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Creatividad, cómo desarrollar

una idea genial


Mucha gente cree que solo unos pocos privilegiados son capaces de concebir
ideas genial, ideas únicas, nuevas y tan rompedoras que den pie a creaciones,
productos, arte o negocios de éxito, pero no es así, lo cierto es que las ideas
geniales -sin venir a menudo, es cierto- nos asaltan más a todos más a menudo
de lo que nos imaginamos.

Podemos estar de camino al trabajo, sentados en el water, duchándonos o


incluso podemos soñarla…en el momento más inesperado de repente tenemos
una intuición fugaz…una imagen aparece en nuestra mente y la musa se
manifiesta a través de nosotros dando lugar al nacimiento de un concepto
único y diferente.

¿Qué ocurre después? En el 99% de las ocasiones nada en absoluto por


diferentes motivos que vamos a analizar en el post de hoy.

Hola idea genial…adiós muy buenas!

Si bien cualquier persona puede tener la idea del siglo, y aunque reconozcamos
-y esto es un hecho- que su aparición no tiene nada que ver con romperse la
cabeza y hacer un enorme sacrificio intelectual, lo cierto es que aquellas
personas que buscan activamente la idea genial son aquellas que suelen
sacarle provecho.

Es decir, que si bien trabajando duro no sacas forzosamente buenas ideas, es


solo MIENTRAS trabajas activamente para conseguirlas cuando, al aparecer,
estamos preparados para transformarla en algo más concreto que una chispa
fugaz.

De hecho es muy posible que esa idea sea en si una variación o combinación
de algo que haces comúnmente y la idea en sí misma sea la conexión entre dos
conceptos, una conexión que a nadie antes que a ti se le había ocurrido.

Pero incluso buscando activamente las buenas ideas ¿porque no suelen


aprovecharse? Veamos algunas hipótesis:

Solo tú pareces concebirla como algo genial:

Al principio las ideas son como semillas que solo el que las planta es capaz de
intuir cómo serán una vez hallan florecido. Además, al principio no son lo
suficientemente maduras en detalles como para ser explicadas a los demás de
forma sencilla, así que es bastante común que tan solo a ti te parezca algo con
potencial.
La solución a esto es sencilla: empieza a trabajar en ella y cuando la tengas un
poco más clara -y si necesitas algún tipo de apoyo moral o económico para
tirar adelante el proyecto- pues entonces más adelante compártela con el
mundo. Eso sí, si es muy muy original no está de más que por si acaso la
registres para evitar posibles plagios y futuros problemas legales.

Aun así, si la has compartido con amigos y familiares y no les parece tan genial
como a ti !pasa de ellos! Al fin y al cabo es TU idea y solo a ti te corresponde
juzgarla como buena o mala, algo que por cierto no deberías hacer hasta
trabajarla un poco al menos.

No te crees capaz de desarrollarla:

De imaginar algo a ponerlo en práctica hay un largo trecho, y no siempre tus


habilidades y recursos son suficientes en el momento de la idea como para
invertir el tiempo y el esfuerzo suficientes en desarrollarlas hasta el final.

Puede que aún no tengas los medios pero si vale la pena y la idea tiene algo
que ver con aquello para lo cual te has preparado o estudiado lo mejor es
plasmar en papel un pequeño esbozo de lo que quieres hacer y guardarlo.

Aunque esto último es un poco arriesgado, ya que no debes menospreciar el


poder creativo del resto del mundo. Muchas veces las ideas geniales
simplemente “están en el aire” y es cuestión de velocidad ponerlas en marcha
y llevarte tú la gloria antes que otro se te adelante.

Si es posible y te gusta trabajar en equipo es bueno que busques colaboradores


o bien que contrates profesionales cualificados para tirar adelante al menos las
primeras partes del proyecto!, no dejes que una menudencia como no ser
ingeniero o no saber dibujar tiré al suelo tu idea habiendo millones de
ingenieros y dibujantes buscando trabajo!

No tienes ganas de desarrollarla:

Es posible que en este momento concreto de tu vida no tengas ganas para


embarcarte en más proyectos que aquellos que tienes en este momento, en
cuyo caso considera a tu idea un bien del que puedes disponer a tu discreción.

Por ejemplo, desarrollarla lo suficiente para registrarla y venderla al mejor


postor, o mejor aún regálala a alguien que esté trabajando en la misma línea.
Es una lástima que algo genial no llegué a nacer solo por no tener ganas.

Crees que se parece demasiado a algo:

Todo está ya inventado, esto es un hecho que cualquier persona creativa sabe,
y eso no es impedimento para que continuamente se inventen cosas, salgan
nuevos libros, películas, videojuegos…

Nadie inventa, el hombre tan solo copia, adapta para sí y mejora cosas y
conceptos pre-existentes, combinándolas de millones de formas diferentes.
Combinar de forma novedosa y con gracia ya es ser creativo, y no es nada fácil
de conseguir.

Si crees que esa idea “te suena” también es posible que de forma inconsciente
la vieras con anterioridad, te llegará al consciente y creyeras que se te ocurrió
a ti, !pasa muy a menudo! Aunque gracias a Internet y google es posible
cerciorarte fácilmente de ello.

Se te olvida:

Ocurre con demasiada frecuencia que las buenas ideas solo asaltan nuestra
mente durante unos pocos segundos y hemos de atraparlas al vuelo. Es por eso
que aquellos que trabajan activamente para buscarlas son quienes las
aprovechan mejor, !porque tienen a mano papel y bolígrafo para apuntarlas y no
dejarlas escapar!

Hoy en día no tienes excusa para dejar que una idea se te olvide, cualquier
teléfono móvil tiene grabador de voz o agenda incorporada !así que estate
siempre preparado!

Tienes miedo:

Lo novedoso asusta, y más si se trata de una idea o concepto que puede


revolucionar tu vida y la de los demás.

No todo el mundo está preparado para el éxito -ni para el fracaso- y a veces
tanto uno como otro pueden llegar a nuestras vidas de una forma rotunda y
estrepitosa alterando el tranquilo equilibrio cotidiano que teníamos hasta
ahora.

Si te asusta sobresalir, si reprimes tus buenas ideas pensando en llamar la


atención ni el ojo crítico de la sociedad, desde luego !nunca conseguirás nada
interesante, nuevo ni genial!. Lo nuevo siempre se acoge con cautela, pero si
es algo positivo siempre acaba siendo aceptado por el mundo tras el shock
inicial.

Que el miedo no impida que tus ideas te permitan elevarte y sobresalir al sitio
donde te corresponde estar.

Cómo mantener la creatividad y las ideas geniales fluyendo en tu cabeza

La creatividad es como una niña juguetona. Es impredecible y siempre te


atrapa en el momento más inoportuno posible, y aunque siempre intentas
recibirla con los brazos abiertos, a veces simplemente no puedes porque estás
haciendo algo más, algo que requiere tu atención en ese momento.

Pero la creatividad es la fuente de todo tu trabajo, es el resultado de hacer


cosas geniales y llevar a cabo ideas que se te vinieron a la cabeza en un
instante. Como decía un libro que leí de pequeño 'Es un chispazo genial'.
Escucha música nueva: Si eres como yo, que te gusta trabajar con música,
deberías probar a escuchar géneros y canciones que nunca antes habías
escuchado. Solo por un momento, en vez de ponerte a trabajar en la
computadora con tu lista de reproducción de todos los días. Mejor trabájalo
durante la siguiente hora escuchando algo nuevo, puedes intentar con
Stereomood. Tiene listas de reproducción prefabricadas para cada humor y
momento del día. Solo escoge una y déjate maravillar.

Haz listas: Las listas son geniales cuando las usas como método para estimular
la creatividad. Tan solo agarra una hoja de papel(o tu iPod Touch si eres más
moderno) y empieza a enlistar las cosas que ves a tu alrededor. También
puedes hacer listas de nombres, personajes fantásticos, series o películas que
viste o te gustaría ver. Lo que sea. Verás que de la nada empiezas a conectar
los nodos en tu cabeza, un elemento en la lista te llevará a una idea, luego a
otra y como por arte de magia tendrás ese chispazo genial.

Es normal, el cerebro trabaja relacionando ideas, es por eso que cuando estas
platicando con alguien, una de esas palabras en la conversación te recuerda
alguna anécdota viejísima en la que no habías pensado en años.

Escribe libremente: Esta es una de mis actividades favoritas. Tan solo toma un
espacio en blanco, si quieres agrega un poco de música y empieza a escribir.
Puedes escribir lo que estás pensando en ese momento, o imaginar que le
estas contando a alguien como te fue en tu día. Solo escribe, salta párrafos sin
orden, deja oraciones solitarias por ahí. Tan solo escribe. A veces, al hacer
esto, he armado una de las entradas de este y otros blogs.

Ese almuerzo, cómetelo en otro lugar: Si trabajas o estudias en un lugar donde


se te permite comerte el almuerzo donde quieras. En vez de ir al lugar al que
acostumbras, cambia y ve a otro diferente. Si puedes ir solo, bien; si vas con
tus compañeros de trabajo, intenten platicar de todo menos de trabajo. La hora
de comer es cuando nutrimos nuestro cerebro, si comes solo, aprovecha y
piensa libremente. Son pocos los momentos en el día en el que puedes pensar
tranquilamente, sin teléfonos sonando o gente a tu alrededor pidiéndote cosas,
así que hay que aprovecharlos.

Evita la rutina: El ser humano es una especie de costumbres. Formamos


rutinas, a veces sin la intención de hacerlo, sin darnos cuenta hacemos lo
mismo todos los días y prácticamente a la misma hora. Esto es bueno para el
cuerpo pero no para la mente, esa de donde viene toda la creatividad. La mejor
forma de mantener la inspiración, es evitar la rutina. Cada día, si puedes,
agrega algo nuevo a tu rutina o cambia algunas cosas de lugar. Con estos
sencillos consejos mantendrás tu cerebro despierto.

6 Tips para tener ideas geniales

No tienes que ser un pensador profundo para tener ideas nuevas y geniales.

Aquí hay 6 formas de romper con el pensamiento convencional y hacer que esa
bombilla de ideas geniales aparezca.
¿Cuál es la diferencia entre una buena idea y una gran idea? Las buenas ideas
vienen a lo largo de todo el tiempo y ayudan a la gente a resolver problemas
menores en el trabajo y en la vida cotidiana. Las grandes ideas aparecen con
menos frecuencia y requieren un poco más de trabajo para ejecutarlas. Las
grandes ideas no son necesariamente el resultado de gabinetes altamente
pagados o de misiones o visiones inducidas por drogas en el desierto. Son a
menudo inesperados momentos de inspiración que ayudan a mantener las
empresas en el candelero.

El gran reto de generar grandes ideas es liberarse de los pensamientos


convencionales y mundanos que ocupan la mayor parte del tiempo de tu
cerebro. Aquí hay seis consejos para ayudarte a abrir tu mente y estimular tu
generador de grandes ideas.

1. Dedícate a observar

Las grandes ideas no aparecen de la nada. Necesitas un modo de conseguir


que tu cerebro piense en formas nuevas y creativas. Dedica un tiempo para
sesiones específicas donde estimules el cerebro para pensar de forma
diferente. Mi método favorito es observar a la gente. Un simple paseo puede
presentarme una emocionante actividad y comportamiento que me hace pensar
de nuevo. Cualquier concurrida área urbana, centro comercial o parque
zoológico puede hacer el mismo efecto.

2. Socializa fuera de tus círculos habituales

Andar con los mismos amigos y colegas puede conseguir que caigas en una
rutina de pensamiento. Aprovecha todas esas conexiones de LinkedIn y
empieza otras conversaciones interesantes. La gente nueva no conoce todos
tus patrones de pensamiento y viejas historias, así que tendrás que revisar tus
monólogos interiores preexistentes. Las perspectivas refrescantes te ayudarán
a que surjan a la superficie nuevos pensamientos y posiblemente una chispa o
dos de inspiración.

Los libros son maravillosos para crear nuevas ideas y estimular las buenas.
Durante mucho tiempo, no he leído mucho. Cuando agrego libros de negocios a
mi rutina, me ayuda a aprender más y a ampliar mi forma de pensar. Pero hace
varios años, empecé a leer más sobre ficción e historia. Estos temas realmente
me sacaron de mi espacio diario y activaron el generador de ideas. Incluso si
no puedes hacer un hueco para leer una novela, vea una librería y pasa una
hora ojeando libros. Encontrarás un montón de estímulos para el pensamiento.

4. Navega al azar por la Web

Google es grande cuando sabes lo que estás buscando, pero la mejor manera
de generar nuevas ideas es con un aprendizaje inesperado. Dedica una hora
cada semana para hacer un paseo aleatorio por la web. Comienza con el botón
"voy a tener suerte" y sigue a partir de ahí. Trata de buscar las referencias más
extrañas para navegar y estirar un poco tu cerebro.
5. Lleva un diario con regularidad

Un diario es genial para el registro de pensamientos, sentimientos e historia de


tu vida. También es una gran manera de estructurar y desarrollar hábitos de
ideación. Si no llevas un diario, empieza hoy mismo.

6. Medita

Es difícil pensar en grandes ideas cuando tu mente está llena de


preocupaciones y pensamientos cotidianos. Necesitas un espacio tranquilo. La
meditación te ayudará a despejar tu mente de asuntos cotidianos y del estrés.
Luego, tranquilamente puedes centrarte en tu futuro o resolver problemas
cotidianos. Hay que comprometerse a dos sesiones de una hora de duración
cada semana y pronto encontrarás nuevas ideas que fluyen en tu mente.

Todos estos métodos requieren de un compromiso de tu tiempo y energía, pero


esa es la clave para obtener grandes ideas. Tienes que darle tu cerebro el
tiempo y espacio suficientes para que trabaje para ti. Si usas cada uno de
estos métodos, estás obligado a obtener una gran idea o dos. La ejecución de
esas ideas ya es cosa tuya.

Cómo convertir tus geniales ideas en proyectos

Las ideas fluyen a los largo de tu vida profesional en los momentos más
inesperados. Cuando vas conduciendo, estás practicando deporte, con tus
amigos tomando algo… en cualquier momento te puede venir una idea.

Mi consejo es que lo anotes en tu libreta personal (deberías tener una a mano


siempre) o gracias a las nuevas tecnologías y tu smartphone apúntalo en
alguna app que uses para ello.

Sé que te va a parecer obvio e incluso estúpido si eres un poco crítico. Pero te


puedo asegurar que una vez que logras interiorizar estos principios tus ideas
son más fáciles que se conviertan en proyectos reales o acciones:

1. Creer en ti mismo es fundamental, debes conocerte y creer tus ideas para


poder trasladarlas a tus clientes o negocio.

2. Aprende de los demás gracias a los consejos de tus compañeros o


profesionales del sector.

3. Investiga los riesgos de tus ideas y cómo estás podrías beneficiar o


perjudicar a tu empresa.

4. Tú tienes que tener una alta dosis de paciencia para poder llevar a buen
terreno tus ideas.

5. Aprende a comunicar tu visión sobre las cosas, es fundamental poder lograr


este paso para captar la atención y que te tomen en serio.
6. Sé decidido y céntrate en tu misión, que nada ni nadie te lo impida, ¡tienes
que estar convencido tú primero!

7. Analiza y reflexiona tus ideas para poder mejorarlas y convertirlas en algo


mejor.
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