El principal impacto del desarrollo petrolero en Coatzacoalcos se deriva del explosivo crecimiento

demográfico generado por ese proceso y sus consecuencias, situación vinculada a la inmigración
impulsada por la demanda de mano de obra durante el periodo de construcción de los complejos.
Las mayores tasas de crecimiento se produjeron entre 1950 y 1960, con una población que se
duplicó en tan solo diez años.
Este auge demográfico trajo consigo un vertiginoso crecimiento de las necesidades de vivienda y,
por ende, de los principales asentamientos urbanos de la región (Coatzacoalcos, Minatitlán y
Cosoleacaque). Para el municipio de Coatzacoalcos supuso la expansión de su superficie construida
(sin incluir la industrial) de 216 hectáreas en 1952 a 1.341 en 1975.
Sin embargo, a raíz del crecimiento económico de Coatzacoalcos en las últimas décadas y la
necesidad de las personas a tener un patrimonio, género que la mayoría de viviendas construidas en
zonas pantanosas y con nivel freático casi superficial, sufran de asentamientos por consolidación y
a esto sumado las pobres soluciones que ofrecen las dependencias encargadas como el rellenar
ciertas zonas con arena ocasiono que durante el sismo del 19 de septiembre del 2017 se presentara
el fenómeno de licuación.
Esta problemática ha empujado a los técnicos y responsables de gestionar y aplicar los recursos a
buscar y proponer diferentes alternativas de procedimientos de estabilización de suelos que
permitan optimizar los recursos, a fin de asegurar que las distintas construcciones públicas perduren
y que garanticen la integridad física y bienes de las personas.
De igual manera,