Para esta época, la modernización de los sistemas de mercadeo de bienes y
servicios, ha dado grandes pasos a nuevas estrategias y modalidades en las que tanto los unos como los otros, no se “consumen” realmente, de acuerdo con el tradicional esquema del ciclo de vida del producto al que hemos estado acostumbrados en los años del consumismo de productos de la era industrial. Uno de esos esquemas, probablemente el más extendido es el PSS ó Product Service System, que traducido a nuestro entorno será el SPS [i] ó Sistema- Producto-Servicio.
En el nuevo modelo de Economía Circular se pretende maximizar la eficiencia de
los recursos en el sistema económico, reduciendo al máximo tanto el consumo de nuevos recursos naturales como la generación de emisiones residuales al medio natural. La clave para lograr esto se basa en el diseño de ciclos de retorno de los recursos dentro del propio sistema productivo, priorizando que dicha logística inversa ocurra lo antes posible en la cadena de valor, maximizando el valor añadido de dichos flujos. Contrariamente a lo que muchos interpretan como Economía Circular, ésta no se limita al concepto de reciclaje, sino que afecta profundamente a toda la concepción del sistema productivo o cadena de valor y la sociedad en general. La Comisión Europea propone este modelo de uso sostenible de los recursos no sólo para ser más responsables ambientalmente, sino con objetivos mejorar la competitividad de las empresas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, lo cual incluye la generación de empleo.
Resumen de sps (sistema Producto Servicio)
Un Sistema Producto Servicio podría considerarse como un sistema de productos
básicamente sostenibles, que en su uso van más allá de los límites del objeto mismo y potencializan el servicio o prestación del producto (es decir, su función y no el producto en sí mismo), dando más control y responsabilidad al productor o prestador del servicio y dando la posibilidad de generar redes de grupos de intereses particulares, sobre tales productos y/o servicios Parece rebuscado, pero en realidad es bastante fácil de comprender: se trata de un medio a través del cual conseguimos lo que queremos sin necesitar poseer el producto que nos provee ese servicio, ofreciendo claras ventajas en lo económico y lo ecológico en la mayor parte de los casos.