trata de un pacto en que uno

recibe el beneficio de la vida; el otro contratante recibe dinero o prestaciones, a

cambio de ello; por consiguiente, donde no existe otra ley que prohíba el

cumplimiento, el pacto es válido., poor esta causa los prisioneros de guerra que se

comprometen al pago de su rescate, están

57. Si yo me viese forzado a librarme de un ladrón prometiéndole dinero, estaría

obligado a pagarle, a menos que la ley civil me exonerara de ello. Porque todo

cuanto yo puedo hacer legalmente sin obligación, puedo estipularlo también

legalmente por miedo; y lo que yo legalmente estipule, legalmente no puedo

quebrantarlo.

58. Cuando uno ha transferido su derecho a una persona en el día de hoy, no puede

transferirlo a otra, mañana; por consiguiente, la última promesa no se efectúa

conforme a derecho; es decir, es nula.

59. Un pacto de no defenderme a mi mismo con la fuerza contra la fuerza, es siempre

nulo , ningún hombre puede transferir o despojarse de su derecho de protegerse a sí

mismo de la muerte, las lesiones o el encarcelamiento

60. Un hombre pueda pactar lo siguiente: Si no hago esto o aquello, matadme; no puede

pactar esto otro: Si no hago esto o aquello, no resistiré cuando vengáis a matarme el

hombre escoge por naturaleza el mal menor, que es el peligro de muerte que hay en
la resistencia, con preferencia a otro peligro más grande, el de una muerte presente

y cierta

61. Puede asegurarse respecto de la acusación de aquellos por cuya condena queda un

hombre en la miseria, como, por ejemplo, por la acusación de un padre, esposa o

bienhechor

62. Cuando no ha sido dado voluntariamente el testimonio , se presume que está

corrompido por naturaleza, y, como tal, no es admisible

63. . La tortura sólo puede usarse como medio de conjetura y esclarecimiento en un

ulterior examen y busca de la verdad lo que en tal caso se confiesa tiende, sólo, a

aliviar al torturado, no a informar a los torturadores: por consiguiente, no puede

tener el crédito de un testimonio suficiente en efecto, quien se entrega a sí mismo

como resultado de una acusación, verdadera o falsa, lo hace para tener el derecho de

conservar su propia vida.

64. La pasión que mueve esos sentimientos es el miedo, sentido hacia dos objetos

generales: uno, el poder de los espíritus invisibles; otro, el poder de los hombres a

quienes con ello se perjudica.

65. El temor del primero es, en cada ser humano, su propia religión, implantada en la

naturaleza del hombre antes que la sociedad civil

66. La forma del juramento pagano era ésta que Júpiter me mate, como yo mato a este

animal nuestra forma es ésta: Si hago esto y aquello, válgame Dios. Y así, por los

ritos y ceremonias que cada uno usa en su propia religión, el temor de quebrantar la

fe puede hacerse más grande


67. No hay juramento, sino por Dios. De aquí se deduce que un juramento efectuado

según otra forma o rito, es vano para quien jura, y no es juramento

68. No puede jurarse por cosa alguna si el que jura no piensa en Dios porque aunque, a

veces, los hombres suelen jurar por sus reyes, movidos por temor o adulación, con

ello no dan a entender sino que les atribuyen honor divino

69. Cuando un pacto es legal, obliga ante los ojos de Dios, lo mismo sin juramento que

con él: cuando es ilegal, no obliga en absoluto, aunque esté confirmado por un

juramento.

70. La tercera ley de naturaleza, justicia, que los hombres cumplan los pactos que han

celebrado. sin ello, los pactos son vanos, y no contienen sino palabras vacías, y

subsistiendo el derecho de todos los hombres a todas las cosas, seguimos

hallándonos en situación de guerra.

71. El origen de la justicia sea la estipulación de pactos, no puede haber actualmente

injusticia hasta que se elimine la causa de tal temor, cosa que no puede hacerse

mientras los hombres se encuentran en la condición natural de guerra

72. Donde no hay estado nada es injusto

73. la naturaleza de la justicia consiste en la observancia de pactos válidos: ahora bien,

la validez de los pactos no comienza sino con la constitución de un poder civil

suficiente para compeler a los hombres a observarlos

74. Los necios tienen la convicción íntima de que no existe esa cosa que se llama

justicia, y, a veces, lo expresan también paladinamente, alegando con toda seriedad

que estando encomendada la conservación y el bienestar de todos los hombres a su

propio cuidado
75. la justicia no puede ser aprobada como cosa buena. A base de razonamientos como

estos, la perversidad triunfante ha logrado el nombre de virtud, y algunos que

76. En todas las demás cosas desaprobaron la violación de la fe, la han considerado

tolerable cuando se trata de ganar un reino.

77. Cuando una de las partes ha cumplido ya su promesa, o cuando existe un poder que

le obligue al cumplimiento, la cuestión se reduce, entonces, a determinar si es o no

contra la razón; es decir, contra el beneficio que la otra parte obtiene de cumplir y

dejar de cumplir y no va contra la razón

78. situación de guerra, cuando cada hombre es un enemigo para los demás, por la falta

de un poder común que los mantenga a todos a raya, nadie puede contar con que su

propia fuerza o destreza le proteja suficientemente contra la destrucción, sin recurrir

a alianzas, de las cuales cada uno espera la misma defensa que los demás.

79. Quien quebranta su pacto y declara, a la vez, que puede hacer tal cosa con razón, no

puede ser tolerado en ninguna sociedad que una a los hombres para la paz y la

defensa, a no ser por el error de quienes lo admiten; ni, habiendo sido admitido,

puede continuarse admitiéndole, cuando se advierte el peligro del erro

80. La justicia, es decir, la observancia del pacto, es una regla de razón en virtud de la

cual se nos prohíbe hacer cualquiera cosa susceptible de destruir nuestra vida: es,

por lo tanto, una ley de naturaleza.

81. Felicidad eterna después de la muerte piensan que el quebrantamiento del pacto

puede conducir a ello

82. la observancia de la fe, hacen, sin embargo, excepción de ciertas personas, por

ejemplo, de los herejes y otros que no acostumbran a cumplir sus pactos , también
esto va contra la razón, porque si cualquiera falta de un hombre fuera suficiente

para liberarle del, pacto que con él hemos hecho, la misma causa debería,

razonablemente, haberle impedido

83. Un hombre justo es aquel que se preocupa cuanto puede de que todas sus acciones

sean justas

84. Esta justicia de la conducta es lo que se significa cuando la justicia se llama virtud,

y la injusticia vicio.

85. La justicia de las acciones hace que a los hombres no se les denomine justos, sino

inocentes; y la injusticia de las mismas (lo que se llama injuria) hace que les sea

asignada la calificación de culpables.

86. . Cualquiera cosa que se haga a un hombre, de acuerdo con su propia voluntad,

significada a quien realiza el acto, no es una injuria para aquél

87. la justicia conmutativa es la justicia de un contratante, es decir, el cumplimiento de

un pacto en materia de compra o venta; o el arrendamiento y la aceptación de él; el

prestar y el pedir prestado; el cambio y el trueque, y otros actos contractuales.

88. La cuarta ley de la naturaleza es la gratitud , nadie da sino con intención de hacerse

bien a sí mismo, porque la donación es voluntaria, y el objeto de todos los actos

voluntarios es, para cualquier hombre, su propio bien

89. La quinta, mutuo acomodo o complacencia un hombre que, por su aspereza natural,

pretendiera retener aquellas cosas que para sí mismo son superfluas y para otros

necesarias, y que en la ceguera de sus pasiones no pudiera ser corregido, debe ser

abandonado o expulsado de la sociedad como hostil a ella


90. Una sexta ley de naturaleza es la siguiente : que, dando garantía del tiempo futuro,

deben ser perdonadas las ofensas pasadas de quienes, arrepintiéndose, deseen ser

perdonados

91. Una séptima ley es que en las venganzas (es decir, en la devolución del mal por

mal) los hombres no consideren la magnitud del mal pasado, sino la grandeza del

bien venidero

92. La octava ley contra la contumelia como todos los signos de odio o de disputa

provocan a la lucha, hasta el punto de que muchos hombres prefieren más bien

aventurar su vida que renunciar a la venganza

93. La novena ley contra el orgullo pocos son tan insensatos que no estimen preferible

gobernar ellos mismos que ser gobernados por otros; ni los que a juicio suyo son

sabios y luchan, por la fuerza, con quienes desconfían de su propia sabiduría,

alcanzan siempre, o con frecuencia, o en la mayoría de los casos, la victoria

94. La décima ley , contra la arrogancia de esta ley depende otra: que al iniciarse

condiciones de paz, nadie exija reservarse algún derecho que él mismo no se

avendría a ver reservado por cualquier otro

95. La undécima ley es la equidad si a un hombre se le encomienda juzgar entre otros

dos, es un precepto de la ley de naturaleza que proceda con equidad entre ellos. Sin

esto, sólo la guerra puede determinar las controversias de los hombres

96. La duodécima es el uso por igual de las cosas que aquellas cosas que no pueden ser

divididas se disfruten en común, si pueden serlo; y si la cantidad de la cosa lo

permite
97. La decimotercia ley es la suerte prescribe equidad, requiere que el derecho absoluto,

o bien (siendo el uso alterno) la primera posesión, sea determinada por la suerte.

Esa distribución igual es ley de naturaleza y no pueden imaginarse otros medios de

equitativa distribución

98. La decimocuarta es la primogenitura y del primer establecimiento

99. La décimoquinta, de los mediadores , todos los hombres que sirven de mediadores

en la paz se les otorgue salvoconducto

100. La décimosexta, sumisión al arbitrae

101. La décimoséptima, que nadie es juez de sí propio. Considerando que se presume

que cualquier hombre hará todas las cosas de acuerdo con su propio beneficio,

nadie es árbitro idóneo en su propia causa.

102. La décimoctava, que nadie sea juez, cuando tiene una causa natural de parcialidad.

Por la misma razón, en una causa cualquiera nadie puede ser admitido como árbitro

si para él resulta aparentemente un mayor provecho, honor o placer, de la victoria

de una parte que de la otra

103. La decimonovena, de los testigos. En una controversia de hecho, como el juez no

puede creer más a uno que a otro (si no hay otros argumentos) deberá conceder

crédito a un tercero; o a un tercero y a un cuarto; o más

104. Las leyes de naturaleza son eternas. Las leyes de naturaleza, son inmutables y

eternas, porque la injusticia, la ingratitud, la arrogancia, el orgullo, la iniquidad y la

desigualdad o acepción de personas, y todo lo restante, nunca pueden ser cosa

legítima. Porque nunca podrá ocurrir que la guerra conserve la vida, y la paz la

destruya.
105. la verdadera doctrina de las leyes de naturaleza es la verdadera Filosofía moral

IDEAS DEL DISCURSO DEL METODO

1. La facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso es naturalmente igual en

todos los hombres; y, por lo tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no

proviene de que unos sean más razonables que otros, sino tan sólo de que dirigimos

nuestros pensamientos por derroteros diferentes y no consideramos las mismas

cosas

2. Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios, como de las mayores

virtudes; y los que andan muy despacio pueden llegar mucho más lejos, si van

siempre por el camino recto, que los que corren, pero se apartan de él.

3. Pensamiento tan rápido, o la imaginación tan clara y distinta, o la memoria tan

amplia y presente como algunos otros y no sé de otras cualidades sino ésas, que

contribuyan a la perfección del ingenio

4. La razón la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales

5. Los filósofos, que dicen que el más o el menos es sólo de los accidentes, mas no de

las formas o naturalezas de los individuos de una misma especie.

6. el juicio que sobre mí mismo hago, procuro siempre inclinarme del lado de la

desconfianza mejor que del de la presunción

7. Acaso lo que me parece oro puro y diamante fino, no sea sino un poco de cobre y de

vidrio sé cuán expuestos estamos a equivocar nos, cuando de nosotros mismos se


trata, y cuán sospechosos deben sernos también los juicios de los amigos, que se

pronuncian en nuestro favor

8. Mi propósito , no es enseñar el método si no sólo exponer el modo como yo he

procurado conducir la mía

9. Desde la niñez, fui criado en el estudio de las letras, adquirir un conocimiento claro

y seguro de todo cuanto es útil para la vida, sentía yo un vivísimo deseo de

aprenderlas.

10. Me embargaban tantas dudas y errores, que me parecía que, procurando instruirme,

no había conseguido más provecho que el de descubrir cada vez mejor mi

ignorancia.

11. Estaba en las escuelas más famosas de Europa allí había aprendido todo lo que los

demás aprendían; y no contento aún con las ciencias que nos enseñaban, recorrí

cuantos libros pudieron caer en mis manos, referentes a las ciencias que se

consideran como las más curiosas y raras

12. Nuestro siglo tan floreciente y fértil en buenos ingenios, como haya sido cualquiera

dé los precedentes por todo lo cual, me tomaba la libertad de juzgar a los demás por

mí mismo y de pensar que no había en el mundo doctrina alguna como la que se me

había prometido anteriormente.

13. Sabía que las lenguas que en ellas se aprenden son necesarias para la inteligencia de

los libros antiguos; que la gentileza de las fábulas despierta el ingenio; que las

acciones memorables, que cuentan las historias, lo elevan y que, leídas con

discreción, ayudan a formar el juicio; que la lectura de todos los buenos libros es
como una conversación con los mejores ingenios de los pasados siglos, que los han

compuesto

14. La elocuencia posee fuerzas y bellezas incomparables; que la poesía tiene

delicadezas y suavidades que arrebatan; que en las matemáticas hay sutilísimas

invenciones que pueden ser de mucho servicio, tanto para satisfacer a los curiosos,

como para facilitar las artes todas y disminuir el trabajo de los hombres; que los

escritos, que tratan de las costumbres, encierran varias enseñanzas y exhortaciones a

la virtud, todas muy útiles; que la teología enseña a ganar el cielo; que la filosofía

proporciona medios para hablar con verosimilitud de todas las cosas

15. La jurisprudencia, la medicina y demás ciencias honran y enriquecen a quienes las

cultivan; y, por último, que es bien haberlas recorrido todas, aun las más

supersticiosas y las más falsas, para conocer su justo valor y no dejarse engañar por

ellas.

16. No creer que todo lo que sea contrario a nuestras modas es ridículo y opuesto a la

razón, como suelen hacer los que no han visto nada pero el que emplea demasiado

tiempo en viajar, acaba por tornarse extranjero en su propio país; y al que estudia

con demasiada curiosidad lo que se hacía en los siglos pretéritos, ocúrrele de

ordinario que permanece ignorante de lo que se practica en el presente

17. Estimaba en mucho la elocuencia y era un enamorado de la poesía; pero pensaba

que una y otra son dotes del ingenio más que frutos del estudio.

18. Los que tienen más robusto razonar y digieren mejor sus pensamientos, para

hacerlos claros e inteligibles, son los más capaces de llevar a los ánimos la
persuasión, sobre lo que proponen, aunque hablen una pésima lengua y no hayan

aprendido nunca retórica

19. Los que imaginan las más agradables invenciones serán los mejores poetas, aun

cuando desconozcan el arte de la poesía

20. Gustaba sobre todo de las matemáticas, por la certeza y evidencia que poseen sus

razones; pero aun no advertía cuál era su verdadero uso y, pensando que sólo para

las artes mecánicas servían,

21. Los escritos de los antiguos paganos levantan muy en alto las virtudes y las

presentan como las cosas más estimables que hay en el mundo; pero no nos enseñan

bastante a conocerlas y, muchas veces, dan ese hermoso nombre a lo que no es sino

insensibilidad, orgullo, desesperación o parricidio .

22. Las verdades reveladas, que allá conducen, están muy por encima de nuestra

inteligencia, nunca me hubiera atrevido a someterlas a la flaqueza de mis

razonamientos, pensando que, para acometer la empresa de examinarlas y salir con

bien de ella, era preciso alguna extraordinaria ayuda del cielo, y ser, por tanto, algo

más que hombre.

23. En cuanto a las demás ciencias, ya que toman sus principios de la filosofía, pensaba

yo que sobre tan endebles cimientos no podía haberse edificado nada sólido; y ni el

honor ni el provecho, que prometen, eran bastantes para invitarme a aprenderlas

24. Las malas doctrinas, pensaba que ya conocía bastante bien su valor, para no

dejarme burlar ni por las promesas de un alquimista, ni por las predicciones de un

astrólogo, ni por los engaños de un mago, ni por los artificios o la presunción de los

que profesan saber más de lo que saben


25. Empleé el resto de mi juventud en viajar, en ver cortes y ejércitos , en cultivar la

sociedad de gentes de condiciones y humores diversos, en recoger varias

experiencias, en ponerme a mí mismo a prueba en los casos que la fortuna me

deparaba y en hacer siempre tales reflexiones sobre las cosas que se me

presentaban, que pudiera sacar algún provecho de ellas

26. Siempre sentía un deseo extremado de aprender a distinguir lo verdadero de lo

falso, para ver claro en mis actos y andar seguro por esta vida

27. A pesar de parecernos muy extravagantes y ridículas, no dejan de ser admitidas

comúnmente y aprobadas por otros grandes pueblos, aprendía a no creer con

demasiada firmeza en lo que sólo el ejemplo y la costumbre me habían persuadido;

y así me libraba poco a poco de muchos errores, que pueden oscurecer nuestra luz

natural y tornarnos menos aptos para escuchar la voz de la razón.

28. Alemania, adonde me llamara la ocasión de unas guerras que aún no han

terminado; y volviendo de la coronación del Emperador hacia el ejército, cogióme

el comienzo del invierno en un lugar en donde, no encontrando conversación alguna

que me divirtiera

29. Permanecía el día entero solo y encerrado, junto a una estufa, con toda la

tranquilidad necesaria para entregarme a mis pensamientos , entre los cuales, fue

uno de los primeros el ocurrírseme considerar que muchas veces sucede que no hay

tanta perfección en las obras compuestas de varios trozos y hechas por las manos de

muchos maestros, como en aquellas en que uno solo ha trabajado


30. Viendo cómo están arreglados, aquí uno grande, allá otro pequeño, y cómo hacen

las calles curvas y desiguales, diríase que más bien es la fortuna que la voluntad de

unos hombres provistos de razón, la que los ha dispuesto de esa suerte

31. La verdadera religión, cuyas ordenanzas Dios solo ha instituido, debe estar

incomparablemente mejor arreglado que todos los demás.

32. También pensaba yo que, como hemos sido todos nosotros niños antes de ser

hombres y hemos tenido que dejarnos regir durante mucho tiempo por nuestros

apetitos y nuestros preceptores, que muchas veces eran contrarios unos a otros, y ni

unos ni otros nos

33. No sería en verdad sensato que un particular se propusiera reformar un Estado

cambiándolo todo, desde los cimientos, y derribándolo para enderezarlo; ni aun

siquiera reformar el cuerpo de las ciencias o el orden establecido en las escuelas

para su enseñanza

34. Estos grandes cuerpos políticos, es muy difícil levantarlos, una vez que han sido

derribados, o aun sostenerlos en pie cuando se tambalean, y sus caídas son

necesariamente muy duras

35. No puedo en modo alguno aplaudir a esos hombres de carácter inquieto y

atropellado que, sin ser llamados ni por su alcurnia ni por su fortuna al manejo de

los negocios públicos, no dejan de hacer siempre, en idea, alguna reforma nueva; y

si creyera que hay en este escrito la menor cosa que pudiera hacerme sospechoso de

semejante insensatez, no hubiera consentido en su publicación

36. Y el mundo se compone casi sólo de dos especies de ingenios, a quienes este

ejemplo no conviene, en modo alguno, y son, a saber: de los que, creyéndose más
hábiles de lo que son, no pueden contener la precipitación de sus juicios ni

conservar la bastante paciencia para conducir ordenadamente todos sus

pensamientos

37. Había estudiado un poco, cuando era más joven, de las partes de la filosofía, la

lógica, y de las matemáticas, el análisis de los geómetras y el álgebra, tres artes o

ciencias que debían, al parecer, contribuir algo a mi propósito. Pero cuando las

examiné, hube de notar que, en lo tocante a la lógica, sus silogismos y la mayor

parte de las demás instrucciones que da, más sirven para explicar a otros las cosas

ya sabidas

38. Análisis de los antiguos y al álgebra de los modernos, aparte de que no se refieren

sino a muy abstractas materias, que no parecen ser de ningún uso, el primero está

siempre tan constreñido a considerar las figuras, que no puede ejercitar el

entendimiento sin cansar grandemente la imaginación; y en la segunda, tanto se han

sujetado sus cultivadores a ciertas reglas y a ciertas cifras, que han hecho de ella un

arte confuso y oscuro, bueno para enredar el ingenio

39. Las tres o cuatro máximas, la primera fue seguir las leyes y las costumbres de mi

país, conservando constantemente la religión en que la gracia de Dios hizo que me

instruyeran desde niño, rigiéndome en todo lo demás por las opiniones más

moderadas y más apartadas de todo exceso, que fuesen comúnmente admitidas en la

práctica por los más sensatos de aquellos con quienes tendría que vivir.

40. Mi segunda máxima fue la de ser en mis acciones lo más firme y resuelto que

pudiera y seguir tan constante en las más dudosas opiniones, una vez determinado a

ellas, como si fuesen segurísimas, imitando en esto a los caminantes que,


extraviados por algún bosque, no deben andar errantes dando vueltas por una y otra

parte, ni menos detenerse en un lugar, sino caminar siempre lo más derecho que

puedan hacia un sitio fijo, sin cambiar de dirección por leves razones, aun cuando

en un principio haya sido sólo el azar el que les haya determinado a elegir ese

rumbo

41. Mi tercera máxima fue procurar siempre vencerme a mí mismo antes que a la

fortuna, y alterar mis deseos antes que el orden del mundo, y generalmente

acostumbrarme a creer que nada hay que esté enteramente en nuestro poder sino

nuestros propios pensamientos

42. las tres máximas anteriores fundan base de sólo en el propósito, que yo abrigaba,

de continuar instruyéndome; pues habiendo dado Dios a cada hombre alguna luz

con que discernir lo verdadero de lo falso, no hubiera yo creído un solo momento

que debía contentarme con las opiniones ajenas, de no haberme propuesto usar de

mi propio juicio para examinarlas cuando fuera tiempo; y no hubiera podido

librarme de escrúpulos

43. Habiéndome, pues, afirmado en estas máximas, las cuales puse aparte juntamente

con las verdades de la fe, que siempre han sido las primeras en mi creencia, pensé

que de todas mis otras opiniones podía libremente empezar a deshacerme

44. Y en los nueve años siguientes, no hice otra cosa sino andar de acá para allá, por el

mundo, procurando ser más bien espectador que actor en las comedias que en él se

representan, e instituyendo particulares reflexiones en toda materia sobre aquello

que pudiera hacerla sospechosa y dar ocasión a equivocarnos, llegué a arrancar de

mi espíritu, en todo ese tiempo, cuantos errores pudieron deslizarse anteriormente


45. Tratando de descubrir la falsedad o la incertidumbre de las proposiciones que

examinaba, no mediante endebles conjeturas, sino por razonamientos claros y

seguros, no encontraba ninguna tan dudosa, que no pudiera sacar de ella alguna

conclusión bastante cierta, aunque sólo fuese la de que no contenía nada cierto

46. Pero como tengo el corazón bastante bien puesto para no querer que me tomen por

otro distinto del que soy, pensé que era preciso procurar por todos los medios

hacerme digno de la reputación que me daban; y hace ocho años precisamente, ese

deseo me decidió a alejarme de todos los lugares en donde podía tener algunos

conocimientos y retirarme aquí

47. Puesto que los sentidos nos engañan, a las veces, quise suponer que no hay cosa

alguna que sea tal y como ellos nos la presentan en la imaginación; y puesto que

hay hombres que yerran al razonar

48. Rechacé como falsas todas las razones que anteriormente había tenido por

demostrativas; y, en fin, considerando que todos los pensamientos que nos vienen

estando despiertos pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que ninguno

entonces sea verdadero, resolví fingir que todas las cosas, que hasta entonces habían

entrado en mi espíritu, no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños

49. «Yo pienso, luego soy», no hay nada que me asegure que digo verdad, sino que veo

muy claramente que para pensar es preciso ser, juzgué que podía admitir esta regla

general: que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas

verdaderas; pero que sólo hay alguna dificultad en notar cuáles son las que

concebimos distintamente.
50. Más perfección en conocer que en dudar; y se me ocurrió entonces indagar por

dónde había yo aprendido a pensar en algo más perfecto que yo; y conocí

evidentemente que debía de ser por alguna naturaleza que fuese efectivamente más

perfecta

51. Cielo, la tierra, la luz, el calor y otros muchos, no me preocupaba mucho el saber de

dónde procedían, porque, no viendo en esas cosas nada que me pareciese hacerlas

superiores a mí, podía creer que, si eran verdaderas, eran unas dependencias de mi

naturaleza, en cuanto que ésta posee alguna perfección, y si no lo eran, procedían de

la nada, es decir, estaban en mí, porque hay en mí algún defecto

52. Inconstancia, la tristeza y otras cosas semejantes no pueden estar en Dios, puesto

que mucho me holgara yo de verme libre de ellas. Además, tenía yo ideas de varias

cosas sensibles y corporales; pues aun suponiendo que soñaba y que todo cuanto

veía e imaginaba era falso, no podía negar, sin embargo, que esas ideas estuvieran

verdaderamente en mi pensamiento

53. Si en el mundo había cuerpos, o bien algunas inteligencias u otras naturalezas que

no fuesen del todo perfectas, su ser debía depender del poder divino, hasta el punto

de no poder subsistir sin él un solo instante.

54. volvía a examinar la idea que yo tenía de un ser perfecto, encontraba que la

existencia está comprendida en ella del mismo modo que en la idea de un triángulo

está comprendido el que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos o, en la de una

esfera, el que todas sus partes sean igualmente distantes del centro, y hasta con más

evidencia aún
55. Pero si hay algunos que están persuadidos de que es difícil conocer lo que sea Dios,

y aun lo que sea el alma, es porque no levantan nunca su espíritu por encima de las

cosas sensibles y están tan acostumbrados a considerarlo todo con la imaginación

-que es un modo de pensar particular para las cosas materiales-, que lo que no es

imaginable les parece ininteligible

56. Me parece que los que quieren hacer uso de su imaginación para comprender esas

ideas, son como los que para oír los sonidos u oler los olores quisieran emplear los

ojos; y aun hay esta diferencia entre aquéllos y éstos: que el sentido de la vista no

nos asegura menos de la verdad de sus objetos que el olfato y el oído de los suyos,

mientras que ni la imaginación ni los sentidos pueden asegurarnos nunca cosa

alguna, como no intervenga el entendimiento.

57. No presupongan la existencia de Dios. Pues, en primer lugar, esa misma regla que

antes he tomado, a saber: que las cosas que concebimos muy clara y distintamente

son todas verdaderas; esa misma regla recibe su certeza sólo de que Dios es o

existe, y de que es un ser perfecto, y de que todo lo que está en nosotros proviene de

él; de donde se sigue que, siendo nuestras ideas o nociones, cuando son claras y

distintas, cosas reales y procedentes de Dios

58. Los ensueños, que imaginamos dormidos, no deben, en manera alguna, hacernos

dudar de la verdad de los pensamientos que tenemos despiertos

59. Despiertos o dormidos, no debemos dejarnos persuadir nunca sino por la evidencia

de la razón

60. La razón no nos dice que lo que así vemos o imaginamos sea verdadero; pero nos

dice que todas nuestras ideas o nociones deben tener algún fundamento de verdad;
pues no fuera posible que Dios, que es todo perfecto y verdadero, las pusiera sin eso

en nosotros

61. Hallarse la verdad más bien en los que pensemos estando despiertos, que en los que

tengamos estando dormidos.

62. Poder poner en mi discurso todo lo que había en mi pensamiento, hube de limitarme

a explicar muy ampliamente mi concepción de la luz; luego, con esta ocasión, añadí

algo acerca del sol y de las estrellas fijas, porque casi toda la luz viene de esos

cuerpos; de los cielos, que la transmiten; de los planetas, de los cometas y de la

tierra, que la reflejan; y en particular, de todos los cuerpos que hay sobre la tierra,

que son o coloreados, o transparentes o luminosos; y, por último, del hombre, que

es el espectador

63. Primeramente describí esa materia y traté de representarla, de tal suerte que no hay,

a mi parecer, nada más claro e inteligible , excepto lo que antes hemos dicho de

Dios y del alma; pues hasta supuse expresamente que no hay en ella ninguna de

esas formas o cualidades de que disputan las escuelas , ni en general ninguna otra

cosa cuyo conocimiento no sea tan natural a nuestras almas, que no se pueda ni

siquiera fingir que se ignora.

64. De ahí pasé a hablar particularmente de la tierra; expliqué cómo, aun habiendo

supuesto expresamente que el Creador no dio ningún peso a la materia, de que está

compuesta, no por eso dejaban todas sus partes de dirigirse exactamente hacia su

centro; cómo, habiendo agua y aire en su superficie, la disposición de los cielos y de

los astros, principalmente de la luna, debía causar un flujo y reflujo semejante en

todas sus circunstancias


65. De la descripción de los cuerpos inanimados y de las plantas, pasé a la de los

animales y particularmente a la de los hombres. Mas no teniendo aún bastante

conocimiento para hablar de ellos con el mismo estilo que de los demás seres, es

decir, demostrando los efectos por las causas y haciendo ver de qué semillas y en

qué manera debe producirlos la naturaleza, me limité a suponer que Dios formó el

cuerpo de un hombre enteramente igual a uno de los nuestros

66. Dios creó un alma razonable y la añadió al cuerpo, de cierta manera que yo

describía.

67. Orejas del corazón, compuestas de una carne semejante a la de éste; y que siempre

hay más calor en el corazón que en ningún otro sitio del cuerpo; y, por último, que

este calor es capaz de hacer que si entran algunas gotas de sangre en sus

concavidades, se inflen muy luego y se dilaten

68. La sangre, antes de entrar en el corazón, pasa por esas dos bolsas, llamadas orejas,

de ahí viene que el movimiento de éstas sea contrario al de aquél, y que éstas se

desinflen cuando aquél se infla.

69. Pero si se pregunta cómo la sangre de las venas no se acaba, al entrar así

continuamente en el corazón, y cómo las arterias no se llenan demasiadamente,

puesto que toda la que pasa por el corazón viene a ellas

70. La experiencia demuestra que toda la sangre que hay en el cuerpo puede salir en

poco tiempo por una sola arteria que se haya cortado, aun cuando, habiéndose atado

la arteria muy cerca del corazón, se haya hecho el corte entre éste y la atadura

71. Conseguir que los espíritus animales, estando dentro, tengan fuerza bastante a

mover los miembros, como vemos que las cabezas, poco después de cortadas, aun
se mueven y muerden la tierra, sin embargo de que ya no están animadas; cuáles

cambios deben verificarse en el cerebro para causar la vigilia, el sueño y los

ensueños; cómo la luz, los sonidos, los olores, los sabores, el calor y demás

cualidades de los objetos exteriores pueden imprimir en el cerebro varias ideas, por

medio de los sentidos; cómo también pueden enviar allí las suyas el hambre, la sed

y otras pasiones interiores

72. Existen dos medios para reconocer que un hombre no es verdadero , el primero, que

nunca podrían hacer uso de palabras ni otros signos, componiéndolos, como

hacemos nosotros, para declarar nuestros pensamientos a los demás, pues si bien se

puede concebir que una máquina esté de tal modo hecha, que profiera palabras

73. El segundo que, aun cuando hicieran varias cosas tan bien y acaso mejor que

ninguno de nosotros, no dejarían de fallar en otras, por donde se descubriría que no

obran por conocimiento, sino sólo por la disposición de sus órganos, pues mientras

que la razón es un instrumento universal, que puede servir en todas las coyunturas

74. La diferencia que hay entre los hombres y los brutos, pues es cosa muy de notar que

no hay hombre, por estúpido y embobado que esté, sin exceptuar los locos, que no

sea capaz de arreglar un conjunto de varias palabras y componer un discurso que dé

a entender sus pensamientos; y, por el contrario, no hay animal, por perfecto y

felizmente dotado que sea, que pueda hacer otro tanto

75. No deben confundirse las palabras con los movimientos naturales que delatan las

pasiones, los cuales pueden ser imitados por las máquinas tan bien como por los

animales, ni debe pensarse, como pensaron algunos antiguos, que las bestias hablan,

aunque nosotros no comprendemos su lengua; pues si eso fuera verdad, puesto que
poseen varios órganos parecidos a los nuestros, podrían darse a entender de

nosotros como de sus semejantes.

76. Entenderemos mucho mejor las razones que prueban que nuestra alma es de

naturaleza enteramente independiente del cuerpo, y, por consiguiente, que no está

atenida a morir con él; y puesto que no vemos otras causas que la destruyan, nos

inclinaremos naturalmente a juzgar que es inmortal

77. tan pronto como hube adquirido algunas nociones generales de la física y

comenzado a ponerlas a prueba en varias dificultades particulares, notando entonces

cuán lejos pueden llevarnos y cuán diferentes son de los principios que se han usado

hasta ahora, creí que conservarlas ocultas era grandísimo pecado, que infringía la

ley que nos obliga a procurar el bien general de todos los hombres, en cuanto ello

esté en nuestro poder

78. Pues esas nociones me han enseñado que es posible llegar a conocimientos muy

útiles para la vida

79. Es posible encontrar una práctica, por medio de la cual, conociendo la fuerza y las

acciones del fuego, del agua, del aire, de los astros, de los cielos y de todos los

demás cuerpos, que nos rodean

80. El espíritu mismo depende tanto del temperamento y de la disposición de los

órganos del cuerpo, que, si es posible encontrar algún medio para hacer que los

hombres sean comúnmente más sabios y más hábiles que han sido hasta aquí, creo

que es en la medicina en donde hay que buscarlo

81. El conocimiento de la naturaleza; todo lo cual pensaba dar a conocer, en el tratado

que había escrito, mostrando tan claramente la utilidad que el público puede
obtener, que obligase a cuantos desean en general el bien de los hombres, es decir, a

cuantos son virtuosos efectivamente y no por apariencia falsa y mera opinión, a

comunicarme las experiencias que ellos hubieran hecho y a ayudarme en la

investigación de las que aun me quedan por hacer.

82. Todo hombre está obligado a procurar el bien de los demás, en cuanto puede, y que

propiamente no vale nada quien a nadie sirve, sin embargo, también es cierto que

nuestros cuidados han de sobrepasar el tiempo presente y que es bueno prescindir

de ciertas cosas, que quizá fueran de algún provecho para los que ahora viven,

cuando es para hacer otras que han de ser más útiles aun a nuestros nietos

83. Si he logrado hallar algunas verdades en las ciencias (y confío que lo que va en este

volumen demostrará que algunas he encontrado), puedo decir que no son sino

consecuencias y dependencias de cinco o seis principales dificultades que he

resuelto y que considero como otras tantas batallas, en donde he tenido la fortuna de

mi lado

84. Diciendo que esas oposiciones serían útiles, no sólo porque me darían a conocer

mis propias faltas, sino también porque, de haber en mí algo bueno, los demás

hombres adquirirían por ese medio una mejor inteligencia de mis opiniones; y como

muchos ven más que uno solo, si comenzaren desde luego a hacer uso de mis

principios

85. La utilidad que sacaran los demás de la comunicación de mis pensamientos,

tampoco podría ser muy grande, ya que aún no los he desenvuelto hasta tal punto,

que no sea preciso añadirles mucho, antes de ponerlos en práctica


TESIS DEL LEVIATHAN

1 La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en cuanto a el cuerpo y al

espíritu y a veces se evidencie aquel que es más fuerte en cuerpo y otro que es

más sagaz en entendeminiento , por lo que respecta a la fuerza corporal , el as

débil tiene bastante fuerza para matar al más fuerte ya sea mediante secretas

maquinaciones con otro para que se halla en el mismo peligro que el se

encuentra , pues en aquel peligro existe la prudencia que es una experiencia

que todos los hombres alcanzan por igual , en tiempo iguales , y en aquellas

cosas las cuales se consagran por igual

2 La igualdad procede de la desconfianza , pue sesta desigualdad en cuanto a

capacidad se puede derivar la igualdad esperanza , es decir que si dos hombres

disfrutan de la misma cosa a lo largo del tiempo pueden convertirse en

enemigos tratándose de aniquilarse , pues la conservación del hombre es

aumentando su dominio sobre sus semejantes , la naturaleza de un hombre tiene

3 principales causas de discordia , competencia , desconfianza y la gloria ,

donde la primera puede tomar a la violencia para tener un dominio sobre las

personas , la segunda para defenderlos y la tercera recurre a motivos

insignificantes , como una sonrisa o una opinión , la guerra no solo consiste en

batallar , es el acto de luchar , si no que en este lapso de tiempo aquella voluntad

se muestre de modo suficiente

3 La naturaleza de la guerra consiste no ya en la lucha actual si no en la

disposición a ella durante el tiempo donde no existe la seguridad , donde se va a


ver que ya no habrán oportunidades para las industrias , ya que su fruto es muy

incierto , la naturaleza está hecha para que los hombres estén apto para invadir y

para destruirse mutuamente sabiendo así que en la naturaleza de ellos existen

deseos y otras pasiones donde no son pecados y tampoco los actos pero se va a

crear una ley donde va a prohibir que los hombres no puedan conocer las leyes

antes de que estén hechas , ni se puede hacer una ley si los hombres no estén de

acuerdo en su totalidad , en aquella guerra de todos contra todos , solo hay una

consecuencia donde nadad puede ser injusto , por que donde no hay ley , la

justicia desaparece

4 La ley de la naturaleza esta establecida gracias a la razón , que en virtud prohíbe

a un hombre de hacer lo que puede destruir su vida o la de los demás , pues se

establece un derecho en el que consiste en la libertad de hacer pero también nos

presentan la ley que determina y obliga hacer una de esas cosas , cada hombre

tiene su derecho hacer cualquier cosa incluye en su cuerpo y en el de los demás

mientras persista el derecho natural de cada uno aun sabiendo que no va existir

la seguridad para todos por sabio o fuerte que sea el hombre de aquí nace la

regla general de la razón donde su primera fase contiene la primera ley

fundamental de naturaleza al buscar la paz y seguirla , su otra fase nos relata la

suma del derecho natural es decir defendernos a nosotros mismos , por todos los

medios posibles

5 Acceder si los demás consienten también mientras que se considere necesario la

paz y defensa de si mismo es decir la segunda ley de la naturaleza donde se

renuncia al derecho anterior y a satisfacer con la misma libertad frente a los


demás hombres , mientras uno mantenga su derecho de hacer cuanto le agrade ,

los hombres van a permanecer en guerra asi como la ley del evangelio que lo

que pretendáis lo que los demás os hagan a vosotros , hacedlo vosotros a ellos .

Pues nos lleva a la parte de renunciar a un derecho y su efecto causado a otro

hombre por la renuncia de alguien a su derecho hace una disminución de los

impedimentos para el uso de su propio derecho originario

6 Existe un estado civil donde existe un poder apto para constreñir a quienes de

otro modo violaron la palabra donde dicho temor ya no es razonable pues al

causa del temor que invalida al semejante debe siempre algo que emana el pacto

establecido como algún hecho nuevo u otro signo de voluntad de no cumplir

pues en ningún otro caso puede hacerse la anulación del pacto , pero también

existe la posibilidad de transferir un derecho de medios que el disfruta mientras

este bajo su dominio , pues lo vemos en el estado , quienes trasfieren a un

hombre el derecho de gobernar , se le comprende como el derecho de recaudar

impuestos para mantener un ejército y de pagar sus magistrados .Es imposible

hacer pactos con las bestias porque nunca van a comprender nuestro lenguaje

donde no aceptan ni transfieren un derecho por ello no hay pacto

7 Existe un poder de los espíritus invisibles y otro el poder de los hombres

quienes con ellos se perjudican , el temor principal de cada ser humano es su

propia religión implantada por la misma naturaleza de los hombres , y se forman

juramentos donde no los hay sino por Dios ya quien jura en vano no era jurando

, el hombre no puede jurar por cosa alguna si cuando jura no piensa en Dios ,

pero jurar por Dios es profanar su nombre pero los hombres piensan que están
jurado pero lo único que hacen es que están practicando una impía costumbre

formado por excesos de conversaciones pues viene la justicia donde los

hombres deben cumplir sus pactos que han celebrado no se puede romper un

pacto pues este sería un hecho injusto , el origen de la justicia es la estipulación

de los pactos pero no puede haber justicia hasta que se elimine la causa total del

temor , cosa que o se puede hacer mientras los hombres estén en la guerra , la

justicia no es contraria a la razón , pero aquellos necios tiene la convicción de

que no existe la justicia pero lo que no saben es qué no puede existir la razón

cuando el hombre imagina que aquello es su fin . Las leyes de la naturaleza se

hacen con el fin que mientras que todos tengamos los mismo derechos va a

existir un estado de guerra donde aquellas leyes no dan los instructivos para

poder sobrevivir durante esta lucha

TESIS EL DISCURSO DEL METODO

1. Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios , como de las mayores

virtudes pero los que andan muy despacio pueden llegar muy lejos , si van siempre

por el camino recto , hay pensamientos tan rápidos o la imaginación tan clara o la

memoria tan amplia y está presente en algunos como en otros , la razón es la única

cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales , algunos filósofos dicen

maso menos el solo de los accidentes mas no de las formas o naturalezas de los

individuos de una misma especie , Hay un juicio que él se hace así mismo y procura

siempre inclinarse del lado de la desconfianza mejor que la persuasión , lo que

parece oro puro y fino no es más si no un poco de cobre y vidrio , es decir ,


estamos expuestos a equivocarnos cuando de nosotros mismo se trata y cuan

sospechosos debemos ser a juicios de nuestros amigos que se pronuncian en nuestro

favor

2. Todo lo que sea en contra a nuestra moda nos parece ridículo y opuesto a la razón

como suelen hacer los que no han visto nada , las verdades reveladas están muy

encima de nuestra inteligencia , nunca había me había atrevido a someterlas a la

flaqueza de mis pensamientos , la filosofía ha sido cultivada por los excelentes

ingenios que han vivido desde hace siglos y sin embargo no se halla una disputa en

ellas pero las malas doctrinas solo ofrecían más ignorancia dejando burlas , he

gastado mi tiempo cultivando una sociedad de gentes de condiciones y humores

diversos , en recoger diversos experiencias . En Alemania permanecía el día entero

solo y encerrado , junto a una estufa y con toda tranquilidad necesaria para entregar

mis pensamientos , la verdadera religión cuyas ordenanzas Dios a instruido debe

estar incomparablemente mejor arreglado que todos lo demás , también pensaba que

como todos nosotros hemos sido niños antes de ser hombres y hemos tenido que

dejarnos regir durante mucho tiempo por nuestros apetitos y nuestros preceptores

que muchas veces eran contrarios unos a otros

3. Los grandes cuerpos políticos son muy difíciles de levantarlos , una vez que han

sido derribados sus caídas son necesariamente muy duras , en lo tocante a sus

imperfecciones solo la diversidad que existe entre ellos basta para asegurar que varios

la tienen , no hay un modo para aplaudir a aquellos hombres de carácter inquieto y

atropellado que sin ser llamados por su alcurnia ni por su forma de manejar la forma

de sus negocios no dejan de ser siempre una reforma nueva . el mundo se está
componiendo casi de dos especies de ingenios , a quienes en algún modo se creen

hábiles de lo que son pero no de lo que pueden contener las precipitaciones de sus

juicios sin conservar la paciencia

4. No admitir como verdadera cosa alguna , como no supiese que evidencia que lo es ; es

decir , evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no comprender en mis juicios

más que me lo presentase tan clara y distintamente a mi espíritu , dividir cada una de las

dificultades, que examinare, en cuantas partes fuere posible y en cuantas requiriese su mejor

solución El tercero, conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más

simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el

conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se

preceden naturalmente. Y el último, hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones

tan generales, que llegase a estar seguro de no omitir nada , el hombre puede adquirir

conocimiento, se siguen unas a otras en igual manera, y que, con sólo abstenerse de admitir

como verdadera una que no lo sea y guardar siempre el orden necesario para deducirlas unas de

otras, no puede haber ninguna, por lejos que se halle situada o por oculta que esté, que no se

llegue a alcanzar y descubrir acostumbrar mi espíritu a saciarse de verdades y a no contentarse

con falsas razones

5. La primera fue seguir las leyes y las costumbres de mi país, conservando

constantemente la religión en que la gracia de Dios hizo que me instruyeran desde

niño, rigiéndome en todo lo demás por las opiniones más moderadas y más

apartadas de todo exceso, que fuesen comúnmente admitidas en la práctica por los

más sensatos de aquellos con quienes tendría que vivir , saber cuáles eran sus

verdaderas opiniones, debía fijarme más bien en lo que hacían que en lo que decían,
no sólo porque, dada la corrupción de nuestras costumbres, hay pocas personas que

consientan en decir lo que creen, sino también porque muchas lo ignoran, pues el

acto del pensamiento, por el cual uno cree una cosa, es diferente de aquel otro por el

cual uno conoce que la cree, y por lo tanto muchas veces se encuentra aquél sin éste

, hacer votos o contratos obligándose a perseverancia; pero como no veía en el

mundo cosa alguna que permaneciera siempre en idéntico estado y como, en lo que

a mí mismo se refiere, esperaba perfeccionar más y más mis juicios, no

empeorarlos, hubiera yo creído cometer una grave falta contra el buen sentido

6. Mi segunda máxima fue la de ser en mis acciones lo más firme y resuelto que

pudiera y seguir tan constante en las más dudosas opiniones, una vez determinado a

ellas, como si fuesen segurísimas, imitando en esto a los caminantes que,

extraviados por algún bosque, no deben andar errantes dando vueltas por una y otra

parte, ni menos detenerse en un lugar, sino caminar siempre lo más derecho que

puedan hacia un sitio fijo, sin cambiar de dirección por leves razones, aun cuando

en un principio haya sido sólo el azar el que les haya determinado a elegir ese

rumbo , Y así, puesto que muchas veces las acciones de la vida no admiten demora,

es verdad muy cierta que si no está en nuestro poder el discernir las mejores

opiniones, debemos seguir las más probables; y aunque no encontremos más

probabilidad en unas que en otras, debemos, no obstante, decidirnos por algunas y

considerarlas después, no ya como dudosas, en cuanto que se refieren a la práctica,

sino como muy verdaderas y muy ciertas, porque la razón que nos ha determinado

lo es. Y esto fue bastante para librarme desde entonces de todos los

arrepentimientos y remordimientos que suelen agitar las consciencias de esos


espíritus endebles y vacilantes , Mi tercera máxima fue procurar siempre vencerme

a mí mismo antes que a la fortuna, y alterar mis deseos antes que el orden del

mundo, y generalmente acostumbrarme a creer que nada hay que esté enteramente

en nuestro poder sino nuestros propios pensamientos

7. Así, puesto que los sentidos nos engañan, a las veces, quise suponer que no hay

cosa alguna que sea tal y como ellos nos la presentan en la imaginación; y puesto

que hay hombres que yerran al razonar , rechacé como falsas todas las razones que

anteriormente había tenido por demostrativas; y, en fin, considerando que todos los

pensamientos que nos vienen estando despiertos pueden también ocurrírsenos

durante el sueño, sin que ninguno entonces sea verdadero, resolví fingir que todas

las cosas, que hasta entonces habían entrado en mi espíritu, no eran más verdaderas

que las ilusiones de mis sueños era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna

cosa; y observando que esta verdad: «yo pienso, luego soy», era tan firme y segura

que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de

conmoverla, juzgué que podía recibirla sin escrúpulo, como el primer principio de

la filosofía que andaba buscando. También encontré el no presupongan la

existencia de Dios. Pues, en primer lugar, esa misma regla que antes he tomado, a

saber: que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas

verdaderas; esa misma regla recibe su certeza sólo de que Dios es o existe, y de que

es un ser perfecto, y de que todo lo que está en nosotros proviene de él; de donde se

sigue que, siendo nuestras ideas o nociones, cuando son claras y distintas, cosas

reales y procedentes de Dios

CONCEPTOS CLAVES EL LEVIATHAN


1 Ciencia la destreza en actuar según reglas generales e infalibles

2 Competencia impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio

3 Seguridad Defensa

4 Gloria Ganar reputación

5 Derecho de naturaleza es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder

como quiera, para la conservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia vida

6 Libertad la ausencia de impedimentos externos, impedimentos que con frecuencia

reducen parte del poder que un hombre tiene de hacer lo que quiere; pero no pueden

impedirle que use el poder que le resta, de acuerdo con lo que su juicio y razón le

dicten.

7 Derecho consiste en la libertad de hacer o de omitir

8 Ley determina y obliga a una de esas dos cosas.

9 Condición del hombre es una condición de guerra de todos contra todos, en la cual

cada uno está gobernado por su propia razón, no existiendo nada, de lo que pueda

hacer uso, que no le sirva de instrumento para proteger su vida contra sus enemigos

10 Renunciar a un derecho es despojarse a sí mismo de la libertad de impedir a otro el.

beneficio del propio derecho a la cosa en cuestión.

11 Transferencia de derecho cuando desea que el beneficio recaiga en una o varias

personas determinadas. Cuando una persona ha abandonado o transferido su derecho

por cualquiera de estos dos modos, dicese que está obligado a no impedir el beneficio

resultante a aquel a quien se concede o abandona el derecho.

12 Contrato es la mutua transferencia de derechos


13 Liberalidad Cuando la transferencia de derecho no es mutua, sino que una de las

partes transfiere, con la esperanza de ganar con ello la amistad o el servicio de otra, o

de sus amigos ; o con la esperanza de ganar reputación de persona caritativa o

magnánima; o para liberar su ánimo de la pena de la compasión, o con la esperanza de

una recompensa en el cielo, entonces no se trata de un contrato, sino de donación

14 Signos expresos las palabras enunciadas con la inteligencia de lo que significan.

Tales palabras son o bien de tiempo presente o pasado, como yo doy, yo otorgo, yo he

dado, yo he otorgado, yo quiero que esto sea tuyo; o de carácter futuro, como yo daré,

yo otorgaré: estas palabras de carácter futuro entrañan una promesa

15 Signos por inferencia son, a veces, consecuencia de las, palabras, a veces,

consecuencia del silencio, a veces consecuencia de acciones, a veces consecuencia de

abstenerse de una acción

16 Merecimiento lo que ha de recibir en virtud del cumplimiento del contrato por su

partenario, recibiendo ese cumplimiento como algo debido

17 Juramento es una forma de expresión, agregada a una promesa por medio de la cual

quien promete significa que, en el caso de no cumplir, renuncia a la gracia de Dios, y

pide que sobre él recaiga su venganza

18 Justicia es donde no ha existido un pacto, no se ha transferido ningún derecho, y

todos los hombres tienen derecho a todas las cosas: por tanto, ninguna acción puede

ser injusta

19 Injusticia el incumplimiento de un pacto. En consecuencia, lo que no es injusto es

justo
20 Justicia de los Hombres cuando se atribuyen a los hombres implican conformidad o

disconformidad de conducta, con respecto a la razón

21 Injusticia de conductas es la disposición o aptitud para hacer injurias; es injusticia

antes de que se proceda a la acción, y sin esperar a que un individuo cualquiera, sea

injuriado

22 Justicia conmutativa es la igualdad de valor de las cosas contratadas

23 Justicia distributiva es la distribución de iguales beneficios a hombres de igual

mérito , es la justicia de un árbitro, esto es, el acto de definir lo que es justo.

Mereciendo la confianza de quienes lo han erigido en árbitro, si responde a esa

confianza, se dice que distribuye a cada uno lo que le es propio: ésta es, en efecto,

distribución justa

24 Gratitud quien reciba un beneficio de otro por mera gracia, se esfuerce en lograr que

quien lo hizo no tenga motivo razonable para arrepentirse voluntariamente de ello

25 Complaciencia es que cada uno se esfuerzo por acomodarse a los demás

26 Equidad ordena una distribución igual, a cada hombre, de lo que por razón le

pertenece

27 Suerte arbitraria es arbitral lo que se estipula entre los competidores

CONCEPTOS CLAVES EL DISCURSO DEL METODO

1. Razón es distinguir lo verdadero de lo falso

2. Elocuencia posee fuerzas y bellezas incomparables; que la poesía tiene delicadezas

y suavidades que arrebatan , facilita las artes todas y disminuir el trabajo de los

hombres; que los escritos, que tratan de las costumbres, encierran varias enseñanzas
y exhortaciones a la virtud, todas muy útiles; que la teología enseña a ganar el cielo;

que la filosofía proporciona medios para hablar con verosimilitud de todas las cosas

3. Fabula son causa de que imaginemos como posibles acontecimientos que no lo son

4. Dios único ser perfecto que puso la idea de perfección en los hombres

5. Ocupaciones de los hombres dedican su vida, para procurar elegir la mejor; y sin

querer decir nada de las de los demás

6. Dependencia es manifiestamente un defecto

7. Sueños consiste en representarnos varios objetos del mismo modo como nos los

representan los sentidos exteriores

8. Vena cava es el principal receptáculo de la sangre y como el tronco del árbol, cuyas

ramas son las demás venas del cuerpo

9. Vena arteriosa es una arteria que sale del corazón y se divide luego en varias

ramas que van a repartirse por los pulmones en todos los sentidos

10. Generación de los espíritus de los animales son como un sutilísimo viento, o más

bien como una purísima y vivísima llama, la cual asciende de continuo muy

abundante desde el corazón al cerebro y se corre luego por los nervios a los

músculos y pone en movimiento todos los miembros

11. Alma razonable ha de ser expresamente creada; y no basta que esté alojada en el

cuerpo humano, como un piloto en su navío, a no ser acaso para mover sus

miembros, sino que es necesario que esté junta y unida al cuerpo más

estrechamente, para tener sentimientos y apetitos semejantes a los nuestros y

componer así un hombre verdadero


12. Ingenios han de tener ocasión de desear conocerlos, pues si lo que quieren es saber

hablar de todo y cobrar fama de doctos, lo conseguirán más fácilmente

contentándose con lo verosímil, que sin gran trabajo puede hallarse en todos los

asuntos, que buscando la verdad

13. Dioptrica explicación de su invento

14. Matemáticas certeza y evidencia que daban razón al pensamiento

15. Ciencia toman sus principios de la filosofía, pensaba yo que sobre tan endebles

cimientos no podía haberse edificado nada sólido; y ni el honor ni el provecho, que

prometen, eran bastantes para invitarme a aprenderlas

GLOSARIO

1. Confederándose : Agrupar

2. Prescindir : Renunciar a una personas o a una cosa

3. Consecución : Hace referencia a acceder , recibir u obtener aquello que se busca

4. Chubascos: Lluvia impetuosa y repentina acompañada de fuerte viento, que dura poco

tiempo.

5. Propensión: Inclinación o disposición natural hacia una cosa.

6. Consustancial : Es de las misma sustancia o naturaleza

7. Concupiscencia : Deseo de bienes materiales o terrenos, en especial deseo sexual 

8. Cedente : Cede su derecho o bien

9. Escolásticos: Movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón, en particular

la filosofía de Aristóteles, para comprender el contenido sobrenatural de la revelación

cristiana.
10. Alienabilidad : es la característica jurídica o cualidad que tiene un bien, que le permite al

propietario transmitir su derecho sobre él o constituir un derecho real a favor de un tercero

11. Magnánima : Que tiene noble temperamento y grandeza de espíritu y se comporta con

generosidad

12. Cólera: Enfermedad bacteriana, generalmente transmitida por el agua, que provoca

diarrea y deshidratación severas.

13. Poder coercitivo: se sustentan en la imposición de una sanción más que en la utilización

de la propia violencia.

14. Constreñir: La causa de que alguien actúe en contra de su voluntad.

15. Conjetura: Juicio u opinión formada a partir de indicios o datos incompletos o supuestos.

16. Perfidia : Deslealtad

17. Impía : No tiene compasión

18. Paladinamente : Públicamente , claramente

19. Acaecer : Suceder

20. Frívola: Que no concede a las cosas la importancia que merecen, no las hace con la

seriedad, el sentimiento o el interés requerido y solo piensa en el aspecto divertido o

lúdico de la vida.

21. Superfluas : Que no cumple ni desempeña una función

22. Precepto: Orden o mandato impuesto o establecido por una autoridad.

23. Intrepidez : Valiente ante un peligro

24. Dadiva : Dar como un regalo

25. Doctos: Que posee muchos conocimientos adquiridos a fuerza de estudio.


26. Condiscípulos: Persona que estudia o ha estudiado con otra u otras en el mismo centro

docente o que recibe o ha recibido las enseñanzas de un mismo maestro.

27. Verosimilitud : la credibilidad o congruencia de un elemento determinado dentro de una

obra de creación concreta

28. Paladín: Caballero que en la guerra se distinguía por sus hazañas valientes y nobles.

29. Ornato: Adorno o conjunto de adornos que embellecen algo.

30. Parricidio : Delito que consiste en matar a un familiar, en especial al padre, a la madre, a

un hijo o al cónyuge

31. Urbes: Ciudad, especialmente la que tiene un gran número de habitantes.

32. Circunspección: Seriedad y reserva de una persona al hablar o actuar, para comportarse

comedidamente.

33. Minerva : Inteligencia

34. Enajenar : Transmitir

35. Yerran : Errar

36. Ictericia: Seriedad y reserva de una persona al hablar o actuar, para comportarse

comedidamente.

37. Versados: Que es muy instruido en una materia o tiene muchos conocimientos sobre ella.

38. Cribas: Selección que se efectúa entre varias cosas o personas para separar las que se

consideran buenas o apropiadas para algo de las que no lo son.

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