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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental


de los Llanos Occidentales
“Ezequiel Zamora”
San Carlos estado Cojedes
Sub-proyecto: Sociología da Educación
Participantes: Yolimar García C.I.: 9221929
Ana Ortega C.I: 12031477

Análisis: El Mito de la Caverna- Platón

Realizar un análisis sobre el conjunto de metáforas que expone el filósofo


Platón en el mito de la caverna, es tratar de dilucidar la doble realidad que percibimos
a través de esta gran alegoría representante de la filosofía idealista que ha marcado la
manera de pensar de muchos filósofos. Esta filosofía afirma que la verdadera realidad
la constituyen las ideas, y no las cosas materiales, tomando en cuenta que para el
conocimiento tenga lugar, se debe fundamentar en la conciencia, las ideas, el sujeto y
el pensamiento, cualidades que debe poseer el docente actuar para convertirse en un
ser transformador de la realidad social, guía de sus congéneres y por qué no, de la
comunidad en la que se desarrollan.

La filosofía platónica parte de tres motivaciones de: la ética, la política y la


epistemología; la motivación político-moral, conduce hacia la motivación
epistemológica y esta precede al pensamiento de Platón hacia la formulación de la
teoría de las ideas o de las formas, buscando el auténtico objeto del conocimiento.

El Mito de la Caverna es una narración alegórica con la que Platón nos explica
su teoría de la existencia de dos mundos: el mundo sensible, el de las apariencias (que
percibimos por los sentidos) y el mundo de las ideas, el verdadero (solo alcanzable
mediante la razón) Describe, metafóricamente, la situación que guarda el ser humano
ante estos dos mundos del conocimiento.
Platón narra a través del dialogo que en una caverna se encontraba un grupo de
hombres prisioneros amarrados de tal forma, que sólo podían ver hacia el fondo de ésta,
dando las espaldas al mundo, mientras que otros hombres proyectaban sombras al pasar
frente a la caverna pues en la entrada de la caverna yacía una luz, siendo éstas la única
referencia del mundo exterior para los prisioneros. Uno de los prisioneros es liberado
y se deja entrever que le era difícil adaptarse al mundo exterior después de toda una
vida de encierro. El hombre en libertad probablemente concibió el mundo exterior tal
cual como es y darse cuenta del engaño que vislumbraba la caverna.

Platón narra una analogía metafórica, en la cual, los prisioneros atados


representan a los seres humanos en estado de ignorancia, que no han recibido educación
de ninguna índole; las sombras proyectadas, son las apariencias, lo que creemos que
son, el mundo sensible; lo que está afuera de la caverna, la luz (el sol) es el
conocimiento verdadero. El prisionero liberado representa al filósofo, el sabio, el que
deberá guiar a los hombres ignorantes hacia el conocimiento verdadero a través de la
razón.

En retrospectiva, las instituciones educativas de otrora, encarnan el papel de la


caverna pues es común encontrar que poseen características centradas en la pasividad,
el intelectualismo, el magistrocentrismo, la superficialidad, el enciclopedismo e incluso
el verbalismo, particularidades que generaban sombras impidiendo que el aprendizaje
fuese óptimo. Incluso, se educaba bajo un contexto muy diferente de la realidad social
del momento.

Sin embargo, en la actualidad, los centros educativos en los cuales se construye


el conocimiento, no son lugares de encierro similares a la caverna que describe Platón;
pero si existen aún, infraestructuras que no son concebidas para que la cognitividad
tenga lugar; incluso, estas deben presentar una cosmovisión con un espacio abierto
tanto a la epistemología como a las experiencias que suceden fuera de ella.
Nuestros discentes, al consolidar el conocimiento en la etapa preparativa hacia
la educación superior, siguen saliendo a un mundo muy diferente pasando por una
etapa adaptación similar a la que sufrió el hombre liberado de la caverna. Si bien es
normal, que esta etapa de adaptación tenga lugar, no es normal que sea agobiante.
Notoriamente esta situación ocurre cuando las experiencias vividas tienen alteridad con
respecto a la realidad social del estudiante.

Este contexto social debe orientar a los docentes de la escuela nueva hacia la
investigación, la resolución de problemas, la creatividad, el uso adecuado de registros
del habla e inteligencia social y emocional entre otras, todas habilidades que
debiéramos utilizar constantemente durante los procesos de construcción del
aprendizaje sin perder de vista que debemos formar integralmente a ciudadanos
capaces de integrarse a la sociedad y que no vivan entre sombras, como recién salidos
de la caverna, o simplemente con temor a lo desconocido. Entonces, resulta
preponderante realizarnos el siguiente cuestionamiento: ¿Están las instituciones
educativas proporcionando el espacio adecuado para que nuestros estudiantes se
enfrenten a la realidad del conocimiento y experiencias tal cual como son?, además de:
¿contamos los docentes con la heurística suficiente y necesaria para soslayar la etapa
de adaptación de los estudiantes en la realidad social que vivimos?

El mito de la caverna deja una enseñanza que hermenéuticamente nos conduce


a ser visionarios con la realidad de la percepción visual oculta que resultaría muy útil
si llegaran a ser integradas en la organización de los centros educativos, donde
predomine la visión de conjunto y no solo las sombras que proyectan percepciones
volubles, limitadoras y hasta excluyentes.

Actuar de forma responsable necesita de visiones integradoras, completas,


relucientes que vigoricen los ambientes y proyecten la auténtica inteligencia a favor de
una gestión eficaz que esté en condiciones de alimentar lo que es la esencia perfecta,
completa de la globalidad, sin perder la perspectiva de que, es a través del conocimiento
como el hombre puede liberarse de las cadenas del mundo sensible y acceder al mundo
inteligible.

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