Caminando por las calles de esta ciudad puerto, llamaron mi atención dos monumentos icónicos que hacen referencia a la importancia que tuvo la presencia Británica en esta ciudad durante su Edad de Oro del siglo XIX. Ellos son: el monumento a Lord Thomas Alexander Cochrane, Almirante de la flota chilena en tiempo de la Independencia, el otro es el llamado Arco Británico. En el siglo XIX todas las rutas comerciales convergen en Valparaíso, pero la presencia de los gringos es la más poderosa en sus calles, ya sea en el comercio, la industria, la literatura y el arte, generando un gran cambio en la sociedad chilena y convirtiéndola en lo que es hoy día. En la actualidad Chile es uno de los países en donde más se bebe té en Latinoamérica, costumbre arraigada en Valparaíso desde los primeros años de la republica independiente. Siendo Valparaíso el puerto más importante en el comercio internacional del Imperio Británico, la ciudad estuvo impregnada de esta nación, dándole un toque europeo que aun es visible en plazas y calles. Por ello no puede sorprendernos, que en una misma avenida nos encontremos con estos dos monumentos ya mencionados. Lord Cochrane que ¨…viene a ser el símbolo de la audacia bursátil y marina de este puerto¨, en palabras del periodista porteño (de Valparaíso) Joaquín Edwards Bello. Y el Arco Británico, donado por esa colectividad a la ciudad en 1910 cuando Chile cumplía un siglo de vida independiente. En la actualidad existen, una Iglesia Anglicana en el Cerro Alegre, algunos clubs, una compañía de bomberos y otras instituciones donde se reúnen los descendientes de los británicos llegados a Valparaíso. También existe un cementerio. Texto y fotografías: Oscar Cardona Garro