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EL ABC DE LA MEDICINA
INTERNA 2014
ZZZPHGLOLEURVFRP
El ABC de la
medicina interna 2014
Dra. Laura Jáuregui Camargo
Médico Internista. Profesor del Curso de Especialización
en Medicina Interna, Centro Médico ABC.
Certificado por el Consejo Mexicano de Medicina Interna.
Editorial
Alfil
El ABC de la medicina interna 2014
ISBN 978–607–8283–66–8
Dirección editorial:
José Paiz Tejada
Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores
Ilustración:
Alejandro Rentería
Diseño de portada:
Arturo Delgado
Impreso por:
Solar, Servicios Editoriales, S. A. de C. V.
Calle 2 No. 21, Col. San Pedro de los Pinos
03800 México, D. F.
Febrero de 2014
Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.
Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas
terapéuticos sean correctos y compatibles con los estándares de aceptación general de la fecha de
la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguros de que toda la información pro-
porcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cui-
dadosamente el material de instrucciones e información incluido en el inserto del empaque de cada
agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial, cuando se utilizan
medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alte-
ración, pérdida o daño que pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y apli-
cación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Colaboradores
V
VI El ABC de la medicina interna 2014 (Colaboradores)
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XV
J. Octavio Ruiz Speare
1. Un acercamiento a los ambientes clínicos de aprendizaje . . . 1
Pelayo Vilar Puig, Liz Hamui Sutton
2. Food and Drug Administration, European Medicines Agency
y Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Fernando Iñarra Talboy, Laura Jáuregui Camargo
3. Fármacos broncodilatadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Sergio Ignacio Inclán Alarcón, Laura Jáuregui Camargo
4. Antivirales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Tatiana López Velarde Peña, Francisco Moreno Sánchez
5. Fármacos antiparasitarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Ana Cecilia González de Cossío Hernández,
Francisco Moreno Sánchez
6. Antihistamínicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Javier Hernández Buen Abad, María Rosa Palpacelli
7. Antifúngicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Tatiana Piña Ocampo, Francisco Moreno Sánchez
8. Antiepilépticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
César Daniel Hernández López, Paul David Uribe Jaimes
XI
XII El ABC de la medicina interna 2014 (Contenido)
9. Antidepresivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Miriam Huerta Marfil, Francisco Javier Schnaas Arrieta
10. Anticonceptivos orales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Juan Carlos Arana Ruiz, Gabriela Martínez Elizondo
11. Nuevos medicamentos antitrombóticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
Lemuel Rivera Fuentes, Laura Jáuregui Camargo
12. Antibacterianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
María José Reyes Fentanes, María Rosa Palpacelli
13. Antiarrítmicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
Luis Gerardo Rodríguez Lobato, Alejandra Nieto Jordán,
Moisés Levinstein Jacinto
14. Uso de antiinflamatorios no esteroideos en medicina
interna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
Paola Estefanía Bermúdez Bermejo,
María del Pilar Prieto Seyffert
15. Ansiolíticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251
Jessica Calderón Cuevas, Luis Romero Domínguez Gordillo
16. Antiácidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265
Sergio Armando Calderón Campas, José Halabe Cherem
17. Vértigo: generalidades y tratamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
Juan Carlos Arana Ruiz, María Rosa Palpacelli
18. Vacunación en el adulto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289
Roxana García Jones, José Halabe Cherem
19. Terapia hormonal de reemplazo en mujeres menopáusicas . 297
Lorena Cid Mena, Mauricio Velázquez Magaña,
Javier Macías Amaya
20. Medicamentos oftalmológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 315
Jessica Calderón Cuevas, Enrique Robles Gil Ferrari,
José Halabe Cherem
21. Intoxicaciones medicamentosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331
Alejandro Montaño Jiménez, Juvenal Franco Granillo
22. Insulina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
Paola Osoyo Fernández, Gabriela Martínez Elizondo
23. Uso clínico de glucocorticoides y mineralocorticoides . . . . . . 353
Alonso Turrent Carriles, Antonio Jordán Ríos,
Joaquín Gerardo Joya Galeana
24. Uso clínico de hipoglucemiantes orales . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369
María Teresa Villanueva Gómez Crespo,
Oded Stempa Blumenfeld
Contenido XIII
El lector tiene en sus manos un libro que es continuación de cuatro ediciones pre-
vias que conjuntan varios factores para lograr su culminación.
Nació del entusiasmo de los editores, médicos clínicos de reconocido prestigio
con un gran espíritu académico, en el cual la enseñanza práctica de importantes
temas médicos totalmente actualizados dirigidos hacia los jóvenes residentes
constituye uno de los objetivos más importantes de esta obra. Este factor se en-
grandece gracias a que se invitó a los jóvenes médicos residentes de la especiali-
dad de medicina interna en el Centro Médico ABC a colaborar en la obra —quie-
nes posiblemente, sin que se den cuenta, se están convirtiendo en los futuros
“escritores médicos—”, inculcándoles el hábito de que dediquen sus escasas ho-
ras de ocio a escribir. Gracias a este estímulo, quizá algunos de ellos lleguen a
preguntarse: ¿Por qué escriben los médicos?
Fernando Navarro señala que “A diferencia de muchas otras profesiones el
médico ejerce la suya en contacto permanente con otros seres humanos. El ejerci-
cio de la medicina gira de modo permanente en torno a la muerte, el dolor, la en-
fermedad, el sufrimiento, la soledad, la sexualidad, la incomprensión, la locura.
Si analizamos un poco y consideramos al ‘amor’ parte del instinto sexual, resulta
que todas las novelas, comedias, dramas, cuentos y poemas de la literatura uni-
versal incluyen los mismos elementos mencionados a los que un médico se en-
frenta de manera cotidiana.”
La intensidad del contacto humano que vive el médico es muy diferente en
otras profesiones; el médico contempla la naturaleza humana al desnudo, sin es-
bozos ni tapujos, así como el temor a la enfermedad y a la muerte. Cuando el mé-
XV
XVI El ABC de la medicina interna 2014 (Prólogo)
Para que un estudiante aprenda con efectividad necesita sentirse motivado, bien
recibido, apoyado y que pertenece a su espacio laboral o educativo al participar
en un programa importante para él y para quienes lo implementan. Cada vez más
se identifica la influencia que los ambientes de aprendizaje tienen sobre quienes
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
los integran. Así como un buen o mal profesor puede afectar la experiencia de los
estudiantes, también lo hacen los ambientes de aprendizaje.
Este capítulo explora los ambientes clínicos de aprendizaje (ACA) en la edu-
cación médica de posgrado. Describe por qué son importantes y qué factores se
combinan en ellos, revisa los instrumentos de medición existentes y presenta el
cuestionario ACA–UNAM–MEX, conformado por cuatro dimensiones (relacio-
nes interpersonales, procesos educativos, cultura institucional y dinámica del
servicio). En el texto se muestran algunos de los resultados de la encuesta apli-
cada en 2012 a 4 189 residentes del Plan Único de las Especializaciones Médicas
(PUEM) de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM). Finalmente se comenta la importancia de medir los ACA y
1
2 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 1)
cómo se pueden optimizar para mejorar el entorno social donde sucede la práctica
académica y asistencial de los residentes.
Se parte de la idea de que existe una relación entre la formación profesional
de un individuo y las características del entorno educativo del que egresó. Si esto
es así, entonces se puede argumentar que, al ajustar uno, el otro también se altera.
Al analizar los factores que componen un ACA los involucrados tienen la oportu-
nidad de reflexionar sobre sus fortalezas y debilidades, y con ello tomar las deci-
siones adecuadas para planear las mejoras y cambiar las rutinas diarias. Después
de un tiempo habría que evaluar de nuevo el ACA para ver si las transformaciones
tuvieron efecto en la calidad educativa. El ambiente de aprendizaje es importante
porque influye en el residente que trabaja en él y viceversa; además, los climas
educativos muestran a las instituciones cómo se están desempeñando en ese ám-
bito.
Para definir el término ambiente clínico de aprendizaje se recurre a los signifi-
cados de las palabras. El “ambiente” se refiere al espacio físico, como sinónimo
de escenario, terreno, arena, edificio, instalación y equipo, entre otros; pero tam-
bién se refiere a la atmósfera y al clima social. Aprendizaje es el proceso cogniti-
vo, social y emocional vinculado de manera integral e inseparable a la acción. La
noción de ambiente de aprendizaje alude tanto al espacio físico como a la relación
profesor–alumno, así como a las experiencias derivadas de ser parte de un progra-
ma de instrucción en un servicio, hospital o institución de salud. De esta manera,
el ACA es el contexto social y material de una unidad médica donde los estudian-
tes aprenden, adquieren conocimientos y participan en la práctica, lo que influye
en su comportamiento, afectividad y competencias clínicas.
Existen dos tipos de ambientes en educación médica —el del aula y el del contex-
to real—, que corresponden a lo que Isba y Boor1 refieren como formales e infor-
males. Los primeros están diseñados para enseñar y aprender en salones de clase
y generalmente se ubican en espacios universitarios donde tienen lugar las activi-
dades curriculares y la evaluación del conocimiento. No obstante, también exis-
ten espacios para la práctica y la adquisición de competencias, como los laborato-
rios o las salas de simuladores. Los ACA en entornos reales están situados en el
lugar de trabajo, en clínicas y en hospitales donde se desempeñan los estudiantes
de posgrado y pregrado con el fin de participar en la práctica diaria. En ellos exis-
te una interacción constante entre lo asistencial y lo educativo, pues además de
la atención médica se imparten clases teóricas y se realizan sesiones y seminarios
que complementan el aprendizaje.
Un acercamiento a los ambientes clínicos de aprendizaje 3
En los últimos tres lustros se han hecho esfuerzos por medir los ACA, para tener
una idea más precisa no sólo de los elementos que lo caracterizan, sino de la diná-
mica que tienen los servicios o departamentos clínicos. Evaluar el ACA permite
identificar fortalezas y debilidades, y revisar el programa curricular, además de
que sirve como instrumento de desarrollo al recabar información de aquellos in-
volucrados en el curso. En general la percepción de los residentes al preguntarles
lo que piensan de su ACA es positiva, pues sienten que su opinión es importante
y participan en la reorganización de aspectos del curso. Cuantificar las caracterís-
Un acercamiento a los ambientes clínicos de aprendizaje 5
de salud. También se considera “libre de cultura”, es decir, que puede ser aplicado
a cualquier contexto local, regional o nacional.
En 2005 Roff y col.12 propusieron un instrumento denominado Postgraduate
Hospital Educational Environment Measure (PHEEM), construido a partir de la
teoría fundamentada y paneles de Delphi; no obstante, al aplicarlo no se realiza-
ron estudios psicométricos a los reactivos. Los autores identificaron tres subesca-
las que miden las percepciones sobre el rol de la autonomía, el apoyo social y la
enseñanza. Posteriormente se exploraron las propiedades psicométricas del
PHEEM y se encontró un solo factor, y no tres como se había supuesto, por lo que
resultó confiable tras la validación.13
También se han realizado investigaciones con metodologías cualitativas,14 a
través de grupos focales o entrevistas semiestructuradas, para identificar las dife-
rencias en los entornos clínicos. Boor y col.15 identificaron características relati-
6 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 1)
Relaciones interpersonales
Suceden entre los individuos en un contexto social específico donde existe una
estructura social que ordena la división del trabajo, así como dispositivos para la
comunicación, la colaboración y la mediación de conflictos de acuerdo con una
cultura compartida. En el ámbito pedagógico la relación interpersonal más influ-
yente es la de profesor–alumno; no obstante, en el entorno clínico existen varie-
dades complejas que caracterizan el espacio social e influyen en la experiencia
del ACA, por ejemplo, la relación profesor–paciente y alumno–paciente, o la in-
teracción del residente con el resto del equipo de salud.
El profesor ocupa un lugar destacado en la dinámica del servicio, pues cumple
con diversos roles que expanden o restringen el ACA. El rol del profesor ha cam-
biado con el tiempo y con los modelos pedagógicos utilizados en la educación
médica. En las décadas de 1950 y 1960 el profesor era visto como el transmisor
de conocimientos; detentaba la sabiduría que era unilateralmente transferida a los
estudiantes. En este esquema vertical era poco usual cuestionar la autoridad del
profesor y las fuentes de información eran acotadas y poco accesibles. En la déca-
da de 1980 el modelo cambió hacia el denominado constructivismo, según el cual
el alumno “coconstruye” los significados en su interacción con el profesor y otros
involucrados en el proceso educativo. El maestro busca generar el interés de los
alumnos y les ayuda a relacionar sus experiencias previas con las actuales para
estimular su crecimiento.
En la actualidad autores como Tuberius y col.26 se refieren a los modelos edu-
cativos relacionales, en los que no sólo el aprendizaje es importante, sino la trans-
formación del conocimiento en la aplicación y solución de problemas. La buena
relación entre el profesor y el alumno es el vehículo del conocimiento y la genera-
ción de ideas, y esta interacción a su vez se inscribe en un entorno grupal y contex-
tual específico.
En la encuesta del ACA–UNAM–MEX se incluyeron preguntas relativas a la
relación profesor–alumno. Cuando no existe una buena comunicación entre ellos
la dinámica del servicio y los procesos educativos se ven afectados, lo que puede
causar desmotivación o participación parcial de los residentes en las actividades
académico–asistenciales (cuadro 1–1).
Un aspecto que influye mucho en el médico en formación es el ejemplo del
profesor o role model. La manera en que el profesor trata a los pacientes y sus
familiares, y la forma en que se relaciona con sus colegas y con el personal de sa-
Un acercamiento a los ambientes clínicos de aprendizaje 9
empeñe su labor y estudio tiene que ver con el reconocimiento que recibe por sus
logros, pues afecta su motivación y bienestar subjetivo.
De los 4 189 residentes del PUEM que respondieron la encuesta poco más de
la mitad expresaron tener buena relación con el profesor; no obstante, los residen-
tes de la otra mitad perciben que la comunicación con el profesor no es lo sufi-
cientemente fluida. Las RI vistas en bloque merecen mayor atención por parte de
los profesores, pues influyen en que el ACA sea un espacio propicio o no para
el desarrollo académico y profesional.
Procesos educativos
Son los orientados a la enseñanza y el aprendizaje; se estructuran curricularmente
en programas, métodos didácticos, uso de tecnología educativa y evaluación. Su
10 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 1)
Cultura institucional
quica; por ejemplo, los residentes influyen en sus pares y hacia abajo, pero no
cambian las disposiciones institucionales. Los jefes de enseñanza influyen el
aprendizaje en el hospital, pero no cambian el sistema de residencias médicas a
nivel nacional.
En la encuesta ACA–UNAM–MEX los residentes evalúan el microambiente
de su servicio, con lo cual se vuelven conscientes de los elementos negativos y
positivos de la cultura institucional en la que estudian y trabajan. En el cuadro 1–3
se muestran las respuestas de los alumnos adscritos al PUEM.
En general se sienten orgullosos de pertenecer a su institución de salud; sin em-
bargo, no aprecian que en la organización haya una tendencia marcada al cambio
en el ámbito educativo. También es claro que en la mayoría de los hospitales las
jerarquías y las normas se acatan, lo que influye en el currículum formal y oculto
de la institución, afectando el ACA.
12 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 1)
las respuestas de los residentes del PUEM a algunas de las preguntas sobre la di-
námica educativa del servicio en el que participaban en 2012.
Las competencias clínicas y las cualidades personales están presentes en las
interacciones educativas que a su vez tienen lugar en el contexto hospitalario e
institucional. Al preguntarles a los residentes del PUEM si el ambiente clínico
en el servicio médico donde desempeñan sus actividades es propicio para la edu-
cación como especialista, 62.2% respondieron que casi siempre, 27.3% dijeron
que regularmente, 7.7% respondieron que en algunas ocasiones y 2.9% indicaron
que casi nunca. Estas cifras sugieren que es necesario profundizar en lo que suce-
de con los procesos de instrucción en los entornos hospitalarios. Con otro tipo de
metodologías de investigación, como la cualitativa, se podrían identificar las for-
talezas y debilidades para implementar cambios tendientes a mejorar el aprendi-
zaje y las competencias profesionales de los estudiantes.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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sity and non university hospitals in Japan. Int J Med Educ 2010;1:10–14.
20. El protocolo Ambientes Clínicos de Aprendizaje en las Especialidades Médicas está apro-
bado por el Comité de Investigación y Ética de la División de Investigación de la Facultad
de Medicina, y cuenta con el apoyo académico y financiero de la Dirección General de
Asuntos del Personal Académico, con número de registro PAPIIT DGAPA IN218712.
21. Hamui SA, Anzarut CM, de la Cruz FG, Ramírez de la Roche O, Lavalle MC et al.:
Construcción, validación y utilización de un instrumento para evaluar ambientes clínicos
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
18 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 1)
2
Food and Drug Administration,
European Medicines Agency y
Comisión Federal para la Protección
contra Riesgos Sanitarios
Fernando Iñarra Talboy, Laura Jáuregui Camargo
INTRODUCCIÓN
19
20 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 2)
Fuera del alcance de las regulaciones de la FDA quedan las bebidas alcohólicas,
los electrodomésticos que no emiten radiación, los productos de consumo —como
pinturas, barnices y envolturas—, las drogas ilegales, los seguros de salud, la car-
ne de ganado vacuno y de aves de corral, los restaurantes y las tiendas de comida.
La estructura de la FDA comprende seis centros de productos, un centro de in-
vestigación y dos oficinas:
que cuando el medicamento fue aprobado. Asimismo, la EMEA establece los lí-
mites de seguridad para los niveles residuales de medicamentos presentes en la
comida de origen animal.
La EMEA también desempeña un papel importante en el estímulo para la inno-
vación e investigación en el sector farmacéutico, ofreciendo consejo científico
y apoyo a las compañías para el desarrollo de nuevos medicamentos. La EMEA
publica guías para las pruebas de calidad, seguridad y eficacia de los medicamen-
tos.
El trabajo de la EMEA se conduce mediante seis comités científicos, com-
puestos por miembros de la Unión Europea, incluyendo representantes de pa-
cientes y médicos. Comprende más de 4 500 expertos que forman parte de los
equipos de los comités científicos, los cuales son:
REFERENCIAS
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2. http://www.ema.europa.eu/ema/index.jsp?curl=pages/about_us/general/general_content_
00023.jsp&mid=WC0b01ac058001ce7d.
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9 de abril de 2012.
4. Reglamento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. Diario
Oficial de la Federación, 13 de abril de 2004.
3
Fármacos broncodilatadores
Sergio Ignacio Inclán Alarcón, Laura Jáuregui Camargo
INTRODUCCIÓN
adversos.
Es de gran importancia mencionar que estos fármacos se pueden dividir por
su mecanismo de acción (b2 agonistas, anticolinérgicos, glucocorticoides) o por
su tiempo de inicio de acción (de rápida acción y de larga acción).
Los broncodilatadores de rápida acción se emplean en casos de agudización
de la patología de base (asma, EPOC), los cuales mejoran de manera rápida la
sintomatología, aunque con un efecto de corta duración. Un ejemplo de estos me-
dicamentos son los b2 agonistas de rápida acción, algunos anticolinérgicos y los
glucocorticoides sistémicos, así como otros de segunda elección, como la teofilina.
Por otra parte, los broncodilatadores de larga acción, también llamados “con-
troladores de la enfermedad”, previenen exacerbaciones o agudizaciones de la
25
26 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 3)
patología pulmonar de base, tales como los b2 agonistas de larga acción, los anti-
colinérgicos de corta acción, los glucocorticoides inhalados, el cromoglicato de
sodio, la teofilina de acción prolongada y los antagonistas de leucotrienos.
BETAADRENÉRGICOS
Mecanismo de acción
ANTICOLINÉRGICOS
GLUCOCORTICOIDES
Son los antiinflamatorios por elección en el manejo del broncoespasmo. Este gru-
po adquiere gran importancia en el manejo de la respuesta tardía de la bronco-
constricción caracterizada por la presencia de inflamación mediada por macrófa-
gos y eosinófilos disminuyendo la liberación de citocinas proinflamatorias; por
esta razón, constituyen el tratamiento de elección en el manejo preventivo del
asma, aunque nunca como monoterapia en casos de exacerbaciones. Con el uso
crónico de glucocorticoides (inhalados) se consigue mejorar la función pulmo-
nar, disminuir la hiperreactividad bronquial, reducir las exacerbaciones de asma/
EPOC y disminuir la mortalidad.
Glucocorticoides sistémicos
Glucocorticoides inhalados
Efectos adversos
Uno de los más temidos es la mayor frecuencia de neumonía en pacientes con esta
terapéutica, demostrada en uno de los estudios más importantes realizados con
broncodilatadores combinados, Investigating New Standards for Prophylaxis in
Reduction of Exacerbations (INSPIRE), el cual comparó dos grupos: salmeterol/
fluticasona vs. tiotropio, que no demostró diferencia en la tasa de exacerbaciones;
no obstante, sí se encontró una disminución en la mortalidad, así como un aumen-
to en la tasa de neumonías en el grupo con glucocorticoides inhalados (RR de
1.94).
Otros efectos adversos comunes son de carácter local, como la presencia de
disfonía por deposición del fármaco en la laringe y miopatía local inducida, tos
irritativa y candidiasis orofaríngea. Se sabe que estos efectos no deseados se re-
ducen con la utilización de cámaras espaciadoras o dispositivos de polvo seco con
posologías más espaciadas (administración dos veces al día), así como con el uso
de antifúngicos tópicos y reducciones de la dosis.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
CROMOGLICATO DE SODIO
ANTIHISTAMÍNICOS
METILXANTINAS: TEOFILINA
INHIBIDORES DE LA FOSFODIESTERASA–4
Este fármaco es en general bien tolerado; puede generar náusea, diarrea y pérdida
de peso.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
1. Albert RK, Spiro SG, Jett JR: Clinical respiratory medicine. 2ª ed. Caps. 32 y 33. EUA,
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38 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 3)
4
Antivirales
Tatiana López Velarde Peña, Francisco Moreno Sánchez
INTRODUCCIÓN
39
40 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 4)
Aciclovir
Farmacocinética y distribución
su tratamiento son mayores que las utilizadas para el VHS. En los adultos con
función renal normal la dosis es de 200 mg cinco veces al día para tratar el VHS
y de 800 mg cinco veces al día para el tratamiento del VVZ. La dosis recomenda-
da para administración intravenosa es de 5 mg/kg/8 h para el primero y de 10
mg/kg/8 h para el segundo, aunque las dosis de hasta 12 a 15 mg/kg se pueden
llegar a emplear en infecciones que amenacen la vida, principalmente en pacien-
tes con inmunocompromiso. Se requiere un ajuste de dosis en pacientes con falla
renal, pero no se requiere ajuste para la función hepática. No se ha reportado toxi-
cidad materna o fetal si se emplea en el embarazo, pero la recomendación de su
uso en este grupo de pacientes es clasificación B.
Puede ocurrir de forma muy rara un decremento de la función renal por depósito
de cristales del fármaco posterior a la administración de grandes dosis en infusio-
nes intravenosas rápidas, pero es reversible. Por lo anterior, se recomienda que
la infusión se administre en una hora y que el paciente se encuentre con una ade-
cuada hidratación. De forma infrecuente puede causar alucinaciones, agitación,
clonus y temblor, pero esto sólo se ha demostrado en pacientes ancianos con co-
morbilidades neurológicas y renales, sobre todo en aquellos que se encuentran
en diálisis peritoneal o hemodiálisis. No se han descrito interacciones importan-
tes con el uso concomitante de otros fármacos.
Resistencia
Indicaciones
Los pacientes con inmunocompromiso grave que tienen herpes zoster deben
recibir tratamiento intravenoso, pues tienen un riesgo elevado de progresión a
formas diseminadas de la infección.
Valaciclovir
Es un profármaco oral del aciclovir. Su espectro antiviral, su farmacocinética y
su excreción son similares a los del aciclovir. Sus indicaciones son las mismas
que las descritas para el aciclovir, pero los estudios que demuestran eficacia sólo
están descritos para infecciones genitales por VHS y herpes zoster. Los casos re-
sistentes a aciclovir también lo serán al valaciclovir.
Reacciones adversas
En más de 10% de los pacientes se ha reportado cefalea, nasofaringitis, elevación
de las transaminasas, neutropenia, náusea y dolor abdominal. En menos de 10%
se pueden desarrollar rash, dismenorrea, alteraciones de la fosfatasa alcalina y
trombocitopenia, entre otras. En pacientes con VIH se ha descrito el desarrollo
de síndrome de microangiopatía trombótica, caracterizado por fiebre, anemia he-
molítica microangiopática, trombocitopenia y falla renal. No se ha descrito este
síndrome en pacientes inmunocompetentes.
Penciclovir
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Famciclovir
Es el profármaco del penciclovir, pero existe en formulación oral y tiene caracte-
rísticas farmacológicas similares a las del penciclovir. Se emplea en dosis de 125
44 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 4)
mg cada 12 h para herpes genital recurrente y de 500 mg cada ocho horas para
herpes zoster. No se conocen efectos adversos importantes. Su coadministración
con digoxina resulta en un aumento de 19% de la concentración máxima de esta
última.
Ganciclovir
Es una análogo de nucleósido con estructura similar a la del aciclovir, pero tiene
un grupo hidroximetilo en la posición 3’ en el sitio acíclico de la cadena. Esta mo-
dificación le confiere actividad contra CMV, pero también se relaciona con la
mayor toxicidad que presenta al compararse con el aciclovir. Inhibe la replica-
ción de forma comparable al aciclovir in vitro, contra VHS tipos 1 y 2, herpes
virus 6 y VEB, así como VVZ. Asimismo, se ha comprobado que el ganciclovir
in vitro tiene sinergismo con el foscarnet contra el CMV.
Farmacocinética y distribución
La dosis se modifica según la indicación; para enfermedad por CMV aguda la do-
sis intravenosa habitual es de 5 mg/kg/12 h, pudiendo completar dosis de mante-
nimiento mediante administración oral de entre 1 y 2 g/8 h. En pacientes con de-
puración de creatinina menor de 70 mL/min se requiere un ajuste de dosis a la
función renal. Hasta 50% de la dosis es removida por hemodiálisis de cuatro ho-
ras de duración, por lo que se recomienda aplicar después de la misma. No requie-
re ajuste para la función hepática.
Su uso en el embarazo tiene una recomendación con clasificación C; sin em-
bargo, no existen estudios en mujeres embarazadas. Se ha demostrado que es te-
Antivirales 45
Resistencia
Se ha postulado que las mutaciones UL97 surgen primero y confieren una re-
sistencia moderada al ganciclovir pero no al cidofovir ni al foscarnet. Los VHS
y VVZ resistentes al aciclovir también lo son al ganciclovir.
Indicaciones
Foscarnet
Farmacocinética y distribución
Resistencia
Indicaciones
Cidofovir
Farmacocinética y distribución
Para terapia de inducción se usa una dosis de 5 mg/kg en infusión de una hora una
vez por semana, con dosis de mantenimiento para infección por CMV de 5 mg/kg
una vez cada dos semanas. Para disminuir su nefrotoxicidad se debe administrar
posterior a hidratación con 1 L de solución salina durante 1 a 2 h; posterior a la
dosis de cidofovir se debe volver a hidratar al paciente de la misma forma. Se
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Reacciones adversas
Resistencia
Indicaciones
Ribavirina
Es un análogo sintético de guanosina que tiene actividad contra los RNA virus
y DNA virus; in vitro tiene actividad contra ortomixovirus —como la influen-
za—, paramixovirus —incluido el virus sincicial respiratorio (VSR)—, arenavi-
rus —como el virus de Lassa—, bunyavirus, herpesvirus, adenovirus, poxvirus
y retrovirus (ante el VIH no tiene significancia clínica). Cuando se combina con
Antivirales 51
Farmacocinética y distribución
Resistencia
Indicaciones
1. Infecciones por virus sincicial respiratorio. En niños sanos con estas in-
fecciones no ha demostrado un beneficio claro; sin embargo, en adultos con
trasplante de médula ósea que presentan infecciones respiratorias por este
virus se ha observado que el uso de ribavirina inhalada produce una dismi-
nución de la morbilidad y la mortalidad, mientras que se desconoce su efica-
cia en pacientes con trasplante de órganos sólidos.
2. Otras indicaciones. Su uso intravenoso demostró disminución en la morta-
lidad por fiebre de Lassa y otras infecciones por virus Hanta, como el sín-
drome pulmonar por hantavirus. Su eficacia en influenza tiene reportes muy
variables en la literatura.
Adamantanos
Efectos adversos
Inhibidores de la neuraminidasa
Mecanismo de acción
La hemaglutinina del virus es una glucoproteína de superficie que se une a los
residuos de ácido siálico en las glucoproteínas de superficie de las células del epi-
telio respiratorio. Esta interacción es necesaria para que el virus inicie la infec-
ción. Después de la replicación viral los viriones también se unen a la célula hués-
ped; este grupo de fármacos interfieren con la liberación de dichos viriones de
las células infectadas.
El zanamivir y el oseltamivir son análogos del ácido siálico que inhiben de for-
ma competitiva a la neuraminidasa en la superficie de los virus de influenza. En
contraste, la amantadina y la rimantadina sólo son activas contra el virus de in-
fluenza A. El anclaje de la terminal de residuo de ácido siálico en la célula hospe-
dera previene la infección al destruir al receptor que es reconocido por la hema-
glutinina viral, lo que minimiza la liberación del virus de las células infectadas,
disminuyendo la diseminación de la infección.
Farmacocinética
El zanamivir se administra por vía inhalada y tiene poca biodisponibilidad oral;
15% de la dosis inhalada se deposita en los bronquios y pulmones, y el resto per-
manece en la orofaringe, con una concentración elevada en el tejido respiratorio.
Su excreción es principalmente renal, pero debido a su biodisponibilidad no re-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
quiere ajuste para la función renal. Su vida media pulmonar es de 2.8 h. El polvo
inhalado de este fármaco no se debe reconstituir en ninguna preparación líquida
y no se debe usar en nebulizadores ni en ventiladores mecánicos.
El fosfato de oseltamivir se administra por vía oral y se dispone de él en cápsu-
las o polvo para suspensión líquida, que se metaboliza a su forma activa: el carbo-
xilato de oseltamivir. Su vida media de eliminación es de ocho horas y los alimen-
tos no afectan su concentración máxima ni su distribución sistémica. También
tiene eliminación primordialmente renal, y se requiere ajuste de dosis a la función
renal cuando la depuración de creatinina es menor de 30 mL/min.
Efectos adversos
El zanamivir administrado en polvo inhalado se puede asociar a insuficiencia res-
piratoria, que puede causar exacerbaciones de EPOC y asma, por lo que en este
54 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 4)
Resistencia
Indicaciones
Se emplean para la profilaxis y el tratamiento de infecciones por virus de influen-
za susceptibles —ya comentados en este capítulo—, excepto el peramivir, que
es un fármaco de esta familia que se administra de forma intravenosa, relativa-
mente nuevo, que parece tener la misma eficacia que el oseltamivir y que se en-
cuentra en estudio para ser usado en pacientes con influenza A H1N1 críticamente
enfermos y hospitalizados en terapia intensiva, pero esto aún no se ha aprobado.
La profilaxis se realiza mediante la administración oral de 75 mg/24 h de osel-
tamivir en las primeras 48 h posteriores al contacto con un individuo infectado
durante 10 días. Su seguridad y su eficacia se han demostrado con su empleo de
hasta seis semanas en pacientes inmunocompetentes; su seguridad se ha compro-
bado en pacientes inmunocomprometidos con un uso de hasta por 12 semanas.
Para el tratamiento de influenza se administra oseltamivir 75 mg/12 h vía oral
en las primeras 48 h de haberse iniciados los síntomas y se debe administrar du-
rante cinco días. En pacientes hospitalizados con infección grave se puede reque-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
rir de tratamientos que se prolonguen hasta por 10 días o más. Algunos expertos
recomiendan duplicar la dosis en estos casos. Se debe iniciar lo antes posible en
cualquier paciente hospitalizado con sospecha o diagnóstico confirmado de in-
fección por influenza, según recomendación de la CDC desde 2011; en 2008 se
describió que pudiera emplearse mediante tubo orogástrico o nasogástrico en pa-
cientes con ventilación mecánica.
Interferón
Indicaciones
Los interferones antes mencionados se han purificado de sus formas celulares na-
turales y se han sintetizado usando tecnología DNA recombinante. El IFN–b se
Antivirales 57
Farmacocinética y distribución
a. IFN–a–2b (Intron, Merc & Co.): su dosis aprobada en EUA para el trata-
miento de infecciones por virus de hepatitis C (HCV) es de tres millones de
unidades subcutánea tres veces por semana hasta por 24 meses. En la Unión
Europea se emplean las mismas dosis pero por 12 meses, aunque en algunos
pacientes se extiende el tratamiento hasta por 18 meses.
b. IFN–a–2a (Rorefon, Genentech): difiere del anterior sólo por un aminoá-
cido, pero una gran proporción de pacientes tratados con este interferón de-
sarrollan anticuerpos neutralizantes contra el a–2a pero no contra el a–2b.
En EUA se aprueba para el tratamiento de infecciones por HCV con dosis
de tres millones de unidades subcutáneas tres veces por semana por 12 me-
58 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 4)
Ribavirina
Lamivudina
Sus efectos adversos son similares a los de otros inhibidores de transcriptasa re-
versa análogos de nucléosido, incluyendo esteatosis hepática, pancreatitis, neu-
ropatía periférica, cefalea, náusea, vómito y alteraciones gastrointestinales; se
debe interrumpir ante la sospecha de pancreatitis.
Se desconoce la seguridad de su uso en el embarazo, pero hay escasos datos
que sugieren que si se administra en los últimos meses del embarazo en madres con
altos niveles de viremia se puede reducir la transmisión perinatal de hepatitis B.
Antivirales 61
Resistencia
Adefovir dipivoxil
Resistencia
Entecavir
Es un inhibidor de polimerasa análogo ciclopentilo de guanosina. Se emplea en
el tratamiento de la infección por hepatitis B crónica, con enfermedad hepática
compensada y descompensada; puede ser útil en pacientes portadores de virus re-
sistente a la lamivudina y en pacientes con coinfección de VIH y virus de hepatitis
B, pero en este caso su uso sólo se recomienda desde 2011 en pacientes que no
pueden usar tenofovir; se debe utilizar en compañía de terapia antirretroviral alta-
mente efectiva.
Efectos adversos
Entre los más frecuentes se encuentran edema periférico, ascitis y elevación de
ALT; los más raros son cefalea, hiperglucemia, acidosis láctica, hepatomegalia,
descompensación de la enfermedad hepática, insomnio, trombocitopenia y falla
renal.
Resistencia
Aunque para presentar resistencia al entecavir se requiere que además de la muta-
ción YMDD se encuentre una segunda mutación (M250V, etc.), se puede desa-
Antivirales 63
Telbivudina
Tenofovir
1. Autoproteasa NS2/3.
2. Proteasa NS3/4a: su inhibidor en investigación es el BI20133 (Boehringer
Ingelheim).
64 Temas selectos de medicina interna 2014 (Capítulo 4)
Principios generales
Los esquemas tienen una “columna vertebral” y una “base”. La primera se con-
forma por dos inhibidores de transcriptasa reversa nucleósidos (ITRN), mientras
que la base tradicionalmente incluye un inhibidor de transcriptasa reversa no nu-
cleósido (ITRNN) o un inhibidor de proteasa. En diciembre de 2009 el raltegra-
vir, de la familia de inhibidores de integrasa, se añadió a la lista de medicamentos
recomendados en las guías de la DHHS para el tratamiento inicial, junto con 2
ITRN, y en julio de 2010 la Sociedad Internacional de SIDA realizó la misma re-
comendación.
Los regímenes de terapia deben tener al menos tres medicamentos antirretro-
virales activos. Su actividad contra VIH se determina con pruebas de resistencia
Antivirales 65
a los distintos fármacos antes de iniciar la terapia, pero no se pueden detectar re-
sistencias bajas. La información detallada de las resistencias de los distintos com-
puestos se puede consultar en las guías de manejo para VIH.
En general no se recomiendan regímenes con cuatro o más fármacos en pa-
cientes en quienes se iniciará tratamiento por primera vez, pues su eficacia no es
superior a los regímenes de tres fármacos, pero se incrementan los efectos adver-
sos. Tampoco son útiles y no se recomiendan regímenes con tres fármacos de la
misma familia.
Los fármacos usados en el tratamiento inicial del VIH se dividen en las siguientes
familias:
Cuadro 4–1.
Clases de antirretrovirales Fármacos
Inhibidores de transcriptasa reversa nucleóti- 1. Abacavir (ABC)
dos (ITRN) 2. Didanosina (ddI)
3. Emtricitabina (FTC)
4. Lamivudina (3TC)
5. Estavudina (d4T)
6. Tenofovir (TDF)
7. Zalcitabina (ddC)
8. Zidovudina (AZT, ZDV)
Inhibidores de transcriptasa reversa no nu- 1. Delavirdina (DLV)
cleótidos (ITRNN) 2. Efavirenz (EFV)
3. Nevirapina (NVP)
4. Rilpivirina (RVP)
Inhibidores de proteasa (IP) 1. Saquinavir (SQV)
2. Amprenavir (APV)
3. Atazanavir (ATV)
4. Darunavir ( DRV)
5. Indinavir (IDV)
6. Lopinavir/ritonavir (LPV/r)
7. Ritonavir (RTV)
8. Nelfinavir (NFV)
9. Tipranavir (TPV)
Inhibidores de fusión 1. Enfuvirtide (T–20)
Inhibidores de integrasa 1. Raltegravir (RAL)
Antagonistas CCR5 1. Maraviroc (MVC)
Combinaciones con dosis fijas Zidovudina + lamivudina = CombivirR
Zidovudina + lamivudina + abacavir = TrizivirR
Lamivudina + abacavir = EpzicomR
Emtricitabina + tenofovir = TruvadaR
Interferón
Imiquimod
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Antivirales 69
Antimaláricos
71
72 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 5)
3. Mefloquina:
S Farmacocinética y farmacodinamia: es un derivado sintético de la
4–aminoquinolina. Su absorción por vía oral es muy variable; se contra-
indica para aplicación intravenosa, dado que genera irritación local.
Tiene un metabolismo hepático extensivo con excreción urinaria; se une
a proteínas en 98%.
S Mecanismo de acción: se desconoce, pero se piensa que incrementa el
pH intravesicular en los parásitos.
S Uso clínico: constituye la primera línea para la profilaxis en lugares con
resistencia a la cloroquina; se usa como alternativa a la quinina en ata-
ques agudos por Plasmodium falciparum. En el sureste de Asia se obser-
va resistencia a este fármaco.
S Efectos adversos: malestar gastrointestinal, rash, cefalea y mareo. En
dosis altas causa alteraciones en la conducción cardiaca y síntomas psi-
quiátricos y neurológicos, pudiendo generar crisis convulsivas. Está
contraindicado en la lactancia y en el embarazo. (Categoría C.)
4. Primaquina:
S Farmacocinética y farmacodinamia: es un derivado sintético de la
8–aminoquinolina. Tiene absorción completa por vía oral y presenta me-
tabolismo extensivo hepático a la carboxiprimaquina (compuesto acti-
vo), con excreción urinaria.
S Mecanismo de acción: forma metabolitos quinolina–quinona, los cua-
les interfieren en la cadena de transporte de electrones, creando distrés
oxidativo. Es esquintocida de tejidos y gametocida, por lo que limita la
transmisión.
S Uso clínico: es útil en la infección por Plasmodium vivax y Plasmodium
ovale, ya que erradica su estadio hepático. Para su máxima actividad se
tiene que administrar durante dos semanas y previamente haber adminis-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Amebiasis
1. Furoato de diloxanida
Fármacos antiparasitarios 75
Toxoplasmosis y neumocitosis
1. Pentamidina
S Farmacocinética: se metaboliza en el hígado, con excreción urinaria.
Se absorbe por vía inhalada o endovenosa.
S Mecanismo de acción: inhibe la síntesis de DNA y RNA.
S Uso clínico: se puede utilizar como profilaxis para Pneumocystis jiro-
veci.
S Efectos adversos: hipertensión, hipotensión secundaria a vasodilata-
ción periférica, taquicardia ventricular, pancreatitis, síndrome de Ste-
vens–Johnson, hiperglucemia o hipoglucemia, leucopenia, trombocito-
penia y anemia. En su forma parenteral puede ser nefrotóxico. Se
contraindica en el embarazo. (Categoría C.)
2. Trimetoprim–sulfametoxazol
S Farmacocinética y farmacodinamia: tiene metabolismo hepático, con
excreción urinaria sin procesamiento.
S Mecanismo de acción: el trimetoprim inhibe la dihidrofolato reductasa,
bloqueando la biosíntesis de ácidos nucleicos y proteínas; el sulfameto-
xazol inhibe la producción de ácido dihidrofólico al competir con el áci-
do paraaminobenzoico.
Fármacos antiparasitarios 77
Tripanosomiasis
Los protozoarios son parásitos unicelulares que se replican rápidamente por múl-
tiples mecanismos dentro del ser humano.3 La tripanosomiasis se divide en afri-
cana o enfermedad del sueño, y en americana o enfermedad de Chagas. Es una
enfermedad que cuando no es tratada produce muchas secuelas. Su mecanismo
de acción exacto aún se desconoce. A continuación se muestran los fármacos más
empleados.
78 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 5)
1. Pentamidina
S Uso clínico: se utiliza para Trypanosoma gambiense y Trypanosoma
rhodesiense en etapa hemolinfática (no atraviesa la barrera hematoence-
fálica). Asimismo, se puede utilizar en leishmaniasis, kala azar y Pneu-
mocystis jiroveci.
S Efectos adversos: hipertensión, hipotensión secundaria a vasodilata-
ción periférica, taquicardia ventricular, pancreatitis, síndrome de Ste-
vens–Johnson, hiperglucemia o hipoglucemia, leucopenia, trombocito-
penia y anemia. En su forma parenteral puede ser nefrotóxica. Se
contraindica en el embarazo. (Categoría C.)
2. Melarsoprol
S Farmacocinética y farmacodinamia: se utiliza de manera parenteral.
Se excreta por vía urinaria.
S Mecanismo de acción: inhibe la síntesis de adenosín trifosfato.
S Uso clínico: tripanosomiasis africana, conocida como el mal del sueño.
S Efectos adversos: puede ocasionar hipertensión, daño al miocardio,
neuropatía periférica, náusea, vómito, albuminuria, reacción de Herx-
heimer (que se asemeja a la sepsis bacteriana), y puede ocasionar encefa-
lopatía fetal. Se contraindica en pacientes con glucosa–6–fosfato deshi-
drogenasa.
3. Nifurtimox
S Farmacocinética y farmacodinamia: tiene una absorción rápida por
vía oral, con extenso volumen de distribución y excreción renal.
S Mecanismo de acción: reacciona contra los ácidos nucleicos del parási-
to mediante la inhibición de la tripanotión reductasa —enzima específica
de los parásitos encargada de la antioxidación.
S Uso clínico: tripanosomiasis americana (enfermedad de Chagas).
S Efectos adversos: anorexia en más de 10% de los pacientes, múltiples
síntomas neurológicos, mialgias, malestar general, dermatitis prurigino-
sa, rash e infiltrados pulmonares.
4. Suramina
S Farmacocinética y farmacodinamia: absorción por vía parenteral. No
tiene metabolismo y se excreta por vía urinaria; 99.7% se une a proteínas.
S Mecanismo de acción: actividad tripanocida al inhibir las enzimas que
reducen la nicotinamida adenindinucleótido reducido.
S Uso clínico: es de elección para la tripanosomiasis africana hemolinfá-
tica temprana. Se utiliza en oncocercosis como alternativa a la ivermec-
tina.
S Efectos adversos: rash, malestar gastrointestinal, daño renal y altera-
ciones neurológicas (parestesias, neuropatía periférica y atrofia óptica).
5. Eflornitina
Fármacos antiparasitarios 79
Leishmaniasis
Antihelmínticos
Los parásitos helmínticos son organismos multicelulares con ciclos de vida com-
plejos, que se llevan a cabo dentro y fuera del ser humano. Los fármacos antihel-
mínticos están mejorando para lograr una mayor efectividad y mejor tolerancia,
aun cuando su mecanismo de acción sigue siendo desconocido.2 La terapéutica
no sólo se dirige al paciente sintomático, sino que también se indica en pacientes
portadores. A continuación se mencionan los diferentes fármacos existentes:
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Nematodos
1. Albendazol
S Farmacocinética y farmacodinamia: su absorción es de menos de 5%,
pero puede ser incrementada 4 o 5 veces si se combina con una comida
rica en ácidos grasos. Se distribuye muy bien dentro de los quistes hidatí-
dicos y de cefalorraquídeo; 70% del fármaco se une a proteínas plasmáti-
cas, con metabolismo hepático y un extenso efecto del primer paso. Su
excreción es urinaria y fecal.
S Mecanismo de acción: inhibe la formación de microtúbulos plasmáti-
cos.
S Uso clínico: es el tratamiento de elección para la ascariasis, la Trichuris
trichiura, los nematodos y Enterobius vermicularis. Se utiliza como tra-
80 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 5)
Trematodos
1. Praziquantel
S Farmacocinética y farmacodinamia: absorción oral de 80%; se distri-
buye ampliamente en el plasma, con distribución en el líquido cefalorra-
quídeo; 80% del medicamento se une a proteínas plasmáticas, con un
metabolismo de primer paso hepático y excreción a través de la orina.
S Mecanismo de acción: incrementa la permeabilidad de la membrana
celular.
S Uso clínico: tiene actividad con los trematodos y cestodos. Es de elec-
ción para tratar la esquistosomiasis, la paragonimiasis y la cisticercosis.
S Efectos adversos: anorexia, mareo, cefalea, náusea y vómito, dolor ab-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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17.
82 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 5)
6
Antihistamínicos
Javier Hernández Buen Abad, María Rosa Palpacelli
INTRODUCCIÓN
Historia
En 1907 Best y col. aislaron histamina de muestras frescas de hígado y pulmón,
estableciéndola como constituyente natural de tejidos de mamíferos, de ahí el
nombre histamina, proveniente del griego histos, tejido.
Histamina
La histamina es un mediador importante de inflamación, anafilaxis y secreción
ácida gástrica, además de que desempeña un papel como neurotransmisor.
La comprensión de las funciones fisiológicas y fisiopatológicas de la histami-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Química
La histamina es una molécula hidrofílica constituida por un anillo de imidazol
y un grupo amino unido por dos grupos metileno. La sustancia farmacológica-
mente activa es el monocatiónico N.
83
84 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 6)
Distribución
Casi todos los tejidos mamíferos contienen histamina en cantidades que van des-
de < 1 hasta > 100 mg/g. Los mastocitos son el principal sitio de almacenamiento
para la histamina en la mayoría de los tejidos; la concentración de histamina es
particularmente alta en los tejidos que contienen grandes cantidades de mastoci-
tos, como la piel, la mucosa bronquial y la mucosa intestinal.
En la mayoría de los tejidos la histamina se encuentra almacenada y unida en
los gránulos (vesículas) en mastocitos y basófilos; esta forma es biológicamente
inactiva, aunque existen muchos estímulos que desencadenan la liberación de
histamina. Los mastocitos se encuentran principalmente en tejidos más suscepti-
bles a lesión (nariz, boca, pies y puntos de presión y bifurcación en los vasos san-
guíneos).
La histamina desempeña un papel de neurotransmisor y participa en muchas
funciones cerebrales, como control neuroendocrino, regulación cardiovascular
y térmica, peso corporal, sueño y libido.
Un segundo e importante sitio de almacenamiento de histamina no neuronal
y de liberación es la célula de tipo enterocromafina (ECL, por sus siglas en inglés)
de las células del fondo gástrico del estómago. Las células ECL liberan histami-
na, uno de los principales secretagogos de ácido gástrico, para activar la produc-
ción de ácido por parte de células parietales de la mucosa.
Almacenamiento y liberación
Los almacenes de histamina en los mastocitos pueden ser liberados a través de:
Mecanismo de liberación
HISTAMINA ENDÓGENA
Antagonistas de histamina
ANTAGONISTAS H1
Todos los receptores antagonistas H1 son realmente agonistas inversos que redu-
cen constitutivamente la actividad de los receptores y compiten con la histamina.
Se dividen en primera y segunda generaciones, con diferentes efectos a nivel
sistémico (cuadro 6–2).
Farmacocinética
Estos antagonistas se absorben de manera rápida tras una administración vía oral,
con picos de concentración en sangre entre 1 y 2 h. Se distribuyen de manera ge-
neral a todo el cuerpo, incluyendo el sistema nervioso central (primera genera-
ción). Algunos son metabolizados de manera exhaustiva, principalmente por los
sistemas microsomales del hígado. Diversos agentes de segunda generación son
metabolizados por el CYP3A4, por lo que están sujetos a interacciones con otros
medicamentos que compartan la misma enzima. La mayoría de estos fármacos
90 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 6)
Usos terapéuticos
Enfermedades alérgicas
Los antagonistas H1 se usan de manera muy común como fármacos sin prescrip-
ción médica para el tratamiento de las alergias. Principalmente para el manejo de
los síntomas de rinitis, urticaria y conjuntivitis. En el asma bronquial, como se
ha mencionado, tienen un efecto limítrofe, igual que en el tratamiento de la anafi-
laxis, es decir, tienen un rol coadyuvante.
El mejor uso se obtiene en la rinitis y la conjuntivitis secundaria a la fiebre del
heno, en la cual se liberan los efectos producidos por la histamina, ya menciona-
dos. Los medicamentos tienen menos resultados cuando los pacientes son ex-
puestos a altas dosis de alergenos. El aerosol nasal y las gotas oftálmicas tienen
un buen uso en el tratamiento de la rinitis y la conjuntivitis alérgica; sin embargo,
para el tratamiento de una rinitis alérgica recurrente o con poca respuesta a los
antihistamínicos se han hecho estudios acerca del uso de esteroides intranasales,
observándose que tienen mejor eficacia que los primeros, pero con muchos más
efectos adversos.
Se ha demostrado un uso favorable para tratar las dermatitis alérgicas, con un
mayor beneficio demostrado en el tratamiento de la urticaria aguda. Para las der-
matitis alérgicas, como la urticaria crónica, se deben emplear dosis más altas. Se
utilizan también para el tratamiento de dermatitis atópica y, por contacto, secun-
daria a picaduras de insectos.
Los antagonistas H1 se pueden utilizar para el tratamiento de las lesiones ede-
matosas de la enfermedad del suero; sin embargo, no mejoran la fiebre o las ar-
tralgias.
Se pueden utilizar para minimizar o contrarrestar las acciones adversas de mu-
chos medicamentos, especialmente las que se caracterizan por urticaria y angioe-
dema. Sin embargo, una reacción anafiláctica más grave deberá ser tratada prin-
cipalmente con epinefrina.
Resfriado común
Los antagonistas H1 tienen poco valor para el tratamiento de una gripe común.
Se ha visto que el efecto anticolinérgico de los antagonistas de primera genera-
ción lleva a una disminución de la rinorrea.
Antihistamínicos 91
Efectos adversos
Interacciones medicamentosas
ANTAGONISTAS H2
ANTAGONISTAS H3
ANTAGONISTAS H4
REFERENCIAS
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7
Antifúngicos
Tatiana Piña Ocampo, Francisco Moreno Sánchez
INTRODUCCIÓN
95
96 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 7)
Las nuevas técnicas químicas y de estudio de la fisiología de los seres vivos han
posibilitado la obtención de sustancias con una actividad superior a las emplea-
das tradicionalmente contra los hongos, provocando con su administración un
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
(1 ³ 6)–b–glucano Escualeno
Lanosterol
Escualeno epóxido
14a–dimetil–lanosterol
Dimetil–lanosterol
Pared
celular Inhibición
Azoles Zimosterol
Fosfolípidos
de la
membrana
celular (1 ³ 3)–b–glucano Fecosterol
Inhibición Fijación
caspofungina anfotericina B
El antifúngico ideal debe ser de amplio espectro, atóxico, con actividad por
vías oral y parenteral, sin resistencias, con farmacocinética adecuada y de bajo
costo. Sin embargo, ante la ausencia de este fármaco ideal, y teniendo en cuenta
la gran cantidad de variables que pueden afectar su actividad in vitro e in vivo,
es necesario continuar en la búsqueda de nuevos antifúngicos activos también
frente a los patógenos emergentes. Muchas veces esta búsqueda comienza con
la identificación de una diana, a partir de la cual se inicia el diseño de moléculas
capaces de interferir en su función. Posteriormente se debe asegurar la ausencia
de interferencias sobre las células del huésped, igualmente eucariotas, y con ello
la selectividad y efectividad de la molécula.
NUEVAS FORMULACIONES
DE ANTIFÚNGICOS POLIÉNICOS
Los derivados poliénicos son sustancias antibióticas sintetizadas por diversas es-
pecies de Streptomyces, que poseen una estructura constituida por un anillo ma-
crólido de 26 a 38 átomos de carbono con poliinsaturaciones y cerrado mediante
un enlace éster o lactona interna. Este grupo comprende cerca de 100 compuestos
diferentes, que según el número de enlaces no saturados de la molécula se clasifi-
can como heptaenos o tetraenos (siete o cuatro enlaces, respectivamente). En un
lado de la cadena se sitúan los grupos hidroxilo, que le confieren a la molécula
un carácter anfipático, característico de estos antifúngicos. Las sustancias más
representativas de este grupo son la nistatina y la anfotericina B (figura 7–2).
Antifúngicos 101
OH
O
OH
OH
OH
O OH OH OH OH O
OH
CH3
CH3
CH3 O
O OH
OH NH2
Mecanismo de acción
Espectro antifúngico
unen ampliamente a las lipoproteínas del plasma (90 a 95%). El volumen de dis-
tribución (Vd) es elevado (4 L/kg). Alcanza altas concentraciones en el hígado,
el bazo, los pulmones y los riñones. En los líquido pleural y peritoneal sinovial
y el humor acuoso las concentraciones alcanzadas del fármaco son de 50 a 60%
de la concentración plasmática mínima. Tiene mala penetración en el líquido ce-
falorraquídeo (LCR) (2 a 4%), aumentando en casos de inflamación meníngea.
Atraviesa bien la placenta. No se dispone de ensayos clínicos que determinen la
eliminación mediante la leche materna ni la seguridad en la administración en
embarazadas. Es metabolizada parcialmente en el hígado y eliminada por la bilis
(< 15%) y por la orina en escasa proporción (4 a 5%). Su vida media de elimina-
ción inicial es de 24 h, seguida de una eliminación terminal más lenta, de cerca
de 15 días. Debido a la escasa eliminación renal no es necesario ajustar la posolo-
gía en caso de insuficiencia renal (IR), hemodiálisis (HD) ni diálisis peritoneal
(DP). Tampoco es necesario ajustar la posología en casos de insuficiencia hepáti-
ca (IH). En el cuadro 7–4 se describen las características farmacocinéticas de las
diferentes formulaciones de anfotericina B.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Reacciones adversas
Interacciones farmacológicas
NISTATINA LIPOSOMAL
5–FLUOROCITOSINA O FLUCITOSINA
Estructura química
Mecanismo de acción
Espectro antifúngico
Reacciones adversas
Las dosis habituales son de 37.5 mg/kg/6 h por vía oral. En casos de IR con un
aclaramiento de creatinina de 20 a 40 mL/min se reducirá a la mitad la dosis o
el intervalo de administración se aumentará al doble. Si el aclaramiento de creati-
nina es de 10 a 20 mL/min la dosis será la cuarta parte o el intervalo se cuadrupli-
cará. En casos de HD se recomienda administrar tras la finalización de ésta una
dosis extra de 37.5 mg/kg.
DERIVADOS IMIDAZÓLICOS
Los azoles constituyen una de las familias de antifúngicos con mayor número de
derivados y una gran diversidad de espectros de actividad, potencia y toxicidad,
sin que en muchos casos se demuestren grandes diferencias entre ellos. Se trata
de moléculas sintéticas con estructuras químicas con anillos heteropentacíclicos,
con dos (imidazoles) o tres (triazoles) átomos de nitrógeno unidos por átomos de
carbono a otros anillos aromáticos. Actúan sobre la célula fúngica impidiendo la
síntesis del ergosterol, principal componente de la membrana plasmática de los
hongos, al inhibir la enzima lanosterol desmetilasa dependiente del citocromo
P–450. Su efecto es fungistático y no fungicida.
El primer compuesto azólico, el benzimidazol, fue descrito en 1944. Los prime-
ros derivados usados en clínica fueron el miconazol, el clotrimazol y el econazol,
a principios del decenio de 1970; posteriormente se desarrollaron otros imidazo-
les y triazoles, comercializados entre 1979 y 1995, como isoconazol, ketocona-
zol, flutrimazol, itraconazol, fluconazol, omoconazol, sertaconazol, flutrimazol,
lanoconazol y terconazol.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
síntesis de nuevos derivados azólicos que, actuando sobre la síntesis del ergoste-
rol, tengan mayor especificidad por rutas biosintéticas diferentes a las del coleste-
rol de las células del mamífero.
Estructura química
Mecanismo de acción
N OH N
N CH2 C CH2 N
N F N
Fluconazol OH F
N
N CH2 C CH2
F
N F N N
N N
Itraconazol
N
CH2 F
O CH2
Voriconazol
O
N N CH CH2 CH2
CH2 O
Espectro antifúngico
La biodisponibilidad por vía oral del grupo de azoles es elevada (fluconazol >
80%, itraconazol > 70% y voriconazol prácticamente 100%). El fluconazol es
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
la saliva pero muy elevada en la mayoría de los tejidos (pulmones, riñón, hígado,
estómago, bazo, músculos y cerebro). El voriconazol alcanza concentraciones en
el LCR de 50% de las plasmáticas. El fluconazol se elimina por vía renal, recupe-
rándose en la orina sin modificar (80%). La semivida de eliminación es de 30 h
y es necesario ajustar la dosis en caso de IR. Se elimina por HD y DP. La metaboli-
zación hepática del itraconazol es elevada; 1% se elimina por la orina como pro-
ducto activo. No es necesario ajustar la posología de este fármaco ante la presen-
cia de IR, pero sí en casos de IH. El voriconazol se metaboliza ampliamente en
el hígado por vía del citocromo P450, siendo necesario ajustar la dosis en casos
de IH. Se recomienda utilizar las pautas habituales de carga pero reducir a la mi-
tad la dosis de mantenimiento en pacientes con hepatopatía crónica leve o mode-
rada (Child–Pugh A y B). No se dispone de ensayos clínicos en hepatopatías cró-
nicas graves Child–Pugh C. La formulación oral no necesita ajuste de las dosis
en pacientes con IR; sin embargo, debido a que en la formulación endovenosa el
excipiente está compuesto por ciclodextrina, que se puede acumular ante la pre-
sencia de IR, se deberá ajustarse la dosis en pacientes con fracaso renal de mode-
rado a grave. Es hemodializado con un aclaramiento de 121 mL/min y no es nece-
sario ajustar la dosis en sesiones de HD de cuatro horas. La ciclodextrina es
hemodializada con un aclaramiento de 55 mL/min.
Reacciones adversas
La incidencia de efectos adversos con este grupo de antifúngicos es escasa. Son
fármacos seguros y bien tolerados. Los efectos adversos más frecuentes son las
molestias gastrointestinales: náuseas,vómitos, dolor y distensión abdominal, y
diarrea. La cefalea y el exantema cutáneo son frecuentes. Se ha descrito una baja
incidencia de aumento de transaminasas y bilirrubina (de 1 a 2%). Excepcional-
mente se desarrolla hepatitis grave tóxica. Excepcionalmente el fluconazol puede
desarrollar síndrome de Stevens–Jonhson; se puede llegar a observar en la pobla-
ción de alto riesgo —con SIDA— y en los pacientes oncológicos.
Se han descrito hipopotasemia e hipertensión moderada con usos prolongados
y altas dosis de itraconazol. El efecto secundario más frecuente y único entre los
azoles del voriconazol es el trastorno reversible de la visión (fotopsias), que pue-
de ocurrir hasta en 30% de los pacientes. No se recomiendan estos fármacos en
el embarazo ni en la lactancia, debido a sus posibles efectos teratogénico y em-
briotóxico, y su posible paso a través de la leche materna.
Interacciones farmacológicas
Debido al lugar de metabolización de este grupo de antifúngicos, son importantes
las interacciones farmacológicas en la práctica clínica.
Antifúngicos 111
400 mg/día.
Para alcanzar rápidamente el equilibrio estacionario se recomienda adminis-
trar una dosis de carga de voriconazol de 6 mg/kg/12 h IV y disminuir a entre 3
y 4 mg/kg/12 h la dosis de mantenimiento.
CASPOFUNGINA
Estructura química
El acetato de caspofungina es un compuesto lipopeptídico cíclico semisintético
con una cadena lateral N–acil (equinocandina), sintetizado a partir de un produc-
to de fermentación de Glarea lozoyensis (figura 7–4).
112 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 7)
NH3
OH OH
O N O
OH
H N
H
NH3 O
O OH CH
3
CH3 CH3
OH O CH3
OH
O N
OH
O OH
OH
OH
Mecanismo de acción
Espectro antifúngico
Reacciones adversas
Es un fármaco muy seguro en la práctica clínica diaria. Tiene una incidencia ge-
neral de efectos adversos de 13.8%, siendo los más frecuentes las molestias gas-
trointestinales (dolor abdominal, náuseas,vómitos y diarrea), la flebitis y la trom-
boflebitis, la fiebre, los escalofríos, el exantema, el prurito y la cefalea. También
son frecuentes la elevación de transaminasas, la anemización, la taquicardia y la
disnea, que en general no obligan a la suspensión del fármaco.
Interacciones farmacológicas
La administración concomitante de ciclosporina A y caspofungina puede produ-
cir elevación de las transaminasas, que desaparece al suspender los fármacos. Se
deberá evitarse esta asociación siempre que la situación clínica del paciente lo
permita. La caspofungina reduce 20% la concentración sérica del tacrolimus
cuando se administran en conjunto. Es obligatorio monitorear los niveles de ta-
crolimus para ajustar adecuadamente la posología. Aunque existen pocos ensa-
yos clínicos, parece ser que la administración conjunta de caspofungina con in-
ductores enzimáticos, tipo efavirenz, nevirapina, rifampicina, dexametasona,
fenitoína o carbamazepina, puede producir reducción del área bajo la curva de
caspofungina, por lo que se recomienda en estos casos incrementar la dosis de
ésta a 70 mg/día IV.
Debido a la falta de ensayos clínicos, no se recomienda la utilización de caspo-
fungina durante el embarazo ni en la lactancia.
NUEVOS TRIAZOLES
Posaconazol
Es una nueva generación de triazoles con una potente actividad antifúngica y un
amplio espectro. Son muy activos frente a Candida spp., Aspergillus spp., Cryp-
114 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 7)
Ravuconazol
Es un triazol derivado del fluconazol, con mecanismo de acción similar al del
itraconazol. Posee una capacidad fungicida superior a la del itraconazol frente al
Cryptococcus neoformans. Inhibe muchas especies de Aspergillus (Aspergillus
fumigatus, Aspergillus flavus y Aspergillus terreus), Candida spp., Tricophyton
spp., Microsporum spp. e hifomicetos hialinos, pero no es activo sobre Fusarium
spp., Pseudallescheria spp., Sporothrix schenckii ni zigomicetos. Se dispone de
un profármaco endovenoso y oral. Tiene una vida media muy prolongada de 120
a 140 h, con una elevada unión a proteínas plasmáticas (98%). No es metaboliza-
do por el citocromo P450, pero inhibe las isoenzimas CYP2C9, CYP2C19 y
CYP3A4, con interacciones farmacológicas. En los ensayos clínicos realizados
parece ser un fármaco seguro. La dosis administrada es de 400 mg al día.
De los triazoles de nueva generación, el albaconazol es el más nuevo en inves-
tigación. Su actividad in vitro es muy buena, en comparación con otros antimicó-
ticos; su espectro es muy amplio. Es activo frente a Candida spp., Cryptococcus
spp., Aspergillus fumigatus, dermatofitos, Scedosporium prolificans y Scedospo-
rium apiospermum. Tiene una vida media de eliminación prolongada (30 a 70 h),
con escasa eliminación mediante la orina. Alcanza 15% de la concentración sé-
rica en el LCR, lo cual constituye un dato muy interesante, que podría tener im-
portancia en el tratamiento de las micosis del sistema nervioso central. En los en-
sayos clínicos se están probando dosis de 80 a 320 mg al día. Los datos obtenidos
de los diferentes ensayos clínicos permiten observar que puede ser un fármaco
seguro y bien tolerado.
NUEVAS EQUINOCANDINAS
Micafungina (FK463)
Presenta una vida media de eliminación prolongada de 14 h. La eliminación uri-
naria es mayor (7%), en comparación con el resto de las equinocandinas. Igual
Antifúngicos 115
que con las demás equinocandinas, no se presenta resistencia cruzada con cepas
resistentes a los azoles. Es activa frente Candida spp.; diferentes ensayos clínicos
prueban su eficacia y mayor seguridad en candidiasis invasora con resultados si-
milares a los del fluconazol y la anfotericina B. Es activa frente a Aspergillus fu-
migatus, Aspergillus flavus, Aspergillus niger y Aspergillus terreus.
En la actualidad existe la formulación endovenosa de 75 mg. En los diferentes
ensayos clínicos se han probado dosis elevadas de 200 mg al día, mostrando exce-
lente tolerancia y seguridad. Sin embargo, todavía está por definir la dosis diaria
recomendada.
Anidulafungina
Es una nueva equinocandina con una potente actividad frente a Candida spp. y
Aspergillus. Es un inhibidor no competitivo de (1 ³ 3) b–D–glucano sintetasa de
la pared celular del hongo. Presenta muy baja biodisponibilidad oral (< 3%). Se
distribuye ampliamente alcanzando el equilibrio estacionario después de la prim-
era dosis. No cruza la barrera hematoencefálica. Tiene una vida media de 24 h.
No está sometida a metabolismo hepático. Su eliminación urinaria es baja. No
requiere ajuste ante insuficiencia renal ni hepática. Diferentes ensayos clínicos
demuestran que es un fármaco eficaz y seguro.
OTROS ANTIFÚNGICOS
Icofungipen
Mycogra
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118 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 7)
8
Antiepilépticos
César Daniel Hernández López, Paul David Uribe Jaimes
INTRODUCCIÓN
119
120 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 8)
Estabilizadores de membrana:
– Bloqueadores de canales de Na+
(carbamazepina, lamotrigina, ácido valproico)
Activadores de canales de K +
Disminución de la liberación + (flupirtina)
de neurotransmisores
Otros mecanismos
Bloqueadores de canales de Bloqueadores de canales de
calcio (tipo N, P/Q)
– calcio tipo T (etosumide, ácido
(gabapentina, pregabalina) valproico)
Inhibidor de la liberación de las
vesículas presinapsos vía SV2A Antagonistas del receptor
(levetiracetam) NMDA–glutamato
Aumento activación receptora + (ácido valproico)
GABA–A (benzodiazepinas,
fenobarbital)
Modifican eliminación y recaptura –
de GABA (tiagabina, vigabatrina, –
ácido valproico) Neurona
GABAérgica
Figura 8–1.
primera crisis convulsiva, por lo que se justificaría iniciar su uso en las siguientes
condiciones:
Iniciar su uso desde la primera crisis puede estar justificado en pacientes con alto
riesgo de recurrencia (el riesgo de una nueva crisis puede llegar a ser de hasta 72%
en los dos primeros años), sobre todo si las consecuencias de las convulsiones
siguientes pueden ser severas. Los pacientes con un riesgo más elevado en los que
se podría justificar su inicio temprano incluyen:
1. Patología neurológica de base (p. ej., evento vascular cerebral, lesiones fo-
cales cerebrales) en el momento de presentación.
2. Más de tres crisis convulsivas.
3. Electroencefalograma anormal.
4. Status epilepticus en el momento de su presentación.
5. Parálisis de Todd en el periodo posictal.
La elección del primer antiepiléptico debe ser guiada por la evidencia existente
sobre la eficacia del fármaco sobre el tipo de convulsión o síndrome epiléptico
específico. Las guías más importantes actualmente disponibles sobre el trata-
122 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 8)
miento antiepiléptico fueron publicadas entre 2003 y 2006, destacando que sus
recomendaciones de primera línea con monoterapia difieren entre ellas. Por
ejemplo, para crisis parciales focales, que son las más prevalentes en la población
adulta, la Academia Americana de Neurología enlista como fármacos de elección
varios medicamentos nuevos y viejos sin expresar preferencias sobre alguno; las
guías del Instituto Nacional de Salud de Gran Bretaña para la Excelencia Clínica
(NICE Guidelines) prefieren el uso de fármacos clásicos sobre los nuevos, a me-
nos que existan razones específicas para lo contrario; las guías escocesas (Scot-
tish Intercollegiate Guideline Network) incluyen la carbamazepina, la lamotrigi-
na, el valproato y la oxcarbazepina como fármacos de primera línea. Finalmente,
la recomendación de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE, por sus si-
glas en inglés) para las crisis focales elige como tratamiento de primera línea la
carbamazepina y la fenitoína; sin embargo, la fenitoína es poco usada por muchos
especialistas, principalmente por su complicada farmacocinética y amplio espec-
tro de reacciones adversas. En caso de existir duda sobre el tipo de crisis o sín-
drome epiléptico inicialmente presentados se debe iniciar con valproato o lamo-
trigina, dada su eficacia clínica en distintos tipos de crisis convulsivas.
Existen muchas propiedades adicionales a la eficacia y efectividad que pueden
influir para la elección de un antiepiléptico, las cuales incluyen reacciones adver-
sas, teratogenicidad, comorbilidades, vejez, lactancia, etc. Por ejemplo, el bajo
costo del fenobarbital podría convertirlo en la elección para las crisis parciales
en zonas de escasos recursos. Las condiciones especiales a tomar en cuenta en
el momento de elegir un fármaco son las siguientes:
AJUSTE DE DOSIS
Antiepilépticos
125
126 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 8)
Antiepilépticos 127
DESCONTINUACIÓN DE FÁRMACOS
REFERENCIAS
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128 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 8)
INTRODUCCIÓN
Inhibidores de la monoaminooxidasa
129
130 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 9)
Antidepresivos tricíclicos
Junto con los IMAO los antidepresivos tricíclicos (como la imipramina) fueron
de los primeros antidepresivos desarrollados también en la década de 1950. En
1956, en Alemania, Ronald Kuhn empleaba la imipramina (fármaco en un inicio
utilizado como antihistamínico y posteriormente como antipsicótico) para el tra-
tamiento de sus pacientes esquizofrénicos crónicos hospitalizados. Observó que
algunos de los síntomas de euforia y agitación empeoraban y que los pacientes
con síntomas depresivos presentaban mejoría a través de sus estados de ánimo
elevados. Como seguimiento, Kuhn evaluó a los pacientes con varios síndromes
depresivos, sugiriendo que la imipramina era la más efectiva en la depresión en-
dógena.
Pronto surgieron nuevos derivados químicamente similares, como la desipra-
mina (principal metabolito activo de la imipramina), la amitriptilina, la nortripti-
lina (metabolito activo de la amitriptilina) y la clorimipramina. Los antidepresi-
vos tricíclicos comparten una semejanza estructural con las fenotiazinas
(medicamentos antipsicóticos), como el efecto anticolinérgico y el efecto blo-
queador alfaadrenérgico, su actividad cardiotóxica y su potencial anticonvulsi-
vante. Debido a estos efectos surgió la búsqueda de nuevos antidepresivos, con
el objetivo de encontrar medicamentos más eficaces y menos tóxicos.
Antidepresivos 131
MECANISMOS DE ACCIÓN
Inhibidores de la monoaminooxidasa:
bloqueo de la degradación del neurotransmisor
Estos fármacos inhiben la desaminación oxidativa de las monoaminas (noradre-
nalina, dopamina y serotonina) y, por tanto, su degradación, aumentando el nivel
132 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 9)
Antidepresivos 133
Tricíclicos
Venlafaxina
Reboxetina
Mirtazapina
Efectos adversos
Inhibidores de monoaminooxidasa
gos, chocolates, vinos y cervezas). La crisis hipertensiva por IMAO debe ser tra-
tada con un bloqueador de los receptores a1, de acción rápida y corta vida media,
como la fentolamina (RegitinaR), por vía intravenosa en dosis de 5 a 10 mg. En
cuanto a la hepatotoxicidad, generan ictericia hepatocelular. De igual forma, oca-
sionan irritabilidad, hiperreflexia, trastornos de la eyaculación y de la libido, agi-
tación y alucinaciones, sobre todo en casos de sobredosificación.
Antidepresivos tricíclicos
La disfunción sexual y el aumento de peso son los efectos adversos más proble-
máticos. En general no producen efectos anticolinérgicos. Tampoco generan hi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
potensión ortostática o trastornos del ritmo cardiaco, por lo que son considerados
más seguros que los tricíclicos o los IMAO. El bloqueo de receptores muscaríni-
cos es mínimo, lo mismo que el bloqueo histamínico (H1) y el a1 adrenérgico.
Esto los hace muy seguros en caso de intoxicaciones agudas por antidepresivos;
son muy útiles en personas en quienes están contraindicados los tricíclicos. Ade-
más, estos agentes no parecen afectar significativamente el umbral convulsivante
o la conducción cardiaca, lo que permite su uso en pacientes con historia de epi-
lepsia o con algún cuadro cardiaco. La náusea es el efecto adverso más frecuente;
se presenta entre 25 y 50% de los pacientes al inicio del tratamiento, siendo más
frecuente con la fluvoxamina. Generalmente se desarrolla tolerancia a este efec-
to. La presencia de diarrea es más frecuente con la fluoxetina y la sertralina, mien-
tras que la constipación es más frecuente con la fluvoxamina y la paroxetina. Los
ISRS son efectivos para disminuir la ansiedad; sin embargo, de 10 a 20% de los
136 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 9)
Venlafaxina
Genera síntomas gastrointestinales, disfunciones sexuales, riesgo de síndrome
serotoninérgico e hipertensión; estos efectos se relacionan con dosis superiores
a 150 mg/día.
Mirtazapina
Ocasiona somnolencia (dosis preferentemente nocturna) y aumento ponderal
(mayor que con los ISRS, pero menor disfunción sexual que éstos). Se han obser-
vado casos de agranulocitosis y dislipidemia.
Duloxetina
Produce falla hepática mortal en pacientes con hepatopatía previa.
Bupropión
Riesgo de crisis convulsivas en pacientes con epilepsia, bulimia, anorexia, rápido
retiro del consumo de bebidas alcohólicas, benzodiazepinas y sedantes.
Síndrome serotoninérgico
este síndrome son los ISRS (fluoxetina o sertralina) y otros antidepresivos, como
la venlafaxina, así como la asociación de ISRS con IMAO, y tramadol.
Cuadro 9–2.
Fármacos Efectos adversos
IMAO Insomnio, hipotensión ortostática, crisis hipertensiva, xerostomía, somno-
Moclobemida lencia, aumento de apetito y peso, visión borrosa, constipación, trastor-
no de la micción, disminución de la libido, hepatotoxicidad
Tricíclicos, tetracíclicos y otros
Amitriptilina
Clomipramina Alteraciones cognitivas, xerostomía, estreñimiento, visión borrosa, taqui-
cardia, somnolencia, hepatotoxicidad, ictericia colestásica
Imipramina Disfunción sexual, aumento de peso, retención urinaria, glaucoma, altera-
ción de la memoria, sedación, confusión, manía, hipomanía, hipotensión
ortostática, taquicardia, prolongación PR, QT y QRS, bloqueo auriculo-
ventricular, crisis hipertensiva
Maprotilina Disminución del umbral convulsivante, sedación, potenciación de la acción
depresora de otros agentes como el alcohol, barbitúricos o benzodiaze-
pinas, reacciones extrapiramidales, depresión miocárdica, precipitación
de insuficiencia cardiaca en pacientes predispuestos
Mianserina Cardiotoxicidad
Nortriptilina
Trazodona
ISRS Náusea, vómito, anorexia o aumento de peso, cefalea, somnolencia o in-
Fluoxetina somnio, diarrea o constipación, ansiedad, disfunción sexual, nerviosis-
Paroxetina mo, temblor (generalmente estos síntomas son leves y pasajeros al
Citalopram inicio del tratamiento) (no producen efectos anticolinérgicos, hipotensión
Escitalopram ortostática ni alteración del ritmo cardiaco)
Sertralina SIADH
Fluvoxamina
IRNA Taquicardia, hipotensión, xerostomía, náusea, estreñimiento, sudoración,
Reboxetina insomnio
IRSN Náusea, vómito, cefalea, constipación, sudoración, mareo, ansiedad
Venlafaxina Posible incremento de presión arterial en algunos pacientes
NaSSA
Mirtazapina Aumento de peso, somnolencia, cefalea
IRND Cefalea, xerostomía, insomnio, náusea (retirado del mercado en EUA por-
Bupropión que producía convulsiones en forma importante)
IMAO: inhibidores de la monoaminooxidasa; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptura de sero-
tonina; IRNA: inhibidores selectivos de la recaptura de noradrenalina; IRSN: inhibidores selectivos
de la recaptura de serotonina y noradrenalina; NaSSA: noradrenérgicos y serotoninérgicos especí-
ficos; IRND: inhibidores de la recaptura de noradrenalina y dopamina; SIADH: síndrome de secre-
ción inapropiada de hormona antidiurética.
mirtazapina).
S Depresión más angustia: se prefieren los IRSS con menores propiedades
estimulantes (paroxetina, fluvoxamina y sertralina). El esquema de tricícli-
cos más benzodiazepinas (durante una a tres semanas) es el menos preferi-
do, debido al riesgo de dependencia de las benzodiazepinas.
La mayor ventaja del uso de ISRS en lugar de antidepresivos tricíclicos es la me-
nor incidencia de efectos anticolinérgicos y la ausencia de cardiotoxicidad.
TRATAMIENTO
rar entre cuatro y seis semanas para observar la remisión de los síntomas. El trata-
miento debe durar como mínimo entre 6 y 12 meses.
El tratamiento de mantenimiento tiene el objetivo de prevenir la aparición de
nuevos episodios depresivos; su duración mínima es de un año. En ocasiones se
prolonga dos o tres años o de forma indefinida. Se debe emplear la misma dosis
con la que se consiguió la remisión.
La depresión resistente ocurre cuando después de 8 a 12 semanas de tratamiento
no existe respuesta. Los dos errores más frecuentes en el fracaso del tratamiento
son la dosis y el tiempo insuficiente.
La suspensión del tratamiento se debe realizar de una forma gradual, pues lo con-
trario puede producir un síndrome de retiro (cefalea, anorexia, náuseas, insomnio
y ansiedad). La paroxetina y la venlafaxina son los antidepresivos con más riesgo
de síndrome de retiro. El periodo de retiro gradual en general es de cuatro sema-
nas, si bien algunos pacientes pueden requerir periodos más prolongados.
1. Aumentar la dosis.
2. Cambiar a un antidepresivo de la misma clase.
3. Cambiar a un antidepresivo de clase diferente.
4. Agregar un segundo antidepresivo de una clase diferente.
5. Emplear potenciadores de antidepresivo.
6. Aumentar con una modalidad no farmacológica.
Litio
Hormona tiroidea
Se ha utilizado hormona tiroidea en pacientes depresivos sin enfermedad tiroi-
dea, sea como acelerador a la respuesta a psicofármacos (reduciendo el periodo
de latencia a la terapia) o como potenciador (intensificando la acción terapéutica)
en pacientes que no han respondido o lo han hecho en forma parcial a la terapia
antidepresiva. Se ha propuesto que las hormonas tiroideas aumentan la liberación
de serotonina a nivel cortical. La T4 se ha utilizado en dosis suprafisiológicas
(250 a 600 mg/día), agregándola al tratamiento con antidepresivos. La T3 se ha
utilizado potenciando a antidepresivos tricíclicos, los ISRS y los inhibidores de
monoaminooxidasa en dosis de 25 a 50 mg/día durante dos a cuatro semanas. Su
mecanismo de acción es la potenciación noradrenérgica, la corrección subclínica
del hipotiroidismo y la regulación de la actividad tiroidea intracelular.
Antipsicóticos atípicos
Potencian los efectos antidepresivos por la liberación de monoaminas en la corte-
za prefrontal cuando se administra con inhibidores de la recaptura de serotonina
(risperidona, olanzapina).
Psicoestimulantes
Se pueden usar como monoterapia en casos de depresión, aunque con disminu-
ción de los efectos antidepresivos a largo plazo, como el metilfenidato. Su uso
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Otros
Anticonvulsivos, buspirona, pindol, hormonas sexuales, benzodiazepinas, psi-
coestimulantes.
Interacciones medicamentosas
Inhibidores de la monoaminooxidasa
Es la interacción más severa. Los IMAO más antidepresivos tricíclicos generan
hipertermia, convulsiones y coma. Los IMAO inhiben el metabolismo de los an-
142 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 9)
Tricíclicos
REFERENCIAS
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Antidepresivos 143
INTRODUCCIÓN
Los anticonceptivos han sido tema de continuos debates por distintos grupos reli-
giosos y científicos. Por un lado surge el conflicto religioso a raíz de un “mandato
divino”, con base en La Biblia, en el libro del Génesis, donde se asevera que Dios
dice: “Sed fecundos y multiplicaos”. Con ello, las personas de profunda convic-
ción aseguran que esto en sí mismo constituye una justificación suficiente para
evitar su uso.
Por otro lado surge la polémica de la sobrepoblación mundial, en la que los
más radicales defensores de la anticoncepción artificial aseguran que es un méto-
do eficaz para disminuir la falta de recursos, el hambre, la desigualdad, etc.; sin
embargo, se ha visto que ninguno de los dos puntos de vista es realmente objetivo.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
145
146 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 10)
de lo posible los puntos más importantes a tener en cuenta en cuanto a los benefi-
cios y riesgos relacionados con el uso de hormonales.
Este capítulo está encaminado a comentar los aspectos más sobresalientes y
útiles en la práctica clínica.
Las píldoras de progestina y los implantes son eficaces, pero evitan la ovulación
sólo en 60 a 80% de los ciclos. Su efecto ya fue comentado anteriormente.
148 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 10)
Absolutas
Relativas
Efectos cardiovasculares
Los nuevos preparados con dosis hormonales bajas, según dos estudios realiza-
dos (Burkman y col., 2004; Sherif, 1999), encontraron que las pacientes no fuma-
doras y sin otros factores de riesgo cardiovascular (p. ej., hipertensión o diabetes)
no muestran un incremento significativo de riesgo para infarto agudo del miocar-
dio o ictus. Existe un incremento de 28% del riesgo relativo de trombosis venosa
profunda y tromboembolismo en mujeres con otros factores de predisposición,
aunque parece bajo en aquellas que no los tienen. En cambio, en las mujeres fu-
madoras el riesgo es notablemente mayor (ver más adelante) (Castelli, 1999).
Aparentemente los riesgos cardiovasculares no persisten tras ser descontinuados.
Anticonceptivos orales 149
Los estrógenos aumentan el HDL y disminuyen el LDL, en tanto que las pro-
gestinas tienen los efectos opuestos. Algunos estudios recientes no han encontra-
do cambios significativos en estas moléculas lipídicas, pero se ha observado in-
cremento de los triglicéridos.
Por otro lado, en modelos experimentales se ha observado que los estrógenos
y los progestágenos tienen un efecto positivo sobre los vasos sanguíneos, pues
aumentan el cociente elastina/colágeno hasta 11 veces y disminuyen la expresión
de metaloproteinasas, en comparación con los efectos de la testosterona, que son
contrarios.
embargo, las estadísticas son ambiguas a este respecto. Se ha observado que dis-
minuyen la incidencia de enfermedades benignas en la mama y la formación de
quistes mamarios. Tienen un efecto positivo sobre la densidad ósea (se remite al
lector a documentos especializados en este tema) y mejoran el acné y los cambios
perimenopáusicos. Se ha sugerido que protegen contra la aparición de artritis reu-
matoide y miomatosis uterina, aunque esto resulta contradictorio, pues se sabe
que in vitro estimulan el músculo liso (proliferación e hipertrofia). Otros benefi-
cios se comentaron ya o serán abordados en forma separada debido a su trascen-
dencia.
Anticonceptivos y eventos
trombóticos y embólicos venosos
en comparación con 18 por cada 100 000 mujeres entre los 40 y 44 años de edad,
aunque se ha visto el mismo patrón de incremento sin su uso (pero no en la misma
magnitud). Esto es aplicable a mujeres sin otros factores de riesgo; no obstante,
en aquellas con algún tipo de trombofilia el riesgo aumenta hasta 33 veces (muta-
ción del factor V de Leiden, cuyo nivel basal es de ocho veces el riesgo de trombo-
sis venosa profunda). En 2001 la American Heart Association publicó un intere-
sante estudio donde efectivamente se corroboró un incremento de dos a cuatro
veces del riesgo de eventos trombóticos con el uso de ACO; incluso se hizo un
análisis molecular de factores involucrados en la activación de la trombina debi-
da a estos fármacos. Estos hallazgos también fueron corroborados por el Medical
Knowledge Self–Assessment Program, observando que el riesgo se incrementaba
de cuatro a siete veces en aquellas que además tenían la mutación del factor V
de Leiden o la G20210A de la protrombina. Se observó que el efecto era consis-
tente incluso con dosis bajas de estrógenos (al menos hasta dos veces de aumento
de riesgo relativo).
En cuanto a los progestinas, se ha observado que el riesgo trombótico aumenta
el doble con el uso de progesterona, medroxiprogesterona, desogestrel o gestode-
no. Se sabe que esto es debido a que estimulan la expresión del receptor de trom-
bina PAR–1. Esto no eso es concluyente con el empleo de levonorgestrel, noretis-
terona y norgestimato, los cuales al parecer no incrementan el riesgo.
El impacto de un evento vascular cerebral (EVC) es tan grave que incluso en las
mujeres jóvenes la mortalidad puede ser de 20 a 30%. Además de los factores de
riesgo cardiovascular conocido (el tabaquismo lo incrementa tres veces, mientras
que la hipertensión arterial sistémica lo aumenta cuatro veces), se ha señalado la
historia de migraña. Sin embargo, en las mujeres jóvenes usuarias de ACO (pre-
parados con < 50 mg de estrógenos) sin estos factores de riesgo, y con un segui-
miento adecuado, el riesgo de presentar un EVC isquémico es bajo. Por otro lado,
el riesgo relativo en las mujeres mayores de 35 años de edad, usuarias de ACO
y con tabaquismo, aumenta tres veces el riesgo de EVC hemorrágico. Si además
se suma hipertensión el riesgo aumenta considerablemente (cuadro 10–2).
Anticonceptivos y cáncer
Cáncer cervicouterino
Cáncer de mama
Cáncer de endometrio
Se ha observado un descenso en la incidencia de cáncer de endometrio de 50%,
que dura incluso 15 años después de haber descontinuado los fármacos. Esto ocu-
rre en quienes utilizan hormonales combinados. En el metaanálisis comentado
anteriormente se observó una disminución de 54 y 66%, respectivamente, en
usuarias de ACO durante cuatro y ocho años.
Neoplasias hepáticas
Existen reportes de incremento del doble del riesgo de desarrollo de adenoma he-
pático y carcinoma hepatocelular tras cuatro a ocho años de uso, aunque son
raros.
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS
Anticonceptivos y psicotrópicos
En algunas mujeres que sufren padecimientos psiquiátricos, como depresión,
trastorno bipolar o esquizofrenia, o bien afecciones neurológicas, como algunas
156 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 10)
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Antes de entrar de lleno en esta revisión conviene repasar los pasos principales
de la hemostasia normal en el cuerpo humano. La hemostasia es el proceso de
formación de un coágulo sanguíneo en el sito de lesión vascular. Esta respuesta
debe ser rápida, localizada y cuidadosamente regulada.
Como se sabe, hay cuatro componentes principales involucrados en este pro-
ceso: la formación del tapón plaquetario, la cascada de la coagulación, la termina-
ción de la coagulación mediante mecanismos de control antitrombóticos y la
remodelación o fibrinólisis. Estos cuatro mecanismos están íntimamente relacio-
nados in vivo y suceden simultáneamente. A continuación se muestra una breve
reseña de cada proceso.
159
160 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 11)
CASCADA DE LA COAGULACIÓN Y
PROPAGACIÓN DEL COÁGULO HEMOSTÁTICO
Los nuevos inhibidores del factor Xa se pueden dividir en los que actúan de ma-
nera directa sobre el factor sin intermediarios y los que lo inhiben de forma indi-
recta a través de la antitrombina III (basados o derivados de la heparina de manera
natural o sintética). En general los inhibidores directos tienen un pico de acción
162 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 11)
XII XIIa
Trauma
XI XIa
XI VII
XIa VIIa
X Xa X
Va
Vía común
XIIIa
Figura 11–1.
más rápido y un perfil farmacodinámico más estable que requiere menor o nulo
monitoreo, y son activos por vía oral, con la desventaja de su alto costo. A conti-
nuación se analizan algunos fármacos de este grupo, sobre todo aquellos que han
sido aprobados de manera segura para distintas aplicaciones clínicas.
Inhibidores indirectos
Fondaparinux
Este fármaco se administra una vez al día de manera subcutánea, alcanzando ni-
veles plasmáticos tope a las tres horas de administración. Las dosis profilácticas
son menores que las que se emplean de manera terapéutica. Es eliminado a través
del riñón sin modificaciones bioquímicas. Tiene un perfil farmacocinético muy
predecible en los pacientes con función renal normal. Está aprobado por la Food
and Drug Administration (FDA) para el tratamiento profiláctico de la trombosis
venosa profunda (TVP) en pacientes sometidos a cirugía de cadera, rodilla y ciru-
gía abdominal, empezando el tratamiento entre 6 y 8 h posoperatorias, con una
dosis típica de 2.5 mg, incluso durante periodos a largo plazo. Otro uso aprobado
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Idraparinux/idrabiotaparinux
Inhibidores directos
Rivaroxabán
renal (1/3). Está aprobado por la FDA para la profilaxis de TVP posoperatoria
en pacientes sujetos a cirugía de cadera o rodilla, en un periodo de 6 a 10 h posqui-
rúrgicas, con una dosis oral de 10 mg/24 h. Otra indicación aprobada es la preven-
ción de eventos vasculares cerebrales (EVC) y embolismo sistémico en pacientes
con fibrilación auricular (FA) de etiología no valvular. En esta situación la dosis
recomendada es de 20 mg vía oral cada 24 h. Si el paciente está tomando warfari-
na y se quiere cambiar a un esquema con rivaroxabán es necesario descontinuar
el antagonista de K y esperar a que el INR sea < 3 para iniciar el medicamento.
Si los pacientes presentan una TFG menor de 15 mL/min no se recomienda su
uso profiláctico para fibrilación auricular y se modifica la dosis si la tasa se en-
cuentra entre 15 y 50 mL/min a 15 mg/24 h en lugar de 20 mg. En caso de profila-
xis para TVP posquirúrgica está contraindicado administrarlo con tasas de filtra-
ción menores de 30 mL/min. Se debe evitar su uso en pacientes con enfermedad
hepática de moderada a severa (Child–Pugh B o C). Los estudios in vitro han de-
mostrado que el rivaroxabán no causa activación plaquetaria en presencia de anti-
cuerpos de trombosis inducida por heparina. El riesgo en el embarazo es de cate-
goría C.
El monitoreo con tiempos de coagulación no es un requerimiento cotidiano;
sin embargo, la medición de TP o TTPa puede ser usada para detectar la presencia
de anticoagulación por parte del fármaco sin utilizar estos valores para realizar
cambios terapéuticos, ya que se correlacionan escasamente con los niveles séri-
cos. El rivaroxabán interacciona de manera importante con los inhibidores del
CYP 3A4 y la glucoproteína P. Sus efectos adversos son sangrado, edema perifé-
rico (2%), cefalea (3 a 5%), constipación o diarrea, y alteración de las pruebas
de función hepáticas (hasta 7%). Actualmente se encuentra en estudios en fase
III para su uso en síndromes coronarios agudos.
Apixabán
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Es un potente inhibidor directo altamente selectivo del factor Xa que se une a éste
de manera reversible. Tiene una adecuada absorción vía oral y es eliminado por
vía renal y otras vías metabólicas. Se une 87% a proteínas, por lo que no es diali-
zable. Su vida media es de 8 a 15 h.
Actualmente está aprobado en Europa para el tratamiento profiláctico de
TVP en pacientes posoperados de cirugía de cadera y rodilla bajo el nombre de
EliquisR. En EUA no está comercializado y hay reservas en cuanto a su uso por-
que en un estudio fase III no cumplió con las metas de no inferioridad vs. heparina
de bajo peso molecular.
Se administra de manera oral. No hay evidencia de toxicidad hepática y se des-
conoce si se debería modificar en pacientes con falla renal. En cuestión de moni-
toreo tiene un mínimo impacto en los tiempos de coagulación, así que la única
166 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 11)
Hirudina
Este fármaco en una proteína pequeña que originalmente se aisló de las glándulas
salivales de la sanguijuela. Actualmente hay varios fármacos derivados de esta
molécula, como la lepirudina, la bivalirudina y la desirudina. Se une directa-
mente a la trombina por una interacción con el sitio activo de la misma, mientras
que el extremo carboxílico de la molécula también se acopla al exosite I, propor-
cionando gran especificidad y afinidad. La actividad anticoagulante en medida
o monitoreada al medir el TTPa. Una desventaja importante es el costo, la falta
de un antídoto efectivo en caso de sangrado, las reacciones anafilactoides y el de-
sarrollo de anticuerpos antihirudina en algunos pacientes. Por el momento la mo-
lécula original no se comercializa, pero sus derivados se mencionan a continua-
ción.
Lepirudina
dosis máxima de bolo es de 44 mg, mientras que la dosis máxima de infusión ini-
cial es de 16.5 mg/h. Se puede utilizar junto con medicamentos trombolíticos en
pacientes que presentan evento trombótico asociado al HIT. Es un medicamento
que se elimina por vía renal de manera importante, por lo que todos los pacientes
con TFG menor de 60 mL/min o con creatininas basales > 1.5 mg/dL requieren
de reducción de dosis; se contraindica en pacientes con TFG menores de 15 mL/
min o creatininas > 6 mL/dL. Entre 40 y 70% de los pacientes tratados con este
fármaco durante más de cinco días desarrollan anticuerpos contra la hirudina. Es-
tos anticuerpos no tienen una función neutralizante, sino que actúan aumentando
la potencia del fármaco al disminuir su tasa de eliminación. Los efectos adversos
son sangrado, anemia (12% de los pacientes), fiebre (7%), rash maculopapular
(4%) y elevación de las transaminasas (6%), entre otras. Su riesgo en el embarazo
es de categoría B. Los parámetros de monitoreo se hacen con base en TTPa; se
168 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 11)
Bivalirudina
Argatrobán
Dabigatrán
años de edad a 110 mg/12 h. En los pacientes con insuficiencia renal que presen-
tan una TFG menor de 30 mL/min se deberá reducir la dosis a 75 mg/12 h para
tromboprofilaxis de fibrilación auricular no valvular. Si la TFG es menor de 15
mL/min entonces su uso no es recomendado por el American College of Chest
Physicians. Si el paciente presenta algún tipo de disfunción hepática no se estipu-
lan alteraciones en la dosificación. Las cápsulas no deben ser abiertas ni diluidas,
ya que esto provoca una reducción de 75% en la absorción intestinal. Los cana-
dienses recomiendan el monitoreo de la función renal una vez por año en cual-
quier paciente que reciba este medicamento y tenga más de 75 años de edad.
El monitoreo con pruebas de coagulación de manera regular no se requiere.
Sin embargo, la medición de TTPa 2.5 veces por arriba del valor normal es signo
de sobreanticoagulación. El uso del tiempo de trombina (TT) ha demostrado ser
más sensible para determinar el efecto clínico del dabigatrán. En caso de procedi-
mientos invasivos o cirugía es recomendable descontinuar el dabigatrán uno o
dos días previos al evento. Además del sangrado, otros efectos adversos del medi-
camento son gastrointestinales (dispepsia) en 11% de los pacientes, anemia (4%)
y aumento de las pruebas de función hepática (3%), entre otros. Su riesgo en el
embarazo es de categoría C.
No hay antídoto que contrarreste la actividad del dabigatrán. La sugerencia
para revertir su efecto anticoagulante consiste en descontinuar el fármaco (lo cual
es efectivo, ya que la vida media es de aproximadamente 12 h en pacientes con
adecuada función renal). Debido a que su unión a proteínas es de sólo 30%, este
medicamento puede ser dializado con una tasa de remoción de 60% cuando la
diálisis dura entre 2 y 3 h. El uso de concertados de protrombina activada, o factor
VIIa recombinante, se reserva para situaciones en las que la hemorragia pone en
peligro la vida del paciente. Actualmente se encuentra en estudio fase II un anti-
cuerpo monoclonal capaz de inhibir completamente la acción del dabigatrán. Es
importante mencionar que en los reportes posteriores a la comercialización de
este fármaco se encuentra su asociación con 256 casos de hemorragia severa que
llevó a la muerte a pacientes bajo este esquema de anticoagulación. La edad pro-
medio de esos pacientes era de 80 años. También hay informes de aumento del
riesgo de padecer infarto del miocardio o algún síndrome coronario agudo, según
un metaanálisis de siete ensayos clínicos aleatorizados.
REFERENCIAS
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Nuevos medicamentos antitrombóticos 171
INTRODUCCIÓN
173
174 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
a las bacterias grampositivas, pero de muy corta duración frente a las gramnegati-
vas. Una excepción la constituyen los carbapenémicos (imipenem, meropenem),
que producen un EPA prolongado frente a bacterias gramnegativas, especialmen-
te Pseudomonas aeruginosa. Las quinolonas producen EPA largos sobre las bac-
terias gramnegativas e intermedios sobre las grampositivas.
Según lo dicho anteriormente, y considerando la vida media de cada antimi-
crobiano, puede ser necesario administrarlos en dosis diarias frecuentes o puede
ser mejor suministrar la dosis diaria total en una sola vez.
CONCEPTOS BÁSICOS
BETALACTÁMICOS
Generalidades
Clasificación
1. Penicilinas.
2. Cefalosporinas y cefamicinas.
3. Inhibidores de betalactamasas.
4. Carbapenémicos.
5. Monobactámicos
Mecanismo de acción
b. Alteración del sitio blanco del antibiótico: alteraciones en las PBP que dis-
minuyen la afinidad por el antibiótico. (Mecanismo en neumococos, Sta-
phylococcus aureus resistente a la meticilina SAMR, gonococo, enterococo
y Haemophilus influenzae.)
c. Inactivación del antibiótico por una enzima bacteriana: producción de beta-
lactamasas (penicilinasas, cefalosporinasas, betalactamasas). La produc-
ción puede ser innata o adquirida, constitutiva o inducida.
Efectos adversos
Penicilinas
a. Penicilina G.
b. Penicilinas antiestafilocócicas: nafcilina, oxacilina, cloxacilina y dicloxa-
cilina.
c. Penicilinas de amplio espectro: segunda generación (ampicilina y amoxici-
lina), tercera generación (carbenicilina y ticarcilina) y cuarta generación
(piperacilina).
Distribución
Las penicilinas alcanzan niveles terapéuticos en la pleura, el pericardio, el líquido
sinovial, el líquido peritoneal y la orina. Logran niveles mayores en la bilis que
en el suero. En ausencia de inflamación no penetran en el líquido cefalorraquídeo
(LCR), pero en pacientes con meningitis alcanzan niveles si se administran en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Ajuste de dosis
La ampicilina y la piperacilina se ajustan con depuración de creatinina menor de
10 mL/min. La ticarcilina se ajusta con depuraciones menores de 50 mL/min.
Particularidades
La ampicilina y la amoxicilina comparten el espectro de actividad; sin embargo,
la absorción intestinal de amoxicilina vía oral es mayor, alcanzando niveles más
altos en orina y suero.
La ticarcilina es más activa que la carbenicilina frente a Pseudomonas. Las pe-
nicilinas antipseudomonas con la piperacilina, la ticarcilina y la carbenicilina. La
más bactericida es la piperacilina.
178 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
Cuadro 12–1.
Espectro de acción Excepto
Penicilina G Cocos grampositivos Estafilococo productor de penicili-
Bacilos grampositivos (Listeria) nasa, neumococo resistente,
Cocos gramnegativos (Neisseria) enterococo, SAMR
Anaerobios Bacteroides
Penicilinas anti- Estafilococos productores de penicili- Estafilococo resistente a oxacilina,
estafilocócicas nasas enterococo, Listeria o Neisse-
ria. Tienen menor actividad
contra otros cocos grampositi-
vos que la penicilina
Penicilinas de am- Bacilos gramnegativos, Haemophilus Estafilococo productor de penicili-
plio espectro: influenzae nasa
1. Ampicilina y En bacilos gramnegativos produc-
amoxicilina tores de betalactamasa ampici-
lina y amoxicilina pierden su
efecto
2. Carbenicilina y Son más activos frente a ciertas bac- Menor actividad frente a bacilos
ticarcilina terias productoras de betalactama- gramnegativos que ante la am-
sas: Proteus, Enterobacter y Pseu- picilina y la amoxicilina
domonas por la presencia del gru-
po carboxi en su cadena lateral
3. Piperacilina Espectro similar a los anteriores, con
mejor actividad para enterobacte-
rias y Pseudomonas. Más efectiva
para Klebsiella, enterococo y bac-
teroides que los anteriores, pero no
es el de primera línea para estos
tres grupos de bacterias
Cefalosporinas
Distribución
Alcanzan niveles terapéuticos en orina y líquidos pleural, pericárdico, sinovial
y peritoneal. Los niveles en bilis son mayores a los séricos. Solamente las de ter-
cera generación penetran en el LCR y están aprobadas en meningitis.
Antibacterianos 179
Cuadro 12–2.
Fármaco Absorción Unión a pro- Vida media Eliminación Dosis
teínas (%) renal (%)
Penicilina G Parenteral, 60 30 min 75, activo 1.4 a 2.4 millo-
intramus- nes de UI/2
cular a6h
Ampicilina Oral y paren- 20 60 a 75 min 25 a 40, activo 1 a 2 g/4 a 6 h
teral
Amoxicilina Oral 20 75 min 60 a 70 0.25 a 0.5 g/8 h
Ticarcilina Parenteral 45 a 50 60 a 90 min ––– 3 g/4 a 6 h
Piperacilina; Parenteral 21 a 50 50 a 75 min 50 a 70, activo 3 a 4 g/4 a 6 h
tiene farma-
cocinética
dependiente
de la dosis
Ajuste de dosis
Todas se ajustan ante insuficiencia renal, excepto la cefoperazona y la ceftriaxo-
na.
Indicaciones
Las cefalosporinas de primera y segunda generaciones son útiles en infecciones
de las vías respiratorias superiores.
La ceftriaxona es de elección en infecciones por gonococo, meningitis bacte-
riana y enfermedad de Lyme en los sistemas nervioso central y articular; se utiliza
en neumonía adquirida en la comunidad.
La ceftazidima y la cefepima son cefalosporinas antipseudomonas que pueden
ser combinadas con aminoglucósidos en infecciones graves.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Inhibidores de betalactamasas
Indicaciones
La amoxicilina–clavulanato es útil en infecciones de las vías respiratorias supe-
riores, heridas por mordedura e infecciones de vías urinarias.
180 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Antibacterianos
181
182 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
Carbapenémicos
Espectro de actividad
Bacterias gramnegativas productoras de BLEE Haemophilus influenzae produc-
tor de betalactamasa, Neisseria gonorrhoeae, enterobacterias, anaerobios (Bac-
teroides fragilis), bacterias grampositivas (Enterococcus faecalis y Listeria). Es-
te grupo carece de actividad contra Stenotrophomonas maltophilia, que produce
carbapenemasa, Burkholderia, Enterococcus faecium y SAMR.
El imipenem, el meropenem y el doripenem tienen actividad contra Pseudo-
monas aeruginosa. Se puede crear resistencia si se utilizan como monoterapia
(cuadro 12–4).
Antibacterianos
183
184 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
Efectos adversos
Hipersensibilidad, trastornos gastrointestinales, fiebre, necrosis tubular aguda,
trastornos hematológicos y convulsiones más frecuentemente con imipenem ante
insuficiencia renal (disminuye el umbral convulsivo) y asociado a ciclosporina,
teofilina o ganciclovir.
Resistencia
Bacterias productoras de carbapenemasas o betalactamasas que hidrolizan los
carbapenémicos.
Monobactámicos
Particularidades
Es de principal utilidad en lugar de una penicilina o una cefalosporina a la que
se ha presentado alergia, ya que no presenta reacción cruzada con el resto de los
betalactámicos (excepto la ceftazidima).
QUINOLONAS
Generalidades
Es un grupo de antibióticos muy utilizado. Son los únicos antibióticos que inhi-
ben de forma directa la síntesis de DNA bacteriano. Bloquean la acción de las
enzimas DNA girasa y topoisomerasa IV que participan en la replicación del
DNA bacteriano. Son agentes bactericidas.
Espectro de actividad
Cuadro 12–5.
Fármaco Indicaciones Espectro
Primera generación Útiles en infecciones urina- Enterobacterias
Ácido nalidíxico rias y del tracto gastroin- Es el que tiene mayor actividad
Segunda generación testinal contra gramnegativos y Pseu-
Ciprofloxacina (VO e IV) domonas. Tiene una adecuada
Tercera generación actividad contra Haemophilus
Levofloxacino (VO e IV), influenzae y Moraxella catarr-
gemifloxacino (VO) halis (igual que el ofloxacino y
Cuarta generación el norfloxacino)
Moxifloxacino (VO e IV) Se conocen como quinolonas
respiratorias, ya que tienen la ma-
yor actividad contra cocos
grampositivos, principalmente
neumococo. El moxifloxacino
tiene efecto contra los anaero-
bios y los enterococos
Mecanismo de resistencia
Mutaciones en las enzimas DNA girasa y la topoisomerasa, que no permiten su
acción inhibitoria. Alteración de la permeabilidad bacteriana.
El desarrollo de resistencia está relacionado con la intensidad y la duración de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Indicaciones clínicas
Infecciones urinarias, prostatitis, enfermedades de transmisión sexual, infeccio-
nes digestivas y abdominales, infecciones respiratorias, infecciones osteoarticu-
lares e infecciones de la piel y partes blandas.
Farmacología
Absorción en el tracto gastrointestinal con biodisponibilidad de 50 a 100% de-
pendiendo del compuesto. La concentración pico en suero se alcanza dentro de
186 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
Efectos adversos
MACRÓLIDOS
Generalidades
Estructura
Mecanismo de acción
Espectro de actividad
Mecanismo de resistencia
Farmacología
Efectos adversos
AMINOGLUCÓSIDOS
Generalidades
S Gentamicina.
S Tobramicina.
S Amikacina.
S Estreptomicina.
S Neomicina.
S Kanamicina.
S Paromomicina.
S Netilmicina.
S Espectinomicina.
Mecanismo de acción
Mecanismo de resistencia
Ocurre mediante enzimas que los inactivan (fosforilación por cinasas de amino-
glucósidos, adenilación y acetilación) y metilación de la subunidad 16s riboso-
mal, así como bombas de expulsión de aminoglucósidos. El enterococo tiene re-
sistencia intrínseca en dosis moderadas de aminoglucósidos; sin embargo,
cuando se combinan con betalactámicos pueden hacer sinergia contra los entero-
cocos.
Espectro de actividad
Farmacología
Dosis y administración
Requieren administración parenteral. Por vía intravenosa se deben administrar
durante 30 a 60 min. Se sugiere monitorear los niveles del medicamento para
ajustes de dosis y para evitar niveles tóxicos; se miden después de que han trans-
currido de tres a cinco vidas medias (después de dos a tres dosis). La dosis se debe
ajustar a peso del paciente, administrando una dosis de carga y posteriormente
una dosis de mantenimiento. La dosis de carga de la amikacina es de 7.5 mg/kg
y la de mantenimiento de 15 mg/kg/día dividida en dos dosis cada 12 h.
Efectos adversos
S Nefrotoxicidad (0 a 50%).
S Ototoxicidad coclear (0 a 62%).
S Bloqueo neuromuscular.
S Embriotoxicidad.
S Nauseas, vómitos y anorexia.
S Hipersensibilidad.
S Neuropatía periférica. Neuritis óptica.
Indicaciones
Su principal aplicación es en infecciones graves, como septicemia, neumonías
nosocomiales, infecciones de las vías urinarias complicadas, infecciones abdo-
minales complicadas y osteomielitis por gramnegativos. Siempre se recomienda
su uso en combinación con otro grupo de antibióticos. Generalmente se suspen-
den cuando se identifica una bacteria sensible a antibióticos menos tóxicos para
completar el curso de tratamiento. Existe controversia sobre la utilidad de la tera-
pia combinada prolongada con aminoglucósidos y otro grupo de antibióticos; las
combinaciones más comunes se utilizan con cefalosporinas de tercera genera-
ción para enterobacterias. La gentamicina en combinación es útil para infeccio-
nes invasivas por enterococo, estafilococo y Streptococcus viridans. Se puede
utilizar tobramicina nebulizada en pacientes colonizados por Pseudomonas en la
vía aérea.
TETRACICLINAS
Generalidades
Los representantes de este grupo son la tetraciclina, la demeclociclina, la doxici-
clina y la minociclina.
Antibacterianos 191
Mecanismo de acción
Las tetraciclinas penetran la pared bacteriana mediante difusión pasiva y otro me-
canismo de transporte activo dependiente de energía. Se unen de forma reversible
a la subunidad 30s ribosomal, inhibiendo la síntesis proteica bacteriana. Tienen
efecto bacteriostático.
Mecanismo de resistencia
Farmacología
Efectos adversos
S Intolerancia gastrointestinal.
S Fotosensibilidad.
S Mancha el esmalte dentario (hipoplasia del esmalte) y los huesos en forma
permanente. Calcificación de tejidos.
S Embriotoxicidad.
S Hipersensibilidad cutánea.
S Hepatotoxicidad.
S Anemia hemolítica y cualquier alteración hematológica.
S Miopía transitoria.
S Nefrotoxicidad y empeoramiento de la función renal cuando son adminis-
trados con diuréticos.
192 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
Cuadro 12–6.
Espectro Primera elección Alternativa
SAMS y SAMR Enfermedad de Lyme (Borrelia Acné intenso
Neumococos burgdorferi) Actinomicosis
Streptococcus pyogenes y Fiebre recurrente (Borrelia recu- Ántrax
Streptococcus viridans rrentis) Campylobacter fetus
Anaerobios, inclusive Bacteroi- Brucelosis (asociada) Clostridium tetani
des fragilis Granuloma inguinal (C. granulo- Eikenella corrodens
Listeria monocytogenes matis) Tularemia
Clostridium Infecciones por clamidias Leptospira
Actinomyces spp. Helicobacter pylori (asociada) Nocardia
Nocardia spp. Enfermedad pélvica inflamatoria Pasteurella multocida
Neisseria Infección por Pseudomonas Burkholderia pseudomallei
Brucella spp. mallei (asociada AG) Treponema pallidum
Micoplasmas Infección por Rickettsia Ureaplasma urealyticum
Chlamydophila y Chlamydia Uretritis inespecífica Yersinia pestis
spp. Síndrome uretral agudo Xanthomonas
Clamidias Cólera Mycobacterium marinum
Legionella spp. Infección por Vibrio parahae-
Vibrio cholerae molyticus
Vibrio vulnificus Infección por Vibrio vulnificus
Rickettsia spp.
Plasmodium spp.
Coxiella burnetii
Treponema spp.
Calymmatobacterium granulo-
matis
Leptospira
Borrelia burgdorferi
Borrelia recurrentis
Burkholderia pseudomallei
Mycobacterium marinum Enta-
moeba histolytica
Cuadro 12–7.
Antibiótico Biodisponi- Unión a Vida media Comentario
bilidad oral proteínas (horas)
(%) (%)
Tetraciclina 77 65 8 No administrar con alimentos porque
disminuye la biodisponibilidad
Doxiciclina 95 93 18 Evitar su combinación con betalactá-
micos, ya que los antagoniza. No
requiere ajuste a la función renal,
pero se debe ajustar en insuficien-
cia hepática
TIGECICLINA
Generalidades
Mecanismo de acción
tico.
Mecanismo de resistencia
Espectro de actividad
Efectos adversos
S Gastrointestinales: náusea, vómito, diarrea y dolor abdominal.
S Cefalea y mareo.
S Exantema. Hipoproteinemia
S Anemia.
S Elevación de enzimas hepáticas.
S Flebitis.
S Debilidad muscular.
S En menos de 2% genera hipocalcemia, hipoglucemia, hiponatremia, icteri-
cia, pancreatitis, prolongación de los tiempos de coagulación, trombocito-
penia, elevación de creatinina, reacciones locales en el sitio de inyección
y seudotumor cerebral.
S Ante sospecha de pancreatitis se debe suspender su uso. Se presenta en pa-
cientes con otros factores de riesgo.
GLUCOPÉPTIDOS
Generalidades
Actualmente se utilizan dos antibióticos dentro de este grupo: la teicoplanina y
la vancomicina (cuadro 12–8).
Antibacterianos 195
Mecanismo de acción
Dosis y administración
Espectro de actividad
Indicaciones
Efectos adversos
LINCOSAMIDAS
Generalidades
Mecanismo de acción
Espectro de actividad
Mecanismo de resistencia
Farmacología
Se absorben por vía oral, con una biodisponibilidad de 90%. Se distribuyen ade-
cuadamente en varios tejidos del cuerpo. No penetran en el LCR, incluso ante la
presencia de meningitis. Tienen una adecuada penetración en los huesos y absce-
sos, ya que se acumulan dentro de las células del sistema fagocítico. Se metaboli-
zan en el hígado en un compuesto más activo, la N–dimetil–clindamicina. Se ex-
cretan mediante la orina y la bilis. Su vida media es de 2.4 h y se prolonga en
insuficiencia renal e insuficiencia hepática.
198 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 12)
Dosis y administración
Por vía oral la dosis es de 150 a 300 mg/6 h. Por vía intravenosa la dosis es de
20 a 40 mg/kg/día, divididas en tres o cuatro dosis. Se pueden aplicar por vías
intramuscular y tópica.
Efectos adversos
METRONIDAZOL
Generalidades
Mecanismo de acción
Mecanismo de resistencia
Farmacología
Adecuada absorción por vía oral. Se distribuye en saliva, bilis, líquido seminal,
hueso, hígado, abscesos, pulmón y secreciones genitales. Cruza la barrera hema-
toencefálica.
Tiene metabolismo hepático y una vida media de 6 a 8 h. Se debe ajustar la
dosis ante enfermedad hepática avanzada y depuración de creatinina menor de
10 mL/min; 80% se excreta a través de la orina sin cambios.
Oral o intravenosa en dosis de 500 mg (7.5 mg/kg) cada 6 a 8 h. Por vía oral se
debe tomar con alimentos para disminuir la presencia de malestar abdominal. Se
administra por vía intravenosa en infusión lenta.
Indicaciones
Efectos adversos
TRIMETOPRIM/SULFAMETOXAZOL
Generalidades
Mecanismo de acción
Mecanismo de resistencia
Espectro de actividad
Farmacología
Efectos adversos
Indicaciones
LINEZOLID
Generalidades
Mecanismo de acción
Dosis y administración
Espectro de actividad
Indicaciones
Efectos adversos
DAPTOMICINA
Generalidades
Es un lipopétido cíclico.
Mecanismo de acción
Farmacología
Tiene una vida media de 8 a 9 h; 80% se excreta a través de la orina, sin cambios.
Se debe ajustar con depuración de creatinina menor de 30 mL/min.
Daptomicina
Indicaciones
Efectos adversos
Gastrointestinales —diarrea, vómito y constipación—, anemia, edema periféri-
co, dolor precordial, hipotensión o hipertensión, insomnio, cefalea, mareo, fie-
bre, ansiedad, neuropatía periférica, reacciones cutáneas, alteraciones de potasio
y fósforo, eosinofilia, prolongación del TP, elevación de enzimas hepáticas, dolor
en las extremidades, debilidad, artralgias, insuficiencia renal, derrame pleural y
disnea.
Puede generar miopatía con elevación de la creatinfosfocinasa (siempre tener
la basal y monitorear en caso de síntomas musculares). El tratamiento se suspen-
de si la creatinfosfocinasa se ha elevado cinco veces por arriba de la basal o si es
mayor de 1 000 unidades/L. Evitar las combinaciones con estatinas.
La neumonía eosinofílica se manifiesta entre dos y cuatro semanas posteriores
al inicio del tratamiento; siempre se debe sospechar ante presencia de fiebre, dis-
nea, dificultad respiratoria e infiltrados radiológicos. El manejo consiste en reti-
rar la daptomicina y administrar esteroides. Puede recurrir si se repite la exposi-
ción.
FOSFOMICINA
Generalidades
Antibiótico con utilidad en infecciones de vías urinarias. Cómodo en el manejo
de infecciones de forma ambulatoria por presentación para vía oral y frecuencia
de administración.
Mecanismo de acción
Es un derivado del ácido fosfórico que bloquea la síntesis de la pared bacteriana,
inhibiendo la piruvil transferasa. Tiene efecto bactericida.
Mecanismo de resistencia
Por mutaciones en el transportador de glicerofosfato, vía de entrada de la fosfo-
micina. Las enzimas que inactivan la fosfomicina incluyen FosA, FosB y FosX.
Indicaciones
Infecciones de las vías urinarias, principalmente por Escherichia coli y Entero-
coccus faecalis sensibles.
Antibacterianos 205
Farmacocinética
Dosis y administración
Efectos adversos
Por lo general es muy bien tolerada. Pueden aparecer cefalea, mareo, exantema,
diarrea, náusea, dolor abdominal, vaginitis, dolor lumbar, debilidad y rinitis. El
uso prolongado predispone a infecciones por hongos y diarrea por Clostridium
difficile.
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13
Antiarrítmicos
Luis Gerardo Rodríguez Lobato, Alejandra Nieto Jordán,
Moisés Levinstein Jacinto
INTRODUCCIÓN
207
208 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 13)
40
Fase 1
20 Fase 2
0
Fase 3
–20
Fase 0
–40
CLASIFICACIÓN DE VAUGHAN–WILLIAMS
ANTIARRÍTMICOS ESPECÍFICOS
Clase 1A
Disopiramida
Procainamida
los 50 mg/min; se repite cada cinco minutos según sea necesario, hasta
una dosis total de 1 g.
S TV monomórfica estable o FA preexcitada: bolo de 20 a 50 mg/min
o 100 mg cada cinco minutos hasta que se controle la arritmia, haya
hipotensión o el complejo QRS se ensanche 50%, o bien una dosis to-
tal de 17 mg/kg. Se continúa con infusión de 1 a 4 mg/min. No se reco-
mienda en FV o TV sin pulso.
S Mantenimiento: de 1 a 4 mg/min en infusión continua.
S VO: dosis de carga de 500 a 1 000 mg, con dosis de mantenimiento de
250 a 1 000 mg/4 a 6 h.
S Insuficiencia renal: por VO se administra ClCr de 10 a 50 mL/min/6 a
12 h; < 10 mL/min/8 a 24 h. Por vía IV se administra un bolo inicial, dis-
minuyendo a 12 mg/kg ante insuficiencia renal severa. Como dosis de
mantenimiento se recomienda reducir la dosis a un tercio ante falla renal
moderada y a dos tercios ante falla renal severa. En HD dar suplemento.
En DP no dar suplemento. Se deben monitorear los niveles de procaina-
mida y NAPA.
S Insuficiencia hepática: disminuir la dosis 50%.
S Efectos adversos
S Cardiacos: prolongación del intervalo QT, torsades des pointes, hipo-
tensión.
S Otros: los dermatológicos incluyen rash, urticaria, prurito y angioede-
ma; los gastrointestinales (GI) incluyen diarrea, náusea, alteración en el
sabor y vómito. Ocasiona desarrollo de anticuerpos antinucleares (60 a
70%), lupus–like (< 30%) en uso crónico y acetiladores lentos (serositis,
artralgias, artritis, calosfríos, fiebre, hepatomegalia, mialgias, infiltrados
pulmonares y rash), convulsiones, alucinaciones, trombocitopenia,
agranulocitosis, anemia hemolítica y alteración de las pruebas de funcio-
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namiento hepático.
S Contraindicaciones: hipersensibilidad al fármaco, bloqueo AV de segun-
do o tercer grados, miastenia gravis, lupus eritematoso generalizado y tor-
sades des pointes. Se debe tener precaución ante alteraciones de la médula
ósea y falla cardiaca.
S Interacciones: se incrementa el riesgo de prolongación del intervalo QT
con cisaprida, amiodarona, dronedarona, otros antiarrítmicos clase IA, fe-
notiazinas, quinolonas, antidepresivos tricíclicos, etc.
Quinidina
S Mecanismo de acción: deprime la fase 0 del potencial de acción y disminu-
ye la excitabilidad y la velocidad de conducción miocárdica, así como la
contractilidad miocárdica, por la disminución del ingreso de Na+ durante
218 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 13)
Clase IB
Fenitoína
Lidocaína
Mexiletina
Clase IC
Flecainida
Propafenona
Clase II
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Propranolol
S Mecanismo de acción: bloqueador adrenérgico b no selectivo; bloquea de
manera competitiva la respuesta a la estimulación adrenérgica b1 y b2, lo
que causa disminución de la frecuencia cardiaca, de la contractilidad mio-
cárdica, la presión arterial y la demanda miocárdica de oxígeno.
S Indicaciones: arritmias SV (FA, FTA y taquicardias de reingreso nodal
AV) y taquicardias ventriculares (arritmias inducidas por catecolaminas y
toxicidad de digoxina).
S Dosis:
S IV: de 1 a 3 mg en dosis lenta; repetir cada 2 a 5 min hasta un total de 5
mg; ajustar la dosis inicial de acuerdo con la respuesta deseada o 0.1
224 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 13)
Clase III
Amiodarona
neamente
DLCO: capacidad de difusión del monóxido de carbono; GI: gastrointestinal; GU: genitourinario;
SNC: sistema nervioso central; TCAR: tomografía computarizada de alta resolución. Tomado y
modificado de Goldschlager N, Epstein A, Naccarelli G, Olshansky B, Singh B et al.: A practical
guide for clinicians who treat patients with amiodarone: 2007. Heart Rhythm 2007;4(9):1250–1259.
Dronedarona
S Efectos adversos
S Cardiacos: falla cardiaca, prolongación del intervalo QT y bradicardia.
S Otros: hepatotoxicidad, enfermedad pulmonar intersticial, elevación de
creatinina, diarrea, astenia, náusea, prurito, rash, dolor abdominal, vó-
mito y dispepsia. Se ha reportado poca toxicidad pulmonar y tiroidea, ya
que no contiene yodo en su estructura.
S Contraindicaciones: FA permanente, historia o falla cardiaca aguda
(NYHA IV), disfunción sistólica del VI, historia de disfunción pulmonar
o hepática asociada al uso de amiodarona, hipersensibilidad al fármaco,
bloqueo AV de segundo o tercer grados sin marcapasos, frecuencia cardiaca
< 50, QTc > 500 ms antes de tratamiento e intervalo PR > 280 mseg. Se debe
descontinuar en pacientes que desarrollen FA durante la terapia.
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Sotalol
S Mecanismo de acción: antiarrítmico clase III, por bloquear los canales IKr,
y bloqueador b adrenérgico no específico. Prolonga la repolarización auri-
cular y ventricular al bloquear los canales de K+, prolongando la meseta del
potencial de acción. Tiene dependencia de uso reversa al realizar una mayor
prolongación del potencial de acción con frecuencias cardiacas bajas. Pro-
longa la refractariedad de las aurículas, los ventrículos y el intervalo QT. En
comparación con la amiodarona, el sotalol disminuye el umbral de desfibri-
lación.
230 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 13)
Dofetilida
S Insuficiencia renal: ante Clcr > 60 mL/min administrar 500 mg/2 veces
al día; en Clcr > 40 a 60 mL/min 250 mg/2 veces al día; en Clcr > 20 a 39
mL/min administrar 125 mg/2 veces al día; en Clcr < 20 mL/min se en-
cuentra contraindicado.
S Insuficiencia hepática: no se requieren ajustes de la dosis en clases A
y B de Child–Pugh. No se ha estudiado en pacientes con insuficiencia
hepática grave.
S Efectos adversos:
S Cardiacos: el más importante es la prolongación del intervalo QT, torsa-
des des pointes, que se produce en 2 a 4% de los pacientes, dolor precor-
dial, arritmias ventriculares y taquicardia.
S Otros: cefalea, mareos, náuseas, insomnio, dolor de espalda, diarrea,
erupción cutánea y dolor abdominal.
S Contraindicaciones: hipersensibilidad al fármaco; no utilizar en pacientes
con síndromes congénitos o adquiridos de QT largo, intervalo QT basal o
QTC > 440 mg, disfunción renal grave, uso concurrente con verapamilo, ci-
metidina, hidroclorotiazida, trimetoprim, itraconazol, ketoconazol, meges-
trol, frecuencia cardiaca < 50 latidos/min y otros fármacos que prolongan
el intervalo QT.
S Interacciones: evitar el uso concomitante con medicamentos que prolon-
guen el QT.
Clase IV
Verapamilo
Otros
Adenosina
Digoxina
S Intoxicación
S Factores de pobre pronóstico: edad avanzada, sexo masculino, hiper-
calemia inicial, cardiomiopatía, enfermedades de conducción y bloqueo
AV avanzado.
S Factores que alteran la sensibilidad miocárdica a los efectos de la di-
goxina: hipocalemia, hipomagnesemia (diuréticos, enfermedades gas-
trointestinales, diabetes mellitus, malnutrición y falla cardiaca con
aldosteronismo secundario prolongado), hipercalcemia (tiazidas), hipo-
xemia aguda, enfermedad pulmonar crónica (hipoxia, hipercapnia, aci-
dosis), insuficiencia renal, hipotiroidismo o hipertiroidismo, masa cor-
poral magra disminuida, incremento del tono simpático (carga con Ca2+),
tono vagal incrementado (bradiarritmias y bloqueo cardiaco), fármacos
con propiedades cronotrópicas y dromotrópicas negativas (amiodarona
y antiarrítmicos clases II y IV) y tipo y gravedad de la enfermedad cardia-
ca de base (enfermedad del nodo sinusal, alteración en la conducción AV,
amiloidosis y miocarditis).
S Tratamiento: depende del grado de intoxicación. Se debe reconocer de
manera temprana, suspender el medicamento y medir los niveles séricos.
Se corrigen las anormalidades subyacentes y se hace un monitoreo elec-
trocardiográfico.
En caso de bradicardia sintomática se administra atropina o se coloca
un marcapasos temporal o anticuerpos Fab antidigoxina.
En caso de TSV inestable se deberá desfibrilar con baja energía, ya
que puede provocar asistolia, TV y FV. En arritmias ventriculares se ad-
ministraran anticuerpos Fab antidigoxina y se podrían utilizar lidocaína,
fenitoína y propranolol.
Vernakalant
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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14
Uso de antiinflamatorios no
esteroideos en medicina interna
Paola Estefanía Bermúdez Bermejo, María del Pilar Prieto Seyffert
INTRODUCCIÓN
239
240 El ABC de la medicina interna 2014 (Capítulo 14)
Fosfolípidos de membrana
Ácido araquidónico
COX 1 y 2
PGG2
PGH2
PGD2 PGE2 PGF2 PG12 TxA2
sintetasa isomerasa sintasa sintasa sintasa
Figura 14–1.