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Ramiro Farias — N° de Registro: 890459

1) Para Ricardo, el precio de todos los bienes reproducibles está determinado por la
cantidad de trabajo que fue empleado para crearlos. Esto aplica entonces para bienes
como el maíz, pero no así para la tierra: al no ser reproducible, y al estar en manos de
terratenientes, su precio depende de su cantidad disponible y de la calidad del terreno.
Teniendo esto en cuenta, consideremos una situación de prohibición a la importación de
granos en un país con población creciente, como fue el caso de Inglaterra en el primer
cuarto del siglo XIX. Dada la creciente demanda de alimentos, que deberán ser
producidos únicamente en suelo inglés, se deberá extender la producción agrícola. Dicha
extensión comenzará desde las tierras más fértiles, que son las que más ganancia generan
para el capitalista dado el bajo esfuerzo que requieren para trabajarlas, hacia las de menor
calidad, donde se requiere trabajo más intensivo para equiparar la producción.
Supongamos que la cantidad de trabajo necesaria para producir alimento sea de 10 en la
tierra más fértil, y de 20 en la menos fértil: el precio final del maíz será de 20, ya que, al
producir ambas maíz esencialmente idéntico, si bien puede producirse con menos
esfuerzo en la tierra más rica, esta no puede satisfacer por completo la demanda.
Considerando además un salario real fijo a causa de una gran oferta laboral, tenemos que
la tierra más fértil generará más ganancias para los capitalistas que la menos fértil. Sin
embargo, dado que, según Ricardo, sólo puede haber una única tasa de ganancia para los
capitalistas, la competencia entre estos para trabajar la tierra más provechosa acabará
igualando el beneficio en todos los terrenos. De esta diferencia de productividad y de
posible ganancia extraordinaria de los capitalistas, se obtiene la renta cobrada por el
terrateniente.

Maíz

R1
R2
R3
π
w
1 2 3 4 Tierras

En el gráfico tenemos cuatro parcelas de tierra, siendo 1 la más fértil y 4 la menos fértil.
De acuerdo con lo dicho, el salario (w) y el beneficio (π) se mantienen constantes en todos
los terrenos. La diferencia de productividad, representada por la altura de cada
histograma, corresponderá a la renta apropiada por los terratenientes: la más fértil cobrará
la mayor cantidad de renta, mientras que la menos fértil cobrará cero. Si se extendiesen
los cultivos a una quinta granja de menor calidad que la 4, que requiere, supongamos, 25
unidades de w para producir lo demandado, entonces el precio de la totalidad del maíz
producido en Inglaterra pasará a ser de 25 unidades monetarias. Si consideramos salarios
rígidos, en principio el beneficio del capitalista pasaría a ser mayor, pero dada la
competencia por tierras fértiles, acabará igualándose en la tasa de ganancia que otorgue
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el terreno de menor calidad, es decir, menor. Entonces, a mayor precio del maíz, mayor
será la renta. Si esto se extendiese, supongamos, infinitamente, la ganancia del capitalista
pasaría a ser de 0 en toda la rama agrícola, siendo toda su cuantía apropiada por la renta.
En conclusión, si se prohíbe la importación de alimentos, se producirá una redistribución
del ingreso de los capitalistas hacia los terratenientes, y se deduce de esto que, si se levanta
la prohibición, la renta disminuirá. Para Ricardo, esta es la situación deseable, ya que la
acumulación capitalista es utilizada para invertir, y generar riquezas a futuro.
2) Para Marx, la ley del valor es condición necesaria para la existencia del sistema
capitalista: que la única fuente de valor sea el trabajo, permite a los dueños de los medios
de producción extraer plusvalía, que acaba convirtiéndose en capital. Caracteriza al
capitalismo no como un sistema de producción de mercancías, sino un sistema de
producción de plusvalía. Esto es una diferencia esencial con respecto a modos de
producción precapitalistas: en esas sociedades, el trabajador se presenta como dueño de
sus propios medios de producción, y trabaja creando mercancías cuyo valor es apropiado
enteramente por él. De esta manera, las mercancías se intercambian por su valor, o lo que
es lo mismo, el trabajo socialmente necesario contenido en ellas. Sin embargo, en el modo
de producción capitalista, la ley del valor se ve modificada: el trabajo contenido no es
igual al precio de intercambio, pero sí lo determina. Marx, en el Tomo III de El capital,
explica que, en una economía capitalista, el precio de intercambio, o precio de producción
de los bienes pasa a estar determinado por la composición orgánica del capital invertido,
dependiendo de la amortización del capital constante además de únicamente el trabajo.
Asumiendo una cuota general de ganancia para toda la economía, llega a la conclusión de
que ciertas ramas de la producción pueden vender sus mercancías por un precio mayor o
menor que su valor real, dependiendo de la proporción de capital fijo y variable. Sin
embargo, dicha cuota de ganancia es determinada por la plusvalía generada, es decir, por
el capital variable o el trabajo socialmente necesario.
3) Para Marshall, la teoría del valor de Ricardo solo es aplicable en las “etapas primitivas
de la sociedad”, en las que prácticamente no se emplea capital, y todo el trabajo es hecho
por la mano del hombre. Afirma que, para que en el largo plazo el trabajo represente el
valor relativo de dos mercancías, el trabajo empleado para crearlas debe ser del mismo
nivel, remunerado de igual forma, producidos por cantidad de capital y beneficio
proporcionales, y que dicho capital haya estado invertido en la misma cantidad de tiempo.
De acuerdo con Marshall, en las distintas secciones del primer capítulo de Principios de
economía política y tributación, el propio Ricardo incorpora distintos componentes que
influyen en el valor relativo de las mercancías, como los distintos niveles de habilidad de
cada trabajador, los medios de producción empleados o el tiempo de inversión que estos
demandan, pero parece ignorarlos para mantener su teoría del valor trabajo en etapas más
avanzadas de la sociedad.
Ramiro Farias — N° de Registro: 890459

Bibliografía
Marshall, A. – Principios de economía.
Marx, K. – El capital.
Meek, R. - Studies in the labour theory of value.
Ricardo, D. - Principios de economía política y tributación.
Rubin, I. - Historia del pensamiento económico.
Screpanti, E., & Zamagni, S. - Panorama de historia del pensamiento económico.

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