Cobardía de los infantes de Carrión ante el león suelto Este fragmento de texto, pertenece al gran poema del Mio Cid, poema del siglo XII que narra la historia de Rodrigo Díaz de Vivar, que intenta recuperar su honor, previamente arrebatado. El texto, propio del mester de juglaría, era de obra anónima, pero fue transcrito por Per Abbat alrededor del año 1200. En este fragmento, se nos habla del pequeño problema que se les presenta a los infantes de Carrión, ya que después de la conquista de Valencia, en una oscura noche, se escapa un león por el campamento y comienza a asustar al personal. Los hombres del Cid rápidamente le protegen y le advierten de la situación, pero los infantes, se esconden atemorizados. Cuando Rodrigo se levanta, se dirige hacia la posición del león, y con total solemnidad le coge del cuello y lo vuelve a encerrar en su jaula. Minutos después aparecen los infantes después de salir de su escondite, pálidos al completo, a lo cual los guardias empiezan a burlarse de ellos. Esta parte del poema del Cantar del Cid, consta de 34 versos de 16 silabas de 8+8 dividido en 2 hemistiquios con una cesura interna, de rima asonante en todos los versos.
Las primeras 4 líneas, se nos presenta a el Cid y sus soldados durmiendo
plácidamente después de una gloriosa victoria. Posteriormente se nos presenta el problema de la fuga del león, que finalmente resuelve Rodrigo metiéndole de nuevo en su jaula y los soldados de el Cid se burlan de los infantes. En este texto podemos hallar diferentes figuras retoricas como el epíteto épico, apelaciones al público y alteraciones del orden de la oración que se encuentran por todo el poema. Este fragmento, nos enseña dos cosas, la cobardía de los infantes de Carrión, por otra parte, nos muestra la serenidad y firmeza del Cid mientras encierra al león sin miedo alguno y con total armonía.