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CAPÍTULO I.

- LA IDEA DE LA MUERTE DE DIOS: UN CONCEPTO ANTES DE


NIETZSCHE

“Dios ha muerto:

pero tal vez sigan existiendo cavernas

en las que se muestre su sombra,

¡y nosotros tenemos aún que vencer su sombra!”

(Friedrich Nietzsche…)

1. El profeta de la muerte de Dios.

La época contemporánea en occidente ha sido marcada por la proliferación de


pensamientos muy interesantes que han llevado a la creación de nuevas ideologías. Con
mucho esta época está marcada con sucesos desastrosos, tales como las dos guerras
mundiales. Estos sucesos e ideologías del siglo XX han sido fuertemente influenciados por
doctrinas del siglo anterior, en especial por aquellas doctrinas nihilistas, escuelas que han
negado la trascendentalidad del mundo, predicando así, una inmanencia en la realidad.

Prestando atención en la historia de la filosofía occidental se puede vislumbrar un


caminar intelectual que inicia formalmente desde Platón, Aristóteles, con todo lo que
implica su pensamiento, y que al mismo tiempo son doctrinas desde las cuáles empieza a
filosofar también el cristianismo con Agustín de Hipona, Tomás de Aquino y otros
pensadores. Sin embargo a partir de la modernidad ha empezado un alejamiento de aquella
referencia filosófica, de ese fundamento de la realidad que predicaba la filosofía, del ser
desde el cuál se había relfexionado desde entonces: Dios y todo lo que él representa. Este
alejamiento ya en la filosofía contemporánea se ha hecho más drástico.

Friedrich Nietzsche, originario de Röken vivió en el siglo XIX y es considerado un


filósofo ateo que ha sido referencia determinante para el pensamiento actual y para esta
racionalidad atea y anti metafísica vigente. Desde muy temprana edad se vio en él una
rebeldía y una actitud irreligiosa que ya a los trece años mencionó su “a priori
inmoralista” en el que concibe a Dios como el autor del mal 1. Nietzsche creció, estudió
filología, pero años después se fue alejando de ella para dedicarse a la filosofía. En esta
ciencia filosófica nombró a Schopenhauer como su educador siendo el ateísmo quien lo
llevó al filósofo2, pero tiempo después empezó a alejarse también de su filosofía.
Emprendió entonces un camino filosófico en el que se autonombró como el “profeta de la
muerte de Dios”, y en esta frase recae en gran medida su crítica a la tradición occidental, a
su metafísica.

Su pensamiento ha sido particularmente importante, además su agresividad, su crítica,


su persona misma es algo que ha fascinado a numerosos filósofos posteriores a él. Casi al
final de su vida lúcida es consciente de esto y dice:

“Sé cuál es mi suerte. Un día mi nombre irá unido a algo gigantesco, al recuerdo de una
crisis como jamás la ha habido en la tierra, del más profundo enfrentamiento de consciencia,
de un juicio definitivo mediante un conjunto contra todo lo que hasta ese momento se había
creído, exigido y santificado. No soy hombre, soy dinamita”3.

1
Historia de la filosofía, p. 553.
2
Historia de la filosofía, ecce homo, p. 553.
3
El pensamiento como dinamita, p. 153.
Adelante vuelve a decir sobre sí: “Yo soy con mucho el hombre más terrible que ha
existido hasta ahora”4. Estas palabras son totalmente ciertas, respecto a lo que el pensador
de Röken nos dejó en su filosofía antes de fallecer. ¿Qué es esa dinamita de la que habla
Nietzsche? ¿Por qué tenemos que considerarlo el ser más terrible? ¿Acaso no es una
exageración respecto lo que dice de sí mismo? Definitivamente este hombre es la dinamita
que trajo a occidente una filosofía crítica y creó una verdadera situación de incertidumbre.
Ya dice al respecto Alberto Constante en uno de sus artículos:

“cuando se entra en el gran teatro nietzscheano cobra en nosotros unos rasgos de desasosiego
que se filtra cuando tiemblan los fundamentos que dan credibilidad a todo cuanto nos ha sido
lo más familiar, el cimiento de nuestras certezas, la base de nuestras seguridades (…)” 5

Este carácter agresivo de la filosofía de Nietzsche no lo da solamente la forma en que


fue escrita su obra filosófica sino también de manera más intensa el mismo contenido, que
como dice Alberto Constante, va contra nuestras seguridades en las que tenemos sostenida
la esperanza en nuestra vida, en quien se funda nuestra manera de actuar, en todas las cosas
en que creemos. El pensamiento más contundente de Nietzsche que hace que tiemblen los
fundamentos de credibilidad es la doctrina del nihilismo que resume en la frase “Dios ha
muerto”, en la que Nietzsche, madurando una conciencia histórica de sus más lejanas
raíces, en el platonismo y el cristianismo, siente una obligación por superar los males que
trae consigo6. Esta doctrina nietzscheana es un diagnóstico temprano de la “enfermedad”
que afligirá al siglo.

Hace entonces un análisis de la conciencia histórica de occidente que traerá consigo


una crítica a su tradición, contra el fundamento mismo de su metafísica, de su moral, de su
fe, de su Dios. Justamente la filosofía en occidente había tenido un fundamento, Dios, y fue
Nietzsche, que junto con otros maestros han sido los que fueron introduciendo la sospecha
sobre su existencia.

4
El pensamiento como dinamita, p. 153.
5
La modernidad en llamas, p. 14.
6
Franco Volpi, el nihilismo, p. 47.
2. La influencia del pesimismo.

El camino filosófico de Nietzsche ha sido producto de su reflexión, de su análisis, de su


ojo crítico y en fin, de su capacidad intelectual y su genialidad. No obstante hubo algunos
personajes claves que influyeron directamente en su pensamiento, y muy en especial que le
condujeron hacia la puerta de la “muerte de Dios”, del nihilismo.

En este sentido, la influencia del pesimismo es conocida, especialmente (como ya


hemos apuntalado en un principio) la filosofía de Schopenhauer. Sería impensable la
filosofía de Nietzsche sin el horizonte metafísico con la concepción schopenhaueriana de la
Voluntad7.

2.1 Schopenhauer y el horizonte metafísico de la Voluntad.

Nietzsche considera el pesimismo schopenhaueriano y el desvelo en la Nada como una


forma de “nihilismo pasivo”, un debilitamiento del poder del espíritu. Asimismo, Friedrich
considera a este pensador como un maestro y expresa en un fragmento póstumo en 1880:
“los nihilistas tienen como filósofo a Schopenhauer”8. Y aunque el tema fundamental de
Schopenhauer no fue el nihilismo sino más bien el pesimismo, sus reflexiones han marcado
de manera definitiva a Nietzsche.

La filosofía schopenhaueriana está ligada vitalmente a la vida y al temperamento de su


autor, y él mismo reconoce que cualquier autor refleja en su obra gran parte de su vida, y en
su vida gran parte de su obra. Él en el volumen I de los Parerga habla acerca de esta unidad
entre el autor y su obra, aunque innegablemente no en referencia a su caso en particular:

“Lo que nos hace felices de forma más inmediata es la alegría de ánimo; pues esta buena
cualidad se recompensa a sí misma al instante. El que está contento tiene siempre causa para
estarlo: precisamente esa, que lo está. Nada como esa cualidad puede remplazar tan
plenamente cualquier otro bien, mientras que ella misma no puede ser substituida por nada.
Por mucho que uno sea joven, rico y respetado, cuando se quiere juzgar sobre su felicidad se

7
Volpi, el nihilismo, p. 48
8
Nietzsche, 1988: IX, 125, visto en Franco Volpi, el nihilismo, p. 48.
plantea la pregunta de si está contento de serlo; en cambio, si está contento, da igual que sea
joven o viejo, erguido o jorobado, pobre o rico, es feliz”9

El temperamento de Schopenhauer si bien era el contrario a las anotaciones que hizo en


Parerga puesto que él ha sido considerado como un personaje negativo que veía las cosas
por el peor lado, y esta es la característica más notable en su filosofía que es precisamente
su pesimismo.

Esta escuela del pesimismo es tanto una actitud vital (ver las cosas por el lado menos
favorable) pero también es una actitud filosófica (visión del mundo como algo
inevitablemente malo)10. Esta última idea, la del pesimismo como una actitud filosófica es
la que más interesa respecto a su horizonte metafísico, puesto que en este panorama el
mundo se presenta como algo intrínsecamente malo, tanto como la vida, juicios que traen
consigo consecuencias práctico-morales relevantes. En esta visión todo esfuerzo es inútil,
excepto el que lleva a redimir la existencia con la negación de la voluntad11.

Este mundo es cruel desde esta visión pesimista pero detrás de todos los dolores y
sufrimientos humanos, hay algo más, algo que no muere, la voluntad 12. El término de
voluntad no es nuevo en la filosofía, sin embargo, lo novedoso de este concepto en
Schopenhauer recae en el hecho de que éste lo dota de una fuerza tal que lo convierte en
respuesta el enigma del mundo, la voluntad como sustrato de la realidad, la clave para
resolver ese misterio que encierra al mundo. La Voluntad schopenahueriana tiene varias
características, pero debemos partir del punto de que para este filósofo es el principio y
fundamento último de la realidad, que tiene una supremacía absoluta en el plano
metafísico.

La principal obra de Schopenhauer se llama “El Mundo como Voluntad y


Representación” y en esta obra afirma de manera más concreta el valor metafísico de la
9
A. Schopenhauer, Parerga y Paralipómena, vol. I, trad., introducción y notas de P. López de Santa María,
Trotta, Madrid, 2006, p. 342.
10
Remedios Ávila, p. 158.
11
Remedios Ávila, p. 158.
12
Remedios Ávila, p. 158.
Voluntad que es concebida como esencia y fundamento total de la realidad, de la
naturaleza fenomenal, la “cosa en sí13. La filosofía kantiana que retomó este filósofo
pesimista le abrió un panorama de la realidad, identificó el noúmeno kantiano con la
Voluntad que él predicaba, aunque a diferencia de Kant, la Voluntad si puede ser
percibida, aunque no por medio de los sentidos. Se puede entonces acceder al
conocimiento de la Voluntad de forma graduada y parcial, mediante una esforzada
“autognosis” o intuición del “yo” que nos introduce en lo más hondo de nuestra
conciencia, lugar privilegiado pare recibir la iluminante claridad que quita todas las
barreras limitadores y aparentes de los fenómenos, permitiéndonos de tal manera
acercarnos a la realidad de la Voluntad como “cosa en sí” de lo existente14.

Nietzsche al respecto fue atraído por esta propuesta de Schopenhauer de la


interpretación de la realidad, concepción que en un principio aceptó y le ayudó a formar su
propia doctrina de la voluntad de poder, más sin embargo la voluntad nietzscheana no se
identifica nunca como la “cosa en sí” kantiana, pues considera a ésta todavía parte de la
metafísica de la trascendencia que tiene por objeto fundamentar una ilusoria realidad de
substancias objetivas y consistentes independientes del sujeto. Al final denunciará a
Schopenhauer en su obra “Más allá del bien y del mal”:

“La superstición de Schopenhauer fue pensar que el conocer puede captar su objeto de manera
pura y desnuda, en cuanto “cosa en sí”, como si por parte del sujeto o del objeto, no tuviese
lugar ningún falseamiento”15.

La voluntad entonces es el punto de partida y el centro del edificio de la filosofía


schopenhaueriana, pero en sí misma es una fuerza ciega e indeterminada en su devenir que
puede ir acompañada de conciencia, pero que en la mayoría de los casos no la tiene por
compañera; es un instinto oscuro y fundamental que se adueña de todo. El mundo entonces
13
http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-schopenhauer/gmx-niv541-
con11932.htm visto el…
14
http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-schopenhauer/gmx-niv541-
con11932.htm visto el…
15
Más allá del bien y del mal visto en http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-
schopenhauer/gmx-niv541-con11932.htm visto el…
es y siempre fue una voluntad ciega, un mero instinto 16. Con estas palabras Schopenhauer
habla de una Voluntad irracional, y en ella encontró un motivo más para no creer en dioses,
pues siendo de por sí ciega, la voluntad no podría asimilarse con ningún Dios clásico 17. Por
eso la voluntad es totalmente independiente e irracional, no actúa bajo los dictámenes de la
razón, es independiente de ella, y en el caso contrario, la razón se deriva de la ciega
voluntad, la inteligencia misma se subordina a ella, y cada una tiene un rango metafísico
muy diferente, pues la primera emergió gracias a la actividad inconsistente y espontánea de
la segunda18.

Ahora, en esta comprensión de la voluntad, ésta intenta con el empuje de sus fuerzas
proyectarse más allá de sus oscuras energías para configurarse en seres particulares,
producto de su deseo de expansión vital. Los seres particulares se dispersan en una
pluralidad de fragmentaciones empíricas, trayendo como consecuencia que la voluntad
tenga una rotura y dispersión óntica de unidad absoluta. Ante tales circunstancias, la
Voluntad desea reunificar este cósmico resquebrajamiento de núcleo, y se revuelve contra
sus propias representaciones, con el fin de cazarlas y apresarlas de nuevo para sí 19; en esto
consiste el aspecto negativo del pesimismo schopenhaueriano.

La Voluntad para Schopenhauer pretende afirmarse de nuevo, neutralizar su división y


consolidar una unidad en su devenir, convirtiéndose así en una fuente permanente de dolor,
de tal forma que considerará que las realidades del mundo, siendo causa de la división de
la voluntad, son malas y perversas, aseverando que este mundo “es el peor de los
posibles”. Ante tal panorama metafísico procederá a la negación de la voluntad de vivir,
traducida como una indiferencia total respecto de los acontecimientos que suceden en el
mundo, justificando así las renuncias y las abstinencias, adentrándose en el desprecio e

16
Remedios Ávila, p. 159.
17
http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-schopenhauer/gmx-niv541-
con11932.htm visto el…
18
http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-schopenhauer/gmx-niv541-
con11932.htm visto el…
19
http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-schopenhauer/gmx-niv541-
con11932.htm visto el…
indiferencia de la vida. Con esta negación de la voluntad se llega en último término a la
fusión de lo particular con lo universal, el Uno es todo, el sumergimiento de los unos en el
mar profundo y tenebroso de la Voluntad, mediante la renuncia a la vida, a la procreación,
a los bienes, como expresión de una concepción nihilista de la existencia 20 y aunque
parezca perturbador, esta negación de la voluntad de vivir es el remedio o lado positivo de
esta comprensión óntica de la realidad para Schopenhauer.

Esta visión trágica de la realidad ha influido también directamente en Nietzsche y le da


una comprensión de la vida diferente a la que antes tenía cuando era todavía religioso,
abriéndole un panorama más completo de la realidad misma, horizonte donde todos veían
solo el lado amable y maravilloso y donde Schopenhauer encontró una esencia diferente.
Podemos rescatar entonces tres tesis fundamentales respecto de esta visión pesimista del
mundo:

a) La razón está sometida a la voluntad. En este sentido la razón es un instrumento


para la voluntad, que no hace caso a los argumentos:

“El intelecto obedece a menudo a la voluntad […]. En cambio, la voluntad nunca obedece al
intelecto, sino que este no es más que el consejo de ministros de aquel soberano: aquel le
presenta todo tipo de cosas, entre las cuales ella elige la más acorde con su esencia, si bien se
determina de manera necesaria; porque esa esencia se mantiene inmutable y los motivos está
presentes ahora. Por eso, no es posible una ética que moldee y mejore la voluntad misma […].
Creer que el conocimiento determina real y básicamente la voluntad, es como creer que la
linterna que uno lleva en la noche es el primum mobile de sus pasos”21.

b) Lo único positivo en la vida es el dolor, de tal manera que lo que llamamos placer
consiste simplemente en la ausencia de dolor:

“Solo el dolor y la carencia pueden ser positivamente sentidos y se anuncian por sí mismos: el
bienestar, en cambio, es puramente negativo”22.

20
http://arvo.net/filosofia-moderna/la-voluntad-como-fundamento-en-schopenhauer/gmx-niv541-
con11932.htm visto el…
21
Remedios Ávila, p. 174.
22
Remedios Ávila, p. 174.
c) No hay proporción entre el dolor y el placer, ambos son irreductibles y el dolor no
se puede compensar:

“En el fondo es superfluo discutir si hay más bienes o males en el mundo, porque ya la mera
existencia del mal decide el asunto; pues el mal no puede ser saldado ni compensado por un
bien que esté junto o detrás de él”23.

En fin, para Nietzsche un nihilista es aquel que piense que el mundo como es no
debería existir y que el mundo que debería existir no existe, y Schopenhauer cumple
perfectamente con esta descripción porque contempla el mundo bajo la óptica del dolor, no
hay otro mundo que pueda compensarnos el dolor, nuestro sufrimiento, por eso aboga la
negación de la voluntad, su reducción a la nada. Por esto Nietzsche considera la filosofía
de Schopenhauer como un nihilismo pasivo, aunque Friedrich propone una salida diferente
a la que propone su maestro.

2.2 Mainländer y la frase: “Dios ha muerto”

En esta misma escuela del pesimismo se encuentran particularmente tres pensadores,


Eduard von Hartmann, Julius Bahnsen y Philipp Mainländer. Este último tiene una
importancia muy significativa respecto del pensamiento de Nietzsche. Mainländer hizo una
lectura muy apasionada de Schopenhauer y posteriormente de Leopardi. La obra más
importante de este maestro del pesimismo se tituló “Filosofía de la redención”, obra que en
un primer momento tuvo una gran resonancia, pero muy rápido se olvidó.

Mainländer tomó como modelo la máxima obra de Schopenhauer “El mundo como
voluntad y representación”, para su propia obra que desarrollo en seis partes: “Analítica de
la facultad cognoscitiva”, “Física”, Estética”, “Ética”, “Política”, “Metafísica”, además de
añadir un pequeño apéndice titulado “Crítica de la doctrina de Kant y Schopenhauer” 24.
Esta obra es una ontología negativa cuyo fundamento es la frase de que el no-ser es
preferible al ser.

23
Remedios Ávila, p. 174.
24
Franco Volpi, el nihilismo, p. 49
Este pesimista explica la facultad del conocer humano basada en la gnoseología post-
kantiana de Schopenhauer, y a este respecto asegurará que no conocemos la “cosa en sí”,
sino solo apariencias. Sin embargo Mainländer no encuentra la consecuencia que encontró
Schopenhauer, pues para este la cosa en sí se identifica con la “voluntad de vida”,
universal, supraindividual, más allá del tiempo y del espacio, mientras que para este
filósofo pesimista se identificará con una “voluntad de muerte” que es individual y está a la
base de todos los seres25.

Esto significa que en todo ser vivo hay una tendencia innata hacia la muerte que es
producto de la misma “auto-cadaverización de Dios”26. Esta auto-cadaverzación de Dios es
un tema muy distinguido en Mainländer que retomando el concepto de sustancia de
Spinoza, declarará que la sustancia divina ha transitado desde una primera unidad
trascendente a la pluralidad inmanente del mundo, transición que le da su propio origen. En
este espacio enuncia esa frase que después Nietzsche hará famosa dándole un nuevo sentido
y una nueva fuerza: “Dios ha muerto”; y continua diciendo: “y su muerte fue la vida del
mundo”27.

Claramente este horizonte metafísico planteado por Mainländer no es el mismo que


toma Nietzsche, sin embargo en esto no se alberga su importancia, sino en el hecho de que
esta frase tan perturbadora, atroz, fue pronunciada por primera vez en boca de un pesimista,
filosofía que Friedrich conoció, y al toparse con ella notó su trascendencia y decidió darle
un nuevo sentido porque quería hacer realzar la verdad de tal aseveración. La diferencia
más radical entre el sentido de esta frase en Mainländer y en Nietzsche estriba en que para
el pesimista quien da muerte a Dios no es el hombre, no hemos sido nosotros quienes lo
hemos matado, sino es el mismo ser supremo, que siguiendo su instinto, pasa del ser a la
nada, mientras que para el filósofo de Röken el hombre ha sido el culpable total de este
hecho estremecedor28.
25
Franco Volpi, el nihilismo, p. 49
26
Franco Volpi, el nihilismo, p. 49
27
Franco Volpi, el nihilismo, p. 49.
28
Franco Volpi, el nihilismo, p. 49
Guardando fidelidad a los límites de la razón y aceptando el testimonio de nuestros
sentidos, Mainländer afirma que no se puede conocer la naturaleza del principio divino
trascendente, siendo esto un ateísmo científico. Este pensador lleva al extremo el
pensamiento de Schopenhauer y hace de su filosofía un pensamiento exageradamente
pesimista, dejando su filosofía de la naturaleza y la filosofía de la historia totalmente
sometidas a la ley universal del dolor, pero sobre todo su ética y política, en que
recomienda la máxima de la virginidad y en especial el suicidio como negación total de la
voluntad29. Esta última tesis es para el pensador pesimsita la redención misma de la
existencia, afirmando después que esto equivale a “mirar en los ojos de la Nada absoluta”30.

Como la mayoría de los filósofos tratan de ser fieles a su pensamiento, viven de tal
manera que parecería una encarnación de su filosofía, así también Mainländer, que no quiso
esperar a la naturaleza, y siguiendo de forma total su propuesta filosófica, después de que
recibió la primera copia de la obra que había publicado, se ahorcó. Tiempo después lo haría
también su hermana Minna. Esta vivencia tan completa de su pensamiento hizo que muchos
intelectuales se interesaran en breve por él, sin embargo poco tiempo después fue olvidado.
Es en este momento cuando Nietzsche también conoce su filosofía.

3. La influencia de Paul Bourget y Dostoievski

Otros personajes que han sido relevantes en la formación de la postura filosófica


fundamental de Nietzsche han sido Dostoievski y Bourget. En cuanto al pensamiento
dostoievskiano podemos aseverar que da cuerpo a intuiciones y motivos filosóficos que
anticipan experiencias del Novecientos, sobre todo del ateísmo y el nihilismo. Escribió
varias novelas en las que se hacía resaltar siempre un personaje ateo que era su protagonista
y a través de ellos supo desarrollar el tema del nihilismo. A través de estos escritos
contribuyo a minar certezas inveteradas y a corromper ordenamientos establecidos.

29
Franco Volpi, el nihilismo, p. 50
30
Franco Volpi, el nihilismo, p. 50
Un fenómeno analizado por él ha sido el tema de la disolución de los valores y se
despliega ante sus ojos con muchas consecuencias nefastas. El nihilismo tendrá esa
dimensión catastrófica dado que los valores perderán su fuerza y validez y al afirmar que
Dios no existe, y ya en una de sus obras titulada “Los hermanos Karamázov” hace un
diálogo muuy interesante en que en boca de un diablo anuncia que la modernidad es la
época del hombre-dios. El hombre ha decidido entonces asumir su papel de Dios en el
universo, y esta decisión es la que trae las consecuencias trágicas, pues la nueva humanidad
sin Dios obendrá una depravasión actual 31. Nietzsche obtendrá de estas consideraciones
algunos puntos que se ven reflejados en su filosofía.

En este modo de pensar, Dostoievski dirá que “si Dios no existe, todo está permitido”,
donde ya no habrá alguien que castigue a la humanidad por sus delitos, y en este mundo
quien conquiste el dolor y el horror llegará a ser Dios. La historia entonces se dividirá en
dos: desde el gorila hasta la aniquilación de Dios, el hombre será Dios, podrá hacer todo lo
que quiera, pero dada la estupidez humana esto podra tardar mucho tiempo, dice el
pensador, pero para las personas inteligentes todo está permitido32.

Por otro lado, la atribución del novelista y crítico literario Bourget ha sido menos
conocida que la de los pensadores anteriores, no obstante, fue parte de las lecturas que
Nietzsche hizo en relación a los temas principales a su filosofía, especialmente en el
nihilismo, la decadencia y el “análisis psicológico” que Nietzsche llamaba “vivisección”
para las cosas del espíritu33.

Como novelista tuvo una mayor importancia, sobre todo por su obra Le Disciple. La
obra directa que Nietzsche leyó en 1833 se llama “Essais de psychologie contemporaine”
iniciando así el contacto que tuvo con la cultura francesa contemporánea y con la
psicología34. La obra de Bourget empezó a tomar valor después de que hizo una serie de

31
http://riff-raff.unizar.es/files/dostoievski_jaca.pdf visto el
32
http://riff-raff.unizar.es/files/dostoievski_jaca.pdf visto el
33
Documento pdf, Bourget.
34
Documento pdf, Bourget.
ensayos en los que describía la situación de la literatura en la modernidad y en la que se
valió de conceptos atractivos y perturbadores de la época tales como “nihilismo”,
“cosmopolitismo”, “decadencia”, “pesimismo”, ideas que creaban en las personas interés y
polémica.

Entre los temas relevantes en la influencia de Nietzsche está el diagnóstico que hace de
los males de la sociedad francesa, de manera particular de Paris y la vida parisina, que tanto
como para Bourget tanto para Nietzsche son el centro de la decadencia y un objetivo para el
análisis y la crítica en el que toma especial importancia la observancia de los valores35.

Bourget hace además una interesante crítica literaria en que describe el paso del
romanticismo tardío francés a la modernidad y ve en las tendencias de la literatura
decadentista el reflejo de transformaciones que afectan a la sociedad. El crítico literario
hace un análisis de la decadencia en torno a tres temas:

1) En el ámbito estético: se hace aquí una serie de interrogaciones respecto al arte y al


artista, sobre todo se cuestionará cuál es el lugar del arte en el proceso de
trasformación social, el papel del artista en el proceso de descomposición de la
sociedad, etc.
2) En el ámbito moral: las preguntas ahora girarán en torno al problema de la
afirmación de la posibilidad de valorar la decadencia de la sociedad.
3) Y en un tercer tema se hace una serie de preguntas acerca de la actitud que debemos
tomar respecto de la confrontación con la descomposición de la sociedad y el
debilitamiento de sus fuerzas, qué podemos hacer frente a la incapacidad de
dominar la contradicción que brota de las pulsiones fisiológicas.

Además de este estudio, también hace uno muy interesante en el que concibe al
nihilismo y al pesimismo como el mal del siglo. Es necesario en estos términos tomar en
serio esta enfermedad, pues es una preocupación para aquellos que dirigen a las sociedades
y que son responsables de estas, con todo, lo primero que hay que hacer es aceptar esta
35
Documento pdf, Bourget.
enfermedad, saber que es nuestra y, por otro lado, también se hace necesario reconocer y
aceptar los valores estéticos que con ella se trae. Toda esta comprensión de Bourget, es lo
que él entiende por “décadence”36.

¿Qué es precisamente la décadence para Bourget? absolutamente este es el punto que


más impacta a Nietzsche respecto del pensamiento de este crítico literario, su comprensión
de la décadence, que para él, el término tiene dos significados análogos; el primero se
refiere netamente a la sociedad, mientras que el segundo se refiere al estilo y la literatura37.

Bourget entiende por decadencia social a la situación en que los individuos de una
cierta colectividad se vuelven independientes: “Los organismos que componen el
organismo total cesan de subordinar su energía a la energía total y la anarquía que se
instaura constituye la decadencia del conjunto”38. Posteriormente, de esta comprensión de
la decadencia social extrae de manera análoga el significado de la decadencia literaria:

“Una ley idéntica gobierna el desarrollo y la decadencia de ese otro organismo que es el
lenguaje. Un estilo decadente es aquel en el cual la unidad del libro se descompone, para hacer
lugar a la independencia de la página, la página se descompone, para hacer lugar a la
independencia de la frase, y la frase, para hacer lugar a la independencia de la palabra (Bourget,
1993: 14).

De esta forma de pensar se extraen algunas conseciencias necesrias en la sociedad


y para Bourget el principal efecto recae en el modo de actuar humano en esa
determinada circunstancia, es decir, nuestra actitud en esa establecida situación. Hay
dos formas precisas de actuar frente a la decadencia, la perspectiva moral-política y la
perspectiva psicológica.

Ahora, la actitud moral-política es asumida precisamente por políticos y


moralistas y se refiere a la “cantidad de fuerza” que se aplica para mantener en orden a
un organismo global, y cuando esa fuerza llegara a faltar, pronosticará la decadencia
36
Franco Volpi, el nihilismo, p. 53.
37
Franco Volpi, el nihilismo, p. 53.
38
Franco Volpi, el nihilismo, p. 53.
para buscar evitarla. La actitud de la perspectiva psicológica es más creativa, se refiere
completamente al hombre en su individualidad, originalidad, su irrepetibilidad, con sus
caracteres atrayentes y sus valores estéticos que el mismo produce produce en ese
momento preciso39.

Con la perspectiva psicológica, Bourget se abre paso a una comprensión positiva


de la décadence, en primer lugar porque el individuo, apartándose de la sociedad
adquiere una riqueza creativa, innovadora, se hace creador de nuevos valores estéticos.
En esta perspectiva hace también una apología de la existencia experimental y
excéntrica del literato y del artista: “éste no vive más que de sí mismo y se
autojustifica, desde el punto de vista “psicológico”, por su valor intrínseco, según el
principio del arte por el arte”.

Bourget presenta en seguida el aspecto estetizante de la decadencia que radica en


la “suprema equidad” del espíritu y las ideas, particularmente porque la cercanía del
espíritu para con estas y las puede paladear, igualmente porque es capaz de asimilarlas
completamente, pero nunca se adhiere a ninguna, de tal manera que será capaz de
producir un “enorme tesoro rico de adquisición humana”40.

Después del análisis a nivel social de la decadencia, Bourget se dispuso a extender


su teoría al plano de las literaturas decadentes, y afirma con énfasis que estas obras
tendrían un futuro prometedor, incluyendo el mañana del artista que es valiente, fuerte,
maduro, de gran personalidad y creatividad, y solo éste será capaz de conseguir el
fruto positivo de la decadencia afirmando su propia individualidad.

Todo este cuadro filosófico expuesto por Paul Bourget llega a las manos de
Friedrich, y este por su parte ha encontrado una fuente admirable de conocimiento,
especialmente en el tema de la decadencia que conectará vitalmente con el nihilismo,
afirmando que este último es la lógica de la decadencia. La decadencia en Nietzsche

39
Franco Volpi, el nihilismo, p. 54.
40
Franco Volpi, el nihilismo, p. 54.
tendrá una nitidez y una valoración muy distinta, y a diferencia del crítico literario, se
esforzará por encontrar una salida a ese estado, no obstante, él mismo reconoce que la
decadencia es un fenómeno intrínseco a la vida misma:

“El fenómeno de la decadencia es igualmente necesario en cuanto surgir y progresar de la


vida: no está en nuestro poder eliminarlo. La razón quiere, por el contrario, que se le
reconozca su bien derecho […] (Nietzsche, 1988: XIII, 225-256).41

De hecho el mismo Nietzsche en Ecce Homo se proclama como decadente, pero al


mismo tiempo se declara como la antítesis de la decadencia, después de haber
experimentado la misma decadencia, como una preparación para la transvaloración de
los valores.

Por último, Resulta evidente hasta qué punto la lectura de Schopenhauer,


Mainländer, Dostoievski y la de Bourget han llegado a ser sobresalientes en la
configuración del pensamiento nietzscheano, y sin lugar a dudas todas estas
reflexiones juntamente con el ingenio de este autor le han llevado a afirmar el
nihilismo, que se acerca después de que el fundamento de nuestras seguridades se ha
perdido.

41
Volpi, p. 58.

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