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En primer lugar, se aborda el concepto de cultura, para pasar a tratar el tema del Patrimonio.
Se analizan los diferentes tipos de Patrimonio con la intención de ofrecer una visión global,
pero haciendo énfasis en el patrimonio urbano, el rural y el documental, ya que son aquellos
que pueden resultar más novedosos y relevantes para el tema tratado Finalmente, se analiza
el turismo cultural, destacando sus particularidades y los aspectos más significativos que lo
integran.
• Definición de cultura.
• Definición de Patrimonio.
Finalmente se aspira a que este material constituya una modesta contribución al conocimiento
de un tema interesante, útil y de gran novedad como lo es el turismo y el patrimonio cultural.
Capítulo 1. Sistema turístico
OBJETIVO
1. 1. Introducción
En cualquier caso ningún elemento del sistema se encuentra ni aislado con respecto al resto ni
desconectado del exterior. Es precisamente esta característica de interdependencia constante
la que da al sistema turístico un alto grado de apertura, flexibilidad y dinamismo, y, con ello, se
constituye como readaptable a las distintas condiciones del entorno (físico, sociocultural y
económico), incluyendo a nuevos problemas.
Como todo sistema conceptual, se origina a través del análisis de un sistema real y es paralelo,
aunque no correspondiente punto a punto, a él; es decir, el sistema no reproduce
fotográficamente la realidad del turismo (prácticamente indefinida en su extensión, variedad y
complejidad), sino que se ajusta metodológica y simbólicamente para hacer posible la
concreción en el análisis y la comparación de los múltiples estudios de caso, con lo que su
importancia radica no tanto en mostrar elementos o reducciones a una serie de elementos
sino en servir de herramienta a la investigación y marcar las diferentes interconexiones
posibles entre las variables implicadas.
• Hicks (1989) expresa que un sistema es el conjunto de elementos que actúan en forma
coordinada para la consecución de objetivos determinados.
• Cuervo (1994) valora que un sistema está constituido por una serie de dos o más elementos
de cualquier clase (conceptos, ideas, objetos, personas), cumpliéndose que cada parte influye
sobre el todo pero de forma aislada respecto a los demás componentes del sistema Además,
cada posible subsistema tiene las mismas propiedades que el sistema que lo contiene.
• Fritz (2006) señala que un sistema es una parte del universo (con una extensión limitada en
espacio y tiempo). El autor define una "parte" como el resultado de dividir mentalmente al
universo Esta división se puede hacer en varios niveles Una parte también resulta cuando se
divide mentalmente a una parte. Se determina un sistema, separando (mentalmente) aquellas
partes del universo que tienen una intensa correlación entre sí, del resto del universo. Por el
concepto "correlación" se entiende una relación estadística entre el antes y el después.
Según Uriegas Torres (1 987), los sistemas presentan las siguientes características:
• Los elementos que forman el sistema deben actuar de manera armónica para lograr
objetivos determinados.
• Todos los sistemas producen algo, ya sea trabajos materiales, objetos físicos o servicios
diversos.
• Por lo general los sistemas consumen recursos para cumplir su objetivo, y estos pueden ser
de muy diversas clases.
En la actualidad resulta una necesidad para los directivos, en muchos casos de extrema
importancia, el hecho de "comprender a su organización como un conjunto de elementos y
factores que interactúan en pos de alcanzar un propósito u objetivo común. Beltrán Jaramillo
(2006) puntualiza además que cada uno de estos elementos tiene una función específica
dentro del conjunto; integrada a las diversas funciones particulares que cumple cada
elemento, interactuando entre sí y "comunicándose" de manera constante y efectiva a través
de procesos de alimentación y retroalimentación.
La interacción entre los elementos internos, se ven en alguna medida, afectados por factores
internos y externos. O sea, el conjunto se encuentra situado dentro de algo, intercambiando
influencias. Todo lo cual sugiere que una organización tiene todas las características que
permiten no solo considerarla, sino además administrarla como un sistema.
En este punto Senn (1990) indica que los inicios de la Teoría General de Sistemas se ubican en
el año 1954, y que sus creadores fueron Ludwig von Bertalanfy, Keneth Boulding; Anatol
Rapport, y Ralph Gerald, durante la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance
de las Ciencias. Destaca este autor la diversidad de disciplinas que representaban cada uno de
sus creadores, con el propósito de ayudar en la creación y desarrollo de sistemas teóricos
aplicables a las diversas ramas del conocimiento.
Beltrán Jaramillo (2006) manifiesta que los elementos mediante los cuales la Teoría General de
Sistemas cumple sus funciones son
Apoyar el desarrollo de modelos teóricos adecuados en aquellos campos que carecen de ellos.
Entre las características distintivas de un sistema, según el enfoque que ofrece la Teoría
General de Sistemas, se encuentra las siguientes:
• Totalidad: se trata de analizar el todo con todas sus partes Interrelacionadas e
interdependientes en acción
• Búsqueda de objetivos: todas las actividades son orientadas al logro de los objetivos del
sistema.
• Entradas y salidas: en un sistema cerrado las entradas se suceden una sola vez; en un sistema
abierto, las entradas son tomadas del entorno y las salidas entregadas a éste.
• Entropía: designa el estado de un sistema cerrado en el cual todos los elementos que lo
conforman se encuentran en un grado máximo de desorden
• Equifinalidad: en un sistema abierto, el mismo estado puede ser alcanzado desde muchos
puntos de inicio. Un resultado puede tener diferentes causas.
Una vez realizada esta reseña general, se expondrá a continuación los aspectos esenciales en
relación con los elementos que conforman el sistema turístico.
Con base en el esquema propuesto por Mathieson y Wall (1986) y Lea (1988), en el sistema
turístico resulta posible distinguir tres grandes elementos que funcionarán, hasta cierto punto,
como subsistemas. Estos son los denominados dinámico, estático y consecuencial.
El elemento dinámico, el cual implica viaje o desplazamiento, incluye a los componentes de las
sociedades generadoras de turistas, los individuos-turistas potenciales y su proceso de
conversión a unas formas determinadas de turismo. La 'demanda', que constituye la variable
principal del elemento dinámico, es el número de personas que viajan o desean viajar y son
estas y sus usos de los servicios e instalaciones creadas para la recreación los que generan el
impulso a todo el sistema turístico.
En principio, todo parece indicar que los diferentes agentes y procesos de cambio; costumbres
y modas de las sociedades generadoras, influyen en la creación de un determinado tipo y
forma 'idealizada' de destino deseado y solicitado por la demanda. Sin embargo, no se suele
tener en consideración la inducción realizada sobre aquellos viajeros potenciales por el propio
sistema y sus agentes, que, previendo tales modas y procesos de cambio, diseñan y ofertan un
destino, una imagen concreta, que no solo sirve como producto comercial en venta sino que, a
su vez, refuerza la producción de estilos de vida determinados y, con ellos, la continuidad del
sistema social. Es decir, el sistema turístico es consecuente con el tiempo histórico en el que
se desarrolla pero, en la actualidad, paralelamente constituye una de las variables principales
que dan forma a las sociedades (tanto en su versión de generadora como anfitriona de
turistas) y los estilos de vida de sus gentes.
Se puede señalar como ejemplo la explosión del turismo de masas en los años cincuenta y del
'turismo verde' en Occidente en la década de los ochenta, en ambos casos el sistema turístico
se acomoda y refuerza situaciones económico-sociales muy concretas y, hasta cierto punto,
contrapuestas. De una parte, en un momento de auge económico y de refuerzo de la
identidad europea y norteamericana, la popularización del viaje, de los ocios con mucho sol,
arena y diversión, presagian un mundo unido en la democracia y el consumo, en el que todas
sus gentes podrán acercarse temporalmente al estilo de vida de las élites sociales,
compartiendo destinos, disfrutando 'de los mismos placeres' de aquellas y sentir el placer de
'estar allí" con un afán notorio de distinción, dejando atrás el ritmo de la cadena de montaje y
la industrialización De otra, en un tiempo histórico marcado por las crisis económica,
medioambiental e ideológica, la huida de las muchedumbres y el contacto con la naturaleza, la
tradición y el pasado perdido, que refuerza la idea existencial de la individualidad y la
conciencia de unos 'otros' (llámense campesinos o aborígenes) a los que se le supone al borde
de la desaparición, y la concienciación de un medio natural que 'hay que conservar a toda
costa', de lo 'verde', el 'reciclaje' y el 'desarrollo sostenible' de esos 'otros'
El sistema turístico asume el papel de válvula de escape, de ruptura prometida con los ritmos
cotidianos, reconciliando a sus usuarios con las necesidades y las obligaciones de su sociedad
de origen, justificando en parte el diseño productivo, político e ideológico de la misma. De
esta forma es capaz de generar múltiples tipos o formas de turismo que se adapten a los
deseos y posibilidades tanto, y como es obvio, de la demanda efectiva, como de la supresiva
(abaratamiento del viaje con transportes no actualizados técnicamente, reutilización de
destinos secundarios -estancados o en recesión- o desplazamientos de fin de semana), lo cual,
en parte, es posible gracias a los rápidos reajustes que puede realizar la estructura empresarial
(la 'industria turística').
Generalmente los antropólogos han omitido este elemento en sus análisis, haciendo
exclusivamente pequeñas referencias a las tipologías de turistas y/o tipos de turismo.
Esto resulta, cuanto menos, paradójico, ya que es a partir de los turistas potenciales y la
cultura o subcultura de sus sociedades, con sus expectativas, niveles socioeconómicos y
necesidades de esparcimiento, cuando se generan y regeneran las imágenes y estereotipos
que se superpondrán a las poblaciones de las áreas de destino, que sí han constituido la base
fundamental de tales estudios desde la antropología.
El elemento estático, referido a la actividad y rapidez del primero, tiene por componentes el
destino como entorno global, la estructura empresarial de acogida y los propios turistas y sus
actividades. Es en este, vinculándolo al elemento consecuencial, en el que se encuentran
estrechamente ligados varios ítems ampliamente estudiados por la antropología en otros
contextos, tales como el efecto demostración, el choque de culturas y la aculturación, los
niveles de desarrollo, simbología de los espacios, etc. , confluyendo con otros que representan
un nuevo reto, como son las estructuras empresariales, el consumo del espacio, los niveles de
satisfacción, el cruce de estereotipos, etc. , a los que le han prestado más atención, desde sus
perspectivas disciplinares, sociólogos, psicólogos, geógrafos y economistas, fraccionando en
extremo el objeto de estudio.
Para su buen funcionamiento, la estructura empresarial, con acciones previas y/o paralelas en
el elemento dinámico (promoción de destinos y captación de clientes), debe contar con la
tenencia en el destino no solo de medios técnicos, humanos y económicos sino también con el
apoyo institucional, haciendo patente la imbricación de las economías y políticas nacionales
(que deben realizar fuertes inversiones en la adecuación de infraestructuras básicas) en el
sistema turístico.
Sin embargo, y con escasez de tales análisis, la realidad muestra como la relación que en los
destinos se produce es inversamente proporcional a lo acontecido en la generación de turistas.
Es decir, mientras que en aquella la mayor riqueza y equidad en la distribución de la renta
facilitaba la demanda, la conversión de un área en receptora de turistas viene facilitada por su
pobreza y tales instituciones pasan, en la mayor parte de los casos, a ser dependientes del
sistema, careciendo o minimizando su poder de decisión respecto al mismo
El turista, unido a un destino por sus características socioeconómicas (edad, sexo, nivel de
ingresos, motivaciones, disponibilidad de tiempo y dinero, percepción de recursos y tipo de
comportamiento), marcará la pauta del elemento estático; en tanto que por su número,
frecuencia de las visitas y nivel de uso de las distintas atracciones, ejercerá una menor o mayor
presión sobre el recurso mismo y sobre la población anfitriona.
El elemento consecuencial, impacto resultante de los anteriores, incluye tanto a los efectos
primarios, originados con el desarrollo inicial del turismo en un destino, como los rutinarios,
que suceden lentamente en comparación con los anteriores pero de manera mucho más
firme; además de los distintos controles y correcciones efectuados, en su mayoría,
institucionalmente. Los efectos del turismo, desde el punto de vista del sistema, no son una
consecuencia directa de una causa especifica (las variaciones en cualquier elemento del
sistema puede influir a otro u otros de manera indirecta) y han de ser analizados como algo
más que los resultados de un hecho turístico. Los impactos, los cambios netos en la sociedad
anfitriona, serán pues generados por procesos o secuencias de hechos ocurridos en el
desarrollo turístico (la concentración de turistas y la proliferación de bienes y servicios
asociados a la misma), emergiendo en forma de alteraciones del comportamiento humano y su
entorno físico habitual. Tales alteraciones se considera que provienen de las interacciones
entre los agentes del cambio (turistas y planificadores del turismo) y los subsistemas sobre los
que ellos actúan, que han de complementar las necesidades corrientes con la satisfacción de
los deseos de ocio de esos 'otros' llegados de fuera.
En términos generales, y aunque es necesario reconocer que a efectos de análisis ni todas las
variables del sistema mantienen el mismo grado de influencia, ni todas pueden cuantificarse
con la misma facilidad, el sistema facilita el examen explícito de: los elementos que lo integran
(turismo, turista, locales, etc. ); el grupo de variables y sus interrelaciones; así como la forma
en que ellas influyen en la naturaleza, dirección y magnitud de los impactos del turismo; qué
elementos permanecen e interactúan con los demás; qué impactos operan continuamente,
aunque cambien con el tiempo y con las variaciones estructurales de la misma actividad
turística; qué intercambios resultan de un complejo proceso de relación entre turistas,
comunidades anfitrionas y el entorno del destino; una valoración que abarca todas las fases de
experiencia del viaje; incluyendo los preparativos iniciales, el viaje a y desde el destino, la
estancia y el post-viaje; además de qué impactos se tienen como resultado del proceso de
cambio y las distintas vías de control del desarrollo turístico.
Sin embargo, tal conjunto de elementos ha de ser conjugado con nuevas variables relacionales,
generalmente no contempladas, que son las culturas, subculturas y variaciones culturales
implicadas y la imagen del destino A continuación mediante las figuras de la 1. 2 a la 1. 8, se
abordan algunas de estas variables.
DEFINICIÓN CLÁSICA DE LA CULTURA (Tyior, 1958)
"Es ese complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, moral, el derecho, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres más cualquier otro hábito y capacidad
adquirida por el hombre como miembro de la sociedad".
El Modo de Vida de cada Grupo es un SISTEMA donde las creencias, las pautas de acción y la
creación de artefactos se entrelazan y relacionan.
SOCIEDAD
Agregado de personas que guardan relaciones relativamente estables entre sí para alcanzar
fines determinados.
CULTURA
Distintos modos de vida de cada grupo de personas. Lo que cada grupo piensa, dice, hace
fábrica.
Surgen nuevas circunstancias para las cuales aún pueden no existir soluciones culturales
Es Aprendida
(Consciencia e Inconciencia)
- Individual Situacional
- Social Situacional
- Cultural (Símbolos)
Es Compartida
Es Usada Creativamente
Es Simbólica
Verbal o no verbal
Está Pautada
Somete a la Naturaleza
Es Adaptante y Maladaptante
Grupo Étnico
Etnicidad
Estatus
Adscrito — Adquirido
Sociedad Plural
Multiculturalismo
Contrario a la discriminación.
Culturas Nacionales
Sub-Cultura
OBJETIVO
Según René Boretto Ovalle: "el patrimonio es el conjunto de bienes sociales y colectivos
heredados por el hombre de las generaciones anteriores, al que le otorgamos la calidad de
bien duradero, con continuidad histórica"
Esta descripción incluye a la mayor amplitud de tipos de bienes, no solamente los materiales,
sino también aquellos que correspondan a la cultura que genera el hombre en todos sus actos.
Consiste en que todos y cada uno de los elementos formativos de la sociedad en su conjunto,
estén pasando automáticamente a poder de quien mañana integrará esta sociedad. Por ende,
el concepto de patrimonio adquiere mayor esencia cuando se logra entender, cada uno a su
momento, cuán amplio es el bagaje que nos han transferido nuestros antecesores.
Atendiendo a este concepto, puede señalarse que el patrimonio no es nunca fijo, sino que
evoluciona y se transforma, por el hecho de que cada una de las cosas recibidas, materiales o
no, tendrán el impacto de nuestra apropiación, reapropiación y manipulación, ejerciendo
sobre él cambios más o menos significativos.
Es imposible que el patrimonio se transfiera tal cual ha sido recibido, aceptando que en todo
momento está siendo objeto de intervenciones, algunas por el hombre como usuario y otras
por las propias fuerzas naturales.
Es necesario enfatizar que el patrimonio debe ser considerado como un bien duradero con
continuidad histórica.
Pelegrín Entenza et al. (2013), valoran que en el contacto entre el visitante y el anfitrión que
pone el patrimonio en valor de uso turístico, surge una relación temporal que puede ser
armónica o contradictoria. Se debe trabajar por minimizar los conflictos, lo que no debe
implicar en ningún caso la subordinación de los intereses patrimoniales a los objetivos
turísticos ni significar la alteración o modificación de los valores autóctonos del recurso. Ello es
comprensible si se conoce y actúa con la premisa de que el turismo es un producto de la
cultura, la cual ha existido siempre y ha brindado sus recursos patrimoniales a la humanidad.
Incluye la actividad turística, por lo cual este sector está obligado a insertarse en la dinámica
cultural y no al contrario, a concertar acuerdos mutuamente aceptables, donde no predomine
el objetivo comercial por encima del cuidado y la protección del patrimonio. Este deseo de
concertación no siempre encuentra una expresión viable en muchos destinos turísticos
mundiales, principalmente en países de poco desarrollo, donde la cultura y sus
manifestaciones terminan por subordinarse al mandato de las empresas turísticas o crean un
nivel de conflictos que descomercializan el lugar.
Los expertos afirman que el turismo puede constituir un elemento favorable para el
patrimonio aun con el incremento que se produce cada año en la masa de viajeros, pero sólo si
la mercantilización de la cultura no se impone como el objetivo a lograr por los representantes
de los dos sectores, que constituyen sus actores económicos principales. Ante la realidad del
crecimiento turístico, muchos países realizan importantes esfuerzos a fin de mejorar y
diversificar la presentación de su patrimonio.
Beneficiarios directos son los sitios arqueológicos, monumentos, museos y zonas patrimoniales
de algunas ciudades: ha de aspirarse al buen hacer en favor de la comunidad residente, la que
siempre ha de ser la principal beneficiaria de este proyecto cultural.
Lo patrimonial tiene que ser consumido, desde el punto de vista cognoscitivo, tal y como es.
Ahí radica su valor, y actuar de otra manera seria una distorsión cultural, una falsedad
adornada.
Se tendrá que contemplar una amplia gama de posibilidades, como hechos históricos ocurridos
en la localidad que no necesariamente deben tener relación con la historia del país. Pueden ser
sucesos importantes para la localidad; industrias que se encuentren en la actualidad
funcionando o que en algún momento participaron en el desarrollo local. También se debe
considerar el patrimonio cultural intangible, y como posibles atractivos turísticos las comidas,
fiestas populares del lugar o la región, entre otras muchas. Con respeto al paisaje, este
constituye el atractivo natural de la región Sus componentes: flora y fauna, muchas veces se
convierten en el principal atractivo para el visitante.
Llevar adelante esta tarea no es solo identificar el patrimonio, difundirlo, limpiarlo, pintarlo,
protegerlo o cercarlo; implica conservarlo, mantenerlo y, además, contar con el apoyo que
ayude al visitante/cliente a interpretar, resaltar e identificarse con el valor que tiene en la
comunidad, su importancia dentro de la vida cotidiana y el desarrollo local así como su
participación dentro de la historia o del ecosistema que lo circunda.
Además es sumamente importante establecer las pautas de manejo y uso del recurso y sus
atractivos, principalmente en aquellos donde se visite y se encuentren expuestos y en contacto
con el visitante. Se deberá tener en cuenta la capacidad de carga y su fragilidad en su uso.
Estos estudios darán como resultado si es conveniente habilitarlo al uso público o no.
Lo antes expuesto resulta vital porque al regreso de su viaje turístico el cliente se transformará
en un agente multiplicador de las vivencias obtenidas y en el relato de sus experiencias se
encontrarán, sin duda, las recomendaciones de visitar tal museo, monumento histórico, probar
la comida que le dará el verdadero sabor del lugar, o bien participar en las fiestas locales o
recorrer lagos, montañas, bosques, donde se observarán variedades de plantas, árboles o
animales que difícilmente puedan ver en otra parte del mundo.
Para lograr una buena aceptación por parte del visitante se deben cumplir las expectativas que
generaron la selección del destino, ya que la difusión realizada por él puede tornarse
totalmente negativa si la experiencia no es satisfactoria con sus expectativas o encontró
engañosa la información que recibió al momento de decidir su viaje.
De manera específica Pelegrín Entenza et. al. (2013), señalan que el término patrimonio
proviene del latín. En sus orígenes hacía referencia a la herencia, es decir, a los bienes
heredados que pasaban de padres a hijos. Posteriormente, a raíz de los sucesos de la
Revolución Francesa su connotación personal se extiende a colectiva, convirtiéndose en
sinónimo de bien público a partir del momento en que se nacionalizan los bienes del clero y de
los emigrados. Va apareciendo, así, un sentimiento colectivo en el que, por patrimonio
nacional se entiende cualquier bien que exista y pueda ser considerado propiedad de la
colectividad.
• La interpretación utiliza los edificios y objetos patrimoniales para mostrar el pasado a los
visitantes con la esperanza de aumentar su comprensión y apreciación de los recursos
presentados.
La interpretación ayuda a un sitio a competir por el tiempo libre del público agregándole
atractivo a la propiedad. A esto se le suma que puede ser utilizada para incrementar la
conciencia sobre su conservación y puede ser empleada efectivamente para alejar a los
turistas de los lugares de mayor fragilidad.
2. 3. Tipos de patrimonio
La definición del concepto de "Patrimonio" permite suponer que es posible considerar como
tal todo aquello que tiene una valoración trascendental, sin importar qué cosa sea. Un bien
heredado de nuestros antecesores puede ser tangible o no, dado que algunos de ellos pasan a
formar parte de nosotros mismos como elementos culturales que nos transmiten nuestros
padres y la sociedad, como los comportamientos sociales
En el patrimonio natural se incluyen remanentes del entorno físico del pasado y procesos
geológicos entre los que se encuentran, por ejemplo, los glaciares, las montañas, los ríos,
cañadones y bosques.
El patrimonio cultural, que tiene una definición más amplia que el patrimonio arquitectónico,
incluye tesoros artísticos, tradiciones musicales, costumbres, folklore, celebraciones,
actividades religiosas; idiomas y formas de vida; patrones agrícolas e incluso la propia
población local. Vestigios del pasado, como construcciones históricas, monumentos, ruinas
antiguas, reliquias industriales, objetos en museos, y campos de batalla, son ejemplos de los
aspectos históricos que conforman gran parte de los recursos en los que se basa el turismo de
patrimonio. Los edificios y sitios históricos constituyen el ejemplo más claro del patrimonio
arquitectónico. Sin embargo, el patrimonio cultural incluye, además, a los sitios arqueológicos
y a los museos.
Tabla 1 1 . Tipos de patrimonio.
TIPOS DE PATRIMONIO
EL PATRIMONIO ARTISTICO
Integra todos aquellos elementos generados en el pasado en las diversas ramas del Me, como
las creaciones de poetas, escritores, pintores y creadores en general Y no circunscribamos el
concepto de "creación artística" a los tradicionales ejemplos. Si somos más amplios en el
criterio, debemos incluir, por ejemplo, las creaciones de arquitectos, las obras etc. que según
hayan sido revolucionarias en innovaciones reconocidas por la generalidad de la sociedad, van
pasando al futuro caracterizadoras de determinadas épocas o períodos.
EL PATRIMONIO CULTURAL
Integra una gran cantidad de elementos, muy difíciles de discernir y más aún de listar, porque
como "cultura es lo que el hombre hace" allí se incluyen desde formas de vida hasta
realizaciones del hombre creador, incluso aquellos ejemplos que dimos para patrimonio
artístico.
PATRIMONIO HISTORICO
Enfoca hacia los antecedentes de los hechos generados por el hombre en su actividad social,
cultural e industrial en el pasado. Aquí podríamos Incluir los propios "ha2hos históricos" como
remanente en el recuerdo de determinada sociedad de hechos que por su Importancia
cambiaron o modificaron su estructura, con su Interminable bagaje de nombres, documentos,
materiales, Sitios, etc
También los lugares físicos de la geografía rural o urbana, como por ejemplo edificios, de
próceres, sitios naturales, sin descañar ejemplos muy concretos y definidos de ella como
pueden ser árboles. Destaquemos aquí también el alto de imaginación que nos reclama la
historia cuando debemos enfrentar al elemento patrimonial: no siempre estaremos trente a
trente del material en sí como una capilla, un estandarte de guerra, un arcabuz o un viejo tren;
muchas veces estaremos ante algo tan intangible un sito geográfico que ha cambiado
Infinitamente desde el momento en que fue testigo del hecho histórico en sí que le otorga la
calidad de "patrimonio".
Cabe esperar que dentro de la globalidad del patrimonio histórico, se tantos otros como
técnicas o actividades de investigación existan; así está el patrimonio arqueológico, el
patrimonio rupestre, etc.
Uno de los tipos de patrimonio a los que más se hace referencia actualmente es el Patrimonio
Natural, donde incluiremos aquellos elementos propios de medio ambiente, cuya expoliación y
explotación intensiva y extensiva nos ha hecho reconocer la posibilidad de eliminación de algo
no renovable o difícilmente substituible.
Las modificaciones a que hemos sometido al medio ambiente en su generalidad y los cambios
que hemos podido detectar en las últimas décadas, han derivado en este reconocimiento y en
la aceptación universalizada de que la naturaleza es el principal de las herencias que recibimos.
Si observamos con detenimiento los ejemplos que extraigamos de cada tipo de patrimonio,
nos daremos cuenta que todos están ligados a la noción de medio ambiente, si debiéramos
aceptar que todos forman parte de un "Patrimonio Integrado", con imposibilidad de
entenderlos o considerarlos por separado. (Carta del viejo jefe "Sioux").
CLASIFICACION GENERAL
Procurando una clasificación a grosso modo del patrimonio, se habla de "Patrimonio Urbano",
refiriendo específicamente a todo aquello que — en especial por obra del hombre — se
encierra en este entorno, como la arquitectura y como las obras de planificación y
urbanización del espacio de la ciudad.
El patrimonio industrial comprende "todos los restos físicos del pasado industrial, incluyendo
en ellos los entornos, estructuras, edificios, equipamientos productos, instalaciones y bienes
muebles, así como toda información documental relacionada con ella, tanto oral como escrita"
(Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial, TICCIH).
El concepto del patrimonio industrial ha ido creciendo y haciéndose más conocido y
comentado en los últimos años, debido a un intenso proceso de "desindustrialización" que
está sufriendo el mundo contemporáneo.
Tal cual como existe el ciclo de los humanos, regido por la realidad de un nacimiento, un
desarrollo de la vida y la muerte, las realizaciones del hombre para enfrentar con tecnología la
vida misma, también se rigen por el mismo concepto. Notoriamente a partir de la eclosión del
fenómeno denominado "revolución industrial" en Europa, las tecnologías fueron invadiendo
las áreas de acción del hombre, desplazándolo por sistemas donde la máquina se hacía cargo
de dos y hasta grandes cantidades de brazos. Este fenómeno, que ha venido creciendo
alarmantemente a través de décadas, ha sido el productor esencial de otro fenómeno que
azota a la humanidad actualmente: la desocupación.
Por ende, lo que el hombre ha ido generando para aplicar esta tecnología, como los edificios,
nuevas máquinas y todo el entorno del sistema fabril, incluyendo barrios obreros, ciudades;
caminería, vehículos para transporte, sistemas de comunicaciones, etc. , se ha convertido en
pasto de la voracidad del progreso constante. Los desplazamientos del hombre y toda su
parafernalia industrial son constantes y ello produce un sinfín de deshechos.
Sin duda, este proceso que se viene generando desde la propia iniciación de la "revolución
industrial", como se ha planteado, actualmente se está ante una nueva era; donde la industria
con sus cánones tradicionales tal cual se ha entendido hasta ahora, se ha convertido en una
página más de los libros de historia.
2. 4. Patrimonio cultural
"El Patrimonio Cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas, arquitectos,
músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas, surgidas del alma y el conjunto
de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que
expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y
monumentos históricos la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas' (Conferencia
Mundial de la UNESCO sobre el Patrimonio Cultural, 1982).
"El Patrimonio Cultural constituye una rica herencia histórica ante la que las generaciones
presentes tenemos una irrenunciable responsabilidad, por cuanto que este Patrimonio
representa el testimonio vivo de lo mejor que multitud de hombres y mujeres de todas las
épocas han realizado Conservar el Patrimonio equivale a mostrar el respeto que debemos
hacia el legado de innumerables generaciones de congéneres que nos han precedido, al
tiempo que se entrega el testigo de nuestra tradición cultural a las siguientes'
A preservar el Patrimonio Cultural, las generaciones actuales están sirviendo de puente y nexo
entre pasado, presente y futuro, y, al hacerlo, se reconoce y se es partícipe de una tradición
cultural construida a lo largo de milenios; de la cual, a su vez, se extraen las señales propias de
identidad y sentido de pertenencia. El Patrimonio Cultural hace también posible la experiencia
estética de lo bello cuando se disfruta con su contemplación, y es, al mismo tiempo, una
herramienta de valor incalculable para el conocimiento del pasado propio.
Esta valiosísima herencia cultural no está exenta de peligros. El primero de ellos se deriva del
carácter irrepetible de los elementos que la integran. El Patrimonio Cultural, en su mayor parte
de carácter material (edificios, monumentos, patrimonio mueble, etc.) está sujeto, como toda
cosa material, al peligro de degeneración e incluso de pérdida, peligro que puede deberse a
innumerables causas: expolio, mal uso, incuria, preservación inadecuada; mero paso del
tiempo, fenómenos naturales, etc. , sin contar las debidas a las intervenciones humanas que,
ya sea por ignorancia, por error o por intereses mezquinos, causan voluntaria o
involuntariamente su destrucción
La aparición del turismo cultural, cuyo número aumenta de año en año, ocasiona por su parte,
consecuencias trascendentales para la conservación del patrimonio. Es, por una parte, una
realidad que tiene una importantísima trascendencia económica en el caso de España,
contribuye a que muchos españoles mejoren su nivel de vida. Por otra parte, decenas y aún
cientos de miles de visitantes desfilando año tras año por un mismo sitio cultural, no dejan de
tener un indudable impacto negativo sobre su adecuada conservación. Un enfoque del
Patrimonio Cultural en el que se prime su aspecto de recurso económico no está exento de
peligros: baste remitirse a las conclusiones del foro de Sri Lanka de 1993, que alertaba sobre el
riesgo de trivialización del patrimonio, e incluso de su desaparición física como consecuencia
de las masas de visitantes.
Esta ambivalencia y tensión entre la explotación del patrimonio como recurso económico, por
un lado, y la responsabilidad moral hacia su preservación para el futuro, por otro, es solo uno
de entre una multitud de temas preocupantes y susceptibles de debate social que se podría
citar. Y ello lleva a la conclusión de que la confluencia de tantos y tan complejos aspectos
sobre el hecho cultural del patrimonio, lejos de todo criterio voluntarista o aficionado, hace
imprescindible una gestión profesionalizada del mismo
Esta introducción puede servir de base para comprender uno de los principales caracteres del
patrimonio: "se genera y se traspasa continuamente".
Así mismo Boretto señala que es muy difícil saber en qué momento se está dando lugar a algo
que será parte del patrimonio de quienes nos sucederán. Generalmente, son las generaciones
futuras las que van entendiendo qué cosas que vienen desde nuestro pasado van adoptando
cierto interés general como para ser entendidas finalmente, por la mayoría, como un elemento
patrimonial, es decir, como algo que se considera un capital, una riqueza digna de ser
conservada.
Considerando el crecimiento de una ciudad como punto de referencia, el autor antes citado
valora a la ciudad de Montevideo, Uruguay, como un ejemplo.
En las primeras décadas del siglo, cuando el casco urbano capitalino creció
inconmensurablemente con aportes muy variados de las diferentes escuelas de la arquitectura
mundial, los edificios ocuparon el espacio en un aparente caos producido por el progreso.
Hoy día, cuando hay que buscar nuevos espacios para nuevas construcciones, la sociedad se
queja violentamente cuando se quiere "tocar" algunos de sus edificios característicos, que han
sido introducidos por la misma ciudad en su paisaje urbano y que le han dado su esencia.
Algo evidente fue la reacción -hasta ahora presente como una enorme pena y una gran culpa-
cuando se demolió enteramente el "Barrio Reus".
Tarde se entendió -después que la piqueta del progreso accionó irremediablemente— que se
había perdido un hito fundamental del crecimiento urbano montevideano.
He aquí la contradicción que surge todos los días entre el deseo de conservar y la necesidad de
modernizar, lo que requiere de las municipalidades y de sus técnicos urbanistas, una
reglamentación adecuada, técnicamente bien planteada y que observe con ópticas de amplio
criterio el asunto patrimonial.
Puesto que este articulo reviste singular importancia para el tema tratado en este "bloque
temático", se consideró oportuna su inclusión, dada la manera como este autor ilustra su
exposición a través de casos puntuales. El extracto realizado del artículo es el siguiente:
Visión Clásica
Identidad
Tradición
Historia
Monumentalidad
Visión Actual
Desarrollo
Mercantilización
Consumo
Turismo
Redefinición
- El patrimonio incluye la herencia de cada pueblo (lo "muerto" de su cultura), pero también
los bienes actuales visibles (tangibles) e invisibles (intangibles).
- Frente a una selección que favorecía los bienes culturales producidos por las clases
hegemónicas, se reconoce que el PC incluye los productos de la cultura popular.
Tradicionalismo
Los bienes históricos son juzgados por el valor que tienen en sí mismos Su conservación es
independiente de Su uso actual (han desaparecido las experiencias sociales a él vinculadas.
La forma más plena de apropiación es su uso posterior como sede de un organismo oficial.
Mercantilismo
Ven en el patrimonio cultural una ocasión para valorizar económicamente un espacio social.
Los gastos requeridos para preservar el patrimonio son una inversión justificable si reditúa
ganancias al mercado inmobiliario o al turismo. Corresponde a este modelo una estética
exhibicionista en la restauración. La espectacularidad y el uso recreativo del patrimonio se
sobreponen a los criterios artísticos, históricos y técnicos, con el fin de incrementar Su
rendimiento económico. Los bienes simbólicos son valorados en la medida en que su
apropiación privada permite usarlos como signos de distinción o ser espectacularizados.
Participacionismo
Figura 2_2. El patrimonio cultural, conceptos y usos. Fuente: elaborado en base a Agustín
Santana (2001). Laboratorio de Antropología Social, Universidad de La Laguna.
Hoy importan tanto los objetos que testimonian la vida cotidiana de las personas en la
antigüedad como las estatuas de sus dioses, los símbolos de los grandes personajes históricos
y los demás objetos de arte. Hay motivos para conservar una casa en la que vivió
Sarmiento, pero también una pulpería en la que bebieron y se apuñalaron gauchos anónimos
Lo mismo ocurrió con el entorno de los grandes monumentos. Antes, la sugerencia era: "Tiren
abajo esas callecitas para que se pueda ver bien el palacio" Hoy la actitud es preguntarse de
qué modo esas callejuelas enmarcan el palacio y le dan sentido, ya que a menudo se han
originado y desarrollado vinculándose entre sí.
Poco a poco, entra en crisis el modelo de conservar solo los monumentos importantes: las
iglesias barrocas de San Pablo, ahogadas entre rascacielos, son víctimas de un desarrollo
urbano irracional. En el caso de Granada, el siglo XIX recuperó la Alhambra y el siglo XX salvó
de la piqueta el Albaicín, el barrio árabe que desde hace mil años mira hacia la Alhambra.
Hoy los franceses se preguntan si tiene sentido restaurar la catedral de Notre Dame sin pensar
si el Sena está limpio o si es una cloaca, y sin tener en cuenta que la contaminación del aire le
va comiendo las gárgolas que esculpió Viollet-le-Duc. El avance de la realidad hace que en
todo el mundo se direccionen los esfuerzos hacia la protección conjunta del patrimonio natural
y del patrimonio cultural.
El contenido esencial que se aborda en este apartado está relacionado con los desarrollos de la
UNESCO, que refuerzan cada vez más la relación entre patrimonio natural y cultural. Para los
organismos internacionales lo natural y lo cultural forman parte del patrimonio común de la
Humanidad.
En consecuencia, han planteado la necesidad de una normativa integrada en este terreno. Por
eso, la declaración de sitios como pertenecientes al Patrimonio de la Humanidad bajo el
auspicio de la UNESCO incluye tanto sitios naturales como culturales.
No es posible hablar de las Misiones Jesuíticas sin tener en cuenta la selva en la que están
insertas En particular, la Declaración de Nairobi de la UNESCO tiene precisas directivas que
apuntan a la integración de la preservación patrimonial con los criterios ambientales. Al
respecto, la UNESCO recomienda.
• La protección del ambiente al que pertenecen los conjuntos históricos. "Los conjuntos
históricos y su medio deberían ser protegidos activamente contra toda clase de deterioro, en
especial los resultantes de un uso inapropiado, aditamentos parásitos y transformaciones
abusivas o desprovistas de sensibilidad que dañan su autenticidad, así como los provocados
por cualquier forma de contaminación".
• La solución a los conflictos ambientales creados por los automóviles: "Dado el conflicto que
existe en la mayor parte de los conjuntos históricos entre el tránsito automóvil, por una parte,
la densidad de la trama urbana, y las cualidades arquitectónicas, por otra, los Estados
Miembros deberían incitar y ayudar a las autoridades locales a buscar medios de resolver este
problema
• Para lograrlo y para favorecer el tránsito de peatones, convendría estudiar con sumo cuidado
el emplazamiento y el acceso de los parques de estacionamiento periféricos, e incluso
centrales, y establecer redes de transporte que facilitarán al mismo tiempo la circulación de los
peatones y los servicios de transportes públicos'
En el mismo sentido, las cartas del 'COMOS advierten sobre el riesgo de subordinar el
tratamiento del recurso turístico a los intereses del mercado, siempre preocupados por la
rentabilidad del corto plazo y poco adecuados para implementar criterios sustentables
En todo caso, señala el ICOMOS, con una perspectiva de futuro, el respeto al patrimonio
mundial, cultural y natural, es lo que debe prevalecer sobre cualquier otra consideración, por
muy justificada que esta se halle desde el punto de vista social, político o económico.
Tal respeto solo puede asegurarse mediante una política dirigida a la dotación del necesario
equipamiento y a la orientación del movimiento turístico, que tenga en cuenta las limitaciones
de uso y de densidad que no pueden ser ignoradas impunemente.
Además, es preciso condenar toda dotación de equipamiento turístico o de servicios que entre
en contradicción con la primordial preocupación que ha de ser el respeto debido al patrimonio
cultural existente.
Se pueden dar numerosos ejemplos al respecto: la ruta que atraviesa el Parque Nacional los
Venados, en San Luis, sin tener en cuenta la forma en que afectará a ese ecosistema; el daño
paisajístico provocado por hoteles ubicados en sitios en los cuales se ofrece a los turistas la
contemplación del mismo paisaje que el hotel; está dañando, por ejemplo, el hotel ubicado en
las Cataratas del Iguazú o el proyectado hotel a construir en el interior del Parque Nacional
Talampaya, entre otros.
Esta concepción integradora del patrimonio cultural tiene consecuencias sobre la forma de
comprender su relación con el ambiente. Y es que el sitio es mucho más frágil que el
monumento ante determinados impactos ambientales urbanos. En efecto, el monumento
tiene dimensiones acotadas, que permiten un mayor grado de control, protección y
restauración. En cambio, el sitio es, por definición, mucho más extenso, y por consiguiente,
mucho más susceptible de alteraciones por catástrofes naturales, contaminación o
degradación urbana. Por ejemplo, el entorno rural de las estancias jesuíticas de Córdoba debe
ser preservado con el mismo cuidado que los edificios
En tal sentido, las conclusiones de una reunión especializada plantean criterios que integran
ambiente con patrimonio y contemplan la situación social de las áreas que hay que proteger.
Para lograr una efectiva conservación y rescate de las zonas monumentales, es indispensable
considerar las siguientes medidas de acción:
En este sentido hay que referirse a la situación ambiental del hábitat de la población estable
del sitio. Por ejemplo, durante años se ha producido un gran deterioro de los centros
históricos de América Latina: en Lima o Ciudad de México se encuentra población viviendo en
condiciones de hacinamiento, déficit de servicios, desocupación, insalubridad. Esto crea
condicionamientos económicos a la preservación patrimonial.
A mismo tiempo: ¿qué se va a hacer en ese lugar? Lo que equivale a preguntarse por las
funciones que va a cumplir la zona o el monumento a preservar. Un ejemplo significativo es el
de muchas iglesias italianas, que van perdiendo su función de lugar de culto para actuar como
museos que exhiben sus tesoros artísticos. A un costado de la nave inmensa, cargada de
esculturas de Bernini o cuadros de Tintoretto, hay una pequeña capilla en la que se reúnen los
fieles para escuchar misa.
Y también: ¿de qué va a trabajar esa gente, la que vive en los lugares a conservar? En las islas
griegas ya no quedan pescadores, ya que es más rentable usar los barcos para llevar turistas
que para pescar Se conserva, entonces; el templo de Apolo y la muralla de la Edad Media, pero
se pierde el modo de vida tradicional, el que los hombres de esas islas vienen llevando desde
los tiempos de Ulises.
Ocurre algo parecido con el Mercado de Frutos del Tigre, convertido en un simulacro de lo que
el Delta del Paraná ya no es. Ese mercado: ¿en qué medida refleja actividades actuales de la
población local? La venta de artesanías de Indonesia y cítricos provenientes de las zonas de
riego de Tucumán ¿tiene algo que ver con todo aquello que hace al patrimonio cultural
intangible del lugar, con sus costumbres y sus tradiciones?
Durante la época colonial, el Delta fue el área de aprovisionamiento de leña y frutas de Buenos
Aires. Se plantaron grandes extensiones de durazneros para este doble propósito; que
quedaron en montes públicos de uso común, de acuerdo con lo estipulado por las viejas leyes
de Castilla. En esa época, la preocupación principal del Cabildo fue evitar la sobretala de los
durazneros, para que Buenos Aires no se quedara sin fruta durante el verano.
Sabemos poco del patrimonio arquitectónico del Delta en los períodos anteriores a la
Organización Nacional. No había razones para valorarlo, por lo cual se lo dejó perder. Recién a
partir de los mensajes de Marcos Sastre y los esfuerzos de Sarmiento, lo que era un área
marginal se integró a la cultura y la economía nacional. Sin embargo, los esfuerzos recientes
se reducen a la restauración de la casa de Sarmiento, sin ningún interés por preservar ningún
aspecto del entorno al que pertenece. En ese caso, está claro que el interés de la preservación
es mucho mayor por el objeto simbólico que por el patrimonio cultural que representa El
patrimonio cultural del Delta no puede quedar metido en una caja de cristal.
En las últimas décadas se produjo el despoblamiento del Delta, a partir del reemplazo de
frutales por forestación De una densa población de fruticultores se pasó a unos pocos
cuidadores de plantaciones y población de apoyo a los servicios turísticos.
Mientras tanto, los monumentos que sí lo reflejan (el Museo de la Reconquista, el Museo
Naval, etc) han quedado desplazados del circuito turístico masivo y reciben muy escasos
visitantes.
2. 9. Participación ciudadana
Esto, que tiene relación directa con la función social y comunitaria del patrimonio, solo es
posible por medio de la implementación de mecanismos de participación ciudadana para
definir criterios y objetivos de preservación. Quiénes podrán identificar mejor que los propios
vecinos de un barrio, cuáles son aquellos sitios, edificios u objetos que es necesario preservar;
cuáles representan más adecuadamente la identidad y la memoria del lugar, por su imagen,
sus usos y las tradiciones asociadas a ellos
A respecto, una de las recomendaciones internacionales aceptadas señala que: "El fomento de
agrupaciones cívicas pro defensa del patrimonio, cualquiera fuese su denominación y
composición, ha dado excelente resultados, especialmente en localidades que no disponen
aún de regulación urbanística y donde la acción protectora en el ámbito nacional resulta débil
o no siempre eficaz"
Un autor como Boretto realiza un análisis en torno a este tema desde el momento en que es
aceptado que el patrimonio no es neutro ni fijo, y que está a merced de las acciones que les
imponen quienes interaccionan con él: "la idea de preservación y defensa del patrimonio exige
una política social, económica y cultural tendiente a su mantenimiento con la menor cantidad
y calidad de efectos que supongan su modificación Es un deber retener en lo posible, las
mismas características de como lo hemos recibido y las únicas acciones lícitas deberían ser
aquellas que propendan a un mejoramiento de su estructura, disimulando aquellos efectos" .
Las políticas a que el autor hace referencia, deben ser de Índole nacional, encaradas por las
autoridades del país, como defensoras del concepto de patrimonio enquistado en la globalidad
de la cultura nacional.
Se ha aceptado oportunamente que el patrimonio, como bien social, es compartido por todos
y, por ende, es responsabilidad de la propia sociedad. Pero esta acción de concienciación de la
sociedad no se obtiene en forma espontánea; un ejemplo de ello se tiene en los "caboclos" en
la Amazona Brasileña, que entienden que defender el patrimonio natural es parte de la propia
vida y la seguridad de su continuidad.
Para la mayoría de los seres humanos, el mundo que nos rodea es una propiedad y no logran
diferenciar aquello que pudiese tener el valor para preservarlo. Tan solo la insistencia
constante de los mensajes o el miedo a la aplicación de leyes con sus amenazas punitivas,
ayudan a establecer diferenciaciones.
Para Boretto, la mejor manera de concienciar al individuo y a la sociedad entera, del valor del
patrimonio (cualquiera sea su tipo), es procurando que el ciudadano se "apropie" del
patrimonio. Esta apropiación supone que el valor social, cultural o el intrínseco que posea el
patrimonio al cual se hace referencia, sea entendido y comprendido en su totalidad
Consideran también que los medios de comunicación son elementos básicos para la
"sensibilización" ciudadana, y constituyen un soporte de primera importancia en la tarea
concientizadora. Las reflexiones sobre el verdadero sentido del patrimonio y su necesidad de
conservarlo, así como la obligación moral de trasmitirlo a las generaciones futuras, deben ser
parte de estos mensajes
Segundo. Entender que no todo debe ser preservado, dando lugar a las creaciones e
intervenciones del hombre actual, también, a su manera, creador del patrimonio del mañana.
Tercero. Permitir la ya referida "apropiación" por la ciudadanía, eligiendo los sectores más
sensibles de ser influenciados, como la niñez y el estudiantado a través de sus centros
naturales de educación
Sexto Actuar en coordinación constante con los agentes políticos, que permitan utilizar las
investigaciones, recopilaciones de antecedentes, resultados de estudios y consultas
constantes; para generar leyes y reglamentaciones que permitan llegar por caminos serios al
tratamiento ideal de los diferentes problemas que plantea el patrimonio en sus distintas
facetas:
Para el análisis de este aspecto, Boretto puntualiza que en este sentido, un ejemplo a
considerar y que puede servir de referencia se encuentra en Uruguay En base a antecedentes
respecto a la actividad de los museos y su resultado como elementos de difusión cultural,
seguramente habrá que enfrentar diversas críticas constructivas que apuntan esencialmente a
aspectos museográficos, de presentación, de difusión, de coordinación con los centros
educacionales para su uso, etc. Pero; sin lugar a dudas, lo que no se ha hecho en la gran
mayoría de estas instituciones, es buscarle una intervención en el esquema de atractivo
turístico como para convertirlos en una atracción más de cada localidad (puertas cerradas,
horarios inconvenientes; materiales museográficamente mal expuestos, personal no
preparado, carencia de investigación para sostén del "contenido", entre otros.).
(Boretto, 2001). Sin embargo, esta circunstancia no está siendo adecuadamente considerada
como para otorgar a los museos su presencia, su prestancia, su contenido o su oferta para que
realmente cumpla esta función atractiva.
Hasta no hace mucho, los museos eran simples repositorios de piezas heterogéneas
amontonadas sin sentido o acaso siguiendo el sentimiento o la intuición de solitarios
entusiastas, situación ésta que ha cambiado radicalmente pero que todavía es necesario
reconocer, falta para llegar al óptimo
Las consideraciones realizadas por Boretto en cuanto a la valoración del Patrimonio Histórico,
las encaminan hacia dos fines, ante todo el respeto de la historia y la posterior creación de un
atractivo turístico.
Asimismo, señala que hay una premisa que se está haciendo más y más común entre quienes
defienden y valoran la historia y sus vestigios, además de preservarlos, adecuarlos al presente
y ponerlos a disposición de una industria que deja excelentes dividendos: el turismo.
Existen, inclusive, estudiosos y arqueólogos que trabajan exclusivamente para empresas que
transfieren al monumento histórico una valoración fabulosa cuando lo convierten en atractivo
para turistas. Se invierten millones de dólares para inventar formas de preservar, resguardar,
y defender los atractivos que se han tenido que restringir al uso público debido a la polución
que significan los turistas, de manera que vuelvan a rendir sus fabulosas cifras de gastos que
hacen los visitantes
Esto es un fenómeno que en varios países del primer mundo económico ha creado una nueva
filosofía de turismo y seguramente ha contribuido al avance y crecimiento excepcional de los
viajes a nivel internacional.
El ejemplo que se emplea como referencia, Colonia del Sacramento, en Uruguay, el pequeño
sector histórico de la época de la colonia, debidamente preparado, ha servido para convertir a
la ciudad misma en un atractivo sin par y se ha entrado en la búsqueda de otros elementos
que le permitan al Departamento reforzar esa imagen turística que lo caracteriza.
Michael Dowerl realiza en torno al tema las siguientes consideraciones_: "El Patrimonio
engloba la fauna y flora salvajes, los paisajes naturales o, por el contrario, aquellos creados por
el hombre, los pueblos y aldeas que presentan numerosas características específicas históricas
y culturales, en forma de edificios, pero también en forma de otro tipo de obras como
puentes, molinos de viento o muros de piedra seca, así como todo un conjunto de elementos
(lavaderos, calvarios, etc.) reagrupados bajo el término "pequeño patrimonio". A este
patrimonio físico y arquitectónico se une todo lo que ha transmitido la historia, la cultura en su
dimensión inmaterial: el idioma y las costumbres, el folklore las tradiciones musicales y
artísticas, las danzas, los productos artesanos, las especialidades culinarias, sin olvidar
evidentemente, el artesanado, los oficios y las antiguas técnicas".
Esta diversidad es asimismo territorial: cada "país" posee su propio carácter, una "alma" que a
menudo es motivo de orgullo para sus habitantes y atrae al visitante exterior. Los agentes de
desarrollo pueden centrarse en este orgullo para seguir fomentando este tipo de acciones que
han desembocado en la constitución de este patrimonio y que son susceptibles de responder a
las necesidades contemporáneas. El patrimonio es un recurso que hay que valorizar y, a partir
de ejemplos concretos procedentes de diversas regiones del mundo, sobre todo en el ámbito
arquitectónico, habrá que esforzarse en mostrar cómo este patrimonio puede ponerse al
servicio de un desarrollo local duradero.
Secretario general de ECOVAST (European Council for the Village and Small Town / Consejo
europeo de los pueblos y pequeñas ciudades), red europea para la protección del patrimonio,
y profesor asociado del Cheltenham & Gloucester College (Inglaterra, Reino Unido).
Dower, en este sentido, señala que los edificios y monumentos antiguos han sido construidos
para responder a las necesidades sociales, económicas y culturales de las generaciones
precedentes. Encarnan el esfuerzo de desarrollo de una época. También representan un
activo importante y una fuente de inspiración para todos aquellos que trabajan en el mismo
ámbito hoy en día.
La sabia conjunción entre construcción tradicional y modernidad fomenta muchas veces otros
servicios: en Gysinge Bruk (Gãveleborgslãnd), por ejemplo, un centro de documentación y
asesoramiento, instalado en antiguos edificios, ayuda a los particulares a elegir materiales y
equipamientos fieles a la tradición arquitectónica. En Stora Kopparberg (Vaestsverige), se
sigue produciendo la célebre pintura roja "falun” que protege los edificios rurales en toda
Suecia.
En el norte de Inglaterra, el "Peak National Park' está cercado por muros de piedra calcárea
que delimitan los pastos desde hace siglos Durante las últimas décadas; la evolución de las
prácticas agrícolas ha hecho que los ganaderos destruyan estos muros y los reemplacen por
otros, faltos de estética y menos duraderos. Deseosa de proteger un elemento característico
del paisaje, la administración del parque ha logrado que el estado conceda ayudas para
restaurar y proteger los muros. La operación ha permitido salvaguardar la calidad del paisaje,
creando así 20 puestos de trabajo de artesanos especialistas a tiempo completo.
Para Michael Dower, cualquier sociedad pasa inevitablemente por ciclos de crecimiento,
declive o transformación Los periodos de crecimiento económico generan la construcción de
nuevos edificios dedicados a usos específicos. El declive o la transformación conllevan un
cambio de usos; la infrautilización, o incluso, el abandono puro y simple de estos edificios. Y
sin embargo, pocos son los edificios que merecen tal suerte: a menudo, suponen un activo que
hay que valorizar dentro de una perspectiva de reactivación de la economía local.
Hace treinta años, la rama escocesa del "National Trust', fundación británica para la
conservación del patrimonio, emprendió una iniciativa similar que consistía en asignar fondos
para la protección de las casas antiguas existentes en los puertos de la "Costa de Fife". El Trust
adquirió algunas de ellas, las renovó y después las volvió a vender con la condición explícita de
que el nuevo propietario respetara su particular estilo. La iniciativa desembocó en numerosas
acciones de revitalización dirigidas por otros organismos de esta zona económicamente frágil.
En Alemania también se dan ejemplos de antiguos edificios que se utilizan para nuevos usos.
En "Hesse", por ejemplo, la labor de la asociación "Fõrderkreis Alte Kirchen" (Fundación de
Antiguas Iglesias) consiste en aprovechar antiguas iglesias abandonadas y transformarlas en
centros culturales, salas multiusos, etc. A lo largo y ancho del país, se han rehabilitado miles
de edificios agrícolas inutilizados, transformándolos en viviendas confortables y respetando el
estilo original. Aquí también hay muchas asociaciones que ofrecen asistencia técnica a los
propietarios en materia de restauración, transformación y mantenimiento
Con un esfuerzo gradual, imaginación e ingenio, se pueden lograr unas rehabilitaciones muy
variadas. En Austria, la agencia de desarrollo de "Feldbach" (Estiria) ha instalado su sede en las
inmediaciones del castillo de Kornberg. Las bóvedas de la ciudadela de Blaye, al norte de
Burdeos, albergan las reuniones de la asociación vinícola regional y las oficinas de la
Conferencia Europea de las Regiones Vinícolas.
En Irlanda, las dependencias del castillo de "KilkennY' fueron restauradas durante los años 60
para albergar al "Irish Design Centre", una iniciativa gubernamental cuyo fin era estimular las
ideas y la búsqueda de productos innovadores de calidad. Estos edificios actualmente son
sitios de formación para técnicos artesanales, organizadas por el Crafts Council irlandés.
Actualmente ya han acabado las obras y se han alquilado los almacenes para tiendas,
apartamentos (12 viviendas), oficinas y un restaurante. Todas estas actividades han hecho
posible crear 25 empleos.
La sociedad ha cedido los derechos de alquiler a una sociedad inversora y así ha podido
reembolsar los préstamos y el capital aportado por los accionistas. La asociación inicial ha
continuado su actividad dedicándose a otros proyectos de renovación
Los señalamientos en este sentido realizados por Dower son los siguientes: el turismo
normalmente ocupa los primeros lugares en los programas de desarrollo rural (a este sector se
ha dedicado más del 42% de los importes invertidos en el marco de "LEADER l").
La región que se puede visitar siempre está "enraizada en la historia… dotada de una rica
fauna, de fiestas y festivales pintorescos… de una artesanía tradicional… de productos
gastronómicos únicos…”. Pero el problema no está en escribir este tipo de cosas sino en
ofrecer verdaderamente lo que se anuncia: hace falta que el visitante pueda, efectivamente,
probar, visitar, ver -y comprar- todo aquello que sea local y específico. Esto pasa por una
valorización juiciosa y duradera del patrimonio, en el marco de los programas de desarrollo
local integrado tales como LEADER.
Por suerte, en Europa no faltan lugares, infraestructuras o iniciativas turísticas que pongan al
visitante directamente en contacto con el patrimonio y participe, de este modo; en la
conservación y desarrollo de la economía local.
Una gran parte de las 19. 000 direcciones recopiladas como "Gites de France" (alojamientos
rurales de Francia) está formada por anexos de granjas reconvertidos o casas de campo
antiguas. Ocurre lo mismo con los alojamientos en granjas -casas rurales, "Bed & Breakfast”
(cama y desayuno) o Habitaciones de Huéspedes- comercializadas por Urlaub auf dem
Bauernof ('Vacaciones en la granja" Alemania), Agnturist (Italia), Pnvetur (Portugal), Irish Farm
Holidays (Irlanda) y otras redes del resto de Europa.
Algunos albergues de jóvenes ocupan castillos, casas solariegas, molinos, etc, como el Kasteel
Westhove situado en Domburg en la costa de los Países Bajos. En el Reino Unido, aumenta el
número de granjas-campings que ofrecen alojamiento a los excursionistas por un precio
módico; es una manera de dar vida a unos edificios inutilizados y de ofrecer unas ganancias
complementarias al agricultor.
En el medio rural menos desarrollado, puede resultar difícil reunir los fondos necesarios para
transformar un edificio en alojamientos o adecuarlo a las normas. De ahí el riesgo de que haya
muchas casas derruidas o vendidas para hacer residencias secundaras cuyo interés no siempre
conviene a la economía local. Por lo tanto, este es un campo de intervención posible para las
agencias de desarrollo local.
En el pequeño pueblo histórico de Specchia (Puglia, Italia), el grupo LEADER Capo Santa Maria
di Leuca ha llegado a un acuerdo con los propietarios de una docena de casas deshabitadas del
centro del pueblo. El GAL alquila estas casas durante diez años, las rehabilita equipándolas con
todas las comodidades modernas y las comercializa como alojamientos turísticos. Los
propietarios se reparten los beneficios, recuperan sus bienes al final del arrendamiento y
tienen libertad para volver a alquilar las casas o interrumpir el alquiler Además, se ha creado
una oficina de información y acogida turística, así como un restaurante con capacidad para
unos cincuenta comensales que funciona durante todo el año. Una iniciativa similar en
Ambelakia (Tesalia, Grecia) permite aprovechar muchas casas derruidas o deshabitadas del
pueblo
Por el contrario, algunas iniciativas turísticas utilizan el patrimonio para todo, incluso en los
casos más dudosos con tal de sacar provecho. En este caso se traiciona el patrimonio original,
este queda desnaturalizado. Entre estos dos extremos, afortunadamente hay muchas acciones
que sí respetan y protegen el patrimonio arquitectónico u otras riquezas patrimoniales,
presentan estas riquezas de forma animada y honesta y generan empleos y ganancias para la
población local. Es el caso de los numerosos ecomuseos franceses, la amplia gama de "country
houses” y de jardines históricos, administrados por el National Trust británico, o incluso más
específicamente el caso de la localidad de Alberobello (Puglia, Italia) y su conjunto excepcional
de "TrullÊ' con tejados cónicos en piedra.
El puerto de Monvellham está situado a orillas del Tamar, a unos treinta kilómetros de
Plymouth, en el suroeste de Inglaterra.
Fundado hace 900 años por los monjes de la abadía de Tavistock, al principio sirvió como
puerto para exportar el estaño de Dartmoor y después conoció un formidable desarrollo
cuando se descubrió un importante yacimiento de cobre en las cercanías. Cuando se acabó el
filón, hacia 1900, el puerto quedó poco a poco abandonado. En los años 60, el puerto había
desaparecido prácticamente bajo la vegetación y el fango. Se había extinguido la economía del
valle. En 1969, una fundación local se hizo cargo del puerto con el fin de conservar e
"interpretar" el lugar, fomentar la afluencia de turistas y generar ganancias para la zona.
Desde entonces, se han asignado más de 2 millones de ECU, de origen privado, nacional y
europeo (FEDER) para las labores de conservación del lugar y acogida a unos 100. 000
visitantes anuales. Con un volumen de negocios superior al millón de ECU, el puerto
actualmente da trabajo a 20 empleados fijos y 50 temporales.
Uno de los grandes atractivos del turismo es su movilidad. Además, muchos elementos del
patrimonio se integran fácilmente en los itinerarios turísticos o en los circuitos temáticos. De
este modo, los caminos de peregrinación (tales como los que llevan a Santiago de Compostela,
en España), las vías de trenes de vapor (muy populares en el Reino Unido, Francia y Bélgica,
sobre todo), los canales y las vías navegables que cuentan a su manera la historia de muchas
regiones o las rutas del vino, etc. , son ejemplos que ilustran cómo se pueden integrar los
diferentes elementos del patrimonio de las regiones que se atraviesan (ver cuadro sobre los
"Itinerarios del patrimonio") En Barenton, en el parque natural regional Normandie-Maine
(Francia); un conjunto rural representativo de la arquitectura regional es la sede de la "Casa de
la Manzana y de la Pera", un lugar donde se explica la fabricación de sidra, calvados (licor de
manzana), licor de pera y otras bebidas. Asimismo, itinerarios señalizados ofrecen la
posibilidad de visitar explotaciones agrícolas que ofrecen degustación y venta directa de sus
productos
Diversos componentes del patrimonio forman parte de los denominados recursos y productos
turísticos. Conjuntamente con ellos se incluyen todos aquellos componentes esenciales de la
actividad turística, como son: las instalaciones de alojamiento, alimentación, recreativas,
deportivas, etc.
Hay que tener presente que uno de los grandes atractivos para el turista nacional o extranjero
lo constituye la posibilidad de cambiar de ambiente y disfrutar de las diferencias sociocultura-
les, como los paisajes y bellezas naturales, las opciones de diversión y distracción que se abren
al entrar en contacto con el folclor, la gastronomía local, las tradiciones populares y los
festejos típicos.
Estos son algunos de los atractivos que puede ofrecer el municipio, conjuntamente con el
esparcimiento, la práctica de deportes, el goce estético en la contemplación de obras de arte,
monumentos, museos y el arte popular.
En cualquier país existen municipios que cuentan con un arsenal de recursos naturales,
histórico-monumentales y culturales, los cuales permitirían convertir al turismo en una opción
factible para su desarrollo. Este puede ser complementario o principal, dependiendo de la
magnitud y calidad de esa riqueza patrimonial. El acercamiento de los visitantes al patrimonio
implica convertirlo en un recurso turístico
En el año 1999, la Organización Mundial del Turismo declaró que el turismo permite
aprovechar y a la vez enriquecer el Patrimonio Cultural de la Humanidad, que los recursos
turísticos pertenecen al patrimonio común de la humanidad y que la actividad turística debe
permitir la supervivencia y el florecimiento de la producción cultural.
Como recurso al servicio del desarrollo duradero, el patrimonio tiene valor por sí mismo.
Representa, al mismo tiempo, la memoria colectiva de la población y un recurso potencial para
su futuro Realizada en el momento oportuno, la valorización de patrimonio no va en contra de
la satisfacción de las necesidades actuales, sino todo lo contrario.
La importancia del patrimonio, aunque este sea modesto, es objeto de un consenso cada vez
más amplio. El reto que se plantea hoy en día es más bien integrar mejor la protección, la
valorización del patrimonio dentro de la perspectiva local de desarrollo.
Los defensores del patrimonio y los agentes de desarrollo local están llamados a colaborar.
Los programas de desarrollo tienen que integrar en su planteamiento la valorización del
patrimonio, vencer las amenazas que lo ponen en peligro y valorizarlo tanto como sea posible.
A la inversa, los defensores del patrimonio tienen que tener en cuenta las necesidades del
desarrollo local y aprovechar todas las oportunidades de sinergia que se presenten
Las agencias de desarrollo son las que mejor pueden contribuir a la concientización de la
población rural sobre la importancia del patrimonio local y su utilidad. En el Reino Unido, por
ejemplo, una acción dirigida en el marco de LEADER ll por el grupo South Pembrokeshire (País
de Gales) incluye, principalmente, cursos de historia local, formación en técnicas de
construcción tradicionales y la creación de itinerarios del patrimonio; por parte de los
municipios rurales, con el fin de atraer a los visitantes y hacer que éstos se queden y consuman
en la región La población local participa de este modo en el desarrollo de su territorio y se hace
cargo del patrimonio que ha heredado.
Ampliando acerca del tema que da título a este apartado, Pelegrín Entenza et al. (2013),
valoran que un aspecto primordial para fomentar el turismo es el conocimiento, por parte de
la administración local, de cuál es su patrimonio turístico, toda vez que éste representa la base
para determinar la potencialidad del territorio Un buen uso del patrimonio que favorezca su
preservación y conservación, además de constituir una obligación colectiva también rinde
frutos económicos y sociales. Conocer y valorar el patrimonio contribuye a renovar y reforzar
las tradiciones; así como a la afirmación de los valores ideológicos que conforman la identidad
nacional. Por ello, cuidar el patrimonio es una tarea que se convierte en factor de cohesión
social y estimulo comunitario. La promoción, aprovechamiento y conservación del patrimonio
ayuda a contrarrestar las influencias negativas de patrones culturales ajenos a la realidad social
del país.
Los viajes turísticos generan flujos de visitantes a lugares que cuentan con condiciones
adecuadas para su recepción y les ofrecen variadas opciones de recreación, descanso y
esparcimiento cultural. Como actividad de interés para el estado y la sociedad deben ser
objeto de fomento y regulación, sobre todo en países donde el turismo posee un cierto peso
económico. En tales casos, resulta indispensable la existencia de una estructura organizada
que vele y promueva su desenvolvimiento. En esa actuación estarán involucradas; tanto las
entidades públicas como privadas y las organizaciones sociales, todas las cuales son
responsables, en una u otra forma, de la realización de un amplio conjunto de actividades que
le son esenciales.
En esa tarea los municipios, por sus características políticas, sociales y territoriales, son el
escenario propicio para promover y lograr que la actividad turística se convierta en un
elemento importante para su fortalecimiento económico.
Para obtener beneficios del turismo resulta imprescindible la participación de las autoridades
municipales, los prestadores de servicios y la comunidad en general. Esta participación será de
muy diversa naturaleza. Puede ir desde la aportación de recursos económicos, hasta el acto de
brindar una sonrisa al visitante, que propicie su regreso. Cualquier forma de participación se
traduce a la larga en un beneficio económico para el territorio
Un destino o zona turística es un espacio geográfico, que puede o no coincidir con los límites
municipales, y cuenta con recursos de carácter natural, histórico-monumental y cultural que
atraen una corriente de visitantes en forma periódica o permanente. Asimismo se caracteriza
por ofrecer una serie de servicios destinados a la atención integral de los visitantes, como
hospedaje, alimentación y transporte, entre otras ofertas
El uso con fines turísticos del patrimonio histórico - cultural, a juicio de los expertos, dista
mucho de estar agotado. Las variantes actuales (congresos, ferias, fiestas y otros eventos) no
representan un aprovechamiento intensivo de tales recursos. No obstante esta demanda
crece en la actualidad con mayor rapidez que la de sol y playa.
Para aprovechar este patrimonio con garantías de éxito y continuidad, debe acometerse
seriamente un plan de rehabilitación, protección y conservación arquitectónica y artística del
mismo. Igualmente; y como parte de dicho plan, es necesario contemplar las acciones
orientadas al diseño de productos turísticos que integren tales atractivos; así como propiciar el
mejoramiento de los servicios y ampliar la dotación de instalaciones vinculadas a la actividad
turística que se desarrolla en esos centros.
A manera de resumen
• Sociales
- Vulgarización
• Económicos
- Dependencia excesiva
- Aumento de precios
- Inversión extranjera
- Trabajo de baja calidad
- Descoordinación
- Más costes
• Culturales
- Indirectos (impuestos)
- Saturación de los bienes patrimoniales ofertados
- Masificación
- Falta de autenticidad
- Pérdida del valor simbólico
- Estandarización
• Físicos
- Deterioro
- Expolio- vandalismo
- Degradación del paisaje
Impactos positivos
• Sociales
• Económicos
- Desarrollo económico
- Beneficio económico
- Atractivo para la inversión
- Más puestos de trabajo
- Coordinación público-privada
- Mayor recaudación de impuestos indirectos
• Culturales
- Nuevos usos
- Mayor difusión
- Aumenta el conocimiento
- Aumenta la apreciación por la propia cultura
- Revitalización de la artesanía y gastronomía
• Físicos
- Rehabilitación- conservación
- Incremento de la protección
- Más infraestructuras
Según René Boretto Ovalle: "el patrimonio es el conjunto de bienes sociales y colectivos
heredados por el hombre de las generaciones anteriores, al que le otorgamos la calidad de
bien duradero, con continuidad histórica".
En el contacto entre el visitante y el anfitrión que pone el patrimonio en valor de uso turístico,
surge una relación temporal que puede ser armónica o contradictoria. Se debe trabajar por
minimizar los conflictos, lo que no debe implicar en ningún caso la subordinación de los
intereses patrimoniales a los objetivos turísticos ni significar la alteración o modificación de los
valores autóctonos del recurso.
En el sentido más amplio, el patrimonio puede ser definido como todos los vestigios, ya sean
tangibles o intangibles, del pasado; esto incluye el paisaje natural, el medio construido, labores
culturales, idioma, creencias religiosas y tradiciones culturales.
En el patrimonio natural se incluyen remanentes del entorno físico del pasado y procesos
geológicos entre los que se encuentran, por ejemplo, los glaciares, las montañas, los ríos,
cañadones y bosques.
El patrimonio cultural, que tiene una definición más amplia que el patrimonio arquitectónico,
incluye tesoros artísticos, tradiciones musicales, costumbres, folklore, celebraciones,
actividades religiosas, idiomas y formas de vida, patrones agrícolas e incluso la propia
población local. Vestigios del pasado, como construcciones históricas, monumentos, ruinas
antiguas, reliquias industriales, objetos en museos, y campos de batalla, son ejemplos de los
aspectos históricos que conforman gran parte de los recursos en los que se basa el turismo de
patrimonio. Los edificios y sitios históricos constituyen el ejemplo más claro del patrimonio
arquitectónico. Sin embargo, el patrimonio cultural incluye, además, a los sitios arqueológicos
y a los museos.
El patrimonio industrial comprende todos los restos físicos del pasado industrial, incluyendo en
ellos los entornos, estructuras, edificios, equipamientos, productos, instalaciones y bienes
muebles, así como toda información documental relacionada con ella, tanto oral como escrita.
Para lograr una efectiva conservación y rescate de las zonas monumentales, es indispensable
considerar las siguientes medidas de acción: rehabilitación de las viviendas en los centros
históricos; participación de la comunidad en los proyectos de conservación; otorgar prioridad a
las necesidades locales y respetar el entorno ecológico de los centros históricos.
Como recurso al servicio del desarrollo duradero, el patrimonio tiene valor por sí mismo.
Representa, al mismo tiempo, la memoria colectiva de la población y un recurso potencial para
su futuro. Realizada en el momento oportuno, la valorización de patrimonio no va en contra
de la satisfacción de las necesidades actuales, sino todo lo contrario.
Diversos componentes del patrimonio forman parte de los denominados recursos y productos
turísticos. Conjuntamente con ellos se incluyen todos aquellos componentes esenciales de la
actividad turística, como son: las instalaciones de alojamiento, alimentación, recreativas,
deportivas, etc.
- Argumentar las distintas medidas y acciones emprendidas a lo largo del tiempo en aras de la
preservación del patrimonio.
Los Derechos Humanos son una categoría cultural e histórica, esto es, responden a
determinadas coordenadas económicas y sociales. En este sentido, los derechos humanos
actuales son el producto de la evolución de los estados, desde el liberalismo decimonónico
hasta el presente.
A estas manifestaciones hay que unir la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano
de 26 de agosto de 1789, producto de la Revolución Francesa. Ambas responden a un mismo
concepto, el de la igualdad formal ante el Derecho y, aún más, a la idea de una esfera propia
de decisión ajena al estado. Por ello, estos derechos pueden ser considerados como derechos
frente al estado y, en este sentido, el derecho a la cultura es el derecho a no ser impedido de
recibir la educación que se requiere por la intervención estatal.
Las limitaciones del estado liberal de derecho se ponen de manifiesto cuando las crisis
económicas del presente siglo y el crecimiento de la población hacen insuficiente la mera
abstención del estado y expresan la necesidad de su intervención en la economía y en la
sociedad. Surge entonces una nueva concepción de los derechos humanos, que de derechos
frente al estado pasan a ser derechos que ha de prestar el estado. No solo se revela que es
insuficiente la mera igualdad formal sino que se precisa también la desaparición de las
desigualdades a través de una serie de prestaciones estatales. La primera manifestación de
esta nueva concepción de los Derechos Humanos se hallan en la Constitución de la Segunda
República Francesa de 1848 y, principalmente, en la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos de 1917 y de la República de Weimar de 1919, generalizándose el fenómeno tras la
Segunda Guerra Mundial.
A partir de entonces, se trata de superar los derechos de libertad, mediante la adición a estos
de unos derechos sociales, económicos y culturales que permitan el disfrute real por todos los
ciudadanos de los primeros, a través de la intervención que realice el estado en prestaciones y
servicios destinados a la procura existencial. En este sentido, los nuevos derechos responden a
tres grupos de necesidades: a la del trabajo, a la de la seguridad social y a la de la cultura.
En referencia a esta última, los derechos culturales se conciben, a partir de ahora, como el
derecho a participar en la vida cultural, el derecho a gozar de las artes, el derecho al progreso
científico y el derecho a la propiedad intelectual; que son los reconocidos, por ejemplo, en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la Organización de Naciones
Unidas el 14 de diciembre de 1948
Por último, en cuanto a los derechos culturales, se concreta aún más el derecho de acceso a la
cultura y se desarrolla, por otra parte, toda una nueva tendencia de protección frente a la
homogeneización cultural provocada por la expansión de los grandes medios de comunicación
Así, el derecho a la cultura no será ya solo un derecho individual, sino que también será un
derecho colectivo: el derecho a una cultura e identidad propias. Ya no se valora solo la
participación en la vida cultural o el disfrute de los bienes culturales, sino que se desarrolla el
derecho a la conservación y acrecentamiento de la propia cultura, a partir de las bases
tradicionales. Por lo tanto, el derecho cobra una doble naturaleza, por un lado, sigue siendo el
derecho a beneficiarse de la cultura universal, pero por otro, salvaguarda la conservación de
los rasgos culturales singulares de cada conjunto humano, de cada pueblo.
La Carta de Atenas del Urbanismo (1933) tiene su origen en la Oficina Internacional de Museos
y tiene relación con la conservación del patrimonio arquitectónico urbano. Una de sus
conclusiones más importantes es la de la salvaguarda de los valores arquitectónicos tanto de
los edificios singulares como de los conjuntos urbanos: "Las ciudades presentan un carácter
evolutivo que se manifiesta a lo largo de los siglos y que las dota de una personalidad propia,
de forma que el espíritu de cada ciudad se concreta en los testimonios de su pasado, que serán
respetados por su valor histórico y sentimental, además de por su vertiente artística". No
obstante; la propia Carta advierte de la sinrazón de una conservación a ultranza, promoviendo,
por el contrario, la protección de aquellos bienes que posean valores arquitectónicos cuando
sean expresión de un valor cultural anterior y siempre que respondan a un interés general,
esto es, que sean dignos de protección
Desde la Convención Internacional de La Haya del año 1954, preparada por la UNESCO, en la
que por primera vez se defendía la importancia que tenía para todos los pueblos del mundo la
conservación del patrimonio cultural, la relación de bienes patrimoniales considerada por
dicho organismo ha ido desarrollándose con una gran perfección técnica.
Así, en 1964, se aprueba la Carta de Venecia como resultado del ll Congreso Internacional de
Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos_. Su propósito fue establecer definiciones y
objetivos políticos y científicos de actuación, mediante la actualización de la Carta de Atenas
de 1931.
El punto de partida de este nuevo documento es que la Humanidad considera las obras
monumentales como "un patrimonio común y, pensando en las generaciones futuras, se
vuelve solidariamente responsable de su conservación" Aparece así la idea de este patrimonio
común, e incluso, se desarrolla el concepto de monumento, incluyendo no solo la obra
arquitectónica aislada sino también los sitios o lugares urbanos o rurales que ofrecen el
testimonio de una civilización particular, de una fase representativa de la evolución de la
Humanidad, del progreso o de un suceso histórico determinado.
A Igual que en alguno de sus antecedentes, destaca la idea de la restauración y de sus peligros,
la necesidad de salvaguardar la autenticidad y de evitar las falsas rehabilitaciones de bienes
históricos, de tal manera que la reconstrucción solo está autorizada excepcionalmente cuando
no sea posible la conservación del monumento en las condiciones originales.
De los documentos internacionales auspiciados por la UNESCO es, sin duda, la Convención
para la protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972) el más importante de
ellos2 Su punto de partida es doble; por un lado, se trata de considerar el Patrimonio Cultural
como un bien amenazado de destrucción por las modernas civilizaciones y, por otro, se estima
que es un
Desde este punto de vista, en esta convención se añadieron los elementos naturales que
constituyen por su excepcional valor un "patrimonio común de la humanidad" y,
posteriormente, tras las celebradas en 1978 y 1980 se han incorporado a dicho catálogo los
bienes muebles y se han elaborado numerosas recomendaciones para la protección del
patrimonio inmaterial. Todo ello ha ido acompañado de la creación de un Fondo del
Patrimonio Mundial, financiado por los países miembros, y de un Comité Internacional
encargado de elaborar la Lista del Patrimonio Mundial, en la que se registran esos bienes
culturales y naturales (monumentos, lugares, etc.) que, por su valor universal, deben ser
protegidos.
1. Monumentos.
2. Conjuntos.
3. Sitios o lugares.
Los monumentos abarcan las obras arquitectónicas, de escultura o pintura, monumentales, los
elementos o estructuras de carácter arqueológico, las inscripciones, las cavernas o grupos de
elementos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del
arte o de la ciencia.
Finalmente, los sitios o lugares son obras conjuntas del hombre y de la naturaleza, es decir,
zonas que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético,
etnológico o antropológico.
En cuanto a la actividad de conservación, el convenio crea una serie de obligaciones por parte
de los estados firmantes, reconociendo de este modo que, pese al valor universal de los bienes
culturales, la realidad estatal se impone y por consiguiente, si no se quiere dejar todo en una
mera declaración de intenciones, es a los estados, a los que hay que imponer un conjunto de
obligaciones destinadas a la conservación del patrimonio cultural.
Estas obligaciones esenciales de los estados son la atribución al patrimonio cultural de una
función en la vida colectiva, así como su consideración en la planificación general; la creación y
consolidación de servicios públicos especializados de protección, conservación y revalorización
del patrimonio cultural; el desarrollo de la investigación científica y técnica y el
perfeccionamiento de los métodos de intervención que permiten a los estados hacer frente a
los peligros que amenazan su patrimonio cultural. De lo contrario, muchos países se negarían
a incluir sus bienes culturales en el Patrimonio Mundial.
• Monumentos.
- Ciudades de carácter evolutivo modélico, que han conservado la organización del espacio y
las estructuras características de las fases sucesivas de su historia.
- Barrios históricos, que muestran de forma aislada un ejemplo coherente con la ciudad
histórica
- Ciudades nuevas del siglo XX, que poseen un valor ejemplar para el urbanismo
contemporáneo.
- Paisajes culturales, los concebidos como una creación intencionada por el hombre.
- Sitios evolutivos; que reflejan la forma de actuar del hombre sobre la naturaleza para obtener
satisfacción a sus exigencias sociales en un marco físico determinado.
- Sitios asociativos, los que poseen vinculaciones con fenómenos históricos, religiosos o
artísticos relevantes.
A partir de estas premisas han sido muchos los bienes declarados "Patrimonio Cultural de la
Humanidad", si bien se aprecia un paulatino interés por los conjuntos más que por las piezas o
elementos aislados. En este sentido han alcanzado especial relevancia las declaraciones de
"Ciudad Patrimonio de la Humanidad"
Ahora bien, como dicha designación implica normalmente una serie de problemas adicionales
derivados de la presión turística y de la especulación inmobiliaria, se han adoptado medidas
por parte de la Red de Ciudades Patrimonio de la Humanidad (Quebec, 1991) para favorecer la
cooperación y el intercambio de información entre dichas ciudades, con el fin de lograr el
cumplimiento de las 3 obligaciones que lleva implícita esta declaración y una gestión ejemplar
de dicho patrimonio
En los últimos años es posible advertir en la sociedad de muchos de los países del planeta un
creciente interés por los temas referidos a la conservación y restauración del patrimonio
cultural. La colaboración económica de diferentes instituciones en planes de salvaguarda y
recuperación de ciertas obras, el patrocinio por parte de empresas y entidades privadas de
numerosos proyectos de restauración y la reivindicación tumultuosa, las manifestaciones
callejeras y las medidas de presión ante los responsables de la administración cultural son
signos de los nuevos tiempos y, como tales, han llegado a convertirse en noticias de alcance
nacional e internacional.
Por lo que respecta a los países de la Unión Europea y, particularmente, en lo que afecta al
patrimonio urbano, el Consejo de Europa ha elaborado toda una doctrina europea sobre el
tratamiento técnico, económico, jurídico y social de las ciudades que constituyen el Patrimonio
Arquitectónico Europeo.
Una de las ideas básicas de esta doctrina estriba en la conservación "integrada", es decir, en la
promoción de las actuaciones que combinan las técnicas de restauración con la búsqueda de
funciones apropiadas para dichas ciudades. Otra, no menos importante que la anterior, es que
la cultura es una inversión productiva, un método de creación de riqueza y empleo por el que
los espacios protegidos deben establecer una serie de medidas que puedan hacer atractivas las
operaciones de conservación del patrimonio cultural.
En América Latina, la vinculación de los recursos turísticos a los bienes de naturaleza cultural
que tienen un valor artístico, histórico o monumental, ha dado pie a una legislación que brinda
instrumentos precisos para realizar completos inventarios patrimoniales. En concreto, la
metodología empleada por el Equipo de Planes y Proyectos de la Dirección Nacional de
Turismo de Argentina fue adoptada en 1973 por el Programa de Desarrollo Turístico de la
Organización de Estados Americanos y se ha aplicado, con algunas variaciones, a la mayoría de
los países latinoamericanos que cuentan con planes de turismo.
Todo ello es un claro exponente de la convicción de que la cultura constituye un perfil esencial
en el desarrollo económico y social de los distintos países.
Los Derechos Humanos son una categoría cultural e histórica, esto es, responden a
determinadas coordenadas económicas y sociales. En este sentido, los derechos humanos
actuales son el producto de la evolución de los estados, desde el liberalismo decimonónico
hasta el presente.
Los derechos culturales se conciben, a partir de ahora, como el derecho a participar en la vida
cultural, el derecho a gozar de las artes, el derecho al progreso científico y el derecho a la
propiedad intelectual, que son los reconocidos, por ejemplo, en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos aprobada por la Organización de Naciones Unidas el 14 de diciembre de
1948.
La Carta de Atenas del Urbanismo (1933) tiene su origen en la Oficina Internacional de Museos
y tiene relación con la conservación del patrimonio arquitectónico urbano. Una de sus
conclusiones más importantes es la de la salvaguarda de los valores arquitectónicos tanto de
los edificios singulares como de los conjuntos urbanos.
De los documentos internacionales auspiciados por la UNESCO es, sin duda, la Convención
para la protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972) el más importante de
ellos. Su punto de partida es doble; por un lado, se trata de considerar el Patrimonio Cultural
como un bien amenazado de destrucción por las modernas civilizaciones y, por otro, se estima
que es un Patrimonio Común de la Humanidad, por lo que su deterioro o destrucción
constituye un empobrecimiento nefasto para todos los pueblos del mundo.
El Patrimonio Cultural se divide en tres categorías: Monumentos, Conjuntos y Sitios o Lugares.
Los monumentos abarcan las obras arquitectónicas, de escultura o pintura, monumentales, los
elementos o estructuras de carácter arqueológico, las inscripciones, las cavernas o grupos de
elementos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del
arte o de la ciencia.
Los sitios o lugares son obras conjuntas del hombre y de la naturaleza, es decir, zonas que
tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o
antropológico.
En los últimos años es posible advertir en la sociedad de muchos de los países del planeta un
creciente interés por los temas referidos a la conservación y restauración del patrimonio
cultural. Por lo que respecta a los países de la Unión Europea y, particularmente, en lo que
afecta al patrimonio urbano, el Consejo de Europa ha elaborado toda una doctrina europea
sobre el tratamiento técnico, económico, jurídico y social de las ciudades que constituyen el
Patrimonio Arquitectónico Europeo.
OBJETIVO
4. 1. Introducción
El fenómeno urbano es, sin lugar a dudas, uno de los rasgos más sorprendentes de la
civilización contemporánea y su estudio ocupa un lugar muy destacado en las Ciencias
Sociales, pues la ciudad es un complejo entramado que debe analizarse desde perspectivas
diversas. Desde la historia: "la historia universal es historia ciudadana" ha dicho Spengler.
Desde la geografía "la naturaleza prepara el sitio y el hombre lo organiza de tal manera que
satisfaga sus necesidades y deseos" afirma Vidal de la Blache. Desde la economía:
"en ninguna civilización la vida ciudadana se ha desarrollado con independencia del comercio y
de la industria" (Pirenne). Desde la política "la ciudad, según Aristóteles, es un cierto número
de ciudadanos". Desde la sociología: "la ciudad es la forma y el símbolo de una relación social
integrada" (Munford). Desde el arte y la arquitectura: "la grandeza de la arquitectura está
unida a la de la ciudad, y la solidez de las instituciones se suele medir por la solidez de los
muros que las cobijad' (Alberti).
Y no son estos los únicos enfoques posibles, porque la ciudad, la más comprehensiva de las
obras del hombre, como dijo Walt Whitman, "lo reúne todo, y nada que se refiera al hombre le
es ajeno" (Chueca Goitia, 1970).
Por ello, los monumentos urbanos no pueden ser considerados elementos aislados en el
paisaje sino que hay que entenderlos dentro de un contexto más amplio, inscritos en el
conjunto del que forman parte y vinculados a la evolución de una realidad que se ha
consolidado histórica, artística y culturalmente. Las ciudades responden a estructuras físicas
representativas de la evolución de las comunidades humanas. El paisaje urbano refleja la
herencia cultural y traduce el contenido social del espacio.
Así se explica que la intervención arquitectónica en los centros históricos haya sido una de las
cuestiones que, desde el siglo XIX, está en permanente reformulación y que provoca polémicas
en el entendimiento de la ciudad como una realidad viva y dinámica, tanto en sus dimensiones
arquitectónicas como sociales y funcionales. La ciudad difiere en el tiempo y en el espacio, y
no puede concebirse de un modo estático, porque es un proceso cambiante.
Estas son las bases desde las que comienzan a abordarse los vínculos entre monumento y
ciudad. Pasos posteriores los constituyen la creación, en 1960, de la Asociación Nacional de
"Salvaguardia de los Centros Históricos", el Primer Coloquio sobre la salvaguardia y
revitalización de los Conjuntos Urbanos de interés histórico-artístico, celebrado en Cáceres en
1967 y el Coloquio sobre la reanimación de ciudades, poblados y sitios históricos, según la
Carta de Venecia, celebrado en México en 1972
El concepto de ciudad está ahora más próximo al de lugar, como reflejo de la vida social y
expresión de su cultura, de su historia y de sus tradiciones, con una valoración de las raíces
ancestrales de cada comunidad local, signo de identidad y referencia concreta de un espacio y
tiempo determinados.
Este es el marco o contexto actual, ampliando cada vez más el campo de los objetos
considerados patrimonio de la humanidad, en el sentido propuesto por la Carta de Restauro de
1987. Es decir, predomina hoy un significativo espíritu de tolerancia y respeto hacia las
culturas, etapas y estilos enriquecedores, de muy diversa Índole, que se integran en el
contexto urbano y que favorecen la asimilación de esas experiencias históricas y culturales que
han sido heredadas.
La Ley del Patrimonio Histórico Español de 25 de junio de 1985, en esta línea conceptual, trató
de superar el valor intrínseco de los bienes culturales por su valor de uso para la comunidad y
de buscar así que un mayor número de ciudadanos puedan contemplar y disfrutar las obras
que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo.
El tejido urbano de las ciudades puede descomponerse en una serie de elementos que, de
manera general se corresponden con distintas fases de su evolución, a un mosaico de
comunidades sociales y a sectores con funciones económicas diferenciadas. El análisis de este
tejido urbano conduce al reconocimiento de la morfología y de las estructuras.
Por lo tanto, para realizar una adecuada evaluación del legado patrimonial de la ciudad es
fundamental delimitar estos elementos de relativa homogeneidad que pueden apreciarse en el
sistema intraurbano. Son componentes que encierran un marcado valor patrimonial, hasta tal
extremo que uno solo de ellos puede determinar la propia declaración de Ciudad Patrimonio
de la Humanidad. Así, por ejemplo, han sido objeto de reconocimiento un marco natural de
excepcionales características, como puede ser un promontorio rocoso o una isla fluvial, un
plano concebido con afán de monumentalidad; como el de Versalles o el de Brasilia, la
ordenación de construcciones en áreas de ciudad-jardín, la edificación en altura propia de las
ciudades norteamericanas, etc Por ello, uno de los primeros objetivos en el tratamiento del
patrimonio urbano es el de la identificación de estos componentes.
4. 2. 1. Marco natural
Es uno de los componentes fundamentales de la morfología urbana. Enmarca la ciudad y es,
en general, la razón fundamental de su origen y un factor importante de su posterior
desarrollo. La ciudad, desde su creación, al desarrollarse y parcelar terrenos para la
edificación, tuvo que tener en cuenta las características del territorio y convertir estos
componentes en elementos esenciales de su paisaje urbano.
4. 2. 1. 1. Emplazamiento
También las ciudades pueden tener un emplazamiento a lo largo de los cursos de los ríos, por
el papel que estos accidentes han tenido en las comunicaciones. Dentro de este
emplazamiento ribereño cabe distinguir lugares del río privilegiados como los vados, estuarios,
islas fluviales, los lugares de confluencia de distintos cursos, meandros encajados, etc.
Los vados son los lugares de asentamiento concreto de Toledo y Mérida, los estuarios los de
Bilbao, Lisboa y Buenos Aires, la confluencia de ríos los de Lyon, Saint Louis y Manaos, una isla
fluvial, el de París. . En general, el origen de los emplazamientos en la proximidad de un río
responde a una función dominante en la fundación de la ciudad, ligada a las actividades
comerciales o al control de puntos estratégicos (fronteras entre pueblos, por ejemplo)
Por último, un emplazamiento frecuente lo constituyen las diferentes formas de relieve litoral:
tómbolos, penínsulas, llanuras costeras protegidas por murallones montañosos, islotes
costeros, etc. Cádiz y San Sebastián se emplazan en un tómbolo; un promontorio rocoso sirvió
como emplazamiento original a Salvador de Bahía y una isla (Manhattan) a Mueva York.
También este emplazamiento se asocia a la función comercial y militar.
Por ello, con frecuencia, se han producido desdoblamientos en algunas ciudades (ciudad
antigua y ciudad moderna) y ha sido preciso recurrir a las modernas tecnologías para superar
los obstáculos que los primitivos asentamientos proporcionaban a la expansión de la ciudad:
perforación de túneles (Río de Janeiro) o tendido de puentes (Budapest o Nueva York). No
obstante; todas las ciudades que disponen de una larga evolución histórica, individualizan
claramente en el paisaje su emplazamiento primitivo, que tiene una carga simbólica muy
importante y suele constituir el soporte mental que los habitantes tienen de su ciudad, hasta el
punto que es un hito esencial en la determinación de sus señas de identidad.
4. 2. 1. 2. Situación
Hasta finales del siglo XIX, la elección de este entorno obedecía a la voluntad de dominar las
rutas más Importantes que facilitaban el tráfico de bienes y de personas o de buscar el lugar
de contacto entre dos regiones de economía diferenciada o complementaria.
Desde el punto de vista de la situación, se puede hacer referencia a ciudades con situación de
encrucijada, ciudades en la confluencia de grandes vías de comunicación: ríos, carreteras o
ferrocarriles (Lyon, Praga, Manaos; Zaragoza; Milán, etc.); las que eligen un eje de
comunicación intentan aprovecharse de los flujos que circulan a través de estos ejes, como
sucede con las situadas en rutas caravaneras, en rutas de peregrinación (ciudades del Camino
de Santiago), etc.
Otras veces, las ciudades se sitúan en una línea de contacto de regiones diferentes, como
lugares de Intercambio de distintas producciones. Así, las de las fachadas marítimas se
benefician de las rupturas de carga y de la accesibilidad (Macao, Bombay, El Cabo, Londres,
Hamburgo, Lisboa, Rotterdam, San Petersburgo, Alejandría, etc).
En la etapa actual los factores mencionados en cuanto a la situación han perdido importancia
gracias a los adelantos tecnológicos. Sin embargo, aparecen hoy nuevos factores de situación
por iniciativas más o menos voluntaristas que responden a las exigencias del presente, como
sucede, por ejemplo, con las regiones deprimidas en las que se decide situar una ciudad para
favorecer el desarrollo de las mismas o con las ciudades nuevas que obedecen a intereses
políticos, económicos o de reclutamiento de mano de obra (Brasilia, Yamusukro como capital
de Costa de Marfil, etc.)_
4. 2. 2. Plano
Existen distintas clasificaciones de los planos de las ciudades. Una de las más aceptadas, la de
Dickinson, es la que se propone a continuación:
El plano en cuadricula, damero u ortogonal, es aquel en el que las calles se cruzan en ángulo
recto y que está presente en todos los períodos de la historia Es típico del campamento
romano, de la ciudad fundada por los romanos en las provincias del imperio y en sus fronteras
y ha sobrevivido en Turín a todas las vicisitudes históricas.
En la Edad Media y en la Moderna apareció también, en más de una ocasión, como el más
racional para fundar ciudades nuevas (las "bastidas" del Midi francés) o para edificar barriadas
de nueva planta en las ciudades que, desde su inicio, crecían con arreglo a un plan
radioconcéntrico. En París, dada la sencillez del cruce vial norte-sur y este-oeste, plano
radioconcéntrico y plano en cuadrícula se confunden.
Los barrios nuevos de Milán, construidos en el siglo XIX, son de estructura rigurosamente
ortogonal. Lo mismo ocurre en la moderna ciudad de Bari. Con todo; esta disposición
prevalece más bien en la construcción de ciudades totalmente nuevas. Es el caso de las
creadas por España en América (Panamá, por ejemplo), o por Francia en sus colonias (Dakar,
por ejemplo) y fue el plano generalizado por América del Norte en el siglo XIX (lo ilustra de
manera grandiosa el plano de Manhattan) y adoptado en España por los Ensanches (Barcelona
y Madrid).
4. 2. 2. 2. Plano radioconcéntrico
El plano radioconcéntrico está formado por calles que parten de un centro a modo de radios y
por otras que forman círculos concéntricos que cortan perpendicularmente las calles radiales.
Aunque este tipo de plano está presente en la Antigüedad en las ciudades de Oriente, no se
generalizó hasta la Edad Media. Este plano es el resultado de una evolución clásica en Europa:
la ciudad crece en torno a la encrucijada, a la cual afluyen las calles, razón de ser de su
mercado. La superficie comprendida por recintos sucesivos encierra varios núcleos
funcionales distintos
Cada período de crecimiento hace desbordar algún barrio fuera del recinto, de suerte que al
cabo de un periodo más o menos largo, y a menudo después de la trágica experiencia de la
destrucción de un arrabal, se hace necesario proteger la nueva ampliación con murallas de
mayor radio. Los recintos superados desaparecen, siendo sustituidos por calles de circulación
concéntrica. El ejemplo más clásico de gran ciudad radioconcéntrica, de forma casi perfecta,
es Moscú
El principio del plano de París es el mismo, si bien la irradiación de las vías principales es aquí
menos definida. En Viena, la disposición radioconcéntrica empieza en el Danubio y se
desarrolló en semicírculo, en Colonia también comienza junto al rio.
4. 2. 2. 3. Plano irregular
El plano irregular, por su parte, no obedece a un plan o proyecto previo, sino que es el
resultado de un crecimiento espontáneo. El modelo típico lo constituye la ciudad musulmana,
de espacios compartimentados social y funcionalmente: al-mudaina (la fortaleza), al- medina
(la ciudad, con vías principales comerciales, zoco, mezquita mayor), juderías y arrabales
extramuros; todos con sus muros, funcionando como ciudades dentro de la ciudad. En torno
al sector central se configuran los barrios de calles tortuosas; de desigual anchura, muchas sin
salidas (adames) y cubiertas (cobertizos), como resultado de la apropiación de los espacios
públicos por particulares, siendo la calle lo que queda tras la ocupación espontánea del suelo.
También abundan las plazas privadas que se cierran con una puerta (corrales). Los cascos
históricos de Toledo, Sevilla, Córdoba, Granada y ciudades del Norte de África son muestras
representativas.
La disposición desordenada, carente de líneas directrices, fue también la de un buen número
de ciudades medievales europeas. A medida que los incendios fueron destruyendo esas
ciudades; la construcción se ordenó siguiendo líneas directrices, marcadas en muchos casos
por la orientación litúrgica de las catedrales. Por ejemplo, Praga conserva sus callejones sin
salida y sus torres, Lieja, sus callejas rematadas por un paredón o una escalera.
4. 2. 2. 4. Otras clasificaciones
La clasificación propuesta por Jean Tricart (1954) aglutina las modalidades de los planos
ortogonal y radioconcéntrico dentro de la categoría de ciudades planificadas, mientras que
incluye las ciudades fortaleza y las de plano irregular entre las ciudades no planificadas.
También distingue una tercera categoría, la de las ciudades de estructura compleja. De entre
estas, destacan las ciudades replanificadas, las polinucleares, las que cuentan con un diseño en
forma de red y las esféricas.
Por otra parte, desde planteamientos que intentan superar el análisis historicista se sostiene
que el plano y sus elementos son producto de la influencia de multitud de variables o factores
que actúan conjuntamente, de tipo material, político religioso- cultural y económico.
Los factores políticos relacionados con el afán de destacar el poder de la autoridad, han
actuado sobre todo en las capitales y se han materializado en la creación de planos regulares y
de conjuntos monumentales que, en los siglos XVII y XVIII, combinan principios del urbanismo
clásico con efectos escenográficos; con la finalidad de destacar el palacio del príncipe, como
expresión del absolutismo y centralismo de la época (Versalles, Carlsruhe, Copenhague, San
Petersburgo, Aranjuez). Estos mismos principios, unidos a preocupaciones funcionales, se
utilizan en la ordenación de espacios urbanos de las principales capitales europeas desde el
siglo WIII (Campos Elíseos de París, reformas urbanas de Carlos III, grandes obras de la Roma
de Mussolini y del Berlín de Hitler). Idénticos afanes de monumentalidad estuvieron presentes
en la construcción de Brasilia y se dejan sentir hoy en muchas operaciones urbanas de las
grandes capitales del mundo.
Por último, la incidencia de los factores de tipo económico ha sido siempre decisiva en la
configuración del plano, puesto que el crecimiento de la ciudad es ante todo producto de
fuerzas económicas
4. 2. 3. Construcción urbana
El entramado, la tipología de los edificios y volumen, que resulta de la superficie y altura
edificada, integran la construcción urbana, como otro de los componentes esenciales del
paisaje de la ciudad.
4. 2. 3. 1. Entramado urbano
Se denomina trama a la forma de agruparse y ordenarse los espacios públicos (calles, plazas,
etc.) y los espacios parcelados o edificados. La trama urbana es uno de los elementos que
mejor define la apariencia externa de la ciudad pues de la ordenación de la trama deriva la
densidad de la urbanización
El primer caso es el de aquella trama en la que los edificios dan lugar a una edificación
compacta, modalidad propia de la ciudad preindustrial y del tipo de ordenación característico
de los ensanches españoles del siglo pasado, con manzanas que se organizan en torno a un
gran patio central, de disposición más o menos regular, continuo o fragmentado, cuadrado o
rectangular (Madrid,
Por el contrario, cuando los edificios que forman las manzanas se disponen de manera aislada
o adosada, dejando grandes espacios libres, se habla de trama en orden abierto. Esta
localización de los espacios libres en relación con el conjunto de la ciudad hace que sea posible
diferenciar ciudades muy densas, como París, por ejemplo, y ciudades más ventiladas, como
Londres o como las que concibieron los urbanistas de la antigua URSS con guirnaldas de
parques y grandes avenidas arboladas. A esta ordenación corresponden las áreas de tipo
ciudad-jardín y las integradas por torres de viviendas multifamiliares, las zonas llamadas de
"open planning'
También se suele hablar de tramas regulares o irregulares, espontáneas o planificadas,
conservadas o deterioradas, homogéneas o heterogéneas; etc.
4. 2. 3. 2. Edificios
Antiguamente, uno de los elementos que mejor definía el paisaje de las ciudades era la
edificación La arquitectura, naturaleza y color de los materiales, las formas y tipos de
cubiertas; las dimensiones de las ventanas y el número de plantas guardaban relación con las
condiciones del medio natural y de las influencias culturales. En la actualidad, los edificios se
construyen con arreglo a dispositivos esquemáticos y a normas constructivas de tendencia
cada vez más internacional. En consecuencia, las construcciones pueden ser viviendas
unifamiliares exentas del tipo de la ciudad-jardín o del suburbio sajón de clase media, o
bloques de viviendas multifamiliares tal y como fueron concebidos por el urbanismo de la
Carta de Atenas. También están los edificios entre medianeras, de bloques aislados, etc.
Cuando se hace referencia a los edificios del pasado se suele pensar en su tipología histórico-
arquitectónica: casa gótica, renacentista, racionalista, etc. También se incluyen sus funciones.
Las ciudades italianas, por ejemplo, se centran alrededor del Palacio de la Señoría, del
Ayuntamiento, de la Catedral y de la Loggia, una especie de basílica abierta a la calle, en la que
se reunían los habitantes de la ciudad para discutir sus asuntos o las cuestiones comerciales.
Las ciudades de la Europa Oriental, que lograron escapar de las destrucciones bélicas, poseen
edificios de gran monumentalidad.
Sus murallas de ladrillo; sus torres almenadas, encierran el centro de la ciudad antigua
(Cracovia) o el conjunto de los monumentos de mayor relieve, como palacios, iglesias y
conventos. Las construcciones civiles son de estilo clásico o barroco mientras que las iglesias
son más originales; su estilo bizantino, enriquecido por una floración de bulbos multicolores
produce en el hombre occidental la desorientación más completa (Moscú, Gorkiy Kiev).
Cada familia fisionómica corresponde a una época de desarrollo, a un estilo y a veces a una
política. Las ciudades alemanas del siglo
XIX, en especial las del Ruhr, aglomeradas alrededor de sus lonjas de comercio, de sus
almacenes, de las sedes sociales de sus grandes empresas y de sus estaciones monumentales
difieren de las grandes ciudades norteamericanas del tipo de Mueva York o, mejor, de Chicago.
Porque Estados Unidos es quien estrena en sus núcleos la edificación en altura, creando las
"skylines", a modo de dientes de sierra; que fueron monopolio americano durante más de
medio siglo Aún hoy, entre los edificios más altos de la Tierra se sitúa el edificio Sears de
Chicago con 443 metros.
Una clasificación de las tipologías de edificación que contribuyen a la diferenciación interna de
la ciudad, la realiza el profesor Zárate
• Edificación en altura. Encierra una gran diversidad en relación con la densidad de ocupación
del suelo, antigüedad y finalidad funcional, diferenciándose edificios destinados a viviendas
multifamiliares, a oficinas o a diferentes usos, a la vez Desde el punto de vista de la forma y la
altura; la clasificación más sencilla distingue bloques (edificios de forma rectangular y de varias
plantas que pueden ser de doble crujía, también llamados laminares, o de triple crujía) y
torres, que se caracterizan por su mayor altura y que suelen aparecer aisladas o agrupadas en
pequeño número y de entre las que figuran los rascacielos, una construcción que hoy prolifera
en la mayor parte de las áreas centrales de las grandes metrópolis.
En esta clasificación también se distinguen otras categorías de alojamiento que, aunque son
mencionadas a continuación, no encierran valor patrimonial alguno; por el contrario, son la
expresión de grandes desequilibrios en el reparto de la riqueza y de la incapacidad de las
políticas de estado para resolver el problema del crecimiento y de la gestión de los espacios
urbanos.
Entre los elementos que componen esta red se diferencia la calle: el espacio público entre dos
órdenes de edificios y las avenidas y arterias urbanas, cuyo objeto principal es la circulación de
vehículos. Estos elementos suelen tener diversas calzadas.
El "boulevard', que se originó a partir de los cinturones de ronda que se crearon al destruirse
las murallas, es un tipo de arteria que posee varias vías con calzada central y amplias aceras
colaterales Los bulevares más famosos son los que se identifican con las grandes arterias
arboladas de París, tras la reforma urbana emprendida por el barón de Haussmann a mediados
del siglo XIX o con los "rings' de Viena (calles construidas en torno a la ciudad vieja desde 1859
a 1872).
Los paseos, por su parte, son vías públicas de cierta amplitud, con un espacio más o menos
cerrado con balaustradas y bancos, especialmente pavimentado para uso de peatones. Suelen
estar provistos de arbolado, fuentes, monumentos y de otros elementos que contribuyen al
ornato de la ciudad Los parques y paseos de Washington, construidos a fines del siglo XIX y
primeras décadas del XX, son un magnífico ejemplo de este tipo de ajardinamiento urbano. A
estos paseos se les da también el nombre de avenidas.
Las plazas son lugares anchos y espaciosos, cuyo origen se halla vinculado a las relaciones
ciudadanas y, particularmente, a la actividad comercial. La plaza mayor, rodeada de
soportales, es un elemento común a todas las ciudades españolas. Un breve texto acerca a la
antigua plaza mayor de Salamanca, de la obra "Grandezas de España", de Pedro Medina,
ilustra las funciones tradicionales de estas plazas: Salamanca tiene una plaza muy grande;
acontece en ella lidiar toros y jugar cañas conjuntamente, sin impedir el lugar del trato donde
compran y venden, ni a otra cosa alguna.
Por su parte, las ciudades alemanas del sur y las austriacas se centran, por lo común, alrededor
de una "Hauptplatz", que suele serla plaza del antiguo mercado, a la sombra de la catedral o
del ayuntamiento. La originalidad de esta plaza consiste en ser el ensanche, a guisa de
explanada, de una de las principales travesías de la ciudad. En otro estilo, gótico y neogótico,
ocurre lo mismo con las plazas mayores de Flandes. Simbolizan también la autonomía urbana
y la práctica del comercio.
Los parques son "jardines de paisaje" que han de tener carácter de aire libre pues vienen a ser
una naturaleza idealizada; que tiende a reunir en un espacio determinado fenómenos
hermosos del paisaje natural. Su construcción data de periodos muy antiguo, siendo,
originalmente, lugares de recreo y de retiro de las clases privilegiadas. Se conoce por una
descripción hecha por Plinio en carta dirigida a Apolinar como eran los parques romanos:
"Delante del pórtico hay un parque que cruzan muchos paseos, limitados a ambos lados por
cordones de boj, hay representadas distintas figuras de animales, unas junto a otras; entre
estas plantaciones serpentean plantas de acanto; alrededor se extiende un paseo limitado por
un seto recortado caprichosamente, _. _" Esta forma pasó al Renacimiento y siguieron este
modelo los jardines de Italia y Francia (muros revestidos de boj rosales, hiedra y pasionarias;
calles simétricas, de igual anchura, con cuadros simétricos, etc.). El proceso industrializador y
la concentración urbana que lleva parejo hacen que, desde mediados del siglo XIX, surjan en
las ciudades europeas importantes proyectos para la construcción de estos espacios
ajardinados con la finalidad de mejorar el medioambiente urbano. Las voces de alarma de los
higienistas y la propia conciencia de los urbanistas decimonónicos contribuyeron a hacer llegar
a buen término estos proyectos en Alemania, Francia, Inglaterra, Austria, Estados Unidos,
España, Italia o Rusia.
4. 2. 3. 4. Mobiliario urbano
Además de la edificación, en toda ciudad prolifera una serie de equipamientos de muy diverso
tipo que contribuyen al ornato y embellecimiento urbano Esto se refiere; por ejemplo, a los
monumentos formados por conjuntos escultóricos, a los arcos de triunfo, a las propias
esculturas de bulto redondo que se erigen en plazas, parques, jardines o aledaños de
autopistas, y que con un carácter conmemorativo o simbólico participan de las señas de
identidad de un núcleo urbano determinado y de las de sus ciudadanos.
También se incluyen en esta categoría los kioskos, los bancos, las balaustradas, las farolas, las
pérgolas, los relojes y otra serie de equipamientos que combinan función y estética,
particularmente, los relacionados con determinadas infraestructuras.
4. 2. 4. Estructura urbana
Sus piezas son el centro, las áreas residenciales, la franja rururbana o suburbana, las áreas
industriales y las áreas comerciales. Con frecuencia, dentro de ellas perviven enclaves de
paisajes residuales que son una herencia del ayer, y que se resisten a desaparecer bajo la
lógica de las fuerzas del mercado (conjuntos histórico- artísticos que constituyen espacios de
singular valor simbólico o convivencial para toda la ciudad).
4. 2. 4. 1. Centro urbano
Los centros urbanos son las piezas más representativas en el paisaje de las ciudades y su
significado desborda ampliamente el rol que les correspondería en función de su superficie,
entidad demográfica o actividad económica Siendo una parte pequeña del tejido urbano,
constituyen un espacio simbólico que sirve para identificar, diferenciar y dar personalidad a las
ciudades, ya que se trata del sector de la ciudad que mejor conserva "la memoria colectiva del
pasado", la cual debe ser transmitida a las generaciones futuras en la situación más próxima a
su estado originario.
En todas las ciudades, los centros se configuran como espacios polivalentes y complejos,
cargados de significados y valores que los individuos perciben mentalmente. Es, en
consecuencia, un espacio singular e irrepetible dentro del mosaico urbano, con una
significación y problemática propias aunque su evolución dependa; en gran medida, de las
variaciones de la ciudad en su conjunto.
Por ello, es fundamental la recuperación integrada, física, social y funcional de los centros de
las ciudades. Ahora bien, el centro de la ciudad no siempre coincide con el centro histórico,
pues el antiguo centro histórico ha podido ser desplazado por un área más moderna que
cumple las nuevas funciones de centro urbano. No obstante, estos son casos excepcionales y
en el casco histórico o en su entorno se localiza, en la mayoría de las ciudades, el centro
principal de su funcionamiento, el barrio comercial y de servicios, en el que se realizan
también actividades culturales y de ocio. En él se yuxtaponen las diferentes ciudades: la ciudad
de los turistas, la de los negocios, la del ocio y la de la cultura, etc.
Lo que se haga en él será determinante no solo para los residentes o para la gente que trabaja
en el mismo, sino para toda la ciudad y sus ciudadanos. Es además un "área sensible" donde
los problemas que se dan generalmente en casi todos los barrios centrales de la ciudad
(congestión de tráfico y aparcamiento en el viario, degradación ambiental, falta de espacios
libres) se agravan por las características especiales del callejero o del patrimonio edificado del
casco antiguo
Los centros históricos son un objetivo esencial de toda política patrimonial porque se trata de
los espacios que proveen a la ciudad de su imagen diferencial, porque concentran la oferta
urbana más atractiva para los visitantes y porque reflejan la calidad de vida y la cualidad
urbana alcanzada por la ciudad.
El profesor A Precedo Ledo ha elaborado una tipología de los centros de las ciudades
españolas que refleja las situaciones más frecuentes en estos sectores urbanos y las
necesidades de intervención que de ellas se derivan
• Centros monumentales dotados de alta significación En este grupo pueden incluirse los de
Toledo, Salamanca y otros. Se trata de centros antiguos que en la actualidad permanecen
activos y funcionales
Grupos sociales de clase media y alta, a la búsqueda del refinamiento (valores patrimoniales,
ambientales, culturales, etc.), demandan viviendas en el centro histórico. La rehabilitación,
como operación rentable para las promotoras inmobiliarias; ayuda a la conservación de esos
centros históricos y mejora su calidad. Es un tipo de proceso que afecta a pequeños
centroshistóricos y, fundamentalmente, a sectores específicos de muchos de ellos
• Centros históricos que pierden algunas funciones terciarias a favor de las de ocio-diversión,
con cierto carácter de degradación. En ellos se produce una tendencia hacia la marginalidad
sociológica.
• Centros históricos en los que el centro funcional solo ocupa una parte de aquel. El
floreciente pasado de las ciudades de Sevilla, Málaga o Murcia, por ejemplo, generó un centro
tan amplio que los espacios de valor patrimonial son tan extensos que las presiones
económicas para la sustitución morfológica y social hacen difícil la intervención para su
conservación total.
4. 2. 4. 2. Áreas residenciales
Más adelante en el tiempo se desarrolló la periferia suburbana que aún hoy es la zona
residencial más extensa, integrada por los asentamientos que fueron surgiendo en el
perímetro urbano y en los intersticios vacíos que existían entre las vías de acceso al centro.
Aparecieron como resultado del constante crecimiento de las ciudades durante el siglo XX,
sobre todo después de la ll Guerra Mundial.
La morfología y las características sociales de estas áreas varían mucho de unas ciudades a
otras. En Norteamérica, casi la totalidad de ellas está compuesta por viviendas unifamiliares
con un pequeño jardín En otros países, como Francia, Italia o España, predominan las viviendas
multifamiliares dispuestas en bloques. Su tipología y grado de densidad pueden variar
considerablemente en función de los niveles de renta de su población. En esta zona, por tanto,
se encuentran también los "barrios dormitorio" y los asentamientos marginales, sobre todo en
las ciudades de los países menos desarrollados.
4. 2. 4. 3. Franja periurbana
Las áreas residenciales periurbanas se suceden en el entorno de las ciudades, en lugares en los
que se superponen los usos residenciales con los usos rurales y con otros usos, lo que da una
clara plurifuncionalidad a dicha periferia urbana. La formación de estas áreas ha seguido una
secuencia similar en muchas ciudades. En un primer momento se situaron en la zona
suburbana las segundas viviendas; después los barrios para inmigrantes, las fábricas, los
equipamientos comerciales y de servicios. Finalmente, las grandes operaciones inmobiliarias y
las promociones de residencias de baja densidad se desarrollaron en la periferia más alejada,
dejando intercalados muchos núcleos rurales y favoreciendo procesos de anexión con otros
espacios urbanos.
Son las redes arteriales las que terminan por dar cohesión a estas áreas, que suelen dejar
bolsas de suelo no edificado. Por ello, la estructura urbana, de carácter anular, presenta una
morfología discontinua en ejes radiales o; lo que es lo mismo, adquiere una forma de estrella.
La periurbanización, como responsable de este nuevo tejido urbano hace más difícil distinguir
los límites de la ciudad.
4. 2. 4. 4. Áreas industriales
La industria crea un espacio concreto y bien delimitado en el tejido urbano, allí donde se
localizan las unidades de producción A menudo, pueden ser identificadas varias formas de
ocupación urbana en función de las diferentes fases históricas del proceso de industrialización
y de las distintas formas de organización que derivan del modelo de industrialización
adoptado. Ello permite establecer una tipología de asentamientos industriales de entre los
cuales encierran un marcado valor patrimonial los más antiguos, los establecimientos fabriles
próximos a los "water fronts" (fluviales o marítimos) y a las vías del ferrocarril.
Sin embargo, resulta prematuro considerar el posible valor patrimonial que adquirirán los
actuales polígonos industriales, aunque algunas iniciativas aisladas, desarrolladas en
determinados establecimientos fabriles podrán elevar, sin duda, a la categoría de patrimonio
algunas instalaciones (central hidroeléctrica salmantina de Aldeadávila, diseñada por Chillida).
Desde sus orígenes, la ciudad aparece caracterizada por una gran variedad de actividades que
facilitan el intercambio y la prestación de servicios, la razón de ser del fenómeno urbano. Es
difícil enumerar los establecimientos de esta gama tan amplia de actividades, pues se trata de
los que proporcionan a la ciudad una mayor diversidad. A modo de ejemplo figuran entre ellos
los relacionados con la actividad comercial: mercados locales, factorías, pequeños comercios,
supermercados, "grandes almacenes", áreas o superficies comerciales, etc. ; los vinculados a
funciones de carácter religioso: conventos, iglesias; catedrales, etc. ; los de carácter cultural:
centros de enseñanza, universidades, bibliotecas, museos, ateneos, galerías de arte, cines,
palacios de congresos, teatros, auditorios, etc. ; los de carácter recreativo: balnearios,
estaciones de montaña, parques de atracciones, etc. ; los vinculados a la hostelería: hoteles,
pensiones, restaurantes, cafés, pastelerías, etc. ; los de carácter financiero y de gestión y
dirección: oficinas, entidades bancarias, etc. ; los relacionados con la sanidad: hospitales,
clínicas, centros de salud, consultorios médicos, etc. ; los relacionados con la administración
pública ministerios, embajadas, palacios presidenciales, oficinas municipales, etc.
Este tipo de establecimientos se sitúa en las áreas de máxima accesibilidad dentro de la ciudad
y han permitido acuñar el concepto de CBD, es decir, del Central Bussiness District. Estos
centros especializados combinan la actividad comercial y los servicios en la búsqueda de la
complementariedad
Desde la década de los años cuarenta, en las ciudades norteamericanas se inició una tendencia
hacia el desplazamiento de las áreas comerciales hacia localizaciones periféricas, en
consonancia con la expansión de las áreas residenciales suburbanas y la generalización del uso
del automóvil. Son las llamadas "superficies comerciales", que hoy proliferan en otras muchas
ciudades del mundo que han secundado esta iniciativa. El atrevido diseño de muchas de estas
instalaciones les conferirá, probablemente, un futuro valor patrimonial.
Simultáneamente, y sin que ello suponga una contradicción, en los últimos años se aprecia una
recuperación de la actividad comercial de las áreas interiores y de los establecimientos de
reducidas dimensiones, en un resurgir de las ventas de la centralidad, lo cual ha hecho
necesaria la combinación de esta revitalización con las iniciativas de conservación patrimonial.
La ciudad es fruto de todo un complejo natural y humano. Es como un ser viviente, no solo por
la actividad de sus habitantes sino por su propia y profunda vida, el factor que, a su vez,
determina la heterogeneidad urbana de los países de la Tierra.
"Existen ciudades de clima frío y de luz escasa, ciudades de un calor sofocante, otras de fina
lluvia que lava los tejados de pizarra azul o aviva el rojo de las tejas planas, y las de sol
ardiente. Existen ciudades de montaña, colgadas o encajadas, y ciudades de llanura,
extendidas indefinidamente; ciudades escondidas entre parques y jardines y otras cubiertas de
chimeneas de fábricas; ciudades impelidas hacia el cielo y otras que se desarrollan a ras de
tierra; existen ciudades de ayer y ciudades de hoy_. _" (J Beaujeu-Garnier y G. Chabot).
¿Qué criterios han sido adoptados para el reconocimiento y catalogación de algunas de entre
todas las ciudades mundiales como Ciudades Patrimonio de la Humanidad?
Aquellos que también han sido utilizados para declarar un bien cultural como patrimonio
cultural mundial y que fueron establecidos inicialmente en la Conferencia General de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su
IP reunión, celebrada en París en 1972 y que entró en vigor en 1975 Entre ellos figuran
4. 3. 1. Recorrido histórico
En la declaración sobre la protección de los conjuntos históricos urbanos, emanada del Primer
Coloquio Internacional de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, celebrado en Quebec en
1991, se adoptó el compromiso de promover y garantizar una gestión ejemplar del patrimonio
y se creó, bajo los auspicios de la UNESCO una Red de Ciudades del Patrimonio Mundial,
destinada a favorecer la cooperación y el intercambio de información
Tras las deliberaciones del Segundo Coloquio Internacional de las Ciudades Patrimonio de la
Humanidad, celebrado en Fez (Marruecos) en 1993, se fundó la Organización de las Ciudades
del Patrimonio Mundial Precedido de un seminario celebrado en Santiago de Compostela en
noviembre de1994, tiene lugar el Tercer Coloquio Internacional de las Ciudades Patrimonio de
la Humanidad, en Bergen (Noruega), en la cual se ratifica el Protocolo de Bergen sobre la
comunicación y el intercambio entre las Ciudades del Patrimonio Mundial.
Durante cuatro días, los congresistas se mostraron interesados en "La innovación en la gestión
de las Ciudades del Patrimonio Mundial", lo cual desembocó en el denominado Manifiesto de
Santiago de Compostela.
En la ciudad de Puebla (México) se celebró en el año 2001, el Sexto Coloquio de las Ciudades
Patrimonio de la Humanidad. Los cerca de 1300 participantes pudieron intercambiar
opiniones acerca de las "Medidas de prevención y protección de las ciudades del patrimonio
mundial en caso de desastre"
El turismo es una oportunidad de desarrollo económico, pero bajo una gestión sostenible para
evitar los impactos negativos y acabar con la saturación que pone en peligro a las ciudades
patrimonio de la humanidad_
Estas son algunas de la conclusiones del Octavo Coloquio de Ciudades del Patrimonio Mundial
(OCPM), clausurado en Cuzco, la capital del antiguo Imperio Inca, y que ha acogido desde el
miércoles a 600 alcaldes y expertos de todo el mundo.
Para Yunis, quien adelantó que el turismo generó en 2004 ingresos por valor de 620_000
millones de dólares en todo el mundo, esta actividad "puede convertirse en fuente de
bienestar y fortalecer el orgullo de los residentes, sin destruir los valores tradicionales y sin
afectar el patrimonio material".
Observó también que entre el 30 y 40 por ciento del turismo mundial es cultural, con flujos de
visitantes crecientes hacia centros urbanos y ciudades del patrimonio.
En este contexto, propuso "reducir al mínimo el impacto" mediante políticas de creación de
empleo local que contribuyan a aliviar la pobreza y lideradas por las autoridades del lugar.
Estas deben ser sostenibles y que no hieran el patrimonio ni la sensibilidad de los pueblos, con
el apoyo de otras instituciones públicas y privadas.
Asimismo, propuso como soluciones a los problemas un incremento de tarifas para el acceso a
los monumentos, reducir al máximo las fugas económicas, potenciar el consumo de productos
locales, mejorar los accesos y reducir el número de visitantes a determinados sitios para evitar
el turismo masivo.
Hasta principios de 2015, cerca de 270 ciudades habían sido inscritas en la Lista del Patrimonio
Mundial. De Estambul a Kyoto, pasando por Granada, París o Quebec, las ciudades del
Patrimonio Mundial se hallan diseminadas de una a otra punta del mundo.
Cada una es diferente, pero todas están relacionadas con la historia de las civilizaciones. Es un
listado que cada año se incrementa.
(http://www_ovpm. orq/es/ciudades)_
En los siguientes apartados se señalan algunos de los criterios que llevaron a determinadas
ciudades de la relación enumerada a participar en ella. También se expresan algunos ejemplos
concretos de esta clasificación. Es decir, se destacan los principales hitos de carácter histórico,
urbanístico y arquitectónico que han llevado a declarar a dichas Ciudades Patrimonio de la
Humanidad. La información que aportamos procede de la tarea de divulgación que realiza la
propia UNESCO
4. 3. 2. Ciudades Santas
4. 3. 2. 1. Jerusalén (Israel)
Excepcional destino el de Jerusalén, ciudad tres veces santa, cuna de las religiones cristiana,
judía y musulmana.
En el año 1000 a.C., el rey David se apoderó de Jerusalén Esta modesta ciudad fortificada se
convirtió bajo su reinado y, posteriormente, bap el de Salomón (970-931) en una ciudad
magnifica Este último mandó a construir el Templo, imponente edificio que quedó grabado en
las memorias. En el año 586 a. C Nabucodonosor saqueó la ciudad, quemó el Templo y deportó
a sus habitantes. Ciro el Grande, el conquistador persa, hizo volver a la población y
reconstruyó el Templo.
En el 332 a.C., Jerusalén fue conquistada por Alejandro Magno. Pasó a manos de los romanos
en el 64 a. C. El rey Herodes reconstruyó de nuevo el Templo en el 40 a. C. Tras una revuelta
de sus habitantes, la ciudad fue arrasada por Tito en el 70 d. C. Bajo la influencia del
emperador Constantino se desarrolló el cristianismo en el siglo IV y Jerusalén adquirió
rápidamente el estatus de ciudad santa para los cristianos. Tres siglos más tarde, bajo
dominación musulmana; se convirtió en una ciudad santa para el Islam.
Por ello, la Cúpula de la Roca o Mezquita de Omar, finalizada en el 691, fue construida sobre el
emplazamiento del primero y segundos templos
Los cruzados se apoderaron de la ciudad en 1099 pero fue reconquistada por Saladino en
1177. A partir de 1516 y bajo el dominio turco, recuperó parte de su gloria con el reinado de
Solimán el Magnífico. Siguió siendo otomana hasta 1920.
Hoy, la ciudad Sigue estando rodeada por las impresionantes murallas de Solimán, en las que
se abren siete puertas. Además, se mantiene claramente el trazado medieval en el plano de la
zona antigua, la cual está repleta de edificios simbólicos.
La basílica del Santo Sepulcro (335), rodeada de edificios de los siglos X, XI y XII, conduce al
Gólgota, donde se descubrieron las reliquias de la Cruz Más allá, la Cúpula de la Roca,
construida por el califa Abd-al-Malik, sigue sorprendiendo por su extraordinaria redondez El
exterior del edificio está enteramente cubierto por una fantasía de mármol, mosaicos y citas
del Corám.
Muy cerca, la mezquita de al-Aqsa, construida sobre los vestigios de una mezquita bizantina, se
alza por encima de las grandes salas llamadas "Cuadros de Salomón".
La antigua ciudad también alberga hermosas sinagogas de los Siglos XV, XVI y XVII, mezquitas y
sepulcros sagrados, escuelas de teología y monasterios de diversas confesiones y, por
supuesto, el lugar más importante de la comunidad judía, el Muro de las Lamentaciones.
Las comunidades cristiana, judía, musulmana y armenia comparten este espacio, cada una de
ellas en sus respectivos barrios. Esta división evoca la riqueza, la complejidad y la fragilidad de
esta magnífica ciudad.
Santiago de Compostela, destruida en el año 997 por las tropas musulmanas (huestes de
Almanzor), fue íntegramente reconstruida en el siglo XI en torno al sepulcro del apóstol. El
obispo Diego de Peláez promovió las obras de la Catedral. Se inició entonces un período de
gran prestigio religioso para la ciudad; marcado por la llegada de los peregrinos que surcaron
las distintas rutas que convergen en Santiago. La Reconquista reforzó la importancia de esta
metrópolis religiosa, artística y cultural de Galicia.
La Catedral posee una admirable estructura románica. La construcción iniciada en el siglo XI,
continuó en el XII y finalizó con la alzada del Pórtico de la Gloria. Fue embellecida por la unión
de las capillas góticas del coro y del crucero, de una cúpula, de un claustro renacentista y del
inmenso estuche barroco, churrigueresco, del Obradoiro, en 1738.
La plaza de este nombre constituye uno de los espacios europeos más hermosos, en torno al
cual se mezclan las formas románicas y góticas del palacio de Gelmírez y del colegio de San
Jerónimo, las fachadas renacentistas y el magnífico pórtico plateresco del Hospital de los Reyes
Católicos, hoy Parador de Turismo, y la estructura neoclásica del palacio Raxoi, sede de la
Xunta de Galicia y del Ayuntamiento.
En la ciudad antigua se pueden descubrir numerosos edificios civiles y religiosos del periodo
renacentista, además de que está también poderosamente influenciada por los siglos WII y
WIII. La Plaza de la Platería tiene un marcado carácter veneciano gracias al lujo simbólico de
sus arquivoltas. La Plaza de la Azabachería, por su parte, que se remansa entre los atrios de la
Catedral y de San Martín Pinario, es de muy diferente carácter.
También aparecen relacionadas algunas ciudades que formaban parte de la Hansa o, lo que es
lo mismo, las ciudades hanseáticas de Bergen, Lübecky Novgorod.
4. 3. 3. 1. Lübeck (Alemania)
La ciudad se caracteriza por el trazado de dos vías de circulación paralelas. Este plano
testimonia la expansión de la ciudad y su organización socioeconómica. Al oeste, se
encontraban los barrios más ricos, con las factorías y viviendas de los grandes comerciantes; al
este, el barrio de los artesanos y pequeñas explotaciones.
Los "stiftungshõfe", pequeñas parcelas situadas en el patio, ilustran la política caritativa de los
comerciantes, que alojaban a las empobrecidas viudas de sus compañeros muertos.
A pesar de los daños ocasionados por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, la
estructura característica de la antigua ciudad permanece intacta. Está constituida
esencialmente por casas patricias de los siglos W y XVI, por monumentos de ladrillo como el
célebre Holstentor, puerta fortificada, o los Almacenes de la Sal.
Entre las ciudades medievales europeas, han sido declaradas "Patrimonio de la Humanidad"
las de Ávila, Berna, Cesky Krumlov, Cracovia, Dubrovnik, Florencia, Quedllnburg, San
Gimignano, Estrasburgo y Venecia_
4. 3. 4. 1. Berna (Suiza)
Fue fundada por el duque Berthold V de Zãhringen a finales del siglo XII. Rápidamente se
convirtió en una ciudad libre (1218) y conoció una primera ampliación de su territorio urbano.
Volvió a crecer bajo el protectorado de Pedro ll y, más tarde, a finales del siglo XIII. Durante
los siglos XIV y W se encontró en medio de un estado poderoso y desempeñó un importante
papel. Con su adhesión a la Reforma en 1528 conoció un periodo de gran prosperidad que
alcanzó su máximo desarrollo durante el siglo XVlll.
La famosa torre del Reloj (Zeitglockenturm) se construyó en el siglo XIII, pero fue ampliamente
restaurada cinco siglos más tarde
La mayoría de las viviendas construidas en el siglo XVI, en gres, fueron reconstruidas dos siglos
después. En consecuencia, la fisonomía de la ciudad corresponde principalmente al siglo XVIII.
Desde 1848, Berna desempeña el papel de capital, por lo que se erigieron en ella importantes
monumentos públicos como el Palacio Federal, el Museo de Bellas Artes o el Museo histórico.
4. 3. 4. 2. Cracovia (Polonia)
Cracovia se desarrolló en el siglo X, a orillas del Vístula, a los pies del monte Wawe. Fue
fortificada de inmediato. En el siglo XI, la dinastía de los Piast, que llevó a cabo la unificación
del país y su cristianización, instaló la sede del estado en el burgo
El castillo de Wawe, gótico en su origen, fue transformado en el siglo XVI en una suntuosa
vivienda renacentista bajo la dirección de los arquitectos italianos Francesco Fiorentino y
Bartolomeo Berecci. El siglo XVII aportó un toque barroco a este hermoso conjunto
La catedral, construida en el siglo XVI, contiene la magnífica capilla de Segismundo, valioso
ejemplo del arte del Renacimiento.
En el centro de la antigua ciudad, se encuentra la plaza del mercado, una de las más grandes
de Europa, obra maestra del riguroso plano trazado en el siglo XIII Está dominada por la
atalaya gótica del ayuntamiento (1383), muy cerca del célebre mercado de las telas, ornada
durante el Renacimiento y embellecida por columnatas neogóticas en el siglo XIX
La iglesia de Nuestra Señora, basílica de tres naves, erigida a partir de 1360 en estilo gótico
polaco, tiene un magnifico altar pentático realizado por Wit Stwosz entre 1477 y 1489
En el centro de la ciudad, perduran hermosos hoteles privados de los siglos XVI y XVII.
Además, en Kazimiers, testimonio de la arquitectura medieval del siglo XIV, destacan las
iglesias de Santa Catalina (1340) y del Corpus Cristi (1369), así como los monumentos del
antiguo barrio judío
De las ciudades del Nuevo Mundo, Antigua Guatemala, Cuzco, Lima, México, Morelia, Oaxaca,
Puebla, Quito y Sucre, entre otras, han recibido esta catalogación.
4. 3. 5. 1. Lima (Perú)
La ciudad fue fundada por Francisco Pizarro en 1535 en torno al río Rimaq nombre que por
deformación ha dado Lima. El puerto de Callao, muy cercano y fortificado; facilitó la defensa
marítima de la ciudad, donde había decidido instalarse el virrey de Perú, sin duda atraído por
la proximidad del mar. A finales del siglo XVII, una muralla construida alrededor de la ciudad
permitía hacer frente a los eventuales invasores procedentes del interior.
Desde 1551, la capital peruana fue dotada de una universidad y se instaló la primera imprenta
en 1584. Se desarrolló en ella una importante vida cultural fuertemente influenciada por las
órdenes religiosas -monasterios de San Francisco, Santo Domingo, San Agustín- seguida, en el
siglo XVII de un gran desarrollo económico.
4. 3. 5. 2. Puebla (México)
Puebla fue fundada por los españoles "ex nihilo" en 1531. Convertida en sede episcopal en
1539, se desarrolló rápidamente. En el Siglo XVII suplantó a la cercana Cholula, antigua ciudad
indígena, gracias a una importante industria textil. Conoció una gran prosperidad durante el
siglo XVIII.
Durante la primera década de este siglo también tomó parte activa en actos revolucionarios.
Como muchas de las ciudades españolas del Nuevo Mundo, Puebla se construyó siguiendo el
plano en damero. Encierra magníficas iglesias y palacios barrocos, en especial la iglesia del
Rosario, las iglesias de Santo Domingo, San Cristóbal o la biblioteca Plafoxiana.
Las cúpulas de las iglesias y las casas están revestidas de azulejos, baldosas de loza multicolor
esmaltada.
Esta ciudad se halla enclavada en una cuenca de 30 kilómetros de largo entre espectaculares
montañas. Por momentos, parece que se mantiene recostada en el regazo de una abrupta
naturaleza, en otros, resulta frágil, como desprotegida, como si un fuerte viento de verano
pudiera hacerla rodar hacia cualquier parte. Situada a 2_820 metros de altitud, en las
pendientes del volcán Pichincha, la capital de Ecuador ha desempeñado siempre un papel
político de primer orden. Sobre un antiguo emplazamiento indígena, desalojado a lo largo del
tiempo, se produjo el asentamiento español en 1534. De aquel no quedan huellas
constructivas
Bajo el reinado de Carlos V, fue sede del gobierno; más tarde, con Felipe ll, albergó el
Parlamento de la provincia. Con estos hitos se inició un proceso de evolución muy lento que
discurrió a lo largo de trescientos años. Los movimientos sísmicos impidieron el crecimiento
extensivo de la ciudad Se podría decir que el núcleo urbano estuvo sometido periódicamente a
un proceso de sismos, epidemias y reconstrucción No obstante, de toda América Latina, el
centro histórico de Quito es el mejor conservado y ello, a pesar del devastador temblor de
tierra de 1917. Todo él es un rico testimonio de la escuela barroca de Quito, estilo
caracterizado por la fusión del arte español, italiano, flamenco, musulmán e indígena. Se
pueden citar, por ejemplo, los monasterios de San Francisco, Santo Domingo o San Agustín y la
iglesia y el colegio jesuita de la Compañía, que destacan por sus magníficas decoraciones
interiores.
4. 3. 5. 4. La Habana (Cuba)
Fundada en 1514 por los conquistadores españoles en la costa sur de Cuba y trasladada más
tarde a la norte, hasta su definitivo emplazamiento en el puerto de Carenas (1519), La Habana
se convirtió en la ciudad más importante de la isla, sobre todo, cuando el gobernador instaló
en ella sus cuarteles, en 1550.
Los españoles llevaron a cabo su fortificación desde el siglo XVI, y prosiguieron durante
trescientos años, ante los repetidos ataques de los corsarios y piratas.
Su conformación se definió, en gran medida, por las murallas que la ciñeron por tierra y mar y
su trazado en cuadrícula irregular, parte de la Plaza de Armas, ubicada frente al mar.
En la actualidad, todavía se conserva este antiguo trazado urbano. Sus grandes plazas
recuerdan las funciones militares, comerciales, religiosas y administrativas de la ciudad.
Situadas cerca del puerto y el mar, están rodeadas por iglesias, palacios y casas señoriales de
estilo barroco y neoclásico.
En la Plaza de Armas, se encuentran los palacios de los Capitanes Generales y del Segundo
Cabo, recientemente restaurados. En la plaza de la Catedral, los palacios y la Catedral
muestran una hermosa arquitectura barroca.
Las galerías y columnas de las casas señoriales proporcionan toda la elegancia a la Plaza Meja y
detrás del monasterio de San Francisco, la Plaza de San Francisco es uno de los lugares más
animados de la capital.
4. 3. 6. 1. Djenné (Mali)
En el 250 a. C., Djenné Djeno estaba ya ocupada, y durante mucho tiempo la población vivió de
la pesca y del cultivo del arroz. La urbanización fue llevada a cabo por los pueblos Nono, cuyos
comerciantes desempeñaron muy pronto un importante papel en el comercio transahariano
del oro, explotado desde el siglo IX para satisfacer las demandas de los musulmanes. En el
siglo XIII, la islamización del imperio condujo a la estabilidad política y a una mayor
prosperidad comercial. Djenné intercambiaba los productos del Magreb y de Europa con los
del África Negra Posteriormente, conoció una época dorada durante los siglos XV y XVI, al igual
que Tombuctú, cuando se convirtió en un importante centro de difusión del Islam.
Cayó en manos de los marroquíes en 1591, de los peul en 1810 y de los toucouleurs en 1862 y,
finalmente, en 1893 se convirtió en colonia francesa. Hasta su independencia, no volvió a
conocer otra etapa de desarrollo.
La ciudad de Djenné está dividida en dos por una gran avenida, con la plaza del mercado al sur,
dominada por la Gran Mezquita. A ambas partes de la avenida, se reparten más de 1. 800
casas tradicionales. Su arquitectura, influenciada por la de Marruecos, se caracteriza por su
verticalidad.
Djenné fue considerada durante mucho tiempo como "la más hermosa ciudad de África" y
actualmente, a pesar de los serios problemas demográficos, otorga un especial cuidado a la
conservación de su patrimonio.
4. 3. 6. 2. Kyoto (Japón)
A finales del siglo XII, tras una violenta guerra civil, la poderosa clase de los samuráis tomó el
poder. De este periodo llamado Kamakura, se conserva el sekisuiin (tesoro nacional) del
templo de Kozan-ji. El período Muromachi -de 1333 a 1573- conoció el desarrollo de
numerosas sectas budistas. En Kyoto, el templo de Tenryu-jiy los jardines Saiho-ji son los
testimonios de esta época.
El periodo Momoyama -de 1574 a 1615- fue breve pero permitió imponer nuevas formas de
arte, como el teatro nô, la ceremonia del té, el trabajo floral o los jardines imitadores de los
paisajes naturales.
En Kyoto, los testimonios de esta época son el conjunto residencial Sampo-in, los jardines de
Daigo-jo y el castillo de Nijo-jo.
Durante el periodo de Edo -de 1615 a 1867-, algunos templos del período Heian fueron
restaurados en estilo tradicional y Kyoto se convirtió entonces en un importante centro de
peregrinación Finalmente, en 1868, el poder, bajo el reinado del emperador Meiji Tenno,
abandonó Kyoto para instalarse en Tokyo.
Casi todos los edificios históricos de Japón han sido construidos en madera. Si un buen número
de ellos ha sido devastado por los incendios o las guerras, los que permanecen han sido
protegidos y se integran adecuadamente en el entorno natural. La tradición japonesa, en lo
que respecta a la restauración, asegura su autenticidad.
Esta ciudad, que sin duda alguna existía desde los inicios de la ruta del incienso (siglo III d.C.)
desempeñó un importante papel en los inicios de la Hégira, convirtiéndose en la capital del
gobierno islámico de la región Siendo el centro de oposición hadramita en la época de los
Omeyas (746), fue al mismo tiempo la sede del poder ibadita, que se mantuvo hasta el siglo XI.
En 1219, se convirtió en la capital de los AyubÍes y lo siguió siendo hasta 1520.
Durante el siglo X, Shibam era un importante centro comercial, una ciudad de caravanas que
se enriqueció gracias a las gemas, el oro, las especias, a los dátiles y las telas que circulaban
por sus mercados. Esta prosperidad duró siglos y se acrecentó en el siglo XVIII con las
ganancias obtenidas por sus emigrantes en África oriental.
En 1532, tras una devastadora crecida del Hadramaout durante la cual perecieron quince mil
personas, es decir, la mitad de la población, la ciudad fue íntegramente reconstruida en alto Se
edificaron impresionantes construcciones, que parecían escarpes naturales de la llanura
Además, la ciudad está rodeada por una muralla de tierra de seis metros. Sobre un plano
octogonal, se organiza en bloques de viviendas construidas en tierra. Sus calles forman ángulos
quebrados que rompen toda perspectiva. La mayoría de las casas tiene de cinco a seis pisos, la
más alta, ocho, y mide aproximadamente treinta metros de altura
En medio de esta sorprendente arquitectura, a menudo con detalles refinados, dos edificios
antiguos han soportado las grandes inundaciones: la Mezquita del Viernes, construida en el
904 (año 133 de la Hégira) y el Castillo, sede del gobierno desde 1220 (año 617 de la Hégira).
La isla, que mide 900 metros de norte a sur, posee todavía fortificaciones, edificios religiosos
-iglesias, mezquitas- y civiles, hospital y palacio. Las casas coloniales, con techos de teja y de
color ocre amarillento, se remontan al siglo WIIL Constan de dos niveles: el primer piso,
residencia de los amos, está rodeado de galerías con columnatas neoclásicas; la planta baja
sombría y reducida, daba cobijo a los esclavos. En 1815, el Congreso de Mena condenó la trata
de esclavos, pero no la abolió por completo. Nada ha podido borrar las heridas ancestrales y la
antigua Casa de los esclavos ha sido restaurada y convertida en museo.
Una modesta evaluación estima en once millones de africanos, los deportados de África entre
1451 y 1870. En Gorée, numerosos lugares permanecen intactos para que no desaparezca el
recuerdo de la explotación del hombre por sus semejantes.
Desde el segundo milenio a. de C, Damasco fue una importante ciudad semítica Diez siglos más
tarde, se convertía en la capital del reino arameo. Después de muchas invasiones; fue
finalmente conquistada por Alejandro Magno. Estuvo bajo el dominio romano desde el 64 a.
C. y se hizo musulmana en el 636 de nuestra era.
Entre el 650 y el 750, los Omeyas convirtieron a Damasco en capital de un floreciente imperio
que se extendía desde los confines de China hasta el norte de África. Luego del dominio abasí,
el fundador de la dinastía de los AyubÍes, Saladino, se instaló en ella poco antes de ganar
Jerusalén a los cruzados (1187). Se abría un nuevo periodo de prosperidad para la ciudad. En
1516, se hizo otomana.
Aunque la ciudad antigua hace alardes de su carácter islámico, el trazado urbano conserva
huellas romanas y bizantinas. Así, la Gran Mezquita (o Mezquita de los Omeyas), iniciada en el
año 707; está ubicada en el recinto sagrado de un antiguo templo romano. En el interior de las
ruinas de las fortificaciones del siglo XIII, más de 125 monumentos son el testimonio vivo de la
historia de Damasco; entre ellos, el mausoleo de Saladino (siglo XIII) y la mezquita Süleymaniye
(siglo XVI).
4. 3. 7. 3. Quebec (Canadá)
Samuel de Champlain fundó en 1608 la capital de Nueva Francia, sobre una meseta que
domina el río San Lorenzo. La ciudad se desarrolló sobre este promontorio llamado el Cabo de
los Diamantes, protegido por el fuerte San Luis.
Quebec fue una plaza fuerte, un núcleo de población y un puerto, donde los navíos
desembarcaban las mercancías procedentes de Europa y embarcaban las tan apreciadas pieles
del Gran Norte.
En 1720 se construyó una muralla. El ingeniero Elias Durnford levantó una ciudadela en el
extremo suroeste del Cabo de los Diamantes entre los años de 1819 y 1831.
En la Ciudad Baja, no muy lejos del puerto, se encuentran los barrios más antiguos, en torno a
la Plaza Real, erigida en honor de Luis XIV, y rodeada, como la calle de Nuestra Señora, por
casas antiguas de los siglos XVII y XVIII. La iglesia de Nuestra Señora de las Victorias,
construida en 1688, fue incendiada durante el cerco de 1759, pero se reconstruyó de idéntica
forma bajo el dominio inglés.
En la Ciudad Alta, los Monasterios de los Jesuitas (1625), de los Recoletos (1629) y de las
Ursulinas (1642) conservan, a pesar de las vicisitudes de la historia -y concretamente de los
devastadores incendios de los siglos XVIII y XIX- hermosas partes antiguas. Pero fue en el siglo
XIX cuando la ciudad tomó el aspecto que tiene en la actualidad, muy marcada por la influencia
de los Baillairgé, arquitectos que impusieron una interesante interpretación del estilo
neoclásico_
4. 3. 7. 4. Salamanca (España)
La Universidad de Salamanca es una de las cuatro más antiguas de Europa y la más antigua de
España La Escuela de la Catedral, que existía a finales del siglo XII, fue transformada a
principios del siglo XIII en "studium generale" por el rey leonés Alfonso IX y recibió importantes
privilegios por parte de Afonso X el Sabio
Entre los conventos que destacan pueden ser mencionados el Convento de las Dueñas, del
más fino estilo plateresco y el Convento de San Esteban, con portada del mismo estilo y de
gran monumentalidad
El ejemplo más hermoso del Renacimiento es el Colegio del Arzobispo Fonseca o Colegio de
Irlandeses, construido en 1527. El Palacio de Monterrey por su parte, es el más popular de
toda la arquitectura civil española del Renacimiento. Otras edificaciones importantes son el
Colegio de Huérfanos (1549), los Colegios de San Pelayo (1567), Santa Catalina (1594), San
Ildefonso (1606) y los colegios barrocos de la Orden Militar de Calatrava (1717), el de San
Ambrosio (1720) y la Universidad Pontificia.
La Plaza Mayor es la más suntuosa de todas las plazas barrocas de España. Fue iniciada en
1729 según los planos de Alberto Churriguera y finalizada en 1755 por Andrés García
Quiñones. Es uno de los monumentos cumbres del barroco español. Es una plaza porticada,
con arcos de medio punto y medallones de reyes y de personajes de la historia de España.
Consta de tres plantas con severo balconaje de hierro e interesante y sencilla decoración
barroca. En ella destacan la fachada del Ayuntamiento y el lateral del Este o Pabellón Real.
Con la Clerecía (seminario jesuita), los colegios de Calatrava, San Ambrosio, las iglesias de San
Sebastián, San Esteban y Santa Cruz de Cañizares o la nueva Catedral; en Salamanca se
completa una importante representación del arte barroco español.
4. 3. 7. 5. Brasilia (Brasil)
La ciudad fue creada en 1956. Juscelino Kubitschek, entonces presidente de la República, fue
quien inició el proyecto, nombrando a Oscar Niemeyer director del Departamento de
Arquitectura y Urbanismo. Lúcio Costa organizó su plano en torno a dos ejes. El eje norte-sur,
curvado, constituye una red de comunicación de autopistas a lo largo del cual se alinean las
zonas residenciales, organizadas en barrios autónomos. Los edificios de seis pisos (quadras)
están construidos sobre pilotes, siguiendo los principios de Le Corbusier.
El eje este-oeste enlaza los barrios administrativos y forma la gran vía monumental de la
ciudad. Allí, Oscar Niemeyer elevó edificios remarcables por la pureza de sus formas y por su
carácter monumental, estableciendo hábiles oposiciones entre líneas horizontales y verticales.
El Palacio del Congreso, compuesto por dos torres gemelas, posee dos cúpulas, una alberga el
Senado y la otra, invertida, la Cámara de los Diputados.
La Catedral es una formidable construcción con dieciséis arcos de hormigón que se elevan
hacia el cielo. La Plaza de los Tres Poderes, el Palacio del Planalto, el Palacio de la Corte
Suprema, el Panteón y el Teatro Nacional asocian los volúmenes rectangulares a las superficies
curvas y los materiales toscos a las superficies satinadas.
4. 3. 7. 6. Huê (Vietnam)
En 1802, Gia Long, fundador de la dinastía Nguyen, convirtió Hué en la capital del Vietnam
unificado. Confió la tarea a Nguyen Van Yen, comandante de la unidad militar especializada en
la construcción de ciudades.
Con la ayuda de 30. 000 obreros y soldados este último construyó la ciudad entre 1805 y 1832.
Entre los edificios más bellos de la ciudad interior, pueden citarse el palacio de la Suprema
Armonía (Dien Thai Hoa), el templo Mieu, el palacio de la Reina Madre (Cung Dien Tho) y el
pabellón de la Deslumbrante Benevolencia (Hien Lan Cac).
La Ciudad Prohibida está rodeada también por una muralla de ladrillo. El muro frontal solo
tenía una puerta, reservada exclusivamente para el rey. Cada una de las puertas restantes
tenía una función específica. En esta zona se encontraban las residencias reales, pero de los
cuarenta edificios construidos, solo quedan, en la mayoría de ellos, los cimientos.
En las orillas del Río de los Perfumes, aún perduran el Templo de la Literatura (Van Mieu), la
explanada del Sacrificio del Sol y el Mar (Dan Man Giao), el Templo del Elefante que barrita
(Den Voi Re) y la Pagoda de la Dama Celeste (Chua Thien Mu).
Herederos de un largo pasado histórico o construidos en una época en la que los estilos
arquitectónicos estaban bien definidos, los edificios y los conjuntos que forman el casco
antiguo han llegado a tener un valor cultural que la comunidad trata de preservar. En
consecuencia, las agresiones al patrimonio urbano pueden ser identificadas como agresiones
perpetradas al centro de la ciudad, un área cargada de valores, que ha concitado todo tipo de
reflexiones tendentes a frenar su deterioro y a lograr su revitalización.
En los núcleos urbanos de los países menos desarrollados, el centro, aunque ha sido
abandonado por una parte de la población acomodada, que se ha instalado en nuevos barrios
residenciales, ha sufrido un importante proceso de densificación. En la actualidad, las grandes
migraciones que afectan a las ciudades de los países pobres y que han dado lugar a un
crecimiento demográfico de sus áreas urbanas, sin precedentes en la historia del urbanismo,
producen una mayor concentración en el casco antiguo. Las poblaciones han construido
alojamientos dividiendo el interior de las viejas casas, han aprovechado los espacios liberados
por las clases sociales más acomodadas para levantar casas precarias, todo lo cual ha
favorecido un proceso de pauperización de los centros urbanos.
Como reacción a estos procesos de degradación se acomete, desde la década de los ochenta,
el proceso de renovación o de rehabilitación que también ha sido denominado de
reurbanización del centro. Se trata de intervenciones multidireccionales que han orientado la
recuperación de dichas áreas. Por ejemplo, restauración de inmuebles mediante costosas
operaciones de rehabilitación, iniciativas inmobiliarias destinadas a dotar con nuevos servicios
de recreo esos espacios y a realojar grupos sociales con elevado poder adquisitivo, búsqueda
de especializaciones terciarias de calidad, de carácter comercial y, fundamentalmente, de
carácter cultural, con fines universitarios, con intervenciones de carácter político-
administrativo, etc.
Estas iniciativas han sido la respuesta a las dinámicas diferenciadas que afectan en nuestros
días a los cascos antiguos, cuya problemática ofrecemos a continuación, junto a las causas que
la determinan.
Causas estructurales explican que los centros urbanos se vean afectados por problemas de
falta de confort de los inmuebles, por escasez de zonas verdes, por deficiencias de
equipamiento y por dificultades de circulación y estacionamiento. La inadecuación de las
viviendas y de los edificios a la demanda habitacional de calidad se suma a la inadaptación de
la trama y del tejido urbano a las nuevas necesidades de movimiento, es decir, al tráfico, de
forma que el centro urbano presenta patologías físicas e infraestructurales
Una de las más importantes causas de deterioro viene dada por las dificultades de acceso y de
movilidad que tienen estas zonas de la ciudad. Sin transporte no hay economías de escala, ni
turismo, ni especialización funcional del territorio. La generalización del automóvil incita al
desplazamiento e interviene en las formas de vida y en las pautas de comportamiento. Sin
embargo, las infraestructuras de transporte son las más conflictivas desde el punto de vista
ambiental.
La circulación rodada en la ciudad y, particularmente, en los centros urbanos es uno de los más
importantes agentes de consumo de combustibles fósiles y, por tanto, una de las principales
causas de contaminación por óxidos de carbono y por la emisión de clorofluocarbonos
(tránsito de los transportes refrigerados y emisiones del aire acondicionado de los vehículos).
Además, el impacto del transporte en el medio tiene como causas primeras la localización y
construcción de las infraestructuras, el desplazamiento de personas y mercancías y los
problemas que el estacionamiento introduce en la escena urbana. Este último altera el paisaje
urbano, reduce el espacio vital y, con frecuencia, las zonas verdes utilizables. Son factores
negativos añadidos, la contaminación por el ruido y las vibraciones que el transporte ocasiona.
Los efectos negativos ambientales aparecen con mayor intensidad en las calles principales,
pero el aparcamiento de vehículos es algo que afecta a todo el callejero del centro urbano.
Por ello, el aparcamiento masivo en la vía pública aparece como uno de los problemas más
graves cuya solución es clave para resolver la degradación ambiental y para conseguir la
mejora de vida de sus habitantes
Un caso extremo de este tipo constructivo se puede apreciar en las "corralas" madrileñas, en
las que se conjugaban deficiencias de salubridad, por la angostura de sus patios que restringían
la iluminación y la ventilación natural, una ínfima dimensión de las viviendas, en general en
torno a los 20 0 30 metros cuadrados y la carencia de agua y de servicios higiénicos (una sola
fuente en el patio y un solo cuarto de retrete común a todas las viviendas del corredor). En
1980, existían todavía en Madrid unas 14. 000 viviendas en "corralas"; con esas deficiencias. A
ellas se sumaban además muchos otros alojamientos populares de la misma época que aún
seguían estando funcionales.
Los riesgos y amenazas para el futuro de las ciudades patrimonio resultan muchas veces no
solo de agresiones directas a su realidad física, sino también, y sobre todo, de los propios
fenómenos económicos y sociales y de las tensiones de este orden que genera el devenir de
una sociedad dada.
Por una parte, el uso residencial no puede competir, en términos de precio del suelo, con las
funciones centrales. Es decir, la magnitud y la ubicación de estas son las que fuerzan a las
residenciales a cederles territorio. La especulación sobre este bien escaso, que es el suelo
urbano, ha sido protagonizada por los propietarios, con su afán de beneficiarse de las
plusvalías de solares viejos, inmuebles, viviendas y locales, y por los promotores inmobiliarios y
empresas de la construcción, con su interés por las operaciones de derribo que favorecen la
renovación de estas áreas.
Por otra parte, la ubicación de las funciones centrales es resultado directo de su propia
magnitud, de su dinamismo y de las características físicas de los cascos antiguos Las
constricciones del tejido urbano y las dificultades de acceso al área central han forzado, en
muchos casos, a una relocalización de las funciones tercianas. Por ello, muchas veces
abandona este espacio, con lo que se cede de nuevo suelo a la función residencial. Las
limitaciones pueden venir impuestas por las propias características morfológicas del área
central, pero también por la legislación urbanística que ha podido permitir o no la construcción
en altura, incrementando o impidiendo, de este modo, la superficie disponible para nuevos
usos.
En este panorama, sus calles se ven "invidadidas" por las actividades de ocio,
fundamentalmente en horas nocturnas y los fines de semana, ocasionando impactos negativos
en el medio ambiente urbano
A corto plazo, se visualizan situaciones de aguda crisis en los centros urbanos a consecuencia
de la pérdida de población residencial y del envejecimiento que caracteriza a la que aún vive
en ellos, con la proliferación, cada vez más frecuente, de viviendas ocupadas solo por
matrimonios ancianos o por ancianos que habitan en soledad. Una política social de atención
domiciliaria y de integración en la sociedad intenta solucionar en los países desarrollados los
problemas referidos a los ancianos que residen en sus viviendas, particularmente, en estos
barrios centrales de la ciudad puesto que la vivienda tiene para las personas mayores una
identidad psicológica largamente establecida. La gran mayoría de las personas de edad vive en
sus domicilios particulares y las tasas de residentes en establecimientos colectivos son muy
bajas, sin embargo, la calidad de las viviendas está por debajo de la media general en términos
de condiciones físicas, comodidades y barreras arquitectónicas, circunstancias especialmente
graves en el caso de las personas mayores.
En las zonas urbanas los mayores tienden a vivir en las áreas más céntricas que se ven
afectadas por graves problemas de contaminación, tráfico, ruidos o criminalidad. Pese a todo,
las personas de edad "dependientes" prefieren vivir en su propio hogar antes que en
instituciones. Un factor derivado de todo ello es el del deterioro físico de los inmuebles pues
las reparaciones se ven condicionadas por el escaso poder adquisitivo de estos vecinos.
Además, en estudios recientes, con perspectiva histórica, se demuestra que ha habido un
incremento de los niveles de pobreza de las personas de edad avanzada.
Este panorama describe la dinámica social de las áreas centrales de muchas ciudades de los
países más desarrollados_
El centro urbano sigue estando en clara interacción con la territorialización de poderes. Por
ello, determinadas medidas de carácter político-administrativo han podido modificar
considerablemente su dinámica Esto se refiere; por ejemplo; a la conversión de una ciudad en
capital de un distrito, de una región, etc. El establecimiento de los servicios político-
administrativos que ello lleva parejo incrementa la funcionalidad central, de lo que se derivan
los problemas de congestión, presión inmobiliaria; etc. anteriormente señalados No obstante,
este tipo de iniciativas también dinamiza muchos centros urbanos que se veían afectados por
una cierta pérdida de vitalidad y favorece los procesos de rehabilitación de edificios
monumentales.
De forma esquemática se puede afirmar que desde fines de los años sesenta, en las
intervenciones a favor de la conservación del patrimonio urbano, frente al concepto de
renovación, que promovía la destrucción de los centros para sustituirlos por una nueva
arquitectura y por nuevas estructuras urbanas, se empieza a oponer el concepto de
rehabilitación Es decir, se superan los enfoques urbanísticos que proponían soluciones de
carácter funcionalista para resolver los problemas que aquejaban a los centros urbanos, y se
apuesta por el paradigma integrador, el de la rehabilitación
En una etapa final, la que caracteriza nuestros días, la rehabilitación se entiende como
integración social y física de la ciudad en su totalidad. No hay rehabilitación, desde esta
perspectiva, SI no se busca la ósmosis entre la ciudad vieja y la nueva.
Según el profesor A. Precedo Ledo, este paradigma se basa en una concepción integral del
tratamiento del tejido urbano. La recuperación formal y funcional de los centros históricos, el
mantenimiento del viario existente, la rehabilitación de las viviendas y la mejora del entorno
urbano son los objetivos prioritarios. A ellos se une una política de tráfico y transporte
restrictiva que prima la peatonalización y el transporte público.
Como síntesis de estas reflexiones, el profesor A Precedo propone el modelo mostrado por la
tabla 4. 1.
En esta tabla se aprecian los tratamientos procedentes en el caso de distinto tipo de valores
patrimoniales. Así, por ejemplo, cuando el objetivo es el de salvaguardar la monumentalidad
de un centro histórico, el tratamiento que conviene es el de la restauración de los inmuebles,
pues se trata de edificios singulares que le confieren ese carácter Una actuación
complementaria es la de peatonalizar la zona, dotándola de aparcamientos periféricos. Por el
contrario, cuando conviene consolidar la centralidad de un área, hay que garantizar la
funcionalidad y favorecer la máxima accesibilidad. Si preocupa la historicidad del conjunto
edificado se ha de lograr la conservación de ese patrimonio y, como medida complementaria,
la peatonalización de la zona.
Tabla . Modelo propuesto por el profesor Precedo Ledo para diferentes valores patrimoniales.
COMPONENTES
Monumentalidad
Historicidad
Habitabilidad
Centralidad
Vitalidad
TRATAMIENTOS
Conservación
Renovación
Funcionalidad
Revitalización
MOVIMIENTO
Peatonalizar y dotar de aparcamientos periféricos
Peatonalizar
Limitar la circulación
Restringir la circulación
ELEMENTOS
ARQUITECTONICOS ESPECIALES
Edificios singulares
Lenguaje formal
Amenidad
4. 5. 1. Ejemplo 1: La Habana
En este conjunto se han aplicado los criterios más modernos de la conservación Un tipo de
intervención fue la realizada en la Casa del Conde Jaruco, en la que radica el Fondo Cubano de
Bienes Culturales. Otra edificación que fue rehabilitada es la de la familia
Franchi-Alfaro, con cafetería y viviendas en la parte posterior y superior. El inmueble
antiguamente ocupado por el cine Habana fue dedicado en su primera crujía a Fototeca y la
parte posterior a edificio multifamiliar; otro inmueble albergó la función del médico de familia,
con su consultorio y vivienda, etc. En resumen, cada edificación fue estudiada y
casuísticamente decididas las acciones que se iban a acometer.
A margen de esta iniciativa, desde distintas instancias del propio Gobierno cubano (Centro
Nacional de Conservación, Restauración y Museología, Dirección Provincial de Planificación
Física y Arquitectura, Oficina del Historiador de la Ciudad, Empresa de Restauración, etc. ) y de
organizaciones vecinales (Talleres Integrales vinculados al barrio) se han seguido planes de
conservación integral del casco antiguo y del sistema de fortificaciones.
• Conservar las fachadas y áreas originales de edificaciones muy deterioradas y reconstruir las
partes perdidas empleando técnicas y diseños contemporáneos.
• Reactivar las principales arterias tradicionales de comercio del Centro Histórico: Obispo,
O'Reilly, Muralla, Monserrate y Egido.
• Crear alrededor de las grandes plazas, núcleos de actividades que actúen como polos de
interés cultural-recreativo dentro del Centro Histórico (Plaza de la Catedral, Plaza de Armas,
Plaza de San Francisco, Plaza Vieja y Plaza del Cristo).
• Desarrollar en el espacio de las pequeñas plazuelas y áreas libres, una serie de actividades
permanentes y ocasionales que complementen y extiendan la utilización del Centro Histórico
Los resultados pueden constatarse en los trabajos realizados sobre los conjuntos de la Plaza de
Armas, Plaza de la Catedral y Plaza Vieja, en los ejes Mercaderes, Obispo y San Ignacio, y en
numerosas edificaciones puntuales de gran valor.
4. 5. 2. Ejemplo 2: Quito
En 1977, en Quito, bajo los auspicios de PNUD/UNESCO, se realizó el coloquio internacional
"La preservación de los centros históricos ante el crecimiento de las ciudades
contemporáneas'. En su documento final, entre otras apreciaciones, se decía que: "se
considera como centros históricos a todos aquellos asentamientos humanos vivos,
fuertemente condicionados por una estructura física proveniente del pasado, reconocibles
como representantes de la evolución e identidad de un pueblo". Partiendo de esta premisa, se
utilizaron los siguientes parámetros para delimitar el centro histórico de dicha ciudad, es decir,
el universo de estudio para el plan de rehabilitación de viviendas:
• Simbología consolidada del espacio sobre el cual ejerce un control social y colectivo
importante
• Usos consolidados del suelo y del espacio, de difícil tratamiento para la restauración
De esta forma, se fijó el centro histórico de Quito en un espacio de 600 hectáreas y con una
población de 250. 000 habitantes, si bien, la delimitación legal, más restrictiva, solo consideró
una superficie de 300 hectáreas y una población de en torno a las 100. 000 personas
En dicho espacio, las soluciones que cabría adoptar, al margen de las iniciativas de
restauración de inmuebles que ya se han desarrollado, tienen que ver con el agente
degradante más nocivo del centro urbano: la actividad financiera y comercial, puesto que la
circulación rodada y el comercio ambulante no son importantes factores de agresión. Solo se
aprecian signos de congestión en la parte de la ciudad repartida en tres ejes. Fuera de estos
nudos de conflicto la ciudad no está sometida a ruidos o gases altamente contaminantes y,
aunque el comercio ambulante, por su parte, sea una actividad que desborda las edificaciones,
su impacto tampoco puede ser evaluado como negativo.
4. 5. 3. Ejemplo 3: Salamanca
Este Plan comprendía los siguientes aspectos: protección de la estructura urbana, en sus
componentes social y espacial, reforma interior, con todo el contenido que le otorga la Ley,
catálogo de edificios y elementos urbanos y bases para las acciones de la Administración
1 Establecer las medidas oportunas para frenar el deterioro al que se ve sometida la zona.
4. Evitar el desarraigo de las comunidades residentes y los costes sociales derivados del
mismo.
El Plan Especial afectaba a una superficie de 86 hectáreas, siendo esta área de estudio la zona
más representativa de Salamanca en cuanto a imagen y localización de actividades.
El Plan Especial parte de la necesidad de reconciliar los principios de conservación con los de
funcionalidad y habitabilidad de la estructura y de la edificación
Las acciones a llevar a cabo como marco para la revitalización consisten en el planteamiento
de medidas que mejoren la calidad medioambiental, los niveles de accesibilidad y la dotación
de servicios y equipamientos.
Desde estas bases programáticas se advierte que, en una primera fase, la mayor parte de las
iniciativas se realizó por los propios usuarios. Posteriormente, la política de rehabilitación
provocó la intervención de promotoras inmobiliarias ante el nuevo atractivo de la zona. El
número de realizaciones llevadas a cabo por el sector privado se ha ido incrementando año a
año y las obras de urbanización afectan a la práctica totalidad del barrio histórico; incluyendo
el Barrio Chino, la Cuesta de San Blas, Plaza de Carvajal, y las calles del Silencio, Tosatadas,
Carvajal, San Vicente Ferrer, Latina, Mazas, La Plata, Veracruz, etc. Fuera del barrio antiguo,
las actuaciones se han desarrollado en la Ronda de Entrepuentes y margen derecha del Tormes
y la Vaguada de La Palma.
El Plan Especial, por otra parte, plantea la conservación como una acción de carácter positivo
que responde a un enfoque pragmático y de rentabilidad económica. Por ello, se han
producido transformaciones en determinados espacios arquitectónicos que permiten su
adaptación a nuevos usos y formas de vida, es decir, la reutilización rentable del patrimonio
existente. Las realizaciones de equipamientos y nuevas intervenciones por parte de la
iniciativa pública son las siguientes:
Casa de la Cultura.
Santiago, uno de los grandes cascos históricos Patrimonio de la Humanidad, realizó en 1995 un
Plan Especial de Protección de esta zona de la ciudad para incentivar su mejora. Una vez
aprobado dicho Plan, se puso en marcha un consorcio, con la representación de todas las
administraciones, para desarrollar, entre otros proyectos, el "Programa Puente" de
rehabilitación de viviendas. Este buscaba:
• La colaboración de los técnicos que proyectan las intervenciones. Entre 1995 y 1996 se
realizaron 263 obras en el conjunto monumental.
El total de las diversas modalidades de intervención en la ciudad (unidades de intervención;
desarrollo de sistemas generales; áreas de suelo urbanizable; unidades de actuación que
integran edificación de nueva planta y acabado de zonas verdes y libres) se realiza sobre 45,5
hectáreas brutas de suelo, arrojando un saldo de 13,5 hectáreas de nuevas zonas verdes y
libres públicas; 573 nuevas viviendas, equivalentes a 6. 800 metros cuadrados de uso
residencial y 44. 000 metros cuadrados de espacios dotacionales. El incremento de superficie
residencial no es particularmente significativo; siendo más importante el reequipamento
producido con la ampliación de la superficie de parques, jardines, zonas libres públicas y
dotaciones construidas.
Como ejemplos concretos de algunas de las intervenciones realizadas con estos fines, se
muestran las siguientes:
• El eje de poniente, entre el Campus Sur de la Universidad y el Campus Norte del Burgo das
Nacións, es tratado como fachada y zócalo monumental y área de contacto privilegiado con el
territorio libre y el paisaje rural y natural. Además, se amplifica el zócalo construido mediante
la posición y orientación de las nuevas edificaciones (Vista Alegre, claustro de San Francisco,
propuesta de Galeras, remate de Carretas).
El tejido urbano de las ciudades puede descomponerse en una serie de elementos que de
manera general se corresponden con distintas fases de su evolución, a un mosaico de
comunidades sociales y a sectores con funciones económicas diferenciadas. El análisis de este
tejido urbano conduce al reconocimiento de la morfología y de las estructuras.
El plano en cuadrícula, damero u ortogonal, es aquel en el que las calles se cruzan en ángulo
recto y que está presente en todos los períodos de la historia. Es típico del campamento
romano, de la ciudad fundada por los romanos en las provincias del Imperio y en sus fronteras
y ha sobrevivido en Turín a todas las vicisitudes históricas.
El plano radioconcéntrico está formado por calles que parten de un centro a modo de radios y
por otras que forman círculos concéntricos que cortan perpendicularmente las calles radiales.
Aunque este tipo de plano está presente en la Antigüedad en las ciudades de Oriente, no se
generalizó hasta la Edad Media. Este plano es el resultado de una evolución clásica en Europa:
la ciudad crece en torno a la encrucijada, a la cual afluyen las calles, razón de ser de su
mercado. La superficie comprendida por recintos sucesivos encierra varios núcleos
funcionales distintos.
La clasificación propuesta por Jean Tricart (1954) aglutina las modalidades de los planos
ortogonales y radioconcéntricos dentro de la categoría de ciudades planificadas, mientras que
incluye las ciudades fortaleza y las de plano irregular entre las ciudades no planificadas.
También distingue una tercera categoría, la de las ciudades de estructura compleja. De entre
estas destacan las ciudades replanificadas, las polinucleares, las que cuentan con un diseño en
forma de red y las esféricas.
El entramado, la tipología de los edificios y volumen, que resulta de la superficie y altura
edificada, integran la construcción urbana, como otro de los componentes esenciales del
paisaje de la ciudad.
Antiguamente, uno de los elementos que mejor definía el paisaje de las ciudades era la
edificación. La arquitectura, naturaleza y color de los materiales, las formas y tipos de
cubiertas, las dimensiones de las ventanas y el número de plantas guardaban relación con las
condiciones del medio natural y de las influencias culturales. En la actualidad, los edificios se
construyen con arreglo a dispositivos esquemáticos y a normas constructivas de tendencia
cada vez más internacional.
Entre los elementos que integran la red de espacios públicos se diferencia la calle: el espacio
entre dos órdenes de edificios y las avenidas y arterias urbanas, cuyo objeto principal es la
circulación de vehículos. Estos elementos suelen tener diversas calzadas. Otros espacios
públicos lo constituyen el boulevard, los paseos; las plazas y los parques.
Además de la edificación, en toda ciudad prolifera una serie de equipamientos de muy diverso
tipo que contribuyen al ornato y embellecimiento urbanos. Esto se refiere, por ejemplo, a los
monumentos formados por conjuntos escultóricos, a los arcos de triunfo, a las propias
esculturas de bulto redondo que se erigen en plazas, parques, jardines o aledaños de
autopistas, y que con un carácter conmemorativo o simbólico participan de las señas de
identidad de un núcleo urbano determinado y de las de sus ciudadanos.
Los centros urbanos son las piezas más representativas en el paisaje de las ciudades y su
significado desborda ampliamente el rol que les correspondería en función de su superficie,
entidad demográfica o actividad económica. Siendo una parte pequeña del tejido urbano,
constituyen un espacio simbólico que sirve para identificar, diferenciar y dar personalidad a las
ciudades, ya que se trata del sector de la ciudad que mejor conserva "la memoria colectiva del
pasado", la cual debe ser transmitida a las generaciones futuras en la situación más próxima a
su estado originario.
La industria crea un espacio concreto y bien delimitado en el tejido urbano, allí donde se
localizan las unidades de producción. A menudo, pueden ser identificadas varias formas de
ocupación urbana en función de las diferentes fases históricas del proceso de industrialización
y de las distintas formas de organización que derivan del modelo de industrialización
adoptado.
Desde sus orígenes, la ciudad aparece caracterizada por una gran variedad de actividades que
facilitan el intercambio y la prestación de servicios, la razón de ser del fenómeno urbano. Es
difícil enumerar los establecimientos de esta gama tan amplia de actividades, pues se trata de
los que proporcionan a la ciudad una mayor diversidad. A modo de ejemplo figuran entre ellos
los relacionados con la actividad comercial: mercados locales, factorías, pequeños comercios,
supermercados, grandes almacenes", áreas o superficies comerciales, etc.; los vinculados a
funciones de carácter religioso: conventos, iglesias, catedrales, etc.; los de carácter cultural:
centros de enseñanza, universidades, bibliotecas, museos, ateneos, galerías de arte, cines,
palacios de congresos, teatros, auditorios, etc.
Los criterios que han sido adoptados para el reconocimiento y catalogación de Ciudades
Patrimonio de la Humanidad, son aquellos que también han sido utilizados para declarar un
bien cultural como patrimonio cultural mundial y que fueron establecidos inicialmente en la
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO) en su 1 7 e reunión, celebrada en París en 1972 y que entró en vigor en
1975. Entre ellos figuran: Haber ejercido una decisiva influencia durante un periodo
determinado de la historia o dentro de un área cultural del mundo, en relación con la
evolución de la arquitectura, las artes monumentales o el planeamiento urbano o paisajístico;
Corresponder a un testimonio único, o por lo menos excepcional, de una civilización
desaparecida y ser un ejemplo excepcional de un asentamiento humano tradicional,
característico de una cultura que puede resultar vulnerada por el impacto de un cambio
irreversible.
De forma esquemática se puede afirmar que desde fines de los años sesenta, en las
intervenciones a favor de la conservación del patrimonio urbano, frente al concepto de
renovación, que promovía la destrucción de los centros para sustituirlos por una nueva
arquitectura y por nuevas estructuras urbanas, se empieza a oponer el concepto de
rehabilitación.
Es decir, se superan los enfoques urbanísticos que proponían soluciones de carácter
funcionalista para resolver los problemas que aquejaban a los centros urbanos, y se apuesta
por el paradigma integrador, el de la rehabilitación.
OBJETIVO
- Corroborar la estrecha relación existente entre los paisajes rurales patrimonio de los pueblos
y el turismo.
Las sociedades rurales han establecido, todas ellas, unas relaciones con la tierra que explotan,
relaciones profundas y duraderas, solidificadas por la costumbre y el interés y han creado
también unas estructuras agrarias; que se caracterizan por un método de organización del
espacio cultivado, por un determinado tipo de hábitat, una cierta forma de I as parcelas
cultivadas, y un particular sistema de cultivo. Todas estas circunstancias, combinadas, se
manifiestan en el paisaje rural.
Desde esta perspectiva, muchos especialistas han reivindicado el valor cultural que entraña el
paisaje rural, su papel acumulador de la historia y de la dinámica de las civilizaciones. Las
humildes agrupaciones de chozas de adobe con techo de cañas, perdidas en la inmensidad de
la sabana y rodeadas de claros sin cultivar, que fueron temporalmente roturados por el fuego y
abandonados después de algunas cosechas, entrañan tanto valor paisajístico como los grandes
pueblos del Este de Francia, los que se agrupan alrededor del campanario de la parroquia y
que aparecen rodeados de grandes extensiones de campos alargados y abiertos, sobre los que
el arado trazaba surcos rectilíneos.
Lo mismo puede expresarse del espacio agrario en damero que forman las grandes superficies
cuadradas, trabajadas mecánicamente en las extensas llanuras de América del Norte, sobre las
que se dispersan numerosas y minúsculas granjas de madera pintada.
Por ello, algunas intervenciones culturales han homogeneizado distintos espacios según típicos
modelos de difusión, tal y como sucede con los paisajes rurales que crearon los granjeros que
se establecieron en los países latinoamericanos de poblamiento mayoritariamente europeo
(Argentina, Uruguay y Chile), cultivando cereales y utilizando determinadas técnicas de trabajo
que perpetuaron los hábitos y tradiciones de sus lugares de procedencia.
En consecuencia, el paisaje rural, como resultado concreto de la acción cultural de los seres
vivos en un determinado espacio geográfico, es una síntesis de componentes. Entre estos,
destacan los espacios cultivados, las tierras de barbecho, las superficies pratícolas, las zonas de
arbolado, la red viaria, las construcciones o las infraestructuras, y todo ello imbricado gracias a
unas determinadas fórmulas de organización.
5. 2. 1. Superficie cultivada
La parcela es una unidad técnica de cultivo, la división más elemental del suelo, una porción de
tierra de una sola pieza que depende de un único explotador y con uno o varios tipos de
cultivo. Constituye un espacio definido por un color característico, una forma propia y unos
límites precisos
a) Forma de las parcelas. De acuerdo con la forma se pueden distinguir dos tipos de parcelas:
las alargadas, dispuestas sobre un eje longitudinal que puede ser un valle, una vía de
comunicación o una línea de labores y que pueden diferenciarse, a su vez, según sean
regulares (rectangulares) o irregulares y las parcelas centradas que son, por su parte, las que
adoptan una disposición más o menos circular. Estas últimas también pueden ser regulares
(tipo cuadrado, pentágono, hexágono, circulo, etc.) o irregulares.
b) Tamaño de las parcelas. De acuerdo con el tamaño pueden ser diferenciadas parcelas
pequeñas, también denominadas minifundios, y parcelas de gran tamaño o latifundios. Ahora
bien, los criterios adoptados para establecer lo que es grande y lo que es pequeño son
variables. En ocasiones se utilizan los estadísticos (50 Ha, 250 Ha, 500 Ha; 1 000 Ha); otras
veces se emplean criterios de rentabilidad económica, considerando latifundios a aquellas
parcelas con dimensión superior a la considerada como superficie máxima óptima para un tipo
de cultivo, y minifundios, a aquellas parcelas cuyas minúsculas dimensiones no permiten una
utilización agrícola adecuada. Finalmente, también se usan criterios basados en la utilización
de recursos. Según esto, una explotación será latifundista cuando estuviese subutilizada y
estuviese sometida a un proceso de creciente descapitalización.
c) Limites de las parcelas. De acuerdo con los limites, se definen, tradicionalmente, dos tipos
de paisaje: el "openfield' o campo abierto y el "bocage" o campo cerrado.
El campo abierto favorece un tipo de parcelación en bandas, y el conjunto del campo se suele
dividir en hojas o superficies de tierra sometidas a un cultivo. Desde una perspectiva aérea, el
campo abierto da la imagen de un gran mosaico de diferente coloración, de compartimentos
más o menos grandes, que unas veces delimitan las parcelas y otras las explotaciones, aunque
la mayor parte de ellas sirven como indicadores de los diferentes usos a los que se destina el
suelo agrario (cereales, fruticultura, etc.).
El campo cerrado establece una separación expresa entre las parcelas y/o las explotaciones y
se manifiesta mediante una trama irregular adaptada a las características físicas del espacio.
Los campos están cerrados por una hilera de árboles o de arbustos, por un muro de piedra
seca o por un talud de tierra, quedando aislados del acceso del ganado. Ofrecen la imagen de
un paisaje recortado en casillas de mayor o menor dimensión, según las modalidades de
parcelación del suelo.
En muchas ocasiones, el paisaje ofrece una imagen intermedia entre el campo abierto y el
campo cerrado, apareciendo también, con frecuencia; el llamado campo escalonado, el basado
en el abancalamiento o, lo que es lo mismo, en el cultivo en terrazas sostenidas por muros de
mampostería o de piedra seca, propio de los valles medios de los ríos y de las laderas de las
montañas; típico de las tierras andinas, del sudeste asiático, de amplias áreas de la Europa
Mediterránea, del África del Norte y de cualquier área montañosa en la que el nivel de vida
demande una ocupación mayoritaria del suelo cultivable. Los aterrazamientos son el reflejo de
la victoria del hombre contra la adversidad del medio físico, una obra anónima de
generaciones de agricultores, el fruto de significativos esfuerzos desarrollados con el trabajo y
un rudimentario instrumental de manera vigilante a lo largo de varios siglos, pues un solo
instante de reposo y la montaña recobra su salvajismo primitivo
5. 2. 2. Tipos de cultivos
Los distintos tipos de cultivo confieren una determinada plasticidad al paisaje rural gracias al
color y al propio aspecto externo que los caracteriza. La diversidad de cultivos depende de las
grandes zonas climáticas de la Tierra. De este modo; existe; originalmente, una zona del arroz
así como una zona del maíz En cada una de ellas, las sociedades de cultivadores seleccionaron,
al comienzo de la historia, un grupo de plantas indígenas que fueron propagándose en
detrimento de otros vegetales. No obstante; los cultivos constituyen el componente de mayor
variabilidad en el paisaje rural, frente al hábitat y a la estructura agraria, elementos éstos de
mayor estabilidad
• Cultivos arbóreos. Los cultivos arbóreos, con su mayor porte, son, fundamentalmente, los
frutales: el banano, el cocotero, los cítricos; los de pepita (manzano, peral, níspero o cacao);
los de hueso (melocotonero, ciruelo, mango o cerezo); los carnosos (higuera o aguacate); o los
secos (nogal, almendro o avellano). En esta categoría de los cultivos arbóreos también se sitúa
el olivo
Además se incluyen en este grupo los cultivos que se practican para obtener madera, pasta de
papel, celulosa, etc. Es el caso de los chopos, eucaliptos o pinos.
• Otras clasificaciones. Los cultivos anuales, con la modificación de tonalidades que supone la
maduración de los frutos, ofrecen una apariencia variable.
Por su parte, la impresión que transmiten los cultivos de secano, es muy diferente a la
apariencia de vergel que define a los de regadío, si bien, el secano puede ofrecer imágenes
muy distintas dependiendo del área climática de que se trate.
En las asociaciones de cultivos, finalmente, se han basado muchas de las grandes civilizaciones
rurales. En su búsqueda constante de seguridad, las poblaciones campesinas han observado la
desigual sensibilidad de las plantas cultivadas y han sentido la necesidad de una diversidad
alimenticia que disminuya el riesgo de la pérdida de una sola cosecha y que les proporcione, a
la vez, una nutrición relativamente equilibrada. Por ello, el policultivo se practica bajo distintas
formas, que van desde la mayor simplicidad a la mayor complejidad y que representan,
además, adaptaciones a situaciones particulares de la agricultura. El arroz junto a las batatas y
la soja en Extremo Oriente; o el trigo; la vid y el olivo en el Mediterráneo; se incluyen dentro
del sistema de cultivo, en consecuencia, a la asociación de plantas seleccionadas por una
determinada sociedad rural así como a la rotación a la que las somete y a las técnicas que
emplea para su explotación
5. 2. 3. Superficie no cultivada
Este espacio no cultivado, a causa de razones de orden físico, origina una discontinuidad en el
paisaje y le confiere una mayor singularidad. Así sucede con las rocas que no pueden ser
colonizadas por especies vegetales, con la montaña, a partir de la altitud en la que se instalan
las nieves permanentes, o con las aguas corrientes (ríos, torrentes) o estancadas (lagos,
lagunas, pantanos).
Dentro de esta categoría también aparecen determinados ecosistemas que, aunque no han
sido puestos en explotación agrícola, son utilizados económicamente por el hombre. Se trata
de los bosques, el matorral y los prados naturales que se acondicionan, en muchas ocasiones,
para la estancia permanente o temporal de los rebaños. La sabia combinación entre el
aprovechamiento de estos recursos y el que proporcionan los propios campos cultivados
demuestra la capacidad de adaptación al medio por parte de una civilización y se convierte en
una de sus más significativos signos de identidad.
a) Bosques. Paisajísticamente, los bosques ofrecen una gran variabilidad. Unos pueden ser
continuos, extendiéndose por amplias superficies sin interrupción (taigá, por ejemplo). Otros
pueden formar rodales (agrupamientos homogéneos que salpican el paisaje), cintas (bosques
ripÍcolas o de ribera) o masas adehesadas (encinar mediterráneo, por ejemplo). El paisaje
rural, en consecuencia, depende de la distribución cuantitativa de las masas forestales. Así,
por ejemplo, la Europa Oriental comprendida entre los paralelos 550 y 600 es la zona de los
claros, en el que el bosque constituye el elemento dominante, desarrollándose el cultivo y el
pastoreo en los alvéolos de su interior. La Panonia y la Valaquia son, por el contrario,
extensiones ilimitadas de tierras de labor en las que el árbol no aparece más que en los
jardines y huertas de los pueblos.
Garriga, maquia y jaral en áreas mediterráneas; estepa armada en áreas tropicales de México,
América del Sur, Sudán, Sudoeste de África, India y Australia; caatinga en Brasil; bush en África
del Sur.
c) Pradera. Pradera natural es el nombre con el cual se identifica a la superficie húmeda, sobre
grandes espacios llanos, en la que pasta el ganado. Se desarrolla allí donde los cultivos
agrícolas no son más rentables que el aprovechamiento ganadero o donde coexisten en
armonía ambos tipos de utilización. Cuando esta superficie se fragmenta, generalmente, a
consecuencia de un relieve accidentado, se utiliza el término de prado. El pastizal, por su parte,
cumple la misma función en zonas más áridas y permite, en ocasiones, la siega.
5. 2. 4. Hábitat rural
El hábitat rural hace referencia a las áreas agrarias que se organizan para servir de
asentamiento humano estable para los miembros de la sociedad agraria, es decir, al espacio
habitado en las áreas rurales. Se manifiesta como el modo de distribución y residencia de las
poblaciones que viven en el campo y, en muchos de los casos, del campo. Agrupa las viviendas
de la comunidad y sus anexos (patios o jardines), así como otras dependencias que tienen una
finalidad en el marco de la economía agraria (silos o corrales), constituyendo todo ello la célula
de organización de la vida rural.
Si existe una única zona que agrupa a toda la población en una aglomeración de casas en
medio del término agrícola, se habla de hábitat agrupado. Por el contrario, se habla de hábitat
disperso cuando este se halla dividido en pequeñas parcelas de hábitat diseminadas sobre
toda la extensión del término agrícola.
Tanto en el pasado como en la época actual, los principales factores que concurren en el
desarrollo de un hábitat rural agrupado son factores naturales (por ejemplo, la búsqueda de
lugares estratégicos provistos de agua), factores históricos derivados de las circunstancias de
que ha estado rodeada la vida sedentaria (por ejemplo, la elección de un emplazamiento
defensivo), factores sociales y económicos dependientes de la estructura social de los grupos
humanos (la organización de tipo patriarcal implica la cohesión de un grupo) y de las formas de
organización de las explotaciones (ciertas condiciones de aprovechamiento comunal).
El hábitat disperso es, según parece, una forma original de poblamiento (Oeste de Francia,
Irlanda, Oeste de Inglaterra, ciertas regiones de Italia central y el Sze-Chwen), aunque es
relativamente rara como forma exclusiva de hábitat El caserío es más frecuente y con él es
habitual que reaparezcan las condiciones de explotación del pueblo: utilización común de
infraestructuras (pozos, por ejemplo) y, en consecuencia, el desarrollo de vida colectiva en
forma de ayuda mutua.
Finalmente, ninguna de las dos formas esquemáticas descritas predomina a escala mundial,
sino que lo hace, en gran número de casos, una forma de hábitat distribuido en pueblos más o
menos masivos, con dispersión intercalar o marginal.
En la mayor parte de los casos, la forma de los pueblos es una simple adaptación al lugar,
como sucede por ejemplo con los pueblos alargados de los deltas, situados sobre cordones
litorales o sobre las orillas de los brazos fluviales (Extremo Oriente o delta del Danubio). Otras
veces obedece a la adaptación que requieren ciertas funciones, como la defensiva, que lleva
pareja la ordenación circular de las edificaciones para favorecer su fortificación. También
refleja; en ocasiones, la estructura social de la comunidad. Así, la organización patriarcal
engendra formas tales como los "ksars" saharianos, pueblos fortificados con un solo barrio
abierto (el zoco), mientras que la estructura individualista da lugar a una dispersión en
pequeñas casas del tipo de los pueblos indochinos de cabañas de paja.
En una clasificación sintética resulta posible diferenciar tres grandes grupos de formas: pueblo
lineal o pueblo calle, pueblo apiñado o pueblo macizo y pueblos radiales. Del primero es un
buen ejemplo el "rand' que colonizó, como estructura agraria predominante, las tierras
bañadas por el río San Lorenzo en la provincia de Quebec. Del pueblo apiñado, con plaza
central, sirve como modelo el de Silesia o el de la Croacia marítima y del de forma radial el de
los campos de Castilla.
Uno de los componentes fundamentales del hábitat es la casa de campo, en la que se suelen
combinar los usos reclamados por las necesidades de alojar a la población campesina con la
adaptación a las exigencias técnicas de la economía agraria. Ello se revela en la propia
morfología, cuya máxima preocupación es la de adaptarse al medio físico en la que se levanta:
materiales de construcción del entorno, tipo de cubierta y formas de cerramiento aptos para
una determinada zona climática y plano que satisfaga las necesidades de la familia campesina.
Normalmente, la casa la construyen, según pautas tradicionales, los mismos campesinos, salvo
que hábitos y técnicas ajenos hayan impuesto otras formas de edificación (formas
estandarizadas de la economía colonial como sucede en África tropical con las casas de ladrillo
y tejado de chapa metálica).
Se pueden reconocer variedades infinitas de casas rurales. De acuerdo con su fisonomía
externa es posible caracterizar la casa- bloque, una modalidad en la que no existe
discontinuidad en el plano entre las diferentes dependencias (vivienda, establo, silo, almacén,
etc. ) y que es habitual en el mundo rural iberoamericano entre los obreros agrícolas sin tierra
Otra es la de planta y planta y piso, construcción que se basa en la separación entre distintas
dependencias y, en ocasiones, en la separación de estas en altura, como sucede con el caserío
vasco, la casona santanderina o la casa del sudeste asiático. En estas, la planta baja suele ser
establo o almacén y la alta, vivienda. También se puede hablar del tipo de casa-patio o de la
casa disociada, integrada por distintos edificios de variada disposición y funciones (establos,
almacenes, vivienda, hangares cuando la explotación está mecanizada, etc.). Es el modelo que
caracteriza a muchas de las grandes explotaciones agropecuarias en Centroáfrica, de clara
influencia colonial, a los "cortijos" andaluces, a los "ranchos" mexicanos y a las "haciendas"
iberoamericanas. Finalmente, las cabañas y las chozas completan esta primera clasificación
En razón del medio y de los materiales que este proporciona, también se puede establecer una
tipología. Así, pueden ser identificadas las casas de madera en las áreas forestales de las zonas
templadas y frías y chozas de ramaje y hojarasca en las zonas boscosas intertropicales. La
piedra, por su parte, suele utilizarse en las construcciones cuando el medio rocoso del entorno
lo permite. En las zonas agrícolas de suelos más o menos arcillosos, en los que la piedra y la
madera son escasos, se levanta gracias a la arcilla, la paja y pequeñas ramas, como sucede en
muchas zonas de Centroamérica, o con adobe y ladrillo, materiales preferentes en la
arquitectura de amplias zonas semiáridas de la Tierra. Más frecuentemente, las casas rurales
se construyen con la aportación de distintos materiales; en la India, por ejemplo, las viviendas
tienen estructura de madera, paredes de bambú trenzado y techos de hojas de palma. En la
Francia atlántica; las paredes de las construcciones son de granito y el techo de paja
("cottage"). Finalmente, en la pradera y los pastizales, en general, en las zonas ricas en
ganadería, la piel se emplea en la construcción de las "tiendas", como sucede en las de los
indios americanos, en las "yuñaS' mongolas o en las de los pueblos caucásicos.
Por último, la adaptación al medio también deja su huella en otros signos externos. La lucha
contra el calor se traduce en la búsqueda de la sombra o del aire (en algunos tipos de casas
coloniales con galería abierta, por ejemplo). La lucha contra el frío hace que se construyan
aberturas pequeñas, ventanas dobles (habituales en Rusia y Canadá), que se instalen distintos
dispositivos de calefacción (el hogar chino llamado "kan@' o la chimenea central en los Alpes)
y que se busque la exposición al sol, por lo que muchas veces las casas están alineadas en
zonas de montaña para que los vanos den al sur.
En las cubiertas también se reflejan estas adaptaciones y, por ello, los techos planos de los
desiertos están relacionados con un clima en el que casi nunca llueve mientras que los de
doble pendiente se adaptan mejor a los climas lluviosos.
5. 2. 5. Infraestructuras agrarias
Entre las infraestructuras agrarias, las de mayor representación en muchos de los paisajes
rurales son las relacionadas con la irrigación La forma más elemental la constituyen las norias o
ruedas con cangilones de cerámica que permiten regar cultivos situados ligeramente por
encima del nivel del agua o bien, los pozos, con su estructura de polea o de noria.
Los canales de conducción, los azarbes y colectores son otro de los elementos vinculados al
aprovechamiento hidráulico. Unas veces son subterráneos (los "foggaras" de la zona
subsahariana) y otras se convierten en albercas estacionales, en balsas que retienen el agua de
lluvia durante la campaña agrícola ("tanks” en la India, gavias en Fuerteventura, en Canarias).
Más espectaculares resultan determinadas construcciones que retienen las aguas o que las
trasvasan, si bien dentro de estas iniciativas figuran algunas claramente perjudiciales para el
tradicional paisaje rural y por ello son tratadas en el epígrafe dedicado a las infraestructuras
"agresivas". Entre las primeras figuran las presas del Oeste americano, el "Lloyd Barrage"
sobre el Indo en Pakistán, las del norte de China y las más controvertidas, la presa de Assuán
en Egipto o la del Yang Tsê-kiang, en las llamadas "Tres Gargantas", una obra de dimensiones
tan espectaculares que anegó cientos de miles de hectáreas de suelo cultivado y numerosas
aldeas y que implicó la evacuación de un importante volumen de población campesina. Entre
las que trasvasan el agua puede destacarse el sistema del canal de Kirov sobre el Sir Daria en la
Rusia asiática o las intervenciones para el traslado de las aguas del Tajo al Segura en España.
Estas últimas ocasionan, episódicamente, conflictos de competencias entre los miembros de
las Confederaciones Hidrográficas de ambas cuencas.
La conquista del espacio cultivado también ha dejada una huella indeleble en muchos de los
paisajes rurales. Las llanuras bajas son frecuentemente tierras conquistadas paso a paso sobre
zonas pantanosas que han exigido arduas tareas de desecación. En ellas, la protección se ha
basado en la eficacia de la red de diques, de las compuertas y de las estaciones de bombeo
(acompañadas en el caso holandés por molinos de viento que accionaban dichas bombas). Son
un buen ejemplo de ello los "pólderes”, la llanura del Hoang-Ho o el valle inferior del Po.
Otras infraestructuras están relacionadas con las funciones ganaderas que cumplen algunos
inmuebles en determinadas regiones de larga invernada heniles y apeaderos para el ganado, o
con la necesidad de dar cobijo permanente a la cabaña: establos, corrales, alpendes, granjas
avícolas, gramas porcinas; con la conservación de ciertos productos agrarios y la necesidad de
su almacenaje: graneros de muy diverso tipo, bodegas o cavas de vinificación, secaderos de
maíz, secaderos de tabaco, con la protección del utillaje de labranza bajo techo: cuartos de
aperos, almacenes, hangares que custodian las avionetas desde las que se fumigan los campos;
con las instalaciones industriales complementarias de la actividad agraria: molinos en las áreas
cerealícolas, ingenios y trapiches en las explotaciones azucareras, etc.
5. 2. 6. Red viaria
La red de caminos es también un elemento representativo del paisaje rural y uno de los
factores que limita o favorece las posibilidades de circulación y de trabajo. El paisaje se ve
atravesado por redes viarias que se le yuxtaponen y por otras en las que se imbrica.
La superposición del sistema viario con sus carreteras, ferrocarriles y autopistas, normalmente
supone un deterioro para el paisaje rural, pues se trata de estructuras impuestas que suelen
tener un efecto galería, cuando no un efecto túnel, totalmente ajeno a las necesidades de la
comunidad rural (trenes de alta velocidad que interrumpen el terrazgo y no ofrecen siquiera
paradas en sus largos recorridos).
Sin embargo, los caminos rurales suelen contribuir al desarrollo de la actividad agraria, pues
resuelven el problema del acceso a las zonas cultivadas y constituyen la infraestructura
necesaria para evacuar las producciones y fomentar los intercambios. Además, la red de
caminos contribuye al ordenamiento del entramado parcelario, confiriéndole un aspecto de
puzzle de piezas regulares.
Las vías pecuarias, por su parte, son los itinerarios seguidos en sus desplazamientos por los
pastores y sus ganados, tanto en los casos en los que el recorrido es corto (desde los establos a
pastos cercanos) como en el de las grandes rutas de trashumancia. Estas vías tienen una gran
significación cultural pues la importancia que pudo alcanzar o que mantiene la actividad
ganadera en determinadas civilizaciones ha dejado como huella una normativa específica que
regula sus dimensiones, su uso y su conservación La reglamentación del siglo XIII del Real
Concejo de la Mesta para el Reino de Castilla es una buena prueba de ello.
Una última modalidad de itinerarios en el medio rural lo representan las vías que tienen su
razón de ser en un acontecimiento religioso (Ruta Jacobea o Camino de Santiago), o en el
papel desempeñado por los desplazamientos con fines de intercambio comercial (rutas que
cruzan el Sahara hasta Tombouctou).
Se entiende por morfología agraria al dibujo, al aspecto de las parcelas, de los caminos de
explotación, a la disposición relativa de los campos, de los bosques y de los pastos dentro de
un término agrícola.
El hábitat y la morfología agraria constituyen, en cierto modo, el esqueleto del paisaje, una
apariencia externa que pervive a lo largo de los siglos de forma aproximadamente inmutable.
Estos componentes, junto a los sistemas de cultivo, son la expresión de una determinada
organización, el conjunto de vínculos perdurables y profundos entre el hombre y el suelo.
Los campesinos han fundamentado sobre los sistemas de cultivo y el hábitat rural sus
costumbres, su seguridad y su vida. Gracias a los paisajes rurales han cristalizado las grandes
civilizaciones. La fidelidad a esos paisajes ha devenido eterna para muchos de los pueblos. Por
ello, hoy constituyen un claro signo de identidad.
El espacio rural ha sido colonizado y ordenado por el hombre en épocas diferentes y con unas
técnicas de utilización del suelo muy variadas. Los paisajes rurales que contemplamos son la
expresión de este esfuerzo secular del hombre para poner a su servicio la naturaleza vegetal y
animal.
Los más representativos de los procesos de transformación, los que han favorecido auténticas
agresiones y, a largo plazo, la destrucción del patrimonio rural, pueden ser perfectamente
identificados. De entre ellos, destacan tres modalidades: los que tienen relación con los
cambios introducidos por la propia actividad agraria, los que se originan a causa del abandono
del sector agrario y los derivados de iniciativas ajenas al mundo rural.
Tanto en Europa como en los llamados Países Nuevos (Estados Unidos, Canadá, Argentina y
Australia) las grandes producciones son los cereales (trigo, maíz, cebada), los productos de la
ganadería y toda la gama de los cultivos ricos (fruta y hortalizas) que son exigidos por el
mercado de consumo; en consecuencia, los cambios más acentuados los determina la
intensificación, el abandono de los cultivos de autosubsistencia y del policultivo así como el
desarrollo de la agricultura comercial. Por ello, desde hace unos pocos años, la agricultura
europea tiende a adaptarse a las exigencias de la coyuntura internacional (proceso de
modernización, de tecnificación, de especialización productiva y de redimensionamiento de las
unidades de explotación, obligadas a producir con economías de escala). Es decir, los sistemas
agrícolas se han vuelto intensivos con una productividad elevada. Los signos más destacados
de este proceso han sido el éxodo rural, la mecanización y tecnificación de la explotación, el
incesante crecimiento del consumo de fertilizantes, el de herbicidas, fungicidas y el de todo un
conjunto de elementos químicos que han posibilitado el aumento de los rendimientos
Tanta importancia como la desencadenada por los cambios señalados hasta ahora, han tenido
también las políticas agrarias de los países europeos. Los distintos gobiernos han favorecido la
reestructuración de las explotaciones para hacerlas viables y competitivas y han fomentado la
intensificación de los sistemas y técnicas, a fin de obtener producciones masivas para hacer
frente a la creciente población urbana. Además de las iniciativas particulares ha tenido una
especial incidencia la Política Agraria Comunitaria que ha originado una manifiesta
modernización, produciéndose una ruptura en las pautas tradicionales de cultivo y en el propio
paisaje agrario
En los llamados Países Nuevos, por el contrario, la agricultura mecanizada que explota grandes
superficies nunca ha sido la obra de un verdadero campesinado. Como consecuencia de la
expansión europea en comarcas poco pobladas, se desarrolló en estos países una agricultura
especulativa sin campesinos, donde la carencia de brazos fue compensada por una
mecanización total y donde la tierra, que no falta, cuesta mucho menos cara que el trabajo.
Tanto en Europa como en los llamados Países Nuevos (Estados Unidos, Canadá, Argentina y
Australia) las grandes producciones son los cereales (trigo, maíz, cebada), los productos de la
ganadería y toda la gama de los cultivos ricos (fruta y hortalizas) que son exigidos por el
mercado de consumo; en consecuencia, los cambios más acentuados los determina la
intensificación, el abandono de los cultivos de autosubsistencia y del policultivo así como el
desarrollo de la agricultura comercial. Por ello, desde hace unos pocos años, la agricultura
europea tiende a adaptarse a las exigencias de la coyuntura internacional (proceso de
modernización, de tecnificación, de especialización productiva y de redimensionamiento de las
unidades de explotación, obligadas a producir con economías de escala). Es decir, los sistemas
agrícolas se han vuelto intensivos con una productividad elevada. Los signos más destacados
de este proceso han sido el éxodo rural, la mecanización y tecnificación de la explotación, el
incesante crecimiento del consumo de fertilizantes, el de herbicidas, fungicidas y el de todo un
conjunto de elementos químicos que han posibilitado el aumento de los rendimientos
Tanta importancia como la desencadenada por los cambios señalados hasta ahora, han tenido
también las políticas agrarias de los países europeos. Los distintos gobiernos han favorecido la
reestructuración de las explotaciones para hacerlas viables y competitivas y han fomentado la
intensificación de los sistemas y técnicas, a fin de obtener producciones masivas para hacer
frente a la creciente población urbana. Además de las iniciativas particulares ha tenido una
especial incidencia la Política Agraria Comunitaria que ha originado una manifiesta
modernización, produciéndose una ruptura en las pautas tradicionales de cultivo y en el propio
paisaje agrario
En los llamados Países Nuevos, por el contrario, la agricultura mecanizada que explota grandes
superficies nunca ha sido la obra de un verdadero campesinado. Como consecuencia de la
expansión europea en comarcas poco pobladas, se desarrolló en estos países una agricultura
especulativa sin campesinos, donde la carencia de brazos fue compensada por una
mecanización total y donde la tierra, que no falta, cuesta mucho menos cara que el trabajo.
En las zonas tropicales del Planeta el clima es muy favorable a la actividad agrícola pues se
combinan el calor y la humedad, lo que permite una intensa vida vegetal. Sin embargo,
simultáneamente, los suelos se suelen caracterizar por una gran fragilidad a causa de la
alteración de las rocas y de los procesos de lixiviación. A medida que aumenta el grado de
acidez disminuye su fertilidad. La puesta en cultivo, al privarlos de su cobertera vegetal
original acelera el lavado superficial exponiéndolos a una gran erosión por arroyada.
Amplias extensiones de antiguas zonas de cultivo en el continente africano están hoy afectadas
por este proceso de pérdida de fertilidad y esto también sucede en el continente americano,
fundamentalmente, en aquellos territorios en los que la práctica de la agricultura de
plantación intensiva (de caña de azúcar, particularmente) ha contribuido al agotamiento de los
suelos. La profunda alteración del paisaje y la ruina que ello provoca para las comunidades
campesinas contribuyen a definir un panorama de desolación
A ser el componente vegetal uno de los elementos más determinantes del paisaje, conviene
analizar las alteraciones que han afectado a este tipo de componente. Entre estas agresiones
se encuentran la sobreexplotación ganadera y los incendios forestales. En muchas ocasiones
han supuesto una desaparición del tapiz original y la consecuente pérdida de suelos por los
procesos erosivos de las aguas de arroyada. Otras veces, se ha producido una transformación
de la vegetación pues la desaparición de las especies originarias ha conducido al desarrollo de
una vegetación de sustitución más pobre.
5. 3. 2. Cambios que se originan como consecuencia del abandono del sector agrario
Aquellas zonas poco aptas para la agricultura "moderna" son abandonadas. Ello es
particularmente dramático en las áreas de montaña de las zonas templadas de la Tierra,
auténticos desiertos interiores en muchos países europeos, en los que el éxodo rural, la
pérdida de suelos cultivados y la desaparición de prácticas ancestrales constituyen los signos
visibles de la crisis. Se trata, en casi todos los casos, de paisajes cuya naturaleza agreste había
sido mucho más difícil dominar.
Si desolador puede resultar este panorama desde el punto de vista paisajístico, cuál puede ser
el calificativo de los procesos de abandono del medio rural en los países menos desarrollados.
Cuando no existen capitales, ni conocimientos, ni técnicas adecuadas para incrementar o
sostener la productividad del espacio, sus habitantes tienden a abandonarlo, privándolo
incluso de su función más elemental, la de espacio- soporte
La ciudad, por el contrario, es un espacio atractivo por las posibilidades que ofrece de
satisfacción de las necesidades de supervivencia y de promoción social del individuo.
El crecimiento de las ciudades en estos países es el signo visible de una auténtica huida. Por
ello, no existen soluciones alternativas a la economía rural y ello lleva a economías de
aglomeración concentradas en muy pocas ciudades. Aun así, en los países menos desarrollados
las ciudades no pueden hacer frente a las enormes inversiones y gastos que demanda el
crecimiento incontrolado. Es decir, las políticas de equidad, que buscarían una distribución
espacial de los recursos más homogénea, para retener a la población en sus regiones de origen
y para evitar la congestión urbana, exigen de unas inversiones tan cuantiosas que no se
pueden exigir sin la ayuda económica internacional.
Las tendencias hacia nuevas pautas de urbanización en los países desarrollados han creado un
conflicto permanente entre el valor del espacio para el uso agrario y el que se le da en el
proceso de desarrollo urbano ya que el paisaje rural no puede entenderse como una realidad
aislada, por el contrario, debe considerarse en el contexto de una polarización territorial entre
los núcleos urbanos y el resto del espaci0.
• Áreas urbanas con espacios discontinuos de edificaciones y con un suelo dedicado a usos
residuales de carácter agrario, también llamadas "periurbano".
• Espacio semiurbano o semirrural urbanizado, es decir, las áreas con una alternancia entre la
antigua estructura rural (pueblos- mercado) y la nueva de tipo urbano (residencias de tipo
urbano).
• Espacio rural, con un predominio de la actividad agraria y con escaso desarrollo urbano y
que, en ocasiones, coincide con parajes naturales objeto de protección Cuando muchos de los
lugares incluidos en esta última zona se han visto afectados por proyectos de promoción
urbana, o por la irrupción de actividades necesarias a los intereses de los habitantes de la
ciudad (descentralización industrial que persigue beneficiarse del trabajo a domicilio) puede
hablarse con propiedad de la invasión urbana o de la ocupación por la ciudad de todo el
territorio. En este último caso, si no se adoptan medidas para la ordenación y conservación del
patrimonio rural no se podrá evitar su destrucción.
Un menor impacto supone, aún, la rehabilitación de las casas de los pueblos o la edificación de
nuevas viviendas siguiendo la morfología del hábitat rural tradicional, lo que confiere cierta
armonía al paisaje. Estos modelos de intervención, más respetuosos con el patrimonio rural,
no dejan de ser, no obstante, una invasión silenciosa de los habitantes de las ciudades, el paso
previo para que estos promuevan más adelante otro tipo de urbanizaciones, de forma que el
resultado final es siempre el del cambio social, pasando a dominar las formas de vida urbana
en los antiguos espacios rurales.
La explotación de los recursos del turismo de masas, a causa de una ocupación del suelo
indiscriminada, ha supuesto daños irreparables en la calidad de muchos espacios naturales. Se
trata de otro de los efectos perniciosos del urbanismo desmesurado.
Estas intervenciones se generalizan en nuestros días de forma que hay una separación cada
vez más profunda entre las construcciones de un pasado más o menos lejano, granjas, aldeas y
pueblos y el armazón técnico moderno. Simultáneamente, el paisaje rural de los países de
economía industrial, humanizada y repleta de instalaciones técnicas, se distancia cada vez más
del de los países menos desarrollados donde la huella del hombre es todavía incipiente.
Por el contrario, en los países desarrollados existe una cierta tradición normativa y las
posibilidades de intervención son mucho mayores. En las propias premisas de la planificación
rural desarrolladas por distintos autores (Ortwin, 1944; Thorns, 1968; y Lassey, 1977) se
recogen como objetivos de dicha planificación, entre otros, "la conservación de los atractivos
del campo y la belleza del paisaje rural", "la conservación de la belleza y los atributos del
campo", "la conservación integra del ecosistema a fin de mantener permanentemente los
recursos necesarios para la vida" y "el asegurar que las nuevas construcciones y los paisajes
modificados tengan un diseño armonioso". Es más, en muchos países europeos, desde fines
del siglo pasado y principios del actual, existe una cierta tradición legislativa según la cual, de
forma indirecta; el paisaje quedaba englobado en la normativa de protección de monumentos
históricos y de sus zonas de influencia o en la de sitios y monumentos naturales.
A modo de ejemplo pueden señalarse las leyes francesas de 1887, de 1906, la de 1913 y sobre
todo, la de 1930 (Ley sobre la protección de sitios y monumentos naturales de interés artístico,
histórico, científico, legendario o pintoresco). Esta normativa clásica permitió la conservación
de un buen número de paisajes excepcionales y sirvió también para otorgar un especial
reconocimiento a los mismos.
• Determinación de objetivos que fijen las estructuras que deben ser conservadas.
Se trata de todo un "plan de paisaje" que se lleva a cabo mediante las siguientes fases:
2. Traslado del estudio a los responsables de la gestión territorial, para su discusión y posibles
modificaciones.
Muy interesantes resultan, por otra parte, determinadas Iniciativas para "reconquistar" los
paisajes a través de intervenciones concretas que tratan de demostrar que se puede preservar
la diversidad de aquellos con economías locales específicas y eficaces. Se trata de hacer
propuestas viables en un mundo marcado por la competencia y por la búsqueda permanente
de la eficiencia y de la calidad en la actividad económica. Además, en estos últimos años se ha
producido la emergencia de un modelo cultural más sensible con los principios reivindicativos
de la rentabilización del trabajo y del logro de una mayor calidad de vida.
Por tanto, la revitalización del patrimonio rural debe ser propugnada desde una doble óptica,
la cultural y la económica. La necesidad de mantener un tejido social mínimo en las
sociedades rurales, de conservar el medio natural y salvaguardar el paisaje creado a lo largo de
milenios de desarrollo de las actividades agrarias son motivos determinantes en la adopción de
una nueva filosofía que debe plasmarse en una reforma de las políticas agrarias, en la línea que
ya desarrollan algunos programas europeos como el LEADER A este respecto, las proclamas del
Consejo de Europa, asumidas de inmediato por la propia Unión Europea, apuestan por nuevas
estrategias de dinamización de los espacios desfavorecidos.
Simultáneamente, es necesario remodelar el uso del espacio para que este absorba parte de la
población activa que no podrá encontrar empleo en la industria y en el ámbito urbano, de
forma que el desarrollo rural sea una parte inseparable del desarrollo regional.
En sintonía con este nuevo paradigma se han establecido ciertas actuaciones que tienen como
objetivo la recomposición funcional de los espacios rurales, es decir, su readaptación a nuevas
formas de utilización
5. 4. 1.
"Labelización" de paisajes
5. 4. 2. Agricultura biológica
Este es otro de los instrumentos que puede racionalizar la actividad y la producción agraria en
términos de calidad y no de cantidad.
Este tipo de agricultura supone una respuesta ecológica ante el deterioro medioambiental
producido por el uso generalizado de herbicidas, insecticidas y fungicidas; y por otra parte
intenta resolver el problema de los excedentes de producción de Estados Unidos y la Unión
Europea. Sin embargo, al poner en el mercado productos agrarios de especial calidad,
destinados a una clientela de alo poder adquisitivo, está por demostrar que, en la práctica,
esta iniciativa la puedan desarrollar los agricultores pobres, o que pueda ser utilizada para
contribuir al mejor sostenimiento de las comunidades rurales de los países menos
desarrollados. La gestión de "nuevos sistemas de desarrollo agrario sostenibles" permite
apreciar la dificultad de muchos de los proyectos destinados a mejorar la agricultura de los
países más pobres.
5. 4. 3. Turismo rural
Esta demanda de esparcimiento que protagonizan, fundamentalmente, las clases medias, lleva
pareja una predisposición cada vez más cualitativa hacia el entorno, concebido este como un
conjunto de valores interrelacionados. Las motivaciones de carácter medioambientalista y
educativo están en la base del ecoturismo. Por ello, las características genéricas que presenta
el turismo rural son las siguientes:
• Se apoya en recursos propios de zonas rurales en las que pervivan las actividades agrarias y
que cuenten con poca densidad de población, con una buena red de caminos, con valores
etnográficos y culturales (artesanía), y con recursos patrimoniales.
• Supone una elevada participación de la población local como agente turístico. En la mayor
parte de los casos, el empresario es un miembro de la comunidad rural o un habitante de la
zona. El y su familia suelen atender a los huéspedes y dispensarles todo tipo de servicios.
• Brinda a los que lo practican otro ritmo de vida, sosiego, tranquilidad, descanso y un cierto
reequilibrio personal.
Por otra parte, el turismo rural ha sido clasificado en diferentes modalidades en función de las
motivaciones de aquellos que lo practican. Así, por ejemplo, se suele hablar de agroturismo
cuando la característica fundamental es la de que el turista quiera implicarse en el modo de los
habitantes del medio rural, en sus actividades cotidianas (prácticas agrícolas; ganaderas, etc.).
Se habla de turismo verde cuando la motivación es la búsqueda del contacto con el medio
ambiente, aunque el turista suele valorar a la población rural como parte integrante del
ecosistema. Se habla de turismo cultural cuando lo que predomina es el deseo de conocer,
como mero observador; los aspectos culturales de una determinada zona rural y de turismo
deportivo o de aventuras cuando se persigue la práctica de ciertas actividades: espeleología,
escalada, cicloturismo, senderismo, etc.
Sin embargo, no es posible desarrollar este tipo de alternativas en todos los espacios rurales ya
que comúnmente se plantean tres situaciones diferenciadas:
Con carácter general, la promoción de este tipo de turismo tiene una cierta tradición en
algunos países, de entre los que fue pionera
Francia. Ali, en la década de los años sesenta, se generalizó esta actividad gracias al incentivo
que supusieron ciertas actuaciones estatales: creación de los primeros parques naturales
(1963), de las Missions Interministérielles en Aquitania y Languedoc-Rosellón, de la Asociación
francesa de estaciones verdes de vacaciones y de las gites ruraux o, lo que es lo mismo, casas
rurales (1956-1964).
En España no se inicia este tipo de mercado turístico hasta la década de los noventa. El
precedente más remoto es el de los paradores nacionales y las casas de labranza En estas
últimas se llegaron a habilitar 34220 camas, en los años setenta. Con posterioridad, la
Secretaria General de Turismo y las Consejerías de los distintos gobiernos autonómicos, una
vez asumidas las competencias en materia de turismo por las distintas comunidades,
desarrollaron los primeros proyectos de turismo rural. En la actualidad, la oferta de
alojamiento se aproxima a unas 25. 000 plazas, de las que están excluidas las residencias
secundarias, las de campings y, probablemente, las de muchos hoteles.
Las iniciativas para lograr el éxito del turismo rural en estos casos, al igual que en otros países
en los que también se ha desarrollado, tratan de alcanzar una oferta integral de recursos y
servicios. La enumeración de cada uno de ellos puede dar una idea clara de la capacidad de
dinamización que suponen para las economías locales.
• Servicios de alojamiento: casas rurales que alquilan habitaciones (chambres d'hôtes, bed and
breakfast), casas rurales que se alquilan completas (gites ruraux), granjas que ofrecen servicios
de alojamiento, granjas que ofrecen servicios de alojamiento y restauración (fermes auberges),
granjas que ofrecen servicios de alojamiento, restauración y en las que se comparte la
actividad agraria (fermes séjeur), hoteles de familias, hoteles de lujo (Relais et Chateux,
paradores), hoteles de gourmets, hoteles rurales, albergues rurales (residencias juveniles),
campings en granjas (campings à la ferme), estancias de equitación (fermes equestres),
balnearios, granjas-escuelas (casas de colonias) y villas turísticas.
Los distintos tipos de cultivo confieren una determinada plasticidad al paisaje rural gracias al
color y al propio aspecto externo que los caracteriza. La diversidad de cultivos depende de las
grandes zonas climáticas de la Tierra. De este modo, existe, originalmente, una zona del arroz
así como una zona del maíz. En cada una de ellas, las sociedades de cultivadores
seleccionaron, al comienzo de la historia, un grupo de plantas indígenas que fueron
propagándose en detrimento de otros vegetales. No obstante, los cultivos constituyen el
componente de mayor variabilidad en el paisaje rural, frente al hábitat y a la estructura
agraria, elementos estos de mayor estabilidad.
El hábitat rural hace referencia a las áreas agrarias que se organizan para servir de
asentamiento humano estable para los miembros de la sociedad agraria, es decir, al espacio
habitado en las áreas rurales. Se manifiesta como el modo de distribución y residencia de las
poblaciones que viven en el campo y, en muchos de los casos, del campo. Agrupa las viviendas
de la comunidad y sus anexos (patios, jardines, etc.), así como otras dependencias que tienen
una finalidad en el marco de la economía agraria (silos, corrales, etc.), constituyendo todo ello
la célula de organización de la vida rural.
En una clasificación sintética resulta posible diferenciar tres grandes grupos de formas: pueblo
lineal o pueblo calle, pueblo apiñado o pueblo macizo y pueblos radiales. Uno de los
componentes fundamentales del hábitat es la casa de campo, en la que se suelen combinar los
usos reclamados por las necesidades de alojar a la población campesina con la adaptación a las
exigencias técnicas de la economía agraria. Ello se revela en la propia morfología, cuya
máxima preocupación es la de adaptarse al medio físico en la que se levanta: materiales de
construcción del entorno, tipo de cubierta y formas de cerramiento aptos para una
determinada zona climática y plano que satisfaga las necesidades de la familia campesina.
Entre las infraestructuras agrarias, las de mayor representación en muchos de los paisajes
rurales son las relacionadas con la irrigación. La forma más elemental la constituyen las norias
o ruedas con cangilones de cerámica que permiten regar cultivos situados ligeramente por
encima del nivel del agua o bien, los pozos, con su estructura de polea o de noria. Otras
infraestructuras están relacionadas con las funciones ganaderas que cumplen algunos
inmuebles en determinadas regiones de larga invernada: heniles y apeaderos para el ganado, o
con la necesidad de dar cobijo permanente a la cabaña.
La red de caminos es también un elemento representativo del paisaje rural y uno de los
factores que limita o favorece las posibilidades de circulación y de trabajo. El paisaje se ve
atravesado por redes viarias que se le yuxtaponen y por otras en las que se imbrica.
El hábitat y la morfología agraria constituyen, en cierto modo, el esqueleto del paisaje, una
apariencia externa que pervive a lo largo de los siglos de forma aproximadamente inmutable.
Estos componentes, junto a los sistemas de cultivo, son la expresión de una determinada
organización, el conjunto de vínculos perdurables y profundos entre el hombre y el suelo.
Una selección de los paisajes rurales que constituyen un auténtico legado, puede ser efectuada
desde la perspectiva de las grandes zonas ecológicas del planeta, con un segundo nivel de
clasificación basado en los distintos tipos de organización de las sociedades que los han
construido. Esta clasificación incluye a los paisajes rurales de la zona intertropical en la cual
están los paisajes con sistemas extensivos tradicionales; con sistemas intensivos tradicionales
en secano; con sistemas intensivos tradicionales en regadío; con sistemas de influencia
colonial y en zonas de montaña.
La clasificación que incluye a los paisajes rurales de la zona árida la integran los paisajes de
desiertos de explotación tradicional y la de desiertos modernizados.
- Como parte de la clasificación relacionada con los paisajes rurales tradicionales de la zona
oceánica y continental del viejo mundo se encuentran los paisajes de los openfields o campos
abiertos y de los bocages o campos cerrados.
Dentro de la clasificación de los paisajes rurales de los países industrializados pueden citarse a
la agricultura europea de mercado y la agricultura norteamericana.
Como paisajes rurales con organizaciones comunales se tiene como referente fundamental a la
agricultura israelí.
Los problemas y factores más representativos de los procesos de transformación, los que han
favorecido auténticas agresiones y, a largo plazo, la destrucción del patrimonio rural, pueden
ser perfectamente identificados. De entre ellos, destacan tres modalidades: los que tienen
relación con los cambios introducidos por la propia actividad agraria, los que se originan a
causa del abandono del sector agrario y los derivados de iniciativas ajenas al mundo rural.
Las intervenciones para la protección del patrimonio rural exigen la identificación de las
estructuras que deben ser preservadas y valorizadas en un marco geográfico específico. El
espacio rural no es único ni homogéneo y, en consecuencia, fracasan las iniciativas
simplificadoras y reiterativas. Por ello, los pasos necesarios son concretamente: lectura del
paisaje que determine sus potencialidades; determinación de objetivos que fije las estructuras
que deben ser conservadas y elaborar recomendaciones en materia de gestión, para asegurar
en el tiempo la calidad de las estructuras paisajísticas.
Entre las iniciativas para la recomposición funcional de los espacios rurales se encuentra la
"labelización" de paisajes o, lo que es lo mismo, la rotulación (etiqueta, marbete, rótulo) de
una serie de lugares notables que, por su especificidad paisajística y por las actividades
económicas que los sostienen, se hacen merecedores de una especial distinción.
Con la "labelización" se conjuga el espacio geográfico con las producciones de calidad, ya que
la rotulación crea las bases para un reconocimiento público, que hace que aquellas actividades
específicas interesen a una serie de consumidores.
El patrimonio rural es cada vez más requerido por la población urbana que, de acuerdo con los
comportamientos defensores de la privacidad, de la autonomía y de la libre movilidad,
reivindica la utilización de los bienes patrimoniales con fines de ocio.
OBJETIVO
6. 1. Introducción
El patrimonio documental ha sido uno de los más descuidados, a pesar de que desde los
tiempos más antiguos se le había dado cierta importancia a la preservación y a la conservación
de los libros y de los documentos, como base de acceso para preservar leyes y reglamentos.
Las distintas civilizaciones han tenido siempre presente que el libro y el documento eran algo
más que una fuente de información textual, al convertirse en un objeto polivalente de cultura
que contiene una serie de valores que van más allá del contenido, del mensaje intelectual
transmitido, cuya integridad absoluta debe quedar garantizada. Sin embargo, la materia que
ha servido de soporte ha tenido graves inconvenientes para su conservación
Los documentos de los archivos, los manuscritos y los libros, en su calidad de producciones
históricas, artísticas o literarias, no son simples objetos ni se pueden tampoco reducir a las
informaciones que contienen, por ello para que estas fuentes se incorporen al patrimonio
cultural de un país o de un continente, las autoridades correspondientes deben tener una
política que permita grabarlas para conservarlas y leerlas en el futuro, para que igual que las
piezas de museo y las obras de arte se transmitan de generación en generación. Sin embargo,
su conservación, contrariamente a las de las piezas de museo; tiene como objeto hacerlas
accesibles a todos los interesados en ello, pues constituyen objetos culturales que solo se
pueden utilizar manipulándolos y examinándolos.
La idea de conservar los archivos, los manuscritos y los documentos impresos para que sean
permanentemente accesibles supone, no obstante, objetivos contradictorios ya que la
protección de los objetos culturales y su accesibilidad inmediata son incompatibles. Si un
patrimonio cultural se conserva en las mejores condiciones, no puede estar accesible, y si debe
estar accesible, pues ese es uno de los objetos de la conservación, algunos documentos muy
antiguos o muy raros no podrán transmitirse a la posteridad en las mejores condiciones
Por tanto, hay que protegerlos contra el desgaste y contra todos los agentes, para conservarlos
de manera duradera y proceder de modo que sigan siendo accesibles en un futuro lejano. Lo
mismo puede y debe aplicarse para los libros que van apareciendo de generación en
generación y para otros documentos producidos en mayor número.
Uno de los problemas que ha tenido este patrimonio ha sido el deterioro, al cual han
contribuido distintas causas. Este deterioro, a pesar de la importancia de los documentos, ha
sido incluso provocado por razones políticas, para borrar las tradiciones de determinados
grupos étnicos y sociales. Las guerras civiles y otros movimientos bélicos, han tenido el efecto
de incitar a los combatientes a que consientan y permitan la destrucción de los archivos y
bibliotecas. Por ello, la Convención de La Haya (1954), con el objeto de que los bienes
culturales se preserven en caso de conflicto bélico, establece medidas preventivas y la
"clasificación" por razones de seguridad, de los bienes culturales, en especial los documentos
guardados en los archivos y en las bibliotecas. Dicha Convención fue firmada por setenta y un
países
En otros casos el patrimonio cultural se ve amenazado por factores políticos, pero más que de
una acción deliberada el peligro viene de la omisión, al descuidar las autoridades la
conservación de los bienes culturales, al no proporcionar a las entidades culturales ni el
personal, ni los edificios ni el equipamiento técnico necesario.
A depender del patrimonio cultural, los documentos de los archivos, los manuscritos y los
documentos impresos, los mismos no pueden sobrevivir por sí mismos, sino que es necesaria
una voluntad política para, por un lado, salvaguardar y proteger esta herencia cultural y, por
otro, enriquecerla continuamente con nuevos documentos de valor duradero. Quizá esta haya
sido la razón, afortunadamente, de que numerosos países hayan dictado leyes y reglamentos
para la protección, conservación y utilización de los archivos y de las bibliotecas.
En este sentido el rápido aumento de la demanda del papel desde mediados del siglo XIX, ha
dado lugar a la aparición de nuevas técnicas (como la modificación de la calidad del papel para
evitar que su acidez haga envejecer el material, que lo hacía frágil), y ha revolucionado esta
rama de la industria.
• Causas internas de deterioro, las más frecuentes de naturaleza química, son inherentes al
soporte de la información, su modo de fabricación e incluso a los materiales empleados para
grabar el texto.
• Causas externas del deterioro, están relacionadas con fenómenos físicos, que actúan desde
el exterior sobre el soporte o los propos textos.
Un factor endógeno de deterioro lo constituían determinadas tintas, que ejercían una acción
corrosiva agravada por la humedad, produciendo agujeros con bordes finamente recortados
en lugar de los caracteres escritos. Sin embargo, la rapidez y la extensión del deterioro
endógeno dependen en gran manera de factores externos como la temperatura, la humedad o
la presencia de gases oxidantes. El calor y la humedad permiten que los hongos, los insectos y
otros microorganismos realicen su acción destructiva.
También hay que tener en cuenta que muchos de los deterioros son de origen humano, por la
manipulación, la incompetencia y la negligencia de las personas, por ello hay que recordar a
todos los usuarios, que los libros y los documentos no son bienes de consumo destinados a no
durar más allá de una o dos generaciones, pues es normal encontrar libros y documentos de
archivo con encuadernaciones rotas, desgastadas o manchadas de grasa, o páginas cubiertas
de tintas de bolígrafos, o cintas adhesivas utilizadas para recuperar documentos
Estas acciones, tanto materiales como humanas, han proporcionado unos daños que la
mayoría de las veces no tienen remedio, salvo que se acuda a otras técnicas alternativas que
se emplean actualmente. El deterioro del papel ha causado ya daños en todo el mundo y lo
seguirá causando. Todos los archivos y colecciones de bibliotecas que datan del siglo XIX o de
un período más reciente, están amenazados por el deterioro endógeno del papel. Las
encuestas sobre bibliotecas y depósitos de archivos en Europa y Norteamérica muestran que,
al menos, el 60% de los documentos conservados en los archivos públicos están expuestos a
un deterioro endógeno. En el 20% de los casos el deterioro es tan evidente que hace casi
imposible consultar los documentos. Será preciso, cuanto antes, aplicar medidas de
protección para salvarlos de una destrucción completa Los autores de estos informes y
encuestas atribuyen, con frecuencia, el mal estado de los documentos, más que al inevitable
deterioro del papel ácido, a las malas condiciones de almacenamiento.
Las medidas para garantizar la perdurabilidad física de los documentos tienen una clara
existencia a lo largo de toda la Historia, pues se remontan al momento de la aparición de las
primeras bibliotecas y archivos en el mundo antiguo. Sin embargo, no siempre ha sido igual, y
habría que establecer dos cortes o períodos:
• Período precientlflco, que abarca desde la Antigüedad hasta finales del siglo XIX
• Período científico, que incluye desde fines del siglo XIX hasta nuestros días.
El primer periodo se caracteriza por el marcado carácter artesanal y empírico de las fórmulas y
métodos propuestos para resolver el problema del deterioro físico de los documentos. Es un
periodo que en su primera época, el mundo antiguo, disponía de escasa información sobre las
técnicas bibliotecarias y archivísticas utilizadas, aunque si con suficientes referencias para
poner de manifiesto que desde aquella época se utilizaban sistemas, técnicas y productos para
garantizar la permanencia de los soportes documentales.
Las fuentes de conocimiento son varias, mientras en unos casos se disponen de las
excavaciones arqueológicas realizadas en depósitos documentales de cierta entidad, en otros,
la información la transmiten las fuentes literarias.
Las técnicas empleadas en aquellas épocas tenían por objeto resolver el problema del
deterioro físico de los soportes documentales, para conseguir que el documento pudiera
permanecer y ser transmitido posteriormente a las siguientes generaciones.
Este afán conservacionista fue el que impulsó la búsqueda de un soporte más estable y
resistente: el pergamino, y por ello el hombre ideó un tratamiento de piel de animal, mediante
cal, baños y sucesivos raspados. Otro tanto se puede expresar de las técnicas utilizadas en
Extremo Oriente, más concretamente en el imperio chino, para la fabricación y utilización de
las tablillas de bambú.
El segundo tipo de medidas de conservación que pueden distinguirse en este periodo es aquel
encaminado a preservar los materiales del ataque de plagas bibliófagas, conocidas desde
aquella época por los efectos ocasionados sobre el papiro y las pieles.
El mundo romano también fue consciente de la importancia que revestía la construcción del
edificio en la conservación de los documentos, y así en el siglo I el tratadista Marco Vitrubio
Poión recomienda ubicar las bibliotecas en el lado este de los edificios para evitar el efecto de
la humedad y las polillas sobre los documentos.
A partir del siglo XIV, junto a los soportes típicos de este periodo, como son el pergamino y el
papel, puede constatarse el uso masivo de un nuevo tipo de tintas, las denominadas
ferrogálicas o de agallas. La justificación de su empleo, frente a las antiguas tintas de carbón,
se centró en aumentar el nivel de conservación de la información registrada, pero las
consecuencias fueron bastante nocivas, debido al importante grado de acidez, ocasionando
deterioros de oxidación y pérdida total de la documentación
Las copias de documentos por razones de seguridad deben considerarse como medidas de
seguridad, aunque no será solo el deterioro de los antiguos soportes lo que induce a la copia
sino la desconfianza ante los nuevos. También la prevención y el tratamiento de plagas
bibliófagas experimentó un importante desarrollo en este periodo debido a la utilización de
nuevos productos insecticidas de gran poder, como eran unas mezclas que contenían derris y
pelitre, un tipo de sustancias naturales utilizadas como veneno en muchas culturas primitivas
Más sofisticado, en este sentido, fue el sistema utilizado en China durante el proceso de
elaboración del papel; a cuya pasta se añadía un importante agente antiséptico. Otro sistema
de conservación fue el basado en la reparación de aquellos documentos y manuscritos que
presentaban deterioros tales como desgarros y zonas perdidas
En los siglos XVI, XVII y XVIII es cuando se crean las grandes bibliotecas y los archivos, con lo
cual las técnicas propias experimentan un gran desarrollo. Las instrucciones y reglamentos
redactados para la organización y buen funcionamiento de tales centros contemplan medidas
relacionadas con la conservación de documentos, con el objeto de buscar la seguridad frente a
robos, incendios y ausencia de humedades. Dentro del ámbito hispano, instrucciones como la
de los archivos de Simancas de 1588, e Indias de 1790, así como las correspondientes a la
biblioteca del Escorial de 1575, constituyen claros exponentes de la preocupación por este
importante aspecto.
Junto a estas exigencias, las medidas de conservación se complementan con otras como la
búsqueda de adecuadas instalaciones, la dotación y mantenimiento de encuadernaciones o
sistemas de encarpetado y enlegajado y la prevención de plagas con polvos y plantas
repelentes utilizados en las etapas anteriores.
En los archivos, la copia de documentos para evitar el deterioro de los originales siguió siendo
importante. También se aplicaron técnicas para las reparaciones de los daños visibles, aunque
en alguna ocasión constituyeron amenazas para la futura conservación de la obra reparada,
por la utilización de adhesivos, productos para eliminar manchas, y sistemas para blanquear el
papel y reavivar tintas. Los copistas, iluminadores encuadernadores fueron los responsables de
estos tratamientos, cuya ejecución se realizaba mediante los encargos puntuales solicitados
por los responsables de las distintas bibliotecas y archivos.
Durante la primera mitad del siglo XIX se produce un hecho de capital importancia al surgir las
primeras formulaciones teóricas sobre el concepto de restauración, aunque claro, está
orientada y centrada en la obra artística. Los principios teóricos de la restauración estilística
aparecen claramente reflejados en algunos textos alusivos a restauraciones practicadas sobre
libros y manuscritos.
Asimismo, desde finales del siglo XVIII y a lo largo de todo el XIX, se asiste a un importante
desarrollo de las técnicas conservadoras, producido por dos factores de singular
trascendencia: la introducción de tratamientos con reactivos químicos, y el inicio de una
incipiente literatura científica preocupada por el estudio de los agentes causantes del
deterioro de los materiales documentales.
A la par se asiste a la aparición de las primeras tentativas de estudio sobre las causas del
deterioro físico del papel y la piel de las encuadernaciones. Conclusión de todo ello fue el
tratado de W. Blades (1896), quien a finales del siglo fue capaz de sistematizar las causas
degradatorias para la conservación de los libros y documentos, afirmando que sus agentes de
deterioro eran: el fuego, la humedad, el calor, el gas, la suciedad, los insectos y la ignorancia
de quienes los trataban, especialmente los encuadernadores y los coleccionistas.
A lo largo del siglo XX se producen tres hechos de singular importancia: un rápido avance
científico y tecnológico, un Interés mundial sin precedentes en el patrimonio cultural y una
conciencia sobre la necesidad de gestión de recursos dentro de marcos de cooperación.
Son tres etapas las que pueden diferenciarse a lo largo del periodo considerado como
científico
La primera fase tiene como fecha de inicio al año 1898, en el cual se celebra en la abadía de
San Gall la X Conferencia Internacional destinada a tratar los problemas de conservación y
restauración de los manuscritos antiguos. Dicho acto constituyó un acontecimiento histórico,
ya que por primera vez en la Historia se requirieron dos actuaciones previas a cualquier acción
restauradora: el estudio de las causas del deterioro y la verificación de la eficacia de la técnica.
El importante conjunto de obras atacadas por plagas biológicas debido a las deplorables
condiciones ambientales que hubieron de soportar durante la guerra, abrió una activa
investigación sobre insecticidas y fungicidas para materiales documentales; con el inicio de
fumigaciones, siendo la primera que se realiza en el ámbito italiano la practicada en la
biblioteca universitaria de Messina en 1915.
La pésima calidad del papel empleado en estos momentos, sobre todo en la prensa periódica,
hizo que investigadores ingleses y norteamericanos emprendieran análisis puntuales de los
materiales utilizados en su fabricación
La investigación iniciada en este periodo y los avances científicos conseguidos, coinciden con el
momento de organización de las bibliotecas públicas americanas.
La segunda etapa que llega hasta la década de los sesenta está definida por una serie de
actuaciones que denotan un interés mundial sin precedentes por el patrimonio cultural,
derivado de las exigencias del nuevo modelo de estado social, cuya doctrina elaborada tras la
crisis del estado liberal (1914-1918), se confirmará en el constitucionalismo de la segunda
postguerra.
Uno de los rasgos más característico y definitorios del nuevo Derecho, es el nuevo concepto de
propiedad y finalidad de los bienes, basado en el interés público y en su carácter patrimonial.
Desde esta perspectiva el estado deberá intervenir con una estructura y unos instrumentos
administrativos apropiados que sirvan para recoger y trasmitir esta herencia común, y la
tecnología que va a permitir esta transmisión no es otra que la conservación y la restauración.
Esta nueva reordenación del marco jurídico para la protección del patrimonio fomentó
naturalmente la aparición de un clima adecuado para el debate y elaboración de nuevas
concepciones teóricas sobre su conservación y restauración
De todas las propuestas teóricas elaboradas durante esta etapa las más importantes fueron la
Carta de Atenas (1931) y la Teoría del Restauro del italiano Cesare Brandi (1939-1963), ambas
centradas en la obra artística. La segunda sentó definitivamente las bases teóricas de la
Conservación y Restauración de Bienes Culturales tal y como se entiende en la actualidad,
proporcionando asimismo los fundamentos doctrinales de la Conservación y Restauración de
documentos
La Carta de Atenas reúne una serie de principios encaminados a fijar criterios intervención,
entendida también como conservación, para frenar el deterioro. Esta nueva filosofía no tardó
mucho en imponerse en el campo de la restauración de libros y documentos, como bien lo
reflejan los principios de actuación redactados en Inglaterra e Italia en la década de los años
cincuenta. Con ello se buscaba un objetivo fundamental, el de asegurar la transmisión de los
bienes culturales, haciendo del Patrimonio algo accesible y útil; el mismo tenía un principio
básico, el respeto a la integridad absoluta de las obras, y disponía de dos vías para conseguirlo:
la prevención del deterioro y la corrección del mismo.
A partir de los años 70, el concepto de restauración de documentos quedó fijado y formulado
y, por supuesto, aceptado.
Por lo que respecta al concepto de conservación preventiva, poco ha variado desde que este
comenzó a ser sistematizado a finales del siglo XIX y principios del dado que tanto entonces
como ahora su entendimiento se cifra en el conjunto de medidas utilizadas para controlar las
causas que originan el deterioro físico de los documentos, consiguiendo con su aplicación dos
objetivos: preservar los documentos en su forma física original y preservar el contenido
intelectual de la información registrada en los mismos.
Sin embargo, en función del desarrollo científico y tecnológico, sí han variado las medidas y
soluciones técnicas elaboradas para conseguir el control de estos agentes; como son el control
medio ambiental, los planes de emergencia, los programas de reproducción, la desacidificación
masiva, etc. , sin olvidar la búsqueda de soportes permanentes que garanticen la conservación
futura de la documentación
También, la conservación preventiva se ha preocupado de los documentos realizados en
soportes de naturaleza no tradicional, como las fotografías; las películas cinematográficas, las
microformas, las bandas magnéticas, los videos y cassettes, los discos en vinilo, las memorias
ópticas, etc, ampliando notablemente su ámbito de ejercicio.
Han sido los organismos internacionales y las asociaciones profesionales los responsables de
difundir la necesidad de la conservación preventiva proponiendo para ello directrices y
normas, así como de promover una línea activa de investigación para resolver sus principales
problemas_
En todo el mundo se realizan esfuerzos para detener el lento deterioro que amenaza con
destruir una parte importante del patrimonio cultural: los documentos y las obras escritas que
fueron legadas por generaciones anteriores. Numerosas organizaciones nacionales e
internacionales participan activamente en la conservación del patrimonio amenazado.
Entre los organismos Internacionales pueden citarse, por ejemplo, el Centro Internacional de
Estudios para la Conservación y Restauración de Bienes Culturales (ICCROM) creado por la
UNESCO; la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y de Bibliotecas (IFLA)
con su importante programa de preservación y de conservación; el Consejo Internacional de
Archivos (CIA) con sus comités especializados en los campos de la conservación de archivos y
de tecnología de la imagen; la American Commission for Preservation and Access (CPA), con su
programa internacional para la instauración y el desarrollo de la cooperación en todos los
campos relacionados con la conservación del patrimonio, programa cuyo objetivo a largo plazo
es, no solo salvaguardar el patrimonio amenazado, sino también facilitar su acceso a los
investigadores
Para remediar el deterioro del papel se adopta habitualmente una doble estrategia: por una
parte se evitan nuevos deterioros utilizando papel "permanente" para los documentos
impresos o escritos destinados, por valor duradero, a ser conservados en las bibliotecas y los
archivos; por otra parte, se toman medidas efectivas para luchar contra el deterioro ya
iniciado, para que no se pierdan para siempre las informaciones cuyo soporte es el papel.
El agua puede restaurar y preservar el papel de un modo casi milagroso. El agua es capaz de
limpiar, desalojar los residuos nocivos y puede utilizarse para introducir en el papel sustancias
tampón que lo protegerán contra los ácidos endógenos o exógenos, aunque previamente es
conveniente fijar las tintas antes del lavado. Después de lavado se encola el papel para
reforzarlo y luego se seca y se prensa.
Las desgarraduras del papel se reparan con cola de pasta de trigo y en ciertos casos, se utiliza
igualmente un papel de fabricación artesanal, muy fino y transparente, pero muy resistente: el
papel Japón Los agujeros y otros deterioros, situados en los bordes y canto de los libros,
pueden repararse también a mano con cola de pasta de trigo y trozos de papel Japón. Una
técnica más sofisticada consiste en rellenar o cubrir los agujeros y otros defectos del papel, con
fibras depositadas por pasta de papel en suspensión acuosa.
El tratamiento de los documentos de archivo y de los manuscritos sobre pergamino, así como
el de las encuadernaciones en pergamino, plantea algunos problemas, ya que esta piel,
duradera por naturaleza, reacciona frente a la humedad y al calor de un modo más violento.
Se necesita bastante paciencia para aplanar y estirar el pergamino, regulando además con
precisión el tiempo de humectación. Los pequeños defectos y los agujeros del pergamino
pueden repararse con fibras de pergamino en suspensión, siguiendo un método análogo al del
modelado de las hojas de papel.
Los documentos de archivo y las obras muy raras se encuentran ya en las bibliotecas y en los
archivos dado el gran valor que se les atribuye, pues son, por definición, un valor permanente
y por ello merecen conservarse de forma duradera, por ello prevenir su deterioro es el medio
más eficaz para preservar los documentos y, a la vez, el más económico Las inversiones que
suponen estas medidas solo se justifican si los objetos se colocan inmediatamente en un
entorno que permita conservarlos de forma duradera.
En las últimas décadas ha tomado notable relevancia la necesidad de garantizar que el acceso
continuo a las colecciones, archivos y bibliotecas debe llevar consigo políticas de protección
para que se corresponda con los principios generales de la gestión de las colecciones. Ello ha
llevado de la conservación tradicional de unidades individuales a una serie de medidas
preventivas y de programas de sustitución a gran escala.
Para elegir entre los diversos métodos que permitan preservar los documentos de archivo
debe tenerse en cuenta la naturaleza y la extensión de los deterioros y la mayor o menor
eficacia de las técnicas disponibles. Deben coordinarse entre los archiveros, los bibliotecarios,
los restauradores y los científicos las distintas medidas a prolongar la vida de los documentos
Estas técnicas han sido utilizadas como una respuesta global a diversos problemas y exigencias
que afectan a las bibliotecas y a los archivos de uso público y con fines de conservación, como
son: el deterioro de los documentos, la necesidad de ofrecer nuevos servicios y de preservar la
memoria histórica de los pueblos.
En etapas más recientes y como parte del vertiginoso desarrollo tecnológico que existe a
escala global va adquiriendo una gradual significación y empleo la tecnología denominada
Reconocimiento óptimo de Caracteres (OCR), a la cual se le dedicaría un espacio en los
apartados siguientes.
6. 4. 1. Microfilm
Los microfilmes son un soporte que responde no solamente a las grandes exigencias de la
investigación científica referentes a la calidad de la reproducción; sino también a los criterios
no menos severos de durabilidad; en los que se apoyan las estrategias de conservación.
Gracias a los aparatos modernos, con frecuencia semiautomáticos, pueden microfilmarse en
blanco y negro, o en color, grandes cantidades de libros o de documentos de archivo
amenazados, empleando en ello un lapso de tiempo relativamente corto.
La microfilmación de documentos históricos, de los que existen muy pocos ejemplares, nos
ayuda no solo a proteger los originales, sino también a hacerlos más accesibles a los
investigadores y a todos los que estén interesados en ellos.
Los microfilmes han conservado su importancia a pesar de la aparición de los nuevos soportes
digitales. Es evidente que la transferencia de documentos debe tener por objeto reemplazar
los soportes frágiles como el papel cuando se ha vuelto friable, por soportes más seguros y no
por soportes que, con el tiempo, vayan a presentar más problemas todavía. Comparado con
los soportes en los que las imágenes se graban electrónicamente, el microfilm, que es la
aplicación de una técnica inventada hace más de ciento cincuenta años, ofrece la ventaja de
contener informaciones registradas en forma analógica, es decir, constantemente accesibles al
ojo humano.
La mayor o menor facilidad con que los usuarios aceptan que los archivos y los documentos
conservados en las bibliotecas se transfieran a microfilm, o a otros soportes, depende
principalmente de los factores siguientes la calidad de la reproducción, la legibilidad de los
textos, la fidelidad de los colores y de las medias tintas, la paginación y la calidad de la
documentación anexa destinada a los usuarios.
6. 4. 2. Digitalización
La digitalización es el tema que más que cualquier otro fascina y obsesiona a los directores de
la conservación de los archivos y bibliotecas en la actualidad, ya que entienden que las
posibilidades son ilimitadas y las ventajas obvias, hasta el punto que la financiación que antes
se asignaba al microfilm ahora se ha desplazado hacia la digitalización; sin embargo la
digitalización de los documentos de archivo amenazados tampoco permite obtener todavía, a
un coste razonable, las imágenes de perfecta calidad que exige, sobre todo la investigación
científica, a la vez que se plantea un problema ante la inestabilidad de un medio relativamente
reciente en su creación Por ello hay voces que piensan que se debería combinar el enorme
potencial de la digitalización con el microfilm para la conservación a largo plazo.
La accesibilidad permanente que se requiere para los documentos no puede estar garantizada
ni por los soportes digitales con su limitada esperanza de vida, ni por los sistemas de lecturas
cuya compatibilidad a largo plazo es dudosa. Los hardwares y los softwares de los que
soportan los sistemas electrónicos de grabación y conservación de imágenes apenas están
normalizados y corren el riesgo de ser superados por una evolución tecnológica rápida. Los
ciclos de utilización de estos soportes, determinados por la frecuencia de las innovaciones,
serán más cortos que los de los soportes ópticos- electrónicos, y nunca se insistirá demasiado
en el hecho de que la accesibilidad de los archivos presupone una compatibilidad tecnológica a
largo plazo entre las generaciones sucesivas de sistemas.
Es por lo tanto prudente, cuando se utilizan soportes digitales, asegurarse de que las
informaciones accesibles por máquina se transfieran periódicamente a soportes nuevos en
función de los ciclos de utilización de los hardwares y de los softwares y asimismo prever el
coste de estas transferencias. Dicho coste es incomparablemente más alto que el de los
sistemas de microfilmación, que requieren equipos e instalaciones relativamente sencillos para
la grabación de documentos y su conservación a largo plazo.
Hay muchos que hablan, y con razón, de la desaparición de los bosques, pero nadie habla de la
desaparición de los libros. Sin embargo, las hojas que hay entre dos portadas de un libro están
tan dañadas como las hojas de los árboles, lo que ocurre es que la tinta ácida, el moho
contenido en papel, escondido en las bibliotecas y en los archivos, hace que nadie observe los
terribles daños. Más de una cuarta parte de todos los libros de algunos países, entre ellos
Alemania, se han deteriorado tanto que se convertirán en polvo si no se para este proceso.
Los periódicos, los libros, los manuscritos y los archivos se han filmado durante décadas a
expensas del público, con objeto de protegerlos del deterioro endógeno del papel o de otros
daños que amenazan a los libros y al material de archivo y para asegurar la permanencia de la
información que contienen. Se están produciendo duplicados de microfilm en lugar de
originales dañados para su consulta, y a la vez se está considerando el microfilm prioritario
como medio memorialístico y de almacenamiento sobre la base de la calidad y de "pruebas de
resistencia"
El microfilm tiene la ventaja, en comparación con otros medios, que el material no sufre una
transformación técnica fundamental y es, por lo tanto, resistente al tiempo. El método
analógico es directamente accesible, con poco esfuerzo; al ojo humano. La creciente
compatibilidad nacional e internacional de los sistemas de microfilm asegura su aceptación a
través de las fronteras.
La Unión Europea, en esta línea, sigue fomentando la consolidación de iniciativas de este tipo
para la conservación del Patrimonio Cultural Europeo y ha establecido prioridades de acción
urgente; tales como promover la recapitulación e intercambio de información; estimular
iniciativas de formación en conservación destinadas al personal de archivos y bibliotecas, y
hacer informes sobre la evolución del asunto y mantener informado al Consejo de Ministros
encargado de los asuntos culturales.
Contrariamente a otros programas, este fue concebido desde su origen de una forma
descentralizada: un punto central de gestión de actividades y centros regionales responsables
de sus políticas y decisiones. El punto central se ha situado en la Biblioteca Nacional de París
desde 1992 y existen seis centros regionales situados en Washington, Caracas, Tokyo,
Camberra y Moscú. El centro internacional de París actúa de centro regional para Europa
Occidental, Oriente Medio y África El centro internacional y los centros regionales están
conectados por una red, cuyas principales normas de funcionamiento están definidas en un
acuerdo entre IFLA y cada centro.
Otro proyecto es la Biblioteca Universalis fundado por siete socios fundadores, cuatro
europeos, más Estados Unidos, Canadá y Japón, y cinco más que se han unido con
posterioridad; entre ellos la Biblioteca Nacional de Madrid. El principal objetivo del mismo es
hacer accesible al público, mediante tecnologías multimedia, el mayor número de trabajos
científicos y culturales del mundo. Para ello se persigue explotar los programas de
digitalización existentes con la finalidad de construir una larga colección virtual del
conocimiento y hacerla disponible a través de la red de comunicación global.
Además de proyectos y programas indicados, hay que citar además del de la UNESCO
"Memoria del Mundo", el ABINIA de la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica.
El mismo constituye el repertorio de datos bibliográficos más completo sobre fondo antiguo
existente en las bibliotecas nacionales del ámbito iberoamericano. Este ofrece al investigador
nuevas posibilidades de estudio, permitiéndole compartir el patrimonio cultural de cada uno
de los países iberoamericanos y acceder a las fuentes impresas que constituyen la memoria
histórica de dichos países.
Este proyecto persigue dar a conocer cómo los países iberoamericanos son poseedores de
colecciones bibliográficas, cartográficas y documentales que representan fuentes
documentales de primera mano, que permitirán apreciar los cambios experimentados por las
sociedades americanas, a lo largo de su historia. Tales testimonios, plasmados en incunables,
manuscritos, mapas, libros raros, únicos, de primera edición; son patrimonio cultural de la
humanidad y han sobrevivido durante casi cinco centurias, a veces sin mayores cuidados y al
margen de los principios que rigen la catalogación y la conservación modernas. En
consecuencia este proyecto pretende identificar, mediante diagnósticos y asesorías, los
principales problemas físicos que atañen a esas colecciones documentales y capacitar recursos
humanos en esta área.
Todos estos proyectos son una respuesta a la alarma mundial sobre la efímera vida de algunos
tipos de documentos, con la consecuente pérdida de la memoria de algunas culturas o épocas
de determinadas civilizaciones.
Otro proyecto es la Biblioteca Universalis fundado por siete socios fundadores, cuatro
europeos, más Estados Unidos, Canadá y Japón, y cinco más que se han unido con
posterioridad; entre ellos la Biblioteca Nacional de Madrid. El principal objetivo del mismo es
hacer accesible al público, mediante tecnologías multimedia, el mayor número de trabajos
científicos y culturales del mundo. Para ello se persigue explotar los programas de
digitalización existentes con la finalidad de construir una larga colección virtual del
conocimiento y hacerla disponible a través de la red de comunicación global.
Además de proyectos y programas indicados, hay que citar además del de la UNESCO
"Memoria del Mundo", el ABINIA de la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica.
El mismo constituye el repertorio de datos bibliográficos más completo sobre fondo antiguo
existente en las bibliotecas nacionales del ámbito iberoamericano. Este ofrece al investigador
nuevas posibilidades de estudio, permitiéndole compartir el patrimonio cultural de cada uno
de los países iberoamericanos y acceder a las fuentes impresas que constituyen la memoria
histórica de dichos países.
Este proyecto persigue dar a conocer cómo los países iberoamericanos son poseedores de
colecciones bibliográficas, cartográficas y documentales que representan fuentes
documentales de primera mano, que permitirán apreciar los cambios experimentados por las
sociedades americanas, a lo largo de su historia. Tales testimonios, plasmados en incunables,
manuscritos, mapas, libros raros, únicos, de primera edición; son patrimonio cultural de la
humanidad y han sobrevivido durante casi cinco centurias, a veces sin mayores cuidados y al
margen de los principios que rigen la catalogación y la conservación modernas. En
consecuencia este proyecto pretende identificar, mediante diagnósticos y asesorías, los
principales problemas físicos que atañen a esas colecciones documentales y capacitar recursos
humanos en esta área.
Todos estos proyectos son una respuesta a la alarma mundial sobre la efímera vida de algunos
tipos de documentos, con la consecuente pérdida de la memoria de algunas culturas o épocas
de determinadas civilizaciones.
Para obtener los mejores resultados, los archivos PDF o de imagen deben cumplirse unos
requisitos determinados
• Resolución: los archivos de alta resolución funcionan mejor. Por norma general, se
recomienda que cada línea de texto de los documentos tenga una altura de al menos 10
píxeles.
• Calidad de imagen: las imágenes nítidas con iluminación regular y contraste claro
funcionarán mejor. Los borrones por el movimiento o un enfoque incorrecto de la cámara
reducirán la calidad de la detección de texto.
El tamaño máximo de las imágenes (.jpg, .gif, .png) y los archivos PDF (.pdf) es de 2 MB. En el
caso de los archivos PDF solo examinaremos las primeras 10 páginas en busca de texto que
extraer.
A procesar el documento, se intenta preservar el formato básico del texto, como la negrita y la
cursiva, el tipo y el tamaño de fuente y los saltos de línea. Sin embargo; es difícil detectar
estos elementos y quizás no resulta posible hacerlo siempre. Es probable que otros elementos
de formato y estructura de texto, como las listas numeradas o con viñetas, las tablas, las
columnas de texto, las notas a pie de página o las notas finales, se pierdan.
Digamos que se requiere digitalizar un artículo de una revista como un contrato imprimido.
Usted puede pasar horas reescribiendo y después corrigiendo los errores. O puede convertir
todos materiales requeridos en formato digital en pocos minutos usando un escáner (o cámara
digital) y un software de Reconocimiento Óptico de Caracteres
Imagina que Ud. tiene documento en papel -por ejemplo, un artículo de revista, un folleto, o
un contrato en PDF cual su socio le envió a Ud. por email. Obviamente, un escáner no será
suficiente para hacer así que Ud. pueda editar esa información, digamos, en Microsoft Word.
Todo lo que puede hacer un escáner es crear una imagen o una instantánea de documento
que es nada más que una colección de puntos negros y blancos o color, conocida como imagen
de trama. Con fines de extraer y reusar los datos de los documentos escaneados, imágenes de
cámara o de PDFs, necesita un software de OCR que va a separar las letras de la imagen,
ponerlas en palabras y después las palabras en frases, lo que le permite tener acceso y editar
el contenido de documento original.
Los mecanismos exactos que le permitan a la gente reconocer los objetos aun no pueden ser
entendidos, pero hay 3 principios básicos que los científicos conocen muy bien - integridad,
intencionalidad, adaptabilidad (IPA*). Estos principios construyen la base de ABB YY
FineReader OCR y PDF Transformer que le permitan a ella reproducir el reconocimiento
natural o como el ser humano.
Fine Reader OCR reconoce el texto de la siguiente forma. Primero, el programa de OCR analiza
la estructura de la imagen del documento. El divide la página en elementos tales como
bloques de texto, tablas, imágenes, etc. Las líneas están dividas en palabras y después en
caracteres. Como los caracteres han sido señalados, el programa les compara con un conjunto
de imágenes del patrón. El avanza las numerosas hipótesis sobre que es este carácter. En
base de estas hipótesis el programa analiza diferentes variantes de ruptura de líneas en
palabras y palabras en caracteres. Después de procesar un enorme número de tales hipótesis
probabilísticas, el programa finalmente toma la decisión, presentando a Ud. el texto
reconocido.
Usar ABBYY Fine Reader OCR es fácil: el proceso generalmente consiste de 3 etapas. Abrir
(Scan) el documento, Reconocerlo y después Guardar en un formato conveniente (DOC, RTE
XLS, PDF, HTML, TXT etc ) o exportar los datos directamente a una de las aplicaciones de Office
tales como Microsoft Word, Excel o Adobe Acrobat
Además, la última versión de ABBYY Fine Reader soporta el modo de Tareas Automáticas que
es esencial cuando se realizan tareas de rutina regularmente. Con esta función, las aéreas de
reconocimiento lanzan automáticamente sin tener que ejecutar manualmente todos los pasos
mencionados anteriormente.
Todo el proceso de conversión de los datos de documento en papel original, imagen o PDF le
lleva menos de un minuto, y después el documento reconocido finalmente se ve igual que el
original.
- El patrimonio documental ha sido uno de los más descuidados, a pesar de que desde
los tiempos más antiguos se le había dado cierta importancia a la preservación y a la
conservación de los libros y de los documentos, como base de acceso para preservar
leyes y reglamentos.
- Los documentos de los archivos, los manuscritos y los libros, en su calidad de
producciones históricas, artísticas o literarias, no son simples objetos ni se pueden
tampoco reducir a las informaciones que contienen, por ello para que estas fuentes se
incorporen al patrimonio cultural de un país o de un continente, las autoridades
correspondientes deben tener una política que permita grabarlas para conservarlas y
leerlas en el futuro, para que igual que las piezas de museo y las obras de arte se
transmitan de generación en generación.
- La supervivencia de los documentos impresos, de los archivos y de los manuscritos
está amenazada a su vez por factores internos y externos: Las causas internas de
deterioro más frecuentes son de naturaleza química, inherentes al soporte de la
información, su modo de fabricación e incluso a los materiales empleados para grabar
el texto.
Físicos, que actúan desde el exterior sobre el soporte o los propios textos.
- Las medidas para garantizar la perdurabilidad física de los documentos tienen una
clara existencia a lo largo de toda la historia, pues se remontan al momento de la
aparición de las primeras bibliotecas y archivos en el mundo antiguo. Sin embargo, no
siempre ha sido igual, y habría que establecer dos cortes o períodos los cuales son:
Periodo precientífico, que abarca desde la Antigüedad hasta finales del siglo XIX y
Período científico, que incluye desde fines del siglo XIX hasta nuestros días.
- Entre los organismos internacionales que realizan acciones de conservación y
restauración del patrimonio documental pueden citarse: el Centro Internacional de
Estudios para la Conservación y Restauración de Bienes Culturales (ICCROM) creado
por la UNESCO; la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y de
Bibliotecas (IFLA) con su importante programa de preservación y de conservación; el
Consejo Internacional de Archivos (CIA) con sus comités especializados en los campos
de la conservación de archivos y de tecnología de la imagen; la American Commission
for Preservation and Access (CPA), con su programa internacional para la instauración
y el desarrollo de la cooperación en todos los campos relacionados con la conservación
del patrimonio, programa cuyo objetivo a largo plazo es, no solo salvaguardar el
patrimonio amenazado, sino también facilitar su acceso a los investigadores.
- La conversión a imágenes de material de archivo o bibliográfico amenazado a otros
medios para su protección y/o sustitución permanente del original, requiere de
sistemas que produzcan, a largo plazo, la reproducción de una mayor calidad, además
del acceso y la disponibilidad, junto con la economía.
- Para elegir entre los diversos métodos que permitan preservar los documentos de
archivo debe tenerse en cuenta la naturaleza y la extensión de los deterioros y la
mayor o menor eficacia de las técnicas disponibles. Deben coordinarse entre los
archiveros, los bibliotecarios, los restauradores y los científicos las distintas medidas a
prolongar la vida de los documentos.
- Los métodos modernos vienen de la mano de la transferencia a nuevos soportes de
documentos dañados o amenazados como una medida de conservación de la misma
efectividad que la preservación de los originales. Entre todos los métodos que
responden a estos criterios, el más frecuentemente empleado en la actualidad es la
transferencia de documentos a microfilm, como método garantizado por su
estandarización y durabilidad comprobada, así como medida de preservación seguida
de la digitalización como método inmejorable para promover el acceso y la difusión.
- El microfilm es un método de conservación muy económico y, a la vez, muy eficaz. En
principio se utilizó como medio de preservación, ya que prolonga la vida de los libros y
otros documentos amenazados evitando su desgaste. Aunque la microfilmación no
sirviera más que para evitar los daños que pueden ocasionarse por la simple
utilización, quedaría ya cubierto el coste de esta operación, muy inferior a la de la
restauración y la de la preservación. Sin embargo, a menudo, los microfilmes pueden
reemplazar por completo a los originales amenazados.
- La mayor o menor facilidad con que los usuarios aceptan que los archivos y los
documentos conservados en las bibliotecas se transfieran a microfilm, o a otros
soportes, depende principalmente de los factores siguientes: la calidad de la
reproducción, la legibilidad de los textos, la fidelidad de los colores y de las medias
tintas, la paginación y la calidad de la documentación anexa destinada a los usuarios.
- La digitalización es el tema que más que cualquier otro fascina y obsesiona a los
directores de la conservación de los archivos y bibliotecas en la actualidad, ya que
entienden que las posibilidades son ilimitadas y las ventajas obvias, hasta el punto que
la financiación que antes se asignaba al microfilm ahora se ha desplazado hacia la
digitalización, sin embargo la digitalización de los documentos de archivo amenazados
tampoco permite obtener todavía, a un coste razonable, las imágenes de perfecta
calidad que exige, sobre todo la investigación científica, a la vez que se plantea un
problema ante la inestabilidad de un medio relativamente reciente en su creación.
- Es prudente, cuando se utilizan soportes digitales, asegurarse de que las informaciones
accesibles por máquina se transfieran periódicamente a soportes nuevos en función de
los ciclos de utilización de los hardwares y de los softwares y asimismo prever el coste
de estas transferencias. Dicho coste es incomparablemente más alto que el de los
sistemas de microfilmación, que requieren equipos e instalaciones relativamente
sencillos para la grabación de documentos y su conservación a largo plazo.
- El Registro Europeo de Microformas Maestras (EROMM) es un ejemplo de lo que sería
un nudo. Ahora bien, el nudo ideal está mucho más allá, se trataría de un Registro de
Microformas Maestras a escala mundial, totalmente integrado que proporcionara fácil
acceso a la información, y que evitara duplicación en el trabajo/esfuerzo.
- Muchas bibliotecas nacionales y otras instituciones se encuentran programando o
planificando programas de digitalización para todas o algunas de sus principales
colecciones culturales, tanto con el propósito de protegerlas como para aumentar y
facilitar el acceso a los documentos.
- Entre los proyectos de digitalización de ámbito español resalta la Memoria Hispánica
de digitalización de la Biblioteca Nacional y del Archivo General de Indias.
- El Reconocimiento óptimo de Caracteres (OCR) es un proceso dirigido a la
digitalización de textos, los cuales identifican automáticamente a partir de una imagen
símbolos o caracteres que pertenecen a un determinado alfabeto, para luego
almacenarlos en forma de datos. Esta tecnología va adquiriendo gradualmente mayor
relevancia por las facilidades y prestaciones que ofrece.
OBJETIVO
El turismo es la industria de servicios más rentable en estas décadas iniciales del Siglo XXI,
generadora de riqueza y de empleo. El turismo cultural adquiere cada día mayor
protagonismo y como tal debe ser considerado y valorado.
Como turismo cultural se define la actividad turística que consiste en realizar viajes, visitas y
estancias a lugares geográficos para conocer los hechos históricos, artísticos, culturales y
antropológicos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad a través de los
monumentos históricos-artísticos, museos, manifestaciones culturales y de espectáculos, rutas
e itinerarios histórico- monumentales, asistencia a seminarios, simposios culturales, cursos de
idiomas en el extranjero, manifestaciones folklóricas y antropológicas (artesanía, festivales de
música folk, jornadas gastronómicas, danzas típicas, etc.).
Las ciudades históricas constituyen por definición áreas privilegiadas de atracción turística, así
como los espacios naturales declarados como recurso patrimonial. El buen uso del patrimonio
y del entorno que los sustenta con fines de turismo cultural plantea una compleja
problemática de planificación urbanística y turística (equilibrio funcional, protección,
movilidad, accesibilidad, multifuncionalidad y preservación ambiental) que, al no conciliarse,
repercuten negativamente sobre el patrimonio y al tiempo sobre los recursos y
potencialidades turísticas.
7. 1. 1. Postura básica
Contemplado con la perspectiva de los próximos veinticinco años, dentro del contexto de los
fenómenos expansivos que afronta el género humano y que pueden producir graves
consecuencias, el turismo aparece como uno de los fenómenos propicios para ejercer una
influencia altamente significativa en el entorno del hombre en general y de los monumentos y
sitios en particular. Para que resulte tolerable, dicha influencia debe ser estudiada
cuidadosamente, y ser objeto de una política concertada y efectiva a todos los niveles. Sin
pretender hacer frente a esta necesidad en todos sus aspectos, se considera que la presente
aproximación, limitada al turismo cultural, constituye un elemento positivo para la solución
global que se requiere.
El turismo cultural es aquella forma de turismo que tiene por objeto, entre otros fines, el
conocimiento de monumentos y sitios histórico - artísticos. Ejerce un efecto realmente
positivo sobre estos en tanto en cuanto contribuye - para satisfacer sus propios fines - a su
mantenimiento y protección Esta forma de turismo justifica, de hecho, los esfuerzos que tal
mantenimiento y protección exigen de la comunidad humana, debido a los beneficios socio-
culturales y económicos que comporta para toda la población implicada
Sin embargo, cualquiera que sea su motivación y los beneficios que entraña, el turismo cultural
no puede considerarse desligado de los efectos negativos; nocivos y destructivos que
ocasionan el uso masivo e incontrolado de los monumentos y los sitios. El respeto a estos,
aunque se trate del deseo elemental de mantenerlos en un estado de apariencia que les
permita desempeñar su papel como elementos de atracción turística y de educación cultural,
lleva consigo la definición y el desarrollo de reglas mantengan niveles aceptables.
En todo caso, con una perspectiva de futuro, el respeto al patrimonio mundial, cultural y
natural, es lo que debe prevalecer sobre cualquier otra consideración, por muy justificada que
esta se halle desde el punto de vista social, político o económico.
Tal respeto solo puede asegurarse mediante una política dirigida a la dotación del necesario
equipamiento y a la orientación del movimiento turístico, que tenga en cuenta las limitaciones
de uso y de densidad que no pueden ser ignoradas impunemente Además, es preciso
condenar toda dotación de equipamiento turístico o de servicios que entre en contradicción
con la primordial preocupación que ha de ser el respeto debido al patrimonio cultural
existente_
7. 1. 2. Base de actuación
Por una parte las entidades representativas del sector turístico y, por otra, las de la protección
del patrimonio natural y cultural, profundamente convencidas de que la preservación y
promoción del patrimonio natural y cultural para el beneficio de la mayoría solamente se
puede cumplir dentro de un orden por el que se integren los valores culturales en los objetivos
sociales y económicos que forman parte de la planificación de los recursos de los estados,
regiones y municipios; Toman nota, con el mayor interés, de las medidas formuladas en los
apéndices de esta declaración, que cada uno de ellos está dispuesto a adoptar en su esfera de
influencia; Hacen un llamamiento a los estados para que estos aseguren una rápida y enérgica
aplicación de la Convención Internacional para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y
Natural adoptada el 16 de noviembre de 1972, así como de la Recomendación de Nairobi;
Confian en que la Organización Mundial de Turismo (OMT), en cumplimiento de sus fines, y la
UNESCO, en el marco de la mencionada Convención, realicen el mayor esfuerzo posible, en
colaboración con los organismos signatarios, y con todos aquellos que en el futuro se adhieran,
para asegurar la aplicación de la política que dichas entidades han definido como la única
capaz de proteger al género humano de los efectos del incremento de un turismo anárquico
cuyo resultado es la negación de sus propios objetivos; Expresan su deseo de que los estados,
por medio de sus estructuras administrativas, las organizaciones de operadores de turismo y
las asociaciones de consumidores y usuarios adopten todas las medidas apropiadas para
facilitar la información y formación de las personas que proyectan viajar con fines turísticos
dentro y fuera de su país, Conscientes de la extrema necesidad de modificar la actual actitud
del público en general sobre los grandes fenómenos desencadenados por el desarrollo masivo
del turismo, desean que; desde la edad escolar, los niños y adolescentes sean educados en el
conocimiento y el respeto por los monumentos y sitios y el patrimonio cultural, y que todos los
medios de comunicación escrita, hablada o visual expongan al público los componentes de
este problema, con lo cual contribuirán de una forma efectiva a la formación de una conciencia
universal;
Unánimemente prestos a la protección del patrimonio cultural que es la verdadera base del
turismo internacional, se comprometen a ayudar en la lucha iniciada en todos los frentes
contra la destrucción de este patrimonio por todo tipo de contaminación; y al efecto, se apela
a los arquitectos y expertos cientificos de todo el mundo para que los más avanzados recursos
de la moderna tecnología sean puestos al servicio de la protección de los monumentos.
Recomiendan que los especialistas llamados a planear y llevar a cabo el uso turístico del
patrimonio cultural y natural reciban una formación adaptada a la naturaleza multidisciplinaria
del problema y participen, desde sus comienzos, en la programación y realización de los planes
de desarrollo y equipamiento turístico;
Espíritu de la carta
En su más amplio sentido, el patrimonio natural y cultural pertenece a todos los pueblos. Cada
uno de nosotros tiene el derecho y la responsabilidad de comprender, valorar y conservar sus
valores universales.
El concepto de patrimonio es amplio e incluye sus entornos tanto naturales como culturales.
Abarca los paisajes, los sitios históricos, los emplazamientos y entornos construidos, asf como
la biodiversidad, los grupos de objetos diversos, las tradiciones pasadas y presentes, y los
conocimientos y experiencias vitales. Registra y expresa largos procesos de evolución
histórica, constituyendo la esencia de muy diversas identidades nacionales, regionales, locales;
indígenas y es parte integrante de la vida moderna. Es un punto de referencia dinámico y un
instrumento positivo de crecimiento e intercambio. La memoria colectiva y el peculiar
patrimonio cultural de cada comunidad o localidad son insustituibles y una importante base
para el desarrollo no solo actual sino futuro
El turismo nacional e internacional sigue siendo uno de los medios más importantes para el
intercambio cultural, ofreciendo una experiencia personal no solo acerca de lo que pervive del
pasado, sino de la vida actual y de otras sociedades
El turismo puede captar los aspectos económicos del patrimonio y aprovecharlos para su
conservación generando fondos, educando a la comunidad e influyendo en su política Es un
factor esencial para muchas economías nacionales y regionales y puede ser un importante
factor de desarrollo cuando se gestiona adecuadamente.
El patrimonio natural y cultural, la diversidad y las culturas vivas constituyen los máximos
atractivos del turismo. El turismo excesivo o mal gestionado con cortedad de miras, así como
el turismo considerado como simple crecimiento, pueden poner en peligro la naturaleza física
del patrimonio natural y cultural, su integridad y sus características identificativas. El entorno
ecológico, la cultura y los estilos de vida de las comunidades anfitrionas, se pueden degradar al
mismo tiempo que la propia experiencia del visitante
7. 2. 1. Objetivos de la carta
2. Facilitar y animar a la industria del turismo para que este se promueva y gestione con la
finalidad de respetar y acrecentar el patrimonio y las culturas vivas de las comunidades
anfitrionas.
3 Facilitar y animar al diálogo entre los Intereses de la conservación del patrimonio y los
intereses de la industria del turismo, acerca de la importancia y frágil naturaleza de los sitios
con patrimonio, sus variados objetos y sus culturas vivas, incluyendo la necesidad de lograr un
desarrollo sostenible para ambos
4. Animar a las partes interesadas para formular planes y políticas concretas de desarrollo,
objetivos mensurables y estrategias para la presentación e interpretación de los sitios con
patrimonio y sus actividades culturales para su defensa y conservamon.
Además, La Carta apoya otras iniciativas abiertas por ICOMOS, por otras instituciones
internacionales y por la industria del turismo para mantener la integridad del patrimonio, su
gestión y su conservación.
La Carta anima al compromiso entre todos aquellos que tengan intereses relevantes o
intereses ocasionalmente en conflicto, responsabilidades y obligaciones, para que se esfuercen
en poner de acuerdo sus objetivos.
La Carta anima a que las partes Interesadas formulen pautas detalladas que faciliten la puesta
en práctica de los Principios de esta Carta, de acuerdo con las peculiares circunstancias de cada
una de ellas, o según las exigencias planteadas por las comunidades u organizaciones
pertinentes_
7. 2. 2. 1. Principio 1
Desde que el turismo nacional e internacional se ha convertido en uno de los más importantes
vehículos para el intercambio cultural, su conservación debería proporcionar oportunidades
responsables y bien gestionadas a los integrantes de la comunidad anfitriona así como
proporcionar a los visitantes la experimentación y comprensión inmediatas de la cultura y
patrimonio de esa comunidad.
2 Los aspectos individualizados del patrimonio natural y cultural tienen diversos niveles de
significación, algunos de valor universal, otros de importancia nacional, regional o local. Los
programas de interpretación deberían presentar estos significados de manera relevante y
accesible para la comunidad anfitriona y para el visitante, usando métodos apropiados,
atractivos y actuales en materia de educación, medios informativos, tecnología y desarrollo
personal, proporcionando información histórica, cultural, además de información sobre el
entorno físico.
7. 2. 2. 2. Principio 2
La relación entre los sitios con patrimonio y el turismo es una relación dinámica y puede
implicar valoraciones encontradas. Esta relación debería gestionarse de modo sostenible para
la actual y para las futuras generaciones.
1. Los sitios con patrimonio tienen un valor intrínseco para todo el mundo por constituir la
base de la diversidad cultural y del desarrollo social. La protección y conservación a largo plazo
de las culturas vivas, de los sitios con patrimonio, de sus variados objetos, de su integridad
física y ecológica y de su contexto medioambiental; debería ser un componente esencial en el
desarrollo de las políticas sociales, económicas, políticas, culturales y turísticas.
2 La interacción entre los recursos o valores del patrimonio y el turismo es dinámica y está en
continuo cambio, generando para ambos oportunidades y desafíos asi como potenciales
situaciones conflictivas. Los proyectos turísticos, sus actividades y su desarrollo, deberían
conseguir resultados positivos y minimizar los impactos negativos para el patrimonio y para los
modos de vida de la comunidad anfitriona, al mismo tiempo que deberían responder a las
necesidades y expectativas del visitante
5 Los proyectos e infraestructuras y los proyectos para el desarrollo turístico deberían tomar
en cuenta la dimensión social, estética y cultural, los paisajes naturales y culturales, las
características de su biodiversidad; así como los amplios contextos visuales de los sitios con
patrimonio. Deberían utilizarse preferentemente los materiales propios de cada localidad y
tomar en cuenta los estilos de la arquitectura local y de la tradición vernacular.
6 Antes de que un creciente turismo promueva o desarrolle sitios con patrimonio, los planes
de gestión deberían sopesar los valores naturales y culturales de estos recursos. Los planes de
desarrollo deberían establecer limites adecuados para que el cambio sea asumible, sobre todo
en relación con el impacto que un excesivo número de visitantes puede producir en las
características físicas del patrimonio, en su integridad ecológica, en la diversidad del sitio, en
los sistemas de transporte y acceso y en el bienestar social, económico y cultural de la
comunidad anfitriona. Si el previsible nivel de cambio es inaceptable, deberían modificarse los
planes de desarrollo que se propongan
7 Deberían elaborarse programas de evaluación continua para valorar los impactos progresivos
de las actividades turísticas y de los planes de desarrollo en cada sitio o comunidad.
7. 2. 2. 3. Principio 3
1. Los programas de conservación del patrimonio y los del turismo deberían ofrecer
contenidos de máxima calidad para optimizar la comprensión del visitante acerca de las
características significativas del patrimonio y la necesidad de su protección, haciéndole capaz
de disfrutar adecuadamente de su visita.
2. Los visitantes deberían poder experimentar los sitios con patrimonio de modo tranquilo y a
su propio ritmo, si este es su deseo. De todos modos, pueden ser necesarios itinerarios
especiales de circulación de visitantes para minimizar los impactos sobre la integridad y
constitución física del sitio y de sus características naturales o culturales.
3 El carácter sagrado de los sitios con significación espiritual así como sus prácticas y
tradiciones, constituyen un importante punto de reflexión para los gestores de los sitios, los
visitantes, los legisladores, los planificadores y los operadores turísticos, Se debe animar a los
visitantes para que se comporten como huéspedes bienvenidos, respetando los valores y el
estilo de vida de la comunidad anfitriona, rechazando el producto de posibles robos o el
comercio ilícito de propiedades culturales, comportándose de manera que inciten a ser
nuevamente bienvenidos si alguna vez regresan
7. 2. 2. 4. Principio 4
1. Los legisladores deberían promover medidas para una equitativa distribución de los
beneficios del turismo de modo que estos sean repartidos entre los diversos países o regiones,
aumentando los niveles de desarrollo económico y contribuyendo a erradicar la pobreza
cuando así sea necesario.
3 Una parte significativa de la renta proveniente de los programas turísticos en sitios con
patrimonio debería dedicarse a la protección; conservación y presentación de los propios
sitios, incluyendo sus contextos naturales y culturales. Cuando así sea posible, los visitantes
deberían ser informados acerca de esta distribución de la renta.
4. Los programas turísticos deberían alentar la formación de los intérpretes y guías del sitio
provenientes de la propia comunidad anfitriona, para aumentar la capacidad de la población
local en la presentación e interpretación de sus propios valores culturales.
7. 2. 2. 6. Principio 6
Los programas de promoción del turismo deberían proteger y ensalzar las características del
patrimonio natural y cultural.
Para obtener algunos logros en ciertos campos, es esencial que los ciudadanos estén
orgullosos de la historia de sus ciudades, de su existencia y se interesen a su futuro.
Esta responsabilidad requiere un proceso pedagógico que no es posible realizar en el seno del
sistema escolar, y que debe estar preparado especialmente para los diferentes grupos de la
ciudad. Jerusalén presentaba problemas particulares en este ámbito, ya que los habitantes
pertenecen a 104 grupos étnicos diferentes. Los programas son apoyados por los centros
municipales en los diferentes barrios y pueden ser dirigidos específicamente para cada grupo.
Las autoridades municipales pueden asimismo organizar visitas para los propios ciudadanos de
manera que conozcan mejor su ciudad y así recibir adecuadamente a los turistas en visita.
El mantenimiento de las ciudades históricas es costoso, y además, estas son las más pobres y
las más descuidadas. Se encuentran raramente instalaciones industriales o comerciales y por
consecuencia, sus ingresos fiscales son muy bajos. Por otra parte, el gobierno central a
menudo no está dispuesto ni es capaz de ayudar de una manera sustancial.
La restauración ciertas veces puede ser apoyada por recursos exteriores motivados por un
vinculo entre las generaciones o por vínculos familiares con una de estas ciudades, teniendo
entonces un interés particular. En Jerusalén, el apoyo para varios proyectos proviene de
amigos del extranjero que tienen vínculos con esta ciudad. La ciudad de Venecia, por ejemplo,
ha encontrado la ayuda extranjera por parte de amistades que viven de una manera holgada
en otras partes del mundo, tal es el caso de personas que provienen de esta ciudad y que
desean apoyar los proyectos de restauración en sus barrios de origem
El turismo cubre varios aspectos. Una ciudad histórica pobre percibirá las ventajas económicas
que ofrece el turismo y, algunas veces, con el deseo de hacer las ciudades accesibles, la zona
histórica a preservar será descuidada. Suele suceder que en algunas ciudades, los habitantes
dejan la ciudad en plena temporada turística para evitar el turismo de masa
Sin embargo, un turismo bien dirigido, puede generalmente ser ventajoso para la ciudad
histórica, cuando menos a la medida en que los sitios arqueológicos son adecuadamente
dispuestos para los visitantes y no son sonetidos a un uso abusivo.
El turismo y la educación de los residentes van uno con otro de la mano, ya que es importante
que los turistas no sean incomodados por los residentes. Los habitantes de las ciudades
históricas deben estar dispuestos a recibir a los turistas, a hacer su visita agradable, ya que de
otra manera los visitantes se sentirán mal recibidos, incómodos y por lo tanto no regresarám
Kollek sostiene que la participación internacional para la protección de las ciudades históricas
es una etapa positiva, y podría posiblemente asimismo ayudar a soportar los cambios
financieros, pero la administración de las ciudades históricas deberá permanecer local.
En Jerusalén, las cuestiones de soberanía son una fuente de conflictos de importancia mayor
desde hace miles de años; la participación internacional en este caso solo agravará los
problemas.
Algunos sitios históricos que son importantes o sagrados a los ojos de más de un grupo
nacional o religioso deben ser protegidos para que el acceso sea abierto a todos estos grupos.
Esto afecta particularmente a Jerusalén, ya que algunos sitios están estrechamente ligados a
las tres grandes religiones monoteístas, y algunas veces la fricción que ocasiona el control de
estas zonas nos dirige a situaciones peligrosas. El gobierno debe asegurar el acceso general a
todos los sitios, haciendo un delicado equilibrio entre la sensibilidad política y religiosa, para
mantener el turismo de puertas abiertas_
Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad han tenido que afrontar múltiples dificultades a lo
largo de su dilatado acontecer histórico, no hay duda que una de las actuales está planteada
en relación con la inserción equilibrada del turismo. Si sonos capaces de dar respuestas
adecuadas a este reto, podremos contribuir no solo a la recuperación funcional del patrimonio
cultural, sino también a la dinamización de las economías locales y la generación de empleos.
7. 2. 4. 1. Declaración de Mallorca
3 ¿Pero cómo hacer de una práctica turística "de masa", una práctica diversificada y
personalizada, es decir una actividad turística de calidad, una calidad que no sea en función del
costo de los sewicios ofrecidos sino de la riqueza de la práctica como tal? ¿Cómo lograrlo
alcanzar? La respuesta es simple: adicionándole espacios movibles y dotándola de
modalidades participantes El turismo debe ser vivido y no perseguido, debe ser una realización
personal y no un consumo anónimo e ineãe.
4 El turismo cultural parece ser la vía real de esta transformación necesaria Pero se encuentra
en una situación paradójica De una pañe es cada vez más considerado como un vector esencial
para dar un nuevo soplo a la industria turística y para preservarla de los malos demonios,
asimismo que como un triunfo decisivo para el resguardo y la animación de una buena
cantidad de sitios, lugares, objetos y manifestaciones de la cultura; de la otra, la desconfianza
entre cultura y turismo, lejos de desaparecer queda aún viva.
5 Del lado de los profesionales del viaje, el turismo cultural continua siendo figura minoritaria y
elitista, incluso de marginales y de aburridos, incapaz de atraer una extensa clientela y de
contribuir de una manera determinante al desarrollo económico de la industria turística Del
lado de la cultura, persiste aún la opinión de que el turismo cultural es un factor decisivo de la
masa y de la pasividad de los comportamientos en el ámbito de las distracciones así como una
de las causas determinantes de la fragilidad de los patrimonios naturales y culturales y de lo
banal de las culturas
6 Para que el turismo cultural pueda cumplir con la función que le hemos asignado, es
necesario que éste englobe el conjunto de los sectores temáticos que corresponden a la
concepción y a las dimensiones actuales de la cultura, concepción que se refiere solamente al
patrimonio "noble" y las artes y letras, ilustración paradójica de la cultura "cultivada", pero
extenderse a la cultura popular, a la cultura de masa y en el sentido antropológico de cultura
cotidiana así como al patrimonio etnográfico, las prácticas y aspectos domésticos de la
experiencia cultural, y especialmente, la diversidad lingüística Esta concepción variada de la
cultura permite la extensión y la diversificación de la oferta del turismo cultural.
7. De manera a contribuir a este doble objetivo, es necesario dar una gran visibilidad, dar a
promover una mejor animación y júbilo a los recursos de las ciudades los paisajes y las
regiones, insuficientemente puestas en valor Para realizar lo antes mencionado, es
conveniente proponer un conocimiento de estos territorios, sobretodo destinado a sus propios
habitantes, para luego transmitirlo a sus visitantes, basado en su historia, sus características
urbanas, ecológicas y sociales, en fin su Widentidad". Esta "oferta cultural" pueda tomar la
forma de un conjunto de itinerarios urbanos de recorridos regionales, de manifestaciones y de
prácticas que traduzcan la especificidad de cada región
9. No hay cultura sin una recepción activa del pasado y sin la participación dirigida al futuro En
el reino de la cultura sonos todos consewadores y progresistas, creadores y recreadores Esta
vocación creadora de la cultura puede transformar los comportamientos turísticos si hacemos
de toda práctica turística una práctica cultural. El turismo cultural puede y debe convenirse en
el mejor garante de un turismo que se inscriba dentro de un desarrollo duradero.
Objetivos:
Proponer a los visitantes los espacios poco explotados en el plan turístico, ampliando asi la
oferta disponible. Esta ampliación a los nuevos ámbitos debe acompañarse de una
revalorización a los ojos de los habitantes mismos antes de atraer el interés de los turistas.
Debe en otras cosas, permitir a los turistas europeos tomar conciencia de lo que tienen en
común y de diferente, dentro de las diferentes culturas en Europa, basándose en su identidad.
Esta acción debe favorecer una mejor disposición del espacio y en el tiempo de la
frecuentación turística Contenido:
- Revalorizar las dimensiones de la cultura y del patrimonio que son aún poco explotados en el
plano turístico, tal como. el patrimonio marftimo, lugares de grandes fiestas populares,
patrimonio industrial, lugares de memoria europea, ciudadelas de vino, parques y jardines, etc
Valorizar en el plano turístico los itinerarios elaborados por el Consejo de Europa y la UNESCO
y desarrollar otros con el mismo modelo.
Clasificar los sitios y paisajes culturales en los cuales se ha llevado una política de turismo
durable
Objetivos:
Ampliar e intensificar la práctica del turismo cultural, integrar los valores culturales y sociales a
los valores económicos del turismo y buscar hacer, de una manera apropiada, de toda práctica
una práctica cultural; favorecer la toma de conciencia de la identidad europea; la
frecuentación turística.
Contenido:
- Buscar, por medio de una comunicación apropiada de la oferta ya sea de una alta cultura que
de una cultura popular, a extender la demanda del turismo cultural.
Crear incitativos a la repartición de la frecuentación dentro del tiempo y del espacio: actuar en
relación de los calendarios escolares, los precios promocionales, con el fin de nivelar los
puntos de frecuentación y de regularizar la vida económica local.
- Sensibilizar a los turistas desde la infancia, sobre el interés y el respeto para las comunidades
humanas visitadas, asimismo que para los sitios culturales y naturales, particularmente
difundiendo la práctica de manifestaciones sobre el patrimonio y la iniciación al entorno, para
lograr de este comportamiento una forma de civismo europeo.
Ayudar a las redes culturales y turísticas europeas que pueden favorecer sus comportamientos
culturales.
3. Medios.
4. Actores.
- El papel del sector público: estas acciones solo pueden ser llevadas a cabo por el impulso de
la autoridad pública, nacional y sobre todo, local; el sector público debe dar una coherencia
cultural y asegurar el seguimiento de este tipo de acciones. Este sector debe elaborar las
normas de urbanismo y de medio ambiente al igual que asegurarse del respeto por parte de
los equipamientos y las actividades turísticas. Debe identificar, apoyándose sobre los expertos
que se requiera, los diferentes aspectos del escalafón temático de la ciudad o de la región,
tomar las medidas necesarias de protección hacia los sitios frágiles, entrelazar las alianzas
interregionales para la explotación del tema y el intercambio de datos técnicos.
El papel del sector privado y asociativo: la valorización económica del tema desarrollado no
podría hacerse sin la participación indispensable de agentes privados y asociativos en el
montaje y en la comunicación.
El papel determinante de las empresas y agentes del sector privado en el campo turístico
necesita una implicación en todos los niveles, comenzando por la concepción hasta la puesta
en obra de las acciones propuestas.
Es necesario tener por regla que las empresas turísticas así como los organismos y sindicatos
profesionales estén asociados en todos los niveles de los proyectos (elaboración,
financiamiento, evaluación, desarrollo, etc. ) incluyendo los llevados en un marco institucional,
público nacional o internacional y que sean sistematizados los copartícipes apoyándose sobre
el intercambio de las problemáticas y las técnicas del turismo y la cultura.
Las asociaciones y las ONG son copartícipes indispensables para asegurar la sensibilización de
la opinión pública y las organizaciones especializadas, particularmente ICOM e ICOMOS, por su
experiencia, para reservar el equilibrio entre la dimensión cultural y cientifica, y las
necesidades y expectativas del público.
Dubrovnik en junio de 1996 permitió redactar una declaración preliminar sobre el tema, la cual
constituyó el centro del 4to Coloquio Internacional de la OC. P. M. que tuvo lugar en Evora el
mes de septiembre de 1997, anteriormente citado. Esa declaración, dirigida a los gestores de
las ciudades y de las personas que obran en el sector del turismo, resalta:
• Para aplicar la Convención, las partes deben disponer de leyes, de un financiamiento, de una
gestión y de prácticas institucionales que, particularmente, den a las autoridades locales las
herramientas apropiadas y les permitan poner en obra las estrategias a una escala nacional.
• Las lineas directoras sobre la gestión del patrimonio mundial apoyan firmemente los
enfoques y la cooperación intergubernamental e intersectorial. Por consecuencia, la
comunidad local y las O. N. G. deberán ser incluidas en el proceso de decisión
El turismo es la industria de servicios más rentable en estas décadas iniciales del siglo XXI,
generadora de riqueza y de empleo. El turismo cultural adquiere cada día mayor
protagonismo y como tal debe ser considerado y valorado.
Como turismo cultural se define la actividad turística que consiste en realizar viajes, visitas y
estancias a lugares geográficos para conocer los hechos históricos, artísticos, culturales y
antropológicos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad a través de los
monumentos histórico-artisticos, museos, manifestaciones culturales y de espectáculos, rutas
e itinerarios histórico-monumentales, asistencia a seminarios, simposios culturales, cursos de
idiomas en el extranjero, manifestaciones folklóricas y antropológicas (artesanía, festivales de
música folk, jornadas gastronónicas, danzas típicas, etc. ).
En relación con la base de de actuación de la Carta de Turismo Cultural se indica entre otros
aspectos que por una parte las entidades representativas del sector turístico y, por otra, las de
la protección del patrimonio natural y cultural, profundamente convencidas de que la
preservación y promoción del patrimonio natural y cultural para el beneficio de la mayoría
solamente se puede cumplir dentro de un orden por el que se integren los valores culturales
en los objetivos sociales y económicos que forman parte de la planificación de los recursos de
los Estados, regiones y municipios. Toman nota, con el mayor interés, de las medidas
formuladas en los apéndices de esta declaración, que cada uno de ellos está dispuesto a
adoptar en su esfera de influencia. un objetivo fundamental de la gestión del Patrimonio
consiste en comunicar su significado y la necesidad de su conservación tanto a la comunidad
anfitriona como a los visitantes. El acceso físico, intelectual y/o emotivo, sensato y bien
gestionado a los bienes del Patrimonio, así como el acceso al desarrollo cultural, constituyen al
mismo tiempo un derecho y un privilegio.
El Patrimonio natural y cultural, la diversidad y las culturas vivas constituyen los máximos
atractivos del Turismo. El Turismo excesivo o mal gestionado con cortedad de miras, así como
el turismo considerado como simple crecimiento, pueden poner en peligro la naturaleza física
del patrimonio natural y cultural, su integridad y sus características identificativas. El entorno
ecológico, la cultura y los estilos de vida de las comunidades anfitrionas, se pueden degradar al
mismo tiempo que la propia experiencia del visitante.
Facilitar y animar a la industria del Turismo para que este se promueva y gestione con la
finalidad de respetar y acrecentar el Patrimonio y las culturas vivas de las comunidades
anfitrionas.
Facilitar y animar al diálogo entre los intereses de la conservación del Patrimonio y los
intereses de la industria del Turismo, acerca de la importancia y frágil naturaleza de los sitios
con Patrimonio, sus variados objetos y sus culturas vivas, incluyendo la necesidad de lograr un
desarrollo sostenible para ambos.
Animar a las partes interesadas para formular planes y políticas concretas de desarrollo,
objetivos mensurables y estrategias para la presentación e interpretación de los sitios con
Patrimonio y sus actividades culturales para su defensa y conservación.
Principio 1: Desde que el Turismo nacional e internacional se ha convertido en uno de los más
importantes vehículos para el intercambio cultural, su conservación debería proporcionar
oportunidades responsables y bien gestionadas a los integrantes de la comunidad anfitriona
así como proporcionar a los visitantes la experimentación y comprensión inmediatas de la
cultura y patrimonio de esa comunidad.
Principio 2: La relación entre los sitios con Patrimonio y el Turismo es una relación dinámica y
puede implicar valoraciones encontradas.
Esta relación debería gestionarse de modo sostenible para la actual y para las futuras
generaciones.
Principio 6: Los programas de promoción del Turismo deberían proteger y ensalzar las
características del Patrimonio natural y cultural.
• Para aplicar la Convención, las partes deben disponer de leyes, de un financiamiento, de una
gestión y de prácticas institucionales que; particularmente, den a las autoridades locales las
herramientas apropiadas y les permitan poner en obra las estrategias a una escala nacional.
• Las lineas directoras sobre la gestión del patrimonio mundial apoyan firmemente los
enfoques y la cooperación intergubernamental e intersectorial. Por consecuencia, la
comunidad local y las O. N. G. deberán ser incluidas en el proceso de decisión
El turismo es la industria de servicios más rentable en estas décadas iniciales del siglo XXI,
generadora de riqueza y de empleo. El turismo cultural adquiere cada día mayor
protagonismo y como tal debe ser considerado y valorado.
Como turismo cultural se define la actividad turística que consiste en realizar viajes, visitas y
estancias a lugares geográficos para conocer los hechos históricos, artísticos, culturales y
antropológicos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad a través de los
monumentos histórico-artisticos, museos, manifestaciones culturales y de espectáculos, rutas
e itinerarios histórico-monumentales, asistencia a seminarios, simposios culturales, cursos de
idiomas en el extranjero, manifestaciones folklóricas y antropológicas (artesanía, festivales de
música folk, jornadas gastronónicas, danzas típicas, etc. ).
En relación con la base de de actuación de la Carta de Turismo Cultural se indica entre otros
aspectos que por una parte las entidades representativas del sector turístico y, por otra, las de
la protección del patrimonio natural y cultural, profundamente convencidas de que la
preservación y promoción del patrimonio natural y cultural para el beneficio de la mayoría
solamente se puede cumplir dentro de un orden por el que se integren los valores culturales
en los objetivos sociales y económicos que forman parte de la planificación de los recursos de
los Estados, regiones y municipios. Toman nota, con el mayor interés, de las medidas
formuladas en los apéndices de esta declaración, que cada uno de ellos está dispuesto a
adoptar en su esfera de influencia.
El Patrimonio natural y cultural, la diversidad y las culturas vivas constituyen los máximos
atractivos del Turismo. El Turismo excesivo o mal gestionado con cortedad de miras, así como
el turismo considerado como simple crecimiento, pueden poner en peligro la naturaleza física
del patrimonio natural y cultural, su integridad y sus características identificativas. El entorno
ecológico, la cultura y los estilos de vida de las comunidades anfitrionas, se pueden degradar al
mismo tiempo que la propia experiencia del visitante.
Los objetivos de la Carta Internacional de Turismo Cultural son: Facilitar y animar a cuantos
están involucrados en la gestión y conservación del Patrimonio para que transmitan su
importancia tanto a la comunidad anfitriona como a los visitantes.
Facilitar y animar a la industria del Turismo para que este se promueva y gestione con la
finalidad de respetar y acrecentar el Patrimonio y las culturas vivas de las comunidades
anfitrionas.
Facilitar y animar al diálogo entre los intereses de la conservación del Patrimonio y los
intereses de la industria del Turismo, acerca de la importancia y frágil naturaleza de los sitios
con Patrimonio, sus variados objetos y sus culturas vivas, incluyendo la necesidad de lograr un
desarrollo sostenible para ambos.
Animar a las partes interesadas para formular planes y políticas concretas de desarrollo,
objetivos mensurables y estrategias para la presentación e interpretación de los sitios con
Patrimonio y sus actividades culturales para su defensa y conservación.
Principio 2: La relación entre los sitios con Patrimonio y el Turismo es una relación dinámica y
puede implicar valoraciones encontradas. Esta relación debería gestionarse de modo
sostenible para la actual y para las futuras generaciones.
Principio 6: Los programas de promoción del Turismo deberían proteger y ensalzar las
características del Patrimonio natural y cultural.
Glosario
Adecuación morfológica
Conjunto de actuaciones que tienen como finalidad que las modificaciones introducidas en un
paisaje por la actividad humana se integren o presenten continuidad con las formas y con las
texturas predominantes en dicho paisaje.
Aculturación
Intercambio de rasgos culturales resultante de que los grupos estén en continuo contacto
directo; los patrones culturales originales de cada uno o de ambos grupos pueden verse
alterados, pero los grupos se mantienen diferentes.
Agricultura biológica
Es también conocida como agricultura ecológica y agricultura orgánica es aquella que excluye
la utilización de fertilizantes químicos y todo tipo de pesticidas de síntesis, sin oponerse a las
labores mecanizadas de la tierra y acudiendo ampliamente a la fertilización orgánica mediante
compostaje y abonos verdes y a la rotación de cultivos y adecuado laboreo del suelo
Agricultura tradicional
Bienes culturales
Bienes muebles
Bienes inmuebles
Son centros especializados que combinan la actividad comercial y los servicios en la búsqueda
de la complementariedad. Se sitúa en las áreas de máxima accesibilidad dentro de la ciudad.
Centros urbanos
Son las piezas más representativas en el paisaje de las ciudades y su significado desborda
ampliamente el rol que les correspondería en función de su superficie, entidad demográfica o
actividad económica.
Centros históricos
Son un objetivo esencial de toda política patrimonial porque se trata de los espacios que
proveen a la ciudad de su imagen diferencial; porque concentran la oferta urbana más
atractiva para los visitantes y porque reflejan la calidad de vida y la cualidad urbana alcanzada
por la ciudad.
Colonialismo cultural
Conjunto
Son los grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e Integración
en el paisaje les da un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, el arte
o la ciencia.
Conservación y restauración
Ambas palabras contemplan acciones directas sobre los objetos del patrimonio, mueble e
inmueble, que suelen aplicarse simultáneamente. se entiende como conservación aquellas
intervenciones que tienen como objetivo interrumpir o evitar el progresivo deterioro. Se
entiende como restauración la actuación directa sobre el bien mueble o inmueble, para
devolverle su aspecto originario.
Conservación preventiva
Conjunto de actuaciones a realizar, no directamente sobre los objetos, sino sobre las causas
que inciden en la degradación o destrucción de los mismos. Va referida, fundamentalmente; a
los objetos muebles y al ambiente que les rodea, en el más amplio sentido de la palabra:
microclima, contaminación, iluminación, sistemas expositivos, almacenaje, embalaje y
transporte, seguridad, etc.
Cultura (especifica)
Se refiere a los distintos modos de vida de cada grupo de personas. Lo que cada grupo piensa,
dice, hace y fabrica.
Desarrollo local
Desarrollo social y económico que degenera en el ámbito local a partir de la puesta en valor y
explotación de recursos propios de una zona, mediante fórmulas de economía social:
autoempleo, cooperativismo, pequeña empresa, etc.
Desarrollo sostenible
Es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades La dimensión
cultural del concepto implica hacer que el desarrollo sea compatible con la pervivencia del
pasado, para permitir que las generaciones futuras tengan tantas posibilidades de hacer sus
propias elecciones en relación con el patrimonio como nosotros tenemos hoy dia.
Emplazamiento
Estructura urbana
Es la configuración del aspecto externo de las distintas áreas de la ciudad, donde influyen
decisivamente los usos del suelo o, lo que es lo mismo, las funciones desempeñadas por los
componentes urbanos (edificios residenciales, fábricas, jardines, equipamientos de distinta
naturaleza, etc
Etnicidad
Identificación con, y sentirse parte de, un grupo étnico y exclusión de ciertos otros grupos
debido a esta afiliación.
Globalización
Hábitat rural
Hace referencia a las áreas agrarias que se organizan para servir de asentamiento humano
estable para los miembros de la sociedad agraria, es decir, al espacio habitado en las áreas
rurales.
Desarrollo sostenible
Es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades La dimensión
cultural del concepto implica hacer que el desarrollo sea compatible con la pervivencia del
pasado, para permitir que las generaciones futuras tengan tantas posibilidades de hacer sus
propias elecciones en relación con el patrimonio como nosotros tenemos hoy dia.
Emplazamiento
Estructura urbana
Es la configuración del aspecto externo de las distintas áreas de la ciudad, donde influyen
decisivamente los usos del suelo o, lo que es lo mismo, las funciones desempeñadas por los
componentes urbanos (edificios residenciales, fábricas, jardines, equipamientos de distinta
naturaleza, etc
Etnicidad
Identificación con, y sentirse parte de, un grupo étnico y exclusión de ciertos otros grupos
debido a esta afiliación.
Globalización
Es la cada vez más acelerada interdependencia de las naciones en un sistema mundial
económicamente conectado, así como a través de los medios de comunicación de masas y los
sistemas modernos de transporte.
Hábitat rural
Hace referencia a las áreas agrarias que se organizan para servir de asentamiento humano
estable para los miembros de la sociedad agraria, es decir, al espacio habitado en las áreas
rurales.
Monumento histórico
Morfología agraria
Patrimonio
Patrimonio arquitectónico
Incluye no solo los monumentos, conjuntos arquitectónicos o sitios que estén legalmente
protegidos o que tienen un interés prestigioso, sino también todos los conjuntos
arquitectónicos, en medio urbano o rural, que forman una entidad coherente por la
homogeneidad de su estilo o por la huella histórica de los grupos humanos que allí vivieron.
Patrimonio cultural
Patrimonio industrial
Comprende todos los restos físicos del pasado industrial, incluyendo en ellos los entornos,
estructuras, edificios, equipamientos, productos, instalaciones y bienes muebles, asi como
toda información documental relacionada con ella, tanto oral como escrita
Patrimonio histórico
También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y
zonas arqueológicas asi como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor
artístico, histórico o antropológico.
Patrimonio natural
Se incluyen en él los remanentes del entorno físico del pasado y procesos geológicos entre los
que se encuentran, por ejemplo, los glaciares, las montañas, los ríos, cañadones y bosques.
Preservación
Restauración
Conjunto de operaciones destinadas a crear de nuevo las mismas o similares condiciones que
presentaba un sistema natural y que han sido alteradas a causa de la actividad humana.
Restauración paisajistica
Conjunto de operaciones que tienen como finalidad que la percepción visual de un espacio sea
similar o evolutivamente concordante a la que componía antes de ser alterado por una
actividad humana, especialmente por una obra pública o por una actividad extractiva
Sitios o lugares
Son obras conjuntas del hombre y de la naturaleza, es decir, zonas que tienen un valor
universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico.
Sitio histórico
Lugar, que por su significación histórica o cultural, está declarado Bien de Interés cultural (B]
Sociedad
Agregado de personas que guardan relaciones relativamente estables y estipuladas entre sí.
Sistema
Sistema turístico
Turismo rural
Turismo Cultural
Actividad turística que consiste en realizar viajes, visitas y estancas a lugares geográficos para
conocer los hechos históricos, artísticos, culturales y antropológicos que forman parte del
patrimonio cultural de la humanidad.
Trama
Es la forma de agruparse y ordenarse los espacios públicos (calles, plazas, etc. ) y los espacios
parcelados o edificados.
Zona arqueológica