El texto nos brindaba una visión histórica de hechos trascendentales en cuestiones de
expansionismo y colonización a nivel mundial, momentos en los cuales puede decirse que el mundo dio un giro, a nivel económico principalmente, pero además de creencias, tradiciones y saberes. De una u otra forma el texto proclama desde una visión, a mi parecer parcial, las virtudes de las grandes hazañas en nivel de conquista del continente europeo, permitiendo ver una visión sesgada de la historia, pero ¿cómo no ha de serlo si la otra cara de la moneda, es decir, todos aquellos lugares colonizados, no tuvieron la oportunidad de contar su historia? Si bien reconozco que gracias a todos los hechos narrados allí es que vivimos el presente, el cual recibo con total agrado porque es lo que me tocó y desde aquí debo trabajar, también asumo una posición crítica y reconozco las falencias de dicha historia para que si en mis manos estuviese no actuara de la misma forma. El texto está enmarcado bajo un concepto fácil de reconocer –desde mi perspectiva: la ambición, cada persona mencionada allí tenía una ambición de reconocimiento o de recursos, es decir, una ambición que nacía desde el egocentrismo. No una ambición que buscara abastecerse a partir de la exploración y el entendimiento intercultural y de intercambio de saberes, que finalmente desemboco en una intromisión e imposición que desembocó en muerte de culturas enteras, por lo cual no me sentí afín frente a los momentos históricos narrados. De los momentos históricos narrados en el capítulo del texto expuesto sin duda el más relevante y el que más cambió el rumbo de la historia reciente fue el de Colón quien además logró cambiar perspectivas a nivel mundial. Juan Camilo Carmona Jaramillo.