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Branislava Susnik

La antropóloga del Paraguay


TOMO

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BRANISLAVA SUSNIK
Carlos Peris

© El Lector (de esta edición)


Director Editorial: Pablo León Burián
Coordinador Editorial: Bernardo Neri Farina
Director de la Colección: Herib Caballero Campos
Diseño y Diagramación: Denis Condoretty
Corrección: Milciades Gamarra
I.S.B.N.: 978-99953-1-467-5
Hecho el depósito que marca la Ley 1328/98
El Lector I: 25 de Mayo y Antequera. Tel. 491 966
El Lector II: San Martín c/ Austria. Tel. 610 639 - 614 258/9
www.ellector.com.py
Esta edición consta de 15 mil ejemplares
Setiembre, 2014
Carlos Peris

Branislava Susnik
La antropóloga del Paraguay
Tabla de contenido

Prólogo.................................................................................................. 2
Introducción......................................................................................... 2
Capítulo I
Primeros pasos.................................................................................... 4
La persona............................................................................................ 4
Formación............................................................................................. 6
Llegada al Paraguay........................................................................... 9

Capítulo II
Principales estudios.......................................................................... 15
Su enfoque.......................................................................................... 15
Las sociedades aborígenes, entre lo colectivo y lo individual.... 16
La lengua en el pensar, hablar y actuar......................................... 17
Migración de los pueblos indígenas en el Paraguay.................... 19
El encuentro con el español............................................................. 21
La relación mestiza e indígena........................................................ 22
Inacabables descubrimientos........................................................... 23

Capítulo III:
Últimos pasos.................................................................................... 25
Días finales......................................................................................... 25
Reconocimiento................................................................................. 28
Profesora de profesores.................................................................... 30
El Museo Etnográfico Andrés Barbero........................................... 32
Cronología.......................................................................................... 33
Carlos Peris

Conclusión......................................................................................... 34
Anexo.................................................................................................. 37

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Branislava Susnik

Prólogo

Personalidades Célebres es una colección que pretende rescatar a personas que


han contribuido mucho al desarrollo del país en diferentes ámbitos. En el presente
volumen se analiza la vida de Branislana Susnik, una eslovena de nacimiento
pero que adoptó al Paraguay como su patria , y a la que contribuyó con el acrencen-
tamiento del conocimiento científico en lo que respecta a la Antropología.

Carlos Peris es un joven sociólogo que pese a su juventud ha iniciado con firme-
za el camino de la investigación y que en este libro demuestra su rigurosidad en
analizar los aspectos biográficos y científicos de Branislava Susnik, una personalidad
tan relevante para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Paraguay.

El libro inicia con la vida de la doctora Branislava Susnik y su formación en


Europa y los díficiles años en los que el viejo Continente se encontraba sumido en
la Segunda Guerra Mundial. La doctora Susnik huyó el régimen autoritario que
se instauró en su Eslovenia natal y llegó primero a la Argentina, país en el que se
encontraba hasta que el gran filántropo paraguayo Andrés Barbero le contactó para
que se hiciese cargo del Museo Etnográfico en Asunción del Paraguay.

Luego el autor nos va explicando el método utilizado por la doctora Susnik en


sus expediciones científicas y la labor inmensa que desplegó por más de cuatro
décadas para comprender el idioma de los pueblos originarios de nuestro país. Es
indudable que la enorme capacidad de investigación en Lingüisitica de la dra Sus-
nik tuvo sus resultados y fue reconocida la misma a nivel mundial.

El reconocimiento a la doctora Susnik a nivel nacional tuvo que esperar el ini-


cio de la transición a la Democracia, el Congreso paraguayo le otorgó el Premio
Nacional de Ciencias, siendo ella la primera en recibir el entonces recientemente
creado premio.

La inmensa labor científica de Susnik es respetada por los científicos y la misma


representa un aporte fundamental al desarrollo del conocimiento sobre la Arqueolo-
gía y la Antropología Americana en general y la paraguaya en particular.

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Carlos Peris

Agradecemos al autor por este libro que presenta la vida y obra de una científica
social tan relevante para el Paraguay como Branislava Susnik y le instamos a que
continue por la senda de la investigación para seguir contribuyendo a la construc-
ción del conocimiento y su expansión en el Paraguay.

Septiembre de 2014.

Herib Caballero Campos

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Branislava Susnik

Introducción

en Paraguay, así como en otros lugares, hay personas que median-


te un trabajo y su sacrificio diario, logran un importante avance
dentro del ámbito en el que se desempeñan, pero pasan sus vidas
sin el reconocimiento debido, hasta que desaparecidas, empiezan
a ser valoradas como perlas preciosas que alguna vez pisaron esta
tierra.
En esa interminable lista de ilustres personalidades se encuen-
tra el nombre de Branislava Susnik; “la profesora de maestros”, “la
descubridora de los pueblos indígenas”, “la científica implacable”.
Esencialmente antropóloga, nació el 28 de marzo de 1920 y fa-
lleció en 1996 en la ciudad de Asunción. Llegó al país en 1951, pro-
veniente de la lejana Eslovenia (Yugoslavia), para investigar sobre
la etnología local y luego desempeñarse en el ambiente académico.
Con su labor desentrañó lo esencial del Paraguay originario y co-
noció más que nadie a su gente, conviviendo con ellos, en el campo
de trabajo.
Gracias a la cooperación de la Sociedad Científica del Paraguay
y la Fundación La Piedad, de manera silenciosa, realizó múltiples
viajes de estudios entre casi todas las etnias sobrevivientes, produ-
ciendo diferentes tipos de saberes en el ámbito histórico, antropo-
lógico, sociológico y cultural.
En su profusa y fructífera obra, compuesta por 77 escritos, pue-
den citarse las series de El indio colonial Los aborígenes del Pa-
raguay y Una visión socio-antropológica del Paraguay.
Asimismo, tuvo bajo su responsabilidad la Dirección del Museo
Etnográfico Dr. Andrés Barbero y, durante más de veinte años,
ejerció la cátedra de Etnología y Arqueología Americana en la Ca-
rrera de Historia de la Facultad de Filosofía, Universidad Nacional

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Carlos Peris

de Asunción (UNA).
Sus aportes para las ciencias sociales del Paraguay son inaca-
bables, y justo aquí se encuentra el principal desafío del presente
libro. Ya en palabras del antropólogo paraguayo Chase Sardi, ex-
plorarla significa “sumergirse en una persona tan rica, interpretando
su literario de estilo complicado, opuesto a su hablar claro, didáctico y
enfático”.
En su primera conferencia en tierras paraguayas, la propia Bra-
nislava contó que la miraban a manera de “bicho raro”, por ha-
blar con palabras difíciles y conceptos rebuscados. La idea de su
complejidad fue una excusa en ciertos intelectuales para obviar sus
escritos. Sin embargo, se debe resaltar que Susnik era una eslovena
que se animaba a escribir en una lengua extranjera; español.
Interpretando sus conceptos fundamentales y recolectando tes-
timonios de las personas que la conocieron, se exhibe y propone
este libro. El mismo que intenta desentrañar a aquella persona que
ha elegido al Paraguay como su laboratorio social, dejando un sin-
fín de conocimientos que aún faltan por expresar sobre su verda-
dera importancia.
Por último, vale mencionar que tal emprendimiento no podría
haberse concretado sin el fundamental aporte de los profesores:
Adelina Pusineri, Ignacio Telesca, Marilin Rehnfeldt, David Galea-
no, Blanca García de Sosa, Deysi Amarilla y Lorena Céspedes. A
todos ellos, el agradecimiento correspondiente por la ayuda pre-
sentada.
Que sean pues estas hojas, un agradecido homenaje a la erudita
pensadora, de herencia magnífica, tanto a nivel académico como
humano.

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Branislava Susnik

Capítulo I
Primeros pasos

La persona

Branislava Jozefina Susnik Prijatelj, acreditada mundialmente


bajo el nombre de Branislava Susnik o de la forma como prefirió
llamarse en el Paraguay “Branka”, fue una investigadora de las
culturas indígenas de América del Sur, políglota, lingüista, etnó-
grafa, arqueóloga e historiadora.
Sus contribuciones son inmensurables, abarcando los primeros
saberes regionales del territorio chaqueño. A través de sus misio-
nes de estudios, logró conocer a los pueblos oriundos que habitaban
en dicha zona, estableciendo, entre otros tantos hallazgos, que gran
parte de nuestra historia proviene directamente de ellos, y no úni-
camente, de una supuesta realidad originada en la época colonial.

La Dra. Branislava Susnik.


Foto de P. Blanch.

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Carlos Peris

En 1996, el jesuita, lingüista y antropólogo español Bartomeu


Meliàal hablar de los aportes de Branka reflexionaba: “leer sus tra-
bajos, implica comprender tanto la historia pasada y lo que hoy son los
paraguayos”.
En la revista eslovena “Mladika”, de octubre de 1992, a Branis-
lava se la definió “aquella mujer, científica implacable, que tuvo que
emigrar de su tierra natal, siendo hoy en día un orgullo para todos los
eslovenos por sus labores investigativos emprendidos, incansablemente,
por más de 40 años”.
De hecho, las formas anteriores en la que ha sido catalogada,
serían las correctas desde la perspectiva de la propia Susnik. Ella
se negaba a hablar de su persona, pues lo que importaba realmente
eran sus aportes en el campo de la ciencia, la disciplina que desem-
peñaba devotamente.
Son varios los biógrafos de su vida que afirmaron no conocer
muchos datos precisos sobre sus primeros años. Se sabe que nació
el 28 de marzo de 1920, en la ciudad de Medvode, hoy Eslovenia
antes Yugoslavia, y que le tocó vivir los horrores de la II Guerra
Mundial (1939 a 1945), exiliándose en occidente, terminando final-
mente en el Paraguay.
Con gran añoranza y dolor recordaba perpetuamente a su pa-
tria, su lugar en el mundo con hermosas montañas, cálido vien-
to y relajantes aguas. Con respecto a su pueblo natal, aseguraba
que el mismo, históricamente, se diferenció del resto por el arduo
trabajo de sus habitantes, siendo ella un fiel reflejo de tal parti-
cularidad.
Bautizada en la religión católica, se la conoció con un crucifijo
en el cuello y admirando la figura de varios misioneros cristianos
que, en sus labores de evangelización, estudiaron y respetaron las
culturas nativas.
Su vida consistía en investigar, analizar continuamente sus tra-
bajos de campo, su amor por conocer aún más y producir mate-
riales científicos con una periodicidad admirable. Incluso, de aquí
puede desprenderse la característica más importante: su seriedad
aplicada a la hora de ser una verdadera científica.

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Branislava Susnik

Conocidos, que tuvieron la oportunidad de tratarla, afirmaban


que la vida de Susnik no ha sido fácil, sufrió los avatares de la vida,
motivo por el cual decidió cerrar su aspecto personal y que solo
hablen sus aportes académicos.
Incluso, su forma de escritura oscura y embarazosa, y la manera
en la que se referían muchos allegados: “una persona con carácter
fuerte, difícil de tratar”, la alejaban de los demás, teniendo pocos
amigos, que por lo general eran elegidos por ella, dándole fama de
mujer solitaria.
Adelina Pusineri, a quien la propia Branka se refirió: “la persona
a quien confío plenamente, tanto en lo estudioso y personal, y cuida de mí
como si fuese su propia madre”, es una de sus referentes, por la amistad
que las unía y los años de labor académica emprendidos en conjunto.
Su secretaria y auxiliar de cátedra, la alemana Elke Unger, el
antropólogo paraguayo Miguel Chase Sardi, su médica de cabece-
ra Beatriz Herrero Usher, las hermanas Barbero, Julia de Aquino
y los doctores Juan Boggino, Constantino Gramatchikoff, Ricardo
Moreno Azorero y Dionisio González Torres, formaron parte del
selecto grupo.
Por lo general todos eran sus pares, en donde ella podía hallar
no solo amistad, sino una charla constructiva entre colegas. Bra-
nislava, incluso, había afirmado que detestaba a los “oportunistas
y ladrones de ideas” y habitaba orgullosa de poder mantener rela-
ciones sociales escasas pero auténticas.
No era un espíritu solitario, fue una mujer real, que se cuidaba
con cautela de quien se acercaba, recordando siempre lo mucho
que había sufrido, siendo honesta y distante, por una más que ne-
cesaria autoprotección.
Chase Sardi, en el Ultimo Reportaje, recuerda una de las con-
versaciones mantenidas con la doctora, una de las cuales él le reco-
mendó ampliar su círculo de amigos.
Ante tal consejo, contestó: “equivocado, Sr. Chase. Yo solo rechazo
a los plagiarios, haraganes y los que les encanta perder el tiempo… usted
nunca podrá ser un buen antropólogo, no sabe leer el alma humana”.

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Carlos Peris

Luego de tales palabras, el antropólogo bajó la cabeza y sintió


vergüenza, en tal momento se encontraba manejando y casi choca-
ron. Susnik se dio cuenta de la situación, y agregó enfáticamente:
“disculpe, Sr. Chase, usted sabe que siempre digo lo que pienso”.
De la anécdota puede desprenderse otra característica: constan-
temente hablaba con la verdad y expresaba lo que efectivamente
estaba sintiendo o reflexionando, es decir, no le gustaban las men-
tiras, los engaños y las falsedades. Su discurso y accionar fueron
un fiel reflejo de tal convicción.
El Dr. Tine Debeljak, en 1958, ha referido: “una consecuencia de
su adaptación a las mujeres indígenas primitivas o bien es un gesto de se-
ñora emancipada en medio de la civilización europea moderna”. Agregó
después otras peculiaridades como “de mujer con empuje, valentía y
seguridad en sí misma”.

Branka en sus múltiples trabajos de campo en el Chaco Paraguayo,


con Chamacoco, 1956.
Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

Es una realidad que Branka ha sabido abrirse camino en un


mundo de hombres, demostrando bravura e intrepidez a lo largo
de su existencia.

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Branislava Susnik

El coraje le dio la oportunidad de entrar en el universo de los


Yshiro Chamococo, quienes condenaban a muerte a todo indivi-
duo que se entere de sus sagrados secretos masculinos, contando a
Susnik, sin embargo, los más íntimos detalles sobre el significado
y desarrollo de sus ceremonias.
También le permitió escapar ilesa, en el año 1963, de la suble-
vación de más de 200 indios Moros en el Chaco Boreal. Contenida
por el propio cacique Eroi y sus 50 indígenas fieles, que la prote-
gieron en todo momento, sintiéndose una de los suyos, resaltando
su gran suerte y coraje.
Esta era Branislava, auténtica, valerosa, honesta, independien-
te, pero sobre todo, una científica perseverante.

Formación

Terminada la I Guerra Mundial (1914 a 1918), tras un evento


tan devastador como significó el primer gran conflicto bélico mo-
derno, Europa no solo se enfrentó a una reconstrucción de sus
principales ciudades y modelos económicos, sino que, aparecie-
ron nuevas ideas políticas y sociales que agitaron el debate de las
sociedades.
Era común encontrar por las metrópolis, o pueblos aledaños, la
formación de grupos con pensamientos tan diferentes y dispares,
que la realidad de todos los días se presentaba incoherente.
En ese contexto confuso y caótico Susnik debió formarse, y fue
determinante en su elección por el desarrollo de las ciencias huma-
nas y sociales.
De hecho, la zona en la que creció fue partícipe directa de la
disolución del Imperio Austrohúngaro, desmembrándose en otros
Estados, dando origen a naciones nuevas: Austria, Hungría, Yugo-
slavia y Checoslovaquia, o acrecentando los territorios de Ruma-
nia, Polonia e Italia.
Académicamente empezó a consolidarse en el año 1937, cuando
terminó su Bachillerato clásico humanístico en el Colegio Nacional

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Carlos Peris

de Ljubljana, pasando antes por su instrucción primaria en la Es-


cuela Básica de Triglav.
En dicha etapa de su vida, ya teniendo una fuerte tendencia
hacia esta clase de ciencias, reafirmaba su extraordinaria habilidad
para aprender idiomas, motivo que le permitió, posteriormente,
sumergirse en diferentes cursos universitarios que resaltaron su
enorme capacidad e interés.
La lengua, en Susnik, no fue solamente una expresión de la rela-
ción social, sino un valor cultural clave que le permitía, desde este
punto de vista, entender las culturas en su más amplia expresión.
Desde 1937 hasta 1941 efectuó diferentes estancias de investi-
gación y formación en la Universidad de Ljubljana. Realizó cursos
libres en Lenguas y Culturas Bíblicas, postgraduándose luego en
Arqueología de Emona, Etnografía Bosniaco Turca y en Prehistoria
de Europa y Asia, donde por último, consiguió su Doctorado en
Prehistoria e Historia.
En gran medida, desde lo aprendido llegó a la conclusión de
que las ciencias humanas podrían ser egoístas, superficiales, fan-
tasiosas y que se ocupaban tan sólo de atraer a las multitudes sin
nombre y personalidad.
Incluso, en su cosmovisión (comprensión del mundo), la for-
mación no podía escapar de lo llamado “humanismo”, algo tan
carente y difícil de encontrar en el recorrido temporal en que le
tocó educarse.
En su constante búsqueda propuesta, empieza la segunda fase
de ilustración, en la Universidad de Viena, Austria. Ahí, desde
1941 hasta 1942, alcanzó a doctorarse en Etnohistoria y Lingüísti-
ca Uralo Altaica. Además de conseguir su segundo doctorado, la
experiencia fue fundamental, pues logró integrarse al prestigioso
grupo científico e intelectual conocido como el Círculo de Viena.
Justo aquí, Susnik recibió la inclinación rigurosa hacia la im-
portancia de hacer ciencia y se influencia de la corriente antropo-
lógica denominada la escuela histórica-cultural. El auge de aquella
importante tendencia fue fundamental en Susnik y, de ahí en más,
marcó sus pasos a la hora de realizar las labores científicas.

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Branislava Susnik

La teoría adquirida afirmaba que la formación de la conduc-


ta humana no se realiza específicamente a partir de la acción so-
bre el mundo exterior, sino que se forja desde el comienzo de la
vida en un marco de relacionamiento con los otros. Mediante estos
procesos, el humano va obteniendo progresivamente un control
voluntario de las funciones psicológicas. Las interacciones serán
construidas, inicialmente, en el plano social, para después interio-
rizarse a uno personal.
Profundizando lo anterior, ya en Susnik, se debe pensar de for-
ma compleja, pues también se tiene que tener en cuenta lo econó-
mico, lo demográfico y lo ecológico.
Branislava así imprimió una variada riqueza a las infinitas cau-
sas profundas de los cambios y permanencias socioculturales e
históricas. Evitó todo reduccionismo y asimiló dichos principios,
abarcando múltiples variables.
Por ejemplo: “en el desarrollo cultural del niño, toda función
aparece dos veces: primero a nivel colectivo, y más tarde, a nivel
personal; primero entre personas, y después, en el interior del pro-
pio niño”.
La ciencia antropológica se volvió fundamental en ella, pues
se topa con un campo vivo para
conocer al hombre. Fuertemente
influenciada por la escuela his-
tórico-cultural, al ser humano lo
delimita como aquel quien debe
vivir su propia vida, miembro
de la naturaleza y de la sociedad,
sin jugar irresponsablemente
con su entorno vital.
Realmente, en esta disciplina
ha conseguido encontrar el hu-
manismo necesario y tan anhela-
do en su persona.
Se volvió una verdadera dis-
cípula del sacerdote católico, Federico Baraga. Sacerdote Esloveno.
Ede Linguee.

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Carlos Peris

compatriota esloveno, mundialmente conocido con el nombre de


Federico Baraga. Aquel que “misionando” por la zona del oeste de
Canadá, logró investigar humanamente en el campo de la etno-
grafía y los idiomas de las comunidades indígenas.
Siguiendo sus huellas, en estas tierras latinoamericanas, Sus-
nik se caracterizó por continuar la tradición de Baraga, escribiendo
gramáticas y recopilando diccionarios de sus expediciones, con un
trato justo y bondadoso hacia los estudiados.
En Branka, encontrar un modelo que equilibre la ciencia con
el humanismo fue fundamental, y Baraga con su labor realizado,
resultó un genuino ejemplo a seguir. Junto con él, tomó otros nom-
bres de referencia: el del “Dr. Knoblehar”, entre los negros africa-
nos, y del cacique esloveno “Juan Benigar”, en la Patagonia, todos
distinguidos por estudiar y conservar las características etnográfi-
cas de los pueblos examinados.
Años más tarde, en 1975, vuelve a reafirmar la idea de ciencia
humanista, confesando al literato Debeljak cuanto sigue: “mis
investigaciones me han enriquecido intelectualmente y me han dado la
fuerza espiritual para seguir la verdad severa de la ciencia y la huma-
nística, en mis trabajos científicos deseo alcanzar justamente eso, el
poder acercar estas cuestiones, con toda responsabilidad ética, a aquellos
intelectuales que continúan respetando al hombre en su complejidad
esencial y vital”.
Cuando terminó su estadía en Viena se dedicó a los estudios
orientales con el secreto deseo de ir a las misiones de Asia. En bús-
queda de tal sueño, llegó hasta Italia comenzando la tercera etapa
de su formación, principalmente, en la Universidad de Roma, en-
tre los años 1942 y1943.
Se laureó en Historia y Arqueología Sumerio Babilonesa, reali-
zó posgrados en el Instituto Pontificio Bíblico en Culturas y Len-
guas de Asia Menor y complementó su formación con cursos en
Arqueología Romana y Cristiana Antigua y Lenguas Altaicas.
En este tiempo, le tocó sobrevivir a la II Guerra Mundial. Se
tienen registros (mediante los reportajes de Debeljak en 1975), de
haber colaborado en el Comité Social que dirigía el Dr. Krek en

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Branislava Susnik

Roma, hasta que cayó en la cárcel, interrumpiendo su formación y


actividad intelectual.
Mientras sufría en una prisión comunista, en Ajdovščina, ni si-
quiera se atrevió a soñar con una nueva vida. Recién a su llegada
a América retomó su actividad intelectual, aplicando sus cono-
cimientos, siempre dentro de su firme convicción de una ciencia
comprometida con el humanismo.

Llegada al Paraguay
Oficialmente el arribo de la Dra. Susnik al Paraguay se produjo
el 1° de marzo de 1951. Posteriormente se naturalizó paraguaya el
13 de junio de 1956, con Cédula de Identidad N° 198.206. Para ella
esta nación representó su patria de adopción, pues aquí encontró
“su laboratorio, su observatorio socio-cultural”, motivo por el cual
toda su vida estuvo agradecida.
A pesar del poco conocimiento sobre la historia de Susnik
en Europa, es cierto que su venida a América ocurrió por la si-
tuación política que ella y su familia enfrentaron en la antigua
Yugoslavia, en consecuencia directa a la II Guerra Mundial. Su
tierra no se encontró aislada de este conflicto, en especial por el
régimen totalitario de izquierda instalado, comandado por Josip
Broz Tito (1892-1980).
En el año 1941, el croata Josip Broz Tito dirigió a un conjunto
de guerrilleros comunistas, partidarios, quienes lucharon contra
los ocupantes nazis y adeptos locales. En 1945, con la derrota nazi-
fascista, Yugoslavia fue reorganizada en una federación de seis Re-
públicas Socialistas, entre las cuales se encontraba Eslovenia, que
fue gobernada por Tito hasta su muerte.
En toda la historia relatada con anterioridad, se encuentra la
vida de Branka. Su padre era jefe de la Gendarmería cuando los co-
munistas comenzaron con su rebelión. De hecho, él se convirtió en
la primera víctima de la revolución eslovena, cuando “lo mataron
por ser el jefe de los oficiales del lugar”. Incluso ella, años más tarde, tal
cual se ha mencionado en la sección anterior, cae presa en la cárcel

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Carlos Peris

de Ajdovščina, por motivos desconocidos: “¿por qué me metieron


presa? no lo sé” (Debeljak en 1975).
Tras dos trágicas experiencias, y luego de huir de su cautiverio,
comenzó su exilio. Exilio doloroso, de la nación, su tierra, que tan-
to amaba y recordaba constantemente en su imaginario.
Su intención verdadera consistía en estudiar el Oriente; gran
parte de su preparación lo hizo para la realización de este fin. Sin
embargo, ante situaciones adversas el camino propuesto cerró sus
puertas, pero, al mismo tiempo, fue Occidente el que la albergó.
América se presentó como un enorme desafío, en especial por ser

Carta de Identidad con la cual arribó a América.


Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

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Branislava Susnik

un rico campo de estudio, pues aún se mantenía viva esa mística


de pueblos originarios dentro de las sociedades modernas.
Para el anuario esloveno de 1975, Branka afirmaba: “en verdad
el destino gira 180°, pues mi interés científico estaba orientado hacia los
estudios de lenguas asiáticas, pero fue la guerra la que me arrojó a las
tierras americanas, donde se hablaban aún unos 240 idiomas indígenas”.
A principios de 1947, de Italia, emigró hacia la Argentina y des-
embarcó en el puerto de Buenos Aires el 27 de abril de 1947.
En una conferencia del año 1997 en el Museo Etnográfico de
Ljubljana – Eslovenia, su secretaria Adelina Pusineri, relató: “llegó
a Buenos Aires, con la dificultad de que el castellano era la única lengua
europea que no hablaba, tuvo que aprenderla en el barco, durante el mes
que duró el cruce, pues se embarcó en Génova el 26 de marzo de 1947,
traía sólo sus conocimientos, estudios y muchas esperanzas de poder tra-
bajar en América”.
La ola migratoria en la que arribó Susnik se denominó Eslove-
nos Libres. Aquella etapa posterior a 1945, que se caracterizó por la
llegada de inmigrantes a la Argentina, que escaparon de la perse-
cución de los regímenes comunistas. Ya establecida, retomó lenta-
mente sus actividades intelectuales interrumpidas por los horrores
de la guerra.
Luego de realizar unas tareas en el Museo de la Plata, por encar-
go de la Universidad, rechazó seguir trabajando para no ligarse al
gobierno justicialista de Juan Domingo Perón (1895-1974).
Siempre dentro del mismo aspecto de análisis, Adelina Pusineri
explicó: “ya había sufrido y huido de los “ismos”; como en Argentina en
ese momento estaba en el gobierno Juan Domingo Perón y respondía a un
gobierno de corte “totalitario” que creó un partido “justicialista”, cono-
cido también como “Peronismo”, este “ismo” hizo que rechazara la oferta
y prefiriera trabajar en otras actividades para ahorrar y poder buscar algo
más propio, de su agrado y especialidad”.
Empezó a relacionarse con la comunidad eslovena de Buenos
Aires y con la Iglesia Católica, a través de las Obras Misionales
Pontificias. Ya en 1949 fue enviada a la Provincia de Formosa
(Chaco Argentino) para trabajar con los Tobas en la Misión Laishi.

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Carlos Peris

Estudiando la lengua de los mismos, Branka se hospedó en la


casa de las Hermanas Religiosas Educacionistas Franciscanas de
Cristo Rey, quienes, al igual que ella, eran yugoslavas – eslovenas.
Este hecho fue fundamental para su llegada al Paraguay, pues
el Dr. Andrés Barbero (1877-1951) se enteró de sus trabajos a través
de las hermanas de la congregación. Aquellas misionaban en la
Cruz Roja Paraguaya, que conocieron a Susnik en la casa de hos-
pedaje en Formosa.
El museo Etnográfico fue fundado por el filántropo Andrés Bar-
bero en 1929 y se hallaba bajo la dirección del cientista alemán Max
Schmidt (1874-1950) desde el año 1931. Para finales de la década de
1940 su primer director, el Dr. Schmidt, se hallaba enfermo, ya co-
nociendo de su desempeño en el hermano país, el Dr. Barbero hizo
llamar a Branislava para continuar el trabajo museológico iniciado.
Susnik aceptó la invitación, llegó al 1° de marzo de 1951 a Asun-
ción. En ese entonces Schmidt y Barbero ya habían fallecido. Ante
los sucesos presentados, las hermanas Josefa y María Barbero com-
prendieron que la obra debía seguir. Constituyeron la Fundación
La Piedad y contrataron a la Dra. Susnik para reordenar las colec-
ciones y los múltiples papeles que ambos hombres dejaron.
Ahí comenzó su obra que duró 45 años de incansable trabajo y
continuos aportes.
Dedicándose mayoritariamente a su labor museológica, modes-
tamente empezó a investigar temas de su interés. Gracias a insti-
tuciones privadas (especialmente por la Asociación Indigenista del
Paraguay), entre los años 1951 y 1952, se hizo posible su inaugural
exploración sobre la lengua y la vida de los indígenas en el Paraguay.
Fue así como la Dra. Susnik concibió sus iniciales viajes al Cha-
co; más precisamente en la Colonia Fray Bartolomé de las Casas.
Del desempeño con los Maká produjo en 1955 su primer material
editado en el país: Principios morfológicos de la Lengua Maká.
Refiriéndose a estos años, ella explicó: “comencé simplemente tra-
bajando, relacionándome con los indígenas. El pueblo paraguayo proviene
de los mestizos españoles e indígenas guaraníes”. En Paraguay hoy viven
13 diferentes tribus”.

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Branislava Susnik

Dr. Andrés Barbero

Dr. Max Schmidt

Para luego agregar: “aprendí algunos sustantivos, los de la vida co-


tidiana y no tuve el tiempo necesario para asimilar los adjetivos sociales.
Empecé con los verbos, es decir, con el trabajo de relacionarme con los
indígenas”.

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Carlos Peris

Los trabajos de campo no eran fáciles, especialmente por no te-


ner el apoyo suficiente para realizar dichas operaciones tan costo-
sas y arriesgadas.
Todo mejoró cuando la eligieron como miembro de la Comisión
de la Sociedad Científica del Paraguay. En sus propias palabras;
“solo de esta manera, con una estructura que te avale y te introduzca,
se puede avanzar en los pequeños países americanos, es la plataforma de
presentación”.
La primera gran expedición fue al Alto Paraguay - Chaco, desde
Puerto Guaraní hasta Bahía Negra, costas del río Paraguay, anti-
guos puertos tanineros que tanto habían contribuido a la acultura-
ción de los indígenas de la zona.
La Carta de presentación de la Sociedad Científica a los compo-
nentes de la excursión decía:

“...siendo la expedición una empresa muy arriesgada, de mucha du-


ración y que demandará grandes sacrificios en el cumplimiento de su
itinerario y programa de trabajos a través de los desiertos inexplorados
y poblados de tribus bárbaras del Extremo Norte del Chaco, fronterizo
con Bolivia, y que, de tener pleno éxito, realizará investigaciones y
recogerá material científico de inmenso interés para nuestro país y
para la ciencia, se ruega a las autoridades y a las empresas y personas
privadas quieran facilitarle en toda forma posible el cumplimiento del
cometido...”

Año 1956, firmado por el secretario Carlos Pusineri y el presi-


dente Guillermo Tell Bertoni.

Efectivamente el Ministerio de Defensa Nacional, proporcionó


fusiles, salvoconductos y permisos para portar armas. Acompañó
la misión el naturalista italiano Dr. Lucio Tarsia y soldados que
conozcan el Chaco interior, ya que los “marinos de la costa no domi-
naban la selva chaqueña”.

26
Branislava Susnik

Consecuentemente, el suceso citado fue crucial. Desde entonces


su labor científica se hizo más fácil y productiva y se convirtió en
la primera y más calificada referente de los estudios sobreel Chaco.
Después del apoyo ganado, Branka siempre obtuvo la ayuda
necesaria para sus siguientes expediciones. Empero, siempre se
sintió un poco aislada, pues no notaba un interés auténtico por
crear una cuestión nacional de los temas que se ocupaba (Debeljak
en 1975).
Esta versión de los hechos, aquella historia que relata la venida
y permanencia de la Dra. Susnik en el Paraguay, es la más conoci-
da y aceptada dentro del mundo académico e intelectual.
Conviene resaltar, sin embargo, otro aspecto de análisis, uno
más personal. Para Adelina Pusineri, la clave para entender la prin-
cipal causa del desembarco de la antropóloga europea se ha encon-
trado visible en sus interminables conversaciones con Branka, esas
charlas pasadas donde ella reflexionaba: “Yo vine al Paraguay al ter-
minar los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Encontré la quietud
de la vida sencilla y también la oportunidad de trabajar científicamente,
lo que para mí significaba “revivir” intelectualmente”.
El país no fue solo su destino final ante el exilio autoimpuesto
forzosamente. Resultó ser su salvación, su casa, su lugar para rea-
lizar las investigaciones ansiadas y encontrar el ideal humanista.

“Nací eslovena y me siento eslovena,


Eslovenia es mi tierra natal y la de mis sentimientos.
A la vez, respeto y estoy agradecida al Paraguay
que es mi patria de adopción.
Este pueblo aún no ha perdido el humanismo y la fe…”

(Susnik en el Anuario del periódico Eslovenia Libre: 1973-75)

27
Carlos Peris

Capítulo II
Principales estudios

Su enfoque

Para muchos científicos sociales, Susnik fue una investigadora


pionera que ha intentado comprender los pueblos originarios, es-
pecialmente aquellos ubicados en la zona chaqueña.
Sus trabajos se desarrollaron dentro del campo de la etnología
general, la etnohistoria, la lingüística y la arqueología, siendo rele-
vantes para un mejor juicio de aquella realidad nativa de la región
latinoamericana.

Branka en Alto Paraguay, 1956.


Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

28
Branislava Susnik

Fructíferas fueron las exploraciones en temas lingüísticos, espe-


cialmente de carácter etnológico y mitológico en los indígenas de
la zona paraguaya, boliviana y del norte argentino. Su desempeño,
por lo tanto, han sobrepasado las fronteras, abarcando gran parte
del sur americano.
Las publicaciones de Susnik eran enviadas a las grandes biblio-
tecas científicas del mundo. Solamente en Buenos Aires existían
unas diez instituciones que intercambiaban con el Museo Andrés
Barbero, dándole significado y valor internacional.
Sus misiones, que duraban entre 5 y 8 meses de convivencia,
fueron sus primordiales fuentes para obtener la realidad propues-
ta a estudiar. Sin embargo no fueron las únicas, vale la pena resal-
tar el enorme trabajo bibliográfico que realizó en varios países.
Se destaca, primeramente, su desempeño archivístico ejecutado
en Asunción, Buenos Aires, Sta. Cruz de la Sierra, Sucre y Tarija.
Por otra parte, en segundo orden, se distinguen sus investiga-
ciones en las bibliotecas de Río de Janeiro, en el Museo Mitre, en la
Academia de la Historia Argentina, en el Consejo Deliberante de
Buenos Aires, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacio-
nal de Asunción y en el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.
Con respecto al Paraguay, precisamente, su labor es colosal y
cubre prácticamente la totalidad de las etnias. Con Susnik, no solo
se logró conocerlos mejor, sino que además, se consiguió entender
y reescribir algunos pasajes de la historia nacional que se encontra-
ban confusos u ocultos.
Es así, como muchos de estos resultados se presentan a conti-
nuación.

Las sociedades aborígenes, entre lo colectivo y lo


individual

Anteriormente se ha mencionado que Susnik ha tenido una


fuerte inclinación hacia la escuela histórico-cultural. Uno de sus
doctorados los realizó en Viena, durante el auge de aquella co-
rriente antropológica.

29
Carlos Peris

Efectivamente, la evolución del ser humano, y de las culturas,


no sigue una sola línea evolutiva. Para Branislava el cambio social
se presentaba en hechos continuos (que nacieron de otros), pero
también en los discontinuos (surgidos de causas nuevas que no
están ligadas necesariamente al pasado).
La realidad social es compleja, y tener acceso a la verdad es una
tarea más que complicada. Uno puede acercarse a ella, pero nunca
conseguirla plenamente, en especial porque la misma se encuen-
tra compuesta por el pasado, el presente y el futuro. La verdad es
construida y puede ser modificada.
La propia Branislava se refería a su enfoque afirmando: “los sis-
temas culturales no son estáticos, por lo tanto para comprender el presen-
te etnográfico, se debe investigar las continuidades y las discontinuidades
ocurridas durante un periodo de tiempo que puede ser siglos o hasta miles
de años”.
En este punto, el profesor Ignacio Telesca reflexionaba que en
Susnik predominó un minucioso análisis de las particularidades,
poniendo énfasis en el cauteloso trabajo que la antropóloga reali-
zaba.
Otro de sus conceptos se encontraba dentro del llamado “dina-
mismo-adaptativo”. Aquel que definía a los procesos sociales, que
en última instancia generan el cambio social, a través del movi-
miento y el ajuste a las diferentes situaciones que deben vivenciar
los individuos dentro de una comunidad.
Uniendo ambos enfoques (la escuela histórico-cultural y el di-
namismo adaptativo), se entiende que la evolución social es multi-
variable, dependiendo de condicionamientos básicos que pueden
ser ecológicos, demográficos y económicos. Sumando a todos los
factores antes citados, se debe agregar los surgidos de la propia
existencia de los sujetos, que no es otra cosa más que el aspecto
psicomental o individual de cada persona.
Es así que el hombre de culturas primitivas recogió sus expe-
riencias de la naturaleza, del ambiente, de las cosas y de sus pro-
pias actividades; el postulado vivencial. Lo vivencial como mues-
tra de una incertidumbre ya que en la vida diaria ocurre lo impre-

30
Branislava Susnik

visible, lo inexplicable, el fracaso y la muerte.De este modo se des-


prendió una importante reflexión de Branka, aquella que afirmaba
que lejos de lo que se pensaba sobre el predominio de la vida en
comunidad en los indígenas, también es relevante, y se forjaba con
intensidad, el carácter particular.
Los pueblos tribales carecen de una historia cronológica. Su
concepto de la vida no es “temporal” (dentro de un tiempo deter-
minado) sino comprendido en un ‘espacio vivencial’ (aquello que
se experimenta todos los días), en el cual se manifiestan sucesos
y eventos. Dentro de esta realidad, la vida se realiza entre todos,
por medio de la caza o la pesca, pero el ser es individual y lucha
ardientemente por conseguir su condición distintiva.
Con respecto a lo anterior, Susnik recordaba: “me explicaron que
me iban a unir al grupo totémico de los osos. Me sorprendí y me resultó
extraño que hubiera sido mi antepasado totémico justamente el oso. Des-
pués me explicaron que el oso siempre respeta las escupidas y que habían
observado que yo las respetaba igual”.
Para el indígena la escupida es algo sagrado; con escupidas, que
son la expresión y el contenido de los seres vivos, se creó la natu-
raleza, por eso piensan que es peligroso pisar la del otro, ya que
matan su vigor.

Misiones de estudios.
Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

31
Carlos Peris

El hombre tiene su propia vida. La individualidad de la perso-


na es, para los primitivos, ley y ni siquiera el chamán puede permi-
tir pisar la escupida de otro, por más humilde que sea.
Por lo tanto, Susnik ha impuesto complejidad a la forma de
analizar a las sociedades. Se ha generado una variada riqueza de
las infinitas causas en aquello que origina el cambio y, en conse-
cuencia, las permanencias socio-culturales e históricas, abarcando
múltiples caminos a ser considerados.

La lengua en el pensar, hablar y actuar

Una de las habilidades mejor desarrolladas en Susnik fue su


comprensión etnolingüística. Los que la conocieron, afirmaron que
su oído tenía una precisión matemática a la hora de entender len-
guajes como sonidos ajenos.
En el año 1960, decía Herbert Baldus que no creía que hubiera,
en el mundo entero, más de una docena de grandes sabios lingüis-
tas que pudieran comprender plenamente a Susnik.
Leonardo Manrique Castañeda (antropólogo y lingüista mexi-
cano), en 1959, admiró la posibilidad que Susnik diferenciara 14
variedades en un solo fonema, exclamando luego: “¡esta mujer tiene
un oído tan fino que puede captar, exactamente, las vibraciones de los
fonemas cual el más moderno aparato electrónico!”.
El médico psiquiatra Alfredo Vara y el antropólogo Philipp
Edebb coincidieron en aseverar que sus frasearios Aché-Guayakí
eran indispensables a cualquier estudio que se desee desarrollar.
Tal capacidad no es de extrañarse, ya que durante su juventud,
se especializó en hablas asiáticas y, además, arribó a Buenos Aires
dominando todos los idiomas europeos y unas cuantas palabras
aprendidas del español.
Sus aportes en este campo son extensos, logrando distinguir el
hablar, la composición verbal y la estructura gramatical de varias
etnias. Sus estudios se encuentran en los Chulupí, Toba-Guaycuru,
Maká, Chamacoco, Maskoy, Aché-Guayakí, Ayoweos – Moros y
Eyiguayegi – Mbaya.

32
Branislava Susnik

En Susnik, el lenguaje en las sociedades primitivas implica una


forma de vivir y pensar. Los mismos contienen una profusa y ge-
neralizada presencia de datos, que son la base indispensable para
la comprensión de la cultura y de la psicología etnosocial de sus
hablantes.
Estudiar la lengua conduce a una comprensión totalizante, ho-
lística de la cultura y la sociedad. Susnik llama taxativamente: “el
pensar, el hablar y el actuar” dentro del ámbito de una civilización
y comunidad, propiciando inferencias universales que pueden ex-
traerse para acercarse a la esencia del ser humano.
Con sus propias palabras en El Último Reportaje de Chase
Sardi, definía: “en los tratados, de 1962 y 1976, se puede apreciar la
estrecha dependencia entre la lengua, la cultura y la sociedad. Para los
pueblos tribales, la lengua no es simple medio de comunicación oral ni
solo depende del acondicionamiento cultural. Las “palabras-términos”
integran, y también imponen, determinadas conductas sociales, rigiendo
el comportamiento convivencial de la comunidad”.
Según ella, el individuo, consecuentemente, adapta a esta nor-
ma su “conducta y su palabra”. De ello derivan frecuentes des-
viaciones psico-emocionales e individuales. La misma estructura
gramatical y sintáctica delimita y orienta sus conceptos de clasifi-
cación verbo-mental de las realidades vivenciales y anímicas. Los
factores “lingüísticos-culturo-sociales” son siempre interdepen-
dientes y caracterizan a un grupo tribal socio-cultural expresivo.
El valor de las tradiciones mitológicas, expresadas oralmente,
es un ejemplo claro de la importancia de la lengua a la hora de
pensar y actuar. En este punto ella se preguntaba, si los mitos no
fueron un factor que propició la esclavitud en el hombre primitivo.
De cierta manera, el nativo necesitaba la explicación mística y el
orden de todo lo que hace y lo que hará. Por miedo o instinto que
le dice que todo lo “humano” carece de fuerza vital, precisando
imperiosamente de elementos mitológicos que resalten y lo guíen
en su camino emprendido.
Lo anterior quizás pueda demostrarse en el papel que juega el
chamán dentro de una etnia. Para Susnik, el estudio de las cere-

33
Carlos Peris

monias de los chamanes y sus alucinaciones quizás haya sido el


mejor camino para conocer la verdadera personalidad de una co-
munidad primitiva.
Estos magos, o “hechiceros”, son los intermediarios entre la
comunidad y las fuerzas sobrenaturales, que conocen todos los
contenidos religiosos y mitológicos de su gente. Ellos beben narcó-
ticos y luego del éxtasis, crean imágenes psíquicas concretas, que
transmiten a sus compañeros, asignando un sentido para cada uno
de ellos.
El hombre primitivo cree en la mentira o se convence de la ver-
dad, siempre que una o la otra convenga a sus deseos o expecta-
ciones.
Efectivamente, se crea una constante búsqueda de la vida fuera
de uno. En un principio, surgió como una costumbre, para luego
transformarse en esclavitud. Esta profundización de la realidad
primitiva es el núcleo de la humanidad misma, durante milenios,
en sus historias sin fechas, nombres y lugares.

Migración de los pueblos indígenas en el Paraguay

Otra área de los trabajos de Susnik se ha encontrado sobre las


migraciones de los pueblos nativos. En similar línea, también se
ocupó del afianzamiento del pueblo paraguayo, especialmente en
el período comprendido entre los siglos XVI y XIX.
Una de sus ideas desarrolladas, con respecto a la formación de
la sociedad paraguaya, consiste en afirmar que ya existía un pensa-
miento de nación antes de la independencia. Estos resultados hoy
son ampliamente discutidos, pues se considera que la constitución
de una nación paraguaya se consolidó muchas décadas después de
los sucesos del 14 y 15 de mayo de 1811.
En su defensa, es destacable que la hipótesis propuesta nunca
ha sido su área de especialización. Además, la idea de una nación
paraguaya forjada hacia los años independentistas fue y es un pen-
samiento que muchos historiadores aún la amparan.

34
Branislava Susnik

Para Branka el pueblo paraguayo proviene del encuentro entre


el español y el indígena y luego, el criollo con el aborigen. Muchos
de los aspectos culturales heredados, por lo tanto, descienden di-
rectamente de la colisión antes citada. Este, no obstante, ha sido
una de las claves determinantes, pero no la única, pues se debe
considerar las diferentes migraciones nativas que se produjeron
tanto en la Región Oriental como Occidental del país.
Sobre lo anterior, los estudios de Susnik exponían que los ti-
pos de cultura que el Paraguay posee fueron del resultado entre la
migración de grupos paleolíticos y neolíticos. La población, con-
secuentemente, en las dos áreas, corresponden a situaciones que
históricamente puede manifestarse por varios factores.
Los paleolíticos eran comunidades sin mucha organización so-
cial, donde su modo de vida se basaba, principalmente, en la reco-
lección y la caza. Eran comunidades muy primarias, que migraban
constantemente sin nunca poder establecerse en un solo lugar. Ya
en el Paraguay, los grupos se movieron en la zona chaqueña, reco-
rriendo permanentemente esta área geográfica.

Susnik en sus trabajos por el Chaco Paraguayo


Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

Por otro lado se encontraban los neolíticos. Estos llegaron a un


grado de cohesión sociopolítica, teniendo una producción de re-
cursos que les obligó a establecer una organización social, com-

35
Carlos Peris

plejizando la distribución de la comunidad. La migración fue en la


Región Oriental, siendo los guaraníes un claro ejemplo.
Los guaraníes al ser un pueblo neolítico, pudieron dejar lega-
dos culturales que repercutieron directamente en la composición
del Paraguay moderno. Las contribuciones heredadas fueron cul-
turales de características inmateriales. Por ejemplo: el profundo
conocimiento medicinal de la herborística (medicina de yuyos cu-
rativos) y la lengua Guaraní, tan extensamente difundida en gran
parte de Sudamérica.
Con respecto a los factores de migración, en especial dentro del
área chaqueña y en las zonas adyacentes, especialmente el “panta-
nal brasilero”, los mismos no necesariamente se produjeron por el
contacto impuesto durante la conquista española.
Siempre existieron relaciones entre los diferentes pueblos indí-
genas, siendo, quizás, uno de los principales motivos de la migra-
ción nativa. Se expresaban en desplazamientos territoriales pro-
ducidos por el mutuo contacto; por divisiones internas y guerras
entre las tribus.
De hecho, al iniciarse la conquista hispana, los pueblos del Gran
Chaco manifestaban su estado de efervescencia migratoria por ha-
llarse en plena belicosidad interétnica.
Por falta de datos arqueológicos, Susnik trabajó principalmen-
te con fuentes documentales, poniendo en tela de juicio algunas
de sus afirmaciones. Sin embargo es una realidad que la migra-
ción se dio por diferentes causas específicas: la presión ejercida
por algunos contra otros, la búsqueda de las principales rutas
fluviales, territorios en disputa y los hábitos de caza y recolección
de alimentos.

El encuentro con el español

La labor de Branka no solamente fue comprehensiva y global,


sino una de las más importantes que se ha escrito sobre la antropo-
logía social y la historia paraguaya.

36
Branislava Susnik

Desde1965 hasta 1971, publicó ens tres tomos del El Indio Co-
lonial del Paraguay, el cual fue uno de los tratados que tuvo ma-
yor trascendencia en la historiografía prehistórica, etnohistórica e
histórica colonial del país.
Las investigaciones trajeron consigo el rompimiento de muchos
mitos de la historia nacional. Uno de ellos, por ejemplo, fue el idíli-
co abrazo hispano-guaraní, que primaba en la historiografía para-
guaya, desmentido por Susnik, poniendo en resalto la resistencia
a la colonización.
Falso es aquel mito que el Paraguay fue un territorio de fácil
conquista. Realmente, los españoles al pisar estas tierras se encon-
traron con más de diez grupos que fueron presentando diferentes
grados de resistencia.
La realidad por lo tanto fue otra, en especial, porque los natura-
les produjeron una fuerte lucha a la dominación española.
El primer alzamiento conocido de los guaraníes se manifestó
entre los años 1542 y 1543. En su carta al Rey, Irala informaba que
recibió la orden de apresar al cacique principal llamado Aracaré
por la rebelión de los guarambarenses. En ese entonces, una prácti-
ca común consistía en capturar y utilizar a los guaraníes como tro-
pas de avanzada ante un territorio hostil que aún no era conocido.
Los conquistados se rebelaron a las órdenes y volvieron por
instigación y amotinamiento fomentados por el mismo cacique re-
belde. Este hecho, de suma importancia, representó la inaugural
negación al servicio militar auxiliar de los españoles, y además, la
primera resistencia registrada.
Por otra parte, el caso más conocido de sublevación de los in-
dígenas hacia sus conquistadores fue el que ocurrió en épocas del
gobierno de Francisco Ortiz de Vergara. Él hizo regresar a la arma-
da de Gonzalo Casco debido a los cruentos ataques que sufría su
pueblo invasor.
Los aborígenes acostumbraban a atacar a los españoles con
dardos venenosos. Dos hermanos, hijos de un cacique principal
llamado Curupiratí, eran quienes principalmente fomentaban la
sublevación de su pueblo ante el insufrible yugo de los conquista-

37
Carlos Peris

dores. Los españoles fueron muriendo, en especial aquellos que se


encontraban en la campaña.
Francisco Ortiz intentó negociar con ellos mediante la interven-
ción de sus amigos caciques de otros pueblos, pero su táctica no
dio resultado. Se llegó así a las armas, el ejército español, junto con
pueblos enemigos, formaron en total más de 2.000 hombres en sus
filas.

Grabado colonial que refleja el supuesto encuentro pacífico.


AFC, Museo Nacional.

La guerra fue sangrienta y ambos bandos sufrieron grandes


pérdidas. Los españoles cuando acorralaron al ejército rebelde in-
tentaron, de nuevo, lograr la paz, pero los nativos no aceptaron e
insultaron a cuanto español podían.
Incluso, a mediados del siglo XVII, cuando los aborígenes ya
se veían diezmados por la superioridad tecnológica que traían los
españoles, produjeron algunos alzamientos bien localizados.

38
Branislava Susnik

Cuando el gobernador Blázquez de Valverde realizó su visita a


Caazapá y Yuty en 1657, los guaraníes se alborotaron, y protesta-
ron contra el empadronamiento tomando, consecuentemente, las
armas. Los dominaba el temor de la “saca de indios” de los pue-
blos para diferentes obras públicas y beneficios de yerba; el cura
doctrinero logró aplacar el alzamiento y el pueblo no sufrió castigo
alguno, hecho que luego se mencionaba como negativo y de mal
ejemplo en ocasión del levantamiento de los guaraníes de Arecayá.
Los tres ejemplos anteriores nos muestran la tenacidad que
presentaban algunos pueblos oriundos. El desprecio que tenía el
indígena hacia el conquistador ibérico era terrible. Durante años,
episodios similares ocurrieron por esta zona. Los indios no escar-
mentaban ante las armas, presentando un proceso de conquista
más que complicado para el dominador.

La relación mestiza e indígena

De las relaciones de violencia antes expuestas, entre el español


y el indígena, puede explicarse el concepto de mestizaje en el Pa-
raguay.
En Branka, desarrollar esta rama de la historiografía nacional
fue fundamental a la hora de comprender la identidad del para-
guayo.
Sus estudios en la materia rompen la visión predominante so-
bre las primeras relaciones interétnicas. Aquella que explicaba que
el entrecruzamiento se produjo por una mezcla racial que se prac-
ticó libre, generosa y aun honradamente (posición tradicional que
se veía reflejada en uno de los historiadores paraguayos más im-
portantes del siglo XX, Efraím Cardozo)
A Branislava siempre le llamaron la atención las dos raíces bien
marcadas que existía entre los mestizos y los indígenas.
Así en 1953, cuando realizaba uno de sus primeros viajes ex-
plicó: “los viejos “Lengua” ven en los paraguayos a sus enemigos… por
supuesto que es verdad que todos los colonos explotaron a los indígenas,
pero los paraguayos fueron los peores, ya que se trata de mestizos, que

39
Carlos Peris

intentan renegar de su sangre indígena, ya en los “Lengua” jóvenes en


lugar del odio hay una especie de competición y hasta denigración de los
paraguayos”.
La experiencia pasada, en Susnik le dio la clave para entender
los procesos del mestizaje. Es un hecho indudable que de la mano
de la conquista se lo produce, pero luego, no surge de la comple-
mentariedad sino de la intimidación ejercida por los mestizos,
agravada, especialmente cuando en el Paraguay dejaron de arribar
españoles, predominando la nueva estirpe.
Esto solo se pudo producir mediante el concepto de lo psico-
social que desarrollaba Susnik. El mestizo no ha hecho una opción
por su madre aborigen sino por su padre español. El historiador
Ignacio Telesca aquí afirmaba: “consistió en optar por uno y no por
otro, que va a afectar no sólo lo social sino también lo psicológico
del nuevo vástago de la tierra”.

Inacabables descubrimientos

Durante 45 años la antropóloga eslovena Branislava Susnik tra-


bajó “en” y “al” Paraguay, señalando la riqueza etnohistórica de
los indígenas guaraníes y chaqueños, principalmente.
Se ha demostrado, en los conceptos antes desarrollados, que
Susnik ha realizado un indudable abanico de aportes en todas las
ramas de las ciencias sociales y humanas. Los mismos se encuen-
tran en sus más de 70 publicaciones, e igualmente, en el Museo
Etnográfico Dr. Andrés Barbero.
Luis Szarán sobre los aportes de Branka en la música se expla-
yó: “en sus exploraciones en las comunidades aparecen permanentemente
menciones relacionadas a la música, creando un rico diccionario de inva-
lorables apreciaciones”.
Otras de sus áreas de productivo avance, solo por citar una últi-
ma, han sido sus trabajos arqueológicos y el estudio realizado, con-
secuentemente, de la cultura material elaborada en los indígenas.
En Susnik, esta forma de cultura material debe entenderse como

40
Branislava Susnik

los estímulos estéticos de los nativos. Es el simbolismo identifica-


dor con lo natural y lo sobrenatural circundante, y la inclinación
natural del hombre hacia “lo bello”. Es también un aspecto de un
“utilitarismo” atractivo, resultante de una uniformidad pautada
de la artesanía y de la misma ornamentación decorativa.
Incluso, hasta se podría observar una división de las funciones
entre el hombre y la mujer, pues algunos elementos eran construi-
dos por unos u otros.

Investigaciones arqueológicas de Susnik.


Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero.

41
Carlos Peris

Por ejemplo en el caso guaraní de las cerámicas y la cestería:


- Las cerámicas: eran hechas exclusivamente por las muje-
res, fabricaban platos, ollas, vasos, pipas, escudillas, etc.; las va-
sijas, denominadas “yapepó” eran de gran tamaño o mediana y
se empleaban para fermentación, como almacenamiento y urnas
funerarias.
- La cestería: eran hechas por los hombres, confeccionaban
canastos y cestos de diferentes formas y para diversos usos. Los
elementos empleados eran las tacuaras denominadas tacuapí, ta-
cuarembó e isipó.
En los conceptos presentados, se encuentra solo una pequeña
parte de la verdadera riqueza de Susnik. Aportes incomparables
para el crecimiento histórico, social, antropológico, arqueológico y
etnográfico del Paraguay.

42
Branislava Susnik

Capítulo III
Últimos pasos

Días finales

Los últimos días de Branislava corrieron en el año 1996, en la


ciudad de Asunción, en el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbe-
ro viviendo austera y calladamente. El Museo era aquel lugar que
eligió como su casa y en que gran parte de sus esfuerzos, 45 años
aproximadamente, había empeñado.
Cuentan sus allegados que dormía poco, al igual de la escasa
comida que ingería. Constantemente se pasaba en su máquina de
escribir, con su habitual costumbre de producir materiales científi-
cos. Si bien ya se había alejado de la docencia universitaria, revisa-
ba sus apuntes anteriores, y deseaba encontrar elementos nuevos,
que antes no pudieron ser hallados o, simplemente, pasaron desa-
percibidamente. Hasta el último momento, como durante toda su
vida, mostró una extraordinaria capacidad intelectual.
Se la recuerda asimismo caminando por los pasillos del Museo,
reflexionando y acordándose siempre de su patria que se encontra-
ba tan lejana y distante.
Después de su muerte se encontraron, en la agenda que la
acompañaba, frases en esloveno que expresaron: “Zakaj, Gosod”
(¿por qué, Señor?), “Samota je tezka” (estar sola es difícil) y “Hva-
la B.” (Gracias Baraga). Dichos pensamientos escritos casi a diario
muestran su estado anímico y su incansable vínculo con la sole-
dad, que se había establecido para su persona.
Al respecto de esos últimos días, Adelina Pusineri expresaba:
“pese a las recomendaciones médicas de reposo y constantes internaciones
no dejó de realizar sus recorridos por los pasillos y la biblioteca, sentada

43
Carlos Peris

en su escritorio, seguía escribiendo. El domingo 14 de abril me llamó por-


que no se sentía bien y la doctora Beatriz Herrero me pidió que sea llevada
al hospital, sola preparó su bolsa de ropas, pues no me dejaba tocar nada,
ya que no quería ser una molestia”.
Murió el 28 de abril de 1996, tras una larga agonía de la enfer-
medad terminal que le aquejaba desde hace un buen tiempo. Falle-
ció con el alma tranquila, sin emitir ninguna queja del sufrimiento
físico que sentía.

“Partió en paz, aquella que resulta de la mesura en todo placer


y de la armonía constante en la vida”.

Homenaje de amigos durante su entierro. Diario Última Hora.

Se le enterró en el cementerio asunceno de la Recoleta, el 30 de


abril de 1996. Tras un sentido adiós y enormes muestras de grati-
tud y reconocimiento, aún suenan las palabras que el Dr. Vicente
González pronunció durante el sepelio:

44
Branislava Susnik

Estamos en una mañana gris, despidiendo al horizonte más alto de la


ciencia paraguaya.
Me toca a mí hablar en esta singularmente triste circunstancia invo-
cando la representación de esas generaciones que han sido formadas
por la Dra. Branka Susnik. De algunos presentes y de los muchos
ausentes. Es bien cierto que numéricamente ese sector está en este caso
mal representado.
Pero asumo esa realidad, y al ocupar este podio, lo hago como un honor
y un compromiso.
Después de escuchar los conceptos vertidos por dilectos representantes
de la vida cultural y científica, me pareció oportuno aportar un poco
más, si cabe, sobre el aspecto de perfil científico de la Dra. Branka: su
dimensión humana.
Acá también invoco la representación de quienes han trabajado a su
lado en carácter de colaboradores, compartiendo con ella las horas co-
tidianas de la labor diaria, en la que todos pudimos medir y aquilatar
el fragor y la pasión que imprimía a su obra. Apegada siempre en la
pulcritud, la puntualidad y la dignidad del trabajo bien hecho.
Tuve el raro privilegio de haber sido uno de sus primeros colaboradores
y muchas veces me he preguntado si los paraguayos nos merecemos
tener entre nosotros a una persona del volumen científico de la Dra.
Susnik. Porque todos sabemos que su inmenso caudal de sabiduría y
probidad científica fue constantemente reclamado por grandes centros
de irradiación científica, no solo en América, sino asimismo en Europa.
Pero ella, por propia decisión y el designio de los hados, prefirió perma-
necer entre nosotros y tanto se consustanció con nosotros que desde
hoy descansará en el cálido seno materno de la tierra paraguaya.
¡Qué honor y qué privilegio inmerecido!
Ese solo gesto, esa decisión de compartir nuestras vicisitudes, lo cual
tornó más árida su labor hasta enmarcarla con ribetes de sacrificio, ya
le hace merecedora de nuestra gratitud eterna y la ubica justiciera-
mente en el sitial de cifra máxima del parnaso científico nacional.
Sin embargo, la Dra. Branka era, permítanme la comparación, como
una perla, pues las perlas tienen la particularidad de que no abundan,

45
Carlos Peris

por eso son valiosas y además permanecen ocultas, siempre a recaudo


del elogio fácil a su belleza.
Ella vivió y murió rindiendo culto al discreto refugio de ese silencio,
que al fin resultó tan fecundo para su obra.
De aquí en más quienes recibimos el testimonio de esa vida de absoluta
entrega, también recibimos la herencia de ese inmenso amor y celo
con que defendió la libertad individual, sin intransigencia contra toda
forma de mediocridad, su indeclinable lucha por llegar a la verdad por
medio del conocimiento y su defensa sin concesiones de esa verdad.

A la demostración anterior de afecto, se agregó el propiciado


por sus auténticos compañeros. Los incondicionales que la recor-
daron como ella hubiese querido, mediante el trabajo incansable
que produjo un sinfín de conocimientos invalorables.

Bartomeu Melià: “Yo desearía que su obra formara por muchos años
más a nuevas generaciones de paraguayos”.

Chase Sardi: “No era contraria a la seria divulgación de la ciencia.


Mas la sacaba fuera de sí la ramplona vulgarización de las teorías y
los conocimientos científicos. La enervaba el pedantesco sabelotodo,
que escribía voluminosos tratados desde su escritorio, sentado en su
poltrona giratoria”.

Adelina Pusineri: “Tenía un carácter muy especial. Yo sabía cómo


trabajar con ella, entonces no había problemas. Siempre estaba a su
disposición. El Paraguay le debe tanto, que ni condecoraciones pós-
tumas, como las que recibió a poco de fallecer, son suficientes para
homenajearla”.

Peña Gill: “Su obra, de rigurosa base investigadora bibliográfica y


de campo, la perfila como una mujer de entrega y construcción en los
niveles del fundamento de la sociedad y del individuo”.

46
Branislava Susnik

Estos fueron los últimos pasos de Branka; si bien su existencia


física desaparecería, aún quedan sus estudios a través de déca-
das de trabajo. En sus pesquisas aún vive, esperando ser releí-
das o sirviendo de base, para conocer aún más lo que fuimos,
somos y seremos.

Reconocimiento

En sus años de fructífera labor científica, Susnik ha ganado el


reconocimiento y prestigio dentro de sus pares. Ella no solo fue
una estudiosa incansable, sino que, se consagró como una verda-
dera referente de los temas que le tocó investigar.
Ha pertenecido a un número importante de sociedades cientí-
ficas y centros académicos, tanto a nivel nacional como internacio-
nal:
- Sociedad Científica del Paraguay.
- Academia de la Lengua y Cultura Guaraní.
- Asociación Indigenista del Paraguay.
- Centro de Estudios Antropológicos del Ateneo Paraguayo.
- Miembro de la Sociedad Suiza de Americanistas.
- Miembro del Centro de Estudios Antropológicos de la Univer-
sidad Católica.
- Miembro Académico de Número de la Academia Paraguaya
de la Historia.
- Miembro Académico de la Academia de la Historia Argentina.
- Miembro Académico de la Real Academia de la Historia de
España.
Además, su labor docta y científica ha sido reconocida, alcan-
zando algunas de las más prestigiosas distinciones:
- Condecoración “Medalla del Ministerio de Defensa Nacio-
nal”, otorgada por el mismo, 1981.

47
Carlos Peris

- Premio “Los 12 del año”, otorgado por Radio 1º de Marzo.


1983.
- Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Asunción.
1986. “En mérito a ser figura de alto relieve intelectual y cientí-
fico, haber prestado eminentes servicios a la Universidad Na-
cional de Asunción, Facultad de Filosofía”.
- Premio “El Lector”: Ciencias Sociales, por el libro “Introduc-
ción a la Antropología Social”. 1988.
- Premio Nacional de Ciencias, otorgado por el Presidente de
la República: Gral. Andrés Rodríguez, en representación del
pueblo paraguayo. 1992.
- Reconocimiento de la Intendencia Municipal y la Dirección de
Cultura de la Ciudad de Asunción, otorgado en ocasión del
Primer Encuentro – Foro sobre Políticas Culturales del Muni-
cipio de Asunción. 1993.
- Condecoración a Título Póstumo, concedida por el presidente
de la República del Paraguay: Ing. Juan Carlos Wasmosy. “Or-
den Nacional del Mérito” en el grado de “Gran Oficial”, el día
15 de mayo de 1996.

Susnik inmortalizada por el Correo Paraguayo.


República del Paraguay

48
Branislava Susnik

- Por los 200 años de la independencia del Paraguay, reconocida


como una de las luces del bicentenario.

Al recibir el “Premio Nacional de Ciencias” en 1992, pronunció


las siguientes palabras:

El hecho de que el Ilustre Congreso nacional paraguayo instauró el


Premio Nacional de Ciencias, interpreta la nueva valoración de las
ciencias exactas, naturales y humanísticas, como un factor importante
de la expresión sociocultural de la nación.
Mi más profundo agradecimiento al Señor Presidente de la Repúbli-
ca, a los Señores integrantes del jurado y al pueblo paraguayo, por el
Premio y las Menciones honoríficas otorgados, que constituirán un
promisor estímulo para el desarrollo de las actividades científicas en
el país.
Vivimos en la época de una civilización tecnológica, impositiva cultu-
ralmente, transformadora socialmente y uniformadora ideológicamen-
te. Esta civilización se fundamenta en una eficiente y dinámica apli-
cación de las heterogéneas, espontáneas y planificadas investigaciones
científicas, las que tácitamente circunscriben el proceso evolutivo de
la humanidad.
Nuestra civilización tecnológica no debe, empero, prescindir de los pos-
tulados de una sociedad humanista. La moderna antropología hállase
empeñada en buscar una conjunción de la ciencia, de la tecnología y
de los postulados humanísticos que son nuestros valores existenciales.

Palabras y distinciones de una obra viva, que seguirá existien-


do en los corazones y las mentes que aman a la humanidad y a las
ciencias.
A todo lo anterior, hay que sumar el Premio Dra. Branislava
Susnik llevado a cabo por el Centro de Estudios Antropológicos
de la Universidad Católica (CEADUC), el Museo Etnográfico Dr.
Andrés Barbero de la Fundación La Piedad, y la Asociación In-
digenista del Paraguay (AIP). El mismo, en el año 2014, cumplió

49
Carlos Peris

su decimotercera edición convocando a estudiantes, investiga-


dores, ensayistas y científicos relacionados con la antropología
paraguaya.
En el año 2009, la Editorial Perceval Press comenzó a preparar
los trabajos para la producción de dos libros sobre los importantes
trabajos etnográficos de Schmidt y Susnik. Los mismos intentarán
retratar, mediante una buena selección de fotos únicas de los pue-
blos indígenas, la riqueza cultural de la región.
Todo lo anterior son muestras claras, incluso hoy más que ayer,
del interés en Susnik, aquel que tantos paraguayos y extranjeros
intentan desentrañar. Esta quizás fue la máxima distinción que re-
cibió Susnik.

Profesora de profesores

Una de las labores que podrían ser consideradas como un indis-


cutible legado de Branka son sus años de docencia universitaria.
Más exactamente, en la Facultad de Filosofía de la Universidad
Nacional de Asunción.
Sobre sus primeros años de erudición recuerda que no fueron
fáciles, pues su metodología de instrucción y su batalla contra la
mediocridad hacían que tuviese más alumnos aplazados que apro-
bados.
En el mismo punto, ella reflexionaba: “empecé con Etnografía
Sudamericana, la cátedra alcanzó el siguiente resultado: el rector de la
Universidad me pidió que me adaptara al nivel cultural de los estudian-
tes, pero a mí me interesan más las cumbres que las llanuras, no hubo
ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo”.
La rigurosidad disminuida nunca fue una posibilidad real. Sus
alumnos comentan que efectivamente la exigencia era real y que,
su materia era una de las más difíciles de aprobar en toda la ca-
rrera. Sin embargo, los afectados, agradecen haber pasado por sus
clases, pues el conocimiento era inacabable, acompañado, además,
de un trato siempre bondadoso y dispuesto a ayudar a aquel edu-
cando que realmente quisiese aprender.

50
Branislava Susnik

Una de las máximas impartidas era el respeto que tenía que


tener todo cientista hacia su objeto de análisis, aquello que se en-
contraba estudiando. El hombre, para ella, no es una cosa que se
manipula deshumanamente; todo lo contrario, debe ser tratado
con respeto, recordando que lo que se tiene enfrente es una perso-
na que nace, vive, sueña, disfruta, anhela, siente y muere.
Hay veces, incluso, que se sentía inmerecida y responsable por
haber sido aceptada dentro de una tribu, contándoles sus más ín-
timos secretos. Esto solo lo ha podido lograr con el trato justo y
auténtico que siempre promulgó, valores necesarios a la hora de
formar a futuras generaciones de historiadores y antropólogos.
Además, detestaba a los cientistas que trabajaban solo desde
sus escritorios; para ella el trabajo de campo es fundamental a la
hora de conocer. Siempre recalcaba a sus alumnos, que el verdade-
ro saber se encontraba ahí, y que dicha tarea, antes que ser fácil y
divertida, correspondía ser tomada con respeto y seriedad, sabien-
do que hasta en algunas ocasiones, la propia vida del investigador
podía correr peligro.
Subrayaba: “no hay nada sensacional desde el punto de vista prácti-
co, claro está que me enfrento a dificultades, cosas desagradables y hasta
cómicas, pero lo que me ha enriquecido son los indígenas, contándome sus
leyendas y sus mitos”.
Otras de sus premisas consistían en nunca caer en el reduccio-
nismo científico. La realidad del ser humano es compleja y sería
un error pensar que tal suceso ocurre solamente por uno o dos fac-
tores. Los componentes psicológicos y sociales deben ser tomados
en conjunto, como parte de un enorme engranaje que los antropó-
logos debían de desentrañar.
Muchos de sus mejores discípulos han colaborado con Branka,
ayudándola en su labor científica. De hecho, para todo aprendiz
serio y hambriento de conocimientos, Susnik representó una puer-
ta abierta de oportunidades. En este aspecto, Chase Sardi afirmaba
que la doctora hizo un genuino equipo multidisciplinario.
Se tienen registros de haber desempeñado funciones de docen-
cia en la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”

51
Carlos Peris

en un Cursillo de Etnohistoria. También ha impartido clases en la


Universidad del Nordeste, Argentina. Su indiscutible hogar aca-
démico, sin embargo, fue la Universidad Nacional de Asunción y,
más exactamente, la Facultad de Filosofía.
La Facultad de Filosofía, ante tan gloriosa persona que pasó por
sus aulas, la colocó en la lista de personajes ilustres. Hoy, además,
su foto se encuentra en la sala de profesores, junto con otros des-
tacados docentes, en reconocimiento, agradecimiento y ejemplo
digno a seguir.
Hasta el año 1986 llevó la Cátedra de Arqueología y Etnología
Americana, dentro de la Facultad de Filosofía, retirándose con la
distinción de Profesora de Honor.
Branka Susnik, una verdadera maestra, formadora de profesores.

El Museo Etnográfico Andrés Barbero

El Museo Etnográfico Andrés Barbero representa hoy en día


toda una referencia en materia de historia y etnografía del Para-
guay.
El mismo reúne importantes colecciones, iniciadas por su fun-
dador el Dr. Andrés Barbero, a través de adquisiciones y donacio-
nes, acrecentada con los viajes de campo del Dr. Max Schmidt y la
Dra. Branislava Susnik, su segunda directora.
En esos primeros años, Branka comentaba: “sobre todo me ocu-
pé de la nueva clasificación de los objetos expuestos, escribí estudios que
fueron publicados en nuestra revista, el Boletín de la Sociedad Científica
y del Museo Etnográfico”. El valor actual en gran parte recae en la
persona de Susnik.
Branislava llevó a cabo unos diecinueve viajes de campo entre
los años 1951 y 1992. Sus viajes etnográficos fueron entre los Maká,
Chulupí (Nivaclé), Lengua (Enlhet), Chamacoco, Chiripá (Ava
Guaraní), Aché, Sanapaná, Emok-Toba y Ayoreo.
Además, sus expediciones arqueológicas desde 1956 hasta 1990,
en el Puerto 14 de Mayo, Alto Paraguay-Chaco, en 1965 a 1968 en

52
Branislava Susnik

Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero. En 1956 se inauguró la actual


sede del museo, España 217, iniciándose una nueva época con exposición
permanente de colecciones, una organizada biblioteca especializada y
documentación sistematizada.
Diario ABC Color.

Paraguarí y Altos; en 1966 en Riacho Alegre, Alto Paraguay-Chaco,


en 1992 en el río Jejuí, San Pedro de Ycuamandyyú.
Se recolectaron así, miles de objetos etnográficos y arqueológi-
cos, además de fotografías que pasaron a formar parte del acervo
del museo.
Fue ella quien definió su tarea específica:
a) Las grabaciones fonográficas de las tradiciones mitológicas
tal como las cuentan los indígenas mismos, en su propia lengua;
b) Recolección de objetos, por más humildes que sean, incluyen
la tradición mitológica de su propio origen desde tiempos legen-
darios;

53
Carlos Peris

c) Una cartoteca lingüística de todos los idiomas tribales del Pa-


raguay.
Le encantaba demostrar lo importante que era el Museo, ade-
más de la sustancial riqueza que representa.
Así expresaba las cualidades: “el museo cuenta con una biblioteca
con libros etnográficos y revistas especializadas de toda Latinoamérica.
En su estado actual este museo representa uno de los sucesos más altos
en el país y, con ello es la base más importante para cualquier etnólogo
extranjero que desee trabajar en el Paraguay”.
Organizar el museo fue la tarea encomendada a la Dra. Susnik;
lo hizo brillantemente, durante toda su vida, dejando al Paraguay
un hermoso e invalorable legado cultural y científico.
El museo también fue su casa, ahí en una pequeña pieza vivió.
Gran parte de sus investigaciones se encuentran guardadas cuida-
dosamente, listas para ser redescubiertas.
Hoy en día, en el Museo se encuentra su secretaria incondi-
cional, Adelina Pusineri, actual directora, siguiendo el legado de
Branka, que fue construido por más de 45 años de incansable labor.

54
Branislava Susnik

Cronología

AÑO SUCESO

1920 Nace en Eslovenia el 28 de marzo. Sus padres fueron Joze Susnik y


Karolina Prijatelj.

1947 Llega a la Argentina el 27 de abril, como parte de contingente de eslo-


venos que huyeron los horrores de la II Guerra Mundial.

1951 Arriba al Paraguay, iniciando ese mismo año sus primeros estudios
con los indios Maká, en la región del Chaco.

1955 Lanza “Principios morfológicos de la lengua Maká”, su primer mate-


rial editado en nuestro país, resultado de sus primeras investigaciones
en territorio paraguayo.

1956 El 13 de junio se naturalizó paraguaya, adoptando el nombre de


Branka para su documento paraguayo. En el mes de agosto inicia su
primera gran expedición al Alto Paraguay.

1958 Concreta otra expedición de gran envergadura al Alto Paraná, en dos


etapas.

1961 Publica Estudios Guayaki y la primera edición del Manual de Etno-


grafía del Paraguay.

1992 Recibe en manos del presidente Andrés Rodríguez el Premio Nacional


de Ciencias.

1996 El 28 de abril fallece en Asunción, un mes después de haber cumplido


los 76 años.

Elaboración propia de tabla, (Fuente: Diario la Nación en su sección Figuras


de la Cultura y la Sociedad)

55
Carlos Peris

Conclusión

Si este libro cayese en manos de Branislava, seguramente, lo


reprobaría por humildad. Pero también reprocharía al autor por
mencionar aspectos suyos, los personales, en un material que se
presenta en forma de libro, recordando que lo trascendental en y
para ella, únicamente, han sido sus trabajos científicos.
En su defensa, quien ha escrito las páginas anteriores alegaría
que gran parte de las experiencias vividas y sobrevividas de Sus-
nik la hicieron lo que fue.
¿Qué pasaría si Branka nunca hubiese tomado ese barco, que
un mes más tarde la trajo a la Argentina? Probablemente hoy, estu-
diosos asiáticos estarían escribiendo, investigando y reflexionando
sobre sus estudios.
¿Qué sería de su búsqueda constante del humanismo, si su épo-
ca de nacimiento era unas décadas más tarde o temprano? Tal vez,
se consolidaría en la rama de las ciencias duras, examinando obje-
tos de forma fría y calculadora.
Los pensamientos expresados hasta parecen un juego mental,
pero enuncian una idea que vale resaltar: cada experiencia de vida,
en la desgracia sufrida y en la alegría pasada, se encuentra la exis-
tencia y obra de Branka.
De esta subsistencia, irrumpe una mujer con todas las letras.
Aquella que se abrió camino en un mundo de hombres, en un país
desconocido, que estableció con fuerza sus modos e ideales y que,
lo más importante, supo continuar en la adversidad, muriendo y
resucitando en una y otra ocasión.
Por otro lado, hoy en día, las máximas exigencias que se so-
licitan a un académico que desea incursionar en el mundo de las

56
Branislava Susnik

ciencias son: enseñar, formar un equipo de trabajo, instruirse con-


tinuamente, investigar, escribir y generar conocimientos hacia y
por el desarrollo de la sociedad que habita.
Todas las obligaciones anteriores, cincuenta años antes, Susnik
lo aplicaba aquí mismo, en el Paraguay.
Indudablemente la palabra que define a Branislava es: científica.
Entonces ¿qué nos queda a las generaciones actuales y futuras?
Primero: seguir su ejemplo de cientificidad, recordando que tal
herramienta del saber ha nacido para mejorar la vida del hombre,
por lo tanto necesita esa gota de humanismo en cualquier empren-
dimiento realizado.
Segundo: releer sus trabajos, descubrirla. En una persona que
ha elaborado aportes incalculables, generaciones se evocarán a
desentrañar parte de la riqueza que se ha heredado.
Tercero: discutirla o refutarla. No todo lo escrito por ella carece-
ría de validez, ya está en nosotros tomar sus trabajos como punto
de partida y comenzar a analizar la realidad actual. A lo mejor sean
la base para saber más o, acaso, la reescritura de partes de nuestra
sociedad que han sido mal interpretadas o confundidas.
Por último, hago mías las palabras de Adelina Pusineri, y recal-
co el siguiente sentimiento: ¡Gracias, Branka, tanto te debemos como
país, que ningún reconocimiento podrá pagarte tus años de dedicación y
trabajo!

57
Carlos Peris

Bibliografía

Cadogan, León. Extranjero, campesino y científico, Memorias.


Biblioteca Paraguaya de Antropología”. Volumen 9. Ed. Fundación
“León Cadogan” y Centro de Estudios Antropológicos. Universi-
dad Católica. Asunción. 1990.
Chase - Sardi, Miguel. El Último Reportaje I, II, III. En: “Correo
Semanal”. Diario Última Hora. 8/15/22 de junio de 1996.
Chase - Sardi, Miguel. La obra de Branislava Susnik. Conferen-
cia en Homenaje a la Dra. Susnik. 13/9/1996. Sociedad Científica
del Paraguay.
Chase-Sardi, Miguel. ”Branislava Susnik y Sus Obras”. Suple-
mento Antropológico. Universidad Católica. Revista del Centro
de Estudios Antropológicos. Vol. XXXI, ns. 1-2, Asunción, 1996,
pp. 45-83
Eremites, Jorge. “Os primeiros passos em direção a uma arqueologia
pantaneira: de Max Schmidt e Branka Susnik a outras interpretações so-
bre os povos indígenas nas terras baixas do Pantanal”. Revista de Ar-
queologia, UFG, San Pablo, 2007 pp. 83-115.
Melià. Bartomeu. “Un Homenaje a la Doctora Susnik. Autora esen-
cial para entender al paraguayo”. En: Última Hora. 6/Mayo/1996. P.
55.
Mislej, Irene. ”Dr. Branislava Sušnik. Slovenska Antropologinja v
Paragvaju”. En: Slovenski Koledar. Ljubljana. 1993, p. 271.
Museo Etnográfico Andrés Barbero: “Documentos Personales y
Diplomas - Títulos de la Dra. Susnik”. Asunción, 2014.
Peña Gill, Julio. “Branka Susnik. Paraguayos honorarios”. En: Re-
vista de El Diario Noticias. Asunción, 1990, pp. 4 - 5.

58
Branislava Susnik

Pusineri, Adelina. “Dra. Branka Susnik, Vida y Obra”: conferen-


cia pronunciada en el Museo Etnográfico de Ljubljana”. Eslovenia,
10/1997.
_______________ Reseña biográfica de la Dra. Branislava Sus-
nik. Museo Etnográfico Andrés Barbero. Asunción, “n: www.pla.
net.py/home/museoetn/dra.htm - 23/01/2001.
SUSNIK, BRANKA. “Dimensiones migratorias y pautas culturales
de los pueblos del Gran Chaco y de su periferia (enfoque etnológico)”.
Universidad del Nordeste, Resistencia, 1972.
______________ Guía del Museo: Etnografía Paraguaya. 9ª ed.,
Museo Etnográfico Andrés Barbero. Asunción, 1984.
______________ “Las características etno-socio-culturales de los
aborígenes del Paraguay en el siglo XVI. Historia Paraguaya, Asun-
ción, 1987, pp. 81-103.
______________ “Prof. Dr. Max Schmidt: su contribución etnoló-
gica y su personalidad”. Museo Etnográfico Andrés Barbero. Asun-
ción, 1991.
Telban, Blaz. “Bicho Raro” paragvajskih ravnic ali srecnje z Dr.
Branislavo Sušnik. En: Etnolog. N°3. Ljubljana, 1993, p. 212.
Telesca, Ignacio. “El mestizaje en Paraguay como categoría analítica
en la obra de Branislava Susnik”. Revista Res Gesta, Pontificia Uni-
versidad Católica Argentina de Rosario, Rosario, 2008, pp. 219-247.

59
Carlos Peris

Anexo
Desempeño Profesional

Por: Miguel Chase-Sardi


(Suplemento Antropológico. Universidad Católica. Revista del Centro de
Estudios Antropológicos. Vol. XXXI, N°s: 1-2. Diciembre 1996)

I. ACTIVIDADES:

a) Directora del Museo Etnográfico Andrés Barbero (1951 1996):


• Reorganización museológica.

• Acrecentamiento de las colecciones arqueológicas y etnográficas.

• Difusión científica.

• Misiones de estudios etnográficos y de exploraciones arqueológicas.

• Acrecentamiento de la biblioteca especializada en Americanística.


• Edición de Boletines y libros conn base en las investigaciones rea-
lizadas
• Asistencia a los investigadores que recurren a esta institución.
b) Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional:
• Estudio de la cultura aborigen del Paraguay (1953)
• Curso libre de Etnografía Paraguaya (1960).
• Cátedra de Antropología Cultural (1961).
• Cátedra de Arqueología y Etnología Americana (1961 a 1985). 

60
Branislava Susnik

II. MISIONES DE ESTUDIOS:

• Investigación entre los Makas de la Colonia “B. de las Casas”,


1952.
• Investigación etnolingüística de los Chulupíes Pilcomayenses,
1952.
• Investigación etnolingüística entre los Eenthlit Lengua del Chaco
Central, 1953.
• Expedición científica al Chaco Boreal (Chamacoco Moro). 1956.
• Exploración arqueológica del Alto Paraguay, Pto. 14 de Mayo,
otros, 1956.
• Misión de estudios entre Chiripa Guaraníes: 1958.
• Misión de estudios: Aché Guayakíes. Arroyo Morotí. S. Juan Ne-
pomuceno, 1960.
• Estudio etnolingüístico entre los Sanapaná del Chaco. 1962.
• Misión de estudios de los Emok Toba. 1962.
• Misión de estudios a los Ayoreos Moros. Fortín Batista. 1963.
• Exploraciones arqueológicas del área de Paraguarí y Altos (Gua-
raní), 1965 1968.
• Exploración arqueológica en Riacho Alegre. Cerámica Guana
Mbayá. Alto Paraguay Chaco, 1966.
• Misión de estudios de la aculturación de los Chamacocos del Alto
Paraguay. Bahía Negra, 1968/69.
• Revisión de los hallazgos arqueológicos de la Zona de Hohenau,
1970.
• Misión etnolingüística entre los Eenthlit Lengua Maskoy de la
Misión Anglicana Maktlawaiya, 1976.
• Misión de tomas fotográficas para la colección de diapositivas so-
bre las ex Misiones Jesuíticas guaraníes de San Ignacio, Santa
María de Fe, Santa Rosa. Santiago, San Cosme y Damián, Trini-
dad y Jesús. 1977.

61
Carlos Peris

• Exploración arqueológica en Pto. 14 de Mayo Alto Paraguay,


1990.
• Misión de tomas fotográficas del material arqueológico del Museo
Aníbal Cambas. Posadas Misiones Argentina. 1990.
• Viaje de recolección de material arqueológico guaraní en la zona
del río Jejuí San Pedro de Ycuamandyyú, 1992.

III. INVESTIGACIONES:

• Cuatro investigaciones etnohistóricas y etnosociales de los indíge-


nas del Paraguay Colonial (Guaraní Colonial, Guaraní de las Mi-
siones, El Chaqueño Colonial, Chiriguanos). Años: 1964, 1965,
1967, 1970. Archivos de Asunción, Buenos Aires, Sta. Cruz de la
Sierra, Sucre y Tarija.
• Investigación sobre Dispersión prehistórica Tupí Guaraní en Bi-
bliotecas y Archivos del Brasil (1974):
• Archivo de Itamaraty: Biblioteca Nacional de Río de Janeiro.
• Investigaciones en bibliotecas y archivos sobre la Antropología
Social del Paraguay, siglos XVI, XVII, XVIII, XIX; y para la
colección “Interpretación Etnocultural de la Complejidad Suda-
mericana antigua: Archivo Nacional de Asunción - Biblioteca del
Museo Mitre (Bs. As.) - Biblioteca de la Academia de la Historia
Argentina (Bs. As.) - Biblioteca del Consejo Deliberante de Bs.
As. - Biblioteca Nacional de Bs. As., reservados: Colección “Gas-
par Gracia Viñas” - Biblioteca del Museo Etnográfico. - Facultad
de Filosofía, Bs. As. - Biblioteca del Museo Etnográfico Andrés
Barbero.

 IV. CURSILLOS Y CONFERENCIAS

• “Origen del hombre americano”. Ateneo Paraguayo. Día de la


Raza. 1953
• “Los indígenas del Chaco Paraguayo”.

62
Branislava Susnik

• Academia Literaria del Colegio San José. Asunción. 1955.


• “Las sociedades secretas entre los pueblos primitivos”. Rotary de
Asunción. 1955.
• “Migraciones Americanas, Etnología Sudamericana”. 1956.
• “La Cultura de los Chamacocos”. Resultado de la Misión de es-
tudios. 1956.
• Cursillo de Etnolingüística. 1959.
• Cursillo de Antropología Social y Etnografía Paraguaya. 1966 -
1967.
• Cursillo de Etnohistoria del Paraguay. Para postgraduados. Fa-
cultad de Filosofía. Universidad Católica. 1969.
• Cursillo de “E1 gran Chaco Etnográfico”. 1971. Facultad de Hu-
manidades. Instituto de Historia, Resistencia. Universidad del
Nordeste. Argentina.
• Seminario “El rol del indígena en la formación y en la vivencia
del Paraguay”. Bajo los auspicios del Instituto Paraguayo de Es-
tudios Nacionales (IPEN), limitado a postgraduados en diferentes
ramas profesionales. 1981.
• Invitación de Fundación Japón a visitar y dictar conferencias en
Universidades del Japón sobre Etnohistoria Paraguaya, estudios
etnográficos americanos; entabló conversaciones referentes a las
relaciones culturales paraguayo-japonesas. Visitó universidades,
museos, lugares históricos en Tokio, Kioto y Osaka, además visi-
tó a los Ainos, grupo étnico antiguo de la isla Hokkaido. Marzo.
1983.
• Conferencia de incorporación, como Miembro de número, a la
Academia Paraguaya de la Historia: “Una visión Antropológica
del Paraguay Colonial”. 1984.
• Conferencia: “El aporte alemán a la Etnografía Paraguaya”. Cen-
tro Cultural Paraguayo Alemán. 1984.
• Conferencia: “De la Prehistoria a la Conquista”, pronunciada en
el VIII Curso internacional de Etnología y Antropología, orga-
nizado por el Centro Cultural Español “Juan de Salazar”. 1991.

63
Carlos Peris

 V. LISTA DE PUBLICACIONES DE SUSNIK, DRA.


BRANISLAVA (BRANKA)

• 1954. Chulupí. Esbozo gramatical analítico. Estudios Pampeanos


I. As.
• 1955. Principios morfológicos de la lengua Mak’a. Estudios Pam-
peanos II. As.
• 1956/57. Actividades Antropológicas en Paraguay. En Revista
Runa. Vol. VIII.
• 1957. Estudios Chamacoco. Parte 1ª y 2ª. Organización social,
mitológica y Chamanismo. Boletín de la Sociedad Científica del
Paraguay y del Museo Andrés Barbero. Vol. I. Etng. l. As.
• 1957. Estructura de la Lengua Chamacoco Ebitoso (con fraseario
del dialecto Ebitoso). Boletín de la Sociedad Científica del Para-
guay y del Museo Andrés Barbero. Vol. I. El. 1. As.
• 1958. Eenthlit Appaiwa Lengua-Maskoy. Estructura gramatical.
Parte 1ª. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Mu-
seo Andrés Barbero. As.
• 1958. El Museo Etnográfico y Arqueológico de Asunción. En Bo-
letín de Educación Paraguaya. Año II. Nºs. 19 y 20. As.
• 1959. Notas Complementarias al “Sistema de la Etnología” de Max
Schmidt. Manuales del Museo Andrés Barbero. Vol. I. As. 1959.
• 1959. Informe sobre las Actividades del Museo (1956 - 1958). Bo-
letín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográ-
fico. Vol. III. Misc. 1. As.
• 1959. Afinidades Estructurales del Verbo Chulupí y Mak’a. Bole-
tín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfi-
co. Vol. III. Misc. 1. As.
• 1959. Material Arqueológico del Área Alto-Paraguayense. Bole-
tín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfi-
co. Vol. III. Misc. 1. As.
• 1960. Bosquejo de la Charla sobre “Los Mak’a”. (A los alumnos de
la Escuela Paraguaya de Guías Intérpretes y Guías de Turismo). As.

64
Branislava Susnik

• 1960. Estudios Guayakí. Parte 1ª. Fraseario. Boletín de la Socie-


dad Científica del Paraguay y del Museo Etnográfico. Vol. IV. El.
5. As.
• 1960. Catálogo Explicativo de las Colecciones del Museo Etno-
gráfico Andrés Barbero. Parte 1ª. As.
• 1961. Estudios Guayakí. Parte 1ª. Gramática y Vocabulario “A-
J”. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo
Etnográfico. Vol. V. El. 6. As.
• 1961. Apuntes de Etnografía Paraguaya. Manuales del Museo
Andrés Barbero. Vol. II. As.
• 1962. Algunas Palabras Culturales del Área Chaqueña. Compa-
raciones. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Mu-
seo Etnográfico. Vol. VI. As..
• 1962. Catálogo de objetos recogidos entre los Guayakies y los Chi-
ripás. Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo
Etnográfico. Vol. VI. As.
• 1962. Vocabulario Aché Guayakí. Continuación. Parte 3ª. (Letras
K-T). Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo
Etnográfico. Vol. VI. As.
• 1962. Estudios Emok - Toba (Chaco). Parte 1ª. Fraseario.
• Boletín de la Sociedad Científica del Paraguay y del Museo Etno-
gráfico. Vol. VII. El. 7. As.
• 21. 1962. Algo más sobre los Indígenas del Chaco Paraguayo. En:
“El Gran Chaco Paraguayo, amparo de Civilización y Progreso”.
1935-1965, As.
• 1963. La Lengua de los Ayoweos - Moros. Estructura Gramati-
cal y Fraseario Etnográfico. Boletín de la Sociedad Científica del
Paraguay y del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. VIII. El.
8. As.
• 1963. Catálogo Explicativo de las Colecciones del Museo Etno-
gráfico Andrés Barbero. Parte 2ª. As.
• 1964. Arqueología y Etnología Americana. Apuntes de Clases
Dictadas. As.

65
Carlos Peris

• 1964. El Guaraní en la vida Socio-Económica Colonial. En: Re-


vista de Sociología. Año I. Nº 1. As.
• 1965. El Guaraní Colonial. “El indio Colonial del Paraguay”. T.
I. As. 1966. Los trece Pueblos Guaraníes de las Misiones 1767
- 1803. “El Indio Colonial del Paraguay”. T. II. As. 1968. Chi-
riguanos. Dimensiones Etnosociales. T. I. As. 1968. pp. 269. Ed.
del Museo Etnográfico Andrés Barbero.
• 1969. Chamacoco. Cambio Cultural. T. I. As. 1969. pp. 243. Ed.
del Museo Etnográfico Andrés Barbero. (Reedición Facsímil.
1995).
• 1970. Chamacoco. Diccionario Etnográfico. T. II. As. 1970. Ed.
del Museo Etnográfico Andrés Barbero.
• 1971. Los Patrones Estructurales de la Lengua Toba - Guaycurú.
“Lenguas Chaqueñas’. Vol. I. As. Ed. del Museo Etnográfico An-
drés Barbero.
• 1971. El Chaqueño: Guaycurúes y Chanés Arawak. “El Indio Co-
lonial del Paraguay”. T. III. As.
• 1971. Los Principales Verbos del Vocabulario Eyiguayegi - Mba-
ya. Orden Estructural. “Lenguas Chaqueñas”. Vol. II. As.
• 1971/72. Edición: Gramática y Vocabulario Eyiguayegi Mbaya,
según el Manuscrito del P. José Sánchez Labrador, S. J., del Siglo
XVIII. “Lenguas Chaqueñas”. Vol. I. As. 1971. pp. 170; Vol. II.
As. 1971. pp. 257; Vol. III. As.
• 1972. Familia Zamuco: Chamacoco Ayoweo. “Lenguas Chaque-
ñas”. Vol. IV. As.
• 1972. Dimensiones Migratorias y Pautas Culturales de los Pueblos
del Gran Chaco y su Periferia. Instituto de Historia. Facultad de
Humanidades. Universidad del Nordeste. Resistencia. Argentina.
• 1973. L’Homme et le Surnatural (Gran Chaco). En: Bulletin de la
Societé Suisse des Americanistes. Nº 37. Genéve - Suisse.
• 1973. Indians of the paraguayan Chaco. Indian tribes of the eas-
tern Paraguay. En: Paraguay, Ecológical Essays. Ed. J. Richard
Gorham. Academy of the arts and sciences of Americas. Miami.

66
Branislava Susnik

• 1974. El Hombre y la Comunidad. Las antiguas pautas indígenas


del gran Chaco. En: Revista “Itapytapunta”. Facultad de Filoso-
fía de la UNA. Año I. Vol. 1. As.
• 1975. Dispersión Tupi - Guaraní Prehistórica. Ensayo analítico. As.
• 1975. El Rol de la Iglesia en la Educación Indígena Colonial. En:
Revista Estudios Paraguayos. Vol. III. Nº 2. As.
• 1975. Aproximación a la realidad vivencial y al ethos existencial
en el Paraguay Colonial. (Ambiente Rural). En: Revista Estudios
Paraguayos. Vol. III. Nº 2. As.
• 1977. Lengua - Maskoy. Su Hablar. Su Pensar. Su Vivencia.
“Lenguas Chaqueñas”. Vol. VI. As.
• 1977. What is really the main problem of the Lengua? En Pa-
raguayan Chaco Indian Colony (The Anglican Church in Para-
guay). As.
• 1978. El Hombre y lo Sobrenatural (Gran Chaco). En Culturas
Condenadas. Compilación de Augusto Roa Bastos. México.
• 1978. Resistencia activa de los Guaraníes. En Las Culturas Con-
denadas. Compilación de Augusto Roa Bastos. México.
• 1978. Etnohistoria de los guaraníes. Época Colonial. “Los Aborí-
genes del Paraguay”. T. II. As.
• 1981. Etnohistoria de los Chaqueños (1650 1910). “Los Aboríge-
nes del Paraguay”. T. III. As.
• 1981. Religión y Religiosidad en los Antiguos Pueblos Guaraníes.
En La Religiosidad Popular Paraguaya. Aproximación a los Valo-
res del Pueblo. Ed. Loyola. As.
• 1981. Las Relaciones Interétnicas en la Época Colonial (Para-
guay). En Suplemento Antropológico. Vol. XVI. Nº 2. As.
• 1982. Cultura Material (Guaraní y Chaco). “Los Aborígenes del
Paraguay”. As.
• 1982/83. El Rol de los Indígenas en la Formación y en la vivencia
del Paraguay. Ed. Instituto Paraguayo de Estudios Nacionales
IPEN. T. I. As.

67
Carlos Peris

• 1982. Realidad Socio Cultural de las Comunidades Indígenas. En


Suplemento Antropológico. Vol. XVII. Nº 2. As.
• 1983. Ciclo Vital y Estructura Social. “Los Aborígenes del Para-
guay”. T. V. As.
• 1984. El Aporte Alemán a la Etnografía Paraguaya. En Suple-
mento Antropológico. Vol. XIX. Nº 1. As.
• 1984. La Cultura Indígena y su Organización Social dentro de
las Misiones Jesuíticas. En: Suplemento Antropológico. Vol. XIX.
Nº 2. As.
• 1984. Una Visión Antropológica del Paraguay Colonial. En His-
toria Paraguaya. Vol. XXI. As.
• 1984/85. Aproximación a las Creencias de los Indígenas. “Los
Aborígenes del Paraguay”. T. VI. As.
• 1986. Artesanía Indígena. Ensayo Analítico. As. 1986. pp. 134.
Ed. Asociación Indigenista del Paraguay. As.
• 1986/87. Lenguas Chaqueñas. “Los Aborígenes del Paraguay”.
T. VII/1. As.
• 1987. Las Características Etno-Socio-Culturales de los Aboríge-
nes del Paraguay en el Siglo XVI. En: Historia Paraguaya. Vol.
XXIV. As.
• 1987. Los Instrumentos Musicales entre los Aborígenes del Para-
guay. En Arlequín. Año I. Nº 1. As.
• 1988. Etnohistoria del Paraguay. Etnohistoria de los Chaqueños y
de los Guaraníes. Bosquejo Sintético. Suplemento Antropológico.
Vol. XXIII. Nº 2. As.
• 1988. Introducción a la Antropología Social (Ámbito Americano).
Manuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. III. As.
• 1989. Cultura Religiosa. (Ámbito Americano). Manuales del
Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. IV. As.
• 1990. Guerra. Tránsito. Subsistencia. (Ámbito Americano). Ma-
nuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. V. As.

68
Branislava Susnik

• 1991. Una Visión Socio-Antropológica del Paraguay del Siglo


XVIII. As.
• 1991. Prof. Dr. Max Schmidt. As.
• 1992. Una Visión Socio-Antropológica del Paraguay del Siglo
XIX. 1ª Parte. As.
• 1992. Introducción a las Fuentes Documentales referentes al In-
dio Colonial del Paraguay. As.
• 1993. Una Visión Socio-Antropológica del Paraguay. XVI-1/2
XVII. As.
• 1994. Interpretación Etnocultural de la Complejidad Sudameri-
cana Antigua (Parte I.). Formación y Dispersión Étnica. As.
• 1995. Interpretación Etnocultural de la Complejidad Sudamericana Antigua
(Parte II). El Hombre, Persona y Agente Ergológico. As.

• 1995. Los Indios del Paraguay (Coautoría: Miguel Chase Sardi). Ed. MA-
PFRE S.A. Madrid. 1995. pp. 452.

• 1996. Poblados - Viviendas. Manufacturas Utilitarias. (Ámbito Sudameri-


cano). Manuales del Museo Etnográfico Andrés Barbero. Vol. VI. (Edición
Póstuma). As. 1996. Ed. del Museo Etnográfico Andrés Barbero.

• 1997. Tendencias Psicosociales y verbomentales Guaycuru - Maskoy - Za-


muco. Ensayo Analítico (Edición Póstuma). As.

69
Carlos Peris

Sobre el autor:
Carlos Peris: Licenciado en Sociología por la Universidad Cató-
lica “Ntra. Sra. de la Asunción”, Paraguay (2012).
Posgraduado en Metodología de la Investigación, Universidad
Europea Miguel de Cervantes, España (2013) y en Didáctica Uni-
versitaria, Universidad Nacional de Asunción, Paraguay (2014).
Actualmente se encuentra cursando la Maestría en Cooperación
Internacional e Inclusión Social, Universidad Carlos III de Madrid,
España.
Labores de docencia en nivel secundario, Colegio Lumen, y
universitario: Facultad de Filosofía, Universidad Nacional de
Asunción, y Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, Universi-
dad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, Paraguay.
Investigación en la Asociación SOCIODATA, el Centro de Po-
líticas Públicas de la Universidad Católica “Ntra. Sra. de la Asun-
ción” y del Instituto Alemán de Estudios Globales (GIGA-HAM-
BURGO).
Miembro del Grupo de Trabajo N°4: Sociología de la Educa-
ción, de la Asociación Internacional de Sociología.

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Branislava Susnik

Próximos Volúmenes
4 José de la Cruz Ayala, Alón, pensador liberal
Claudio Fuentes Armadans

5 José Segundo Decoud , el ideólogo republicano


Bernardino Cano Radil
6 Adriano Irala, el gran presidente
Herib Caballero Campos
7 Rafael Franco, el revolucionario
Erasmo González
8 Genaro Romero, el defensor del Progreso
Alcibíades González Delvalle
9 Luis Riart, el diplomático
Ricardo Caballero Aquino
10 Escolástica Barrios de Gill
las Joyas para la Defensa, Ana Barreto Valinotti
11 Luis de Gasperi, el Padre del Código Civil paraguayo
Juan Bautista Rivarola Paoli
12 Rafael Masi Pallarés, investigador apasionado
Bernardo Neri Farina

71
Carlos Peris

Luis Rojas Villagra

Ricardo Caballero Aquino

Impreso en
Mercurio S.A.
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