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EL BIEN

El bien es una concepción calificativa del ser humano a través de la cual se toman

decisiones y se actúa para llegar a la finalidad máxima que es lo deseable; según el profesor

Humberto correa el bien es regulado por la moral que a su vez depende de distintos

contextos como lo son el sociocultural, religioso e histórico y en este orden de ideas el

bien se asocia con lo que es correcto. Individual o colectivamente este fenómeno tiene el

objeto de complacer las necesidades humanas, por eso para Aristóteles el bien procede de la

política y el bien supremo es la felicidad que solo se consigue por medio de la virtud.

EL MAL

El mal es lo opuesto al bien por esto normalmente se asocia con lo que es perjudicial para

la finalidad del ser humano y es determinado por la culpa que siente este al tener conductas

incorrectas o inmorales. Para los griegos el mal correspondía a toda idea opuesta al

razonamiento, por ejemplo para Aristóteles este responde a la ignorancia y al no encause

del buen obrar o la virtud, todo esto en contraposición al bien individual y común. Así pues

el mal e consecuencia de la no adopción y aceptación de los valores éticos que prevalezcan

en los contextos bajo los cuales se desenvuelva el individuo.

LA VIRTUD

Según los griegos la virtud es todo actuar que responde en favor del bien y la moral,

teniendo como principales características del ser virtuoso la sabiduría, el coraje y la

moderación; por esto mismo suele referirse a la asociación del ser con la fuerza y lo viril,

es decir el perfeccionamiento del ser en favor de los principios éticos. Tratándose así la

virtud de una situación de equilibrio que conlleva a un estado verdadero de felicidad tal
como refiere Thomas M. Robinson “El estado balanceado del alma excelente del que hablas

es lo que él llama “virtud” (aretē)” en su artículo Los griegos y la vida buena: un diálogo.

ENTREVISTA.

1) ¿Cómo reconocer un ser humano virtuoso en la actualidad?

2) ¿En qué crees que se basa el precepto de que todo el tiempo pasado fue mejor?

¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

3) ¿Cuál crees que es el origen del mal en la humanidad?

4) ¿Cuáles crees que son las principales características de una persona buena y cuales

crees que son las razones que la impulsan a actuar así?

5) ¿Qué relación tiene la felicidad con el bien y el mal?

6) ¿Crees que la percepción de lo que está bien y mal ha cambiado en las dos últimas

generaciones?

El primer entrevistado es Javier Romero quien se desempeña en un cargo administrativo

en la ciudad de Bogotá, según sus respuestas un ser humano virtuoso es aquel que tiene

una buena vida manteniendo un equilibrio material y espiritual cimentado en la paz, de

este modo una persona virtuosa es la que contribuye a la sociedad siendo así un

convicto la contraria representación de ello. Él opina que el cambio en el concepto ético

a través de las generaciones obedece a la competencia y al dinero, puesto que las

personas ya no están dispuestas a actuar bien porque se percibe que no se obtendrá un

beneficio a cambio de la benevolencia, lo cual desencadena en la actual infelicidad que

vive el ser humano. Piensa que el concepto de maldad cambia y es relativo dependiendo
de cada individuo, sin embargo, afirma que cuando los actos de un ser humano afectan

a otro se puede hablar de maldad; otros factores que condicionan el juicio moral son las

circunstancias que llevaron a actuar de dicha manera, bien sea una mala situación,

estado de intenso dolor o la locura, pues afirma que en estas últimas situaciones el

individuo no actúa bajo las premisas de maldad. Basado en sus creencias religiosas

opina que la maldad se origina con Lucifer, pues a partir de esta rebelión se creó la

envidia y las personas comenzaron a aprovecharse unas de otras para cumplir sus

objetivos personales, que solo satisfacen deseos hedonistas y egoístas, por eso el bien

siempre está orientado al mejoramiento común. No obstante, sostiene que el ser

virtuoso no existe en su totalidad pues todos los seres humanos llevan consigo la

maldad y la bondad inmersas; a lo largo de la vida cada ser humano ha pecado y

destruido pero también ha actuado en favor del colectivo, en esto se basa el aprendizaje

de la vida condicionado por la imperfección a la que estamos sujetos, en este orden de

ideas una persona no puede ser juzgada como buena o mala. Concluye afirmando que el

bien está totalmente ligado con la felicidad ya que esta es una derivación de hacer las

cosas como se debe, como los valores de la familia lo inculcan pensando siempre en

favorecer a los demás, evitando al máximo acciones como herir y destruir que tienen

relación directa con el mal.

El segundo entrevistado fue Armin Walker, ciudadano alemán que reside en New York.

En su opinión personal las personas virtuosas solo se pueden reconocer a través de sus

palabras, pues este para él es el medio de comunicación más efectivo y el que permite

conocer la verdadera personalidad de las personas, pues cree que por medio del dialogo

se llega al conocimiento. Afirma que la tecnología ha avanzado en favor de la


humanidad reestructurando la ética y los juicios morales para bien, pues ha permitido

eliminar normas anticuadas y sin fundamentos. Para Armin el bien está fundamentado

en la coherencia entre lo que se es y lo que se muestra al mundo, es decir el bien tiene

estrecha relación con la verdad, nadie puede ser bueno si miente, no importa las

circunstancias pues el bien es uno solo. Además el cree que el materialismo de la

humanidad moderna ha desembocado en la no búsqueda de la virtud y en una felicidad

meramente superflua que nada tiene que ver con el bien.

El tercer entrevistado es Steve Merchán, patrullero de la Policía Nacional de Colombia

quien dice que un ser humano virtuoso en la actualidad es aquel o aquella que se

esfuerza por obtener más conocimiento cada día, diferenciándose así de las personas

del común gracias a la disciplina motivo por el cual lleva una vida ejemplar reflejo de

sus buenas acciones. Esta de acuerdo con que todo tiempo pasado fue mejor porque a

medida que se desarrolla el mundo se pierden valores y costumbres que deberían

permanecer ya que estos contribuyen con el bien común. En tanto la falta de amor es

el origen de la maldad que a su vez es la contradicción del bien, puesto que una persona

buena es aquella que entrega su vida al servicio de los demás, no importa los recursos

materiales de los que esta disponga pues el bien está impulsado por la educación, la

espiritualidad y los valores. La virtud se mide en relación al servicio social, pues

afirma que quien nace para servir sirve para vivir, y en este orden de ideas el servir a

los demás provoca una inevitable felicidad; a pesar de ello no todas las personas pueden

llegar a la virtud porque una persona elije el bien o el mal de acuerdo a las experiencias

y a las percepciones personales que ha adquirido del mundo a lo largo de su vida,


teniendo mayor influencia las vivencias de su niñez, pudiendo crear ideas erróneas o

correctas de la realidad que derivan en conductas buenas o malas.

SINTESIS

¿Cómo las creencias religiosas, culturales y sociales inciden en la definición de los conceptos de

bien, mal y virtud?

La diversidad de creencias hace que los conceptos éticos mencionados acojan significados relativos

dependiendo del contexto donde haya nacido el individuo, puesto que no se pensará igual ni se

tendrá una concepción uniforme del bien y del mal o del camino a la virtud si se nace en África en

1400 a que si se nace en Alemania en 1945 por mencionar un ejemplo. Esto sucede porque el azar

al que estamos expuestos determina la teología que adoptamos y de ella se derivan una serie de

preceptos éticos, además de costumbres y tradiciones heredadas del grupo socio cultural al que

pertenecemos que nos hace ver el mundo de una u otra manera acogiendo ideas singulares de la

realidad que no necesariamente son falsas o verdaderas, solamente dependen del contexto que

nos rodee. Por ejemplo un individuo que nazca bajo una ideología yhijadista tendrá una impresión

extremadamente diferente de lo que está bien y lo que está mal comparado con un individuo que

nazca regido por una ideología católica, puesto que para el primero el bien puede consistir en

sacrificar vidas humanas en nombre de una causa minorista mientras para el segundo es

inaceptable asesinar a cualquier persona no importa la circunstancia que preceda. En este orden

de ideas las creencias religiosas, culturales y sociales sortean el ideal que rige nuestro

comportamiento ético y el juicio moral a través del establecemos patrones de comportamiento,

sin embargo este puede sufrir modificaciones a medida que adquirimos experiencia y hacemos uso

de la razón, principalmente cuando logramos obtener un punto de comparación de nuestra

realidad a la de otro, tal como lo intento explicar Platón con el mito de la caverna.
Al pasar de los años y como consecuencia de procesos mundiales como la globalización se han ido

uniformizando los conceptos de bien y del mal, ejemplo de ello es la declaración de derechos

humanos, que ha establecido límites mundiales ante lo que está permitido; el constante

intercambio de conocimiento del planeta acrecienta una persistente búsqueda de los individuos

por la virtud apoyando así la premisa griega que afirma que esta es la idea suprema oponiéndose a

la ignorancia. Sin embargo y como lo indica el profesor Humberto Correa la mayoría de los seres

humanos buscan siempre hacer lo que preceptos morales conciben como correcto puesto que

están condicionados por un sentimiento de culpa o remordimiento y esto se da debido a que

nadie elije donde nacer, así pues estamos limitados a las creencias heredadas. Regularmente estas

nociones del buen obrar van a favor del bien colectivo y la búsqueda de la virtud concibiendo

como malo todo aquello que se oponga a dicha búsqueda y variando según las necesidades y

metas comunes e individuales, por esto es que se da la alteración de un contexto a otro bien sea

por la época, la teología, el ideal político,

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