Está en la página 1de 4

Perspectivas multiculturales sobre música y musicalidad

Guillermo Gallardo Pastor

1. Resumen

La música es universal y la musicalidad ha coexistido con las civilizaciones desde la


antigüedad. Quizás no encontremos una definición válida para describir la música, pero
se puede afirmar que ha acompañado a la humanidad y la ha distinguido desde siempre.

Al igual que entendemos el comportamiento musical como algo ligado al hombre,


también es necesario entender que el acto de hacer música implica a la sociedad.
Cuando un artista crea música implica como transmisor a su público receptor, teniendo
a su audiencia en mente. Incluso cuando crea música de forma individual se crean
recuerdos sociales de experiencias previas a haberla tocado, así que se puede afirmar
que tanto las piezas musicales como los intérpretes están cargados de memoria social
contextual.

A pesar de que la escucha de música se haga en solitario, esa individualidad implica el


contexto social. En contra, también se da el caso de creación musical para despejar la
acción social, como escuchar música para aislarse del mundo. Esto puede llegar a crear
una experiencia espiritual en el oyente.

Si intentamos definir música podemos hablar de ella como una emoción, que añade al
oyente algún tipo de excitación, positiva o negativa, que puede llevar a éste hasta
estados de conciencia transformados.

La música implica interdisciplinariedad, pues entre los elementos comunes más


destacados de los sistemas musicales del mundo se encuentra la unión de música y
rituales. Que incluyen el acto de hablar y danzar. Por ello, la música incluye con
frecuencia también otras actividades.

No podemos hablar de características musicales comunes en cuanto a estructuras que


puedan identificar los sistemas musicales conocidos. Sin embargo, entre los universales
estadísticos destaca la idea de la musicalidad, la idea de que todos tienen potencial para
participar en una variedad de actividades musicales. Todo esto dota a la música de una
identidad que nos permite identificar frases musicales a través de repeticiones. Esta
repetición se encuentra representada en los sistemas musicales de todo el mundo
En cuanto a las ideas académicas y cotidianas sobre los orígenes de la música cabe decir
que la música va unida a aspectos espirituales del mundo, a todo tipo de fenómenos
sociales. Incluso, en algunas civilizaciones se han atribuido influencias en la naturaleza
y la sociedad, como teorías sobre relaciones de la música con el cosmos.

La existencia de la música en todas las sociedades humanas nos invita a trazar una
historia del hombre ligada a sus actividades musicales, que podían incluir rituales,
cosmologías y el manejo de las relaciones sociales, como elementos centrales de
relación de los grupos humanos.

La música, en comunidad y combinada con otras disciplinas, constituía eventos


musicales, rituales enmarcados en un evento que trataba preocupaciones existenciales
de una comunidad concreta. Esta se considera la actividad más valorada universalmente.
La música y sus aspectos sociales han sido muy importantes para el desarrollo cultural,
pero este no ha sido su principal objeto de estudio en psicología, sino los procesos
cognitivos y emocionales de los oyentes solitarios.

En cuanto al cuidado musical, la música ha estado presente en el entorno de los


cuidadores de todas las culturas, pues les cantan a los bebés desde tiempos remotos. Las
canciones de cuna han servido siempre para calmar a los bebés y hacerlos dormir.
Destaca el carácter multidisciplinar de la música, pues, para las canciones de cuna se
utilizan movimientos rítmicos y tacto, por lo que la forma en la que los niños contactan
por primera vez con ella es multimodal.

¿Qué ocurre con la música en contextos comunitarios? Como expusimos anteriormente,


la música evoca placer en la soledad del individuo, pero este placer se magnifica cuando
la música se experimenta con familiares o compañeros, y más aún cuando la música
presenta una participación activa o plena, como el canto, la batería o el baile.

En cuanto a la excitación sincrónica, en los rituales de colaboración se manifiesta afecto


positivo o coordinación física manifiesta, lo que hace que se fomenta una mayor
excitación si se produce fortaleza entre los lazos sociales de los participantes.

Así, en la acción sincrónica los lazos sociales no están ínfimamente relacionados con la
acción sincrónica, pero las consecuencias prosociales son evidentes incluso cuando la
actividad sincrónica ocurre sin música, por ejemplo en la primera infancia, cuando los
niños que intervienen en juegos cooperativos, en los que cantan y tocan instrumentos de
percusión, muestran un comportamiento más prosocial que otros niños que participan
en juegos cooperativos similares sin música.

Mediante la imitación construimos un importante pilar de nuestra musicalidad.


Inconscientemente hacemos mímicas o copiamos comportamientos de otras personas.
Estas imitaciones surgen como una motivación para conformarnos con lo que somos o
no, para ser como los demás o no. Motivaciones afiliativas similares parecen constituir
la base de las acciones de los demás.

Finalmente, en cuanto a la música, su significado y comunicación, carece de


especificidad comunicativa si la comparamos con el lenguaje, pero su poder excede al
del lenguaje en los dominios sociales, emocionales y espirituales. Así, gracias a la
música, a veces, nos resulta más fácil poder comunicarnos sin hablar. Y por esto, se
considera que la cognición social y el aprendizaje interactivo hacen contribuciones
vitales a la evolución del lenguaje. Su papel puede ser aún mayor en la evolución de la
música.

2. Recesión crítica:

El artículo que he resumido anteriormente trata de mostrar la relación que tiene la


música con la sociedad, su contextualización a la hora de ser creada o interpretada y la
importancia que ha tenido a lo largo de la historia, dándole incluso orígenes asociados a
aspectos espirituales

Desde mi punto de vista, la música siempre va a ser creada para un público


determinado, por ejemplo, la media de edad de un concierto de música clásica va a ser
diferente a la de un concierto de reggaetón, o algo así. También es cierto que es una
pena que la edad media de un concierto de música clásica sea alta, pero no quiero entrar
en ese debate.

En cuanto a lo que transmite, desde luego hay una cosa clara, la música es el único arte
que te hace sentir mayores sentimientos, que puede ponerte los pelos de punta. Cuando
ves un cuadro, puede ser bello, pero nunca te va a transmitir tanto como, por ejemplo,
una canción que te haga recordar cualquier momento bueno, o malo, de tu infancia. Te
puede transmitir sentimientos mucho más fácilmente que cualquier otro arte, por eso
para mí está un escalón por encima de las demás. Está claro por lo que la unían a
aspectos espirituales, y es porque te acerca mucho más a la espiritualidad que otras
cosas.

También podría gustarte