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La ciudad y las ratas: LA PESTE BUBONICA EN LIMA Y EN LA COSTA

PERUANA 1903 – 1930

La peste ingresó al Perú por el puerto del Callao. La enfermedad llegó en una
embarcación procedente de Bangok, Tailandia, y desató una verdadera crisis
de salud pública en nuestro país. La peste bubónica llegó al Perú en abril de
1903.
Al inicio, cuando la infección cobró su primera víctima, nadie prestó atención a
la extraña hinchazón del cuerpo del fallecido, ni tampoco relacionaron su
muerte con el hedor de las abundantes ratas que yacían inertes en el suelo del
local chalaco, solo unos días después, cuando 10 de los 70 trabajadores de un
molino enfermaron de un mal desconocido, empezó la alarma. Los contagiados
tenían la lengua seca, los ojos hinchados, fiebre alta y les salieron bubones,
bultos del tamaño del huevo de una paloma, en el cuello, la axila e ingle.

Desde ese momento, y por varias décadas, la epidemia se extendería a lo largo


del país y llegaría a la costa, sierra y selva, matando a unas 10.000 personas
en 27 años, los verdaderos causantes de que la infección se propague por
todas partes fueron las pésimas condiciones de salubridad de las ciudades y,
por consiguiente, las ratas. La infección se expandió aun más de ciudad en
ciudad por medio de los puertos y por el transporte de piojos contaminados en
las mercaderías que llevaban los arrieros que cubrían la ruta comercial entre la
costa y la sierra. En ese tiempo casi todas las casas eran nichos ideales para
cobijar al germen de la peste, a esto hay que agregar el hacinamiento de las
familias pobres.

Pero, sin duda, fue el trato que recibieron los enfermos lo que causó más
rechazo y polémica. A estos se los sacaba de sus viviendas y se los trasladaba
a lugares apartados donde se recluía a los infectados para tratarlos y evitar el
contagio.

Por otro lado, gran parte de la población desconfiaba de los avances de la


medicina, y aunque existía un suero contra la peste, su eficacia era muy
limitada.
El verdadero legado de la epidemia de la peste bubónica en Perú fue que
modificó las actitudes del Estado, los médicos y parte de la población hacia la
salud pública, actitud que debemos refrendar en la situación actual mundial que
vivimos ahora.

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