El desing thinking no es un término nuevo a lo largos de los años, ya que se ha venido

escuchando dentro de la industria y en el mundo de los negocios. Ámbito donde se ha

venido empleando esto para poder tener una ventaja competitiva frente a otros mercados.

Uno de los primeros ejemplos de este concepto fue la creación de la bombilla eléctrica de

Thomas Édison que generó toda una manufactura a su alrededor ya que innovo un producto

mediante sus estrategias con una filosofía de diseño centrada en las necesidades e

inquietudes del cliente. Posteriormente en el año 1987 Peter Rowe introdujo el término

design thinking, en uno de sus libros donde se han ido discutiendo un conjunto de ideas a

través de los años; hasta que el artículo de Tim Brown (2008) explica la importancia del

diseño como una herramienta estratégica para lograr enfoques innovadores a los problemas

y, de esta manera, obtener resultados diferentes; es decir desarrollar pensar el problema

desde la perspectiva más amplia, sin centrarse en un producto, sino contemplando todo el

contexto que implica producirlo.

Es por ello que en su artículo afirma que la práctica del design thinking como tal existe desde antes

que la profesión del diseñador. Muchas de las innovaciones que ha hecho el hombre a lo largo de

la historia de la humanidad, como el ferrocarril, la máquina a vapor y la electricidad no hubieran

sido posibles si en ese momento los inventores no hubieran pensado el problema de manera

integral, ya que, en estos casos, no solo crearon un producto específico, sino que desarrollaron el

sistema entero para encontrar soluciones eficaces y concretas .Por lo tanto las empresas, pasaron

a sentir que no bastaba ofrecer apenas superioridad tecnológica o excelencia en el desempeño de

sus productos como ventaja mercadológica.

El diseño actualmente aparece como un factor de innovación diferencial, ya que la decisión de

posicionar al diseño en un lugar estratégico es una medida principalmente empresarial. Sin

embargo, en vez de pedir a los diseñadores que conviertan una idea ya desarrollada en una más

atractiva para los consumidores, las empresas les están pidiendo que creen ideas que satisfagan

mejor los deseos. Es decir, no consiste únicamente en crear cosas nuevas, si no en mejorar los

procesos, servicios, ideas o proyectos para adaptarlos a las necesidades de la sociedad. Existen

muchos ejemplos en el mercado como marcas o negocios que argumentan el potencial de esta

metodología y los beneficios que han reportado a lo que hoy son grandes empresas de sectores tan

diversos como la moda, la salud, la educación y la tecnología que ha logrado tener éxito a través de

proyectos de design thinking.

https://ceeielche.emprenemjunts.es/?op=8&n=16097 
https://dianapmorales.com/2015/05/blog/como-colocar-correctamente-las-
comas-de-una-vez-por-todas/ 
https://es.slideshare.net/citur2010/verbos-que-se-utilizan-en-la-redaccin-de-
objetivos-4358050 
 
Es por ello su importancia ya que aún muchas empresas están en estado de crisis por la falta de

innovación y de diferenciación de la competencia. Esta metodología les permitiría conquistar y

mantener sus clientes sobre la competencia. Es por ello que el proceso de diseño que propone el

design thinking busca una retroalimentación constante en cada etapa para obtener las mejores

soluciones.

El presente artículo intenta responder a este desafío a través de una revisión sistemática de

artículos científicos en el motor de búsqueda de Google Académico sobre el desing thinking en el

sector comercial.
En el escenario de competición global que se tornaría vigente. Innovar sería una terea pesada y

muchas veces frustrante. La dificultad de obtener diferenciación de mercado sobre la competencia

sería cada vez mayor en virtud del hecho de que todas las organizaciones están buscando

conquistar y mantener sus clientes (disputando espacio cada vez más reducido y con herramientas

cada vez más parecidas). Precisaban trazar nuevos caminos, no apenas para garantizar el éxito de

las empresas, mas, principalmente, garantizar su supervivencia. Fue buscando nuevos caminos

para la innovación que se creó lo que hoy es conocido como “Design Thinking”: un abordaje

focalizado en el ser humano, que ve en lo interdisciplinar, la colaboración y la perceptibilidad de

pensamientos y procesos, caminos que llevan a soluciones innovadoras para los negocios

(Shatrevich, 2014; Sonalkar et al., 2015; Thienen et al., 2011).