Partiendo del texto del “El cataclismo de Damocles” y dando respuesta a la pregunta propuesta sobre el avance o retroceso de la humanidad frente al tema de los valores humanos, es importante indicar que la sociedad está en continua evolución y aunque haya principios universales que rigen y orientan a los seres humanos, deben tenerse en cuenta los contextos socioculturales y políticos que los rodean. Por una parte si entendemos la paz y la justicia social como valores globales y sentimos que son atacados por las amenazas de guerras, la desigualdad económica, los conflictos políticos o los capitales bélicos de algunos países, diríamos que la humanidad retrocede y da mayor importancia a la hegemonía de los poderes de la destrucción, el odio y la indiferencia; pero, si por el contrario, vemos el confinamiento actual del mundo como un escenario donde se pone a prueba el ser y querer de las personas, podemos encontrar un avance de carácter social, la humanidad se enfrenta a un enemigo invisible en esta pandemia, hoy somos testigos de los gestos de solidaridad, trabajo en equipo, reconocimiento de la importancia del quehacer individual y la necesidad de fortalecer nuestros valores de familia, respeto, equidad y tolerancia, nos unimos en la generosidad del compartir material y afectivamente, el simple cumplimiento de nuestro deber civil acatando la cuarentena, atendiendo el distanciamiento social, disfrutando la convivencia en familia y abriendo nuestra mente y corazón para el reto que nos supone en adelante el nuevo desarrollo social de nuestras comunidades.
En definitiva, la humanidad avanza mientras lucha por el bien común y se
une para desarmar el ideal de cataclismo armado de unos pocos.