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MI MEJOR LECCION

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Todo empezó en el terminal, me encontraba muy entusiasmada porque


viajaría por primera vez sola con mis amigas; las estaba esperando para
tomar el buss y viajar a Otuzco a visitar a la Virgen de la Puerta, pero
como no llegaban decidí comprar una revista para matar el tiempo y a
la vez un paquete de galletas.

NUDO

Al dirigirme de vuelta a la sala de espera para poder descansar y leer en


paz noté que al lado del asiento donde estaba la bolsa de galletas se
sentó un hombre que abrió un periódico y comenzó a leer. Cuando tome
la primera galleta, el hombre también tomo una. Me sentí indignada, pero
no dije nada. Apenas pensé: "pero, que descarado". Cada vez que
tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Todo esto me dejo
tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba apenas
una galleta, pensé: "ah... ¿Qué será lo que va a hacer ahora?".
Entonces el hombre dividió la última galleta por la mitad, dejando la otra
parte para mí. Aquello era demasiado ¡Me dio mucha rabia! Pero vi
entonces aparecer a mis amigas quienes muy contentas vinieron a
saludarme e ir a tomar el buss, posteriormente cerré mi libro, guardé mis
cosas y nos dirigimos al sitio de embarque, tratando de olvidar el mal
momento que pasé con ese sujeto. Cuando nos sentamos, ya en el
interior del buss quise mostrarles la revista que compre, miré dentro de la
bolsa y me di con la grata sorpresa de que mi paquete de galletas
estaba allí todavía intacto, cerrado. Sentí tanta vergüenza que al notarme
así, mis amigas me preguntaron que me pasaba y les conté todo.

DESCENLACE

Fue así que percibí lo equivocada que estaba, me había olvidado que
mis galletas estaban guardadas dentro de mi bolsa .Sin embargo el
hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso,
consternado o alterado, por el contrario yo me quede muy
desconcertada, pensando que estaba compartiendo las mías con él.
Lamentablemente no hubo más tiempo para explicaciones, ni para pedir
disculpas; así que intente disfrutar el paseo y tomar esta anécdota como
una lección en mi vida que jamás borrare de mi memoria.

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