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Si bien cualquier persona puede tener la idea del siglo, y aunque reconozcamos
-y esto es un hecho- que su aparición no tiene nada que ver con romperse la
cabeza y hacer un enorme sacrificio intelectual, lo cierto es que aquellas
personas que buscan activamente la idea genial son aquellas que suelen
sacarle provecho.
De hecho es muy posible que esa idea sea en si una variación o combinación
de algo que haces comúnmente y la idea en sí misma sea la conexión entre dos
conceptos, una conexión que a nadie antes que a ti se le había ocurrido.
Al principio las ideas son como semillas que solo el que las planta es capaz de
intuir cómo serán una vez hallan florecido. Además, al principio no son lo
suficientemente maduras en detalles como para ser explicadas a los demás de
forma sencilla, así que es bastante común que tan solo a ti te parezca algo con
potencial.
La solución a esto es sencilla: empieza a trabajar en ella y cuando la tengas un
poco más clara -y si necesitas algún tipo de apoyo moral o económico para
tirar adelante el proyecto- pues entonces más adelante compártela con el
mundo. Eso sí, si es muy muy original no está de más que por si acaso la
registres para evitar posibles plagios y futuros problemas legales.
Aun así, si la has compartido con amigos y familiares y no les parece tan genial
como a ti !pasa de ellos! Al fin y al cabo es TU idea y solo a ti te corresponde
juzgarla como buena o mala, algo que por cierto no deberías hacer hasta
trabajarla un poco al menos.
Puede que aún no tengas los medios pero si vale la pena y la idea tiene algo
que ver con aquello para lo cual te has preparado o estudiado lo mejor es
plasmar en papel un pequeño esbozo de lo que quieres hacer y guardarlo.
Todo está ya inventado, esto es un hecho que cualquier persona creativa sabe,
y eso no es impedimento para que continuamente se inventen cosas, salgan
nuevos libros, películas, videojuegos…
Nadie inventa, el hombre tan solo copia, adapta para sí y mejora cosas y
conceptos pre-existentes, combinándolas de millones de formas diferentes.
Combinar de forma novedosa y con gracia ya es ser creativo, y no es nada fácil
de conseguir.
Si crees que esa idea “te suena” también es posible que de forma inconsciente
la vieras con anterioridad, te llegará al consciente y creyeras que se te ocurrió
a ti, !pasa muy a menudo! Aunque gracias a Internet y google es posible
cerciorarte fácilmente de ello.
Se te olvida:
Ocurre con demasiada frecuencia que las buenas ideas solo asaltan nuestra
mente durante unos pocos segundos y hemos de atraparlas al vuelo. Es por eso
que aquellos que trabajan activamente para buscarlas son quienes las
aprovechan mejor, !porque tienen a mano papel y bolígrafo para apuntarlas y no
dejarlas escapar!
Hoy en día no tienes excusa para dejar que una idea se te olvide, cualquier
teléfono móvil tiene grabador de voz o agenda incorporada !así que estate
siempre preparado!
Tienes miedo:
No todo el mundo está preparado para el éxito -ni para el fracaso- y a veces
tanto uno como otro pueden llegar a nuestras vidas de una forma rotunda y
estrepitosa alterando el tranquilo equilibrio cotidiano que teníamos hasta
ahora.
Que el miedo no impida que tus ideas te permitan elevarte y sobresalir al sitio
donde te corresponde estar.
Haz listas: Las listas son geniales cuando las usas como método para estimular
la creatividad. Tan solo agarra una hoja de papel(o tu iPod Touch si eres más
moderno) y empieza a enlistar las cosas que ves a tu alrededor. También
puedes hacer listas de nombres, personajes fantásticos, series o películas que
viste o te gustaría ver. Lo que sea. Verás que de la nada empiezas a conectar
los nodos en tu cabeza, un elemento en la lista te llevará a una idea, luego a
otra y como por arte de magia tendrás ese chispazo genial.
Es normal, el cerebro trabaja relacionando ideas, es por eso que cuando estas
platicando con alguien, una de esas palabras en la conversación te recuerda
alguna anécdota viejísima en la que no habías pensado en años.
Escribe libremente: Esta es una de mis actividades favoritas. Tan solo toma un
espacio en blanco, si quieres agrega un poco de música y empieza a escribir.
Puedes escribir lo que estás pensando en ese momento, o imaginar que le
estas contando a alguien como te fue en tu día. Solo escribe, salta párrafos sin
orden, deja oraciones solitarias por ahí. Tan solo escribe. A veces, al hacer
esto, he armado una de las entradas de este y otros blogs.
No tienes que ser un pensador profundo para tener ideas nuevas y geniales.
Aquí hay 6 formas de romper con el pensamiento convencional y hacer que esa
bombilla de ideas geniales aparezca.
¿Cuál es la diferencia entre una buena idea y una gran idea? Las buenas ideas
vienen a lo largo de todo el tiempo y ayudan a la gente a resolver problemas
menores en el trabajo y en la vida cotidiana. Las grandes ideas aparecen con
menos frecuencia y requieren un poco más de trabajo para ejecutarlas. Las
grandes ideas no son necesariamente el resultado de gabinetes altamente
pagados o de misiones o visiones inducidas por drogas en el desierto. Son a
menudo inesperados momentos de inspiración que ayudan a mantener las
empresas en el candelero.
1. Dedícate a observar
Andar con los mismos amigos y colegas puede conseguir que caigas en una
rutina de pensamiento. Aprovecha todas esas conexiones de LinkedIn y
empieza otras conversaciones interesantes. La gente nueva no conoce todos
tus patrones de pensamiento y viejas historias, así que tendrás que revisar tus
monólogos interiores preexistentes. Las perspectivas refrescantes te ayudarán
a que surjan a la superficie nuevos pensamientos y posiblemente una chispa o
dos de inspiración.
Los libros son maravillosos para crear nuevas ideas y estimular las buenas.
Durante mucho tiempo, no he leído mucho. Cuando agrego libros de negocios a
mi rutina, me ayuda a aprender más y a ampliar mi forma de pensar. Pero hace
varios años, empecé a leer más sobre ficción e historia. Estos temas realmente
me sacaron de mi espacio diario y activaron el generador de ideas. Incluso si
no puedes hacer un hueco para leer una novela, vea una librería y pasa una
hora ojeando libros. Encontrarás un montón de estímulos para el pensamiento.
Google es grande cuando sabes lo que estás buscando, pero la mejor manera
de generar nuevas ideas es con un aprendizaje inesperado. Dedica una hora
cada semana para hacer un paseo aleatorio por la web. Comienza con el botón
"voy a tener suerte" y sigue a partir de ahí. Trata de buscar las referencias más
extrañas para navegar y estirar un poco tu cerebro.
5. Lleva un diario con regularidad
6. Medita
Las ideas fluyen a los largo de tu vida profesional en los momentos más
inesperados. Cuando vas conduciendo, estás practicando deporte, con tus
amigos tomando algo… en cualquier momento te puede venir una idea.
4. Tú tienes que tener una alta dosis de paciencia para poder llevar a buen
terreno tus ideas.