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INSTITUTO DE EDUCACIÒN SUPERIOR Nº 6.

029 –
TARTAGAL

CARRERA: Profesorado de Educación Primaria con Orientación en


E.I.B.

ESPACIO CURRICULAR: Ciencias Sociales

DOCENTE: Roque Brizuela

TEMA: Comunidades aborígenes en la provincia de Salta

CUROS: 1er Año

ESTUDIANTES:
Arce Yessica Celeste 39.888.910
Castillo Karen Malena 41.811.037
Moreno Tamara Vanesa Janet 35.135.081

CICLO LECTIVO: 2017


LAS COMUNIDADES ABORIGENES
EN SALTA

La población indígena de la provincia de Salta tiene como característica relevante su


composición étnica; en toda la provincia se identifican 9 grupos étnicos pertenecientes a 5
grandes complejos culturales.

TOBAS

La mayoría vive en el monte sin ser propietarios de las tierras que ocupan, salvo por unos
pocos que tienen títulos, pero ya no es el monte rico y sin límites de la antigüedad. Otros
viven en barrios suburbanos de Sáenz Peña, Resistencia y Formosa.
En los últimos años han recuperado, en la provincia del Chaco, unas 29.000 hectáreas de
tierra con títulos de propiedad definitivos o provisorios. En reserva existen
aproximadamente unas 365.000 hectáreas con el reconocimiento por parte de las
autoridades de los derechos indígenas sobre las mismas.
Constituyen comunidades rurales o urbanas con sus líderes tradicionales o comisiones
vecinales, asociaciones comunitarias, cuyos miembros son elegidos por la comunidad.
En la provincia del Chaco participan, junto a los campesinos, en la Unión de Pequeños
Productores Chaqueños, y mediante ésta también se tiene presencia en una organización
a nivel regional.
En tres de las provincias donde habían hay leyes aborígenes sancionadas: Chaco,
Formosa y Salta.
De pobreza y marginación. Cultivan pequeñas parcelas, son peones temporarios en los
algodonales, obrajes, aserraderos, hornos de ladrillos y carbón o empleados municipales
en los pueblos. Ocasionalmente cazan, pescan y recolecta frutos y miel silvestre si las
condiciones lo permiten.
En la década de los años 20, ya en pleno siglo XX, sufrieron
una definitiva derrota militar en Napalpi, Chaco. A partir de este
instante, los tobas viven en dependencia política y económica
de la sociedad dominante. A pesar de su sometimiento militar,
con el tiempo han logrado recobrar el sentido de ser “indio” y
con ello, la fuerza necesaria para luchar por sus derechos.
Hablan su lengua, hacen artesanías de barro, de palo santo,
tejidos de fibras vegetales, conservan algunos bailes y cantos y
suelen acudir a pio’oxonaq para ser curados.
WICHI – CHOROTE - CHULUPI

Wichis:
Viven en Salta, Formosa y Chaco, en Argentina.
También en Bolivia y Paraguay. Es pueblo del monte
aunque ocupan las periferias de los pueblos como
Ingeniero Juárez y Las Lomitas en Formosa, o Los
Blancos y Embarcación, en Salta.
Hoy ocupan tierras marginales, montes deteriorados
debido a la tala indiscriminada de árboles, la
instalación de petroleras que ocasionan la pérdida de
la fauna autóctona. En Formosa, las comunidades del
oeste recuperaron, en gran parte, el reconocimiento
legal de las tierras que ocupan.
Viven en comunidades situadas en las cercanías de poblados blancos, en medio del monte
o sobre la ribera del Pilcomayo y Bermejo, con Lideres tradicionales y elegidos por la
comunidad. Comparten con otras etnias el resurgimiento de la organización de la lucha por
la tierra. Participan con sus representantes en el espacio reconocido por las leyes del
aborigen.
Muchos aún practican la recolección de frutos y miel del monte, cazan y pescan. Otros
trabajan en obrajes madereros, en desmontes o son cosecheros temporarios den campos
ajenos. Tallan la madera del palo santo, tejen con fibras de chaguar y hacen una utilidad
alfarería que venden también. Algunos fueron víctimas del cólera.
Debido a la acción del blanco de sectas religiosas, de la escuela común y de otros, han ido
perdiendo la cultura propia de los pueblos cazadores relectores, aunque la mayoría tiene
arraigadas costumbres de vida con dependencia plena de la naturaleza y aún conservan
elementos de su rica cosmovisión, su lengua y curaciones naturales, entre otras cosas.
Relación con la naturaleza
El hombre está plenamente integrado a la naturaleza; extrae de ella las nociones
fundamentales, religión, lenguaje, explicaciones. La tierra es considerada tierra de todos
por ser interpretada como un espacio libre. Convendría decir que todas las formas de vida
cultural se establecen alrededor de mitos diversos: astrales, cosmogónicos, animalísticos,
vegetales, etc. Cada uno de los elementos que constituyen a diario el hábitat de ese
pueblo, está protegido por Demiurgos que castigan a quienes violan los tabúes impuestos.
Un lugar preponderante en la cosmovisión ocupa el chamán, que al igual que en otras
culturas accede a esa función a través de la transmisión hereditaria, la revelación o el
aprendizaje. El chamán, verdadero puente entre la comunidad y lo sobrenatural es también
el custodio de los mitos que explican el misterio de los hombres y del mundo además de
aplicar esos conocimientos para la curación de enfermedades.
Con la aparición de las misiones la religión anglicana ganó adeptos junto a otras sectas de
orientación evangélica: éstas aplicaron una férrea disciplina para regir la conducta
produciendo una interacción de lo nuevo con lo tradicional, aparece el fatalismo
conviviendo con la conciencia mágica y la creencia de la cura a través del rezo.
La funebria entre estos pueblos nos muestra también el entierro secundario de los huesos.
Al morir un miembro de la comunidad, el cuerpo es depositado en una fosa luego de
haberlo envuelto con mantas tapado con ramas, se cubre la fosa con tierra y después de
un tiempo se juntan los huesos y se los deposita en una tinaja para ser trasladado al
cementerio comunitario; la viuda del difunto viste ropas oscuras, corre y danza por el
monte desgarrando sus vestiduras en señal de luto.

Chorotes:
Esta historia la cuenta Wetin Durand que es chorote. Él vivía del otro lado de la banda, en
el Paraguay. Wetin cuenta que cuando vivía en el Paragua la vida era muy difícil.
“No teníamos nada, ninguna ayuda. Nuestra costumbre era andar mucho, un día en un
lado, otro día nos cambiábamos a otro lugar. Cuando aviamos que había pescado en el río,
entonces íbamos a la costa. Cuando pasaba el tiempo de la pesca regresábamos al monte
y otra vez comíamos animalitos del monte.
Entonces nosotros teníamos paraje seguro. Cuando llegaba la lluvia nosotros
sembrábamos.
Laureano le pregunto a Durand:-¿Qué hacían ustedes cuando vivían en el monte, si
alguien enfermaba y no tenían remedios?
Wetin contesta. No podíamos hacer nada, porque no había médicos. Lo que nosotros
usábamos mucho era los curanderos, solo a ellos recurríamos. Pasado el tiempo nosotros
nos enteramos que la gente de Misión La Paz hacia algo que llamaban religión, por eso
nosotros nos vinimos para este lado. Cuando llegamos aquí y ellos hablaban de Dios, no
entendíamos que querían decir. Encontramos que la gente tenía fe. En unos días nosotros
aprendimos a creer en Dios y hoy en día nosotros ya conocemos que significa Dios. Antes
la gente decía que éramos montaraces. No les importaban las costumbres que teníamos,
pero hoy en día nosotros respetamos las buenas costumbres. Nosotros dejamos de vivir en
el monte y nos trasladamos a la Argentina. Antes nosotros no conocíamos a los hermanos
Matacos, peor hoy en día vivimos junto con ellos. Llegamos a Misión La Paz en 1942.
Hoy en día nosotros vivimos aquí en Misión La Paz y estamos junto con los hermanos
Wichi y tenemos nietos que son Wichi y los Wichi también tienen nietos que son chorote y
también tenemos nietos chulupi y los Wichi también tienen nietos chulupi, porque aquí hay
tres razas: Chulupi, Mataco y Chorote.
Ahora Antín Bravo, que también es chorote, nos va a seguir contando de sus costumbres,
la continúa la historia que comenzó Wetín y dice:
Antes cuando vivíamos en Paragua, al norte, nuestra costumbre era hacer campamento e
distintos lugares, buscamos lugres que tuvieran agua y allí parábamos. Como dijo Wetín,
cuando aviamos que había pescado en el rio, nosotros íbamos par la costa y cuando
pasaba el tiempo de la pesca, regresábamos otra vez al monte. Allí también trabajamos en
la agricultura. A veces no había animales. Cuando el monte era tupido se prendía fuego,
entonces ya teníamos campo para sembrar. Al otro día de llover empezábamos a sembrar,
y más adelante teníamos frutas, volvíamos a tener alimentos. El resto de las frutas, cuando
estaba lleno lo tapábamos con tierra y allí se quedaban. Ese pozo era como una troja.
Nosotros somos paraguayos. Cuando yo era chico sabía que había guerra entre los
paraguayos y los bolivianos.
Mi padre me contaba que los bolivianos mataban a los paraguayos y los paraguayos
mataban a los bolivianos. Los milicos bolivianos mataron muchos chorotes. Los
paraguayos también mataron a los chorotes porque nos mandaron a la guerra. Ese era el
problema que teníamos cuando hubo la guerra. Los paraguayos agarraron a mi padre y lo
mandaron a la guerra.
Bueno, Artín contaba su sufrimiento, sigue diciendo: Nosotros no tenemos nada que ver
con la guerra, después supimos que había educación de religión en Misión La Paz,
entonces nos acercamos a los hermanos Matacos y veíamos lo que hacían ellos. Así
nosotros empezamos a aprender la palabra del Seños. Yo no quiero ser más como eran
los montaraces, hasta el día de hoy yo estoy en la religión,
Después de la guerra nosotros no queríamos ser más paraguayos. Hoy en día nosotros
somos ciudadanos argentinos. Nosotros dejamos las costumbres anteriores, ahora
nosotros queremos ser hermanos de los Wichi, gracias a la palabra del señor que hemos
aprendido.
Así es o que decía Artín, hablando de lo que le contaba su padre. Ahora Artín va a contar
como hacían su festejo anual según sus costumbres:
Cuando nosotros vivíamos en el monte comíamos todas las cosas que había allí,
comíamos lo que los criollos llaman lampalagua, y lo que llaman cascabel. Nosotros
comíamos todos los animales del monte.

Chulupíes:
José Ampu cuenta las costumbres de los chulupi (asowaj):
Él dice: “Nosotros somos chulupi. Cuando tengo algo para comer yo no mezquino, yo
tengo que convidar a los otros, porque así era nuestra costumbre. Cuando tenemos
comida la compartimos, cuando no tengo pero si otro tiene, entonces el comparte. Nuestra
costumbre es intercambiar y convidar. Durante el tiempo en que nuestra familia tiene
cosechas la compartimos con los otros vecinos. Cuando se acaba los otros nos convidan.
Así es nuestra costumbre, somos chulupi. Cuando tengo comida no mezquino.
Cuando tenemos visitas hay que atenderlas bien y convidarles con lo que tiene, esa era
otra costumbre nuestra.
Los chulupi teníamos otra costumbre. Cuando mi hijo o hija se casa no queremos que se
separen de la casa, tiene que vivir con la casa de los padres, porque si mi hijo no está
conmigo yo estoy preocupado.
Yo no soy montaz. Hay un paraje en el que no nací y se llama Las Vertientes ya de adulto
me vine a Misión La Paz y hasta la fecha vivo aquí.
CHIRIGUANO - CHANÉ

Los pueblos de lengua Arawak, familia lingüística que se extiende por toda la Amazonía,
Orinoco, Antillas, norte de Colombia, etc., se asentaron hace alrededor de 2.500 años en
territorios de las actuales Bolivia y Argentina, donde ocuparon el sector occidental del Gran
Chaco y parte de las provincias de Salta y Jujuy.

Entre los siglos XIII y XVI llegaron hasta su región oleadas de GUARANÍES (llamados
CHIRIGUANOS en lengua Quechua), quienes tras derrotarlos los convirtieron en sus
"socios menores" llamándolos CHANE. Las familias de los señores Chiriguano y las de sus
siervos Chané, desarrollaron así un tipo particular de vida asociativa conocida actualmente
como CHIRIGUANO-CHANE.

Los vencedores chiriguanos se reservaron la cacería y las acciones guerreras dejando a


los Chané como productores agrícolas y artesanos. El guaraní pasó a ser la lengua común,
y si bien la mezcla se fue acrecentando con el correr de los siglos, en ningún momento
ninguno de los dos grupos ha dejado de tener conciencia de su distinta pertenencia étnica.

Los CHANE practicaban la horticultura con rotación de cultivos y empleo de abonos,


cultivaban maíz, mandioca, maní, batata, algodón y frijoles. Criaban llamas. Para cazar
utilizaban arco y flecha, trampas y rodeo, para la pesca redes y flechas.

Conocían técnicas de orfebrería, alfarería, talla en madera y poseían una industria textil
incipiente. Las tierras se distribuían en propiedades privadas familiares (los huertos de
cultivo y sus productos) y propiedades colectivas para el trabajo y aprovechamiento
comunitario (MINGA o MOTIRO).

Respetaban el poder político de un Jefe y del Consejo de Ancianos.

Los CHIRIGUANO aportaron su patrimonio cultural selvático, que incluía la tradición


agrícola de horticultores itinerantes (por tala y quema), con cultivos de mandioca, maíz,
cucurbitáceas, tabaco, algodón, hortalizas, etc. Eran hábiles guerreros y cazadores de arco
y flecha, conocían abundantes técnicas de pesca con anzuelo y carnada, lanza, redes,
trampas y cercados, etc.

Construían sus grandes casas comunales (MALOCA) con troncos y paja, lo mismo que los
graneros. Tenían una organización política igualitaria en "el asiento de sus fogones", donde
la junta de los hombres era de rigor para la toma de decisiones junto con el "convite" de la
bebida ceremonial, y solo aceptaban rango por prestigio, valor o conocimientos y servicios.

CERÁMICA CHANE

La cerámica es una tarea exclusivamente femenina. En su elaboración las técnicas más


empleadas son: la de los rollos de pasta superpuestos, para la confección de recipientes y
la de "pastillaje" (agregado de pequeñas piezas de pasta aplanadas o pequeños rollitos),
en la confección de figurillas. Las piezas secas son pulidas por frotamiento con un canto
rodado, recubiertas con una base de arcilla blanca y pintadas con pigmentos que se
obtienen de piedras de la región, que al ser frotadas sueltan su color. Los colores utilizados
son el rojo, el negro y el marrón, en diferentes tonalidades. El cocimiento se realiza en un
fogón rectangular al aire libre.

CESTERIA CHIRIGUANO

El trabajo con fibras vegetales es labor masculina, aunque algunas mujeres también lo
realizan. Se utiliza generalmente la palma CARANDAY o palma negra, pero deben efectuar
grandes traslados para obtenerlas. En la fabricación de canastos y cestos se emplea una
caña hueca llamada TANKUARANSI. La producción de estas artesanías (sombreros,
cestos, cedazos, esteras, sillas etc.) encuentra un mercado local limitado que se extiende
sólo a la venta o trueque en las ciudades vecinas.

MÁSCARAS (ceremonia ARETE)

Cuando en el monte florece el Taperigua (Cassia carnavalis) entre los meses de enero y
febrero, los CHIRIGUANO-CHANE inician la celebración del Arete (la "verdadera fiesta" o
"el verdadero tiempo"), que proseguirá hasta que sus flores comiencen a marchitarse
(alrededor de 40 días después). Una de las características del Arete es el uso de máscaras
rituales, las llamadas AÑA-AÑA, que representan cabezas de animales o rostros humanos
y que son usadas por los participantes varones.

En la última jornada del Arete aparecen Yagua (el jaguar) y el toro, que terminarán
enfrentados, en medio de un ruedo de enmascarados, en una pelea (mezcla de danza y
pantomima) que finaliza cuando el jaguar carga al toro en sus espaldas y preside al grupo
alejándose hacia un río en el cual destruirán sus máscaras. Dada la importancia que el
jaguar tiene en el mundo mítico de los pueblos amerindios, no sería de extrañar que este
final exprese la revancha simbólica del mundo indígena frente al proceso colonizador de
los blancos.

En 1986, en la Argentina los Chiriguano eran 22.500 y los Chané 2.500, en Bolivia 10.000
y 8.000 respectivamente. El 90% de los Chiriguano-Chane de Argentina trabaja en los
ingenios, las fincas, los aserraderos, las quintas y viven a préstamo o por alquiler en
terrenos privados. Unos pocos trabajan para YPF, distintas empresas viales,
hidroeléctricas, etc., o como peones de los municipios. Algunos habitan en tierras fiscales
aún no definitivamente asignadas a quienes fueran sus más remotos dueños. Mantienen el
uso de su propia lengua, el guaraní sin embargo en las escuelas a las que concurren solo
se les enseña en español y es por ello y su mala situación nutricional que no suelen
avanzar mucho en sus estudios.

Algunos viven dispersos en los cinturones de las ciudades, otros en comunidades. En Salta
cuentan con la Ley Provincial del Aborigen sancionada en el año 1987.

Tradicionalmente son agricultores de maíz, zapallo y porotos, pocos pueden vivir


actualmente de la tierra, porque no la tienen. Subsisten de sus trabajos en los ingenios
azucareros, obrajes, aserraderos, YPF, municipios. Son cosecheros golondrinas: desde la
Zafra del norte van a la vendimia cuyana, llegándose a Río Negro y Neuquén para la
cosecha de la manzana.
Mantienen su identidad y parte del patrimonio cultural. Aún algunos efectúan convites con
Kanwi (chicha) o el ritual del arete, cultan a su I`payé (curandero) y siguen siendo alegres y
hospitalarios. Hablan su lengua y realizan artesanías tradicionales, máscaras y cerámicas
(Chané) y cestería (chiriguana).

TAPIETE

Los tapietes (del guaraní: verdaderos esclavos) son un pueblo indígena del Gran Chaco de


habla guaraní y cultura chaquense. Para autodenominarse utilizan los términos: guaraní,
ñanaiga y ava. También se los conoce como tapy’y y tirumbaes. En Paraguay se los
denomina guaraní ñandevas, ñanderetas, guasurangos o guasurangues y en Argentina y
Bolivia son también llamados: yanaiguas o ñanaguas, aunque prefieren autodenominarse
tapietes.
Frecuentemente se encuentra en muchas publicaciones que la palabra tapiete es
acentuada en forma aguda al denominar a este pueblo (tapieté), pero esto es un error por
confusión con la acentuación aguda de otras variantes del idioma guaraní (como el
paraguayo), ya que los tapietes y los chiriguanos han adoptado la acentuación grave para
la mayoría de sus palabras.1
Hablan un dialecto conocido como guaraní-eté, ñanaika o guayurangüe. Debido a que
difiere poco del guaraní paraguayo, este ha sido adoptado por la mayoría de los tapietes y
en 1970 solo quedaban en el Paraguay 33 personas que lo hablaban en la reserva de
Laguna Negra.
El origen de los tapietes no ha sido aún determinado, para unos son guaraníes que
separados del tronco común se relacionaron con los qom y adquirieron algunas de sus
costumbres, para otros son un pueblo no guaraní que fue guaranizado lingüísticamente por
los avá guaraníes, hipótesis que es rechazada por los tapietes. Se ha propuesto también
la hipótesis de que podrían ser chanés que luego de su guaranización se establecieron en
el Chaco en contacto con pueblos chaquenses.

KOLLAS

Viven en Jujuy y Salta. Sus ocupaciones son antiquísimas y no cuentan con los títulos de
propiedad. Perseguidos y amenazados por terratenientes, algunas comunidades sufren
severas represiones policiales o son "persuadidos" de abandonar sus tierras con cierre del
paso hacia los centros poblados donde venden sus productos. Algunos ocupan tierras
fiscales sin títulos o como arrendatarios y cuidadores de ganado ajeno. Otros viven en las
villas periféricas de las ciudades.

Algunos viven en comunidades y practican trabajos en cooperación como la minga (entre


todos cosechan lo de cada uno).

Son pequeños agricultores y criadores de animales. Cosecheros golondrinas y mineros


marginados y explotados. La mujer se emplea en servicios domésticos en la ciudad.
Realizan tejidos en telares. Apenas sobreviven.
A pesar de la aculturación sufrida debido a la acción colonizadora, aún practican algunos
de sus rituales y mantienen otras formas culturales como la minga, antigua forma de
cooperación; el serviñakuy o prueba de pareja y rituales vinculados al culto de la tierra: la
Pachamama, señalada o marcación de animales, apachetas o descanso de viajeros,
entierro y desentierro de pucllay o kacharpaya (carnaval), chaya y chayar (beber) y
corpachada (dar de comer a la tierra); Tinkunakuy, topamientos o encuentros de
compadrados, musiqueros, parcialidades o comunidades.

Sus instrumentos musicales tradicionales como quena, anata, siku, erke y erkencho, que
han ingresado a la música popular o folklórica de nuestro país. Hablan su lengua. Después
del guaraní es la segunda lengua indígena de mayor uso en el país.

Muchos de sus rituales se han desvirtuado para satisfacer curiosidades

CALCHAQUI

Viven en la valles Calchaquíes de Tucumán y Catamarca. Generalmente ocupan la tierra


por arriendo. Lucharon valerosamente por ella en la época de la conquista. Lucharon con
heroísmo, hasta la muerte.

Algunos viven dispersos y otros en comunidades organizadas como la de Quilmes,


Amaicha del Valle y el pequeño grupo Los Llampas. Hoy se organizan para luchar por sus
por sus derechos y la tierra.

De sobrevivencia. En los valles viven de la crianza de animales, cultivos, tejidos


artesanales, cerámicas. Son la mano de obra barata de la zafra, minas, etc.

Siendo un pueblo que sufrió persecución, muerte y destierro (fueron trasladados los
quilmeños a la provincia de Buenos Aires, en época de la colonia, para que pierdan su
identidad como pueblo y así dominarlos y arrebatarles la tierra), conservan elementos de
su rica y milenaria cultura. Practican rituales a la Pachamama, formas de cooperación y el
canto con percusión que tiene una enorme fuerza cósmica (bagualas, tonadas y vidalas).
KOLLAS
TAPIETE

CALCHAQUI
CHIRIGUANO - CHANÉ

WICHI

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