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I FUNDAMENTOS ANTROPOLOGICOS DEL HOMBRE.

La antropología es la ciencia que estudia al ser humano de forma holística. Combinando en


una sola disciplina los enfoques de las ciencias naturales, sociales y humanas. La
antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el marco de
la sociedad y cultura a las que pertenece; y, al mismo tiempo, como producto de las
mismas. Se la puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo
de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamiento sociales a
través del tiempo y el espacio, es decir, del proceso biosocial de la existencia de la raza
humana. La antropología como disciplina apareció por primera vez en la Histoire Naturelle
de Georges-Louis Leclerc, Comte de Buffon (1749) y combinó muy pronto dos genealogías
distintas; una de base naturalista, relacionada con el problema de la diversidad física de la
especie humana (anatomía comparada), y como fruto de un proyecto comparativo de
descripción de la diversidad de los pueblos. Este último había sido abordado desde la
Edad de piedra y la edad carbonífera, en relación a los problemas que planteaban el
trabajo misional, las necesidades de describir pueblos situados en los márgenes de la
Europa altomedieval, y más tarde el proyecto colonial. Posteriormente, se le añadiría la
historia cultural comparada de los pueblos que daría lugar, en Europa, al folklore.
Antropología, estudio de los seres humanos desde una perspectiva biológica, social y
humanista. La antropología se divide en dos grandes campos: la antropología física, que
trata de la evolución biológica y la adaptación fisiológica de los seres humanos, y la
antropología social o cultural, que se ocupa de las formas en que las personas viven en
sociedad, es decir, las formas de evolución de su lengua, cultura y costumbres.
La antropología es fundamentalmente multicultural. Los primeros estudios antropológicos
analizaban pueblos y culturas no occidentales, pero su labor actual se centra, en gran
medida, en las modernas culturas occidentales (las aglomeraciones urbanas y la sociedad
industrial). Los antropólogos consideran primordial realizar trabajos de campo y dan
especial importancia a las experiencias de primera mano, participando en las actividades,
costumbres y tradiciones de la sociedad a estudiar.

II CONCEPCION DEONTOLOGICA MORAL Y ETICA DEL HOMBRE


1. Ética, moral y ética profesional

a. Origen etimológico
Los griegos utilizaban dos términos distintos para referirse en un caso a lo que nosotros
llamamos "ética" y en otro a lo que nosotros llamamos "costumbre".
Por un lado con el término "éthos" (con "": épsilon o "é" breve) designaban a lo que en
castellano nos referimos a las costumbres o los hábitos automáticas; mientras que con el
vocablo eéthos (con "": eta o "ë" prolongada) se referían al concepto de "modo de ser",
"carácter" o predisposición permanente para hacer lo bueno.
Es de este último vocablo griego "eéthos"(con "ë" prolongada) de donde proviene la
palabra castellana "ética" . Aunque en el origen, el "eéthos" se refería no solo a la "manera
de ser" sino al "carácter" -en el sentido psicológico que nosotros le damos ahora a esta
palabra-, la evolución posterior del lenguaje la usó para referirse a la manera de actuar,
coherente, constante y permanente del hombre para llevar a cabo "lo bueno". Ya tenemos
ahí pues, el concepto clásico de lo que siempre se ha entendido por ética.
Cuando los latinos se ven forzados a traducir esa palabra a su lenguaje propio utilizan el
vocablo "moralitas", que a su vez se origina de la raíz "mos", o "mores" que significaba
simultáneamente: costumbres y maneras permanentes de actuar o comportarse. Al no
disponer el latín de dos palabras para referirse a los dos conceptos que el griego podía
diferenciar, muy pronto "moralitas" sustituye a éthos y ëthos, y por lo tanto, en adelante una
palabra sola va a significar tanto el modo de ser o la predisposición propia de cada uno en
lo que tiene que ver con lo bueno, como las conductas acostumbradas o "de hecho".
Es del vocablo latín "moralitas" que proviene la palabra "moral" del lenguaje castellano.

b. Concepto actual
Del análisis etimológico podemos ver que la palabra latina "moralitas" incluye no solo las
acciones humanas en "cuanto vividas de hecho" sino también las acciones humanas en
cuanto elegidas como "rectas" de acuerdo con el mundo de valores permanente del
individuo. Hoy en día a las primeras las estudia la sociología, la etnología, la antropología o
la psicología, mientras que las segundas son el objeto propio de la Ética o Moral en tanto
disciplinas filosóficas.
En el lenguaje corriente hay dos usos de la palabra ética. En algunos casos se la emplea
como sustantivo y en otros como adjetivo. Cuando se la usa como sustantivo ("La Ética" o
"La Moral") se da a entender un saber específico dentro de las disciplinas humanas que
tiene como objeto la fundamentación racional de lo que debe ser la responsabilidad del ser
humano para alcanzar "lo bueno” o "lo recto". En ese sentido, denominaría el saber
filosófico coherente y sistematizado (en teorías orgánicas) sobre las características que
deben tener los valores, principios, normas y virtudes para que el ser humano se realice
como tal en su transcurrir histórico. Ese saber sistematizado implica una concepción de lo
que son los derechos y deberes que le corresponden como individuo que vive en sociedad,
así como las prohibiciones, sanciones y todos los tipos de medios adecuados para
alcanzar "el bien" en la interacción humana.

Pero con frecuencia la palabra "ética" es empleada en el lenguaje corriente como un


adjetivo. Entonces se comenta: "esto no es ético" "fulano es un inmoral". En este caso la
palabra "ética" o "moral" en tanto adjetivo, juzga la cualidad de determinadas acciones de
los individuos en cuanto tienen que ver con la manera que éstos ejercen su
responsabilidad frente a los valores, principios y normas morales.
Hace un juicio evaluatorio de una acción humana en cuanto es capaz de encarnar o
realizar en la práctica, a los valores, principios, y normas éticas.
En realidad, este uso confuso de la palabra ética que se hace en el lenguaje vulgar alude a
la doble dimensión de las acciones humanas que tienen que ver con "el bien" o "lo bueno".
Mientras que el saber filosófico se preocupa de justificar racionalmente criterios de acción
que no sean arbitrarios y que sean universalmente válidos (dimensión objetiva) la ética en
cuanto vivida de hecho, muestra cómo los hombres concretan o no esos criterios en su
acción personal (dimensión subjetiva de la ética).

Entre aquellos que diferencian a la Ética de la Moral están los que que sostienen que
"Ética" sería la disciplina filosófica que se ocupa de la fundamentación racional del
comportamiento moral del hombre mientras que "Moral" sería todo lo que se refiere a los
valores en tanto asumidos y vividos por la gente, o sea, a la dimensión subjetiva o a la
moralidad vivida de hecho por los individuos o grupos determinados. Esta forma de
diferenciar ambos conceptos parece ser práctica y yo me pliego a ella.
Otros han preferido distinguir los términos, diciendo que la Ética se ocuparía del conjunto
de principios inalterables (por ej. la defensa de la vida, la búsqueda de aliviar el
sufrimiento, el respeto por la persona humana, la confidencialidad, etc.), mientras que la
Moral sería la dimensión subjetiva de quien asume esos principios.
Se adopte la distinción que sea, lo que sí parece ser unánimemente aceptado es que los
términos Ética o Filosofía Moral son equivalentes.

c. La ética y otras disciplinas que se ocupan de la conducta humana.


El objeto de la Ética tiene relación con otros dos ámbitos diferentes, también prácticos: el
derecho y la política.
El derecho es el cuerpo de regulaciones o leyes y sus principios de aplicación e
interpretación en un determinado lugar geográfico e histórico, con sus respectivos agentes
de aplicación y medidas coercitivas.
La política corresponde a aquellos criterios y medidas prácticas que los gobiernos deciden
aplicar:
- leyes o regulaciones respecto a la vida social (general o particular, por ej., la prohibición o
no del aborto).
- asignaciones o distribuciones de recursos en el tiempo y en la geografía del país
- criterios de sobrecarga en la responsabilidad social (entre ellos, el pago de impuestos).
Cabe señalar, además, que las conductas del ser humano también son tomadas como
objeto de estudio y prescripción por la sociología y la antropología cultural, materias éstas,
que tienen sus respectivas metodologías específicas.
Aunque no podemos entrar a detallar sus características, sí podríamos esquematizar de la
siguiente manera lo específico de cada una y las diferencias entre ellas:

Esfera ética: se ocupa de lo que es "bueno" o "recto" para la "condición" humana,


independientemente de que sea acostumbrado, legislado o mayoritariamente asumido por
una determinada sociedad. Una acción "recta" es aquella que se puede defender o
justificar con coherencia razonable en teorías éticas (que incluyen valores, principios,
normas, virtudes) y en una antropología o concepción de lo que es el hombre

Esfera antropológico-cultural: los valores vividos de hecho y las costumbres, considerados


como "válidas" por los distintos grupos humanos de una determinada sociedad o
ambiente cultural, tengan o no tengan fundamentación racional. El antropólogo cultural (a
diferencia del filosófico) se ocupa de saber qué es lo que los hombres o sociedades
valoran de hecho.

Esfera sociológica: las conductas estadísticamente significativas de una población. El


sociólogo se ocupa de ver las relevancias estadísticamente significativas de los distintos
componentes de la sociedad a través de un método que le es propio (a diferencia del de la
antropología cultural).

Esfera jurídica: se ocupa de establecer lo que debe ser mandado prohibido o penado por
las leyes de una sociedad. Lo "mayoritario" o lo vivido "de hecho" en una sociedad, no
necesariamente tiene por qué coincidir con lo "legal" o lo "ético", aunque haya algunas
teorías éticas que sostengan esta postura. Un ejemplo típico de no coincidencia entre lo
ético y lo legal es el caso de la prostitución o de los vientres de alquiler, que pueden ser
legalmente admitidas pero que desde el punto de vista ético implican una comercialización
de la integridad personal de la mujer.

2. CONTENIDOS FUNDAMENTALES DE LA ETICA

La ética tiene tres grandes capítulos que podríamos detallar como sigue:
1. Ética fundamental
2. Ética de la persona
3. Ética socio-política
Aunque toda división es de alguna manera arbitraria, la que aquí exponemos es lo
suficientemente práctica como para comprender toda la gama de dilemas que son objeto
de la reflexión filosófica que nos ocupa.

1. La ética fundamental se preocupa de las condiciones epistemológicas que debe tener


la reflexión ética, de los principios y teorías sobre las que se basan los juicios morales, y en
suma, pone en evidencia las distintas concepciones antropológicas y cosmológicas que
subyacen a las teorías éticas.
Teniendo en cuenta la reflexión de los "fundamentos" la ética con su metodología reflexiva
y racional propia anima a que los seres humanos pongan en práctica lo recto, en las
circunstancias concretas de su vida.
Esta última tarea es la que le corresponde a la ética especial, que se compone a su vez de
dos vertientes mutuamente relacionadas e interdependientes: la ética de la persona y la
ética sociopolítica.

2. La ética de la persona se preocupa de los dilemas éticos que se suscitan en el ser


humano cuando, como individuo, es puesto en relación con sus semejantes. Comprende
entre sus ramas fundamentales, a la Bioética, (que a su vez comprende a la ética bio-
sanitaria, a la psicoética y a la ética sexual) la ética de las relaciones interpersonales
(familiares, amistosas), la ética de los pequeños grupos humanos (barrio, etc.).

3. La ética socio-política, aun considerando que toda ética es personal, se preocupa de


aquellos dilemas suscitados en ámbitos que trascienden a las relaciones interpersonales y
tienen lugar en la sociedad o en las instituciones de ésta. La ética de la dinámica política,
la ética de los sistemas económicos, de las relaciones laborales o comerciales, la ética de
los medios de comunicación de masas, son algunos de los problemas prácticos abordados
por esta rama de la ética.

III CAPACIDADES, FACULTADES DEL HOMBRE


a) Voluntad
Aunque algunos intelectuales pretenden asimilar al hombre con los animales, la
psicología nos enseña que el ser humano es superior a los animales, porque tiene
inteligencia, afectividad, libertad y sobre todo voluntad.
La palabra voluntad procede del latín voluntas-voluntatis, que significa querer. Es un
acto intencional, de orientarse con decisión hacia algo que considera positivo y valioso.
Podemos distinguir en esta facultad tres ingredientes:
- Una tendencia o preferencia por algo. Es tener un anhelo, una aspiración.
- Una determinación o decisión firme por algo concreto, después de haber evaluado las
distintas posibilidades que se presentaban.
- Una acción o puesta en marcha de toda la personalidad para conquistar aquello que se
quiere.
Habría que distinguir entre el desear y el querer. El desear sería pretender algo desde el
punto de vista afectivo o sentimental, pero de forma superficial. Algunos jóvenes lo
expresan diciendo: "Esto me apetece", "no me apetece". Este deseo, que tiene sus raíces
en el plano sentimental, no conduce a nada o a casi nada.
El querer, sin embargo, es más racional. Nace del análisis y evaluación de los valores e
ideales y conduce al hombre maduro hacia metas alcanzables.
En el proceso de la voluntad podemos distinguir cuatro fases:
1. Conocer el objetivo que pretendemos alcanzar. El adolescente que no ha aprendido a
decir que "no", quiere abarcar demasiadas cosas y esta dispersión le lleva a no avanzar en
sus propósitos. Por el contrario, el hombre maduro se para a pensar y concreta de forma
clara lo que pretende alcanzar.
2. Tener cierta motivación o ilusión por algo sugerente y atractivo que le empuja a luchar
para conseguir la meta lejana y valiosa. Por contra, algunos jóvenes de definen "pasotas",
sin ideales y sin motivación. Desde la indiferencia no se puede cultivar la voluntad.
3. La deliberación o análisis detenido de los medios y los fines. ¿Compensa hacer todo
esto? ¿Vale la pena esforzarse por conseguir ese proyecto, o esa mejora en la
personalidad, o esas buenas notas en los estudios, o esa capacitación profesional?
4. La cuarta fase es la decisión o tomar una determinada determinación (como decía
Santa Teresa de Jesús) de conseguir algo. El hombre maduro es capaz de proponerse
objetivos concretos en su vida y poner su empeño en alcanzarlos.

b) Inteligencia
Hoy en día la inteligencia es un tema que se encuentra en el punto de mira de muchas
discusiones por parte de distintas disciplinas, como la psicología, la medicina, la filosofía,
etc. Hasta ahora se había medido la inteligencia humana con ayuda de test en que se
ponía a prueba las capacidades numéricas, lingüísticas o espaciales de cada persona.
Pero se ha visto que esto ha sido un error, pues hemos estado tan interesados en medir la
inteligencia dedicada a resolver problemas técnicos, que hemos olvidado otras habilidades
del ser humano como son la comunicación afectiva o la inteligencia emocional.
La inteligencia es la capacidad de asimilar, guardar, elaborar información y utilizarla para
resolver problemas, cosa que también son capaces de hacer los animales e incluso los
ordenadores. Pero el ser humano va más allá, desarrollando una capacidad de iniciar,
dirigir y controlar nuestras operaciones mentales y todas las actividades que manejan
información. Aprendemos, reconocemos, relacionamos, mantenemos el equilibrio y
muchas cosas más sin saber cómo lo hacemos. Pero tenemos además la capacidad de
integrar estas actividades mentales y de hacerlas voluntarias, en definitiva de controlarlas,
como ocurre con nuestra atención o con el aprendizaje, que deja de ser automático como
en los animales para focalizarlo hacia determinados objetivos deseados.
Teniendo esto en cuenta, se definen diferentes niveles de inteligencia, siempre basado en
la capacidad de adaptación del organismo en cuestión. A mayores capacidades mayor
inteligencia.
La inteligencia y la conciencia son dos conceptos que están relacionados pero que no son
equiparables. Podemos encontrar seres vivos con inteligencia pero sin conciencia. Así
también podemos encontrar seres vivos con conciencia pero sin la inteligencia que se
espera de sus capacidades ontogénicas.
Inteligencia formal
La inteligencia, es la capacidad evolutiva por la cual el individuo es capaz de tomar
decisiones dependiendo de su entorno, y mejorar sus condiciones de supervivencia, como
individuo, como grupo o como especie, es decir, la inteligencia es dinámica e interactiva,
es la capacidad de resolver problemas, elaborando productos valorados por una
comunidad.
Esta definición se basa en que, no vivimos para pensar, sino que pensamos para vivir,
evolutivamente hablando, los seres más simples reaccionan ante el medio por
programación genética, miedos y afinidades instintivas, un pequeño cambio en estos
instintos supone muchas generaciones, para que la adaptación al medio sea más rápida
son los propios individuos, los que han de reprogramar sus comportamientos, aprendiendo
del medio y reaccionando en consecuencia, esto es con inteligencia.

Inteligencia humana
Según Howard Gardner, creador de la Teoría de las inteligencias múltiples, en el ser
humano pueden distinguirse:
 Inteligencia Formal

Que está dividida en áreas como:


Inteligencia Lingüística
Inteligencia Lógica Matemática
Inteligencia Espacial
 Inteligencia Física y Cinestética

Inteligencia Musical
Inteligencia Interpersonal
Inteligencia intrapersonal
Inteligencia Social
Inteligencia Emocional
 Inteligencia corporal:

Capacidad para usar todo el cuerpo en expresión de ideas y sentimientos.

c) Autoconciencia
Definición: Es la conciencia de sí mismo, o conciencia de tener conciencia. En el listado de
las emociones, muchas de ellas parten de la autoconciencia, de la introspección o del
autoconocimiento. La autoconciencia tiene mucha similitud con el sentido común, ya que
ambos parten de unificar los aportes de los diversos sentidos fisiológicos.

d) Autodeterminación
La autodeterminación es un proceso que varía según los requisitos del individuo, y lo que
sea necesario para crear una vida completa para él. Las personas con incapacidades ya
no tienen que recibir servicios como el modelo tradicional los determina. Ellos pueden
elegir sólo los servicios que quieran, y asegurarse que estos servicios son provistos según
sus necesidades.

IV CONCEPCIONES FILOSOFICAS DEL HOMBRE


a) Ser humano
Según el sistema de Linneo los seres humanos son animales que pertenecen al género
Homo (en él no hay otros aparte del ser humano) y a la especie Homo sapiens. Surgió
hace menos de un millón de años.
Aristóteles reconocía nuestra semejanza con los animales al situarnos junto a ellos en la
cadena del Ser, por debajo de Dios y los ángeles.
Con el evolucionismo se demostró la descendencia del ser humano de otros organismos.
Nuestro parentesco con los grandes simios es claro.
Hay diferencias biológicas entre los miembros de las diversas razas así como entre los
machos y hembras. Estas diferencias apenas se pueden estudiar pese a las rotundas
afirmaciones de trascendencia de la gente de derechas y las manifestaciones de
intrascendencia de la gente de izquierdas.
Lo que nos ha hecho triunfar es nuestra capacidad para interactuar socialmente con
nuestros compañeros. Pese a las guerras la tasa de violencia entre humanos es menor
que el promedio contabilizado entre leones.
b) Antropología filosófica
Es un campo más especulativo que la antropología-a-secas porque se interesa por la
esencia del hombre, por lo que es específicamente humano. Su pregunta última es "¿qué
es el hombre?
Se asemeja más a la Filosofía que a la Antropología cultural.
c) Ideologías
Socialismo
El socialismo es el control por parte de la sociedad organizada como un entero sobre todos
sus elementos integrantes, tanto los medios de producción como las diferentes fuerzas de
trabajo aplicadas en las mismas. El socialismo implica, por tanto, una planificación y una
organización colectiva y consciente de la vida social y económica. Subsisten sin embargo
criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración
económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad
compleja, frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la
colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como de mercado. Existen también
discrepancias sobre la forma de organización política bajo el socialismo para lograr o
asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases sociales o poblaciones,
frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias
administrativas.
Las formas históricas de organización social de tipo socialista pueden dividirse entre
determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter religioso y las
construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se
destacan, respectivamente, el Imperio Inca y la Unión Soviética.

Nihilismo
El nihilismo (del latín nihil, "nada") es la doctrina filosófica que sugiere la negación de uno o
más de los supuestos sentidos de la vida. Más frecuentemente, el nihilismo se presenta en
la forma de nihilismo existencial, el cual sostiene que la vida carece de significado objetivo,
propósito, o valor intrínseco.1
El nihilismo hace una negación a todo lo que predique una finalidad superior, objetiva o
determinista de las cosas puesto que no tienen una explicación verificable; por tanto es
contrario a la explicación dialéctica de la Historia o historicismo. En cambio es favorable a
la perspectiva de un devenir constante o concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna
finalidad superior o lineal. Es partidario de las ideas vitalistas y lúdicas, de deshacerse de
todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de
realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes.
En este sentido el nihilismo no significa creer "en nada", ni pesimismo ni mucho menos
"terrorismo" como suele pensarse, si bien estas acepciones se le han ido dando con el
tiempo a la palabra. De todas formas hay autores que al nihilismo, entendido como
negación de todo dogma para dar apertura a opciones infinitas no determinadas, le llaman
"nihilismo positivo", mientras que al sentido de negación de todo principio ético que
conlleve la negligencia o la autodestrucción le llaman "nihilismo negativo" (También se les
conoce como "activo" y "pasivo").
Comunismo
El comunismo (de común), entendido como organización social y económica, es una
asociación basada en la comunidad de los medios sociales de producción y los bienes que
con ellos se producen, mediante la participación directa de sus miembros en un ámbito de
vida colectiva.2 1 A diferencia de lo que acontece en el socialismo, el comunismo implica el
fin de la división social del trabajo y del dinero.
El comunismo, entendido como movimiento socio-político, es un conjunto de corrientes y
agrupaciones cuyo principal objetivo histórico es -particularmente desde la adopción de la
doctrina marxista- la supresión revolucionaria de la sociedad capitalista en tanto última
forma de sociedad con clases, y el establecimiento de una sociedad socialista como paso
previo a la construcción gradual de una organización social comunista. Las doctrinas de las
diversas corrientes comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad privada
(especialmente la de los medios de producción sociales) y en la emancipación del
proletariado como la primera clase oprimida sin economía propia, negación de toda posible
apropiación privada y por ende tendiente a desaparecer como clase en una comunidad
comunista.
Debido a la popularidad de la revolución rusa de 1917 y la polarización política entre los
regímenes socialistas y el capitalismo occidental, el Comunismo se ha identificado casi
exclusivamente con la doctrina marxista-leninista.

Capitalismo
El capitalismo es el orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y
usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción.
En el capitalismo los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio
de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito
necesario del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier
orden de fines dentro del marco de una cooperación mediatizada por el mercado. La
distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son determinados por el
libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.

Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada en la


moderna civilización occidental y basada en una organización racional del trabajo y
monetario-utilitaria de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema
económico. El orden capitalista, en tanto sociedad formada por clases en vez de
estamentos, se distingue de otras formas sociales y productivas por la movilidad social de
los individuos y por la regulación formal de las relaciones socioeconómicas mediante el
contrato libre.
El nombre de sociedad capitalista proviene del hecho de que el capital como relación de
producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la
organización económica se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones
empresariales y gerenciales. Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como
"burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una
moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad
rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da
origen al capitalismo moderno.
Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva
social e ideológica desde la cual se lo analice.

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