Está en la página 1de 2

METODOLOGÍA PARTICIPATIVA

La metodología participativa quiere contribuir a la construcción de una nueva sociedad, que

incorpore las necesidades de cambio y amplíe la perspectiva a las causas globales de las

problemáticas en cuestión.

Se basa en la búsqueda de un consenso respetado por todos. Se trata de impulsar un acuerdo

social cuyo horizonte de implementación requiere un largo margen de tiempo; un acuerdo

social que involucre a todos los agentes sociales organizados, a los propios usuarios y a la

ciudadanía en general.

Su perspectiva quiere promover el bienestar de las generaciones futuras, no sólo resolver

los problemas inmediatos, ni los de las generaciones actuales.

Los espacios y escenarios que el mismo proceso pretende generar permitirán:

- identificar problemas concretos y cercanos de la realidad cotidiana,

- recoger propuestas de solución a los mismos,

- profundizar el debate de los temas que la coyuntura actual plantea,

- formular soluciones de problemas específicos en el ámbito local o autonómico.

La metodología participativa promueve y procura la participación activa y protagonista de

todos los integrantes del grupo. En este sentido, la metodología participativa busca que los

participantes aprendan de su experiencia y la de los otros, con lo que su aprendizaje se lleva

a su realidad cotidiana y se ajusta a las particularidades de su proceso de desarrollo.


La metodología participativa busca:

1. Partir siempre de la realidad y de la experiencia de los sujetos.

2. Generar un proceso lúdico y creativo de reflexión y análisis sobre las creencias.

3. Actitudes y prácticas que forman parte de su realidad y la de su grupo.

4. Volver a la realidad con nuevas formas de actuar sobre ella.

Desde el siglo XVIII, el aprendizaje se ha dado a partir de una metodología tradicional,

compuesta por una serie de individuos pasivos que debían memorizar todos los contenidos

que el docente explicaba en clase, el maestro era el protagonista y el modelo a imitar.

El currículo era rígido e igual para todos, la evaluación iba dirigida, únicamente a los

resultados. Tenía un carácter institucional, por lo que el individuo era educado en función

de los objetivos del estado. La programación educativa se fragmentaba en varias doctrinas

independientes y  Los contenidos trabajados eran únicamente conceptuales.

La metodología activa se introdujo a partir del siglo XIX con una adaptación del sistema

educativo haciéndolo flexible según las características de cada individuo. El papel

protagonista, lo lleva el propio individuo y el profesional de la enseñanza se encarga de

guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje y de motivar los intereses de los participantes.

También podría gustarte