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En un procedimiento pueden intervenir particulares o entidades distintas de la

Administración que lo tramita. Más en concreto, la Ley (art 31.1 LRJPAC) otorga la
condición de interesado a:

a) Quienes lo promuevan como titulares de derechos o intereses legítimos individuales


o colectivos.

b) Los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan resultar
afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

c) Aquéllos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos, puedan resultar


afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en tanto no haya
recaído resolución definitiva.

El título VI de la LRJPAC comprende lo que denomina “disposiciones generales


sobre los procedimientos administrativos” donde se establecen un conjunto de reglas
básicas de tramitación. El artículo 68 dispones, para empezar, que “los procedimientos
podrán iniciarse de oficio o a solicitud de la persona interesada”.

Quedan al margen de este concepto, por un lado, quienes participan a título de


expertos o de testigos de los denunciantes, sin hacer valer en el procedimiento
derechos o intereses propios y quienes se limitan a comparecer en un trámite de
información pública o de encuesta o consulta.

Cuando se habla de ciudadano en Derecho Administrativo no tiene un sentido


limitativo sino genérico, equivalente al de persona, física o jurídica, que no es poder
público o que no se encuentra en esa situación. Todas estas personas tienen por igual
capacidad de obrar ante las Administraciones Públicas. Así lo reconoce el artículo 30
LRJPAC. La capacidad de obrar, es así muy amplia y flexible, inclusive se reconoce
esta capacidad a “grupos de afectados, uniones sin personalidad o patrimonios
independientes” que, no siendo personas jurídicas, puedan ser titulares de derechos o
intereses.
Concepto distinto del de ciudadano es el de interesado aplicable a cualquier
persona física o jurídica que, teniendo capacidad de obrar ante la Administración, tenga
algún interés en un asunto determinado de la competencia de ésta o cuando le afecte un
procedimiento sancionador abierto o cuando solicite de la Administración una ayuda o
prestación cualquiera en su beneficio. Los interesados, concepto que utiliza con carácter
general el Título III de la LRJPAC, son los ciudadanos considerados en relación a una
actuación determinada de la Administración, que, como tales, han entablado o pueden
entablar una relación jurídica específica con ella.

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