A partir de los años 70 comienza a surgir una nueva concepción dentro de la
criminología con la idea de que no es una ciencia pacifica, entrando en enfrentamiento con la criminología tradicional, aunque de algún modo esta ciencia siempre ha sido critica, como lo expresaron los estudiosos en la materia como Garofalo, Ferri, Lombroso al afirmar críticas en referencia al procedimiento y la justicia penal por ejemplo o con la corrupción por parte de los más poderosos además en la incidencia positiva de las reformas sociales ante un código penal y lo ideal de proferir veredictos justos y equitativos por parte de los jueces. De esta forma el positivismo criminológico ya tenía una connotación crítica, desde el siglo XVIII en Europa ya se hacía visible el estado precario del derecho penal, y es ahí donde cobra sentido la criminología crítica al ser este, el medio para mostrar las leyes de aplicación ilícita o arbitraria, de igual forma con la corrupción y la justa aplicación de justicia. El autor afirma que para poder desarrollar una verdadera critica criminológica, el criminólogo debe estar apartado y ser independiente a cualquier ideología política, para que esto no tenga incidencia la misma, por lo cual la criminología es una ciencia apolítica. El criminólogo, tiene como objeto la búsqueda de la verdad, entrando hasta los núcleos de corrupción de quienes tienen el poder o parte del mismo, ya sea político, social, económico o de otro tipo. Dentro de las funciones del criminólogo por la verdad, esto es países autoritarios es casi nulo, debido al poco apoyo, y la forma en cómo se manipularía a la fuerza esa búsqueda de la verdad en defensa de este estado autoritario, además de verse en peligro su estabilidad laboral o profesional e incluso para la propia integridad, el honor, la libertad o la seguridad física, de quien pretende defender la legalidad es perseguido y con demasiada frecuencia prevalecen los intereses de los violadores del derecho. En el escrito se establecen los principios fundamentales de la nueva corriente. El sistema criminológico tradicional se basa en su crítica en los tipos penales, Quinney afirma que se hace una crítica en el equivocado estudio por parte de los criminólogos porque se dedican a los intereses más conservadores, ocupándose más de quienes violan las leyes que del propio sistema jurídico, se enfrascan en castigar al infractor que en la modificación de las leyes En el segundo principio de la nueva corriente a mi concepción, se hace la critica que aun al día de hoy es la patente en el sistema judicial Colombiano, al ser la justica de aplicación para los más débiles mientras que a la clase poderosa que en su afán de llenar sus bolsillos cada vez más infringen la ley y son sancionados de manera leve, frente a alguien que comete un delito quizás por la necesidad de alimentarse, aun cuando la norma está descrita para darse aplicación de manera igual para todos pero en la práctica sabemos que no es así y termina siendo letra muerta para quienes tienen cómo tomar la justicia a su favor y que es reprochable que personas con estudios, conocimiento abierto al mundo y muchas oportunidades sean quienes tomen de manera arbitraria recursos de quienes con esfuerzo hacen por cumplir su deber en pagar sus impuestos y cargas fiscales para que terminen en manos de la oscura corrupción y a los de cuello blanco, además de ser una problemática que afrontan muchos países, la mayoría, países pobres que cada vez aumentan más sus niveles de pobreza y por consecuencia los niveles de criminalidad, he ahí la crítica en que si la criminología ha de avanzar como ciencia, debe disponer de la libertad de cuestionar no solamente las causas del delito, sino también los de las normas que, en sentido propio crean el delito o sea las normas legales, y que aunque el derecho penal le de pautas a la criminología este no puede esperar por estas si no que el mismo pueda dar luces de aquellos fenómenos sociales y por ende reforma a las leyes penales. Los criminólogos deben desarrollar juicios respecto de la sociedad en que viven y conocen, sin omitir la realidad cómo primera finalidad, el criminólogo debe ser imparcial y apolítico, aunque tiene en la mayor parte de los casos el peligro de depender del Estado o de instituciones para las que trabaja, por lo que a veces decir la verdad puede crearle problemas, sin embargo debe ir en búsqueda de la verdad y ponerla en conocimiento de quienes tengan el deber de corregir falencias. Por su parte la criminología de inspiración marxista, lo expresa Marx, Engels y Bonger. Estos autores afiman que es el capitalismo el culpable de la desigualdad social y del delito, con un proletariado oprimido que en consecuencia ha de caer en el delito, esta concepción se reitera que la criminología debe ser totalmente apolítica e independiente para que no pierda su objetivo y su imparcialidad. Se comete el error por parte de los criminólogos que sostienen que todo es malo en el capitalismo y casi todo bueno en el marxismo, puesto que se enfatiza en que no se debe politizar la criminología al ser una ciencia independiente, del cual su objeto es revelar la problemática de la criminalidad, así como las desigualdades sociales y legales que se presentan además de proponer posibles soluciones. Los criminólogos críticos no deben defender ni un extremo ni otro sea el marxismo o capitalismo pues estos no contienen la verdad absoluta, ya que ni unos ni otros la tienen, por consiguiente dentro de la criminología critica existen realidad cómo que el criminólogo esta en búsqueda de la verdad, de tratar los problemas desde su raíz, poner al descubierto por qué las prisiones están al tope de los más humildes y no del mismo modo de quienes ostentan el poder político y económico y lo aprovechan para aumentar la corrupción y violar la ley. Como sostiene Garofalo, la desviación no se consigue con destruir ciertas instituciones si no en el enfoque por la solución de problemas sociales y económicos y la no explotación por parte del capitalismo al ser el delito una reacción al mismo, además sostiene que el delito siempre existirá en la medida en que exista gente honrada ya que por naturaleza el ser humano siempre desea poseer más ya sea por medio de cualquier clase social, de cara a esto la criminalidad bajaría sus niveles en la medida que exista una mayor justicia social, un óptimo funcionamiento de la justicia en cualquiera de sus tipos y que además se tuviera una igual aplicación para todos, de igual forma que el total rechazo de la corrupción por parte de los estados, de la que muchos de los que hacen parte de estos están mezclados con este flagelo, desencadenando una desigualdad sin precedentes y que propicia a la criminalidad, cuando se beneficia más a cierto grupo social ya sea que tenga poder político o económico, y que no sea el riguroso peso de la ley sobre los más pobres. Los criminólogos dentro de su objeto está donde se encuentra la corrupción y la injusticia, del mismo modo cómo esos comportamientos no regulados o que los son pero no de la manera adecuada, ponen en riesgo la convivencia social, mostrándolas y dándolas a conocer para quienes hacen las leyes las adopten dentro del estudio de la criminalidad, estadísticas, estudios, así mismo de ser revelados a los ciudadanos para que no puedan verse afectados. La criminología es simplemente una ciencia que basa su estudio en el delito y del delincuente como fenómeno individual y social y el criminólogo por su naturaleza debe ser crítico y en la medida apolítica e independiente, pues cuanto más lo sea mejor será el producto de sus investigaciones.
La Criminología ha existido desde inicio de la humanidad y trata sobre la criminologia que son aquellos comportamientos que son los que influyen en el orden social